La
débil recuperación económica en la eurozona, propiciada por los
bajos precios del petróleo y la política monetaria, ha ido
mejorando el PIB europeo. Hay que destacar que Europa durante los
últimos cuatro años ha creado cuatro millones de empleos, bajando
la tasa de paro.
Ahora
bien, durante el año que termina, la incertidumbre política es el
aspecto predominante: la desaceleración económica en China, el
parón del comercio mundial, el Brexit, y las elecciones
estadounidenses… ¿afectarán a la recuperación económica?
GLOBAL:
El
Cartel o asociación de productores de la OPEP (Organización de
Países Exportadores de Petróleo) ha acordado, por primera vez en
ocho años, reducir su producción conjunta.
Pues
bien, en sólo un día el precio del Barril Brent subió un 8% hasta
los 50 dólares. Esto significa que los países integrantes del
Cartel, ganaron unos 125 millones de euros más en el día
mencionado.
Hay
que esperar, para comprobar si los acuerdos se cumplen a medio plazo:
de ser así, los estudios al respecto estiman un precio de alrededor
de 60 dólares a principios del próximo año 2017.
El
acuerdo de la OPEP, aunque hacía tiempo que estaba fraguado, se
había demorado a consecuencia de la falta de acuerdo respecto a que
países debían recortar los ajustes pactados. Al final, se ha
acordado una reducción de 1,2 millones de barriles al día desde un
total de 33,7 millones diarios (un 4,5% menos).
De
forma que, alrededor de medio millón en la rebaja en la producción
la soportará Arabia Saudí. También Irak deberá recortar algo su
producción. Y el resto lo asumirán otros países aliados de Arabia
Saudí en el Golfo como Kuwait y Emiratos Árabes. Además, los
países que no pertenecen a la OPEP recortarán, en principio, otros
600.000 barriles al día, de los que 300.000 corresponderán a Rusia.
Arabia
Saudí, Irán e Irak, que como es sabido mantienen un conflicto por
liderar la región, se han puesto de acuerdo para recuperar el precio
del crudo.
España,
al tener que importar la totalidad de los crudos petrolíferos es una
de las economías más beneficiadas (con el bajón de los precios del
petróleo, la economía española se ahorra casi 20.000 millones de
euros al año respecto al 2014).
Ahora
bien, para quien supone un auténtico balón de oxígeno es para los
países más dependientes de los crudos petrolíferos: Venezuela,
Nigeria y sobre todo para los tres países, actualmente, muy
dependientes del crudo: Angola, Venezuela y Nigeria.
Igualmente,
habrá que estar pendiente de como la consiguiente subida del
petróleo, va a afectar al fracking estadounidense,
ya que una fuerte subida del precio propiciaría un mayor interés en
esa técnica de extracción.
Por
otro lado, según la OCDE (Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico, que integra las 34 economías más
desarrolladas del mundo), la Presión
Fiscal
(porcentaje que suponen los ingresos coactivos o impuestos sobre el
PIB) alcanzó su mayor cota desde el año 1965.
La
OCDE recalcó que el incremento de la fiscalidad recayó
fundamentalmente sobre las familias, mientras que se han mantenido
estables los soportados por las empresas. Así, por ejemplo, del año
2011 al 2015, el impuesto sobre las rentas, ha pasado de suponer una
cifra equivalente al 7,8% del PIB, al 8,5%. Mientras que el Impuesto
que grava el beneficio de las empresas (impuesto de Sociedades) no
ha llegado a alcanzar el 3% (un 2,9%).
Por
otro lado, el IVA ha pasado de suponer casi el 11% (un 10,8% del PIB)
de entre los años 2002 a 2005, hasta el 10,3% en 2009, para volver a
subir un 11% en 2014, y disminuir al 10,9% en 2015.
Durante
el año 2015, los Estados con mayor presión fiscal fueron Dinamarca
(46,6%), Francia (45,5%), Bélgica (44,8%), Finlandia (44%), Austria
(43,5%), Suecia (43,3%) e Italia (43,3).
Por
el contrario, la Presión Fiscal bajó en Irlanda (5,1 puntos
porcentuales menos, al 23,6 % del PIB) por un crecimiento excepcional
del PIB nominal, superior al 30%; y en Dinamarca (3 puntos de caída,
al 46,6%).
En
España, la presión fiscal se mantuvo estable en el 33,8% del PIB,
aunque los años anteriores había ido subiendo desde el
mínimo que marcó en la primera parte de la crisis, con un 30% en
2009. El peso de los impuestos en España se mantuvo por debajo del
nivel que había alcanzado inmediatamente antes de la crisis (era del
36,5% en el año 2007).
La
distribución de los ingresos, por las diferentes administraciones
(central, regional, local y seguridad social), ha variado de forma
muy importante según su estructura federal, unitaria o regional
La
Administración Central, en el caso de España supuso el 42,3%,
frente al 13,6% que corresponde a las Comunidades autónomas.
LATINOAMERICA:
Según
el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la
economía de ese país sigue disminuyendo. Durante el último año ha
caído un 2,9% y, según muchos observadores va a seguir
contrayéndose. La recesión se debe, principalmente, a la fuerte
caída de la inversión, un 13,5% en un año.
Brasil
ha visto que su PIB ha disminuido en el último trimestre un 0,8%,
por lo que la situación de recesión económica ya ha vivido, nada
menos, que 10 trimestres en negativo.
Dado
que el PIB interanual acumula una caída del 4,4 % hasta el pasado
mes de octubre, el resultado de este 2016 puede ser peor al previsto
por los economistas, (un 3,4% de caída del PIB de Brasil).
ESTADOS
UNIDOS:
La
economía estadounidense ha aumentado con más fuerza de la esperada
durante el tercer trimestre de este año. El PIB aumento en tasa
anual el 3,2% (un 0,7% de trimestre a trimestre), lo que supone un
aumento de 3 décimas por encima de lo esperado.
El
ritmo de crecimiento económico en Estados Unidos es el más elevado
desde el segundo trimestre del año 2014 (sobre todo si se compara
con el débil crecimiento del 1,4% del trimestre anterior).
Los
motivos del aumento se encuentran en el incremento de las
exportaciones, el aumento del gasto público, y un mejor
comportamiento del consumo privado (representa los dos tercios del
crecimiento en Estados Unidos).
Esta
situación permite vislumbrar, finalmente, una nueva subida de los
tipos de interés por la Reserva Federal, durante este mes de
diciembre.
EUROZONA:
Las
previsiones de la Comisión Europea respecto a la Eurozona, señalan
que “el crecimiento es y será modesto”. La eurozona crecerá tan
sólo el 1,7% en este año y, casi el 1,5% en el próximo año 2017,
con una deuda y un paro demasiado grandes.
No
obstante, los miedos provienen de los riesgos políticos: el Brexit,
los conflictos geopolíticos y la incertidumbre que producen las
corrientes proteccionistas, nacionalistas y aislacionistas, como la,
hasta ahora, sólo anunciada por el electo Donald Trump.
En
Europa tenemos importantes citas electorales: algunas parecen
resueltas como el resultado de las elecciones en Austria, otras no
tanto, como la negativa obtenida en el Referéndum en Italia, pero
quedan citas muy importantes en Alemania, Francia y Holanda, el
próximo año 2017.
También
el débil crecimiento en la eurozona se debe a los menores efectos de
la rebaja de los precios del petróleo y de las medidas monetarias
extraordinariamente expansivas. La realidad, es que con esas
históricamente medidas, se han conseguido ritmos de crecimiento
similares a los del pasado.
Al
enumerar las variables macroeconómicas más importantes se observa:
que el crecimiento es frágil y desigual; un endeudamiento elevado; y
que el desempleo ofrece resistencia a caer por debajo del 10%.
Frente
a esa situación, las autoridades en Bruselas siguen sin decidir
acompañar las políticas excepcionales del BCE con estímulos
fiscales. La política fiscal será neutral en 2017 y 2018, a pesar
de que el FMI, el G20 y hasta Mario Draghi han postulado lo
contrario.
Destacan
los miedos de las Comisión Europea, que en un tono inusual señala
que: “los riesgos se han intensificado en la estela del Brexit, que
es una especie de indicador adelantado de una nueva oleada de
protestas antiglobalización y de la tendencia hacia el
proteccionismo, el nacionalismo económico y el aislacionismo tanto
en Europa como en el mundo”.
También
preocupa “el reequilibrio de la economía de China; la
normalización de la política monetaria en Estados Unidos (subidas
de tipos de interés); los conflictos geopolíticos; y, en fin, el
legado de la crisis europea, con los eternos problemas en la banca y
las dudas sobre la deuda.
Todo
va a depender de la actitud del nuevo inquilino de la Casa Blanca: de
las expectativas respecto a que Estados Unidos siga siendo un socio
fuerte y de confianza, dependen las previsiones respecto a la
situación de la Eurozona.
En
otro orden, el presidente del Banco Central Europeo, Mario
Draghi, alertó, precisamente en el centenario de la Deusto Business
School en Madrid, sobre el envejecimiento de la población y la
escasa productividad en la zona euro. De no hacer frente a estos
retos, el riesgo es que "el crecimiento per cápita europeo se
estanque o incluso descienda, lo que tendrá consecuencias directas
para la cohesión de la zona euro".
Declaró
que “mientras que en 1995 la productividad crecía a la par que el
resto de economías avanzadas rondando tasas del 2%, en la actualidad
apenas avanza por debajo del 0,5%, muy por detrás de Estados Unidos
y los países emergentes”.
Citó
que “empleando proyecciones de población de la OCDE, de no cambiar
la productividad, la producción per cápita para 2050 se recortaría
un 14% en Alemania, un 16% en Italia y un 22% en España. A su
juicio, son necesarias reformas que eleven la productividad y la
cantidad de personas trabajando.
De
nuevo señaló que “los Gobiernos deben aprovechar la ventana de
oportunidad que les conceden los tipos de interés bajos".
Draghi
mostró como causas de la baja productividad, “la necesidad de
aumentar la inversión y mejorar la eficiencia con la que se emplean
los recursos. Lo que requiere una mayor innovación y mejoras en la
organización. De acuerdo con los datos que maneja, las compañías
europeas punteras en tecnología están exhibiendo incrementos
fuertes de la productividad. Luego el problema no reside en la
innovación y tecnología, sino más bien en que éstas no se
extienden al resto de empresas. En su opinión, eso ocurre por dos
razones: una, hay que establecer un entorno competitivo que anime a
las empresas a adoptar las mejores prácticas. Y dos, se tienen que
suprimir las barreras regulatorias que desincentivan el crecimiento
de las empresas más productivas”.
Draghi,
igualmente incidió, en que “la falta de oportunidades deja a los
jóvenes sin la experiencia adquirida en el trabajo, lo que puede
acabar dañando también a la productividad. La alta tasa de paro
juvenil puede comprometer la productividad futura de esta generación,
y éste es precisamente el grupo que ha de soportar un número de
dependientes mayor que las generaciones previas".
Y
es que Mario Draghi, lleva meses reclamando medidas fiscales que
acompañen a las monetarias. Bruselas propuso un estímulo
fiscal de medio punto de PIB (alrededor de 50.000 millones de
euros) en aquellas economías que tengan margen para acometer
inversiones, básicamente en Alemania.
Sin
embargo, Alemania ha tirado por tierra ese plan de la Comisión
Europea de recomendar esa expansión fiscal de 50.000
millones en 2017 ante los riesgos políticos asociados a la
mediocre recuperación.
Todo
ello en contra de la opinión del FMI, el G20 y la OCDE que postulan
que la eurozona cambie su política económica (un lustro de
austeridad). Solo Francia, España, Irlanda, Portugal y Grecia apoyan
a la Comisión. Con Italia ausente del debate por su crisis política,
los acreedores ganan la partida: la política fiscal del euro será
"neutral" en 2017. Es decir, no habrá estímulos
económicos.
Berlín,
que ha dominado con total rigidez al Eurogrupo desde que empezó la
crisis, confirmó que no acepta que Bruselas reclame estímulos.
Puede que gaste algo más por la crisis de los refugiados y los
nuevos planes en seguridad y defensa, pero en el plano de la
ideología económica Alemania no se ha movido de su postura durante
toda la crisis.
A
solo unos meses de sus elecciones, Alemania se muestra inflexible con
la política económica con la crisis de Grecia y prácticamente con
cada propuesta que procede de Bruselas. Y ni siquiera levanta el
pedal del freno con Italia metida en líos y una crisis política y
bancaria en ese país que puede contaminar a la zona euro.
Lo
paradójico es que el análisis de fondo de la Comisión coincide con
el del Eurogrupo. "La recuperación es frágil. La debilidad del
comercio internacional y los riesgos a la baja en la economía global
subrayan la importancia de impulsar fuentes internas de crecimiento",
aseguraron los ministros en un comunicado. Pero eso no tiene nada que
ver con los estímulos: "necesitamos políticas fiscales
prudentes para cuando vuelvan las inevitables subidas de los tipos de
interés".
El
BCE estima que los riesgos no han hecho más que aumentar en 2016,
con los desafíos e incertidumbres existentes, “Europa necesita una
respuesta cohesionada ante esos riesgos”.
Por
lo que respecta al Reino Unido, el primer presupuesto público de
esta nueva etapa, por ahora no ha supuesto un “cataclismo
económico” pero supondrá nuevos problemas para la economía
británica.
Contiene
medidas de impulso económico, ya que se destinan casi 30.000
millones de euros para infraestructuras, innovación (23.000 millones
de libras), y 2.700 millones de euros para construir nuevas
viviendas.
No
obstante, el crecimiento del PIB el año que viene será menor al
previsto (un 1,7%), y el endeudamiento va a aumentar: la deuda
pública, en el 87,3% del PIB, llegará al 90,2% en 2018. Para tratar
de estimular la economía ante un panorama incierto, el Reino Unido
pedirá prestados en esta legislatura 122.000 millones de libras más
de lo que se preveía (143.200 millones de euros).
Por
lo que respecta a la consolidación fiscal (desaparición del déficit
público) se alcanzará “tan pronto como sea posible”. Es decir,
no se ha concretado nada.
Por
el lado de la política social, se ha anunciado que no habrá más
recortes del Estado de Bienestar en la legislatura, y se ha prometido
una subida del salario mínimo a 7,50 libras la hora a partir de
abril de 2017. Una cifra menor a la anteriormente anunciada.
ESPAÑA:
Según
la OCDE, el PIB español crecerá este año un 3,2%. Ahora bien se
muestra menos optimista respecto al 2017, ya que espera un
crecimiento del producto de un 2,3%, y del 2,2% en el 2018. El FMI
espera para el próximo año un aumento del 2,2%.
La
realidad es que España crecerá más que Alemania (el 1,7%), que
Estados Unidos (un 1,5%) y que Francia (un 1,2%). Eso sí, en una
situación en la que OCDE ha alertado del riesgo relativo a la
economía internacional de la “trampa de bajo crecimiento y elevada
deuda”.
Según
el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía
española creció un 0,7% entre julio y septiembre, tras seis
trimestres seguidos avanzando a tasas incluso superiores al 0,8%. En
términos anuales, el Producto Interior Bruto aumentó un 3,2% frente
al 3,4% registrado en el trimestre anterior.
Las
exportaciones se desplomaron un 1,3% tras casi tres años de tasas
positivas. Por lo que respecta a la inversión, ha tenido un
debilísimo crecimiento del 0,1%. El cambio, tras siete trimestres
consecutivos de aumentos, se debe a la caída de la inversión en
bienes de equipo, precisamente un indicador adelantado de la
actividad que parece anunciar una ralentización de la economía en
un horizonte próximo: el frenazo está relacionado con la caída de
las exportaciones.
En
cambio, el gasto de las Administraciones Públicas en el tercer
trimestre se disparó un 1% después de que cayese un 0,6% en los
tres meses precedentes, probablemente por las transferencias de
fondos a las Comunidades Autónomas.
Sin
embargo, aunque el empleo ha aumentado, la productividad ha caído un
0,1%. Respecto a la remuneración por asalariado también ha
aumentado un 0,1%.
Además,
los costes laborales unitarios también disminuyen un 0,1%, pero
aunque los salarios sean bajos, el incremento de la ocupación mejora
la renta disponible de las familias y el consumo de estas.
Como
consecuencia de la debilidad del comercio global, disminuyen las
exportaciones españolas. Ahora bien, como han disminuido aún más
las importaciones (un 1,8% menos), no ha empeorado el saldo exterior.
Por
sectores, los servicios siguen siendo el motor del PIB español con
una subida del 0,8% trimestral, empujado fundamentalmente por la
hostelería, el comercio y las actividades profesionales. La
industria apenas crece un 0,1%, muy lejos del incremento del 1% que
exhibió en el trimestre anterior. Y la construcción avanza un 0,5%,
cinco décimas menos de lo que creció en el trimestre precedente.
La
contribución de la demanda nacional al crecimiento anual del PIB ha
sido de 2,6 puntos, tres décimas inferior a la del segundo
trimestre. La demanda exterior también ha presentado una aportación
positiva de 0,6 puntos, una décima superior a la del trimestre
pasado como resultado de la anteriormente comentada caída mayor de
las importaciones que de las exportaciones.
Por
lo que respecta al comportamiento de los precios, según el INE, la
subida se ha mantenido estable durante el pasado mes de noviembre. La
tasa interanual del IPC se ha situado en el 0,7%, en línea con
el nivel de octubre.
Se
trata del tercer mes consecutivo con el índice de precios de consumo
en positivo, algo no visto desde al año 2014. Entre agosto de 2015 y
agosto de 2016 el IPC no había marcado tasas positivas.
Según
el INE, la variación anual del IPCA (Índice de Precios al Consumo
Armonizado, que es el utilizado para comparar los precios con otros
países de la Unión Europea) se ha situado en el 0,5%, en línea con
el aumento de octubre.
Por
otro lado, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la
Tesorería General de la Seguridad Social ha dispuesto de otros 9.500
millones de euros del Fondo de Reserva para afrontar tanto la paga
ordinaria como la extraordinaria que reciben los pensionistas en
diciembre.
El
Ministerio recuerda que en diciembre de cada año se produce una
"importante" necesidad de financiación para afrontar estas
dos pagas.
Tras
esta disposición, que es la más elevada realizada de una vez desde
2012, el Fondo de Reserva alcanza los 15.915 millones de euros a 1 de
diciembre, el 1,48% del PIB del año 2015, aunque el valor de mercado
es de 16.109 millones de euros, un 1,50% del PIB.
Desde
2012 el Gobierno ha dispuesto periódicamente del Fondo de Reserva
para hacer frente a las pagas extraordinarias de julio y diciembre.
En total ha sacado más de 50.000 millones en cuatro años.
A
este ritmo, se están cumpliendo las previsiones de la Autoridad
Fiscal Independiente, que pronostica que para 2018 la hucha de las
pensiones se habrá agotado.
Muchos
analistas señalan como causas, la caída de las cotizaciones por los
bajos salarios y las tarifas planas impulsadas por el Gobierno para
generar empleo. Esperan que el déficit de la Seguridad Social, este
2016, supere los 15.000 millones, como ya ocurrió el año pasado.
Según
Eurostat (Oficina Estadística de la Unión Europea)
Las
Administraciones Públicas españolas ingresan mucho menos que la
mayoría de países europeos. Tendrían que cosechar una cantidad
equivalente a casi seis puntos más del PIB para asimilarse a la
media europea. La mayor diferencia se produce en el IRPF. España
recauda alrededor de un 2% del PIB menos que las economías de
nuestro entorno.
La
mayoría de analistas culpan de ello, a las exenciones y
bonificaciones fiscales. Algo parecido ocurre en el IVA, donde la
recaudación española es medio punto del PIB inferior a la media. Si
bien es cierto, que en ambos tributos hay grandes bolsas de fraude.
Si
se suman todos los ingresos por impuestos que recaudan las
Administraciones Públicas españolas, el resultado es una presión
fiscal del 34,6% del PIB, según ha publicado esta semana Eurostat,
la oficina estadística de la UE. Esta tasa se aleja en 5,4 puntos de
la media europea. Países cercanos como Francia, Italia, Alemania o
Portugal ingresan mucho más.
Analizando
detenidamente las razones, en comparación con los socios europeos,
de la escasa capacidad recaudatoria de España, se llega a la
conclusión de que la disminución se encuentra en las bases
imponibles, como consecuencia de las exenciones fiscales existentes.
Se estima que la pérdida que originan estos beneficios motiva que
escapen a la hacienda pública más de 50.000 millones de euros.
La
mayor diferencia de capacidad recaudatoria se produce en el IRPF.
España ingresa el equivalente al 7,4% del PIB, frente al 9,4% de la
media de la UE. Esta diferencia no se achaca, precisamente, a unos
tipos de gravamen del impuesto español bajos.
Respecto
al consumo, hay que señalar que según datos del INE, las ventas del
comercio minorista aumentaron un 0,6% en octubre respecto al mismo
mes de 2015.
Este
avance interanual de las ventas del comercio minorista, con el que se
encadenan 26 meses consecutivos de crecimiento, es 2,9 puntos
inferior al logrado en septiembre (superior al 3,5% de aumento).
Eliminados
los efectos estacionales y de calendario, la facturación del
comercio minorista aumentó un 2,2% interanual (tasa nueve décimas
inferior a la de septiembre que fue de más del 3,1%).
El
empleo en el sector del comercio minorista aumentó un 1,5% en
octubre respecto al mismo mes de 2015, con lo que ya encadena 30
meses consecutivos de ascensos. La tasa de octubre es dos décimas
inferior a la registrada en septiembre.
En
tasa mensual (octubre sobre septiembre), las ventas del comercio
minorista retrocedieron un 0,1%, en contraste con el avance del 0,4%
que experimentaron el mes anterior, y con el aumento del 0,7% de un
año antes.
Por
lo que respecta al empleo, el pasado mes de noviembre ha sido un buen
mes para el mercado laboral. Ha crecido la afiliación, muy
poco, apenas 1.620 nuevos cotizantes, y ha bajado el paro
registrado (aquellos que acuden a inscribirse como desempleados
demandantes de empleo a las Oficinas de Empleo).
El
desempleo ha disminuido en 27.071 parados menos. Ha disminuido el
Paro Registrado en todos los sectores. Baja en la construcción con
10.218 desempleados menos, en Agricultura y Pesca en 7.153 personas,
en Industria en 5.311, en Servicios 1.455 y entre el colectivo de
personas “sin empleo anterior” en 2.934.
El
Paro Registrado ha disminuido en 10 Comunidades Autónomas (Andalucía
con 17.900 parados menos; la Comunidad Valenciana con 9.807menos; y
la Comunidad de Madrid con 4.678 desempleados menos). Sin embargo ha
subido en Baleares (9.843), Galicia (3.066) y Canarias (1.477).
El
número de afiliados a la Seguridad Social también registra un
incremento notable en los últimos 12 meses. En noviembre, de media,
hubo 17,22 millones de cotizantes, lo que supone 527.335 más
que un año atrás, el mayor aumento anual desde el año 2006.
MERCADOS:
La
valoración en Bolsa de las 60 empresas españolas se situó en
577.702 millones de euros al cierre de noviembre, un 5,4% menos que
en el mismo periodo del año anterior.
La
cotización media ponderada del mercado es de 21,4 euros, lo que
supone un incremento del 32,9% en el ejercicio.
El
ratio precio/beneficio (PER) medio ponderado es de 18,2 veces
beneficios, con un aumento del 12% respecto al cierre de ejercicio.
La inversa de esta ratio (beneficios divididos por la capitalización
bursátil) da una rentabilidad por beneficio del 5,5%, con una bajada
del 10,7% respecto al año pasado.
Por
otro lado, la victoria de Trump en Estados Unidos disparó los
intereses de la deuda, ya que se teme que genere mayores subidas en
los precios. Con esas expectativas es lógico que suban los tipos de
interés, por lo que a mediados de noviembre comenzaron a vender
bonos, ya que se esperan bajadas en su cotización.
El
BCE, sin embargo, avisó de que esa circunstancia podría ser efímera
y peligrosa: “la economía mundial encara una vez más un periodo
de incertidumbre anormal” reclamando políticas expansivas en
Europa para reanimar el débil crecimiento existente.
Se
produjo una venta masiva de bonos, que empujo al alza los tipos de
interés de la deuda. La rentabilidad del bono estadounidense a 10
años escaló 40 puntos básicos hasta el 2,21%. El mexicano subió
aún más: 100 puntos básicos tocando el 4,25%. El bund germano,
que llevaba prácticamente toda la crisis en el 0%, subió en una
semana al 0,31%, y el bono español a 10 años avanzó 27,5 puntos
situándose por encima del 1,5%.
EMPRESAS:
El
nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, comunicó que Renfe
ha adjudicado a Talgo el concurso convocado para la compra
de hasta 30 trenes de alta velocidad y del servicio de mantenimiento
de la nueva flota durante 40 años.
El
fabricante español, se ha impuesto a la también española CAF, la
alemana Siemens, y a la francesa Alstom.
La
oferta ganadora por 1.495 millones de euros en el contrato ampliado
supone una rebaja de hasta el 43% sobre el precio máximo de
licitación, por lo que Renfe se ahorrará más de 1.100 millones de
euros en la compra de los AVE. Esta rebaja del precio ha sido puesta
en cuestión por Alstom, otro de los fabricantes que aspiraba a
llevarse el contrato.
La
oferta de Talgo por el pedido original de fabricación de 15 trenes y
el mantenimiento por 30 años es de 786,4 millones de euros, 22,5
millones de euros por tren, lo que supone una rebaja del 28% sobre el
precio de licitación. Si se ejerce la opción del pedido ampliado,
de 30 trenes y su mantenimiento por 40 años, la oferta se eleva a
1.495 millones de euros, un 43% de rebaja sobre la licitación que se
elevaba a 2.642 millones de euros. Los 15 trenes se entregarán en
cinco años, aunque los 10 primeros ya estarán listos en 38 meses.