Las
declaraciones del economista jefe de FMI, Maurice Obstfeld, respecto
China, revelan claramente la incertidumbre reinante en la economía
mundial: “Su economía se está desacelerando en medio de la
transición de un modelo basado en la inversión y la manufactura
hacia el consumo y el sector servicios. Las repercusiones globales de
la reducción de la tasa de crecimiento, a través de la disminución
de sus importaciones y una menor demanda de materias primas, han sido
mucho mayores de lo que hubiéramos esperado”.
Y
es que la segunda economía mundial ha sido la que ha sostenido a
muchos países productores de materias primas con su enorme
voracidad de energía y materias primas.
GLOBAL:
En
un artículo publicado en el diario alemán Handelsblatt,
la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI),
Christine Lagarde, aseguró que el crecimiento económico global
durante el año 2016 será “decepcionante”, y atribuyó la
incertidumbre financiera mundial en parte a la desaceleración de la
economía china y al incremento en las tasas de interés en Estados
Unidos.
Para
Lagarde, esas dos situaciones generan mayor vulnerabilidad en todo el
planeta. A eso se suma que el crecimiento del comercio global se ha
desacelerado y los precios de las materias primas han bajado, lo que
supone problemas para las economías que se basan en ellas, mientras
que el sector financiero en muchos países aún tiene debilidades y
están aumentando los riesgos financieros en los mercados emergentes.
“Todo
eso se traduce en que el crecimiento global será decepcionante y
dispar en 2016”, que agregó que “la baja productividad, el
envejecimiento de la población y los efectos de la crisis financiera
global están frenando a la expansión”. También apuntó que el
inicio de la normalización de la política monetaria en Estados
Unidos y el cambio de China a un crecimiento basado en el consumo
eran acciones “necesarias y saludables”, pero que deben tener
lugar en la forma más eficiente posible.
La
jefa del FMI añadió que le preocupa mucho la capacidad de varios
países para absorber impactos económicos. “La mayoría de las
economías altamente desarrolladas, excepto Estados Unidos y
posiblemente Gran Bretaña, seguirán necesitando políticas
monetarias expansivas, pero todos los países en esta categoría
deberían considerar efectos de propagación a la hora de tomar
decisiones”.
La
directora gerente del FMI afirmó que el alza de las tasas de interés
en Estados Unidos y la fortaleza del dólar podrían llevar a algunas
empresas a incumplir en sus pagos y que eso podría entonces
"infectar" a bancos y a Estados. También destacó que hay
que valorar que hoy muchos países están mejor preparados para
enfrentar la coyuntura económica y recordó los efectos nocivos que
ha tenido el bajo precio del petróleo para los países
monoproductores, como Arabia Saudí o Venezuela.
Las
previsiones al cierre del año 2015 arrojan tanto luces como sombras:
lo más positivo es que se espera que este año 2016 sea de
crecimiento económico mundial. La última previsión del Fondo
Monetario Internacional (FMI) habla de una mejora del PIB del
3,6% frente al 3,1% estimado para 2015. Sin embrago, el aspecto
negativo, es que este crecimiento (por debajo del potencial) será
muy desigual entre regiones y se verá amenazado por una serie de
riesgos que, de materializarse, podrían empeorar bastante el
escenario base.
Maurice
Obstfeld, el consejero económico del FMI citado al principio, señaló
en el último World Economic Outlook publicado por este organismo,
“seis años después de que la economía mundial emergiera de la
recesión más amplia y profunda desde la posguerra, la vuelta a una
expansión robusta y sincronizada sigue siendo incierta, y los
riesgos a la baja para la economía mundial parecen ahora más
pronunciados que hace tan solo unos meses”.
Los
países desarrollados tendrán un crecimiento más sólido que los
emergentes, pero dentro de ambos grupos también hay diferencias.
Estados Unidos lo hará mejor que Europa y Japón; mientras que Asia
gozará de mejores condiciones que Latinoamérica. Además, como las
economías están en distintas fases del ciclo, las diferencias en
políticas monetarias se acentuarán. Mientras la economía
estadounidense ya ha subido las tasas de interés, Japón y Europa
deberán proseguir con sus políticas fuertemente expansivas hasta
el año 2017 en el mejor de los casos.
Según
Janwillem Acket, economista jefe de Bank Julius Baer “esta marcada
divergencia cíclica plantea un grave riesgo económico y
deflacionista en todo el mundo para el que no existe un remedio
obvio, ya que el margen que ofrecen las medidas de política
monetaria está casi agotado y los precios de las materias primas ya
se encuentran en niveles muy bajos”.
CHINA:
Según
la Organización Mundial de Comercio (OMC), la economía China viene
a aportar el 12,3% de las exportaciones y el 10,2% de las
importaciones del comercio global de mercancías. Pues bien, su
reestructuración económica –hasta ahora ha sido una economía
intensiva en inversión pública e industria manufacturera- está
dirigida a conseguir un crecimiento más sostenible, fomentando el
consumo de sus economías, y dando mayor relieve al sector servicios.
Los
cambios han ocasionado la caída de sus importaciones de materiales
básicos, lo que unido a las nuevas técnicas de obtención de gas y
crudo petrolífero, han provocado una abrupta caída de los precios
que ha afectado de forma muy acusada a las economías de los países
productores, en gran parte muy dependientes de sus intercambios
comerciales con la economía de China.
Según
cálculos del FMI, entre 2010 y 2015, China ha contribuido en un 35%
al aumento del PIB mundial. Y la preocupación, no es que la economía
asiática esté o no rozando realmente la recesión, sino que sin
haber encontrado un sustituto, el país ya no podrá ejercer como
mantenedor del crecimiento global.
Aunque
según sus autoridades China creció durante el año 2015 un 7%, está
cundiendo el escepticismo respecto al hecho de que estos datos
económicos estén algo manipulados o sean realmente falsos. Algunos
servicios económicos señalan que el crecimiento de China es entre
uno y tres puntos porcentuales menor de lo que se publica. Los
analistas de Citigroup, por ejemplo, defienden que la tasa real está
alrededor del 4% y consideran que los datos del Gobierno son
“mendaces”. Otros, como la consultora Capital Economics, creen
que el crecimiento del PIB está inflado, pero no por motivos
políticos sino exclusivamente técnicos.
“No
solo es un problema de subestimar la inflación, es que varias de las
cifras que publican simplemente no suman”, señala Christopher
Balding, de la escuela de negocios HSBC de la Universidad de Pekín.
“¿Cómo puede ser, por ejemplo, que el crecimiento de las ventas
al por menor sea de un 11%, si cuando miras por categorías de
productos como comida, ropa o zapatos la tasa esté entre el 1% y el
3%? Nadie lo sabe”.
Zhao
Yang, economista jefe de Nomura para China, no piensa que los datos
estén manipulados y recuerda que hasta septiembre hubo un
crecimiento anormal “de unas tres o cuatro décimas más” por la
burbuja que se formó en las Bolsas, que repercutió en jugosas
ganancias al sector financiero. “Sin este aporte extra, el PIB
chino habría aumentado entre un 6,4% ó un 6,5%, bastante menos que
el 7,3% del año pasado, lo que es consistente con otros
indicadores”.
Por
otro lado, está el manejo de la tasa de crecimiento por motivos
políticos. Según publicó el periódico China Daily, varios altos
cargos de provincias nororientales admitieron que en los últimos
años falsificaron datos de forma sistemática.
Lo
cierto, es que la economía china tiene problemas graves, y es
muy difícil determinar el alcance de los problemas, ya que nadie
confía en las estadísticas oficiales chinas.
Según
Paul Krugman, “el problema fundamental es que el modelo
económico de China, que se caracteriza por mucho ahorro y muy
poco consumo, solo ha sido sostenible mientras el país ha sido capaz
de crecer extremadamente deprisa, lo que justificaba una inversión
elevada. Lo cual, a su vez, era posible cuando China tenía unas
enormes reservas de mano de obra rural subempleada. Pero eso ya no es
así, y ahora China se enfrenta a la compleja tarea de pasar a un
crecimiento mucho más bajo sin caer en la recesión”.
RUSIA:
En
pocas ocasiones se comenta la situación de la economía rusa, pero
este año 2016, no ha comenzado bien para ella.
El
año pasado fue especialmente negativo como consecuencia de los
efectos de las sanciones
económicas occidentales, y de los precios del crudo que son la
base de su economía.
El
precio del crudo es, junto con el gas, la principal fuente
de ingresos para el Estado ruso.
La nueva caída del precio del barril puede acabar ahora con las
esperanzas de una recuperación económica rápida expresadas por las
autoridades. El bajón de precios afecta también a otras materias
primas: el petróleo ha perdido un 35% de su valor, pero el acero ha
caído un 40% y el cobre un 25%.
A
los rusos el desplome del rublo les afecta directamente en dos
ámbitos principales: muchos que se habían acostumbrado a viajar
fuera ahora lo tienen muy complicado ya que casi
cualquier país les resulta caro,
y la lista de la compra se ha encarecido, puesto que la mitad de la
misma provenía de productos exportados llegados desde más allá de
sus fronteras.
Si
bien Putin ha señalado la existencia de "signos de
estabilización" de la actividad económica, asegurando que "la
economía rusa ha superado el peor momento de la crisis", la
realidad es que el rublo lleva tres años cayendo y que un petróleo
por los suelos despeja las posibilidades de recuperación temprana.
Según Bloomberg, el PIB de la economía rusa va a decrecer
un 3,8%,
y eso pese a la bajada de tipos de interés y los esfuerzos por
estimular el mercado interno.
Aunque
el Gobierno ruso no está preocupado con la caída en el valor del
rublo y su gran volatilidad, el ex ministro de Finanzas ruso Alexei
Kudrin advirtió en una entrevista publicada por Interfax de que la
economía de Rusia aún no
ha tocado fondo, y
que lo peor de la crisis puede estar todavía por llegar.
José
María Rodríguez, director ejecutivo de Rusbáltika, empresa
especializada en los mercados bálticos, Escandinavia, Rusia y
Bielorrusia, cree que "peor que cualquier caída en el valor de
la divisa es la incertidumbre sobre su evolución futura, que depende
de un número muy elevado de factores, además del precio del crudo,
como la tregua en Ucrania, la evolución del conflicto
en Siria,
o los vencimientos de la deuda".
ESTADOS
UNIDOS:
La Reserva
Federal de Estados Unidos (Fed) ha aprobado, por primer vez
desde junio de 2006, una leve subida de tipos de interés. Supone el
punto final a una etapa, sin precedentes, de estímulos monetarios,
que saltándose toda ortodoxia monetaria, trataron de evitar
una nueva Gran Depresión similar a la de los años 29.
La
etapa de compras de activos financieros finalizó ya en 2014, pero la
economía estadounidense llevaba desde 2008 con el precio del dinero
casi en cero. La Fed ha subido solo un cuarto de punto los tipos,
fijándolos entre un 0,25% y un 0,50%, ya que en realidad la
recuperación sigue provocando algunos recelos.
El
comité que decide la política monetaria de Estados Unidos votó por
unanimidad la subida de tipos al considerar que crecimiento y empleo
son lo bastante robustos y que el riesgo de la baja inflación es
solo transitorio. Sin embargo, hizo mucho énfasis respecto a que el
proceso de aumento en las tasas de interés va a ser muy “gradual”.
“Esta
acción marca el final de un periodo extraordinario de siete años de
tipos cerca de cero para apoyar la recuperación de la economía tras
la peor crisis financiera y recesión desde la Gran Depresión”,
afirmó la presidenta Yellen ante la prensa. “La medida refleja
nuestra confianza en la economía estadounidense”.
Los
mercados reaccionaron con calma, frente a las declaraciones de la
presidenta de la Fed, de que se espera una subida gradual,
solicitando que no se “subestimara” su importancia. Destacó la
prudencia con la que seguirían controlando lo que ocurre con los
principales indicadores macroeconómicos.
El
anterior presidente de la Reserva Federal, Bernanke, sin duda,
pasará a la historia como el que evitó otra nueva Gran Depresión,
pero no por haber logrado una recuperación sólida con toda su
munición, ya que casi 10 años después, la reactivación económica
continua con debilidades.
Algunas
cosas no deben ir bien en una economía que, con pleno empleo –tiene
una tasa del 5%- y un ritmo de crecimiento del 2% anual, aparece
como frágil ante unos tipos de interés que pasan de la banda del 0%
al 0,25% a la del 0,25% al 0,50%: las subidas de precios siguen
por debajo del objetivo del 2% como consecuencia del bajo precio
del petróleo, lo que también puede crear problemas de deuda en
muchas empresas.
“Las
siguientes subidas serán espaciadas en el tiempo”, apuntó Yellen,
si bien recalcó que eso no implica que sigan un ritmo “automático”.
Admitió que no esperaba la bajada de los precios del crudo
petrolífero (ha perdido casi un 20% en el último mes y se encuentra
en mínimos desde el año 2008), pero confió en que será “algo
transitorio”. De no estabilizarse, serían necesarias “más
medidas”.
La
realidad es que comenzar con las subidas del tipo de interés podría
ser un mensaje de confianza. En todo caso, siguen siendo
extraordinariamente bajos. La última vez que subieron, en 2006,
estaban en el entorno del 5%. La mayoría de miembros de la Fed
calcula que seguirán entre el 1% y el 2%.
También
es cierto, que aunque no se han producido hasta la fecha síntomas de
ello, un exceso de estímulos puede acabar calentando en exceso la
economía y generando burbujas especulativas.
Aunque
también una retirada de los estímulos monetarios demasiado pronto
ha llevado a experiencias dolorosas. Basta recordar aquel momento en
que la Fed endureció la política monetaria en 1937 y provocó de
nuevo otra recesión. O también, aquella del Banco Central Europeo
que en 2011subió los tipos de interés.
La
realidad es que ha habido algunos economistas que no han apoyado la
decisión de la Reserva Federal: el exsecretario del Tesoro
estadounidense, Larry Summers, consideraba que pesaban más los
riesgos de subir los tipos que de bajarlos y que vincular los tipos
cero a una economía convaleciente era una “anacronismo”. Subir
los tipos, aunque sea de forma leve, supone un incremento del coste
la financiación, y lleva a una revalorización de la divisa, lo que
perjudicará a las exportaciones.
La
realidad es que el camino de regreso a la normalidad no está exento
de riesgos: la ingente compra de activos financieros (la llamada QE o
expansión cuantitativa) refleja cifras de “mareo”. El balance de
activos de renta fija de la Fed se ha más que cuadruplicado durante
la crisis, de menos de un billón de dólares en verano de 2007, a
los cerca de 4,5 billones que conserva y la clave también está en
el camino de regreso de este gran volumen de los estímulos.
En
los espinosos 2008 y 2009, cuando muchos grandes colosos financieros
se hundieron, Estados Unidos, adalid del libre mercado, tuvo que
afrontar medidas muy opuestas a ese planteamiento, como los rescates
con dinero de los contribuyentes. Y “la máquina de imprimir
billetes trabajó a pleno rendimiento”.
La
Reserva Federal mantuvo su previsión de crecimiento del 2,1% en 2015
y mejoró una décima, hasta el 2,4%, su pronóstico para este 2016.
Precisó su previsión de que el desempleo bajará del 5% al 4,7% en
2016. “La política monetaria sigue siendo acomodaticia y
seguiremos controlando con cuidado lo que ocurre en la economía y en
las tendencias de la inflación”, insistió Yellen. En cualquier
caso, la Fed se concedió margen para volver a bajar las tasas de
interés si fuese necesario.
EUROZONA:
Los
precios en la eurozona se mantienen en zona de riesgo. Y es que la
inflación de la eurozona cerró el año 2015 por debajo de las
expectativas, al situarse en un 0,2%. Por tanto, muy lejos del
objetivo del 2% del Banco Central Europeo.
Todos
los problemas de las economías emergentes, y los riesgos
geopolíticos hacen vislumbrar un año 2016 cargado de problemas e
incertidumbre: la fortísima bajada de los precios del petróleo,
¡qué cosas tiene esto de la economía!... ¿Recuerdan cuando no
hace mucho nos quejábamos de los precios elevados del crudo?...
¿Cuál es el riesgo entonces? Sencillamente la débil recuperación
europea unida al continuo fantasma de la deflación.
La
brutal caída de los precios del petróleo hace especialmente
importante fijarse en la evolución de la llamada inflación
subyacente (aquella que excluyendo los elementos con precios más
volátiles, alimentos y energía, muestra una tendencia). Pues bien,
este indicador también está demasiado frio, por no decir congelado.
La
citada inflación subyacente sigue clavada en el 0,9%. Lleva varios
trimestres rondando esa cota para preocupación del BCE. El peligro
es que se parece cada vez más, con sus propias peculiaridades, a la
trampa o situación japonesa: Japón lleva 25
años
con
la inflación en la zona cero y la economía renqueante.
Bruselas
espera un 2016 más plácido que 2015. La eurozona ha dejado de ser
la gran preocupación global: cede amablemente el testigo a los
países emergentes. Pero la crisis deja como herencia un buen cúmulo
de problemas que, combinados con los riesgos en China, en Brasil o en
Oriente Medio, hacen que la probabilidad de accidente siga ahí y
obligan al BCE a mantener el pie en el acelerador de las medidas
extraordinarias ante la incapacidad de Europa para cambiar el rumbo
de la política económica.
Para
muchos es cada vez más necesario estimular la demanda a través del
denominado Plan
Juncker (toma
el nombre del presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker) consistente
en un enorme fondo de inversiones europeas.
Por
lo que respecta al desempleo en
Europa, seguirá estando por encima o cerca del 10%. En el pasado mes
de noviembre, según los datos hechos públicos por Eurostat
(Oficina Estadística de la Unión Europea) en la eurozona la
tasa fue del 10,5% y en la Unión
Europea del
9,1%. Una décima menos con respecto al mes anterior.
En
noviembre había en los Veintiocho 22,15 millones de desempleados y
de ellos 16,9 millones estaban en los países de la moneda única.
Con respecto al pasado octubre, el número de desempleados disminuyó
en 179.000 personas en los Veintiocho y en 130.000 en la zona del
euro.
El
paro viene disminuyendo desde el primer trimestre de 2013, pero no
deja de ser una cifra realmente pequeña. En la zona euro, es el
nivel más bajo desde octubre de 2011, mientras que en la UE es la
tasa más reducida desde julio de 2009.
En
términos interanuales, el desempleo cayó un punto en la zona euro y
nueve décimas en los Veintiocho.
Según
Eurostat, en España el paro en noviembre se situó en el 21,4%,
también una décima menos que en el mes anterior. Fue el segundo
porcentaje más alto de la UE, por detrás de Grecia, donde alcanzó
el 24,6% según los últimos datos disponibles, del pasado
septiembre.
Al
mismo tiempo, España registró el descenso más significativo del
desempleo en los Veintiocho en el último año, al pasar del 23,7% al
21,4%, lo que supone 526.000 parados menos.
La
menor tasa de desempleo en noviembre la registraron Alemania (4,5 %),
la República Checa (4,6 %) y Malta (5,1 %) y las más altas se
dieron en Grecia (24,6 % en septiembre) y España (21,4 %).
En
términos interanuales el desempleo bajó en 25 países, se mantuvo
estable en Rumanía y aumentó en Austria y Finlandia.
Respecto
al desempleo juvenil, la tasa para la zona del euro descendió una
décima (hasta el 22,5%), y dos en la UE, donde quedó en el 20,0%.
Entre
los países para los que dispone de cifras Eurostat, las tasas más
bajas de desempleo juvenil se dieron en Alemania (7,0%), Dinamarca
(9,9%) y Austria (10,9%).
Las
más altas se registraron en Grecia (49,5% en septiembre de 2015),
España (47,5%), Croacia (45,1% en el tercer trimestre de 2015) y en
Italia (38,1%).
Por
género, la tasa de desempleo entre los hombres bajó una décima en
noviembre, hasta el 10,4% en la zona del euro, mientras que en la
Unión se mantuvo en el 9,1%.
En
otro orden, acreedores
y deudores siguen discutiendo para determinar quién carga con el
coste de las crisis en Europa: Alemania ha marcado en rojo los
límites de lo que está dispuesta a aceptar en la unión bancaria
(el proyecto estrella de la UE para romper el bucle diabólico entre
deuda soberana y balances bancarios, que se llevó por delante a
Irlanda, España y Chipre).
Berlín
quiere que la banca del euro acometa una reducción drástica del
riesgo antes de permitir un fondo de garantía común (su objetivo es
asegurar los depósitos hasta 100.000 euros) y mutualizado:
básicamente, limitar la deuda pública en manos del sector
financiero. Y ha amenazado con llevar a los tribunales la reciente
propuesta de la Comisión Europea.
ESPAÑA:
Frente
el frenazo de la economía de los países emergentes que padece el
comercio mundial desde hace meses, la mejoría del consumo es una
buena noticia para la economía española. Según el último
pronóstico del Banco de España, el PIB mantiene el ritmo de
avance en el tramo final de 2015, evitando de esta forma una nueva
desaceleración.
A
finales de 2015, el Banco de España estima que el PIB aumentó otro
0,8%, con lo que el crecimiento anual del conjunto de 2015 queda en
el 3,2%, una décima menos que lo previsto por el Gobierno.
Según
la institución, “la fase expansiva que la economía española
inició hace algo más de dos años, se prolongó en el último
trimestre de 2015”. Una recuperación que ya no es tan intensa como
en verano, pero que se ha estabilizado en esta segunda mitad del año
en torno a un avance del PIB todavía notable.
El
Banco de España señala que “la evolución de la actividad en el
último trimestre del año está siendo ligeramente más favorable de
lo anticipado en septiembre”, cuando hizo su anterior
pronóstico. La mejora de los últimos meses le lleva a revisar
al alza su previsión para el conjunto de 2015 (del 3,1% al 3,2%) y
para el próximo ejercicio (del 2,7% al 2,8%).
Insiste
la institución en que un mayor frenazo de los emergentes, en el
ámbito externo, y la “incertidumbre asociada al curso de las
políticas económicas a escala interna” son los principales
riesgos (a la baja) para este pronóstico.
El
aumento del PIB (0,8% en tasa trimestral) atribuido a los últimos
meses de 2015 se debe a la expansión de la demanda interna, ya que
el sector exterior dejó de restar en los meses finales de 2015.
Señalan
los técnicos del Banco de España, que “el gasto en consumo de
los hogares habría mantenido en el cuarto trimestre una elevada
fortaleza, con una tasa de crecimiento del 1% trimestral, similar a
la registrada entre julio y septiembre”. También la inversión
repetiría ese avance del 1% en los meses finales de 2015, más
apoyada ahora en la
construcción
que en los bienes de equipo.
El
supervisor recuerda la intervención del Banco Central Europeo
(BCE) para señalar la mejora de las condiciones financieras
(menos intereses, más concesión de préstamos) como “contexto
favorecedor del gasto de hogares y empresas en otoño”.
El
organismo que dirige Luis Linde agrega que “el consumo de las
familias se ha visto alentado, además, por la fuerte creación de
empleo y factores de naturaleza transitoria”. Entre ellos, el Banco
de España cita “el renovado retroceso del precio del petróleo”,
“el adelantamiento a julio” de la rebaja del IRPF prevista para
2016, o el “reintegro a los empleados públicos de una cuarta parte
de la paga extra suspendida en diciembre de 2012".
Por
lo que respecta a los precios, no subieron en 2015. La
inflación ha terminado el año en el 0%, es decir, que tras
algunos vaivenes a lo largo del año vinculados sobre todo a las
tarifas de la energía, los precios de esa cesta de bienes de consumo
han terminado el pasado diciembre al mismo nivel que se encontraban
en 2014.
Este
hecho, entre otras cosas, implica que los pensionistas han ganado
algo de poder adquisitivo a lo largo del año, ya que sus
prestaciones subieron en el ejercicio el 0,25%, un cuarto de punto
más que los precios. Lo mismo ocurre con aquellos que cobran el
salario mínimo: aunque su sueldo solo se elevó el 0,5% en 2015, la
atonía de los precios les ha permitido disponer de algo más de
capacidad de compra.
Es
casi paradójico, pero en los últimos tres años, cuando las subidas
de las pensiones han sido muy reducidas, han ganado capacidad de
gasto, ya que las subidas de precios han sido extraordinariamente
bajas o incluso negativas.
A
lo largo de 2015 el índice de precios al consumo (IPC) se ha
mantenido en tasas negativas o muy bajas. La inflación comenzó el
año en el -1,3% y excepto en junio y julio (cuando se elevó un
escaso 0,1%), ha estado en terreno negativo, entre otros motivos, por
los precios de la energía. Desde septiembre comenzó a reducir las
bajadas, por la subida de la electricidad, hasta el -0,3% de
noviembre. Pero al llegar al final del año, aunque la gasolina y el
diésel han seguido bajando, lo ha hecho a menor ritmo que en 2014,
por lo que la bajada del IPC se ha moderado hasta cerrar en el 0%,
según el dato del IPC provisional, publicado por el Instituto
Nacional de Estadística (INE).
Por
otro lado, una noticia positiva, es que la morosidad bancaria se ha
reducido casi un 20% en un año. Así se desprende de la estadística
provisional que ha publicado el Banco de España: hasta el pasado mes
de octubre disminuyó hasta el 10,56%, y los créditos por riesgo
provisionados por los bancos han disminuido un 18,2%. De esta forma,
se ha situado a niveles de marzo del año 2013.
MERCADOS:
Los
principales bancos españoles cotizados han perdido en poco más de
un mes unos 18.000 millones de euros en capitalización bursátil,
que se han esfumado, entre otras razones, por el descalabro de las
bolsas chinas, la caída del precio del crudo y las tibias medidas
anunciadas en diciembre por el BCE.
Según
datos del mercado, en sólo cinco semanas el valor bursátil conjunto
de estas entidades -Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular,
Sabadell y Bankinter- ha pasado de 164.204 millones de euros a
146.293 millones.
La
pérdida de capitalización ha sido muy desigual entre las entidades,
siendo el Santander el que más se ha dejado en el camino con una
reducción de su valor en bolsa de 14.671 millones de euros.
Le
han seguido muy de lejos BBVA, que en estas cinco semanas se ha
dejado 8.341 millones de capitalización; Banco Popular, 1.382
millones; Banco Sabadell, 778 millones; y Bankinter, 688 millones.
En
el conjunto del sector financiero, la pérdida de valor comenzó en
diciembre, concretamente el día 3, cuando el presidente del Banco
Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció unos estímulos
monetarios para reactivar la economía de la eurozona que fueron
menos agresivos de lo previsto y causaron una amarga decepción a los
inversores, que llevaban meses esperando.
Según
explicó Draghi, la decisión del BCE de ampliar en el tiempo (hasta
marzo de 2017) pero no en volumen el programa de compra de deuda
pública y privada que inició en marzo de 2015 para reactivar la
economía, se debe a que la institución "ya no es tan
pesimista" acerca de la recuperación de la economía europea.
Pero
esta, según algunos, “tibieza” de Draghi no gustó nada a los
inversores, que esperaban que aumentara también la cuantía de las
compras de deuda, y ese mismo día comenzaron a huir de la renta
variable tras comprobar el efecto que tuvo la decisión en el mercado
de divisas, con un fuerte rebote del euro frente al dólar, que pasó
de cambiarse de 1,05 a 1,09 dólares.
Las
principales plazas bursátiles de Europa cerraron ese día con
fuertes pérdidas, las más elevadas desde el mes de agosto, que
fueron superiores al 3 % en Fráncfort y París; al 2,27 % en Londres
y al 2,47 % de Milán.
El
mercado de renta variable europeo también se ha visto fuertemente
perjudicado en las últimas semanas por el desplome del precio del
crudo Brent, la referencia para Europa, que se ha situado por debajo
de los 33 dólares por barril por primera vez en casi doce años.
Otro
motivo de tensión ha sido la nueva regulación bancaria, que
requiere, entre otras cosas, que las entidades tengan cada vez más
capital para hacer frente a posibles crisis.
Y
la guinda al pastel, la ha puesto el pánico desatado en las bolsas
de todo el mundo por las fuertes pérdidas registradas en los parqués
de China, aunque se atenuaron algo después de que las autoridades
decidieran suspender el mecanismo aprobado recientemente para
interrumpir las sesiones demasiado volátiles.
Esto
ocurrió, con una jornada de apenas 30 minutos (la más breve de la
historia de los mercados de ese país), al interrumpirse la sesión
después de que el selectivo mixto con grandes firmas de Shanghái y
Shenzen CSI 300 bajara más del 7 %.
El
objetivo de ese sistema era evitar que se repitieran debacles como
las del pasado verano en esas bolsas, que llegaron a afectar a otros
mercados mundiales.
Por
lo que respecta al precio del petróleo, sigue cayendo como
consecuencia de las numerosas incertidumbres globales que afectan a
su cotización. El precio del barril de Brent, de referencia en
Europa, sufrió una caída del 6,01%, a 34,23 dólares. Nunca desde
julio de 2004 se había situado por debajo de los 35 dólares, de
forma que este es su
precio más bajo en once años y medio.
El
crudo mantiene su tendencia bajista, intensificada en este arranque
de 2016 por las tensiones entre Arabia Saudí, primer productor
mundial de petróleo, e Irán, que busca elevar sus exportaciones de
crudo tras el levantamiento de las sanciones que le impuso la
comunidad internacional.
En
medio de ese conflicto diplomático, y con el fin de atacar la futura
competencia iraní, Arabia Saudí rebajó el precio que cobrará
en febrero su petróleo a Europa: en 60 céntimos de dólar en el
caso de los barriles destinados al noroeste del Viejo Continente y en
20 céntimos a la Europa mediterránea.
Sin
embargo, esta crisis política entre esos dos países no es la única
razón por la que cae el precio del crudo. Las dudas sobre el
crecimiento económico de China, que han sacudido a las Bolsas de
todo el mundo, afectan también a la cotización. Si el gigante
asiático, uno de los principales demandantes de materias primas del
mundo, crece menos de lo esperado, eso supondrá menos actividad y
por tanto menos consumo de petróleo por parte de este país, lo
que presionará aún más a la baja los precios en el mercado.
Mientras
tanto, y respecto a la demanda de crudo, Estados Unidos dio a conocer
sus datos de reservas petrolíferas: aunque bajaron en 5,1 millones
de barriles, hasta 482,3 barriles, están aún en niveles nunca
vistos en casi 80 años. La revalorización del dólar también
afecta a la cotización de esta materia.
Al
contrario, el exceso de oferta en el mercado es otra de las
explicaciones a esa tendencia bajista en los precios. Junto a los
planes iraníes de elevar sus exportaciones, Arabia Saudí viene
inundando estratégicamente el mercado con su petróleo con el
objetivo de hundir los precios para perjudicar la técnica de
«fracking» que se está desarrollando en Norteamérica.
EMPRESAS:
El
Corte Inglés avanza en su internacionalización, esta vez, con un
negocio en China. No va a abrir grandes almacenes en el gigante
asiático, pero sí venderá alimentos españoles.
A
través de un acuerdo comercial con la empresa china Ou-Jue
Internacional, los productos made
in Spain se
comercializarán en espacios ubicados dentro de diferentes inmuebles,
como hoteles o grandes superficies.
Se
trata de un avance importante para el grupo, ya que casi no tiene
presencia internacional. Fuera de España, solo tiene grandes
almacenes en Portugal. Y aunque con su cadena Sfera sí ha llegado a
varios mercados latinoamericanos (en especial México), el negocio
que le llega del extranjero es una mínima parte de sus ingresos
actualmente.
Los
espacios de venta tendrán una superficie de entre 30 y 150 metros
cuadrados. Es un sistema similar al que ellos mismos usan dentro de
sus grandes almacenes con otras marcas, los llamados corners.
Los espacios de El Corte Inglés estarán ubicados en centros
comerciales, especialmente en Grandes Almacenes Bailian, pero también
a pie de calle e incluso en hoteles. "Asimismo, los productos se
podrán encontrar también en los lineales de supermercados de estos
grandes almacenes o de otras cadenas de distribución".
Un excelente trabajo sobre la Economía real que nos rodea...
ResponderEliminarUn cordial saludo
Buenas tardes Mark, como siempre muy amable.
ResponderEliminarSaludos
Mi estimado paisano: vaya por Dios...he estado "desaparecida" un tiempo y tras mi regreso todo sigue igual...Un gran reportaje, de fácil entendimiento...pero a ver cuándo nos dices algo positivo (jajaja, ya sé que no está en tus manos). Un beso
ResponderEliminarHola Águeda, me alegra "verte" de nuevo... ya me gustaría que todo fueran buenas noticias... paso a visitar tu blog.
ResponderEliminarUn beso