En
este año 2018, el crecimiento de la economía mundial superará el
3% (un 3,1% según el dato del Banco Mundial y un 3,9% según el
FMI), después de que el pasado año (aumento del PIB mundial del
3,7%) evolucionase mejor de lo que anticipaban las previsiones. Ello
se ha debido a la recuperación de la inversión, sustentada por el
aumento de la demanda y del comercio global, lo que, a su vez, ha
impulsado la recuperación del sector industrial.
GLOBAL:
La
economía global está viviendo momentos que invitan a un cauto
optimismo: subsiste un amplio consenso en todas las economías
desarrolladas y emergentes respecto de la conveniencia de mantener a
las economías internacionalmente abiertas al comercio exterior.
Sin
embargo, la excepción notable es Estados Unidos, ya su
presidente Trump no ha dejado suficientemente claro lo que pretende
hacer: ¿pretende retirarse de la cooperación internacional o
simplemente se está posicionando para renegociar condiciones más
favorables a su país?
Por
ahora parece claro que el gobierno estadounidense no va a actuar como
patrocinador del cambiante sistema económico global de nuevas pautas
que vayan a mejorar las relaciones comerciales mundiales.
Igual
ocurre respecto al cambio climático: en estos momentos Estados
Unidos es el único país que no está comprometido con el acuerdo de
París (que se sostuvo, pese a la retirada del gobierno de Trump).
Incluso dentro de esa economía, numerosas ciudades, Estados y
empresas, así como una variedad de organizaciones civiles, han dado
señales de compromiso creíble con el cumplimiento de las
obligaciones del país de cara al clima (con o sin el gobierno
federal).
Sin
embargo, el mundo todavía tiene mucho camino que recorrer, ya que su
dependencia del carbón sigue siendo alta. Existe la posibilidad de
que una reducción mayor del coste de las energías no contaminantes
mejore esta realidad, pero la economía mundial está a años de
distancia de un crecimiento negativo de las emisiones de dióxido de
carbono.
Todo
esto hace pensar que la economía global se enfrentará a serios
desafíos en los meses y años venideros. Y acecha la amenaza de un
alto endeudamiento que intranquiliza a los mercados, aumentando la
vulnerabilidad del sistema a perturbaciones desestabilizantes. Pero
el escenario de base en el corto plazo parece ser de continuidad. El
poder y la influencia económicos seguirán desplazándose hacia
Oriente, sin cambios súbitos en los patrones de empleo, ingresos y
polarización política y social, ante todo en los países
desarrollados.
ESTADOS
UNIDOS:
El
nuevo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome
Powell, ha manifestado que la economía estadounidense está viviendo
una sólida situación, como consecuencia del aumento de las
exportaciones derivada de la depreciación del dólar en el mercado
de divisas.
Además,
ha reiterado su compromiso con el ajuste monetario (ir endureciendo
su política monetaria). Por esta razón, ha abierto la puerta a una
nueva subida del tipo de interés en Estados Unidos (actualmente se
encuentra dentro de una banda del 1,25% al 1,50%).
Powell
ha señalado que: “a la hora de evaluar la senda apropiada para la
política monetaria en los próximos años, continuaremos buscando un
equilibrio entre evitar una economía sobrecalentada y situar la
inflación en el 2% de una manera sostenida. En estos momentos, no
vemos que las turbulencias vividas en los mercados financieros
afecten mucho a las perspectivas de la actividad económica, el
mercado laboral y a la subida de precios.”.
El
banco central estadounidense espera, dentro de sus previsiones
económicas para este 2018, un crecimiento estimado del PIB del 2,5%,
y una tasa de paro por debajo del 4%. Se trata de niveles de
desempleo considerados como de “pleno empleo”.
EUROZONA:
Respecto
al año pasado, la actividad comercial de las empresas en la región
del euro pierde empuje respecto al comienzo de año.
El
ritmo de crecimiento de la actividad total de la zona euro se
ralentizó (alcanzó su máximo de casi 12 años de enero pasado y
sin embargo, en febrero ha caído a mínimos).
El
índice PMI (Índice
de gestores de compras)
es un indicador macroeconómico que pretende reflejar la
situación económica de un país basándose en los datos recabados
por una encuesta mensual de sus empresas más representativas que
realizan los gestores de compras. Este indicador, que elabora la
empresa Markit Economics desde abril del 2008, viene a anticipar el
resultado del Producto Interior Bruto (PIB).
El
PMI compuesto de la zona euro se queda en los 57,1 frente al 58,8 de
enero y las estimaciones del 57,5, una caída intermensual notable,
aunque el dato final encadena 56 subidas consecutivas y está muy por
encima de los 50 puntos que dividen la contracción del crecimiento y
también supera con creces el promedio de la serie (53 puntos).
El
índice de actividad comercial del sector servicios cae a los 56,2
frente a su máxima de casi diez años y medio registrada en enero
58,0 del mes anterior.
Durante
el pasado febrero la producción manufacturera superó al sector
servicios, y ambos sectores continuaron en sus mejores cotas de los
últimos siete años. Los fabricantes y las empresas de servicios
observaron continuas entradas fuertes de nuevos pedidos, mientras que
la creación de empleo y las presiones de los precios también se
mantuvieron elevadas.
Alemania
(57,6), en mínimos de tres meses, se situó a la cabeza, seguida por
Francia (57,3, mínimos de cinco meses) y en tercer lugar,
España (57,1, máximos de ocho meses).
Los
ritmos de expansión en Irlanda (56,8) e Italia (56)
cayeron a sus mínimas de cuatro y tres meses respectivamente.
Aunque
los nuevos pedidos siguieron creciendo, las empresas no han podido
satisfacer las órdenes pendientes y el optimismo empresarial se
mantuvo elevado (próximo a su máximo de ocho meses de enero) que
también impulsó el empleo, en máximos de siete años, sobre todo
en Francia y España.
Chris
Williamson, economista jefe de la empresa que elabora el PMI, ha
destacado que "la economía de la zona euro parece haberse
ralentizado en febrero después de un inicio de año estelar, aunque
es demasiado pronto para darle demasiada importancia a la caída, ya
que era de esperar una desaceleración frente a los máximos
registrados. En lo que va de año, el índice PMI indica que la zona
euro está en camino de la expansión trimestral más fuerte de los
últimos 12 años, en consonancia con un aumento del PIB a una tasa
trimestral boyante, del 0,8% al 0,9%".
Señala
este analista, “el repunte también sigue siendo tan generalizado
como fuerte. Italia se encamina hacia su mejor trimestre en 12 años,
mientras que Alemania está disfrutando del mayor crecimiento de los
últimos siete años en lo que va del año. El crecimiento de Francia
sigue siendo fuerte y España está en vías de registrar su mejor
trimestre desde la fuerte aceleración registrada en la primavera de
2017".
Por
otro lado, han aparecido análisis que ponen de relieve que el
“secreto bancario” continua intocado y que los paraísos
fiscales gozan de ventajas importantes en Europa.
Se
ha publicado en el pasado enero una lista de paraísos fiscales,
donde aparecían apenas 17 jurisdicciones no cooperativas: no está
Suiza (el mayor paraíso de todos), o Bermudas, o las islas del Canal
de la Mancha, (algo así como un sumidero de la City de Londres).
En
esa lista quedaron nueve nombres; ni siquiera está ya el país de
los tristemente famosos Papeles de Panamá, en los que figuran varias
grandes fortunas españolas con escaso interés de pagar al fisco.
Pues
bien, una filtración masiva de documentos internos de la Unión
Europea revela que, además de insuficiente, la lista de los Paraísos
citada fue elaborada con la máxima opacidad, con criterios muy
discutibles y con fuertes presiones de Reino Unido, Luxemburgo,
Irlanda e, incluso, Francia para suavizarla o sacar directamente del
listado a algunos aliados naturales.
El
sistema tributario es una especie de “queso gruyer” plagado de
agujeros para las multinacionales: las grandes empresas y las grandes
fortunas se han especializado en establecer microfiliales en paraísos
fiscales en los que los impuestos son bajos o nulos. Lo han hecho con
impunidad y, a menudo, con la conciencia tranquila.
La
lista europea era una manera de poner coto a ese método, pero los 19
documentos del Consejo Europeo, que han sido filtrados por el grupo
de Los Verdes en la Eurocámara, revela, sobre todo, la “absoluta
falta de transparencia” en todo ese proceso. Hasta la Comisión
Europea coincide: “nos gustaría ver más hambre de transparencia
en todo el proceso, pero los Estados miembros no transigen”.
Reino
Unido se va, pero Londres torpedea sistemáticamente cualquier tipo
de iniciativa fiscal que perjudique a sus excolonias, en especial a
las jurisdicciones no cooperantes en estos objetivos de transparencia
fiscal. Se pone de manifiesto que el Reino Unido puso todas las
trabas posibles para fijar una metodología útil: defendía, por
ejemplo, que los países con un impuesto de sociedades “del 0% ó
próximo al 0%” no tenían por qué ser paraísos fiscales, siempre
según esos documentos. “A pesar de los obstáculos, se consensuó
un lenguaje aceptable, pero que aguaba en parte los criterios”,
admiten fuentes de la Comisión.
Irlanda
y Luxemburgo, que no son paraísos, sí son limbos fiscales que
durante décadas han desarrollado la competencia tributaria a la
baja, apoyaron demandas británicas. Luxemburgo presionó para evitar
las sanciones, que al fin y al cabo son el elemento coercitivo para
que los países señalados intenten salir de esos listados. Incluso
la Francia del presidente Macron presionó hasta el último minuto
para sacar a Marruecos de la lista.
Hay
nueve países señalados y 55 jurisdicciones en la lista
gris
europea (Andorra, Suiza, Qatar, Belice, Jersey, Liechtenstein y
demás sospechosos habituales figuran en esa segunda lista, propuesta
por el Gobierno español).
Esos
55 países no están en la lista
negra
porque han mostrado compromisos para cambiar su política fiscal.
Pero esos compromisos no son conocidos. El calendario para aplicar
las medidas imprescindibles para evitar su salto a la lista negra
tampoco es público: Andorra debe anular o modificar cuatro regímenes
tributarios (según uno de los documentos filtrados), pero nadie
excepto su Gobierno sabe exactamente cuáles son y cuándo debe
hacerlo.
ESPAÑA:
La
economía española cerró 2017 con un crecimiento del PIB del 3,1%,
después de sufrir una leve desaceleración en el cuarto trimestre,
cuando creció un 0,7%, una décima menos que en los tres meses
anteriores.
Según
los datos de contabilidad nacional, la demanda nacional, sobre todo
el gasto de las familias y la inversión, han sido las
macromagnitudes que más han empujado al Producto Interior Bruto
durante el cuarto trimestre, mientras que la demanda exterior
disminuyó su ritmo de actividad.
Tras
encadenar su cuarto año de crecimiento (ya van tres realizándolo a
un a un ritmo superior al 3%), el PIB español se situó en 1,163
billones de euros, su máximo histórico en términos nominales (en
euros corrientes), si bien en términos reales (euros constantes) su
volumen aún no se ha igualado al alcanzado durante el año 2008.
Según
detalla el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda
nacional, que representa el 97,3% del PIB, fue aumentando a lo largo
del año pasado y aportó 2,8 puntos al crecimiento total. Creció un
3,2% interanual en el último trimestre, dos décimas más que el
anterior y cinco más que en los dos primeros. En este terreno, se
aceleró el consumo, para cerrar el año con un crecimiento
interanual del 2,5% tras haberlo iniciado en el 1,9%. La aceleración
se produjo tanto en el consumo de los hogares (2,5% en el último
trimestre, una décima más que en los dos anteriores y tres más que
en el primero), como en el público (2,4% a final de año frente al
1% del comienzo)
Igualmente
destaca la Inversión dentro de la demanda interna. Sobresale la
demanda en bienes de equipo por las empresas y de las familias que
han adquirido viviendas.
En
términos generales, la inversión se aceleró al 5,6% en la segunda
mitad del año, para crecer un 5% en el conjunto del año, casi dos
puntos más que en 2016. En este capítulo, las empresas dispararon
su inversión en bienes de equipo un 6,1% a lo largo del año (7,7%
en el último trimestre). Una tendencia positiva que indica que las
empresas se están preparando para afrontar aumentos de su demanda y
ventas.
Asimismo,
la inversión en construcción creció un 4,6% en 2017, casi el doble
que el año anterior y al mayor ritmo desde 2006, antes de la crisis,
bien es verdad que desde niveles muy inferiores a los que tenía
antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Actualmente, esta
variable solamente alcanza el 68% del volumen que llegó a tener en
2007.
El
sector exterior, que contribuyó con tres décimas al crecimiento de
la economía en 2017, mostró un comportamiento algo distinto. Las
exportaciones crecieron en el conjunto del año un 5%, si bien la
tasa del último trimestre del 4,4% fue 1,2 puntos inferior a la del
trimestre anterior.
Desglosando
ese capítulo, se aprecia una brusca desaceleración de la
exportación de servicios, merced al frenazo del turismo extranjero
en el último trimestre: el gasto de los no residentes pasó de
crecer a ritmos cercanos al 10% en los tres primeros trimestres a un
4,2% en el último. El parón que se aprecia en la contabilidad
nacional está en sintonía con el que refleja la estadística de
llegada de turistas extranjeros.
Crecieron
más las exportaciones que las importaciones, que aumentaron a un
ritmo anual del 4,7%, con una desaceleración de todos los capítulos
en el último trimestre del año. En una economía que reaccionó a
la crisis volcándose hacia las exportaciones, este capítulo
encadena máximos históricos de volumen desde hace siete años,
mientras que las importaciones (reflejo del consumo interno) aún
están lejos de los niveles de 2007. El saldo entre exportaciones e
importaciones es positivo en 31.032 millones.
Por
lo que respecta a la oferta, las actividades agrícolas e
industriales crecieron en 2017 un 3,7%, pero mientras el sector
primario registra una trayectoria descendente a lo largo del año, la
de la industria es creciente.
El
sector servicios se ha mantenido en un 2,6% interanual, cuatro
décimas menos que el año pasado. Dentro del sector terciario
destaca un trimestre más la reducción de volumen de las actividades
financieras (banca) y de seguros. Reducen su tamaño un 1,5% en 2017
y encadenan su noveno año de descenso, situándose en niveles de
2003.
Respecto
al empleo, creció en el cuarto trimestre un 2,9% interanual, la
misma tasa que había registrado en los dos trimestres anteriores. En
el conjunto del año, la tasa de crecimiento es del 2,8%, frente al
3% del año anterior. Esa tasa de crecimiento se traduce en
aproximadamente 490.000 empleos equivalentes a tiempo completo más
que el año anterior.
Por
sectores, el empleo crece más en la construcción, un 5,2%, con un
fuerte acelerón en el último trimestre, por un 2,5% en los
servicios, un 3,7% en la agricultura y un 3,2% en la industria.
Dentro de los servicios, destaca el aumento del 7,8% del empleo en
actividades inmobiliarias, mientras que los servicios bancarios y
financieros sólo ganan un 0,1%.
Por
lo que refiere al comportamiento de los precios, según el indicador
adelantado publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE),
el índice de precios de consumo (IPC) ha subido en febrero hasta el
1,1%, frente al descenso que experimentó hace un año.
Los
precios suben cinco décimas como consecuencia del repunte de los
precios de la electricidad en febrero, y después de que la inflación
interanual se moderara en el pasado mes de enero hasta el 0,6% como
consecuencia de la bajada del recibo de la luz en ese mes.
De
forma que en febrero la tasa interanual del IPC ha encadenado 18
meses consecutivos en positivo, después de que, en el pasado enero,
se registrara una tasa de crecimiento interanual del 0,6% (la más
baja en 16 meses) el IPC interanual ha vuelto en febrero a superar el
1%, registrando la misma tasa que en diciembre de 2017.
Respecto
al mes anterior, los precios aumentaron un 0,1% en contraste con los
descensos del 0,4% registrados en los meses de febrero de 2016 y
2017.
El
Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), por su parte,
también avanza cinco décimas en comparación interanual hasta el
1,2% y respecto al mes anterior sube un 0,1%. El dato definitivo se
publicará el próximo 13 de marzo.
Por
otro lado, el Gobierno ha iniciado el rescate de más de 500
kilómetros de autopistas. Todas ellas volverán a ser gestionadas
por el Estado momentáneamente después de presentar respectivos
concursos de acreedores y ser liquidadas. Serán rescatadas en los
próximos meses, si bien los plazos varían en función de cada vía
en particular. Entre febrero y marzo el Estado se hará con la
mayoría de ellas.
El
Consejo de Ministros ha aprobado estos rescates, al autorizar la
ruptura de los contratos referentes a la explotación de estas
carreteras, que con más de 500 kilómetros representan el 20% de la
extensión de la red de carreteras de pago.
Una
vez estas pasen a ser gestionadas por Fomento, comenzará la cuenta
atrás para determinar la responsabilidad patrimonial de la
administración (RPA) que tendrá que hacer frente el Gobierno por
asumir su gestión. La RPA es una cláusula muy habitual en los
contratos referentes a infraestructuras de titularidad pública, como
estas autopistas. Establece que el Estado tiene
la obligación de indemnizar a las concesionarias en el caso de
quiebra o rescate del activo en cuestión.
Según
los cálculos de Fomento, la RPA total será de más de 2.000
millones de euros. Una cuantía notablemente inferior a la señalada
por los fondos que adquirieron la mayor parte de la deuda que
soportaban las autopistas (unos 4.000 millones), por el Tribunal de
Cuentas (3.500 millones) o por Seopan, la patronal de grandes
empresas y concesionarias (5.000 millones).
MERCADOS:
Durante
febrero se ha vivido el peor mes desde el Brexit en el Ibex, y sin
embargo, se ha reactivado la negociación en renta variable y, en
mayor medida aún, en futuros y ETF (fondos cotizados en la Bolsa).
Y
es que el aumento de la volatilidad ha ido acompañado de un repunte
de la contratación en la Bolsa española. De acuerdo con los datos
publicados por BME (el
Grupo Bolsas Mercados Españoles es el operador de todos los mercados
de valores y sistemas financieros de nuestro país) el
importe negociado en renta variable española durante el mes de
febrero ascendió a 46.555
millones de euros.
Esa
cifra supone un aumento
del 2,8% respecto
a las registradas en el mismo mes del año anterior, y permite
reducir al 4,1% el descenso acumulado en el año. Entre enero y
febrero se negociaron 97.418 millones de euros.
La
fuerza de las caídas con las que comenzó el pasado febrero y el
resurgir de los bandazos, dispararon la contratación de fondos
cotizados (ETF)
un 41,8%. Este porcentaje se eleva al 87% en el número de
negociaciones.
Al
igual que los fondos cotizados, las turbulencias en los mercados
también han elevado la negociación de futuros
y derivados.
El importe contratado en futuros sobre el Ibex 35 ha subido un 24,6%
en febrero, y un 34,5% en el caso de los futuros Mini Ibex 35.
El
informe mensual publicado por BME refleja por último un
comportamiento más estable en el mercado de renta
fija.
El volumen negociado bajó un 3,9% en febrero, si bien las admisiones
a cotización aumentan un 46,9%.
Por
otro lado, el Tesoro Público ha colocado 6.000 millones en un
bono sindicado a 30 años, con una demanda de 26.221 millones, la
mayor de su historia para esta referencia y la segunda mayor para un
soberano europeo a ese plazo. Los títulos cuentan con un cupón del
2,70% y una rentabilidad del 2,726%, la más baja de la historia en
este plazo.
En
el mercado secundario, en donde ya están cotizando estos activos, el
bono a diez años ha subido hasta el 1,53% y la prima de riesgo hasta
los 79 puntos básicos. Estos niveles equivalen a 105 puntos básicos
por encima del tipo mid-swap (tipo
de referencia del mercado interbancario de permutas de tipos de
interés), un diferencial 80 puntos básicos más estrecho que en la
anterior sindicación a 30 años, que tuvo lugar en marzo de 2016.
La
mayor participación en las compras ha correspondido a las gestoras
de fondos, con un 40,9%; seguido de entidades bancarias, con un
27,2%; compañías aseguradoras y fondos de pensiones, con un 20%;
fondos apalancados, con un 6,2%; bancos centrales e instituciones
oficiales, con un 5,6%. Otros inversores han participado con un 0,1%
del total de las compras.
Por
lo que respecta al mercado de la vivienda, Según datos publicados
por el Ministerio de Fomento, el precio
medio de la vivienda libre se
situó en el cuarto trimestre de 2017 en 1.558,7 euros por metro
cuadrado (supone un repunte interanual del 3,1%, encadenando
once meses consecutivos al alza).
Frente
al tercer trimestre de 2017, los precios subieron el 1,2%, según la
misma fuente.
No
obstante, el precio de la vivienda se mantiene alejado de las
variaciones que alcanzó en el primer trimestre de 2008 (-25,8%). Por
contra, se ha recuperado el 7,1% desde el valor mínimo contabilizado
en el tercer trimestre de 2014.
En
términos reales (descontada la inflación, por tanto, en euros
constantes), entre octubre y diciembre del año pasado el
precio de la vivienda libre en España creció el 1,7% respecto
al mismo trimestre de 2016.
En
el caso de la vivienda
nueva (menos
de cinco años), los precios subieron el 2,3%, hasta una media de
1.804,4 euros por metro cuadrado. Las casas
de más de cinco años de antigüedad se encarecieron el 3,1%,
con un precio medio de 1.550,7 euros por metro cuadrado.
Por
comunidades autónomas, el precio de la vivienda libre subió en
trece, lideradas por Madrid (6,9%), Baleares (6,5%), Cataluña
(5,3%), Navarra (4,1%) y Canarias (3,9%). Los descensos
correspondieron a La Rioja (1,8%), Castilla y León (1%), Castilla La
Mancha (0,8%) y Galicia (0,4%).
En
los municipios de más de 25.000 habitantes, los precios más
elevados se dieron en San Sebastián (3.437,3 euros/m2), Sant Cugat
del Vallès (3.060,5 euros/m2), Barcelona (3.053,6 euros/m2), Santa
Eulalia del Río (3.004,9 euros/m2), Ibiza (2.939,0 euros/m2), Madrid
(2.861,5 euros/m2), Getxo (2.858,6 euros/m2) y Calvià (2.760,5
euros/m2).
Los
precios más bajos se registraron en Elda (521,6 euros/m2), Alcoy
(577,8 euros/m2), Ontinyent (586,6 euros/m2), Crevillent (599,4
euros/m2), Villarrobledo (601,1 euros/m2) y Puertollano (610,8
euros/m2).
El
precio medio de la vivienda protegida en el cuarto trimestre del
pasado ejercicio se situó en 1.128,3 euros por metro cuadrado, lo
que supone un repunte del 0,4 % respecto al mismo periodo de 2016.
EMPRESAS:
Durante
el año 2017 las grandes empresas que cotizan en el Ibex 35
aumentaron sus ganancias aprovechando la mejoría de la economía
española.
Estas
grandes sociedades ingresaron un 7,6% más en su cuenta de
resultados. Las empresas aumentaron sus márgenes tras reducir su
carga financiera.
Las
empresas españolas han aprovechado durante este tiempo para reducir
su endeudamiento (apalancamiento en términos financieros). Esta
circunstancia ha aligerados sus costes financieros y mejorado sus
márgenes de beneficio.
Esta
es una de las razones por la que las empresas que cotizan en el Ibex
35 hayan aumentado más sus ganancias que sus ingresos. La cifra de
negocio de las 34 sociedades más grandes de España ascendió a
474.173 millones. Para entender la dimensión de esta cifra, es
equiparable a la totalidad del gasto de todas las Administraciones
públicas de España. El dato, además, supone un crecimiento del
7,66% respecto al ejercicio 2016, según los datos recopilados de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El
beneficio neto atribuido de estas empresas ascendió a 40.122
millones, lo que supone un incremento del 16,26% sobre el año
anterior.
La
rentabilidad de estas grandes compañías ha crecido durante el
último año.
Excelente trabajo ...
ResponderEliminarGracias