Según estimaciones del FMI, Rusia y Brasil sufren problemas
de crecimiento, y China ha frenado su crecimiento dentro del contexto mundial
(será del 3,1% este año).
La economía de Irak, es la que más crece (un 10,3%)
pese a la grave crisis política que
atraviesa y que sufre, incluso aún, las secuelas de la guerra.
España se encuentra en el puesto 82 de la lista de los
países que más crecen: el PIB de este año aumentará el 3,1% a pesar de llevar
casi todo el año sin un Gobierno estable.
Las perspectivas no son tan halagüeñas para el próximo año,
ya que el Fondo prevé un crecimiento del 2,2% por la desaparición de los
factores que han impulsado al crecimiento español.
En la Unión Europea, solo Irlanda, Malta y Luxemburgo están
entre los 75 primeros países que más crecen.
GLOBAL:
En el discurso previo a la reunión de otoño, Lagarde jefa
del FMI, señaló que “la economía mundial avanza a un ritmo lento, por lo que la
política monetaria sigue siendo imprescindible para sostener la débil
recuperación económica global. Y no sólo eso, sino que está resultando poco
efectiva para su otro gran papel, conseguir que el aumento de precios avance al
ritmo adecuado (más fuerte que el actual)”.
Añadió que "algunos pueden discutir que mejores
carreteras y aeropuertos, más redes eléctricas e Internet de alta velocidad son
componentes esenciales de una infraestructura pública moderna. El escenario
actual de bajos intereses supone una oportunidad histórica para llevar a cabo
estas inversiones necesarias y para aumentar el crecimiento".
Igualmente advirtió contra el sentimiento proteccionista
que está ganando fuerza en economías desarrolladas como las de Europa o Estados
Unidos. “Debemos revertir la tendencia hacia el proteccionismo y recuperar un
clima que ayude a su reactivación, completando los acuerdos multilaterales y
llevando a cabo reformas en servicios y otras áreas de la nueva economía, como
la cooperación regulatoria y los derechos de propiedad intelectual. Restringir
el comercio es un caso claro de malas prácticas”.
De la misma forma, la directora del FMI señaló: “si
queremos mantener la globalización viva, no hay otra alternativa que asegurar
que esta funcione para todos”. Es el momento del llamado “crecimiento
inclusivo”: en economías como Estados Unidos, se trata de mejorar los sueldos
mínimos. Mientras que en otras, se debe invertir más en la formación de los
trabajadores.
Todo ello evidencia la preocupación del Fondo. Y es que en
el informe de previsiones analizado, se recorta el crecimiento económico de
Estados Unidos este año a tan sólo el 1,6%.
El PIB mundial avanzará un 3,1% este año, lo mismo que se
esperaba en julio (una décima menos que el año anterior ya de por sí débil) si
bien países en mala racha como Brasil y Rusia se reactivarán y permitirán
mejorar el ritmo hasta el 3,4% en 2017. China, el gigante asiático, también
crecerá menos (un 6,2%).
En definitiva, el FMI alerta de que el persistente
estancamiento de las economías avanzadas “pueda alentar más las llamadas
populistas para restringir el comercio y la inmigración. El voto del Brexit refleja un resentimiento contra
la migración transfronteriza que ha alimentado el nacionalismo en Europa y
puesto en tela de juicio la integración europea.
Tensiones similares afectan al escenario político de
Estados Unidos: tanto en la primera potencia económica como en Europa han
aumentado las voces políticas y sociales contrarias al futuro Tratado de
Comercio Trasatlántico (TTIP en sus siglas en inglés) cuya negociación ha
entrado en vía muerta.
La zona euro crecerá un 1,7% este año y un 1,5% el próximo
(una décima más de lo que esperaba en julio en ambos casos), frente al 2% de
2015, así que el Fondo cree que el Banco Central Europeo debe mantener sus
fuertes estímulos monetarios, e incluso debe pensar en reforzarlos si las cosas
no mejoran. Y Japón, la tercera potencial mundial, tan solo avanzará medio
punto este 2016 y un 0,6% en 2017.
Por lo que respecta a las economías emergentes, por primera
vez en seis años, su crecimiento económico se ha elevado algo (hasta el 4,2%
este año y el 4,6% el siguiente).
LATINOAMERICA:
Siguiendo con el informe de FMI comentado anteriormente,
América Latina sufrirá una contracción del 0,6% este año. El consejero
económico del Fondo, Maurice Obstfeld, ha resaltado que “el crecimiento de
estas economías continuará siendo desigual y generalmente débil”.
El PIB de Brasil se contraerá un 3,3% este 2016. Aunque en
2017 se recuperará y volverá a la senda
del crecimiento, para registrar una expansión del 0,5% en 2017.
México, sin embargo, verá disminuir su crecimiento
económico, como consecuencia del débil aumento de las exportaciones en la
primera parte de este año, y el débil crecimiento de Estados Unidos.
La economía de Venezuela es la que tendrá mayores
problemas: su PIB disminuirá un 10% este año y otro 4,5% el próximo (en 2015
cayó un 6,2%).
La economía de Ecuador también está en recesión, con una
contracción de su PIB del 2,3% en 2016. Tanto en Venezuela como en Ecuador, sus
economías seguirán dependiendo del comportamiento de los precios del petróleo.
También Argentina, verá disminuir su PIB este año un 1,8%.
Como otros exportadores de materias primeras, Colombia sufrirá una
desaceleración, (caída de su PIB) del 2,2% este año.
Lo mismo sucede con Chile, cuyo crecimiento cae al 1,7% de
un 2,3% el año pasado. Perú se desmarca del resto con un sólido crecimiento del
3,7% el presente ejercicio, que superará el 4% en 2017 gracias a la actividad
en el sector minero y la inversión pública.
CHINA:
El Banco Internacional de Pagos ha señalado que los
indicadores de estrés bancario en China se han elevado hasta niveles récord por
la excesiva acumulación de deuda de esta economía.
Es, realmente, una paradoja que esta economía que es
prestamista neto, entre otros de Estados Unidos, comporte este riesgo. Pero la
realidad es que la ratio (relación) entre el PIB y el crédito a largo en esta
economía se sitúa en el 30,1% (la más elevada desde que existen registros en
este país, 1995). Supera ampliamente el valor de esta ratio en otros países
analizados.
Una ratio superior al 10% se considera un indicador de
riesgo, que se materializaría en que los bancos podrían requerir una
recapitalización.
ESTADOS
UNIDOS:
Un dato clarificador de la situación económica mundial, es
que cada vez que la Reserva Federal (Banco Central de Estados Unidos) prepara
el ambiente para la anunciada subida de las tasas de interés, algún nuevo
riesgo internacional, o algún dato interno de la economía estadounidense,
retrasan la subida.
Y es que la Reserva Federal ha mantenido el precio del
dinero en los bajos niveles en que se encuentra (del 0,25% al 0,50%).
Sin embargo, en la última reunión de finales del mes de
septiembre, ha señalado que "el argumento para una subida de los tipos se
ha reforzado, aunque va seguir esperando hasta tener más pruebas del progreso
hacia sus objetivos".
En diciembre de 2015, la Reserva anunció un par de subidas
durante este 2016. Entonces… ¿Por qué no las ha llevado a cabo?
Una razón es que su PIB registra aumentos firmes, pero de
una forma bastante irregular: en ese sentido, se han rebajado las expectativas
de crecimiento para este año hasta un bajo 1,8%; y para los años 2017 y 2018,
un 2%, muy por debajo de su crecimiento potencial.
A lo anterior hay que añadir otro dato muy importante: que
la subida de los precios sigue siendo muy baja.
¡Qué tiempos estos que vivimos! ¿Recuerdan cuando el
problema era que los precios subieran demasiado?… es decir, que tuviésemos
inflación.
Muchos analistas sitúan en el próximo diciembre la subida
de los tipos de interés. La realidad, es que de los 17 miembros del comité,
catorce consideraron que el precio del dinero alcanzará como mínimo la
horquilla entre el 0,5% y el 0,75% en ese mes.
La presidenta Yellen admitió que, tras casi una década de
una política monetaria con una expansión sin precedentes, faltan años para que
los tipos de interés vuelvan a recuperarse.
Igualmente, Yellen señaló, que "no vemos riesgos de
recalentamiento de la economía. Tenemos margen para esperar a ver si se producen
más progresos del lado de la inflación y el crecimiento".
Y es que las ventas, aunque llevan ocho trimestres
creciendo, lo hacen a un ritmo lento (por debajo del 2%), y además están
cayendo los precios de la alimentación. Los precios son los ingresos para las
empresas, por lo que los beneficios se resienten.
Las familias estadounidenses no tienen alegría en sus
gastos, como consecuencia de unos salarios más bajos.
Según los analistas, “hay mucho trabajo, pero los salarios
no suben, por lo que el poder adquisitivo de la clase media lleva 30 años
estancado y eso frena el crecimiento”.
Eso unido a un fenómeno que sin decirlo, - parece como
prohibido citarloes una temida consecuencia de las caídas de precios: si las
expectativas son bajadas de los precios, compras muy importantes para las
familias se están frenando esperando que los precios bajen aún más.
Se señala, que en una economía dónde el consumo supone una
cifra equivalente, nada menos, que al 70% de su PIB, “se necesita que la clase
media funcione, porque los pobres no consumen y los ricos, aunque sí lo hacen,
son muy pocos, y tienen una menor propensión al consumo”.
Por otro lado, también se apunta hacia la evolución de la
productividad, ya que viene registrando un débil crecimiento. Las causas de
esta evolución no están claras, y se trata de un fenómeno que no es exclusivo
de la economía estadounidense, sino en general de todas las industrializadas,
como las del continente europeo.
También hay que señalar los “efectos de la austeridad”, que
sin ser tan dura como la aplicada en Portugal o España, también se ha aplicado
en Estados Unidos.
La Ley de Control Presupuestario de 2011 ha moderado mucho
el gasto público, lo que afecta a la inversión y al gasto en consumo de la
mayor economía mundial, que se mantiene muchos años a “medio gas”.
EUROZONA:
El Banco Central Europeo ha revisado levemente sus
previsiones de crecimiento para la región del euro. Para este año, espera un
crecimiento del 1,7%, frente al 1,6% que anteriormente había anunciado.
Según el presidente del BCE, Mario Draghi, durante los
próximos años 2017 y 2018, el crecimiento económico de la zona será de alrededor
del 1,6%, como consecuencia de las "incertidumbres" derivadas del
Brexit. "Se espera que la recuperación económica en la zona euro se
resienta de una demanda externa aún baja, en parte relacionada con las
incertidumbres derivadas del resultado del referéndum en Reino Unido y por el
perezoso ritmo de implementación de las reformas estructurales".
Por lo que respecta a los precios, el BCE ha mantenido su
previsión: un 0,2% para este año, un 1,2% para 2017 y un 1,8%. Por tanto, el
objetivo de inflación del 2% no se alcanzará hasta por lo menos dentro de dos
años.
La realidad, es que el panorama no es muy positivo: caídas
de precios, muy débil crecimiento, tasa de interés negativas, el Brexit, la
crisis de seguridad y de los refugiados,… han llevado a que el BCE haya
anunciado que mantendrán hasta diciembre las históricas medidas monetarias de
expansión monetaria (compras masivas de activos), hasta que el nivel de los
precios se sitúe en torno al 2%.
Las subidas de precios se encuentran actualmente cerca del
0%, pero en los próximos meses repuntarán por los vaivenes del precio del
petróleo. Es posible que los índices de precios se acerquen al 1% para finales
de año, pero el BCE mantendrá las compras de activos de 80.000 millones de
euros mensuales al menos hasta marzo de 2017.
El presidente Draghi dejó entrever que los tipos de interés
se han ido demasiado abajo, por lo que para los analistas cabe la posibilidad
de que se rebajen las compras mensuales a cambio de alargar los plazos.
Otra posibilidad sería rebajar aún más los tipos de interés
(están en el 0% ó en terreno negativo) o modificar el reparto de las compras de
bonos en función de lo que cada país aporta al BCE.
Ahora bien, se enfrentan a la negativa de Alemania. Quizá
por esa razón, Draghi aprovechó la rueda de prensa en Fráncfort para lanzar
alguna misiva: “los países con margen fiscal deberían usarlo. Alemania tiene
margen fiscal” Angela Merkel alcanzará superávits fiscales en los próximos
cuatro años.
De la misma forma, Mario Draghi, ha señalado que “es
incuestionable la necesidad de una mejora de los salarios”.
Desde hace ya bastantes meses, Draghi viene postulando más
inversiones y una política fiscal más activa. De la misma forma, Estados
Unidos, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE, el G20, el Banco Mundial y
hasta algunos analistas alemanes
critican a Europa (en particular a Alemania) por la falta de inversiones y la
austeridad que han alargado innecesariamente la Gran Recesión en el continente.
Hasta los más ortodoxos del Consejo del BCE se han
incorporado a estas criticas durante los últimos meses.
A todo ello, debemos añadir que las verdaderas
consecuencias del Brexit, están por llegar.
ESPAÑA:
Según los cálculos del Fondo Monetario Internacional,
España, la cuarta economía de la zona euro crecerá un 3,1% este 2016, y un 2,2%
el siguiente. Es evidente, que hasta la fecha, la convulsa crisis política no
ha afectado a las expectativas del Fondo. Más bien al contrario, ya que los
analistas del FMI han elevado en medio
punto lo que estimaban en julio para 2016 (2,6%) y en una décima su previsión
de 2017 (era del 2,1%).
En palabras del director adjunto del Departamento de
Investigación del FMI, "hemos subido las previsiones para 2016 pese a la
prolongada incertidumbre política por el fuerte crecimiento en la primera mitad
del año, además, el ambiente exterior ha sido mejor de lo esperado" Aun
así, el Gobierno que llegue "deberá retomar el ajuste fiscal
gradualmente" advirtió, ya que "la deuda pública está alcanzado el
100% del PIB y el déficit fiscal ha superado sus objetivos".
El ritmo de expansión de este año, ese 3%, casi duplica la
media de la zona euro (1,6%), aunque es más lento que el de 2015 y caerá casi
un punto en 2016. En las nuevas previsiones publicadas, el crecimiento pierde
intensidad hasta 1,6% en año 2021.
Respecto a las previsiones del Fondo para el desempleo, la
tasa de paro (porcentaje de parados respecto al total de activos) rondará en
19,4% y el 18% en 2016 y 2017. En 2021 seguirá en el 15%.
Solo Grecia está peor, con porcentajes por encima del 20%.
En el otro extremo estaría Alemania, que crece mucho menos que España (1,7% y
1,4%) pero sus tasas de desempleados están por debajo del 5%, lo que se
considera prácticamente pleno empleo.
Después de la española, entre las grandes economías de la
zona euro, la que más rápida avanza es la germana, seguida de la francesa (1,3%
para los dos años). Para Italia, en cambio, el Fondo no espera más que el PIB
dé tímidos pasos del 0,8% y 0,9%.
La debilidad económica general se refleja también en la
tendencia de los precios, que apenas aumentan. La inflación anual media en
España para este 2016 acabará con un descenso del 0,3%, según el Fondo, aunque
en 2017 recuperará el ritmo hasta el 1%. En el conjunto de la zona euro, las
medias serán del 0,3% y del 1,1%, respectivamente.
Por otro lado, hasta el pasado mes de julio, el déficit del
conjunto de las Administraciones Públicas españolas, excluidos los
Ayuntamientos, ya equivalía al 3,27% del PIB, lo que aleja el objetivo del 4,6%
marcado por la Comisión Europea para 2016, después del último incumplimiento en
2015.
El FMI calcula que al final de este año, el desfase será
del 4,48%, y del 3,1% en 2017.
Por lo que respecta a los datos de paro correspondientes al
mes de septiembre, ha subido la afiliación a la Seguridad Social en una media
de 12.025 cotizantes, hasta los 17,7 millones. Y se ha incrementado el Paro
Registrado que publica el Ministerio de Empleo (aquellos desempleados que se
inscriben como tales en las Oficinas de Empleo), que ha
aumentado en 22.801 personas. Se trata de una de las menores subidas en
un mes de septiembre.
Por tanto, el total de personas inscritas en las oficinas
públicas de empleo se eleva hasta los 3,7 millones (un 9,3% menos que hace un
año). Hay más elementos que señalan que septiembre ha sido un mes relativamente
bueno para el mercado laboral, ya que el año pasado, en un ejercicio muy bueno,
el aumento del paro fue mayor. En términos desestacionalizados, el paro bajó en
septiembre en 16.906 personas.
Un dato positivo, ha sido el aumento de la afiliación a la
Seguridad Social: el aumento de cotizantes ha llegado estabilizarse en torno a
una subida del 3% al año, porcentaje que se da, centésima arriba o abajo, desde
hace meses y que ha elevado el número total de afiliados hasta los 17,7
millones de personas.
No es una contradicción que crezca el paro y las
afiliaciones a la Seguridad Social: un incremento del desempleo no tiene por
qué suponer una bajada de las afiliaciones, ya que hay un tercer elemento que
determina la evolución de todo el mercado laboral, la población activa. Si el
colectivo de población en edad y disposición de trabajar (la población activa)
crece más que el empleo, aumentará el paro. Además, en este caso, lo que se
mide es el número de parados que están inscritos en las oficinas públicas. Este
dato más que una estadística científica es un registro, y estar apuntado en él
es, en muchos casos, voluntario. Por tanto, se concede más verosimilitud a las
cifras de la EPA (Encuesta de Población Activa del INE).
Se cita como causa del aumento de la afiliación a la
Seguridad Social, el curso escolar. En el régimen general creció en educación,
con 61.555 ocupados más, también actividades administrativas, 17.812 más, e
industria manufacturera, 12.035. Por el contrario, cayó en Hostelería, con
43.256 menos, comercio, donde la bajada ha sido de 29.026 y Sanidad (-19.604).
Estos datos mensuales de afiliación por ramas muestran que
la temporalidad y la estacionalidad, tan propia del mercado laboral español,
crece incluso en actividades que antes no lo eran tanto. Sería el caso de la
educación, sector en el que ha aumentado en los últimos ejercicios, o la
industria manufacturera.
Por lo que respecta a la evolución de los precios, según el
Índice de Precios al Consumo (IPC) adelantado que ha publicado el Instituto
Nacional de Estadística (INE) subieron en septiembre un 0,3% con respecto al
mismo mes del año pasado.
Supone romper una racha que duraba ya 14 meses, ya que es
la primera subida de precios en tasa intereanual desde julio de 2015. Desde
entonces, todos los meses, excepto en diciembre de 2015 cuando no hubo ni
subidas ni bajadas, se habían registrado tasas de bajadas de los precios en
España.
La causa de la subida, no es otra que el encarecimiento de
los precios de los carburantes y la electricidad. Aunque el IPC está en negativo desde enero,
llevaba varios meses ascendiendo desde el mínimo del -1,1% que marcó en el mes
de abril.
Hace un año, el barril de petróleo brent se pagaba en los mercados internacionales entre 48 y 49
dólares (la mitad de lo que costaba en septiembre de 2014). Aunque la caída de
los precios del crudo no se traslada exactamente a los precios de los
combustibles en España, la importantísima caída de los precios del crudo,
redujo con fuerza en 2015 el precio de la gasolina y la producción de otros
bienes, especialmente industriales.
Por otro lado, según las estadísticas del Registro de
Inversiones Exteriores publicadas por el Ministerio de Economía, en términos
brutos la inversión productiva del exterior cayó en el primer semestre un 29%.
La incertidumbre política no es la causa de la caída, sino
que se debe, simplemente, a un efecto
estadístico al comparar con un primer semestre de 2015 excepcionalmente bueno
en el que la economía se disparaba y los precios de los activos eran todavía
bajos.
Por otro lado, según los datos difundidos por el Banco de
España, la deuda pública de las comunidades autónomas está descontrolada: la
Comunidad Valenciana es con diferencia el territorio que acumula más deuda en
porcentaje del PIB (41,7%), seguida de Cataluña (35,9%) y Castilla-La Mancha
(35,8%). En el lado opuesto, entre las menos endeudadas se encuentra la
Comunidad de Madrid (14,2%), País Vasco (15,6%) y Canarias (15,7%).
MERCADOS:
Los últimos tres meses del año llegan en un momento en el
que los mercados se encuentran recién recuperados del varapalo que dejó el
referéndum británico. Aunque afrontan el último trimestre en mejores
condiciones que hace tres meses, las Bolsas se enfrentan al periodo más
convulso de todo el año, un periodo que viene cargado de incertidumbre política
y que tendrá como grandes protagonistas a los bancos centrales. Pese a que los
últimos compases del año se caracterizan por impulsar el rally en las Bolsas, las
dudas en el panorama político y empresarial o los miedos hacia las tasas de
crecimiento económico extremadamente bajas podrían acabar frenando su empujón.
Entre los acontecimientos más importantes que destacan los
expertos se encuentra la cita con los bancos centrales, la reunión de la OPEP,
los resultados empresariales y las elecciones en EEUU. De todo ello dependerá
el comportamiento que siga la Bolsa española, lo que será clave para decidir
las pérdidas o las ganancias del Ibex 35 al cierre del ejercicio.
EMPRESAS:
El Banco Popular ha hecho públicas las condiciones y cifras
de su plan de ajuste. En concreto, la entidad presidida por Ángel Ron recortará
su plantilla en "un número comprendido entre 2.900 y 3.000 personas".
La reducción se llevará a cabo mediante la
"disminución de plantilla en las sucursales de menor rentabilidad por
empleado" y la "limitación de los días de apertura de localidades de
menor tamaño".
Además, el escrito difundido por los sindicatos remarca que
en la actualidad el banco cuenta con "cerca de 1.700 empleados con 59 años
o más", lo que da a entender que buena parte del ajuste de plantilla se
llevará a cabo mediante prejubilaciones.
Asimismo, se potenciará "la operativa multicanal"
y se pretende impulsar la "transformación multicanal", esto es, que
su intención que cada vez se realicen más operaciones a través de internet y,
en consecuencia, los gastos de personal sean menores.
De esta manera, el Banco Popular, que actualmente cuenta
con algo más de 2.000 oficinas y casi 15.000 empleados, trata de hacer frente
al complicado momento que vive la banca y, en concreto, esta entidad.
En este mismo proceso, el banco llevó a cabo una ampliación
de capital por valor de 2.500 millones el pasado mes de junio, la segunda en
los últimos cuatro años.
Por otro lado, según ha informado la propia compañía, Ikea
facturó en España 1.384 millones de euros en el último ejercicio fiscal. Supone
un aumento del 8% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Andalucía ha sido la comunidad autónoma donde la
multinacional sueca más ha incrementado sus ventas, un 12,3%. Le siguen las
tiendas de Cataluña con un 8,2% más, Madrid (7,7%) y el Levante (6,8%). A la
cola se encuentran los establecimientos de la zona central (que comprende a los
de Zaragoza y Valladolid) cuya facturación aumentó un 6,5%, las del Noroeste (A
Coruña y Asturias) y la de Barakaldo con un crecimiento del 3,3%.
Ikea ha incrementado su plantilla en España un 12,5%. La
compañía cuenta en el país con 8.158 empleados al cierre del año. El aumento
del número de trabajadores responde a la reubicación de la tienda de Alcorcón,
la primera de una tienda Ikea en España. El nuevo centro (el más grande de
Madrid con una superficie de 39.400 metros cuadrados) requirió una inversión de
la multinacional sueca de 100 millones de euros y ha generado unos 70 empleos
directos.
Un artículo muy bien preparado.
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Muchas gracias, Mark.
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Juan José Pintado