martes, 28 de julio de 2009

EL PARO SIGUE AUMENTANDO...

Llevábamos un par de meses en los que las cifras del paro registrado –aquellos que acuden a las Oficinas de Empleo para inscribirse como desempleados demandantes de empleo-, nos hacían albergar la confianza de que la crisis hubiera comenzado a tocar fondo… Sin duda, la influencia de las obras del Plan de Empleo Estatal –basta contemplar el gran número de obras acometido en las grandes ciudades-,… y el fuerte componente estacional de las cifras de paro registrado, permitían mantener cierto moderado optimismo.
La realidad se impone, y los famosos “brotes verdes” no son otra cosa que algo así como que “las cosas van mal, pero que, simplemente, empeoran más despacio”…

Sin duda, la estadística más fiable para conocer las cifras de paro es la EPA o Encuesta de Población Activa que elabora trimestralmente el INE… Hemos conocido las correspondientes al segundo trimestre de este año y, desde luego, la situación no está precisamente para “tirar cohetes”. Estamos viviendo una crisis que recordarán nuestros nietos…
Algunos de los aspectos más preocupantes son:
- Que se mantiene la destrucción de puestos de trabajo: el número de ocupados descendió en alrededor de 146.000 personas en el segundo trimestre de 2009 respecto al trimestre anterior. La población ocupada se sitúa en 18.945.000 personas. En el último año la ocupación ha bajado en 1.480.200 personas (ha disminuido en un año un 7,25 por ciento).

- Y que el número de parados ha aumentado hasta 4.137.500 personas. La tasa de desempleo se ha situado en el 17,92 por ciento – quiere decir que por cada 100 personas que quieren trabajar casi 18 no lo consiguen-. La cifra de desempleados se ha incrementado, nada menos que, en 1.755.900 personas en los últimos 12 meses.

Con razón el último Barómetro publicado por el CIS –el correspondiente al mes de julio- señala que para el 74,4 por ciento de los españoles el principal problema que existe en España es el paro…

Y es que teniendo en cuenta que en materia de empleo los peores trimestres de 2009 pueden estar por venir: la previsión de muchos organismos oficiales nacionales e internacionales que sitúan la tasa de paro a final de año en el entorno del 19 al 20 por ciento, hacen de este tema el mayor motivo de preocupación.
Y eso que el descenso de la población activa (el primero desde 2001), síntoma de que está comenzado a cundir el llamado efecto desaliento –consiste en que los parados tras un proceso de tiempo de búsqueda infructuosa se desaniman y abandonan el proceso de búsqueda de empleo y por tanto, ya no son considerados como parados (pasan a engrosar la cifra de inactivos)-, le ha venido bien al Gobierno, ya que condiciona a la baja la tasa de paro (el número de parados existentes por cada 100 activos).
Por sectores, la construcción cambia de tendencia y es el único en el que el número de parados cae entre marzo y junio con 41.900 desempleados menos gracias al plan de inversión para pequeñas obras en los ayuntamientos. ¡Miedo dar pensar en lo que pueda ocurrir cuando se acaben las obras que están invadiendo a las calles de las principales ciudades!...
En los servicios, por el contrario, ha aumentado el paro en 19.100 personas a pesar de que es el único sector que logra crear empleo gracias a la puesta en marcha de la temporada turística, puesto que es un sector intensivo en mano de obra.
Otro de los aspectos más destacables de la EPA, es que el número de hogares con todos sus miembros en paro han frenado su ritmo de crecimiento y, tras dispararse en un cuarto de millón entre enero y abril, han moderado su avance hasta las 49.900 unidades familiares en el segundo trimestre (en todo caso ha seguido aumentando). Se han duplicado en un año hasta los 1.118.300 hogares.
Los resultados de la EPA reflejan muestran que la recesión económica también está modificando la estructura del paro: las tasas de paro de los hombres y mujeres reducen sus diferencia (17,26% frente al 18,31%) ya que la destrucción de empleo ha afectado a los varones en mayor medida a lo largo de lo que llevamos de crisis. Por otro lado, la temporalidad retrocede 17 centésimas hasta el 25,24%; mientras los contratos a tiempo parcial avanza 25 centésimas al 12,94%.

Ahora bien, estoy convencido que si usted es uno de los muchas personas que se ha visto forzado a engrosar las listas de paro, lo menos que le podría apetecer es una disertación de las razones de su existencia, y mucho menos, respecto a las diversas formas de medir e interpretar las estadísticas de paro… ¡Qué más le da a usted cómo se mida el paro! Usted y su familia tienen un importante problema, y eso, lógicamente, es lo que más le preocupa. Su familia debe seguir haciendo frente a esa serie de gastos fijos que tiene comprometidos, quizá también al pago de las cuotas de su querida hipoteca… Y lo peor, esa sensación de incertidumbre ¿Verdad?...

En todo caso, sin ninguna pretensión exhaustiva, voy a adelantar algunos consejos imprescindibles que ha de seguir si se encuentra en esa situación:

Lo peor que podría hacer es caer en lo que algunos psicólogos llaman “el síndrome del desempleado”. Algo así, cómo síntomas de ansiedad y depresión, dejando caer su autoestima social.
Procure huir de la apatía. Usted sigue siendo un magnifico trabajador, que en este momento tiene una misión importantísima: “prepararse y venderse de nuevo a otros”.
Su situación personal es pasajera. Recuerde que “las aguas siempre vuelven a su cauce”, y que el éxito va a depender de su actitud y fortaleza psicológica, de su autoestima, su red de contactos, y del capital humano que usted disponga. Pues bien, ha de prepararse para cultivar y mejorar esas cualidades.
¡Esté preparado! Lo importante es que usted sea “empleable”. Que sea capaz de hacer cosas. Ha de estar listo para competir y encontrar un buen trabajo.
¡Mucha suerte!...

martes, 7 de julio de 2009

LA SUBIDA DE IMPUESTOS Y EL FRAUDE FISCAL...

Uno de los últimos debates abiertos con el anuncio del Gobierno de que iba a "subir los impuestos a los más ricos", me ha llevado a reflexionar sobre esta medida que, aparentemente, muy social no dejo de sorprenderme por su posibilidad y efectividad en la situación española.

La realidad es que si se consiguiese eliminar el tremendo fraude fiscal que existe en España, muy probablemente se podría incrementar el gasto social que distingue a un país desarrollado con auténticas cotas de bienestar y probablemente, hasta bajar los impuestos de una forma más general y real.

Así que una vez cumplidas mis obligaciones fiscales, me he decidido a redactar este post, tratando de que todos reflexionemos sobre este grave problema.

Comenzaré por señalar que más que grave problema, se trata de una tragedia nacional, -sobre la que muy escasamente aparecen noticias- ya que al final, los únicos que realmente estamos pagando “religiosamente” somos todos los que estamos sujetos a una nomina como trabajadores dependientes.

Esta circunstancia, agravada por el aumento que durante los últimos años ha tenido la imposición indirecta sobre la directa: básicamente por el impuesto que grava el consumo. Este hecho es especialemnte regresivo, ya que el porcentaje que supone respecto a los ingresos el impuesto sobre la cesta -digamos media- de cualquier ciudadano (artículos de consumo necesario) es mayor conforme sean menores los ingresos o rentas percibidos por el ciudadano en cuestión.

Para los más liberales, las bajadas de impuestos –se refieren claro a los directos- por si sólo eliminarían el fraude. Desde luego, si legalmente tuvieran que pagar menos, cometerían un menor fraude…

Es sorprendente, que frente a la intención anunciada del Ejecutivo español, se afirmase en más de un medio que “los ricos no pagan impuestos”, como si tal cosa,… Algo que, lamentablemente, no está exento de razón: las grandes fortunas tributan a través de sociedades donde se admiten fiscalmente la consideración de muchos gastos como deducibles –más que para las personas físicas-, y además a unos tipos impositivos más bajos que los que resultarían a través de su imposición en el IRPF. Una práctica seguida hasta por algunos políticos…, y que aunque sea legal, no deja de ser, cuanto menos, muy poco ética, amén de otros calificativos…

Y para qué decir de la proliferación de los paraísos fiscales que, incluso dentro de la propia Unión Europea, acumulan grandes fortunas de particulares…

El tema es muy extenso, y me voy a limitar a dar sólo algunos datos de los pocos conocidos que existen:

En la Unión Europea España está a la cabeza en el fraude fiscal.

Son muy significativos los cálculos de los propios técnicos de GESTHA (Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda). Se trata del propio cuerpo de la Administración que se encarga de la gestión e inspección de los tributos en nuestro país.
Estos técnicos han cruzado los datos de los tramos de la base imponible del Impuesto de Patrimonio con los datos de la banca privada, a diciembre de 2008, y han publicado los siguientes datos, que son realmente escandalosos:
- Alrededor del 86% de los que tienen fortunas con más de diez millones de euros evaden sus obligaciones fiscales.
- El 18% de los que tienen entre medio millón y un millón de euros defrauda actualmente a la Hacienda Pública.
- El 45% de los que tienen entre uno y diez millones de euros elude el fisco.
- Las mayores bolsas de evasión fiscal es en capital mobiliario e inmuebles, que vienen a representar actualmente el 93% de todos los bienes y derechos declarados.
- Sólo 132 contribuyentes declaran un patrimonio superior a los 30 millones de euros.
- Sólo 2.525 contribuyentes declaran un patrimonio total entre 6 y 30 millones de euros.
- Según la banca privada, existen en España unos 400.000 ciudadanos que disponen individualmente, más de 300.000 euros invertidos en activos financieros.
- La economía sumergida representa el 23% del PIB (en Alemania, la economía sumergida representa el 6% del PIB).
- En España está la cuarta parte de los billetes de 500 euros de la zona euro. El PIB de España respecto a esa misma zona supone alrededor del 9 %.
El Sindicato GESTHA ha afirmado que en España se podría recaudar unos 21.000 millones de euros anuales, si se autorizase a los 8.000 Técnicos del Ministerio de Hacienda el control e inspección de las declaraciones de la renta de estas grandes fortunas.
Finalmente, por lo que respecta a la conciencia fiscal existente en España, claramente, está menos desarrollada que en otros países: las conductas defraudadoras no tienen tan mala imagen, incluso algunos presumen de defraudar a Hacienda...

La circunstancia anterior obedece a dos factores:

De un lado, la idea de la honestidad del manejo de los fondos públicos: cuanto peor es la imagen de rigor en el manejo de los fondos públicos, mayor fraude fiscal.

De otro, la sensación de que los ricos no pagan impuestos. Es mucho más fácil controlar una nómina que los grandes capitales o las multinacionales. Además, las normas no parecen ser las más adecuadas. En España, cuando se descubren casos graves de fraude fiscal no se reacciona con la misma dureza que en otros países.

Incluso, las penas por delito fiscal son más graves en otros países que en España y la opinión pública reacciona con mucha más dureza que en el caso de España.

Creo que, sinceramente, lo más urgente y efectivo sería eliminar de una forma más eficiente esta tremenda injusticia social.

Y cuál ha sido la reacción de los responsables gubernamentales. Como señalé el tema escapa de un modesto blog. No obstante, pongo la dirección donde podéis encontrar el Plan de prevención del fraude de la Agencia Tributaria:

http://www.aeat.es/AEAT/Contenidos_Comunes/Ficheros/Informacion_Institucional/Campanias/Plan_de_prevencion_del_fraude/ppff.pdf