Según cualificados analistas,
la voluntad del presidente Trump va a conducir a Estados Unidos a implantar más
medidas proteccionistas y una mayor tensión comercial.
Opinan algunos que, salvo
que estas políticas se mantengan a lo largo de una década, su repercusión puede
tener una leve incidencia sobre la inflación, con un escaso impacto sobre el
crecimiento del PIB estadounidense.
Sin embargo, el mayor
riesgo es que suponen una pérdida de la confianza empresarial y de los mercados
financieros debido a la incertidumbre que estas políticas generan.
GLOBAL:
En contra de lo anterior,
otros analistas auguran que a consecuencia de los riesgos geopolíticos que está
desencadenando el proteccionismo terminará dañando seriamente al producto o
producción mundial o global.
Esa es la conclusión de
un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
(UNCTAD), que se ha conocido coincidiendo con la fallida cumbre del
G7 celebrada en Canadá. Frente a este
informe, el presidente Donald Trump declaró, con su tradicional retorica
bélica, que Estados Unidos es “la hucha de la que todo el mundo roba”.
La realidad es que
respecto a la guerra comercial que Estados Unidos ha declarado al resto del
mundo, desconocemos cual va a ser su duración y profundidad.
El presidente Trump ha emprendido
una batalla contra el déficit comercial estadounidense (lo identifica como el principal
culpable de los males de la clase media americana).
En relación a nuestro
país, Estados Unidos ha subido los aranceles (hasta el 34,5%) que impuso hace
unos meses a las aceitunas negras españolas, argumentando que reciben subvenciones
que les permiten ser vendidas por debajo de su precio de mercado.
Las reformas pactadas en
la última reunión del G7 entre Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Reino
Unido, Alemania y Japón, fueron rechazadas por Trump a través de su canal de
comunicación predilecto (Twitter). Aprovechando, además, para descalificar
públicamente a varios de los mandatarios presentes: al anfitrión Justin Trudeau
le llamó “débil” y “deshonesto” por criticar el proteccionismo populista
americano, y el principal consejero comercial de Trump, Peter Navarro, remató
esa opinión obsequiándole con “un lugar especial en el infierno”.
El citado informe de la ONU
(UNCTAD) alerta de la peligrosidad de la situación, de forma que la
incertidumbre política y la escalada de tensiones comerciales puede afectar al
futuro inmediato.
El propio FMI (Fondo
Monetario Internacional), donde el poder de Estados Unidos es muy considerable,
ha señalado que las políticas del presidente Trump elevan el riesgo económico global.
ESTADOS UNIDOS:
El expresidente de la
Reserva Federal estadounidense, Ben Bernanke, durante un debate en el conocido “think tank” “Amerizan Enterprise Institute”,
ha avisado del riesgo de llegar a un “crack” económico en el año 2020.
El actual presidente
llegó a la Casa Blanca con un buen recibimiento de los mercados que disparó la
Bolsa y la confianza, siguiendo la tendencia de su antecesor Barack Obama. El
paro ha bajado a niveles históricos (tasa de desempleo del 3,8% en mayo), y se
está disfrutando de un buen ritmo de crecimiento del PIB, a pesar de haberse
moderado en los últimos dos trimestres.
Según Bernanke, la
economía estadounidense podría enfrentarse a una importante desaceleración
dentro de dos años al disiparse los efectos del estímulo fiscal impulsado por
el presidente Trump.
Afirmó que, en 2020, llegará el “Momento Coyote” y dijo: “nos tiraremos al precipicio”. Recuérdese
a la serie de dibujos animados donde el pobre animal siempre acababa despeñado
por un precipicio.
El expresidente de la
Reserva Federal afirmó que la reforma fiscal de Trump es “un estímulo que se impulsa en un momento
equivocado, ya que la economía ya tiene importantes tasas de
empleo”.
La Oficina Presupuestaria
del Congreso de Estados Unidos publicó en abril que el estímulo incrementaría el crecimiento del PIB hasta el
3,3% durante 2018, y a un 2,4% en 2019.
Sin embargo, al alcanzar una tasa del 3,8 durante el pasado mayo, hace
prever que la inflación supere en bastante al objetivo del 2%. Todo ello
va a ocasionar dificultades a la política monetaria estadounidense.
La realidad es que el
presidente estadounidense ha declarado que la Unión Europea (UE) "es
posiblemente tan mala como China, solo que más pequeña. Es terrible lo que nos
hacen. Me encantan esos países, Alemania y todos los países. Escocia... pero
nos tratan muy mal, muy injustamente. Y a pesar de eso, nos gastamos una fortuna
en la OTAN para protegerles".
Trump ha amenazado con
imponer unos aranceles del 20 % a todas las importaciones de vehículos que
entren en Estados Unidos. Y según informes de prensa, ha abordado con miembros
de su equipo la posibilidad de que Estados Unidos abandone la Organización
Mundial de Comercio (OMC).
UNIÓN EUROPEA:
Desde la UE se ha
señalado a Estados Unidos que la economía de ese país afrontará graves riesgos
si acaban imponiendo mayores aranceles a la importación de automóviles del
resto del mundo. Según los cálculos realizados en la UE, Washington se arriesga
a ver entorpecidas sus exportaciones en alrededor de 250.000 millones de euros
(el 19% de sus ventas al exterior). Esa cifra es equivalente a la que suponen
las compras de Estados Unidos al exterior en un año.
El primer paquete de
medidas que tomó la UE a consecuencia de la imposición de tarifas aduaneras al
acero y al aluminio ha tenido ya el efecto sicológico que buscaba, porque se
centró sobre todo en productos genuinamente estadounidenses.
La pretensión de imponer esos
aranceles a los automóviles y piezas fabricados en el continente europeo, sería
muy perjudicial para la propia
economía de Estados Unidos, porque de hecho los coches de marcas
europeas que se venden en Estados Unidos ya se fabrican allí en gran parte.
La Comisión ha enviado
una carta en la que advierten que si el presidente Trump quiere endurecer la
guerra comercial, como ya ha anunciado en Twitter, las respuestas europeas
serían “palabras mayores”.
La Comisión Europea declara
en la carta, que las exportaciones europeas “no amenazan o alteran la salud de
la industria y economía de Estados Unidos, sino que, al contrario, podrían
suponer mayores costes para los fabricantes de coches y los clientes
norteamericanos.
No obstante, lo más
destacable de la misiva es la amenaza de responder con una lista de nuevos
aranceles a otros productos norteamericanos que podría llegar a esos 250.000
millones de euros señalados anteriormente.
Por otro lado, el Consejo
de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha acordado poner fin al término de 2018 a sus compras de activos, mientras
que ha alejado la posibilidad de una subida del precio del dinero al apuntar
que los tipos de interés se mantendrán al nivel actual "al menos hasta el
verano de 2019".
El presidente del BCE, Mario Draghi, ha explicado que los
miembros del órgano de Gobierno de la institución adoptaron su decisión de
manera "unánime", recordando que este programa de compra de activos "no desaparecerá", puesto que
pasará a incorporarse como un instrumento más de las existentes en la política
monetaria posible.
Draghi ha destacado los
sustanciales progresos realizados hacia un ajuste sostenido de la inflación,
confiando en que en los próximos meses continuará el proceso de convergencia de
la subida de precios hacia el objetivo de la entidad, cerca, pero por debajo
del 2%, y que será capaz de mantenerse incluso después de la retirada gradual
de estímulos.
Asimismo, el presidente
del BCE reiteró que se mantendrá la
política de reinvertir los vencimientos de los distintos programas de compras "durante
un extenso periodo de tiempo" después del final del plan de compra de
activos al concluir 2018. "El Consejo de Gobierno comparte la intención de
evitar un endurecimiento no buscado de las condiciones financieras (menos
crecimiento y más inflación).
Por otro lado, los
economistas del BCE han revisado a la baja su previsión de crecimiento para la
eurozona en el presente año, que se sitúa en el 2,1%, frente al 2,4% que
anticipaba el pasado mes de marzo, mientras que ha incrementado sus expectativas
respecto a las subidas de precios al 1,7% desde el 1,4%, según ha anunciado el
propio Mario Draghi.
De cara a los dos
siguientes ejercicios, el BCE mantiene sus pronósticos de crecimiento del PIB
de la eurozona en el 1,9% en 2019 y el 1,7% en 2020, mientras que ha elevado en
tres décimas la previsión de inflación para el próximo año, hasta el 1,7%,
manteniendo sin cambios en el 1,7% la subida de precios proyectada para 2020.
En cuanto a la situación
de la economía de la zona euro, Draghi subrayó que los riesgos se mantienen equilibrados en
general, apuntando que las incertidumbres para el crecimiento están vinculadas
a factores globales, "incluyendo la amenaza de un mayor
proteccionismo", que se han hecho "más prominentes" y apuntando
la necesidad de prestar atención a la persistente volatilidad del mercado.
Por otro lado, el presidente del Banco Central Europeo ha
manifestado su creencia de que mejores sueldos impulsarían la inflación de la
eurozona y ayudarían a completar la plena recuperación económica.
El
anuncio, señalado anteriormente, de que a final de año el BCE dejará de
comprar bonos públicos y privados, y que en verano de 2019 podrá subir el tipo
de interés del euro., hay que enmarcarlo dentro de que los malos augurios
globales (proteccionismo rampante, precio del petróleo nervioso, vaivenes
financieros imprevisibles) no estropeen la buena racha de la eurozona.
Según
Draghi, “aunque el crecimiento es corto en duración y pequeño en tamaño, la
actual expansión es sostenible. Desde 1975 ha habido cinco fases de crecimiento
en lo que hoy es la eurozona. Su duración media fue de 31 trimestres, con un
alza total del PIB del 21%. En cambio, ahora es de 20 meses con un incremento
del PIB de menos del 10%. Pero puede mantenerse”.
El
empleo ha aumentado en 8,4 millones de nuevos puestos desde mitad de 2013, y la
contribución del factor trabajo al PIB es "récord" (la mitad de este).
No
es nada frecuente que el presidente de un banco central realice elogios a la
contribución laboral –especialmente de las no subidas salariales- a la
recuperación de la economía tras la Gran Recesión.
Ha
señalado también Draghi, que el "crecimiento de los salarios está
empezando a rebotar. La retribución por empleado aumenta desde su caída a mitad
de 2016 y ahora está creciendo al 1,9%. Este componente salarial tiende a reaccionar
más rápido que el ciclo en el mercado laboral. También los salarios negociados se
mueven para arriba. Los recientes acuerdos entre patronal y sindicatos en Alemania,
España y Francia dan continuidad a esa tendencia. Y las restricciones de la
retribución a los funcionarios empiezan a relajarse".
El
BCE ha celebrado que los precios se aproximen al objetivo oficial del 2%, como
el desencadenante de la normalización "gradual" de la política monetaria
(endurecimiento de la misma).
La
realidad, es que la variable decisiva de la política monetaria es la inflación
subyacente, (aquella que no considera alimentos frescos y petróleo, sus componentes
más volátiles). Y esta ronda el 1,2%. Pero Draghi sorprendió a todos, al
asegurar que, si la inflación a secas crecerá al 1,7% en "cada uno de los
tres próximos años", la subyacente "alcanzará techos aún más
altos".
En
otro orden, ya han transcurrido 10 años desde el inicio de la
crisis de Grecia que supuso tres rescates multimillonarios por parte de Europa
a cambio de la imposición de duras reformas y de enormes medidas de austeridad.
Pues bien, el Eurogrupo
ha puesto punto final a los rescates a Grecia. El acuerdo al que se ha llegado
supone que Atenas empezará a pagar el capital y los intereses de los préstamos
del rescate en 2032. Los socios del euro le conceden 10 años extra de carencia.
Se amplían asimismo 10 años más los plazos de devolución (que ya eran de una
media de 32 años). Y el Eurogrupo pacta la entrega de los citados 15.000
millones del último tramo del rescate actual.
Los fondos permiten
repagar deuda y ampliar el colchón de liquidez hasta 24.100 millones de euros para
posibles problemas, para dar mayor confianza a los inversores cuando Grecia camine
independientemente en los mercados a partir de mediados de agosto.
El FMI, que no se ha
sumado con dinero fresco, aún tiene dudas a largo plazo, aunque tanto la
institución que dirige Christine Lagarde como el BCE de Mario Draghi aplauden
la posibilidad de tomar medidas adicionales de alivio de la deuda si fuera
necesario.
Finalmente, señalar que los
ciudadanos británicos han comenzado a sentir el impacto del Brexit: las
empresas europeas reconocen que la salida ha tenido un impacto directo negativo
en sus inversiones y flujos comerciales. De forma que la mitad de los
empresarios de la Unión Europea han reducido sus inversiones en la economía del
Reino Unido.
ESPAÑA:
La subida de los precios
del crudo petrolífero durante los meses pasados está pasando factura a los
españoles: los precios han continuado subiendo
en junio, alcanzando el incremento más alto de los últimos 14 meses.
Según el indicador
adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la subida de precios
anual estimada del Índice de Precios de Consumo (IPC) en junio de 2018 es del
2,3%.
Según el propio INE, "este
indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría
el aumento de dos décimas en su tasa anual, ya que en el mes de mayo esta
variación fue del 2,1%. En este comportamiento destaca la subida de los precios
de los carburantes (diésel y gasolina), frente a la bajada que experimentaron
en 2017".
Los precios viven así la
subida interanual más pronunciada desde abril de 2017, cuando el IPC marcó un
repunte del 2,6%. Desde entonces, fueron desinflándose las subidas, hasta
marcar el mínimo del año en enero de 2018, con una leve alza de solo el 0,6%.
Está claro, que según ha
avanzado el INE, este 2018, el “coste de la vida” ha vuelto a tomar nuevos impulsos
a consecuencia de los precios de la energía.
El indicador adelantado del
INE sobre junio ofrece pocos detalles sobre los precios que suben y bajan (por
productos se publican al mes siguiente). Sin embargo, el INE apunta a la subida
de los carburantes.
El barril de brent, de
referencia en Europa, cotiza ahora cerca de los 77 dólares. Hace un año estaba
cerca de los 46 dólares. Y España es un país muy dependiente de las
importaciones de energía desde el exterior, lo que hace que sus precios sean
muy sensibles a los cambios de las cotizaciones.
Según los datos del
Boletín Petrolero de la UE, la semana pasada el litro de gasóleo costaba de media
en España 1,232 euros. El litro de gasolina, 1,328 euros. En ambos casos eran
leves bajadas con respecto a la semana anterior, pero cerca de un 8% por encima
del comienzo de este año.
Una buena noticia, es que
la Seguridad Social ha recuperado la cota de los 19 millones de afiliados: en
septiembre del año 2008 había algo más de 19 millones de afiliados. Al mes
siguiente los perdió, y sólo ha conseguido recuperarlos durante el pasado mes
de junio que ha ganado alrededor de 91.000 nuevos afiliados (se ha situado en
algo más de 19 millones de afiliados).
Según datos del propio
Ministerio de Trabajo, el Paro Registrado (los desempleados demandantes de
empleo en las Oficinas de Empleo) se ha reducido en casi 90.000 desempleados
bajando hasta los 3,16 millones de personas que buscan y no encuentran un
empleo.
Regresar al nivel de
afiliados con los que contaba el instituto previsor en el momento del comienzo
de la Gran Recesión es una buena noticia. Sin embargo, no supone todavía
recuperar todo el empleo, medido según la afiliación, perdido durante la
crisis. Los 19,01 cotizantes de media durante junio todavía no alcanzan los
casi 19,5 millones que son todavía el techo de la Seguridad Social, tocado en
julio de 2007, en el apogeo del boom inmobiliario.
Si se observa la
tendencia de la afiliación en el último año, el aumento sigue por encima del 3%
—en concreto, en el 3,11%— igual que en mayo. Con este último junio, el
instituto previsor ya enlaza 24 meses con crecimientos anuales que superan el
3%.
Estos datos indican que
el buen comportamiento laboral prosigue. Aunque lo hace de una forma
provisional, ya que todas estas cifras deben contrastarse con las de la
Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año. La EPA es el
mejor termómetro de lo que sucede en el mercado del trabajo, y en sus últimas
ediciones ha confirmado lo que indican por adelantado la Seguridad Social y el
paro registrado, aunque con menos euforia.
Esa recuperación del
empleo está mejorando el volumen total de trabajadoras en el mercado de
trabajo, manteniendo una marcha estructural que apenas se ha detenido durante
la crisis. Así en junio, por cuarto mes consecutivo, volvió a batirse el récord
de mujeres afiliadas a la Seguridad Social, que alcanzó los 8.779.129. Esta
cifra representa el 46,19% del total de ocupados.
Un elemento importante
que está mostrando la salida de la crisis es el tirón de algunas ramas de
actividad como la hostelería. La pujanza del turismo en los últimos años ha
sido sustancial y eso se ha notado en la mano de obra. También se ha apreciado
durante el pasado junio, un mes que es la puerta de entrada al verano, es
decir, la temporada alta turística. Así, la hostelería ha sumado, solo en el
régimen general (el que rige para asalariados), 34.537 afiliados más.
Otras actividades también
han tirado del empleo en el último mes. El comercio ganó algo más de 28.000.
Otras ramas como la sanidad, actividades administrativas y servicios auxiliares
o la industria manufacturera han notado las contrataciones que realizan las
empresas para cubrir las bajas que demandan las vacaciones estivales.
Estos sectores han
compensado con creces la caída del empleo en la educación. Es habitual que esto
suceda cuando finaliza el curso escolar. Puede sorprender este hecho después de
la reciente sentencia del Tribunal Supremo que declaraba ilegal despedir en
verano a los docentes interinos que han trabajado en los colegios durante todo
el curso. No obstante, hay que señalar que este fallo no afecta a los maestros
y profesores que han realizado sustituciones cortas o a otros oficios que se
encuentran en las escuelas como los cuidadores, bedeles o las personas que
atienden los comedores escolares.
Sin embargo, no se ha
solucionado uno de los problemas más graves: la precariedad y la inestabilidad
en el empleo. Se deduce al observar la contratación realizada. Por quinta vez
en la historia, en junio se superaron los dos millones de contratos firmados.
Ya sucedió en mayo y en tres ocasiones durante 2017. Esto es un claro indicio
de una alta rotación en el empleo.
A pesar de ese alto
número de contratos en un solo mes (más de dos millones), esta cifra es menor
que la de mayo y junio del año anterior. Al analizar el detalle, se aprecia un
importante incremento de los contratos indefinidos en el último año, un 16,43%,
mientras que los temporales, que además son cada vez más cortos, van
consolidándose. Por otro lado, para mayor gravedad según algunos estudios, los
contratos fijos, aparte de ser menos, tampoco son sinónimo de estabilidad.
Un aspecto muy negativo,
citado anteriormente, es que Estados Unidos haya declarado que
las aceitunas que se importan desde España se benefician de
subvenciones que les permiten vender por dejado del precio de mercado.
El presidente Trump ha
endurecido los dos aranceles provisionales que impuso a España durante los pasados
meses de noviembre y enero, según ha adelantado la Asociación Española de
Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa) y se ha confirmado
luego en la resolución ya pública. Así, tras la resolución definitiva de la
Administración de Donald Trump, los aranceles en conjunto aumentan del 21,60%
provisional al 34,75%.
El caso tiene origen en
una denuncia presentada hace un año por la Coalición para el Comercio Justo de
Aceitunas Maduras, que representa los intereses de productos en California como
Musco Family Olive y Bell-Carter Foods. El arancel afecta a Aceitunas
Guadalquivir (del 27% para los subsidios y del 17,45% por el dumping), Agro
Sevilla Aceitunas (7,52% y 25,39% respectivamente) y Ángel Camacho Alimentación
(16,83% y 13,22%), informa el Departamento de Comercio de EE UU en el anuncio
oficial.
Entre sus argumentos,
según detalla la patronal en un comunicado, la Administración americana
mantiene que las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) otorgadas a estos
agricultores “no son compatibles con la normativa de la Organización Mundial
del Comercio”. Mientras que el primer impuesto se aplicará inmediatamente tras
su publicación oficial, el segundo no entrará en vigor hasta que la Comisión de
Comercio Internacional resuelva el 24 de julio si las exportaciones de aceituna
negra española causan daño o son una amenaza para la industria de EEUU. “Si
este organismo estableciera que no existe tal daño o amenaza, ambos aranceles
quedarían sin efecto”, recuerda la patronal del sector en un comunicado.
Tras el aumento de estos
aranceles España “perderá prácticamente el mercado americano de aceituna
negra”. Ya la patronal había alertado de que las exportaciones españolas de
aceituna negra a EE UU habían caído en el primer trimestre del año un 42,4% con
respecto al mismo periodo del año pasado. En 2016, los productores nacionales
vendieron a EE UU cerca de 29,7 millones de kilogramos de este tipo de oliva
por valor de 67,6 millones de dólares en 2017.
La estrategia de Washington
para reducir el déficit comercial es hacer presión a sus socios en negocios
pequeños. Las importaciones de aceituna española rondaron los 70,9 millones de
dólares en 2016, según datos del Departamento de Comercio. Es insignificante
comparado con los 1,1 billones de los intercambios totales con el bloque
europeo. El desequilibrio en el capítulo de bienes ronda los 147.000 millones.
EE UU recibía hasta ahora más de una tercera parte de las aceitunas vendidas en
el exterior por los productores españoles.
Por otro lado, respecto
al turismo, según el INE, España recibió durante el mes de mayo un total de
8,08 millones de turistas (el mejor mayo de toda la serie histórica). No
obstante, se trata de un crecimiento modesto respecto a los registrados en años
anteriores, apenas un 1% más que el mismo mes del año pasado, la tasa más baja
para un mes de mayo desde 2009.
La ralentización se
observa cuando se contabilizan los cinco primeros meses del año, periodo en el
que han visitado España 28,6 millones de extranjeros, un 1,96% más que en el
mismo periodo de 2017. El año pasado por estas fechas, la tasa de aumento fue
del 11,96%. Crece a mayor ritmo el gasto de estos visitantes, que desembolsaron
8.155 millones de euros, un 2,9% más.
La débil tasa de
crecimiento, que ya anticipaba el sector ante la recuperación de destinos
competidores como Turquía, Egipto o Túnez, que compiten en sol y playa con
precios muy agresivos, se debe en buena parte a la caída de algunos de los
principales mercados de los que se nutre el turismo español. Por ejemplo, en
mayo nos visitaron menos británicos que el año pasado, 1,9 millones, un 3,9%
menos. Aunque sigue siendo de largo el mayor mercado del sector español, en lo
que va de año han venido a España 6,2 millones, un 2,3% menos que en los cinco
primeros meses de 2017. Igual sucede con los alemanes, el siguiente mercado en
importancia: en mayo vinieron un 1,8% menos; un 2,7% menos en lo que va de año.
Por el contrario, en mayo aumentó mucho el número de visitantes franceses:
entraron en España 1.155.138, un 6,9% más que hace 12 meses.
MERCADOS:
La Bolsa española negoció
en renta variable 60.332,4 millones de euros en el pasado mes de junio, lo que
representa un 17,6% menos con respecto al mismo mes del año anterior, según el
balance publicado por Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Según los datos, la
negociación en renta variable se moderó un 8,6% con respecto al mes de mayo, y
en el acumulado de los seis primeros meses del año el descenso es del 7,2%.
En concreto, el número de
negociaciones en junio fue de 3,9 millones, con un descenso del 17,5% respecto
al mismo mes de 2017.
En el mercado de
derivados financieros, la negociación aumentó un 5,1% respecto a junio de 2017.
En renta fija, destacó el
volumen negociado que se elevó a un 37,7% en relación al mismo mes del pasado
año. Por su parte, el saldo en circulación del Mercado Alternativo de Renta
Fija (MARF) alcanzó los 2.804 millones de euros (+21,9%).
En relación al mercado de
la vivienda, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las compras se dispararon
en el mes de abril al registrar la mayor subida en lo que va de año. Las
transacciones de casas inscritas en los registros de la propiedad en España
aumentaron un 29,7% respecto a abril de 2017, hasta sumar 42.014 unidades.
Este acelerón supone un
gran aumento respecto al mes de marzo marcado por la Semana Santa que terminó
con la cifra más baja de ventas de casas y pisos (39.579, un 3,1% anual
menos). De hecho, entre un mes y otro (de abril a marzo) la subida en las
operaciones fue de un 6,2%, lo que supone 26,9 puntos más que la del año
anterior. El buen dato de marzo supera además los dos meses de fuerte avance de
enero y febrero, en los que cambiaron de manos un 23% y un 16% más casas,
respectivamente.
EMPRESAS:
Las empresas españolas
han continuado fortaleciéndose durante el primer trimestre de este año y, sin
embargo, los salarios no han seguido ese mismo camino.
Según la Central de
Balances del Banco de España, los beneficios crecieron un 39,3% entre el mes de
enero y marzo, mientras que los costes laborales sólo crecieron el 2,6% debido
a la creación de empleo, y no al aumento de los salarios (la remuneración media
lo hizo sólo el 1,5%). De forma que los beneficios han crecido 36 veces más que
los salarios durante el primer trimestre de este año.
Por último, la Inspección
de Trabajo sigue acechando a Deliveroo, ahora es en Barcelona donde le han
levantado un acta a cuenta de sus repartidores (los llamados rider que
suelen repartir en bicicleta). La empresa los considera autónomos, mientras que
la inspección los considera falsos autónomos y, por tanto, deberían cotizar
como empleados. Así, manda dar de alta de oficio a cientos de trabajadores y le
impone un recargo en las cuotas a la Seguridad Social del 20%, lo que le lleva
a exigir a la compañía el pago de 1,31 millones de euros por contratos de cerca
de un año y medio.
Según el informe de la
Inspección de Trabajo, tras analizar al detalle respecto a la forma en que
trabaja la empresa en Barcelona (qué exige a sus repartidores y cómo les
organiza los turnos de trabajo o las retribuciones) se concluye que Deliveroo
mantiene con los trabajadores "relaciones laborales ordinarias y no de
actividades por cuenta propia, cuyo encuadramiento y cotización corresponde
realizarse en el régimen general de la Seguridad Social y no en el régimen
especial de trabajadores autónomos".
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