La directora gerente del
Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha advertido del riesgo
que supone que la deuda global haya alcanzado un nuevo récord, ya que se ha
situado en 182 billones de dólares (157 billones de euros).
GLOBAL:
Según la directora del
FMI, Lagarde, la deuda global (la suma de la pública y de la privada) ha
alcanzado un récord histórico de 182 billones de dólares, casi un 60 % por encima
de la registrada en 2007". Ha señalado que “después de una década de
condiciones financieras relativamente fáciles, los niveles de la deuda han
alcanzado nuevos máximos en economías avanzadas, emergentes y en países con
ingresos bajos.
Las economías emergentes
y en desarrollo están ya sintiendo la presión a la vez que se ajustan a la
normalización monetaria en el mundo avanzado.
Este proceso de ajuste podría
ser todavía más desafiante si se acelera de manera inesperada, lo que podría
causar correcciones de los mercados, fuertes movimientos de los tipos de cambio
y un mayor debilitamiento de los flujos de capital”.
De acuerdo a las
estimaciones del FMI, las economías emergentes, excluida China, podrían
registrar hasta 100.000 millones de dólares de deuda.
Igualmente ha señalado
Lagarde que, según las previsiones del FMI, “el actual contexto de políticas
proteccionistas desatado por EE.UU. ha empezado a tener efecto en la economía
global, cuyo crecimiento se verá ralentizado”. De esta forma, ha advertido que
el crecimiento económico será más reducido.
ESTADOS UNIDOS:
Según el Comité Federal
del Mercado Abierto (FOMC), "el mercado laboral estadounidense ha seguido
fortaleciéndose y la actividad económica ha aumentado a un fuerte ritmo. Las
ganancias de empleo han sido importantes, en promedio, en los últimos meses, y
la tasa de desempleo se ha mantenido baja".
Ello ha conducido a que
la Reserva Federal de Estados Unidos haya decidido subir de nuevo los tipos de
interés. La decisión, que sitúa el precio del dinero en el nivel más alto desde
2008, se tomó de manera unánime de la Fed.
El banco central
estadounidense prosigue así su planeada senda de "gradual" ajuste
monetario, y dejó la puerta abierta a una cuarta subida del precio del dinero
en su reunión final del año en diciembre.
Según Jerome Powel,
presidente de la Fed, "este es un buen momento de la economía
estadounidense", anunciando que a partir del próximo año comparecerá ante
los periodistas tras cada encuentro, y no cada dos, como era habitual hasta ahora.
Agregó, asimismo, que las
recientes presiones alcistas sobre los precios muestran un carácter
transitorio, al asegurar que se espera que se estabilice en torno a la meta
anual del 2 %, y rechazó la preocupación de sobrecalentamiento de la economía
en un contexto de prácticamente pleno empleo.
En sus nuevas
proyecciones macroeconómicas, la Fed mejoró las previsiones de crecimiento
económico de Estados Unidos al 3,1 % para este año, frente al 2,8 % calculado
en junio.
Powell apuntó gran parte
de la responsabilidad de este auge al "impulso" dado por el enorme
recorte de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los
trabajadores, lanzado por el presidente Trump.
Por su parte, la tasa
paro seguirá en niveles cercanos al pleno empleo, con un 3,7% estimado para
finales de este año, una décima por encima de lo anticipado en junio, y un 3,5
% para 2019.
Como es sabido, el Banco
Central de Estados Unidos, la Fed, persigue un doble objetivo: la consecución
del pleno empleo y la estabilidad de precios.
De nuevo, Jerome Powel,
evitó pronunciarse sobre los posibles efectos del muy agresivo proteccionismo
comercial impulsado por el presidente estadounidense, pese a los múltiples
documentos de la Reserva Federal que manifiestan una gran preocupación del
sector empresarial.
No obstante, Powel señaló:
"me preocupa dónde nos lleven estas disputas comerciales. Si llevan a un
mayor proteccionismo eso va a ser negativo para la economía de Estados Unidos y
los trabajadores y familias, así como para otras economías. Me preocupa dónde
nos lleven estas disputas comerciales. Creo
que si hubiera un descenso de los aranceles en todo el mundo se obtendrían beneficios”.
Los mercados financieros
recibieron, sin embargo, con cierto recelo la subida y las posteriores
explicaciones de Powell.
El Dow Jones, el
principal indicador de Wall Street, cerró con un descenso de 0,40 %, tras haber
estado gran parte de la jornada en terreno positivo.
En lo que resta de año,
hay previstas dos nuevas reuniones de política monetaria de la Fed (a comienzos
de noviembre y mediados de diciembre). En este último encuentro del año se
espera la cuarta y última subida de tipos de interés de este año 2018.
Por
otro lado, el presidente Trump ha llegado a declarar que no le
importaría declarar la guerra comercial total a China y someter a
fuertes aranceles a todos los bienes que importa del gigante asiático. Se trata
de mantener o incrementar las medidas adoptadas en lo que va de año: los aranceles
al acero y al aluminio, que también se impusieron a otros socios comerciales, y
los que se aplicaron a bienes por valor de 50.000 millones de dólares en julio.
China cumplió con su
promesa de responder a los
aranceles con la misma moneda. Trump aumentó sus amenazas, y ordenó que
se elaboraran una lista de productos chinos por valor de 200.000 millones que
serían objeto de un nuevo arancel.
China calificó entonces
la idea de “irracional y completamente inaceptable”, por lo que no caben dudas
de que Pekín responderá con otro ataque comercial, aunque la verdad, es que
tiene menos capacidad de maniobra que
Trump: el año pasado, los Estados Unidos importaron productos chinos por valor
de 505.000 millones de dólares, mientras que China solo recibió exportaciones
estadounidenses por valor de 129.000 millones.
Las
elecciones legislativas de noviembre, donde los republicanos
se juegan conservar su mayoría en las dos cámaras del Congreso, están a la
vuelta de la esquina y la guerra comercial iniciada por el presidente de EE.UU.
no se ve con buenos ojos en sectores amplios del empresariado. Varias
asociaciones patronales que se oponen a los aranceles están convirtiendo la
guerra comercial en un asunto de campaña. En su opinión, las tensiones comerciales
afectan a los avances económicos conseguidos por Trump con la reforma fiscal y
su eliminación de regulaciones.
La nueva ronda de
barreras comerciales (incluye productos de consumo de todo tipo) tendría además
un impacto más visible en los
precios que paga el consumidor medio estadounidense (hasta ahora
los aranceles se habían centrado más en bienes de equipo industriales), y con
la llegada de las compras masivas por las festividades (Halloween, Acción de
Gracias, Navidades) podría desatar una respuesta negativa del electorado.
Además, es muy probable que la represalia china a los nuevos aranceles afecte a
exportaciones agrícolas estadounidenses, un sector normalmente alineado con los
republicanos.
Por otro lado, Canadá y Estados
Unidos han alcanzado un nuevo acuerdo comercial trilateral junto con México después
de meses de negociación que sustituirá al Tratado de Libre Comercio para
América del Norte (TLCAN), dando paso al nuevo para el siglo XXI,
denominado USMCA, por las siglas en inglés de Estados Unidos-México-Canadá.
Según opina el presidente Donald Trump, el acuerdo es un “privilegio” para México, Canadá o cualquier país del mundo comerciar con Estados Unidos, a la vez que ha considerado que todos ellos quieren atacar la hucha del cerdito que supone la economía de la nación norteamericana. "Es un privilegio para China, es un privilegio para la Unión Europea, es un privilegio para Japón comerciar con nosotros, venir aquí y atacar la hucha del cerdito". En fin, que tenemos que estarle muy agradecidos a Trump.
Según opina el presidente Donald Trump, el acuerdo es un “privilegio” para México, Canadá o cualquier país del mundo comerciar con Estados Unidos, a la vez que ha considerado que todos ellos quieren atacar la hucha del cerdito que supone la economía de la nación norteamericana. "Es un privilegio para China, es un privilegio para la Unión Europea, es un privilegio para Japón comerciar con nosotros, venir aquí y atacar la hucha del cerdito". En fin, que tenemos que estarle muy agradecidos a Trump.
UNIÓN EUROPEA:
Por parte de Italia está
teniendo lugar, quizá, el desafío más grave que ha conocido la moneda única
desde su creación. Todo ello como consecuencia del pulso del gobierno de
coalición entre populistas y demagogos a las reglas que rigen la
gobernanza del euro.
En el último Eurogrupo
los ministros de Economía pusieron contra las cuerdas al representante
italiano, el tecnócrata Giovanni Tria, que a su vez tuvo que reconocer que está
siendo superado por las presiones de los dos polos de la heterodoxa coalición
de gobierno de la tercera economía de la zona euro. Por ahora no se han visto ni fisuras ni alianzas
defensivas entre países del norte o del sur, sino que la situación
se dirige hacia la confrontación directa entre Italia y el resto de economías
de la Unión Europea.
Según uno de los
participantes en la reunión del Eurogrupo, no fue el presidente Mario Centeno
quien tomó la excepcional decisión de abordar el tema italiano cuando no
figuraba en el orden del día, sino que fueron los ministros de Francia, Bruno
Le Maire, y Holanda, Wopke Hoekstra, quienes quisieron aprovechar el momento
para lanzar una señal clara de advertencia a Roma y le pidieron a Tria que
explicase cuáles eran las intenciones de su gobierno para el presupuesto de
2019.
Italia no puede esperar
apoyos de un supuesto sindicato del sur. Y en cuanto a los del norte, hay
todavía menos posibilidades de que sean comprensivos con Italia. El ministro
austriaco de Finanzas, Hartwig Löger, reconoció al final de la reunión del
Ecofin, que “hay una discusión entre los países” sobre el presupuesto italiano
en la que han constatado que “el Eurogrupo es una unión monetaria. Estamos juntos y si hay reglas se deben
cumplir. Y si no se cumplen, la Comisión Europea debe actuar con
sanciones económicas”.
La ministra española
Nadia Calviño solo pudo celebrar que “los inversores sigan creyendo en España”
pero también tuvo que admitir que “esta inestabilidad no beneficia a nadie y
menos a Italia”.
Tampoco parece que en
Roma estén esperando el apoyo de nadie. El responsable del Movimiento 5
Estrellas, el actual ministro de Desarrollo Económico, Luigi di Maio, respondió
a las palabras del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en las que
llegó a comparar a la Italia de hoy con la Grecia que tuvo que ser rescatada
tan dramáticamente: “no quisiera que después de haber tenido que vencer una
crisis en Grecia nos encontremos con lo mismo en Italia. Una crisis ha sido
suficiente. Algunos están esperando que demos marcha atrás. Pero nosotros no retrocedemos ni un
milímetro”,
Por su lado, el
representante de los nacional populistas de la Liga, Matteo Salvini, aún fue
más allá y acusó a Juncker (Presidente de la Comisión de la Unión Europea) de
hacer estas declaraciones para provocar a los mercados. En palabras de Salvini,
“las palabras y amenazas de Juncker y otros burócratas europeos siguen azuzando
la prima de riesgo, ¿tal vez con el objetivo de atacar al Gobierno y la
economía italianos? Nosotros estamos listos para reclamar los daños a los que
quieren el mal de Italia”.
Según las reglas de la
zona euro, los países han de enviar a Bruselas una descripción genérica de sus
cuentas antes de que estas sean aprobadas por los parlamentos nacionales,
puesto que quiere por un lado verificar que se cumplen los preceptos del pacto de Estabilidad sobre
control del déficit público, pero por otro no quiere tener que corregir un
presupuesto que ya haya sido aprobado por el Parlamento, porque eso provocaría
un conflicto de legitimidad.
Italia es un país
altamente endeudado y el Gobierno de coalición ha previsto un déficit del
2,4% del PIB para los próximos tres años, muy por encima de lo pactado en abril
con la Comisión Europea, cuando el anterior Gobierno del Partido Demócrata
había fijado objetivos de déficit de 0,8% en 2019 y 2020, y del 0,2%, en 2021
Consecuencia de ello, es
que la prima de riesgo italiana ha subido cerca de 70 puntos básicos. Llegando
a cerrar en 301 enteros por encima del bono alemán a 10 años, lo que supone
volver a niveles del 2014, en plena tormenta financiera. Es una situación de
riesgo, ya que Italia podría sufrir una crisis de deuda difícil de manejar.
La realidad, es que Italia
ha sido el único que la ha alimentado. Al margen del Pacto de Estabilidad (fija
el déficit máximo en el 3%), la Unión Europea viene advirtiendo del déficit
estructural de Italia y de la imperiosa necesidad de rebajar su deuda pública,
que lleva años instalada por encima del 130%.
Mientras tanto, el
ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, que tuvo que defender ante sus
socios unas cuentas en las que no cree, ha argumentado que el déficit se verá
compensado por un mayor crecimiento económico. Pero pese a que el balance
presenta un aumento considerable del gasto, no se perciben las inversiones que
pueden estimular la economía.
Puede dar idea de la
situación, las declaraciones del vicepresidente italiano Matteo Salvini que ha
dicho que sólo habla “con personas serias”, en referencia a unas declaraciones
del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en las que comparaba un
riesgo para Italia similar al que vivió Grecia. Mientras, el otro
vicepresidente, Luigi Di Maio, mantuvo que nadie les frenaría “con amenazas”.
Con estas declaraciones,
el Gobierno italiano quiere dar a entender que la Unión Europea está agitando
el “complot” desde los mercados, presionando para que Italia modifique su
presupuesto.
ESPAÑA:
El buen comportamiento de
la economía hace imprescindible una evolución positiva del consumo, que
representa más de la mitad del PIB
nacional. El fuerte tirón de la demanda interna durante los últimos años ha
sido uno de los principales motores que ha impulsado la recuperación, por lo
que su pérdida de dinamismo durante los últimos trimestres es en gran medida
responsable de la actual desaceleración económica.
Así, el gasto en consumo
final de los hogares ha pasado de crecer un 0,7% en el primer trimestre del año
a hacerlo únicamente un 0,2% en el segundo. Una caída que marca una tendencia
cuya primera causa, según apunta Miguel Cardoso, economista jefe para España de
BBVA Research, es “la desaparición de la demanda embalsada, sobre todo de
bienes caros y duraderos” (como automóviles o electrodomésticos), cuya compra
los españoles pospusieron durante la crisis hasta que mejoraron las
expectativas.
A ese agotamiento se ha
venido a sumar la fuerte subida del precio del petróleo, que asciende ahora a
casi 80 dólares por barril de Brent frente a los 25 dólares que marcaba a
principios de 2016. Éste es el principal factor detrás de la fuerte subida de los
precios, que desde el pasado mes de mayo se sitúa en tasas interanuales por
encima del 2%.
La subida de los precios
en la economía española, está teniendo lugar en el mismo momento en el que las
familias con miembros en el mercado de trabajo apenas disponen de más recursos
para destinar al consumo.
Todo ello da lugar a que
la tasa de ahorro se encuentra bajo mínimos (ha bajado ocho puntos desde el
máximo, hasta situarse en el 5,7%), mientras que el estancamiento de los
salarios hace que los trabajadores apenas dispongan de más ingresos para
gastar.
La predisposición al
consumo de los españoles tampoco ha mejorado en los últimos meses, como refleja
la caída en cinco puntos del Índice de Confianza del Consumidor entre junio y
agosto. Esto se debe, entre otros, a los “nubarrones” en el entorno internacional
y la subida de impuestos anunciada por el nuevo Gobierno, que afectará al
conjunto de los ciudadanos en el caso del diésel.
Además, las señales de
desaceleración pueden aumentar la preocupación de estos consumidores, que
reaccionarían gastando menos y ahorrando más.
Todos estos factores han
impactado especialmente en el comercio minorista, que desde mayo a julio ha
encadenado tres caídas consecutivas en su tasa de crecimiento anual. Mientras
las ventas en las grandes superficies, que crecen a un ritmo inferior al de
otros años (subía un 0,2% hasta junio frente al 1,7% de 2017). En este
contexto, destacan especialmente los malos datos de Cataluña, que el pasado
julio registró la mayor caída (-2,5%) de las autonomías en el Índice de
Comercio Minorista.
Uno de los más afectados
es el textil, cuya facturación acumulada en el año hasta julio había caído un
3,6%, según los datos de Acotex. El presidente de esta asociación, Eduardo
Zamácola, achaca parte de esta caída “al cambio en los hábitos de consumo” que
han provocado las nuevas plataformas digitales, lo que ha hecho que los
resultados de la última campaña de rebajas de verano no hayan sido los
esperados.
La ralentización también
está impactando en la alimentación. Asís González de Castejón, responsable de
estudios de distribución de Nielsen, explica que “el volumen de ventas
acumulado en el año del sector ha caído un 0,9%”. Esto se debe en gran medida
al fuerte aumento en el precio de los productos vendidos (del 3,9%), en lo que
influye la mayor preferencia de los consumidores por los productos premium o envasados. Además, el sector
está acusando el efecto en la hostelería y la restauración del estancamiento en
la llegada de turistas extranjeros.
La desaceleración también
“se está empezando a notar” en el sector de los electrodomésticos, afirma José
Manuel Fernández, coordinador de la mesa de comercio de Madrid Foro Empresarial
y presidente de Acema. Los cálculos de la asociación es que las ventas hasta
agosto han aumentado un 1,4% frente al 3% acumulado en 2017. No obstante, en
este sector el impacto de la ralentización es más limitado gracias al vínculo
que mantiene con la construcción, una de las áreas que más tira ahora de la
economía tras haberse incorporado con cierto retraso a la recuperación.
Dentro del consumo, el
sector que por ahora menos está notando la ralentización es la automoción, pues
la venta de vehículos ha aumentado un 14,6% en los ocho primeros meses del año.
No obstante, este incremento es en gran medida un espejismo, pues como
puntualizan desde Anfac, se debe “al cambio en la normativa de emisiones de
CO2” anunciada por el Gobierno con el aumento del impuesto al diésel. Es por
ello que se espera que, en 2019, cuando entre en vigor la subida, se empiece a
producir “la desaceleración en el sector”.
De forma que, salvo
sorpresa con una reactivación en la creación del empleo o una fuerte subida en
los salarios, la perspectiva a medio plazo es que el crecimiento sea inferior
al de los últimos años.
Y es que la crisis no
solo azotó al empleo, también erosionó los salarios. Y siguen sin despuntar
ahora, pese a que España anda ya por su quinto año de crecimiento económico
ininterrumpido. Las últimas estadísticas publicadas recientemente por el INE, con
datos relativos al año 2017, confirman la atonía en la que siguen instalados
los sueldos en España. En los cuatro años completos de crecimiento
económico, el salario medio solo
ha subido un 0,88%, mientras que el PIB ha ganado casi un 13%.
Tras seis años de crisis
y cuatro de recuperación, el último decenio ha sido una etapa perdida para el
avance salarial en España. Teniendo en cuenta lo que se ha encarecido la vida,
hoy por hoy el sueldo medio en España es ligeramente menor que hace diez años: desde
el 1 de enero de 2008 al 31 de diciembre de 2017, el salario bruto medio creció un 12,65%, pero los precios han
subido un 13%. Por tanto, han caído los salarios reales.
Además, los analistas advierten
que una cosa es el sueldo medio (según estadísticas) y otra la realidad que
aflora cuando se escudriña el panorama salarial: hay una diferencia enorme entre un grupo minoritario de sueldos altos y muy
altos, y la abundancia de salarios medios-bajos, bajos o muy bajos, que fueron
especialmente zarandeados por la crisis.
El economista Jorge Bielsa, profesor de
Macroeconomía en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza, insiste en
que “la evolución real de los salarios ha sido más cruda que la que se dibuja
simplemente con el sueldo medio”. Sostiene que, “aunque el cálculo estadístico
de la media indica que los salarios han subido en términos nominales, en
realidad los sueldos más abundantes, los medios-bajos, han caído de forma
significativa”. Y esto, advierte, no solo es un problema desde el punto de
vista social, sino también un riesgo para cimentar un crecimiento económico
saludable y sostenible.
El propio Banco de España ha alertado sobre
esto en un reciente informe titulado “Desigualdad
de la renta, el consumo y la riqueza en España”, en el que subraya el “significativo aumento de
la desigualdad salarial que se ha producido desde que arrancó la crisis”.
Según los últimos datos
del INE, el sueldo medio en España ronda los 22.800 euros al año, lo que supone
una nómina neta de menos de 1.400 euros por catorce pagas. Eso sí, al
empresario le supone un coste total de más de 30.000 euros anuales.
La diferencia entre el
coste para la empresa y lo que percibe el trabajador se la lleva esa importante
porción que el Estado impone para sí en forma de IRPF y cotizaciones a la Seguridad
Social. Baste otro ejemplo: un trabajador mileurista le cuesta al empresario
unos 22.000 euros al año; al asalariado le quedan netos unos mil euros al mes
en catorce pagas, pero a la empresa le supone, de enero a diciembre, un
desembolso mensual de algo más de 1.800 euros.
Aunque el sueldo promedio
ronda los 22.800 euros brutos anuales, las diferencias son muy considerables
según el sector de actividad en el que se trabaje, el tamaño de la empresa en
la que uno esté contratado, y el lugar de España en el que se desempeña el
empleo. Por sectores, el que tiene los sueldos más bajos es el de servicios,
con una media de 22.018 euros
brutos anuales. Además, también es el sector en el que menos han subido
los salarios desde que comenzó la recuperación económica, poco más de un 3%
entre 2014 y 2017. En la construcción el sueldo medio es de poco más de 22.100
euros; y en el sector industrial el promedio ronda los 27.400 euros brutos. Eso
sí, también depende de si la empresa es más o menos grande. Según los informes
del INE, a más tamaño, mejores
sueldos. Así, el salario medio en las empresas de menos de 50
trabajadores no llega a los 19.000 euros brutos anuales, mientras que en las de
entre 50 y 200 trabajadores roza los 24.500 euros, y en las de más de 200
empleados alcanza los 28.300 euros brutos.
Tampoco todas las
regiones tienen los mismos sueldos. La distancia llega a rozar hasta el 50% de
unas regiones a otras: Extremadura es la que registra el sueldo medio más
bajo, 18.500 euros brutos;
Madrid, la que tiene el salario promedio más alto, 27.200 euros brutos anuales.
Frente a esta situación, patronal
y sindicatos se han puesto de acuerdo para impulsar la subida salarial en
España. Así lo recoge el último “Acuerdo por el Empleo y la Negociación
Colectiva” (AENC), firmado por CEOE, Cepyme, UGT y CCOO. El tira y afloja de la
negociación acabó alumbrando una cifra de consenso: fomentar en las empresas
revisiones salariales del 2% anual como mínimo, y tender a un 1% adicional
condicionado a objetivos tales como la productividad o los beneficios
empresariales. Además, en el mismo acuerdo se aceptó como umbral salarial
mínimo los 14.000 euros brutos anuales.
Ahora toca trasladar esa
letra a la realidad de los sueldos. Analistas como el anteriormente citado, Jorge
Bielsa, animan a que se haga con decisión: “Ha llegado el momento para
incrementar los salarios; apostar por ello en este momento no es nada
revolucionario, lo está diciendo hasta el FMI”.
En un momento de
desaceleración económica, la debilidad parlamentaria del Ejecutivo complica la
aprobación de reformas que reviertan la situación. El Banco de España ha sido
el último organismo en empeorar sus previsiones de actividad, empleo y déficit
público para España. La institución ha revisado a la baja el crecimiento para
los próximos años al 2,6%
en 2018, el 2,2% en 2019 y el 2% en 2020, una, dos y una décima menos
respectivamente frente a sus anteriores augurios de junio. En términos
intertrimestrales, el Banco de España cree que entre julio y septiembre el PIB
repuntará un 0,6%, mismo porcentaje que en el periodo anterior.
Este mayor pesimismo en
cuanto a la evolución de la economía española se debe, principalmente, al menor
tirón de los mercados exteriores y a los mayores precios del petróleo. El
impacto del sector exterior se plasma en que las exportaciones es el indicador que sufre un mayor
deterioro: la institución señala que crecerá un 2,6% este año (dos puntos
menos).
La contribución de la
demanda exterior, así, se revisa tres décimas a la baja hasta el -0,1% este
año. Es decir, restará fuelle al PIB. La recuperación de competidores
turísticos como Turquía también ha restado visitantes este año, aunque el gasto
se mantiene, lo que, según el Banco de España, deja ver el buen comportamiento
del turismo de gama más alta frente al de menor coste.
Con una actividad y
exportaciones menores, habrá menor
empleo y más paro. La afiliación crecerá un 2,4% este año, pero perderá ritmo
el que viene al 1,9% y al 1,7% en 2020 (dos décimas menos que en junio en ambos
casos).
En cuanto a la tasa de paro,
se mantiene la previsión del Banco de España de acabar el año en el 14,6% pese
a que se revisa al alza en dos y cinco décimas en 2019 y 2020, al 13,2% y al
11,9% respectivamente. Al empeoramiento de la actividad, en este punto también
se suma que la institución prevé un mayor aumento de la población activa.
El Banco de España
advierte que la menor velocidad del empleo se verá compensada, en parte, por el
aumento de las nóminas de jubilados y funcionarios y el incremento salarial que
se prevé en el sector privado. Sin embargo, ello no será suficiente para evitar
que el consumo de las familias vaya reduciéndose. El consumo crecerá este año
un 2,2%, un 1,6% el que viene y un 1,5% en 2010 (dos décimas menos que hace
unos meses en los tres casos).
Ante este horizonte, el
Banco de España, alertando de la fragmentación parlamentaria, postula por
aprobar reformas en políticas activas de empleo, reducir la tasa de abandono
escolar, mejorar la capacidad de gestión de los directivos de empresas o
reducir la distancia entre las pymes y las grandes empresas.
La realidad, es que la
situación contribuirá a que el déficit se reduzca a menor ritmo en los próximos
años: hasta 2020 no bajará del 3,1% en el que acabó en 2017 al 2,2%, objetivo
de 2018 que el Ejecutivo ya ha anunciado que incumplirá para prever un 2,7%. El
Banco de España empeora sus estimaciones en este sentido y cree que en 2018
acabará en el 2,8% (una décima más de lo que pensaba en el pasado junio), en
2019 lo hará en el 2,5% y en 2020, al 2,2% (en estos últimos casos dos décimas
más que antes). La deuda no bajará
del 95% hasta 2020 y, según la institución, acabará el ejercicio en
el 98,1% del PIB.
Respecto a una posible
prorroga de los presupuestos, algún analista señala que el sector público seguirá funcionando y las comunidades autónomas tienen
aprobados sus presupuestos.
En cuanto al efecto de
las subidas de impuestos, el Banco de España llama a que se tenga en cuenta el
impacto sobre la actividad de estas medidas, por el posible efecto sobre la
economía.
Un importante riesgo es
que procede de Cataluña. Según el Banco de España. preocupa un hipotético repunte de la
incertidumbre, política, económica y financiera en esa comunidad que podrían
tener impacto en el resto de España.
Según ha publicado el INE
(Instituto Nacional de Estadística) la economía española acabó 2017 con un
Producto Interior Bruto de 1.166.319 millones de euros. Significa que creció un
3% con respecto al año anterior. Es una décima menos de lo estimado
previamente, cuando se cerró el año con un dato provisional del 3,1%. En
cambio, en 2015 se ha estimado que el alza fue dos décimas superior a los
anunciado antes, hasta el 3,6%. Y en 2016 se revisa también a la baja una
décima, al 3,2%.
Por otro lado, por lo que
respecta al empleo, sumando las cifras de todos los sectores, la afiliación
media a la Seguridad Social se sitúa en 18.862.713 ocupados, tras aumentar en
22.899 afiliados medios en el último mes.
El Régimen General
registró un ascenso de 20.135 (0,13%), hasta alcanzar 15.539.604 ocupados. En
septiembre, la afiliación creció en términos absolutos principalmente en
Educación (53.308), Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares
(20.689), Industria Manufacturera (13.840), y Actividades Profesionales
Científicas y Técnicas (7.313). Disminuyó especialmente en Hostelería
(-39.227), Comercio (-31.963) y Actividades Sanitarias y Servicios Sociales
(-14.038).
En cuanto a las cifras de
desempleo, por sectores económicos de procedencia de los trabajadores, el paro
registrado se redujo en Agricultura y Pesca en 8.437 (-5,68%), en Construcción
7.427 (-2,66%), y en Industria en 2.415 (-0,86%). Por el contrario, ha
aumentado en Servicios en 28.945 personas (1,32%) y en el colectivo sin empleo
anterior en 9.775 (3,51%).
Por lo que respecta a
otro motor del mayor crecimiento económico español, el turismo, según la
encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) publicada por el
INE, el pasado mes de agosto visitaron España 10,2 millones de turistas
extranjeros. Se trata del segundo mejor mes de agosto de la historia para
el sector turístico español, pero la cifra es un 1,9% menor que la registrada
en agosto del año pasado. Así, el mes más fuerte del verano en España cierra
sin récord de visitantes por primera vez desde el mes de agosto de 2011, cuando
las llegadas, que se desinflaron en plena crisis, aún no habían superado las
cifras de antes de la recesión. El gasto, en cambio, aumenta un 1,8%, hasta
11.539 euros.
Desde 2011, gracias a la
recuperación en la zona euro, los precios contenidos de España y la
inestabilidad política de otros competidores, año tras año se han ido
sucediendo máximos históricos, pero hasta este verano de 2018: siendo buenas
cifras de entrada, no han sido tan buenas debido a la recuperación de destinos
mediterráneos competidores, como Turquía, Túnez, Egipto o Grecia, más
baratos, y por la ola de calor que afectó a Europa central a comienzo
del pasado verano que dejó en casa a muchos veraneantes. Entre ambas cosas han
terminado por frenar la llegada de turistas a España.
Se compensa con el
aumento del gasto, que crece un 1,8% en agosto, aunque en estas cifras entran
los gastos del viaje que se quedan en el país de origen. Crece el gasto medio
por turista, un 3,7%, hasta 1.131 euros, y el gasto medio diario por persona
(un 10,7%, hasta 139 euros). En lo que va de año, el montante total del gasto
turístico asciende a 62.230 millones, un 2,8% más que en el mismo periodo del
año pasado. La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, ha destacado en
una nota ese aumento del gasto frente al número de turistas: "Nos enfocamos
hacia un modelo turístico de calidad más que de cantidad y por ello el gasto
debe ser el indicador con el que midamos la fortaleza de nuestro sector”, ha
afirmado.
Los datos de agosto
constatan lo que el sector ya venía avisando desde hace tiempo: la recuperación
de países mediterráneos que han prestado turistas a España por
sus problemas internos tenía que restar público a las playas españolas. Así ha
sido este verano, un periodo en el que, además, una inusual racha de altas
temperaturas en junio y julio mantuvo a muchos europeos en sus países más
tiempo de lo habitual. Así, tanto julio como agosto han terminado con descensos
de la cifra de turistas llegados a España.
Si agregamos las cifras
de junio, julio y agosto, este año han llegado 28,7 millones de turistas, un 2%
menos, igualmente, el primer verano sin récord desde 2011. Y en el acumulado
del año, ya este año han visitado España menos extranjeros que el año pasado:
57,29 millones frente a 57,34, un 0,08% menos, lo que hace augurar que el año
cerrará también por debajo de las cifras del año pasado, 81,78 millones de
turistas.
El descenso de agosto se
nota sobre todo entre los mercados más importantes para el turismo español.
Reino Unido, origen de más de uno de cada cinco de los turistas extranjeros que
vienen a España, ha enviado este mes de agosto 2,2 millones, un 3,7% menos,
mientras que han venido 1,3 millones de alemanes, un 5,8% menos. De hecho, se
nota en general un descenso de los turistas europeos: han venido menos belgas,
holandeses, suizos, nórdicos, italianos e irlandeses. En el lado contrario, han
venido más franceses, portugueses, rusos y de EE UU.
La emergencia de otros
destinos de sol y playa se nota especialmente al escrutar los resultados por
comunidades. En agosto cayó el número de extranjeros que visitaron varios de
los destinos playeros españoles por excelencia. Así, Baleares (que se nutre
básicamente de británicos y alemanes) registró un descenso del 2%, hasta 2,3
millones, y Cataluña y Canarias, un 5%, hasta 2,4 y 1,1 millones, respectivamente.
Las tres ya acumulan descensos en lo que va de año. Aunque ligeramente,
Andalucía y Comunidad Valenciana sí ganaron turistas en agosto. Madrid también
registra un fuerte descenso en agosto: un 5,7%, hasta 0,5 millones, aunque en
el acumulado del año aún está por encima del año pasado.
Pese a la pujanza sin control de los apartamentos
turísticos que denuncia el sector turístico, los hoteles son, además del tipo
de alojamiento preferido por los turistas extranjeros (elegido por 6,3 de los
10,2 millones), el único de los que distingue la encuesta, junto con el
residual "resto de alojamiento de no mercado", que crece. También
arroja cifras positivas en lo que va de año: 36,1 millones, un 1,7% más.
La caída de la estancia
media que se aprecia en los datos de coyuntura hotelera queda patente también
en Frontur. Aumenta un 9% el número de excursionistas, los que no pernoctan;
los que se quedan una noche se estancan; descienden los que se quedan entre 2 y
3 (un 6,6%) y los de estancias más largas (de 8 a 15 o más de 15). Sólo
aumentan los que pernoctan de 4 a 7 noches (un 4,4%).
MERCADOS:
Según los datos
publicados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), la Bolsa española ha
negociado 48.277 millones de euros en septiembre, lo que supone un 33 % más que
en el mes precedente y prácticamente lo mismo que en el mismo mes de 2012.
Los datos publicados
ponen de manifiesto que, en los nueve primeros meses del año, el volumen de
efectivo negociado en la bolsa alcanzó los 484.413 millones de euros, el 8,4 %
menos que en el mismo periodo de 2012.
La bolsa española ha
comenzado el mes de octubre a la baja y su principal indicador, el IBEX 35, ha
perdido a principios de este mes un 0,10 %.
En el arranque de mes, la
Bolsa española ha perdido el nivel de 9.200 puntos por la bajada de las plazas
internacionales y de la mayoría de los grandes valores.
Mientras la prima de
riesgo española bajaba de 258 a 252 puntos básicos, el índice de referencia del
mercado nacional, el IBEX 35, perdió 42,30 puntos, el 0,48 por ciento, hasta
9.186,10 puntos. Las ganancias anuales caen hasta el 12,47 por ciento.
De los grandes valores
bajaron Repsol, el 1,05 por ciento; Iberdrola, el 0,95 por ciento; Banco
Santander, el 0,89 por ciento, y Telefónica, el 0,3 por ciento. Inditex, el
0,18 por ciento, y BBVA, el 0,01 por ciento.
A comienzos de octubre, el
aumento de la prima de riesgo y la caída de la mayoría de los bancos afectaron a
la bolsa española, que ha perdido el 0,47 por ciento y se ha acercado al nivel
de 9.200 puntos, según expertos consultados y datos del mercado.
A principios de mes, la
prima de riesgo española subió de 251 a 258 puntos básicos, el índice de
referencia del mercado nacional, el IBEX 35, cedió 44 puntos, el 0,47 por
ciento, hasta 9.228,40 puntos. Las ganancias anuales descienden al 12,99 por
ciento.
El empeoramiento de la
prima de riesgo por la situación política italiana anulaba el crecimiento del
0,4 por ciento del PIB de Francia en el segundo trimestre, el alza del precio
de la vivienda en el Reino Unido y el acuerdo en el seno del Consejo de
Seguridad de la ONU sobre la destrucción de las armas químicas sirias.
La subasta de deuda en
Italia, que se resolvió con un aumento de la rentabilidad pagada y con escasa
demanda, llevó a provocar un nuevo repunte de la prima de riesgo española hasta
260 puntos básicos y una caída de la cotización de los bancos, y que la bolsa
española descendiera de los 9.200 puntos.
Por otro lado, ha habido
un cambio de tendencia en el mercado hipotecario: la actual política monetaria
del BCE de bajos tipos de interés hizo que el Euribor, de referencia para la
mayoría de hipotecas en España, cayese en 2016 a tasas negativas, lo que ha
supuesto una rebaja generalizada en los créditos para vivienda hasta mínimos
históricos.
Ahora, ante el endurecimiento
de esa política, el índice de
referencia vuelve a subir. El Euribor cerró septiembre en el -0,166%,
provocando el primer encarecimiento de las cuotas de los préstamos desde 2014.
Aunque sigue en tasas
negativas, el índice encadena ya seis meses al alza y terminó septiembre con
una media mensual superior a la de hace justo un año (-0,168%). Esto implica
que, por primera vez en más de cuatro años, aquellos hipotecados a los que
ahora les toque revisar su cuota la verán encarecida en unos pocos céntimos.
Para un crédito medio de
120.000 euros a 20 años con un diferencial de Euribor más un 1%, la cuota
mensual sufrirá una subida de apenas 6 céntimos de euros, lo que supondrá 0,72
euros más al año. Esta subida, aunque
tímida ahora, marca un punto de inflexión y el inicio de una tendencia al alza
mes a mes ante las perspectivas de unos tipos más altos.
EMPRESAS:
El Ayuntamiento de Madrid
ha concedido ayudas por un importe de casi 800.000 euros a un total de 1.277
taxis, de los que 1.273 son ecológicos y cuatro son eléctricos.
Según informa el
Consistorio, estas subvenciones se enmarcan en “Taxifree 2018”, ayudas previstas en el Plan A de Calidad del Aire
y Cambio Climático, que contribuye a conseguir una movilidad sostenible del
transporte público que mejore la calidad del aire de la ciudad.
La convocatoria estaba
dirigida a turismos nuevos adquiridos desde el día 30 de junio de 2017 hasta la
fecha de finalización del plazo de presentación de solicitudes, es decir, el 25
de julio de 2018.
Durante el proceso de
convocatoria se han presentado 1.313. La convocatoria se divide en un primer
tramo, que otorga 3.000 euros por vehículo para turismos con etiqueta 'CERO
emisiones' y turismos Eurotaxi con etiqueta 'ECO' no propulsados por
combustible diésel. Un segundo tramo ofrece una reducción del 5% del importe
del vehículo, IVA excluido, hasta un máximo de 1.200 euros y está dirigido a
turismos con etiqueta Eco no propulsados por diésel.
Como requisito para
acceder a esta subvención, el vehículo sustituido no podía tener una antigüedad
superior a 10 años, contados a partir de la fecha de primera matriculación, en
la fecha que finalice el plazo de presentación de la solicitud.
La sustitución de los
vehículos autotaxi de más antigüedad, mayoritariamente movidos por combustible
diésel, por otros de bajas emisiones se ha acelerado desde la modificación de
la Ordenanza Municipal del Taxi del pasado otoño, realizada también en
cumplimiento del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, que hizo
obligatoria desde el pasado 1 de enero la renovación de vehículos más
contaminantes por otros con etiquetas 'CERO emisiones' o 'ECO' con la única
excepción de los Eurotaxis. Solo en el primer semestre de 2018 el número de
autotaxis en servicio movidos por gasóleo y con elevado nivel de emisiones
contaminantes se redujo en más de 700 unidades.
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