martes, 18 de abril de 2017

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A ABRIL 2017

Según la OCDE, aunque España está viviendo una sólida recuperación económica, el desempleo se mantiene en niveles muy elevados.  Lo peor es que, según el informe, la pobreza ha aumentado debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo y unos ingresos adecuados.

GLOBAL:

La llegada de Trump ha acentuado las tensiones proteccionistas: inició su mandato amenazando a las empresas que trasladasen su producción fuera de Estados Unidos. Sus envites a la Unión Europea y las tensiones con China han dado lugar a una serie de inmediatas reacciones internacionales para defender el mantenimiento del comercio global.
El Banco Central Europeo también se ha unido a las advertencias, señalando que “pese  a la evolución favorable de los mercados financieros, existen riesgos a la baja para la actividad de las economías emergentes. Riesgos relacionados en particular con el posible aumento del proteccionismo contra esas economías emergentes, lo que sería muy perjudicial para el comercio mundial.
La posibilidad de que crezca el proteccionismo ya ha contribuido a intensificar la incertidumbre sobre las perspectivas comerciales de México con Estados Unidos, afectando a las perspectivas de crecimiento del país”.
Señala el BCE “el incremento de las barreras al comercio tendría importantes repercusiones y daría lugar a una espiral adversa a escala mundial”.
Advierte la autoridad monetaria de la eurozona, que también “las posibles perturbaciones causadas por las incertidumbre política y geopolítica, como las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, señalando que, posiblemente, conforme avance este 2017 la economía se vaya ralentizando  lastrada por la caída del consumo debida a la evolución de los tipos de cambio”. 

CHINA:

En China, sobre todo en ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen, el mercado inmobiliario está muy recalentado. Los precios han alcanzado tal nivel que incluso parte de la población más adinerada está mostrando su preocupación al respecto.
Esa es la razón, por la que se están implantado medidas para frenar el crédito, implantando restricciones a las compras para tratar de cortar a la posible “burbuja inmobiliaria”.
Las autoridades de Pekín han implantado nuevas reglas: el desembolso de pagos iniciales más altos para las segundas viviendas, y restricciones a la compra de segundas y terceras residencias.
Según la agencia Reuters, el mercado nacional chino de la vivienda ha registrado un incremento del precio de los inmuebles, en tasa interanual a febrero, del 11,8%. Algunos analistas advierten que las medidas hasta ahora adoptadas no han logrado el objetivo perseguido.
La inversión inmobiliaria creció al ritmo más rápido en dos años durante los meses de enero y febrero, alcanzando una tasa anual del 8,9%, mientras que el crecimiento de las ventas de suelo se aceleró al 25,1%.
La realidad, es que las autoridades de Pekín tratan de encontrar soluciones para conseguir frenar el riesgo financiero, y que puedan tranquilizar a la descontenta población. Todo ello, tratando de evitar la ralentización de la actividad del sector de la construcción  y la demanda de materiales para esa actividad.
En España esto suena a conocido, ya que esa fortaleza del mercado inmobiliario en el pasado año 2016, fue determinante para que el Ejecutivo de China pudiera cumplir su objetivo de aumento del PIB. Todo ello, en un contexto de reducción de la producción de maquinaria, y otros equipos industriales.
Está claro, que la tendencia del mercado inmobiliario proseguirá un camino incierto, planteando riesgos para el crecimiento económico en la segunda mitad de este 2017.

UNIÓN EUROPEA:

Se ha activado por el Reino Unido el Brexit. Desde que se creó  la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) hace 60 años, no había habido ningún abandono por parte de algún Estado miembro.
El Gobierno británico invocando ante el Consejo Europeo el artículo 50 del tratado de Lisboa (una vía de salida del club comunitario en la que nadie había reparado antes del referéndum británico).
Todo el proceso de separación está plagado de incertidumbres, al afrontar una negociación tremendamente compleja y difícil, dados los aspectos que comprende.
En particular, se han de abordar los “derechos de los ciudadanos”: nada menos que 3,3 millones de ciudadanos europeos (inmigrantes europeos como los denominan los británicos) que residen en el Reino Unido. También de los, que llama de forma más moderada, expatriados, casi 1,2 millones en países de la Unión Europea (nada menos que un tercio en España).  Hay que discutir cuestiones tan importantes como el derecho a la sanidad y a la educación pública en sus lugares de residencia. La realidad, es que las señales emitidas desde el Gobierno británico no son muy optimistas (la Cámara de los Comunes ha rechazado el “reconocimiento unilateral” de la ciudadanía).
Por otro lado, la Comisión Europea ha calculado que el Reino Unido  deberá abonar unos 60.000 millones de euros por cuentas pendientes al salir de la UE: se trata de aspectos tales como proyectos ya comprometidos, derechos de pensión de los funcionarios europeos y garantías sobre préstamos que otorga, entre otros, el Banco Europeo de Inversiones.
No menos importantes, son las tensiones territoriales  en Gibraltar e  Irlanda del Norte (las dos únicas fronteras terrestres que generará Reino Unido con el bloque comunitario). En Irlanda, la idea de crear muros entre la república (país autónomo) e Irlanda del Norte aviva el temor a que resurjan las enemistades. La ruptura con la UE arroja incertidumbre sobre el Acuerdo de Viernes Santo, que en 1998 puso fin a 30 años de violencia y que se basa en la pertenencia de ambas partes a la UE. Irlanda del Norte votó, además, por permanecer en la UE (con un resultado del el 55,8%).
Y respecto a lo que nos afecta de forma más cercana, hay que recordar que alrededor de 10.000 personas cruzan la línea con Gibraltar cada día.
Bruselas aboga por mantener la calma, y dado que todo se deriva de la decisión británica, los negociadores europeos esperan que sea Londres quien proponga soluciones imaginativas.
En cualquier caso, algunas empresas han empezado a comunicar su inquietud por la situación. El fabricante de coches norteamericano General Motors ha advertido que el Brexit le va a provocar una merma de beneficio este año de alrededor de 300 millones de dólares. Y si esto ocurre en uno de los gigantes de la automoción mundial, nos tememos el impacto que tendrá en las empresas españolas, muchas de ellas muy unidas con Reino Unido.
Una reciente encuesta realizada por KPMG en colaboración con la CEOE ha restudiado el impacto del Brexit en las empresas españolas. Pues bien, nada menos que el 45% de las compañías encuestadas declara tener algún tipo de relación comercial o económica con el Reino Unido, sobre todo en los sectores de automoción (65%), industria y química (64%) y turismo y ocio (63%).
En el caso de las firmas españolas Santander y FCC han sido las primeras en sufrir el impacto del Brexit. En el caso del banco, ha sido el tipo de cambio de la libra, que ha reducido un 15% su beneficio, mientras que en FCC las pérdidas se han triplicado por varios factores, entre los que destaca también la caída de la libra en su área de servicios medioambientales en Reino Unido, segundo mercado por ingresos del grupo tras España.
Sin duda, el aspecto más peligroso es la depreciación de la libra: las empresas que tengan negocios en ese país, al repercutir esa depreciación negativamente  en sus ventas y negocios, verán disminuir su cuenta de resultados.
De la misma forma, la salida del Mercado Único de la UE va a disminuir las exportaciones del Reino Unido a esa importante área –sus productos habrán de pagar aranceles para entrar- lo que ocasionará la contracción económica de su economía, o disminución de su PIB.
No obstante, según la citada encuesta, también se podrían abrir nuevas oportunidades para los sectores de servicios profesionales, financiero, tecnologías, telecomunicaciones e infraestructuras.
Sin embargo, la mayoría de las empresas (un 65% de las españolas) va a hacer un plan de contingencia para hacer frente a las consecuencias del Brexit.
Por otro lado, parece que se han abierto discrepancias en el seno del BCE respecto a la política monetaria. Los representantes en el BCE de Alemania, Francia, Holanda y España presionaron al presidente del BCE, Mario Draghi, para que presentase un panorama económico más optimista. Ya que afirman que los tipos de interés negativos están dañando la rentabilidad de las entidades financieras y que se debería considerar ya la vuelta a la normalidad de la política monetaria.
Sin embargo, Mario Draghi ha insistido en que los tipos continuarán “en el nivel actual o más bajo durante un periodo extenso de tiempo y bien pasado el horizonte de las compras de deuda”.
Draghi ha señalado que “antes de alterar los componentes de nuestra política monetaria, necesitamos crear la suficiente confianza en que la inflación convergerá hacia nuestro objetivo de medio plazo y se mantendrá ahí incluso con menos apoyo de las condiciones de política monetaria”.
Este debate sobre el fin de los estímulos coincide con el hecho de que el balance del BCE ha superado el umbral de los cuatro billones de euros en sus compras de deuda (nada menos que el doble de lo que tenía cuando empezó el programa de expansión cuantitativa).
Estos cuatro billones de euros equivalen al 37% del PIB de la zona euro y cuatro veces el PIB de España. Si se compara con la Reserva Federal, esta tiene en sus manos el equivalente al 25% del PIB estadounidense, esto es, 4,2 billones de euros. Solo que la diferencia con el BCE radica en que el banco central de EE UU ya ha comenzado la estrategia de salida y ha subido tipos, si bien todavía no ha comenzado a vender activos.
Un riesgo se encuentra en el propio final de las políticas aplicadas que han sido tan históricamente expansivas: en el momento que el BCE comience a vender los títulos adquiridos, se podría producir una fuerte distorsión del mercado financiero, pudiendo provocar fuertes pérdidas e incluso el pánico.
La realidad, es que en la situación actual, no han desaparecido los riesgos de los créditos dudosos en la banca. De forma que el legado de la Gran Recesión en Europa arroja una recuperación mediocre, 20 millones de parados y dudas en el sector financiero, pese a las montañas de dinero público gastado para salvar a los bancos.
Después de 10 años del estallido de la crisis, la banca europea esconde en sus balances un billón de euros en créditos tóxicos. La propuesta para su eliminación ha sido la creación de un gran banco malo europeo, pero  Alemania ha bloqueado esa opción.
Dentro de una operación de ingeniería financiera, se plantea la posibilidad de buscar formas para vender o colocar esos créditos en el mercado, pero Berlin se niega a cualquier medida que suene a mutualización.
La Autoridad Bancaria Europea propuso en enero crear un enorme banco malo (ha de tener una capacidad para gestionar un cuarto de billón de euros). Propuesta que fue apoyada con matices por el BCE, el mecanismo de ayuda (MEDE), la Comisión Europea, y por las economías con mayores dificultades. Sin embargo, Berlin la ha rechazado.
El problema es siempre el mismo: ¿quién va a pagar los platos rotos? 1,06 billones en créditos tóxicos, con datos de morosidad superiores al 10% en una decena de países, y especialmente elevados en Grecia, Chipre, Eslovenia y Portugal. Italia sufre, nada menos que 276.000 millones de créditos fallidos, muchos de ellos de sus pymes.
No se decidirá nada, al menos, hasta las elecciones alemanas. De forma que respecto a Italia, al contrario de lo que ocurrió con España,  la Comisión ignorará – hará “la vista gorda”- respecto a las ayudas que se han concedido a algunos bancos.
Frente al problema de los bancos italianos, Alemania, Austria, Finlandia y Holanda, no quieren ser los pagadores. Tanto fiscalmente (no admiten la implantación de los eurobonos), como financieramente vetando al banco malo. En fin, los problemas siguen existiendo y, sin duda, acabaran de nuevo requiriendo más dinero público.
El Eurogrupo pretende incrementar la supervisión bancaria de los créditos tóxicos, mejorar el marco legal (con una primera armonización de esos préstamos, muy distintos según los países), y plantea dos tipos de soluciones: “impulsar el mercado secundario para que los bancos empaqueten sus activos tóxicos”, con la utilización de la ingeniería financiera para desarrollar un mercado que apenas existe. Y por otro lado, explorar la creación de una “compañía de gestión de activos” —un banco malo— para facilitar todo el proceso, respetando las reglas de las ayudas de Estado y la directiva de resolución bancaria.

ESPAÑA:

Para este año, el Banco de España ha elevado al 2,8% la previsión de crecimiento de la economía española del PIB (por encima del 2,5% recogido en los Presupuestos presentados por el Gobierno). Para el año 2018 y 2019, sin embargo prevé un crecimiento del 2,3% y 2,1% respectivamente.
Los Servicios Económicos del Banco de España, esperan estos resultados como consecuencia de tres factores: una es la mejora de los indicadores por la creación de empleo que tiene un efecto positivo para el consumo, y la mejora  de las cotizaciones en la Bolsa, y en el mercado inmobiliario. Otro factor, es la mejoría de las exportaciones, como consecuencia de la depreciación del euro; y finalmente el otro factor, es que se consumen menos productos de fuera, en parte por la mayor competitividad de los nacionales.

Por otro lado, según el Servicio de Estudios del Banco de España, pesan los riesgos de una deuda y un déficit público aún elevados, que aumentan nuestra vulnerabilidad a posibles subidas de los tipos de interés.
Respecto al desempleo, el Banco de España prevé que en 2017 descenderá hasta el 17,5% de media anual: "el esperado mantenimiento de crecimientos moderados de los salarios, en un contexto de repunte transitorio de la inflación en 2017, contribuirá al sostenimiento del proceso de creación de empleo”. En los próximos años, el supervisor anticipa que el desempleo continuará bajando y se situará en el 14,5% de la población activa en 2019. 
Por lo que respecta a los precios, crecerán un 2,2% en 2017 por la intensa escalada de los precios de la energía. No obstante, este fuerte repunte se califica de transitorio: en los dos años siguientes la evolución del IPC (Índice de Precios de Consumo) se moderará hasta un incremento del 1,4% en 2018 y del 1,6% en 2019.
Con todo, el Banco de España matiza que esta previsión de precios está sujeta a riesgos. Por un lado, existe el peligro de que la inflación subyacente (aquella que está exenta de sus componentes más volátiles como la energía) no logre recuperarse, tal y como ya ocurrió en los dos años precedentes. En ese caso, el problema de la baja inflación se convertiría en un fenómeno estructural y dificultaría el proceso de reducción de la carga de deuda. Por otro, el Banco alerta del riesgo de caer en la tentación de compensar el encarecimiento del petróleo con alzas de salarios y precios por encima de la productividad, lo que en cambio acarrearía una pérdida de competitividad.
Por último, el supervisor subraya que la inversión en bienes de equipo se resintió en la segunda parte de 2016, probablemente lastrada por la subida del impuesto de sociedades. Y ello hará que en 2017 la inversión empresarial también registre un crecimiento más contenido para recuperarse de nuevo en los siguientes ejercicios. 
Por otro lado, en declaraciones del Ministro De Guindos, la subida de los precios va a ser más pequeña durante este año, siendo al final de un 1,1%.
Según ha explicado el ministro, el repunte de los precios en España, ha tenido causas coyunturales como el alza experimentada por el precio de la energía. Pero una vez que los combustibles vuelven a su situación habitual, los precios harán lo mismo.
Ahora bien, sin duda la mejor noticia, según los datos divulgados por el Ministerio de Empleo, ha sido la evolución del empleo durante el pasado mes de marzo: la Seguridad Social registró un incremento medio de afiliación de 161.752 cotizantes con empleo, un aumento no visto en un mes de marzo desde 2001, cuando el instituto previsor comenzó a contar los afiliados mensuales en promedios.
Respecto al desempleo, los datos del pasado marzo han sido buenos: disminuyó el Paro Registrado  en 48.559 personas, has situarse en alrededor de los 3,7 millones.
A pesar de que no ha caído la Semana Santa en marzo de este año, el incremento del empleo debe mucho a la afiliación en la hostelería. La llegada del buen tiempo hace que se retome la actividad o se pongan muchas obras durante ese mes.
En un año, la Seguridad Social ha ganado un 3,49% de cotizantes. Este es un porcentaje significativamente alto y que se acerca a los incrementos de la primavera de 2015, los números más altos de la salida de la crisis, cuando se superó el 3,5%.
También mantiene la línea de meses anteriores el volumen de contratación. El mes pasado el porcentaje de indefinidos superó el 10%, de los 1,7 millones, un 10,3% era de contratos fijos. No obstante, los temporales siguen siendo una abrumadora mayoría. Además, el hecho de que en los tres primeros meses del año el número total de contratos crezca a un ritmo del 12,5% no es un indicador de que se gana estabilidad en el empleo, sino todo lo contrario. Hasta marzo se han firmado casi cinco millones de contratos, con lo que vuelve a romperse el récord marcado hasta la fecha.
En lo referente a la protección frente al desempleo, en febrero, último mes con datos disponibles (el indicador se publica con un mes de retraso) se asentó la tendencia observada en los últimos meses: la tasa de cobertura se recupera desde mínimos históricos. Está en el 55,5% (1,4 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año pasado).
Por lo que respecta al sector exterior, la distancia entre las importaciones y las exportaciones de España se amplió con fuerza durante el pasado mes de en enero. Sin duda, por culpa de la energía.
Un país tan dependiente de la energía exterior, como es España,  supone un importante lastre. En concreto, las exportaciones españolas de mercancías crecieron un 17,4% respecto al mismo periodo del año anterior y alcanzaron los 21.440 millones de euros, su máximo histórico para el primer mes del año. Sin embargo, las importaciones crecieron todavía más: un 19%, hasta los 24.574. Como resultado, el déficit comercial de enero alcanzó los 3.134 millones de euros, un 31,3% superior al de enero de 2016.
Sin duda, el haber disfrutado en estos años recientes de una energía tan barata, ha sido una de las importantes razones del crecimiento de la economía española durante los últimos dos años.
En el año 2016, la economía española exportó más que nunca: cerró el año con un récord de ventas de 254.000 millones de euros en mercancías. Las importaciones disminuyeron en valor un 0,4% en 2016 hasta los 273.284 millones de euros. El descenso en el valor de las Importaciones españolas se explica por la caída del precio de las importaciones de petróleo y gas.
Durante el pasado mes de marzo, las buenas perspectivas de reservas de petróleo en Estados Unidos, están motivando que los costes del petróleo vuelvan a bajar, situándose en el entorno de los 51 dólares por barril.
Señala el Ministerio de Economía en el informe mensual, que sin contar la energía, el balance del comercio exterior es más positivo: el saldo no energético arrojó un déficit de 855 millones de euros (frente al déficit de 942 millones en enero de 2016). Mientras, el déficit energético aumentó un 57,8%, hasta los 2.279 millones (frente a 1.444 millones en enero de 2016). En volumen, "las importaciones de productos energéticos se incrementaron un 28,8% interanual, ya que sus precios subieron un 35,4%". La tasa de cobertura (porcentaje de exportaciones que cubre a las importaciones) se situó en el 87,2%, frente al 88,4% que se anotaba hace un año.
Por áreas geográficas, las exportaciones dirigidas a la Unión Europea (suponen casi el 70% del total) crecieron un 15,3% en enero de 2017. Las exportaciones a terceros destinos se elevaron un 21,9% en enero último, con incrementos en todas las zonas: América del Norte (sube el 20%), América Latina (12,3%), Asia excluido Oriente Medio (35,9%), Oriente Medio (13,4%), África (10,3%) y Oceanía (13%).
Por lo que respecta al turismo, según Exceltur (la asociación de grandes compañías turísticas españolas) el sector español sigue al alza y los empresarios prevén un crecimiento en 2017 del 3,5%.
Para Semana Santa, ocho de cada diez empresarios esperan que la mejora continúe y se incrementen las ventas. A pesar de ello, sobre todo en la demanda nacional, esta subida dependerá del clima que vaya a haber.
Este año, según el Foro Económico Mundial, España ha repetido la plaza mundial de ser el país con el sector turístico más competitivo del mundo. En el informe citado, que se publica cada dos años, la institución mejora una décima la nota de España (hasta un 5,4 sobre 7). Supera a Francia y Alemania, gracias sobre todo a sus infraestructuras, la seguridad y el patrimonio cultural.
Por otro lado, se han presentado los Presupuestos Generales del Estado de 2017. Se trata de unas cuentas restrictivas donde el gasto no financiero del Estado y los organismos autónomos apenas crece un 1,3% hasta los 318.443 millones.
Los Presupuestos incluyen un ajuste de 14.250 millones para cumplir con el objetivo de déficit del 3,1% que exige Bruselas. Una parte se consigue manteniendo los 5.000 millones en recortes en los ministerios que se aplicaron a mitad de 2016. Otra, se fía a una mayor recaudación. No obstante, las cuentas contienen algunos aspectos de mejoras sociales para lograr los apoyos parlamentarios precisos en su tramitación y aprobación.

MERCADOS:

El Ibex 35 se ha revalorizado durante el mes de marzo el 9,5%, acumulando una ganancia desde enero del 11,88%.
Durante el trimestre, la Bolsa española es la que mejor comportamiento ha tenido, pero sin alcanzar unos niveles que impliquen la recuperación de las pérdidas sufridas en los dos años pasados. Sólo hay que imaginar las pérdidas que seguiría sufriendo alguien que hubiese comprado en niveles del Ibex  de 16.000 puntos durante el año 2007, y hubiera mantenido sus acciones durante los 10 años transcurridos.
Respecto a las Bolsas, la Comisión Europea ha bloqueado la posible fusión entre el grupo London Stock Exchange (LSE) y Deutsche Börse, las operadoras de las Bolsas de Londres y Fráncfort, de la que habría salido un gigante europeo de los mercados bursátiles en una operación valorada en unos 29.000 millones de euros. De esta forma se ha rechazado la fusión de ambas Bolsas.
Los ingresos conjuntos de ambas compañías suponen más de 4.000 millones de euros anuales y entre las dos plazas suman más de 3.000 empresas cotizadas, lo que le habría convertido en el líder europeo del sector y le habría situado en una posición de fortaleza para competir con los operadores estadounidenses que dominan el mercado.
Por otro lado, el Euribor, que es el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, ha marcado un nuevo mínimo al cierre de marzo del -0,11%, por lo que continuará abaratando las hipotecas. Concretamente, las hipotecas a 20 años con un capital de 120.000 euros y un diferencial del 1% que tengan revisión se beneficiaran de una rebaja en su cuota de 5,23 euros mensuales o, lo que es lo mismo, 62,79 euros al año.
También hay que señalar, que la mejora de las perspectivas de actividad económica y las expectativas de subidas de precios y, por lo tanto, de una política monetaria más restrictiva, ha provocado ya un repunte considerable de los tipos de interés de la deuda soberana a largo plazo. Valga de ejemplo el bono español a diez años, que en poco más de medio año, ha duplicado su rentabilidad subiendo del 0,9% al entorno del 1,7%.
Y es que cuando los tipos bajan en el mercado, como ha ocurrido de forma ininterrumpida desde julio de 2012, el precio de los bonos sube. Y, por el contrario, si los tipos de interés suben, como empieza a ocurrir, el precio de los bonos cae. Esta circunstancia ocasiona un efecto negativo en las carteras de renta fija porque supone una pérdida de valor de los bonos. Al tener que actualizar el precio de sus carteras a valor de mercado, se reduce el valor liquidativo del fondo, a lo que hay que sumar el gasto en comisiones que cobra la entidad gestora a los partícipes.
La conclusión de lo anterior, es que esa subida de los rendimientos de los bonos soberanos amenaza con dejar en pérdidas los planes de pensiones más conservadores, aquellos que invierten en renta fija a largo plazo.

EMPRESAS:

Según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), vendedores (Ganvam) y de concesionarios (Faconauto), las matriculaciones de turismos y todoterrenos en el mercado español se situaron en 307.911 unidades durante los tres primeros meses de este año, lo que representa un aumento del 7,9% en comparación con el mismo período de 2016, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), vendedores (Ganvam) y de concesionarios (Faconauto).
Por otro lado, se ha conocido que Bélgica ha pasado a ser el principal destino internacional del cava español, dejando a Alemania como segunda plaza.

El presidente del Consejo Regulador del espumoso, Pere Bonet, presentó los resultados del sector en 2016 y señaló que los belgas han comprado casi 30 millones de botellas durante el año pasado.

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