jueves, 20 de junio de 2013

EL FUTURO DE LAS PENSIONES

En el año 1993, algunos decían, que para el año 2010 el sistema de pensiones habría quebrado. Ahora un grupo denominado de expertos (tengo que señalar que, en cualquier materia, no me gusta el termino "expertos"), afirma que quebrará en el 2022.

Evidentemente, al tratarse de un asunto social de tal importancia, es preciso analizar en todo momento su mejora para lograr la llamada sostenibilidad del sistema.

Ahora bien, el momento de recesión que padecemos no parece que sea el más idóneo para una reforma de estas características, que dicho sin ningún eufemismo, lo que pretende es, lisa y llanamente, bajar las pensiones presentes y futuras.

Las presentes, porque no revisar las pensiones de acuerdo al IPC, supone que la pensión real –su poder adquisitivo- disminuirá año tras año. 
 
Y las futuras, ya que las recomendaciones proponen que quien se retire, por ejemplo, en 2014 tendrá que cobrar durante toda su jubilación lo mismo que quien se jubile en 2019 con las mismas bases de cotización... Sabiendo que, como norma general, cada vez se vive durante más tiempo (la esperanza de vida suele aumentar cada año en unos 50 días), la normal es que la pensión inicial media de los jubilados en el futuro sea más baja. Y así lo admite el informe. El texto, igualmente, propone que se incentive el retraso voluntario de la jubilación.

La realidad, es que las propuestas no son, precisamente, un estímulo para el consumo de las familias, que sentirán aún más temor por la incertidumbre de su futuro.

Caso de materializarse la nueva reforma, de nuevo se estaría cometiendo un grave error, ya que supone una nueva medida que deprimirá aún más a la economía.

Y lo que es peor, se generan dudas en los ciudadanos respecto a la evolución de sus rentas en los próximos 30 años.

Los problemas de la Seguridad Social están íntimamente relacionados con la evolución del empleo y del Producto Interior Bruto español. Todo el esfuerzo de nuestros políticos debería ir dirigido a esos dos objetivos básicos y fundamentalísimos: producción y empleo. Para ello es prioritario arbitrar medidas de intensificación de la demanda. Todo lo contrario, de lo que “día tras día” se viene haciendo.

En realidad, exactamente, no sabemos lo que se va a hacer. El tema de las pensiones de nuestros mayores, -de media en 2012 algo más de 800 euros mensuales- debería ser una “línea roja” que en ningún caso se debería romper. Hay muchos gastos claramente superfluos que habría que suprimir antes que recortar las pensiones.

Se trata de un asunto que afecta a uno de los objetivos centrales que debería guiar a nuestros políticos: asegurar el futuro de nuestros jóvenes y dar tranquilidad a los mayores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario