Según la OCDE, aunque España
está viviendo una sólida recuperación económica, el desempleo se mantiene en
niveles muy elevados. Lo peor es que,
según el informe, la pobreza ha aumentado debido principalmente a la falta de
empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo y unos ingresos
adecuados.
GLOBAL:
La llegada de Trump ha
acentuado las tensiones proteccionistas: inició su mandato amenazando a las
empresas que trasladasen su producción fuera de Estados Unidos. Sus envites a
la Unión Europea y las tensiones con China han dado lugar a una serie de
inmediatas reacciones internacionales para defender el mantenimiento del
comercio global.
El Banco Central Europeo también
se ha unido a las advertencias, señalando que “pese a la evolución favorable de los mercados
financieros, existen riesgos a la baja para la actividad de las economías
emergentes. Riesgos relacionados en particular con el posible aumento del
proteccionismo contra esas economías emergentes, lo que sería muy perjudicial
para el comercio mundial.
La posibilidad de que
crezca el proteccionismo ya ha contribuido a intensificar la incertidumbre
sobre las perspectivas comerciales de México con Estados Unidos, afectando a
las perspectivas de crecimiento del país”.
Señala el BCE “el
incremento de las barreras al comercio tendría importantes repercusiones y
daría lugar a una espiral adversa a escala mundial”.
Advierte la autoridad
monetaria de la eurozona, que también “las posibles perturbaciones causadas por
las incertidumbre política y geopolítica, como las relaciones entre el Reino
Unido y la Unión Europea, señalando que, posiblemente, conforme avance este
2017 la economía se vaya ralentizando
lastrada por la caída del consumo debida a la evolución de los tipos de
cambio”.
CHINA:
En China, sobre todo en
ciudades como Pekín, Shanghái y Shenzhen, el mercado inmobiliario está muy
recalentado. Los precios han alcanzado tal nivel que incluso parte de la
población más adinerada está mostrando su preocupación al respecto.
Esa es la razón, por la
que se están implantado medidas para frenar el crédito, implantando restricciones
a las compras para tratar de cortar a la posible “burbuja inmobiliaria”.
Las autoridades de Pekín
han implantado nuevas reglas: el desembolso de pagos iniciales más altos para
las segundas viviendas, y restricciones a la compra de segundas y terceras
residencias.
Según la agencia Reuters,
el mercado nacional chino de la vivienda ha registrado un incremento del precio
de los inmuebles, en tasa interanual a febrero, del 11,8%. Algunos analistas
advierten que las medidas hasta ahora adoptadas no han logrado el objetivo
perseguido.
La inversión inmobiliaria
creció al ritmo más rápido en dos años durante los meses de enero y febrero,
alcanzando una tasa anual del 8,9%, mientras que el crecimiento de las ventas
de suelo se aceleró al 25,1%.
La realidad, es que las
autoridades de Pekín tratan de encontrar soluciones para conseguir frenar el riesgo
financiero, y que puedan tranquilizar a la descontenta población. Todo ello,
tratando de evitar la ralentización de la actividad del sector de la
construcción y la demanda de materiales
para esa actividad.
En España esto suena a
conocido, ya que esa fortaleza del mercado inmobiliario en el pasado año 2016,
fue determinante para que el Ejecutivo de China pudiera cumplir su objetivo de
aumento del PIB. Todo ello, en un contexto de reducción de la producción de
maquinaria, y otros equipos industriales.
Está claro, que la
tendencia del mercado inmobiliario proseguirá un camino incierto, planteando riesgos
para el crecimiento económico en la segunda mitad de este 2017.
UNIÓN EUROPEA:
Se ha activado por el
Reino Unido el Brexit. Desde que se creó
la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) hace 60 años, no había
habido ningún abandono por parte de algún Estado miembro.
El Gobierno británico
invocando ante el Consejo Europeo el artículo 50 del tratado de Lisboa (una vía
de salida del club comunitario en la que nadie había reparado antes del
referéndum británico).
Todo el proceso de
separación está plagado de incertidumbres, al afrontar una negociación tremendamente
compleja y difícil, dados los aspectos que comprende.
En particular, se han de
abordar los “derechos de los ciudadanos”:
nada menos que 3,3 millones de ciudadanos europeos (inmigrantes europeos como
los denominan los británicos) que residen en el Reino Unido.
También de los, que llama de forma más moderada, expatriados, casi 1,2 millones
en países de la Unión Europea (nada menos que un tercio en España). Hay que discutir cuestiones tan importantes
como el derecho a la sanidad y a la educación pública en sus lugares de
residencia. La realidad, es que las señales emitidas desde el Gobierno
británico no son muy optimistas (la Cámara de los Comunes ha rechazado el
“reconocimiento unilateral” de la ciudadanía).
Por otro lado, la Comisión
Europea ha calculado que el Reino Unido deberá
abonar unos 60.000 millones de euros por cuentas pendientes al salir de la UE:
se trata de aspectos tales como proyectos ya comprometidos, derechos de pensión
de los funcionarios europeos y garantías sobre préstamos que otorga, entre
otros, el Banco Europeo de Inversiones.
No
menos importantes, son las tensiones territoriales en Gibraltar e Irlanda del Norte (las
dos únicas fronteras terrestres que generará Reino Unido con el bloque
comunitario). En Irlanda, la idea de crear muros entre la república (país
autónomo) e Irlanda del Norte aviva el temor a que resurjan las enemistades. La
ruptura con la UE arroja incertidumbre sobre el Acuerdo de Viernes Santo, que
en 1998 puso fin a 30 años de violencia y que se basa en la pertenencia de
ambas partes a la UE. Irlanda del Norte votó, además, por permanecer en la UE
(con un resultado del el 55,8%).
Y respecto a lo que nos
afecta de forma más cercana, hay que recordar que alrededor de 10.000 personas
cruzan la línea con Gibraltar cada día.
Bruselas aboga por
mantener la calma, y dado que todo se deriva de la decisión británica, los
negociadores europeos esperan que sea Londres quien proponga soluciones
imaginativas.
En cualquier caso,
algunas empresas han empezado a comunicar su inquietud por la situación. El
fabricante de coches norteamericano General Motors ha advertido que el Brexit
le va a provocar una merma de beneficio este año de alrededor de 300 millones
de dólares. Y si esto ocurre en uno de los gigantes de la automoción mundial, nos
tememos el impacto que tendrá en las empresas españolas, muchas de ellas muy unidas
con Reino Unido.
Una reciente encuesta
realizada por KPMG en colaboración con la CEOE ha restudiado el impacto del Brexit en las empresas españolas.
Pues bien, nada menos que el 45% de las compañías encuestadas declara
tener algún tipo de relación comercial o económica con el Reino Unido, sobre
todo en los sectores de automoción (65%), industria y química (64%) y turismo y
ocio (63%).
En el caso de las firmas
españolas Santander y FCC han sido las primeras en sufrir el impacto del
Brexit. En el caso del banco, ha sido el tipo de cambio de la libra, que ha
reducido un 15% su beneficio, mientras que en FCC las pérdidas se han
triplicado por varios factores, entre los que destaca también la caída de la
libra en su área de servicios medioambientales en Reino Unido, segundo mercado
por ingresos del grupo tras España.
Sin duda, el aspecto más
peligroso es la depreciación de la libra: las empresas que tengan negocios en
ese país, al repercutir esa depreciación negativamente en sus ventas y negocios, verán disminuir su
cuenta de resultados.
De la misma forma, la
salida del Mercado Único de la UE va a disminuir las exportaciones del Reino
Unido a esa importante área –sus productos habrán de pagar aranceles para
entrar- lo que ocasionará la contracción económica de su economía, o
disminución de su PIB.
No obstante, según la
citada encuesta, también se podrían abrir nuevas oportunidades para los
sectores de servicios profesionales, financiero, tecnologías,
telecomunicaciones e infraestructuras.
Sin embargo, la mayoría
de las empresas (un 65% de las españolas) va a hacer un plan de contingencia
para hacer frente a las consecuencias del Brexit.
Por otro lado, parece que
se han abierto discrepancias en el seno del BCE respecto a la política
monetaria. Los representantes en el BCE de Alemania, Francia, Holanda y España
presionaron al presidente del BCE, Mario Draghi, para que presentase un
panorama económico más optimista. Ya que afirman que los tipos de interés
negativos están dañando la rentabilidad de las entidades financieras y que se debería
considerar ya la vuelta a la normalidad de la política monetaria.
Sin embargo, Mario Draghi
ha insistido en que los tipos continuarán “en el nivel actual o más bajo
durante un periodo extenso de tiempo y bien pasado el horizonte de las compras
de deuda”.
Draghi ha señalado que “antes
de alterar los componentes de nuestra política monetaria, necesitamos crear la
suficiente confianza en que la inflación convergerá hacia nuestro objetivo de
medio plazo y se mantendrá ahí incluso con menos apoyo de las condiciones de
política monetaria”.
Este debate sobre el fin
de los estímulos coincide con el hecho de que el balance del BCE ha superado el
umbral de los cuatro billones de euros en sus compras de deuda (nada menos que el
doble de lo que tenía cuando empezó el programa de expansión
cuantitativa).
Estos cuatro billones de
euros equivalen al 37% del PIB de la zona euro y cuatro veces el PIB de España.
Si se compara con la Reserva Federal, esta tiene en sus manos el equivalente al
25% del PIB estadounidense, esto es, 4,2 billones de euros. Solo que la
diferencia con el BCE radica en que el banco central de EE UU ya ha comenzado
la estrategia de salida y ha subido tipos, si bien todavía no ha comenzado a
vender activos.
Un riesgo se encuentra en
el propio final de las políticas aplicadas que han sido tan históricamente expansivas:
en el momento que el BCE comience a vender los títulos adquiridos, se podría
producir una fuerte distorsión del mercado financiero, pudiendo provocar
fuertes pérdidas e incluso el pánico.
La realidad, es que en la
situación actual, no han desaparecido los riesgos de los créditos dudosos en la
banca. De forma que el legado de la Gran Recesión en Europa arroja una recuperación
mediocre, 20 millones de parados y dudas en el sector financiero, pese a las
montañas de dinero público gastado para salvar a los bancos.
Después de 10 años del
estallido de la crisis, la banca europea esconde en sus balances un billón de
euros en créditos tóxicos. La propuesta para su eliminación ha sido la creación
de un gran banco malo europeo, pero Alemania ha bloqueado esa opción.
Dentro de una operación
de ingeniería financiera, se plantea la posibilidad de buscar formas para
vender o colocar esos créditos en el mercado, pero Berlin se niega a cualquier
medida que suene a mutualización.
La Autoridad
Bancaria Europea propuso en enero crear un enorme banco malo (ha de tener una capacidad para gestionar un cuarto de
billón de euros). Propuesta que fue apoyada con matices por el BCE, el
mecanismo de ayuda (MEDE), la Comisión Europea, y por las economías con mayores
dificultades. Sin embargo, Berlin la ha rechazado.
El problema es siempre el
mismo: ¿quién va a pagar los platos rotos? 1,06 billones en créditos tóxicos,
con datos de morosidad superiores al 10% en una decena de países, y
especialmente elevados en Grecia, Chipre, Eslovenia y Portugal. Italia sufre,
nada menos que 276.000 millones de créditos fallidos, muchos de ellos de sus
pymes.
No se decidirá nada, al
menos, hasta las elecciones alemanas. De forma que respecto a Italia, al
contrario de lo que ocurrió con España, la
Comisión ignorará – hará “la vista gorda”- respecto a las ayudas que se han
concedido a algunos bancos.
Frente al problema de los
bancos italianos, Alemania, Austria, Finlandia y Holanda, no quieren ser los
pagadores. Tanto fiscalmente (no admiten la implantación de los eurobonos), como
financieramente vetando al banco malo. En fin, los problemas siguen existiendo
y, sin duda, acabaran de nuevo requiriendo más dinero público.
El Eurogrupo pretende incrementar
la supervisión bancaria de los créditos tóxicos, mejorar el marco legal (con
una primera armonización de esos préstamos, muy distintos según los países), y plantea
dos tipos de soluciones: “impulsar el mercado secundario para que los bancos
empaqueten sus activos tóxicos”, con la utilización de la ingeniería financiera
para desarrollar un mercado que apenas existe. Y por otro lado, explorar la
creación de una “compañía de gestión de activos” —un banco malo— para facilitar
todo el proceso, respetando las reglas de las ayudas de Estado y la directiva
de resolución bancaria.
ESPAÑA:
Para este año, el Banco
de España ha elevado al 2,8% la previsión de crecimiento de la economía
española del PIB (por encima del 2,5% recogido en los Presupuestos presentados por
el Gobierno). Para el año 2018 y 2019, sin embargo prevé un crecimiento del
2,3% y 2,1% respectivamente.
Los Servicios Económicos
del Banco de España, esperan estos resultados como consecuencia de tres
factores: una es la mejora de los indicadores por la creación de empleo que
tiene un efecto positivo para el consumo, y la mejora de las cotizaciones en la Bolsa, y en el
mercado inmobiliario. Otro factor, es la mejoría de las exportaciones, como
consecuencia de la depreciación del euro; y finalmente el otro factor, es que
se consumen menos productos de fuera, en parte por la mayor competitividad de
los nacionales.
Por otro lado, según el
Servicio de Estudios del Banco de España, pesan los riesgos de una deuda y un
déficit público aún elevados, que aumentan nuestra vulnerabilidad a posibles
subidas de los tipos de interés.
Respecto al desempleo, el
Banco de España prevé que en 2017 descenderá hasta el 17,5% de media anual: "el
esperado mantenimiento de crecimientos moderados de los salarios, en un
contexto de repunte transitorio de la inflación en 2017, contribuirá al
sostenimiento del proceso de creación de empleo”. En los próximos años, el
supervisor anticipa que el desempleo continuará bajando y se situará en el
14,5% de la población activa en 2019.
Por lo que respecta a los
precios, crecerán un 2,2% en 2017 por la intensa escalada de los precios de la
energía. No obstante, este fuerte repunte se califica de transitorio: en los
dos años siguientes la evolución del IPC (Índice de Precios de Consumo) se
moderará hasta un incremento del 1,4% en 2018 y del 1,6% en 2019.
Con todo, el Banco de
España matiza que esta previsión de precios está sujeta a riesgos. Por un lado,
existe el peligro de que la inflación subyacente (aquella que está exenta de
sus componentes más volátiles como la energía) no logre recuperarse, tal y como
ya ocurrió en los dos años precedentes. En ese caso, el problema de la baja
inflación se convertiría en un fenómeno estructural y dificultaría el proceso de
reducción de la carga de deuda. Por otro, el Banco alerta del riesgo de caer en
la tentación de compensar el encarecimiento del petróleo con alzas de salarios
y precios por encima de la productividad, lo que en cambio acarrearía una
pérdida de competitividad.
Por último, el supervisor
subraya que la inversión en bienes de equipo se resintió en la segunda parte de
2016, probablemente lastrada por la subida del impuesto de sociedades. Y ello
hará que en 2017 la inversión empresarial también registre un crecimiento más
contenido para recuperarse de nuevo en los siguientes ejercicios.
Por otro lado, en
declaraciones del Ministro De Guindos, la subida de los precios va a ser más
pequeña durante este año, siendo al final de un 1,1%.
Según ha explicado el
ministro, el repunte de los precios en España, ha tenido causas coyunturales como el alza
experimentada por el precio de la energía. Pero una vez que los
combustibles vuelven a su situación habitual, los precios harán lo mismo.
Ahora bien, sin duda la
mejor noticia, según los datos divulgados por el Ministerio de Empleo, ha
sido la evolución del empleo durante el pasado mes de marzo: la Seguridad
Social registró un incremento medio de afiliación de 161.752 cotizantes
con empleo, un aumento no visto en un mes de marzo desde 2001, cuando el
instituto previsor comenzó a contar los afiliados mensuales en promedios.
Respecto al desempleo,
los datos del pasado marzo han sido buenos: disminuyó el Paro Registrado en 48.559 personas, has situarse en alrededor
de los 3,7 millones.
A pesar de que no ha
caído la Semana Santa en marzo de este año, el incremento del empleo debe mucho
a la afiliación en la hostelería. La llegada del buen tiempo hace que se retome
la actividad o se pongan muchas obras durante ese mes.
En un año, la Seguridad
Social ha ganado un 3,49% de cotizantes. Este es un porcentaje
significativamente alto y que se acerca a los incrementos de la primavera de
2015, los números más altos de la salida de la crisis, cuando se superó el
3,5%.
También mantiene la línea
de meses anteriores el volumen de contratación. El mes pasado el porcentaje de
indefinidos superó el 10%, de los 1,7 millones, un 10,3% era de contratos
fijos. No obstante, los temporales siguen siendo una abrumadora mayoría.
Además, el hecho de que en los tres primeros meses del año el número total de
contratos crezca a un ritmo del 12,5% no es un indicador de que se gana
estabilidad en el empleo, sino todo lo contrario. Hasta marzo se han firmado
casi cinco millones de contratos, con lo que vuelve a romperse el récord marcado
hasta la fecha.
En lo referente a la
protección frente al desempleo, en febrero, último mes con datos disponibles (el
indicador se publica con un mes de retraso) se asentó la tendencia observada en
los últimos meses: la tasa de cobertura se recupera desde mínimos históricos.
Está en el 55,5% (1,4 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año
pasado).
Por lo que respecta al
sector exterior, la distancia entre las importaciones y las exportaciones de
España se amplió con fuerza durante el pasado mes de en enero. Sin duda, por
culpa de la energía.
Un país tan dependiente
de la energía exterior, como es España, supone un importante lastre. En concreto, las
exportaciones españolas de mercancías crecieron un 17,4% respecto al mismo
periodo del año anterior y alcanzaron los 21.440 millones de euros, su máximo
histórico para el primer mes del año. Sin embargo, las importaciones crecieron
todavía más: un 19%, hasta los 24.574. Como resultado, el déficit comercial de enero alcanzó los 3.134 millones de euros, un
31,3% superior al de enero de 2016.
Sin duda, el haber
disfrutado en estos años recientes de una energía tan barata, ha sido una de
las importantes razones del crecimiento de la economía española durante los
últimos dos años.
En el año 2016, la
economía española exportó más que nunca: cerró el año con un récord de ventas
de 254.000 millones de euros en mercancías. Las importaciones disminuyeron en
valor un 0,4% en 2016 hasta los 273.284 millones de euros. El descenso en el
valor de las Importaciones españolas se explica por la caída del precio de las
importaciones de petróleo y gas.
Durante el pasado mes de
marzo, las buenas perspectivas de reservas de petróleo en Estados Unidos,
están motivando que los costes del petróleo vuelvan a bajar, situándose en el
entorno de los 51 dólares por barril.
Señala el Ministerio de
Economía en el informe mensual, que sin contar la energía, el balance del
comercio exterior es más positivo: el saldo no energético arrojó un déficit de
855 millones de euros (frente al déficit de 942 millones en enero de 2016).
Mientras, el déficit energético aumentó un 57,8%, hasta los 2.279 millones
(frente a 1.444 millones en enero de 2016). En volumen, "las importaciones
de productos energéticos se incrementaron un 28,8% interanual, ya que sus
precios subieron un 35,4%". La tasa de cobertura (porcentaje de exportaciones
que cubre a las importaciones) se situó en el 87,2%, frente al 88,4% que se
anotaba hace un año.
Por áreas geográficas,
las exportaciones dirigidas a la Unión Europea (suponen casi el 70% del total)
crecieron un 15,3% en enero de 2017. Las exportaciones a terceros destinos se
elevaron un 21,9% en enero último, con incrementos en todas las zonas: América
del Norte (sube el 20%), América Latina (12,3%), Asia excluido Oriente Medio
(35,9%), Oriente Medio (13,4%), África (10,3%) y Oceanía (13%).
Por lo que respecta al
turismo, según Exceltur (la asociación de grandes compañías
turísticas españolas) el sector español sigue al alza y los empresarios prevén
un crecimiento en 2017 del 3,5%.
Para Semana Santa, ocho
de cada diez empresarios esperan que la mejora continúe y se incrementen las
ventas. A pesar de ello, sobre todo en la demanda nacional, esta subida
dependerá del clima que vaya a haber.
Este año, según el Foro
Económico Mundial, España ha repetido la plaza mundial de ser el país con el
sector turístico más competitivo del mundo. En el informe citado, que se publica
cada dos años, la institución mejora una décima la nota de España (hasta un 5,4
sobre 7). Supera a Francia y Alemania, gracias sobre todo a sus
infraestructuras, la seguridad y el patrimonio cultural.
Por otro lado, se han
presentado los Presupuestos Generales del Estado de 2017. Se trata de unas
cuentas restrictivas donde el gasto no financiero del Estado y los organismos
autónomos apenas crece un 1,3% hasta los 318.443 millones.
Los Presupuestos incluyen
un ajuste de 14.250 millones para cumplir con el objetivo de déficit del 3,1%
que exige Bruselas. Una parte se consigue manteniendo los 5.000 millones en
recortes en los ministerios que se aplicaron a mitad de 2016. Otra, se fía a
una mayor recaudación. No obstante, las cuentas contienen algunos aspectos de
mejoras sociales para lograr los apoyos parlamentarios precisos en su tramitación
y aprobación.
MERCADOS:
El Ibex 35 se ha
revalorizado durante el mes de marzo el 9,5%, acumulando una ganancia desde
enero del 11,88%.
Durante el trimestre, la
Bolsa española es la que mejor comportamiento ha tenido, pero sin alcanzar unos
niveles que impliquen la recuperación de las pérdidas sufridas en los dos años
pasados. Sólo hay que imaginar las pérdidas que seguiría sufriendo alguien que
hubiese comprado en niveles del Ibex de
16.000 puntos durante el año 2007, y hubiera mantenido sus acciones durante los
10 años transcurridos.
Respecto a las Bolsas, la
Comisión Europea ha bloqueado la posible fusión entre el grupo London
Stock Exchange (LSE) y Deutsche Börse, las operadoras de las Bolsas de
Londres y Fráncfort, de la que habría salido un gigante europeo de los mercados
bursátiles en una operación valorada en unos 29.000 millones de euros. De esta
forma se ha rechazado la fusión de ambas Bolsas.
Los ingresos conjuntos de
ambas compañías suponen más de 4.000 millones de euros anuales y entre las dos
plazas suman más de 3.000 empresas cotizadas, lo que le habría convertido en el
líder europeo del sector y le habría situado en una posición de fortaleza para
competir con los operadores estadounidenses que dominan el mercado.
Por otro lado, el Euribor,
que es el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en
España, ha marcado un nuevo mínimo al cierre de marzo del -0,11%, por lo que
continuará abaratando las hipotecas. Concretamente, las hipotecas a 20 años con
un capital de 120.000 euros y un diferencial del 1% que tengan revisión se
beneficiaran de una rebaja en su cuota de 5,23 euros mensuales o, lo que es lo
mismo, 62,79 euros al año.
También hay que señalar,
que la mejora de las perspectivas de actividad económica y las expectativas de subidas
de precios y, por lo tanto, de una política monetaria más restrictiva, ha
provocado ya un repunte
considerable de los tipos de interés de la deuda soberana a largo plazo. Valga
de ejemplo el bono español a diez años, que en poco más de medio año, ha
duplicado su rentabilidad subiendo del 0,9% al entorno del 1,7%.
Y es que cuando los tipos
bajan en el mercado, como ha ocurrido de forma ininterrumpida desde julio de
2012, el precio de los bonos sube. Y, por el contrario, si los tipos de interés suben, como empieza a
ocurrir, el precio de los bonos cae. Esta circunstancia ocasiona un
efecto negativo en las carteras de renta fija porque supone una pérdida de
valor de los bonos. Al tener que actualizar el precio de sus carteras a valor
de mercado, se reduce el valor liquidativo del fondo, a lo que hay que sumar el
gasto en comisiones que cobra la entidad gestora a los partícipes.
La conclusión de lo
anterior, es que esa subida de los rendimientos de los bonos soberanos amenaza
con dejar en pérdidas los planes de pensiones más conservadores, aquellos que
invierten en renta fija a largo plazo.
EMPRESAS:
Según datos de las
asociaciones de fabricantes (Anfac), vendedores (Ganvam) y de concesionarios
(Faconauto), las matriculaciones de turismos y todoterrenos en el mercado
español se situaron en 307.911 unidades durante los tres primeros meses de este
año, lo que representa un aumento del 7,9% en comparación con el mismo período
de 2016, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), vendedores
(Ganvam) y de concesionarios (Faconauto).
Por otro lado, se ha
conocido que Bélgica ha pasado a ser el principal destino internacional del
cava español, dejando a Alemania como segunda plaza.
El presidente del Consejo
Regulador del espumoso, Pere Bonet, presentó los resultados del sector en 2016
y señaló que los belgas han comprado casi 30 millones de botellas durante el
año pasado.
Excelente trabajo...
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Mark...Saludos
ResponderEliminar