GLOBAL:
Según el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el crecimiento del PIB mundial durante este año 2022 será
del 3,2%, y para el siguiente de solo un 2,8%.
La economía mundial se
enfrenta a múltiples riesgos entre los que figuran el alto crecimiento de las
tasas de inflación, la crisis energética y alimentaria o el riesgo climático,
aunque sin duda los desafíos más peligrosos que se presentan en 2023 son la sostenibilidad
de la deuda global y la posibilidad de que estalle una crisis geopolítica. De
todos ellos depende que el PIB global crezca un 2,8 % en 2023 o se produzca una
recesión más acusada.
El riesgo, quizá más
importante, sea el nivel de deuda mundial. Su sostenibilidad se deteriora con
rapidez, en un contexto en el que los Bancos Centrales buscan controlar la
inflación a costa de endurecer su política monetaria.
Las tasas de interés en
niveles históricamente tan bajos, así como las continuas compras record de activos
financieros por los Bancos Centrales más importantes, permitían mantener los
niveles de endeudamiento. Ahora bien, la subida iniciada de los tipos está
poniendo de manifiesto los desequilibrios acumulados en los países
desarrollados y en ciertas economías emergentes. Esta situación, unida a la
fortaleza del dólar en el mercado de divisas, puede dar lugar a la aparición
del riesgo de impago. Junto a la fuerte ralentización económica, en algún caso
con amenaza de recesión en algunas economías supone una situación compleja.
Como consecuencia de la
inflación y su impacto en la renta real de las economías domésticas
(disminución de su capacidad de gasto), los Gobiernos han acometido políticas
fiscales expansivas, que contradicen a las políticas monetarias restrictivas de
las autoridades monetarias.
Otro claro problema es
que el endurecimiento de la política monetaria, evidentemente, frena el
crecimiento económico e incluso puede incrementar el riesgo de la recesión
económica.
Por otro lado, los
importantes riesgos no sólo tienen su origen en factores puramente económicos,
ya que también se han acrecentado por el lado geopolítico: la guerra ocasionada
por la invasión de Rusia a Ucrania, y que parece que se va a prolongar durante
bastante tiempo.
También en Asia, los
conflictos entre China y Taiwán, y la guerra comercial entre China y Estados
Unidos están aumentando la tensión en la región.
En Latinoamérica, por
primera vez en la historia, sus cinco principales economías se van a enfrentar
a una situación económica compleja: desaceleración de su PIB, una elevada
inflación y aumento del paro, lo que está ocasionando un creciente malestar entre
sus ciudadanos (algunos han caído de la clase media a la pobreza).
Finalmente, Oriente Medio
es siempre un punto caliente en el mundo. Las protestas y manifestaciones en
Irán, ha aumentado la presión. Si bien el Gobierno afirma que los manifestantes
son agentes extranjeros.
ESTADOS UNIDOS:
La Reserva Federal parece
dispuesta a frenar el ritmo de subida de los tipos de interés. Su presidente,
Jerome Powell, ha señalado que la moderación “podría llegar tan pronto como en
la reunión de este mes de diciembre”.
Después de las subidas
consecutivas de 0,75 puntos en los tipos de interés, Powell ha dado a entender
que la próxima subida será de 0,50 puntos porcentuales.
El presidente de la Fed
ha señalado, “mis colegas del FOMC (Federal Open Market Committeeel) y yo estamos firmemente comprometidos
con el restablecimiento de la estabilidad de precios. Ya señalamos que
preveíamos que serían apropiadas las continuas subidas de tipos para lograr una
política lo suficientemente restrictiva como para reducir la inflación al 2%”.
Añadiendo que “los efectos plenos de un endurecimiento rápido hasta ahora aún
no se han dejado sentir, por lo que tiene sentido moderar el ritmo de nuestras
subidas de tipos a medida que nos acercamos al nivel de restricción que será
suficiente para bajar la inflación. El momento de moderar el ritmo de las
subidas de tipos podría llegar tan pronto como en la reunión de diciembre”.
Por tanto, Powell ha
declarado la posibilidad de que la subida de tipos en este mes de diciembre,
sea de menor cuantía dándose como más probable una subida de 0,50 puntos.
Sin embargo, respecto a
la inflación subyacente (la que excluye el componente más volátil, es decir,
energía y productos frescos), probablemente, comience a caer durante el próximo
2023. Sin embargo, el transporte, el componente más importante de la
subyacente, no señala una rápida moderación de los precios.
La tasa de paro estadounidense
se encuentra en el 3,7% (casi en mínimos durante medio siglo). La creación de
empleo se mantiene a buen ritmo y supera las previsiones a pesar de las subidas
de tipos de interés de la Reserva Federal. Según datos de la Oficina de
Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo, la economía de Estados
Unidos generó 263.000 empleos no agrícolas en el mes de noviembre.
Esta fuerte creación de
empleo señala la fortaleza del mercado laboral estadounidense, que amenaza a
las previsiones y se sobrepone al endurecimiento de las condiciones monetarias.
Respecto a la evolución
de los salarios, desde el 4,7% de octubre, se han acelerado hasta el 5,1% interanual.
Algunos analistas señalan el riesgo de una espiral precios - salarios o
beneficios – salarios.
Una de las causas de que
la demanda de fuerza de trabajo o demanda de trabajadores, supere a su oferta
(la población activa, es decir, aquellas personas que buscan empleo o se
ofrecen el en mercado de trabajo), es que esa población activa ha disminuido
como consecuencia de varios factores: la covid; un mayor ritmo de jubilaciones;
y a un menor crecimiento de la población en edad de trabajar en parte por el
aumento de la mortalidad y en parte por la caída de la inmigración durante lo
peor de la pandemia. En todo caso, los salarios reales (los nominales
descontado la inflación, o poder adquisitivo de los asalariados) han disminuido.
La realidad, es que la Reserva
Federal ha realizado las subidas de tipos más agresivas desde la década de
1980: los tipos han pasado de un nivel cercano a cero hasta el rango actual del
3,75% al 4% en lo que va de año y probablemente acabarán 2022 en el 4,25% ó el 4,5%.
CHINA:
Las protestas contra la
política de covid cero en China se han intensificado, provocando caídas en las
principales plazas financieras mundiales y en el mercado del petróleo, que
rondó de nuevo sus mínimos anuales. Aparte del peligro del estallido de su
“burbuja inmobiliaria”, la política respecto al covid ha impedido deshacer por
completo los cuellos de botella que impiden la normalidad en el comercio mundial
al mantener atascados los principales puertos del país, en especial el de
Shanghái. Después de que la economía china creciera un 8,1% en 2021, el Fondo
Monetario Internacional (FMI) ha ido rebajando sus previsiones para este año al
3,2% y para 2023 al 4,4%. Los últimos informes más recientes, advierten de que
la salida a la época de restricciones puede ser más lenta de lo esperado.
REINO UNIDO:
El ministro de Economía,
Jeremy Hunt, ha declarado que, según los datos de la Oficina de Responsabilidad
Presupuestaria (OBR, en inglés), el Reino Unido ha entrado en recesión (caídas
o diminuciones del PIB), y que la inflación británica se situará este año
en el 9,1%.
El responsable de
economía ha desvelado un nuevo “Plan de Consolidación Fiscal” que incluye una
serie de subidas de impuestos y recortes del gasto público para generar 55.000
millones de libras (unos 63.000 millones de euros) en los próximos cinco años, con
la finalidad de reducir el endeudamiento del país.
El plan contempla tres
pilares: la estabilidad financiera, el crecimiento económico y la protección de
los servicios públicos. En particular, se anuncia la rebaja de 150.000 (171.000
euros) a 125.140 libras (143.240 euros) del umbral de ingresos a partir
del cual se pagará la banda más alta del impuesto sobre la renta, del 45%,
mientras que congelará el mínimo de ganancias anuales libres de impuestos a fin
de incluir a más contribuyentes en los próximos años.
Igualmente, se elevará
del 25 al 35% el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de
las empresas de petróleo y gas e impondrá una tasa provisional del 45%
sobre esos excedentes a las generadoras de energía.
El objetivo de este Plan
Fiscal del Gobierno de Rishi Sunak, es aumentar en unos 25.000 millones de
libras (28.555 millones de euros) la recaudación y recortar el gasto en
30.000 millones de libras (34.266 millones de euros).
De esta forma, el nuevo
primer ministro del Reino Unido ha girado 180 grados la política fiscal de los
conservadores, y será juzgado por el éxito o fracaso del plan económico,
después de que su predecesora, Liz Truss, se viera obligada a dimitir como
consecuencia de las graves consecuencias de las turbulencias en los mercados
financieros que ocasionó su programa fiscal de bajada de impuestos.
EUROZONA:
La economía
creció un 0,2% trimestral (de julio a septiembre), tanto en toda la
Unión Europea como en la Eurozona. La misma cifra que ha registrado la tasa de
empleo en ese mismo periodo.
Eurostat (la oficina de
estadística de la Unión Europea) señala de esta forma la ralentización del
Producto Interior Bruto (PIB), que en el segundo trimestre había crecido
un 0,8% en los países del euro y un 0,7% en los Veintisiete de la UE.
Según el primer cálculo
publicado por dicha oficina de estadísticas, también se moderó la creación de
puestos de trabajo con respecto al aumento del 0,4% observado entre abril
y junio.
Alemania encara su primer
invierno sin gas ruso bastante mejor de lo que predijeron los institutos
económicos y el propio Ejecutivo germano. El producto interior bruto (PIB) alemán
aceleró su ritmo de expansión en el tercer trimestre hasta el 0,4%, una décima
más de lo estimado inicialmente. El dato, unido a otros signos esperanzadores, implica
la confianza en que la recesión que se abate sobre el país sea también menos
profunda de lo pronosticado. La confianza de los consumidores y empresarios ha
mejorado y la inflación podría haber llegado a su tope.
Según la Oficina Federal
de Estadística alemana, el crecimiento del 0,4% está muy por encima del
incremento del 0,1% registrado entre abril y junio, superando el dato
provisional que la propia institución había adelantado.
Los precios industriales,
que recogen el coste de los productos a salida de fábrica, aunque siguen
estando en un 34.5% más elevados que hace un año, durante el pasado mes de
octubre han disminuido algo.
Por otro lado, el índice
de clima empresarial del Instituto Ifo (el barómetro económico más importante) parece
mostrar que la recesión económica esperada será más suave. La confianza de los
empresarios alemanes repuntó en noviembre por segundo mes consecutivo hasta los
86,3 puntos, el valor más alto desde el pasado mes de agosto.
Según el Ifo, “aunque las
empresas están algo menos satisfechas con su negocio actual, el pesimismo con
respecto a los próximos meses se ha reducido drásticamente”.
Igualmente, la confianza
de los consumidores ha mejorado. Según un estudio de la consultora GfK, se ha
situado en -40,2 puntos, frente a los -41,9 del mes anterior. Por tanto, parece
que la fuerte caída de la confianza de los consumidores puede haber tocado
fondo.
Existe un contenido
optimismo respecto al hecho de que, prácticamente, se da por descartado el
racionamiento del gas que habría supuesto tremendos problemas para la industria
alemana.
Durante el tercer
trimestre de 2023, el crecimiento económico se ha visto impulsado por el
gasto de consumo final de las economías domésticas, que, pese a la caída de su
poder adquisitivo, han viajado. Todo ello, a pesar de unas condiciones muy
negativas: elevada inflación, fuerte aumento de los precios de la energía y los
problemas de suministro existentes.
En relación al Comercio
Exterior o Internacional de la economía germana, a pesar de la difícil
situación mundial, creció gracias al elevado número de pedidos y la mejora de
las cadenas de suministro en todo el mundo. En definitiva, las exportaciones de
bienes y servicios alemanas aumentaron un 2% en el tercer trimestre de 2022 en
comparación con el segundo trimestre de 2022, mientras que el aumento de las
importaciones del 2,4% fue incluso superior al de las exportaciones. Asimismo,
la formación bruta de capital fijo en la construcción descendió un 1,4% y la
formación bruta de capital fijo en maquinaria y equipos aumentó un 2,7%.
Respecto a la inflación, la
oficina europea de estadísticas, Eurostat, reveló que la inflación media en la
Unión Europea durante el pasado mes de noviembre, se ha reducido desde el
récord histórico del 10,6% de octubre, hasta el 10%. Durante el mes de
noviembre, los precios de la energía se han moderado al 34,9% (en octubre
subieron el 41,5%), mientras que los alimentos frescos han crecido un 13,8%.
La tasa de inflación subyacente
se ha mantenido invariable en el 5% por segundo mes consecutivo, situándose en
valores de máximos históricos.
Observando el detalle de
cada economía de la zona, se aprecia, que España, es el país con la menor tasa
de todos los países, con el 6,6%. De forma que el diferencial de precios
favorable a España respecto a la eurozona, se ha ampliado durante el pasado noviembre
a 3,4 puntos porcentuales desde los 3,3 del mes de octubre.
Respecto a las economías
con tasas más elevadas, se encuentran los denominados países bálticos: Letonia
registra una tasa del 21,7%, Lituania y Estonia en ambos casos el 21,4%.
En algunas de las
economías más importantes de la zona, se siguen registrando niveles de inflación
de dos dígitos: Italia registra el 12,5%, Portugal el 10,3% y Austria el 11,1%
interanual.
El Banco de España, al
analizar la menor inflación relativa de la economía española, ha señalado que las
medidas que ha aprobado el Ejecutivo español han conseguido una
disminución de dos puntos porcentuales al IPC. También la meteorología ha
puesto de su parte. El viento que ha soplado en los días centrales de mes ha
sido clave en la reducción de la factura de la luz. Entre esto y la caída en la
cotización del gas, las tarifas eléctricas de muchos hogares españoles han
bajado considerablemente.
La situación, es
totalmente insólita (lo tradicional siempre ha sido lo contrario): durante la
primera década de este siglo XXI, España tuvo una consolidada trayectoria
inflacionista, mayor que sus socios. Nunca se había llegado a un punto como el
actual, en el que el IPC español está 3,4 puntos por debajo de la media de los
19 países área monetaria.
Sin embargo, en general, según
la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, “la inflación
no ha tocado techo todavía. Al ver los principales componentes de la inflación
hoy, sean alimentos, combustibles o energía, no se ve que tengan una dirección
que lleve a concluir que la inflación ha llegado al máximo y que bajará en el
corto plazo. La situación actual es de alta incertidumbre conllevando muchos
riesgos. En este entorno, con impactos complicados sobre la economía, las
decisiones del Consejo de Gobierno seguirán dependiendo de los datos y se
ajustarán a un enfoque de reunión por reunión. El grado de avance y la rapidez
con la que lo hagamos dependerán de nuestras perspectivas actualizadas, de la
persistencia de las perturbaciones, de la reacción de los salarios y de las
expectativas de inflación. Hasta los niveles necesarios para garantizar que la
inflación vuelva a nuestro objetivo del 2% a medio plazo”.
Por otro lado, según el
BCE, la gran diferencia en la tasa de inflación en cada país, implica “bastante
dificultades para la política monetaria en un entorno tan dispar”. Estas diferencias se han observado en las
diferentes posiciones políticas: los representantes alemanes han postulado una
política monetaria más agresiva en la lucha contra la inflación, mientras que
la francesa Manon Aubry, copresidenta del grupo de Izquierda Unitaria, ha
reprochado al BCE su postura contraria a subidas de salarios significativas que
subsanen en parte las pérdidas de poder adquisitivo sufridas.
Lagarde ha señalado que “los
mercados laborales están fuertes y probablemente podrían soportar sueldos más
altos. Los datos que llegan sugieren que los sueldos están subiendo, por lo que
continuaremos examinando sus implicaciones sobre la inflación a medio plazo. Lo
que le preocupa al BCE no es solo que aumentos importantes provoquen espirales
inflacionistas, sino que también que golpeen a la capacidad productiva de toda
la economía”.
En ese contexto,
igualmente, la presidenta del BCE ha señalado que “los tipos de interés son y
serán la principal herramienta para luchar contra la inflación. Tipos de
interés más altos reduce la presión de la demanda al hacer más caros los
préstamos. Esto reducirá la presión de los precios. Sin embargo, los ajustes
tardarán un tiempo en notarse en la economía”.
ESPAÑA:
La Comisión Europea ha
dado su aprobado a los últimos presupuestos del Gobierno de Pedro Sánchez. En
su análisis, el Ejecutivo comunitario concluye que las cuentas públicas de 2023
han logrado la cuadratura de un círculo complejo: que el gasto corriente no
suba más de lo que puede crecer la economía española a medio plazo, y eso con
las pensiones subiendo un 8,5% el año que viene. La cruz del análisis está en
las medidas aprobadas para afrontar la crisis. No son lo suficientemente
focalizadas sobre hogares y empresas vulnerables y deben retirarse en cuanto la
inflación afloje.
Por tanto, los
presupuestos han recibido el respaldo de Bruselas. Señalando la Comisión que “sin
olvidar que España, como otros cinco Estados de la UE, tiene una deuda muy
alta, que se acerca al 120%”.
Hace tiempo que la
Comisión Europea, como también el Banco Central Europeo, postula que las
medidas anticrisis que adopten los Estados miembros se concentren todo lo
posible en quienes más lo necesitan: hogares con bajos ingresos y empresas en
apuros provocados por la subida de los precios energéticos. Añaden, además, que
este respaldo debe ser temporal, pues piensa el Ejecutivo comunitario que el
alto volumen de deuda pública de la Unión Europea obliga a ajustar los
presupuestos a la más mínima oportunidad. Por eso ha aprovechado la evaluación
anual de los presupuestos y las recomendaciones semestrales para poner énfasis
en que estas medidas de apoyo deben ser de “calidad”.
Respecto al crecimiento
económico, la mayoría de analistas prevé que el PIB español crecerá este año un
4,5% (tres décimas más de lo estimado en septiembre) pero recorta su previsión
para el Producto Interior Bruto (PIB) de 2023 desde el 1,9% hasta el 1,1%.
El Fondo Monetario
Internacional, FMI, espera un crecimiento para el año próximo del 1,2%; el Banco
de España un 1,4%; la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico,
la OCDE, un 1,5%; y el Gobierno español un 2,1%.
Por tanto, España
conseguiría esquivar la recesión técnica (caídas del PIB durante al menos dos
trimestres consecutivos).
Respecto al déficit público, la mayoría señala que se mantendrá en un nivel elevado. En concreto, el saldo negativo de las cuentas públicas sería de una cifra equivalente al 4,8% del PIB este año y del 4,5% en el próximo 2023.
Por otro lado, según el dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación ha continuado moderándose. En noviembre, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha crecido un 6,8% con respecto al mismo mes del año pasado, que se sitúa cinco décimas por debajo del 7,3% que marcó en octubre.
Entre las causas del
retroceso de la inflación española, la energía es la protagonista de la
relajación de los precios en los últimos meses. La electricidad,
particularmente, apunta a un nuevo abaratamiento en un noviembre en el que
se ha batido récord de generación eólica. Pero también los precios internacionales
del petróleo apuntan en la misma dirección. El INE destaca precisamente la
electricidad y los carburantes entre los componentes con mayor influencia en la
bajada del IPC con respecto a los meses previos. También cita la ropa y el
calzado porque, como ya pasó en octubre, en esta nueva temporada han subido
menos que en la de 2021, lo que ayuda a bajar la inflación puesto que esta se
mide interanualmente.
Sin embargo, se mantiene
la inflación subyacente, situándose en el 6,3% (una décima más). El indicador
excluye los precios de alimentos frescos y de la energía por considerarse muy
volátiles, tratando de medir la tendencia futura de los precios. Su mantenimiento,
confirma la previsión del Banco Central Europeo (BCE), que ha señalado que la situación
inflacionista está lejos de remitir en Europa, manteniendo su anuncio de nuevas
subidas de las tasas de interés oficiales.
No obstante, la
presidenta del organismo, Christine Lagarde, también destacó la dificultad,
como ya hemos citado, de implementar la actual política monetaria (encarecer el
precio del dinero para contener el consumo y, con ello, el crecimiento de los
precios) con situaciones tan dispares entre los socios de la moneda única.
España fue el segundo país, por debajo de Francia, con menor incremento del IPC
en octubre. El dato conocido seguirá manteniéndola con toda seguridad en torno
a esas posiciones.
La inflación se ha
reducido cuatro puntos en los últimos cuatro meses, situando a España como una
de las economías de Unión Europea en la que más ha disminuido la inflación. Además,
no se aprecian efectos de segunda ronda, es decir, de una espiral de precios
salarios.
Por otro lado, por lo que
respecta al mercado de trabajo, en noviembre el número de parados se redujo en
33.512 personas, distanciando algo más al número de desempleados de la cifra de
los tres millones, situándolo en los 2.881.380 desempleados (la cifra más baja
en este momento del año desde 2007). Por el contrario, el empleo se resintió,
aunque muy poco: se destruyeron 155 puestos de trabajo. Lo que mantuvo el
número de afiliados medios a la Seguridad Social por encima de los 20 millones
por octavo mes consecutivo (20.283.631).
Los trabajadores más
jóvenes y el colectivo femenino han resultado ser los principales
beneficiados de la disminución de la cifra de parados: siguen siendo mayoría, pero
el total de mujeres paradas disminuyó durante noviembre en alrededor de 20.000
personas, situándose en los niveles más bajos en este mes desde 2008
(1.727.559). Igualmente, el desempleo juvenil (parados menores de 25 años)
disminuyó algo más de 4.000 personas (se sitúa en 207.936 jóvenes).
Sin embargo, el número de
cotizantes a la Seguridad Social casi no ha cambiado respecto al mes
anterior. En noviembre se destruyeron 155 puestos de trabajo, algo que no había
sucedido en este periodo ni en 2020, ni en 2021.
Según el Ministerio, “el
número total de afiliados medios se situó en noviembre en los 20.283.631
(10.747.427 hombres y 9.536.203 mujeres), que son 531.273 afiliados más que
hace un año. Esta caída, a pesar de ser estadísticamente menor, contrasta con los
noviembres de los años 2017 a 2019, en los que, de promedio, se registró un
retroceso de 37.000 afiliados”,
Durante el pasado mes de
noviembre, se celebraron 1.424.283 contratos (cuatro de cada 10 fueron de
carácter indefinido, una cantidad sustancialmente inferior a la del mes
anterior (-99.856), y casi 600.000 menos que en el mismo periodo del año
anterior. El cómputo acumulado del año también es inferior al de 2021
(-582.383).
El número de contratos
fijos-discontinuos (se contabilizan como indefinidos desde el año 1985),
igualmente, ha bajado respecto a los registrados durante el pasado mes de octubre.
En cualquier caso, descontando
la estacionalidad y el efecto calendario, el número de afiliados a la Seguridad
Social creció en 78.695 personas, alcanzando la cifra de 20.319.146 trabajadores.
La cifra ya acumula 19 meses consecutivos al alza. El Ministerio espera un
crecimiento de la afiliación para todo el año 2022 próximo al 4% (el mayor crecimiento
de los últimos años).
Por sectores económicos
con respecto a octubre, el Paro Registrado ha disminuido en todos, con especial
incidencia en los Servicios (-25.083 personas), seguidos de la Agricultura
(-4.507 personas), la Industria (-3.783 personas) y la Construcción (-1.924
personas). Territorialmente, ocho comunidades autónomas tienen un menor número
de desempleados: las mayores caídas se produjeron en la Comunidad Valenciana
(-15.330), Andalucía (-11.169) y Comunidad de Madrid (- 7.757).
MERCADOS:
Durante el mes de
noviembre, las subidas registradas por las Bolsas en noviembre se vieron
acompañadas de volumen negociado, aportando algo de solidez a la subida. Según
datos de BME (Bolsas y Mercados Españoles), el volumen de negociación en el mes
de noviembre fue de 2,8 millones, lo que supone un crecimiento intermensual del
4,4%.
En el mercado de renta
fija el volumen contratado en noviembre alcanzó los 9.375,1 millones, un 10,7%
menos que el mes anterior. Las admisiones a negociación, incluyendo emisiones
de deuda pública y de renta fija privada, se situaron en los 25.300,3 millones.
El saldo vivo se situó en 1,79 billones de euros, con un aumento del 0,7%
frente al mes anterior y del 4,5% en lo que va de año.
El mercado de derivados
financieros negoció el mes pasado 1,99 millones de contratos por un importe
nominal de 35.457 millones de euros. El volumen negociado en los once primeros
meses del año aumentó un 4,9% en futuros sobre Ibex 35, un 3,7% en futuros mini
Ibex y un 10,6% en opciones sobre acciones respecto al mismo periodo del año
anterior. Por su parte, la negociación en los futuros sobre acciones y las
opciones sobre acciones aumentó un 161% y un 29,5% más que en octubre,
respectivamente.
A nivel mundial, los
números rojos sacudieron las bolsas asiáticas, con Hong Kong a la cabeza, y
luego, aunque de forma mucho más limitada, los parqués en Fráncfort, París o
Londres. Y es que la economía China ha
alimentado en todo este año el pesimismo de los mercados.
Por otro lado, respecto
al Euribor ha habido dos hechos: por un lado, el índice al que se referencian
la mayoría de las hipotecas variables (normalmente la cuota se actualiza una
vez al año) ha dejado de crecer con tanta fuerza. Ha acabado el mes de
noviembre en el 2,828%, solo dos décimas por encima del 2,629% de octubre. Por
tanto, finalizando la carrera de alzas que comenzó en el verano
pasado.
No obstante, los
endeudados en préstamos hipotecarios han visto incrementar sus intereses en, nada
menos, que 3,3 puntos porcentuales. Esto, en la práctica, supone un
encarecimiento de las cuotas del 44%, aunque ese porcentaje puede oscilar algo
en función del diferencial que se tenga contratado.
Según el INE, en el caso
de una hipoteca media (143.222 euros en septiembre de este año,) con un plazo
de amortización de 24 años, y con un diferencial respecto al Euribor de más un
punto, las cuotas a pagar se elevarían unos 234 euros al mes. Así, en estos
casos pasarán a abonar unos 761 euros en lugar de 527 euros si el euríbor
siguiese en el umbral de noviembre de 2021. En un año implica pagar 2.807 euros
más que en el ejercicio anterior.
Esta escalada del Euribor
afectará, más pronto o más tarde, a casi cuatro millones de hogares (en España
hay unos cinco millones de hipotecas, de las que 3,7 millones son a tipo
variable). Y lo peor, es que previsiblemente seguirá subiendo como resultado de
las próximas subidas de los tipos que decida el Banco Central Europeo (BCE).
Por todo ello, el Banco
de España espera que en los próximos meses tenga lugar cierto deterioro de la
renta de las familias.
EMPRESAS:
La petrolera española
CEPSA ha anunciado una inversión de 5.000 millones de euros para convertir a
Andalucía en el mayor polo europeo de hidrógeno verde. El proyecto, con una
capacidad de 2000 MW y una producción de hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde,
multiplica por diez al mayor anuncio realizado en Europa en el sector, hecho
por Shell en Países Bajos el pasado julio. Esto permitirá a la compañía la
exportación de sus derivados como el amoniaco o metanol verdes, así como
avanzar en su propia descarbonización.
La iniciativa, que
generará 10.000 puestos de trabajo, posibilita que España pueda ser un líder
global en la transición energética, a la vez que desarrolla sus capacidades de
exportación.
Las dos plantas previstas por la compañía en
Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Cádiz) se pondrán en marcha a partir
de 2026, llegando al máximo de su capacidad hacia 2028.
Estas plantas permiten la
descarbonización de la producción de biocombustibles avanzados para la aviación
y el transporte marítimo y terrestre. Cepsa calcula una reducción de las
emisiones de seis millones de toneladas de CO2 al año.
La economía española tiene
el objetivo de alcanzar el 10% de toda la capacidad de producción de hidrógeno
prevista por la Unión Europea en 2030. El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde,
como denomina CEPSA a la iniciativa presentada, podría suponer hasta la mitad
de lo generado por el país en 2030. La petrolera incluso resalta que en
Andalucía ya se consume el 40% del hidrógeno que se produce en España, pero que
este nuevo proyecto busca sustituir el hidrógeno sucio, o gris, que actualmente
alimenta a las grandes industrias del acero o las refinerías.