El oro, sin duda el activo
refugio más utilizado, ha subido a máximos históricos por encima de los 1.300
dólares la onza. Las razones, para la mayoría de los analistas, se encuentran
en la depreciación del dólar respecto a las demás divisas, y el aumento de las
tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y Corea del Norte.
GLOBAL:
Según el último informe
del Fondo Monetario Internacional (FMI), la recuperación económica mundial
“avanza a paso firme”.
El crecimiento económico
global se estima en el 3,5%. Ahora bien, se ha producido una redistribución de
las economías: las que más crecen son España, Brasil y México, mientras que Estados
Unidos. Reino Unido y el conjunto de América Latina no registran aumentos
significativos.
Señala el FMI, como
causas “la elevada incertidumbre
respecto a las políticas que se van adoptar y que la situación podría agravarse
aún más”.
La mayor potencia del
mundo, Estados Unidos,
retrocede cuatro décimas respecto a lo avanzado en abril para situarse en el
2,1%. Lejos del 3% que prometió el presidente Trump. Y es que el presidente de
la mayor economía mundial continúa sin concretar su plan de estímulos económicos.
Para
el Reino Unido el FMI rebaja su previsión en tres décimas para
quedarse en el 1,7%, señalando dos causas: el impacto del Brexit con la
incertidumbre de los acuerdos que finalmente se alcancen, y la tibieza que está
mostrando la economía británica.
Nuestro país, España es la que más está creciendo dentro de
la Eurozona.
Por otro lado, ya han
pasado diez años desde que la Reserva Federal en Estados Unidos pusiera en
marcha sus históricas medidas para combatir a la Gran Recesión. Pues bien, los mayores
“gurús” de las finanzas han tratado de analizar las razones de que la economía
global no crezca como se esperaba.
Ese ha sido el tema
central de las discusiones en la conferencia anual de banqueros centrales
de Jackson Hole, que ha tenido como estrellas principales a Janet Yellen,
presidenta de la Reserva Federal, y a Mario Draghi del BCE.
Se trataba de un paso
obligado para que los banqueros centrales, ministros de finanzas y grandes
figuras del mundo académico discutieran sobre la economía global de una manera
informal. El tono de los debates, de hecho, suele ser muy técnico y de carácter
privado. La realidad, es que en la reunión no se ha llegado a ninguna
conclusión destacable.
Y es que las economías
crecen por debajo de su potencial. La teoría económica señala que una mejora
del mercado laboral lleva a un alza de los salarios y de los precios. Lo que no
está ocurriendo, persistiendo el aumento de los precios por debajo del nivel objetivo del 2%. Como en
más de una ocasión hemos comentado, “vivir para ver”, el problema ahora es que
los precios suben poco…
BRASIL:
Tras dos años, Brasil ya
no está en recesión. La economía del país ha logrado encadenar dos trimestres
seguidos con crecimiento de su PIB, por lo que ya ha abandonado la recesión que
ha padecido durante dos años.
Una de las razones ha
sido una cosecha agrícola muy fuerte. Sin embargo, el resultado positivo del
segundo trimestre llegó favorecido por el sector servicios, que creció un 0,6%,
y, sobre todo, el consumo de las familias, que avanzó un 1,6% después de más de
dos años en retroceso. El freno a la inflación en este periodo, que llegó a ser
negativa en junio, y la rebaja de la los tipos de interés, han sido aspectos
que han impulsado el mayor consumo de las familias.
Según Rebeca de La Rocque
Pali, coordinadora de las Cuentas Nacionales de ese pais, “el dato es positivo,
pero no debemos llamarle crecimiento. Lo consideraremos como tal cuando sea
superior al 0,5%”. Y es que oficialmente se ha insistido en extremar la prudencia,
ya que, pese a la mejoría en los últimos tres meses, en el conjunto del primer
semestre el consumo de las familias siguió cayendo un 0,6%.
De los tres principales
sectores de la economía, solo los servicios crecieron entre marzo y junio. La
agricultura permaneció estable y la industria retrocedió un 0,5% después de
haber subido un 0,7% en los primeros tres meses del año.
El análisis más
compartido por los economistas es que la recuperación resulta aún incierta al no
haber una mejora generalizada de los sectores.
Sin duda, un factor que
está generando dudas sobre la capacidad del país para salir de la
crisis es la fuerte incertidumbre política que ha surgido como
consecuencia de las acusaciones de corrupción contra el presidente, Michel
Temer.
La inversión de las
empresas cayó, lo que evidencia que existe un débil crecimiento y se necesita
más tiempo para confirmar la mejoría.
Las exportaciones
brasileñas aumentaron un 2,5%, mientras las importaciones cayeron un 3,3%. Las
ventas al extranjero que registraron los mayores aumentos fueron las de
vehículos automotores, petróleo y gas natural, productos agropecuarios y papel
y celulosa. Las caídas más relevantes en las importaciones afectaron a máquinas
y equipamientos, excepto en el caso de los relacionados con vehículos.
ESTADOS UNIDOS:
Durante el pasado mes de
agosto, la economía estadounidense registró 156.000 nuevos ocupados durante el
mes de agosto. Ello implica que hay que descartar que la Reserva Federal vaya a
subir los tipos de interés durante este mes de septiembre.
No obstante, se crearon
185.000 empleos de media durante los últimos tres meses (un ritmo bastante sólido),
pero la tasa de desempleo aumentó una décima (al 4,4%). En todo caso, se trata
de cifras que corresponden a una situación de pleno empleo.
Pese a ello, los salarios
suben menos de lo que se espera y la tasa de aumento de los precios es muy
baja: una circunstancia contraria, como se señalaba anteriormente, contraria a
la teoría económica ortodoxa.
Por tanto, se espera que
la próxima subida de tipos de interés sea, como más pronto, en diciembre.
Los salarios están
creciendo a un ritmo anual del 2,5%. Lo normal en una fase de recuperación
económica es que se acerquen a un aumento del 4%. Hay varios factores que
explican esta situación, como la baja cualificación de la mano de obra
especializada, la competencia global y la ola de jubilaciones entre la
generación del baby-boom, que se ven reemplazados por jóvenes con
sueldos más bajos. Esas circunstancias están frenando las subidas de precios.
Estos datos no incluyen
los efectos del huracán Harvey, que ha afectado a toda la zona industrial de
Houston. Las proyecciones más pesimistas anticipan un coste próximo al 1% del PIB
estadounidense.
Por otro lado, es muy
probable que en la próxima reunión de la Reserva Federal (el 19 y 20 de
septiembre) se active el mecanismo para empezar a desprenderse de deuda.
JAPÓN:
El Banco de Japón (BoJ)
ha aplazado hasta, nada menos, que el año 2019 su objetivo de alcanzar una
inflación del 2 por ciento anual ante la persistente debilidad del consumo y
las tímidas subidas salariales (ya van seis aplazamientos en este sentido).
Un informe del Boj, rebaja
en dos décimas el pronóstico de evolución del Índice de Precios de Consumo
(IPC) para el ejercicio fiscal de 2018 (que concluye en marzo de 2019) con
respecto a su predicción de abril, y señala que la subida media de precios se
situará en torno al 1,5 por ciento.
El banco central nipón
(Boj) se vio así obligado a posponer la meta de lograr una inflación estable
del 2 por ciento a "en torno al ejercicio fiscal 2019", es decir, un
año más tarde de lo anteriormente previsto.
Para muchos analistas, la
razón es que las subidas salariales que promueve el Ejecutivo de Shinzo Abe no
se aplican con la contundencia necesaria (sobre todo para los trabajadores con
contratos temporales, que representan más del 40 por ciento de la mano de obra),
unido a que el consumo sigue mostrando síntomas de debilidad.
El IPC nipón en mayo fue
del 0 por ciento si se excluyen los precios de la energía y de los alimentos
frescos, mientras que la cifra de Tokio, que se considera un indicador avanzado
de la evolución de los precios a nivel nacional, retrocedió un 0,1 por ciento
intermensual, el primer descenso en cuatro años.
A pesar del desalentador
panorama en lo que respecta a los precios, el Banco Central de Japón ha
revisado al alza su pronóstico de crecimiento del producto interior bruto (PIB)
para el actual ejercicio fiscal.
La economía nacional
crecerá un 1,8 por ciento este año, según la revisión que añade dos décimas al
cálculo anterior, mientras que para 2018 se prevé un crecimiento del 1,4 por
ciento, una décima más que su estimación previa.
En la misma línea, el
informe del BoJ mejora su diagnóstico de la economía al señalar que ésta
"se está expandiendo moderadamente" y "continuará creciendo a un
ritmo superior a su potencial, principalmente en el ejercicio 2018".
El BoJ cree que el buen
ritmo del PIB terminará por traducirse en precios de consumo más altos, según
dijo en rueda de prensa el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, quien
descartó que se contemplen por ahora medidas de estímulo adicionales.
El banco central nipón
decidió así mantener intactas su política de flexibilización monetaria y sus
últimas medidas suplementarias, que incluyen una tasa negativa para los
depósitos de bancos y su objetivo de mantener los tipos a largo plazo en torno
al 0 por ciento.
El BoJ, a diferencia de los otros dos grandes
referentes mundiales en política monetaria (la Reserva Federal estadounidense y
el Banco Central Europeo), sigue inamovible dentro de la senda que inició en
2013,
UNIÓN EUROPEA:
Se han creado seis
millones de empleos en tres años y la economía crece, disipándose en gran
medida las amenazas de los riesgos políticos. Sin embargo, los salarios y
precios siguen estancados, por lo que el BCE mantiene intactos los estímulos
monetarios.
El BCE anunció que
debatirá en otoño la retirada gradual de las compras de activos, aunque Draghi no
ha fijado en concreto la fecha, señalando que no se adoptaría ninguna medida en
contra de la reactivación. El mercado reaccionó con una apreciación del euro
(algo no deseado por el BCE ya que es una mala noticia para los exportadores).
Y es que aunque la
reactivación haya llegado merced a las históricas medidas adoptadas, las
subidas de precios siguen sin aparecer. Según Draghi, “el trabajo aún no ha
acabado”.
No obstante, los mercados
están convencidos de que Draghi anunciará la gradual retirada de los estímulos este
mes de septiembre, y como más tarde en octubre.
Según ha declarado el
presidente del BCE, “lo último que el consejo de Gobierno quiere es un
endurecimiento de las condiciones financieras que ralentice el proceso de
convergencia de la inflación hacia su objetivo o incluso acabe con él. Por eso
estamos listos para activar nuevas medidas extraordinarias si las condiciones
empeoran. El BCE debe ser paciente, persistente y prudente”.
En un texto publicado por
el BCE, se asegura que “en general, las condiciones financieras continuaron
apoyando la expansión económica. Pero las variaciones de precios de algunos
segmentos del mercado, sobre todo las divisas extranjeras y la deuda, han
provocado un cierto deterioro desde la última reunión”.
El BCE considera aún
necesaria una política monetaria muy expansiva para impulsar la inflación
subyacente (la que no incluye a los precios más volátiles, como la energía y
los alimentos frescos).
A los máximos
responsables de la política monetaria europea también les preocupa la errática
política del presidente de EE UU, Donald Trump. Según una nota del BCE “existe preocupación
respecto a determinados riesgos que han aumentado, en concreto, aquellos
relacionados con la incertidumbre política en Estados Unidos, y los riesgos
cada vez más grandes en los balances de algunas economías emergentes”.
En todo caso, según datos
publicados por Eurostat, la recuperación económica europea parece consolidarse.
Los Diecinueve situaron en el segundo trimestre del año su ritmo de crecimiento
por encima del 2% anual. En términos
trimestrales, el PIB del euro aumentó un 0,6%, una décima más que en los
primeros tres meses del año, con las grandes economías como España (+0,9%),
Alemania (+0,6%) o Francia (+0,5%) presentando tasas de avance sólidas.
Incluso Italia,
cuestionada por su elevada deuda y la anemia que afecta a su economía desde
hace más de 15 años, ha sorprendido favorablemente. Roma ha acelerado el ritmo
de crecimiento interanual hasta el 1,5% (es el mejor dato desde el año 2011) y
su prima de riesgo ha mejorado.
El PIB de Italia progresó el 0,4% (menos que la media europea),
alejándose de los peores augurios. Reino Unido, en medio de la negociación del Brexit,
creció la mitad que los países del euro, mientras que en el conjunto de la UE,
el gran impulso a la economía comunitaria vino del Este, con Polonia, República
Checa, Rumanía o Letonia creciendo a tasas superiores al 4% anual.
Ahora bien, la realidad
es que no se puede mantener un optimismo excesivo, ya que muchos analistas
consideran que la incertidumbre y los riesgos no han desaparecido.
En el último informe del
FMI sobre la eurozona, la institución alerta respecto a que el final de la convergencia
económica entre los socios del euro puede tener graves efectos y
"podría suponer un desafío para la cohesión de la unión monetaria".
Según el Fondo Monetario
Internacional, la dicotomía Norte-Sur se ha acentuado peligrosamente tras las
turbulencias de la última década. "Alemania es de las economías que mejor
ha soportado el ciclón. Pero hay diferencias más allá del eje geográfico
Norte-Sur. España y Portugal han salido mejor que Grecia e Italia. Mientras que
economías como Holanda y Finlandia han sufrido".
Las alarmas se han
encendido en un país nórdico: Finlandia ha sido el único país de la UE que se
ha contraído en el último trimestre, con una caída del 0,5%, la primera desde
2012, y su comportamiento viene siendo mediocre debido al declive de industrias
clave como la del papel o la decadencia de gigantes tecnológicos venidos a
menos como Nokia.
Pese a los datos
positivos de crecimiento, hablar de una salida conjunta de la crisis por parte
de la zona euro sería, según algunos expertos, aventurado. "Alemania está
ahora en mejor situación que antes de la crisis, pero es la excepción, no la
regla. Países como España, Portugal, Italia, o por descontado Grecia, siguen
estando peor. A nivel agregado no podemos decir que los europeos están mejor
ahora que hace diez años".
La cuestión clave es
conocer qué sucederá cuando los estímulos del Banco Central Europeo
desaparezcan y los tipos bajos queden atrás. "Existen grandes
desequilibrios y será un reto para el BCE subir los tipos sin amplificar las
desigualdades actuales".
ESPAÑA:
La solidez de la demanda
interna, la creación sostenida de empleo y la buena evolución de las
exportaciones ha llevado a analistas privados, entidades públicas y organismos
internacionales a ir elevando progresivamente sus previsiones de crecimiento
para la economía española en este año 2017.
Hace un año los analistas
esperaban un frenazo del PIB de hasta casi un punto en el contexto de la
victoria del "Brexit" en el Reino Unido y con el Gobierno español en
situación de interinidad ante las dificultades para formar un nuevo Ejecutivo.
Sin embargo, el dinamismo
del consumo privado, la inversión y el empleo, unido a un sector exterior que
mantiene su contribución positiva al PIB, ha contribuido a mejorar unas previsiones
que en algunos casos auguran que el crecimiento económico de este año supere al
de 2016, que fue del 3,2%.
También se preveía que en
2017 disminuirían los aspectos que han favorecido el crecimiento en ejercicios
anteriores y, sin embargo, se mantienen los bajos tipos de interés y el precio
del petróleo está contenido, aunque menos barato.
El Gobierno, que en julio
elevó su previsión de crecimiento al 3%, ya ha avanzado que la volverá a subir
en la actualización del cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos
de 2018, tras crecer el PIB un 0,9% en el segundo trimestre, una décima más que
en el trimestre precedente.
En junio el Banco de
España revisó su previsión de crecimiento hasta el 3,1% a la vista de las
mejores perspectivas de crecimiento mundial y de la persistencia de unas
condiciones financieras favorables, si bien la entidad apuntaba a una
progresiva desaceleración a partir de 2018 por una menor vitalidad del consumo
achacable a una inflación más alta y a la ausencia de rebajas impositivas.
Entre las previsiones más
altas de los analistas privados están las de BBVA Research, Bankia y el
Instituto de Estudios Económicos (IEE), que esperan que el crecimiento de este
año llegue al 3,3%, una décima por encima de lo que pronostican Analistas
Financieros Internacionales (AFI), Funcas y la CEOE.
El BBVA añade como factor
para la mejora de sus previsiones la recuperación del mercado inmobiliario,
detonante de la crisis y protagonista del mayor ajuste en la última década, sin
que ello suponga volver a los desequilibrios del pasado.
De los organismos
internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido el último en
subir su estimación de crecimiento, hasta el 3,1%, aunque advierte de que será
difícil de mantener a medio plazo un avance anual del PIB superior al 3%, y
recuerda que la mayor vulnerabilidad de la economía española está en su elevada
deuda pública y en la todavía alta tasa de paro.
Asimismo, la agencia de
calificación de riesgo Fitch ha elevado su previsión al 3,1%, que en julio
mejoró la perspectiva de España por la solidez de la recuperación y la creación
de empleo, así como por los progresos en la reducción de los desequilibrios
macroeconómicos que aún afronta el país.
En el mismo sentido,
durante el pasado mes de agosto ha subido medio punto la confianza del
consumidor, situándose en 108,8 puntos. Con el avance de agosto, la confianza
de los consumidores se sitúa en máximos históricos y suma tres meses al alza
después de haber retrocedido 1,3 puntos en mayo.
El Centro de
Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado el Indicador de Confianza de
los Consumidores (ICC), que en agosto ha subido hasta 108,8 puntos, medio punto
por encima del nivel registrado en julio y muy superior a los 97,3 de agosto de
2016, siendo los 100 puntos el umbral entre una percepción positiva y negativa.
De los dos indicadores
que conforman el ICC, el que se refiere a la situación actual ha subido dos
puntos, hasta 105,4, mientras que el de expectativas ha bajado un punto, hasta
112,1.
Respecto a la valoración
de la situación actual, el CIS destaca que ha mejorado en la misma medida la
percepción de la evolución económica general y de la economía de los hogares en
particular, mientras que la percepción sobre las posibilidades de encontrar trabajo
ha empeorado ligeramente.
Por otra parte, en agosto
se ha registrado un descenso de las expectativas de ahorro, mientras que han
aumentado las previsiones de consumo de bienes duraderos, así como la
percepción de que subirá la inflación.
Según el sondeo que el
CIS usa como base de este indicador, la mayoría de los ciudadanos (64,8 %)
piensa que la situación económica actual de su hogar es igual que hace seis
meses, frente a los que creen que está peor (18,4 %) y los que opinan que ha
mejorado (16,6 %).
También la mayoría
reconoce que llega justo a final de mes (43,1 %), aunque un 36 % asegura que puede
ahorrar un poco de dinero, frente a los que siguen teniendo dificultades para poder
acabar el mes, y se ven obligados a echar mano de sus ahorros o contraer deudas
(16,9 %).
Algo más de uno de cada
tres encuestados (34,9 %) asegura no tener a ninguna persona desempleada en su
entorno, mientras que un 23,5 % declara tener a una o dos personas en paro.
El 37,4 % considera que
la situación para encontrar o mejorar el puesto de trabajo es igual que hace
seis meses, frente al 33,9 % que la ve mejor y el 25,8 % que cree que ha
empeorado.
Además, la práctica
totalidad de los encuestados (95,2 %) no tiene planes de comprar una vivienda
en el próximo año.
Por otro lado, a finales
del pasado agosto se dieron de alta 46.779 personas en la Seguridad Social,
mientras que se dieron de baja 313.141 (estas cifras corresponden exactamente
al 31 de agosto). Es decir, la afiliación cayó en una sola jornada en 266.362
personas. El fin de la temporada de verano hizo que se extinguieran miles de
contratos que no se reponen con nuevas altas precisamente por ese bajón de la
actividad turística, lo que, sumado al parón de actividades como la industria o
la educación y a la proliferación de contratos cada vez más cortos (incluso de
un día) explican el fenómeno.
El dato de récord del
pasado junio, al menos, había traído un consuelo, puesto que el saldo medio de
aquel mes sí fue positivo. La media de afiliación creció en 87.000 personas
en junio. La media de afiliación es el dato que suele usarse para medir el
comportamiento del empleo porque elimina los altibajos que se producen en el
día a día en las oficinas de la Seguridad Social y la foto del número de
cotizantes es más fiel. Sin embargo, acudir a esta media no supone demasiado
alivio en agosto. El mes pasado, la media de afiliación registró un
descenso de 179.485 cotizantes.
Si bien no ofrece la foto
más fiel de la evolución del empleo, el dato diario de afiliación sí muestra la
ligereza con que se firman y extinguen contratos en España, debido a la
alta, quizá fraudulenta y abusiva temporalidad. Y es que, según la patronal de
empresas de trabajo temporal Asempleo, una cuarta parte de los contratos que se
firman en España dura menos de siete días. Así, en agosto se firmaron más de
1,5 millones de contratos, de los que apenas el 7,5% eran indefinidos. Los
contratos de una semana, de un día incluso, están a la orden del día e incluso
muchos empresarios dan de baja a un trabajador al acabar un mes y le vuelven a
dar de alta al comenzar el siguiente.
La realidad, es que el
fin de la temporada turística supone que miles de personas en hoteles,
restaurantes y otras empresas relacionadas con el turismo acaban sus contratos
y ya no se renuevan.
Pese a todo, el dato de
bajas en la Seguridad Social no es récord. El 30 de junio confluyeron varios
factores que hicieron que ese día se dieran de baja 341.334 personas: era
viernes (muchos contratos se extinguen en viernes, a lo mejor para volver a
firmarse el lunes), fin de mes, fin de trimestre y fin de semestre, un situación
propensa a la baja de contratos.
Por otro lado, según la
Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), difundida por el
Instituto Nacional de Estadística (INE), nuestro país recibió, nada menos, que casi 47 millones de turistas hasta julio,
lo que supone un aumento del 11,3% con respecto al mismo periodo del año 2016,.
De enero a julio, Reino
Unido, el principal mercado emisor de turistas hacia España, registró un
repunte del 8,7%, con más de 10,9 millones de visitantes. Le siguió Alemania,
con cerca de 6,9 millones de turistas internacionales, lo que supone un aumento
del 9,4%, y Francia, que experimentó un crecimiento del 4,3%, hasta los 6,3
millones de visitantes.
Cataluña
fue el primer destino elegido en julio, con 2,5 millones de visitantes extranjeros,
un 6,5% más, acaparando el 24,3% del total de llegadas internacionales. Le
sigue Baleares, que recibió 2,5 millones de turistas extranjeros, un 5,3% más,
con el 23,6% del total y Andalucía (13% del total) que captó 1,4 millones de
turistas internacionales, un 12,5% más. En el resto de comunidades, el número
de turistas se incrementa un 17,1% en Comunidad Valenciana, un 14,8% en
Comunidad de Madrid y un 4% en Canarias.
Por otra parte, en el
dato acumulado, un 13,5% más de visitantes extranjeros vino por motivos de
ocio, recreo y vacaciones, y los que viajaron a España por motivos de negocio y
motivos profesionales descendieron un 1,5%, mientras que los que visitaron
España por otros motivos aumentaron un 0,4%. Por último, los que llegaron sin
paquete turístico aumentaron un 14,5%, con más de 33 millones, mientras que los
que lo hicieron con paquete turístico, alrededor de 13,7 millones se elevaron
un 4,2% en comparación con los siete primeros meses del año anterior. La duración media de la estancia de
dos a tres noches aumentó un 21,7% y la de cuatro a siete noches un 10,1%.
Por lo que respecta al
sector exterior español, las exportaciones también han batido récord en el
primer semestre de este 2017, pero la recuperación y, sobre todo, la
dependencia energética, trae consigo también un aumento potente de las
importaciones. Como consecuencia, el déficit comercial, la brecha entre las
ventas y las compras al exterior, alcanzó en junio los 11.088,4 millones de
euros, un 40,7% más que el registrado en el mismo periodo de 2016.
Entre los aspectos
positivos, destaca el fuerte aumento de exportaciones al resto de la UE y
países como China y Argentina. El contrapunto llega del frenazo en el
crecimiento de las exportaciones de automóviles.
Por otro lado, es
importante señalar, que ha disminuido el llamado “efecto desanimo”, es decir el
que padecen aquellos desempleados que, tras un proceso más o menos dilatado e
infructuoso de búsqueda de empleo, se desaniman o desalientan y dejan de buscar
empleo. Y es que la creación de empleo ha animado a muchos de quienes tiraron
la toalla durante la recesión y desistieron de buscar un trabajo, a regresar al
mercado laboral. Llegaron a ser más de 570.000 en el verano de hace cuatro
años. Los últimos datos reducen este colectivo un 40%, hasta los 343.000 de
esta primavera, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este es
un movimiento habitual en las salidas de las crisis que ya se nota, por ejemplo
en las empresas de trabajo temporal. No obstante, el descenso no es igual para
todos: los mayores de 55 años y las mujeres lo siguen viendo mucho más difícil.
MERCADOS:
Según los datos de Bolsas
y Mercados Españoles (BME), si bien, en el acumulado de todo 2017 la
contratación en renta variable española se reduce un 4,2% respecto al pasado
ejercicio, la Bolsa española ha negociado en renta variable durante el mes de
agosto 33.644 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 9,5% en
relación con el mismo periodo del año anterior, En cambio, el volumen de
contratación en los ocho primeros meses del año se ha situado en 450.719
millones de euros, un 4,2% por debajo del dato registrado en igual periodo de
2016.
En agosto, el volumen
negociado en el segmento de fondos cotizados (ETF) se ha situado en 218,6
millones de euros, un 0,4% inferior al mes precedente y un 15,3% menos que hace
un año. El número de negociaciones en ETF´s en agosto se ha situado en 6.532,
lo que representa un aumento del 13% respecto al mismo mes de 2016.
Respecto a la negociación
de Renta Fija en agosto ha sido de 3.657 millones de euros, alcanzando un
volumen acumulado durante los primeros ocho meses del ejercicio de 70.368
millones de euros, un 41,4% menos que un año antes.
Las nuevas emisiones
admitidas a cotización en el mercado de deuda privada durante el mes de agosto
también registraron el mínimo del año con 1.145 millones de euros, lo que
supone un volumen acumulado de 80.488 millones de euros (-15,3%).
En el Mercado Alternativo
de Renta Fija (MARF) el total de emisiones incluidas a negociación al cierre de
agosto se sitúa en 2.658 millones de euros, un 105% superior al mismo mes del
pasado año. El saldo vivo en circulación a 31 de agosto en este mercado fue de
2.358 millones de euros, un 54,7% más en relación a las cifras de hace un año.
Por lo que respecta al
mercado de divisas, el euro ha proseguido su tendencia alcista, ya que
llegado a superar la barrera de los 1,20 dólares por euro, (no ocurría desde el
2 de enero de 2015). En lo que va de año la moneda europea se ha revalorizado
cerca del 15%.
“La moneda comunitaria
lleva subiendo todo 2017, aunque incrementó el ritmo tras el encuentro de los bancos
centrales en Sintra (Portugal). El discurso de Mario Draghi se interpretó como
un aviso de la retirada de estímulos del Banco Central Europeo (BCE), lo
que ha dado lugar a una mayor apreciación del euro.
EMPRESAS:
El Corte
Inglés registró ventas en su último ejercicio por valor de 15.504,6
millones de euros, casi un 2% más que el año anterior. El grupo de tiendas y
grandes almacenes logra así la mayor cifra de negocio en cinco años, encadenando
tres ejercicios al alza. De esta forma, deja atrás definitivamente la crisis que
sufrió durante los años más duros de la Gran Recesión.
Su beneficio creció el
2,4%, hasta los 161,9 millones de euros, el mayor en tres años. La cifra estuvo
marcada por el coste del plan de bajas incentivadas, al que se acogieron 1.341
trabajadores y que le supuso al grupo 178 millones.
La compañía considera que
ha sido “un buen año”, con la mejor cifra de negocio en cinco años y mayor
beneficio neto en tres años. El mensaje que lanzan fuentes oficiales del grupo
es de optimismo sin matices. “Somos el gran almacén con más ventas de Europa y
los cuartos a nivel mundial. Ganamos cuota de mercado. Y en 2017 tendremos unos
resultados todavía mejores y seguiremos mejorando las ventas y el resultado
operativo. Tenemos unas cuentas sanas y hemos sentado las bases para que El
Corte Inglés vuelva a vivir una etapa dorada”.
Excelente informe ...
ResponderEliminarGracias