El presidente Trump ha
decidido lanzar la guerra comercial contra sus grandes aliados, la Unión
Europea, México y Canadá, al activar unos aranceles al acero (25%) y al aluminio
(10%) que había anunciado en marzo.
GLOBAL:
Desde hace ya tiempo, la
mayoría de los analistas económicos señalan las insuficiencias, desequilibrios
y debilidades con las que la economía global ha ido alejándose de lo peor de la
crisis (la Gran Recesión).
Para muchos no se había
salido completamente de la misma, a pesar de la favorable evolución
macroeconómica. Parecía que lo peor había pasado ya hace algún tiempo. Sin
embargo, los acontecimientos de las últimas semanas traen nubarrones financieros,
en particular para los emergentes. Los desequilibrios eran globales, pero el
detonante, puede estar activándose por culpa de la administración Trump.
Por una parte, se está
implantado un aumento de los aranceles y trabas comerciales con China y otras áreas
del mundo. Y, por si fuera poco, la ruptura del acuerdo con Irán está
suponiendo un acusado aumento de los precios de los crudos petrolíferos cuyas
nefastas consecuencias son imprevisibles. Todo ello en un momento de retiradas
de estímulos monetarios y tipos de interés en aumento.
El comercio internacional
sufrirá un impacto considerable. China va a tener que reaccionar. La guerra
comercial está servida. Es curioso que tanto Estados Unidos como la Unión Europea
podrían tener argumentos legítimos conjuntos contra el gigante asiático. Sin
embargo, Washington ha decidido atacar a la Unión Europea en lugar de buscarla
como aliada, creando más incertidumbre para la economía global.
Habrá que esperar a la
forma final que adopte esa "guerra comercial", y a cuántos países
afecta. Pero, desde luego, no cabe ser optimista.
La mayor inestabilidad
proviene del fuerte aumento de los precios del petróleo, una vez que Irán (un
gran productor) no contribuirá a incrementar la oferta como lo ha hecho durante
los dos últimos años. Las sanciones a Irán incrementaran aún más los costes.
Consecuencias de todo
ello, es que, por ejemplo, en la eurozona la inflación subirá y acercará al BCE
al objetivo de precios en un momento en el que la economía europea da señales
de desaceleración. No es raro, que, frente a esto, el BCE de nuevo este
pidiendo una política fiscal mucho más coordinada y potente. Se vislumbran
grandes riesgos, en un momento en el que ya se ha agotado la munición de la
política monetaria.
Más preocupante es la
situación de las economías emergentes. El bono del Tesoro americano y el
fortalecimiento del dólar están haciendo estragos, desde Turquía hasta
Argentina que ya ha solicitado ayuda al FMI.
ARGENTINA:
La Argentina de Mauricio Macri está registrando
la máxima tensión económica. Por lo que el presidente argentino, tras el
fracaso de su política monetaria, ha iniciado negociaciones con el FMI a fin de
conseguir la ayuda de esta institución.
Existe un clima de
incertidumbre a consecuencia del duro revés que sufrió su moneda durante el
pasado mes de mayo, tras su fallida política monetaria: para muchos analistas
los problemas arrancaron con el error cometido por el Banco Central argentino
al elevar el objetivo de inflación para este 2018 del 10% al 15%.
Se menciona también como
otro fallo el anuncio de un impuesto
del 5% sobre las inversiones en letras del Tesoro argentino, que afectó
tanto a locales como a extranjeros y provocó una reducción en las compras de
letras del Tesoro argentino por parte de los inversionistas.
La realidad, es que una
inflación más alta, y el fortalecimiento del dólar estadounidense han generado
fuertes presiones sobre el Peso argentino.
En todo caso, se está
señalando que esta crisis no tiene nada que ver con la del año 2001. La de
ahora se trata de una crisis cambiaria, no es una crisis bancaria como en otros
tiempos; en esta ocasión no ha habido fuga de depósitos.
Las medidas adoptadas por
el Gobierno de Macri tratan de estabilizar la moneda, pero no son viables a
largo plazo, ya que no se puede sostener un tipo de interés del 40% con un 25%
de inflación.
Para la mayoría de los
analistas, la principal preocupación es que Argentina logre reconstruir la
confianza de los inversores internacionales, pero por el momento todo indica
que no será tarea fácil. El problema de Argentina es el déficit fiscal y, sobre
todo, el alto gasto público.
Y la desconfianza externa
ha llegado al punto máximo con el aumento del Riesgo País en 100 puntos, hasta
quedar en los 400 enteros, un indicador más de la poca confiabilidad que recae
sobre la economía.
ESTADOS UNIDOS:
Como hemos anunciado al
inicio del artículo, en la línea de pensamiento del presidente de Estados
Unidos, “América lo primero”, Washington ha anunciado la entrada en vigor de aranceles
al acero (25%) y al aluminio (10%) a fin de reducir el déficit comercial
estadounidense.
Trump está obsesionado
con este tema, que señala el mayor problema de la economía, y como “origen de
todos los males de la clase media”. La realidad, es que con esta medida Estados
Unidos no está distinguiendo entre aliados ni rivales, de manera conjunta en
tres frentes: Europa, Canadá y México, y China.
La mayor potencia mundial
ha recurrido incluso a argumentos de seguridad nacional: "sin una economía
fuerte, no puedes tener una seguridad nacional fuerte, ya que el debilitamiento
de la industria es un riesgo para la producción o compra de armamento”.
El desencadenante de una
muy nociva guerra comercial está servido: la Unión Europea, el principal socio
comercial contra Estados Unidos.
El presidente de la
Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha señalado en un comunicado que es
“puro y simple proteccionismo, por lo que Estados Unidos no nos deja otra
opción que proceder a presentar el caso ante la Organización Mundial de
Comercio (OMC) e imponer más aranceles a una serie de importaciones a la
economía estadounidense”.
Bruselas ya tiene
elaborada una lista de unos 350 productos (desde alimentos a bebidas,
maquillaje o barcos de recreo) que quedarían sujetos a gravámenes adicionales
como represalia por la medida estadounidense. La Comisión Europea ya las
notificó a la OMC para poder actuar con rapidez si Washington abría la guerra
comercial, así que el Ejecutivo comunitario calcula que podría activarlas a
mediados de este mes de junio. Bruselas presentó dos listados que penalizan
productos cuyas ventas a la Unión Europea representan unos 6.400 millones de
euros, un montante equivalente a las ventas europeas de acero y aluminio a
Estados Unidos que busca igualar daños.
La Comisaria de Comercio,
Cecilia Malmström ha señalado que “es un mal momento para el comercio mundial.
Hemos hecho todo lo posible para evitar este resultado. En estas
conversaciones, Estados Unidos ha tratado de usar la amenaza de restricciones
comerciales para obtener concesiones de la UE. Nosotros no negociamos así”
Por otro lado, China
supone el grueso del déficit comercial estadounidense (375.000 de un total de
556.000 millones, con las cifras del año pasado), seguida por la UE
(151.000).
Pues bien, Pekín y
Washington han anunciado aranceles recíprocos sobre sus respectivas
importaciones por valor de 50.000 millones cada uno y han amenazado con
elevar las sanciones. Además, ya hay otras tarifas en vigor desde marzo por
valor de 6.000 millones de dólares (3.000 por cada banda).
En la Unión Europea, la
guerra comercial también ha ocasionado conflictos dentro de la Unión Europea:
Alemania, principal economía perjudicada por las medidas que encarecen las
importaciones europeas, ha insistido en ofrecer a Washington incentivos
comerciales para evitar el conflicto. Por el contrario, Francia argumenta que
no debía articularse ninguna propuesta bajo la amenaza de Trump. Como punto
intermedio, los jefes de Estado y de Gobierno esbozaron un plan para mejorar
los intercambios entre ambos bloques, con el señuelo de facilitar el acceso a
Europa de los automóviles estadounidenses y de incrementar las compras del gas
natural licuado que produce Estados Unidos. La realidad es que Washington,
hasta la fecha, ha ignorado todas las ofertas de la Unión Europea.
Por otro lado, por
primera vez en sus 226 años de historia, una mujer va a presidir la Bolsa de
Nueva York
Stacey
Cunningam, hasta ahora directora de operaciones de Wall Street, que
comenzó su andadura como becaria en la bolsa en 1994 mientras estudiaba la
carrera de ingeniería industrial va a ocupar ese cargo.
Desde entonces, su
trayectoria profesional ha estado dedicada a la cotización de las acciones, aunque
en el año 2005 dio un giro de 180 grados y estuvo trabajando en el instituto de
Educación Culinaria.
Dos años después regresó
al frenético mundo de las cifras, pero esta vez, en el Nasdaq, otra de las principales bolsas de
EE.UU. Un empleo que dejó en 2015 para volver al lugar en el que comenzó
su trayectoria profesional.
La realidad, es que dos
de las tres grandes Bolsas de Estados Unidos estarán lideradas por mujeres.
Sin duda, uno de sus
grandes retos, será preservar la relevancia de los grandes parqués bursátiles
frente al avance de las plataformas virtuales.
EUROZONA:
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aboga por una
reforma de la zona euro en línea con la que piden también la Comisión Europea,
el Banco Central Europeo (BCE), y países como Francia o España.
El mensaje ha llegado
cuando falta poco para la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Unión
Europea en la que, en principio, debería acordarse una hoja de ruta para
precisamente eso: reformar la arquitectura institucional de la zona euro para
solventar sus defectos de origen.
El FMI, que ha presentado
en Bruselas su Informe de Perspectivas Regionales para Europa de Primavera, ha
pedido completar la Unión Bancaria con un Eurofondo de garantía de depósitos
para todas las entidades de la zona euro, atribuir al Mecanismo Europeo de
Estabilidad la función de garante de último recurso para el Fondo Único de
Resolución bancaria y crear una Capacidad Fiscal Central para apoyar a países
en crisis.
Se afirma en el informe
del FMI que "la recuperación ofrece la oportunidad de avanzar más rápido
en la profundización de la Unión Económica y Monetaria".
En primer lugar, hay que
centrarse en la Unión Bancaria, que ahora solo cuenta con dos de los tres
pilares previstos inicialmente, la supervisión y la resolución única. A este
último le falta todavía un elemento clave: se apunta en el documento que hay
que "instituir un cortafuego desde el Mecanismo Europeo de Estabilidad al
Fondo Único de Resolución y establecer un seguro de depósitos europeos
marcarían un importante paso hacia un mayor reparto de riesgos".
Y se añade la necesidad
de crear una capacidad fiscal central, financiada por todos los Estados
Miembros, que apoyaría financieramente a los países que entrasen en crisis.
Ahora bien, se advierte
en el Informe que “para poder beneficiarse de ella los países deberían cumplir
con las normas fiscales de la UE (que, grosso modo, obligan a que el déficit
público no supere el 3% y la deuda pública, el 60%)”.
Igualmente, se contemplan
mecanismos para evitar transferencias fiscales permanentes o demasiado elevadas
de unos países a otros, como limitar las aportaciones y las ayudas por Estado
Miembro o crear un sistema de "prima por uso", por el que los países
que más lo usan en tiempo de crisis, contribuyan más en tiempos de bonanza.
Además, el FMI también
advierte de que el Brexit de Reino Unido va a obligar a acelerar la Unión del
Mercado de Capitales.
Londres, actualmente el
pulmón financiero del continente, pasará a ser la capital de un tercer Estado,
así que la institución urge a crear alternativas de financiación a la banca
tradicional.
Afirma el FMI que "la
Unión del Mercado de Capitales intenta ampliar las opciones de financiación
para pequeñas y medianas empresas incrementando la base de inversores,
promoviendo la armonización de regímenes de insolvencia y protegiendo los
derechos de los inversores en operaciones transfronterizas".
ESPAÑA:
La OCDE ha señalado que
el Producto Interior Bruto (PIB) español crecerá un 2,8% este año y un 2,4% en 2019. Esto quiere decir que
el crecimiento económico será cinco y tres décimas más de lo que había
anticipado en el pasado mes de noviembre, cuando había corregido a la baja sus
cifras en un contexto marcado por el desafío secesionista en
Cataluña.
Desde la OCDE, parece no
haber tenido importancia la posible incertidumbre política generada tras la presentación de la moción de censura contra
Rajoy (que finalmente ha triunfado), ni la posibilidad de nuevas
elecciones generales a corto o a medio plazo.
En cambio, ha justificado
el alza de su estimación, en el vigor de la inversión, de las exportaciones y
la demanda interna.
Según Pereira, economista
jefe de la OCDE, «se trata de un crecimiento
muy sano», confirmado que no han modificado sus cifras por esos elementos: Y que hemos visto
en el pasado que las elecciones no han tenido un impacto muy grande en la
economía española y creemos que va a ocurrir ahora lo mismo ».
En el estudio se señala que
se han mitigado las negativas consecuencias
económicas de la incertidumbre política en torno a Cataluña, pero
advierten de que la persistencia de esa crisis «podría mermar aún más la
confianza y golpear la demanda interna».
La OCDE ha anticipado
que, gracias al dinamismo de la actividad, España va a seguir generando empleo,
de forma que el paro, que estaba en el 17,2 % en 2017, bajará al 15,5 % este
año y al 13,8 % el próximo. El economista jefe ha subrayado que “España necesita mejorar la calidad del empleo y
realizar reformas para mejorar su sistema educativo y de formación”.
Por otro lado, respecto a
los precios, los carburantes y, en menor medida, la electricidad, han elevado
los precios: el IPC (Incremento de Precios al Consumo) durante el pasado mes de
mayo, se ha situado en una tasa de aumento del 2% (nueve décimas más que el mes
anterior).
El Instituto Nacional de
Estadística (INE) ha señalado que es la tasa más alta de este 2018, y la mayor
desde abril de 2017. El índice encadena 21 meses en terreno positivo.
Según el indicador del
INE, la gasolina y el gasoil son los principales causantes del fuerte estirón
de los precios, sobre todo porque suben en mayo mientras que el año pasado por
estas fechas estaban bajando (un 2,5%). Este año, los carburantes empiezan ya a
reflejar las fuertes subidas del precio del petróleo de las últimas semanas,
que ha situado el barril de crudo Brent de referencia en 80 dólares por barril.
En lo que va de año, el
crudo se ha encarecido un 13%, y los precios de los carburantes en los
surtidores de las gasolineras están ya en máximos del año. Según el último
boletín petrolero de la Comisión Europea, del 21 de mayo, el precio medio de la
gasolina sin plomo 95 en España alcanzaba 1,3225 euros el litro, mientras el
gasóleo llegaba a 1,2278. Es un 4,2% y un 4,6% más, respectivamente, que en el
boletín del 23 de abril.
De hecho, la subida
desborda las previsiones de organismos como Funcas, que en su indicador de
coyuntura dedicado al IPC preveía para mayo una subida del 1,7%. En su
último informe, del 11 de mayo, ya destacaba en un párrafo la "acusada
trayectoria alcista" de los carburantes que, acompañada de una pérdida de
valor del euro frente al dólar, ponía al crudo "sensiblemente por
encima" del escenario contemplado en las anteriores previsiones. Así,
revisaba al alza su previsión de IPC, situándolo por encima del 2% en verano y
un 2% en diciembre, para una media anual del 1,7%, dos décimas por encima de lo
previsto en las anteriores previsiones.
Según ll ICP armonizado, elaborado
de acuerdo con los criterios de la Oficina Estadística de la Unión Europea, los
precios subieron durante el pasado mayo un 0,9% (un punto más que el mes
anterior) cuando cayeron un 0,1%. La realidad es que, desde octubre de 2017, no
se registraba un incremento mensual tan elevado.
Frente a estos
incrementos del IPC, los sindicatos reclaman una subida salarial del 3,1%, de
forma que recoja la subida de precios, más un porcentaje adicional que tenga en
cuenta la productividad y, exigen que el salario mínimo en los convenios sea de
1.000 euros mensuales.
Y es que los salarios
siguen sin sumarse a la recuperación económica: el sueldo medio apenas creció un 0,2% quedándose en 23.156,34 euros
brutos anuales, el llamado mediano
(la mediana que divide en dos partes iguales los datos o distribución de las
cifras de ingresos salariales) se redujo hasta los 16.466,49 euros brutos.
Desgraciadamente se evidencia que los empleos creados son precarios y con bajos
salarios.
Respecto al llamado salario más frecuente, que está en
16.497,4 euros y que vinieron a cobrar alrededor de medio millón de
asalariados: este sueldo bruto es prácticamente el mismo que un año antes,
cuando quedó en 14.498,4. Esta cantidad es también algo mayor, pero no mucho
que justo un año antes (14.490 euros brutos).
La hipótesis de que el
anémico comportamiento de los sueldos en los últimos ejercicios no está
reduciendo la desigualdad en el mercado de trabajo, se muestra al observar la
evolución del índice Gini (mide la distribución personal entre los asalariados).
Este indicador, que mide la desigualdad con un valor entre 0 y 100 (en el que 0
en la igualdad absoluta y 100 la desigualdad máxima) se halla en el 34,3.
El índice es el mismo del
año 2015, y se sitúa cuatro décimas por debajo del que se alcanzó en 2014,
ejercicio en que alcanzó el máximo desde que comenzó la crisis en 2008.
Por otro lado, el Paro
Registrado que publica el Ministerio de Empleo (mide los desempleados que
acuden a inscribirse como demandantes a las Oficinas de Empleo), durante el pasado
mes de mayo ha mostrado una buena
evolución, sobre todo en el número de afiliaciones a la Seguridad Social.
La reducción del
desempleo, en 83.738 personas, ha quedado bastante por debajo de los 112.000
desempleados menos que registró mayo de 2017, pero los datos de Seguridad Social esta vez son
algo mejores que los de hace un año (237.000 afiliados más este año, frente a
los 223.000 de mayo de 2017). No obstante, se trata del mejor dato de mayo de
la serie, que arranca en 2001.
Por Comunidades Autónomas, el paro ha bajado en todas, especialmente en
Cataluña (-13.378), Andalucía (-13.001) y Madrid (-9.830). En
cuanto al empleo creado, la afiliación ha crecido en todos los sectores, pero
especialmente en la Hostelería (+74.642), Actividades Administrativas y
Servicios Auxiliares (+22.047) y Comercio (15.435).
La
contratación ha aumentado un 1,52%en general, y un 19,6% si nos fijamos sólo en
la indefinida. Se superan así los 200.000 contratos indefinidos firmados,
lo que hace de éste el mejor mayo de la serie de acuerdo con este indicador;
con todo, los contratos indefinidos firmados representan sólo un 9,72% del
total de contratos firmados el mes pasado.
En
cuanto a protección social, la tasa de cobertura sube: el total de
parados registrados que han trabajado antes y tienen acceso a prestación o
subsidio son el 56,3%, frente al 53,8% del año pasado.
MERCADOS:
La inestabilidad ha
pasado factura a la Bolsa a finales de mayo: todas las miradas han estado
puestos en Italia por la enorme crisis institucional que atraviesa. En España
la moción de censura no ayudó a calmar los ánimos, llevándose los bancos las
perdidas más acusadas.
Las Bolsas en Europa se
han decantado por las ventas tras los aranceles impuestos por Estados Unidos al
acero y al aluminio de la Unión Europea, y pendientes de las novedades sobre el
nuevo Gobierno previsto en Italia.
Parece que en Italia el
enésimo giro de los acontecimientos evitará la convocatoria urgente de
elecciones. y dará paso a otra fase de
negociaciones para formar un Ejecutivo.
En el mes de mayo, la
Bolsa ha perdido un 5,16% (su peor mes desde la corrección del pasado febrero).
En relación al mercado de
petróleo, el precio del Brent ha superado los 80 dólares por
barril. Se trata del importe más elevado desde noviembre de 2014.
El aumento viene impulsado
por las tensiones geopolíticas de los últimos meses en los países productores
como Irán. El presidente Trump, anunció el restablecimiento de las sanciones a
este país tras la salida de los norteamericanos del acuerdo nuclear
firmado en 2015.
Como consecuencia de
estas subidas del crudo, la gasolina y el diésel han superado la barrera de los
1,3 y 1,2 euros el litro respectivamente, lo que supone nuevos máximos anuales.
También está detrás de
las subidas, la baja producción de Venezuela, a la que la Agencia Internacional
de la Energía (AIE) se ha referido en su informe mensual como uno de los
"principales desafíos" para el precio del crudo. También afectan a la
escalada del precio, la tensión en la región árabe, y el miedo a que se reduzca
el suministro.
Los precios de los
carburantes continúan así con la subida que comenzó a finales de marzo y que se
ve ahora intensificada por las tensiones políticas. Desde marzo de este año el
precio del diésel ha aumentado un 7% y el de la gasolina un 6,7%.
EMPRESAS:
El presidente de El Corte
Inglés, Dimas Gimeno, ha declarado que el Consejo de Administración no ha
convocado a la reunión extraordinaria donde se pretendía la destitución del
presidente de la empresa.
Se han aprobado por
unanimidad las cuentas del grupo correspondientes al ejercicio de 2017.
En el último Consejo de
Administración, Gimeno trato de que se aprobara su Plan estratégico, la salida
a Bolsa de la compañía, y la aplicación de la normativa del Buen Gobierno
Corporativo, con la incorporación de consejeros independientes.
Excelente informe ...
ResponderEliminarGracias
Mark de Zabaleta