jueves, 7 de febrero de 2013

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A FEBRERO 2013: la corrupción agrava la desconfianza.


Cada día tienen mayor influencia en la marcha económica los estados de ánimo de los agentes en general. La confianza para los empresarios es determinante, ya que influye notablemente en sus decisiones de inversión y estrategias a medio y largo plazo. Pues bien, según un Barómetro Empresarial publicado, los empresarios españoles no confían en la evolución del entorno económico más inmediato, es decir, en la situación y evolución  la maltrecha economía española.

GLOBAL:

Mario Draghi, presidente del BCE, declaró en la reciente cumbre de Davos, "la percepción que tenemos es que el nivel de actividad va camino de estabilizarse a niveles muy bajos y esperamos que se produzca una recuperación a finales de año. Pero el camino está lleno de dudas porque todavía hoy el objetivo estratégico para la Eurozona este año es superar la fragmentación de los mercados financieros".
El anuncio de Draghi, el pasado 6 de septiembre, anunciando la disposición a conceder el respaldo a la Deuda Pública de Italia y España mediante el programa de compra de esos bonos a los Gobiernos que lo solicitaran formalmente, dio lugar a una manifiesta relajación de las tensiones financieras. Supuso además el respaldo a la viabilidad de la eurozona que se encontraba muy cuestionada, debido a la falta de decisiones realmente eficaces por parte de las instituciones europeas.
Igualmente, el alejamiento de la amenaza sobre la economía global derivada del “abismo fiscal” en Estados Unidos fue otro factor que calmó las tensiones del mercado financiero. También la disposición de los principales bancos centrales, liderados por la Reserva Federal estadounidense, adoptando decisiones poco frecuentes, ha cooperado muy favorablemente.
Estas favorables circunstancias han dado paso a una muy buena acogida en las subastas a los bonos soberanos de Italia y España, con una considerable presencia de inversores extranjeros. Ahora bien, con todo, lo más positivo ha sido la buena acogida a los valores privados: algunas de las más importantes empresas españolas más internacionaladas han logrado, incluso, precios más favorables que los propios bonos emitidos por el  Tesoro Público.
Ahora bien, la economía real continúa estancada. Es necesario para retornar al crecimiento económico, que la generación de rentas permita sustentar el crecimiento de los beneficios empresariales y, desde luego, la recaudación impositiva de los Gobiernos. Las previsiones de crecimiento de la economía mundial para el conjunto del año no amparan precisamente la euforia financiera. La más reciente, del FMI, señala que la economía mundial crecerá un 3,5% en 2013, apenas tres décimas más que en 2012.
Un año más, la esperanza se mantiene en las economías emergentes: solo China será responsable del 40% del crecimiento económico mundial. Los estímulos decididos por el nuevo Gobierno japonés también forman parte de esa renovada, aunque tímida expansión global. Sin embargo, poco podemos esperar de la región del euro, que depende del renovado dogma de las autoridades alemanas relativo a la extrema austeridad presupuestaria, con sus efectos sumamente contractivos. Ello sin tener en cuenta las lentas y confusas decisiones adoptadas.
El FMI retrasa la recuperación en la eurozona desde la recesión actual y la califica de frágil. En todo caso, totalmente dependiente de las amenazas de inestabilidad bancaria y de los sustos en la prima de riesgo.

ESTADOS UNIDOS:

La primera economía mundial sufrió en el último trimestre del año pasado un brusco frenazo. Por primera vez en los últimos tres años y medio, Estados Unidos ha vuelto a registrar una leve contracción económica (crecimiento negativo del 0,1 por ciento Producto Interior Bruto) según los datos facilitados por el Departamento de Comercio. No obstante, durante todo el año 2012 la economía estadounidense creció a una tasa de aumento del 2,2 por ciento (cuatro décimas más que en 2011).
Algún analista apunta que “el PIB cayó un 0,1 por ciento en el cuarto trimestre, tras haber subido un 3,1 por ciento en el anterior”, y señala a los dos factores que contribuyeron a un importante crecimiento económico entre julio y septiembre del año pasado (los gastos de defensa y los inventarios que retrocedieron durante el cuarto trimestre del año pasado).
La importante corrección del crecimiento (casi 2,6puntos porcentuales) es consecuencia, entre otras cosas, del fuerte recorte del gasto federal habido durante el último trimestre de 2012 (la mayor caída desde 1973), ya que el gasto en todos los niveles de gobierno se redujo en un 6,6 por ciento.
Un hecho que prueba que, a corto plazo, la reducción de presupuestos podría hacer mella directa en el crecimiento estadounidense.      .
Sin embargo, si echamos un vistazo a la radiografía económica del país durante los meses de octubre y diciembre, los pilares que sostienen la recuperación a este lado del Atlántico confirmaron su solidez.
El gasto del consumidor mejoró un 2,2 por ciento, desde el 1,6 por ciento anterior, mientras que el crecimiento de la inversión residencial se disparó un 15,3 por ciento, un síntoma que prueba que el sector inmobiliario vuelve a recobrar algo de fuerza.
Dentro del sector privado, la inversión empresarial repuntó un 8,4 por ciento después de haber caído un 1,8 por ciento en el tercer trimestre, y sólo las exportaciones decepcionaron al caer un 5,7 por ciento en su tasa anualizada.

JAPÓN:

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mientras le pide al Reino Unido menos austeridad y un replanteamiento de su política fiscal, a Japón le advierte sobre los nuevos estímulos económicos que están aplicando sus autoridades, apercibiéndole que “conlleva riesgos importantes”. Añade que “la recuperación de la economía japonesa provocada por los estímulos podría ser de corta duración, y las perspectivas de crecimiento de la consiguiente deuda pública podrían ser significativamente peores”.
Los estímulos fiscales en Japón ya se han aplicado reiteradamente durante su ya larga crisis, impulsando el crecimiento económico temporalmente.
Los estímulos monetarios han conseguido que se deprecie el Yen –algo fundamental para incentivar sus exportaciones- pero para el FMI las repercusiones de estas medidas para el crédito y la inflación no están claras.

CHINA:

El Gobierno ha comunicado un plan para tratar de reducir las tremendas desigualdades sociales que existen en el país: aumentará el salario mínimo y gravará más a las empresas estatales para recaudar fondos para financiar la Seguridad Social. El salario mínimo deberá situarse en el 40% del salario medio urbano en la mayor parte de China para el año 2015.
Las medidas anunciadas responden a la creciente preocupación por el fuerte descontento ciudadano con la corrupción oficial, los excesos del partido, y las grandes disparidades sociales.
El coeficiente de Gini (mide las disparidades en la distribución de la renta, en una escala de 0 a 1, de forma que 1 es la mayor igualdad) fue del 0,474 en 2012 (los analistas consideran que por encima del 0,4 existe un potencial peligro de aumento de la conflictividad social).
 “La brecha entre las zonas urbanas y las rurales y la diferencia de ingresos entre ciudadanos es relativamente grande, estos están distribuidos irregularmente, hay problemas obvios de ingresos no claros e ilegales, y algunos grupos viven en condiciones difíciles”, señala el documento publicado por el Consejo de Estado de China.
El plan no solo contempla más gasto social, sino también reformas estructurales: una de las principales medidas adoptadas exige a las empresas estatales para 2015 un incremento del 5% en el porcentaje de los beneficios que deben aportar al Gobierno. Se trata de un paso crucial para financiar el desarrollo de los sistemas de pensiones y seguridad social, sin los cuales las familias se resisten a consumir para disponer de ahorros con los que hacer frente a la vejez o a problemas de salud. Además, los aumentos de sueldo de los altos ejecutivos en las compañías estatales deberán ser inferiores a los de los empleados.
Con el incremento del salario mínimo el Gobierno pretende conseguir la necesaria transformación del modelo económico ligándolo más al consumo interno y menos a la inversión y las exportaciones. El plan promete más gasto en sanidad y educación, y crear más oportunidades para que los trabajadores emigrantes de las zonas rurales transfieran su residencia legal a las ciudades, donde los sueldos y los servicios sociales son mejores.
La mayoría de analistas considera que incrementar los ingresos de la población rural no solo es necesario para mantener la estabilidad social, sino también para impulsar el consumo y garantizar un crecimiento económico continuado a largo plazo.

EUROZONA:

Según los cálculos provisionales de la Oficina Federal de Estadística alemana, el país ha comenzado a pagar la factura de su imposición de austeridad extrema. Aunque el contagio ya se venía apreciando, hasta ahora, la economía germana había sido capaz de mantener un tenue crecimiento pese a la entrada en recesión de la zona euro. Y es que en el último trimestre de 2012, Alemania ha sufrido cierta caída de su Producto Interior Bruto (PIB).
La primera economía europea creció, durante el año recién terminado, sólo el 0,7%. Con ello, en el cuarto trimestre habría retrocedido hasta un 0,5% respecto al trimestre anterior. Es la mayor caída de la actividad económica alemana desde el fin de la Gran Recesión, en 2009.
La caída ha resultado ser más intensa de lo que esperaban la mayoría de analistas. No obstante, se espera que Alemania salga de la recesión, ya que los indicadores de confianza de los empresarios alemanes han mejorado, anticipando de esta forma que probablemente el PIB alemán se recupere algo en el comienzo de este año 2013.
Durante los ejercicios 2010 y 2011, el PIB alemán aumentó un 4,2% y un 3%, respectivamente (en el año 2009 disminuyó un 5%). En la actualidad a la recesión económica que sufre la eurozona (absorbe el 40% de las exportaciones alemanas), se ha unido la suave ralentización de China, India y Brasil.
El Bundesbank (Banco Central de Alemania) ha corregido a la baja sus previsiones para este año 2013, anunciando que el PIB crecerá un 0,4% en lugar del 1,6% que habían calculado en estudios anteriores. El Instituto Macroeconómico IMK, próximo a los sindicatos, es más optimista y espera por su parte un crecimiento del 0,8%.
Sin duda, dado que el verdadero motor económico de Alemania son sus exportaciones, esa es la causa del enfriamiento: en el año 2012 crecieron un 4,1% (un poco más de la mitad de lo que lo hicieron en 2012).
En el pasado mes de noviembre, las exportaciones de bienes y servicios germanos se redujeron un 3,4% respecto al mes anterior (el peor registro en más de un año). La disminución de la demanda de productos “Made in Germany”, motivó que muchas empresas alemanas revisaran sus compras, reduciendo parte de sus gastos: la inversión en maquinaria y equipos cayó, nada menos que, un 4,4% respecto a 2012, (el primer retroceso habido desde el año 2009).
Sin embargo, aunque débilmente, el año pasado creció el consumo interno un 0,8% respecto al año anterior. Las cifras laborales siguen siendo excelentes, aunque el mercado laboral ya está perdiendo oxígeno. La tasa de paro ha aumentado hasta el 6,9% y se espera que supere el 7% este año. Alemania ya ha intensificado su programa de subvenciones públicas a los empleados que vean reducidas sus jornadas laborales. El sistema evita despidos y el aumento del número de parados. El llamado “kurzarbeit” (reducción temporal de jornada) se incrementa desde el verano pasado, llegando a afectar en noviembre a 88.000 trabajadores. Tanto la patronal como los sindicatos alemanes defienden que este método detuvo la sangría de empleos durante la recesión de hace cuatro años.
La estabilidad del mercado laboral y el moderado aumento de los salarios hace que los alemanes sigan dispuestos a consumir. A mediados de 2012, los salarios reales en Alemania habían crecido un 1% respecto al año anterior. Así y todo, nadie espera que una población tan dada al ahorro se ponga a gastar dinero alegremente mientras acecha la crisis que está hundiendo a sus socios.
Por otro lado, Alemania ha terminado 2012 con un superávit en sus cuentas públicas equivalente al 0,1% de su PIB (es el primero en cinco años y el tercero desde la unificación en 1990). La economía alemana se está beneficiando del gran número de personas con trabajo (se encuentra en su máximo histórico de 41,5 millones de personas).
La realidad, es que Alemania se endeuda a costes mínimos gracias a la crisis de sus socios: los bonos alemanes son el valor refugio europeo en la crisis de la deuda soberana que afecta a los periféricos. Así se pasó de un déficit del 4,1% en 2010 al 0,8% en 2011, y al superávit en 2012.
Ante el suficiente margen de maniobra que le otorga su ventajosa situación presupuestaria, muchos economistas postulan que Alemania debería estimular su crecimiento.
En otro orden, once Estados de la Unión Europea (suponen las dos terceras partes del PIB de la UE) se han puesto de acuerdo para avanzar hacia la adopción de la tasa Tobin. Se trata de un impuesto sobre las operaciones financieras con un doble objetivo: recaudar recursos suficientes como para que los responsables de esta crisis compensen el daño que provocaron en las arcas públicas y, por otro lado, tratar de desincentivar unas prácticas que aportan poco a la economía real y que han dejado a tantos países en una crisis tan profunda.
Tras vencer las resistencias de Gobiernos como el británico y el polaco, los ministros de Finanzas de la UE han dado el visto bueno a una medida que, según los cálculos del Instituto Alemán para la Investigación Económica, podría recaudar alrededor de 37.000 millones de euros al año en los 11 países que se han decidido a adoptarla (España, Alemania, Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Austria, Grecia, Estonia, Eslovenia, y Eslovaquia).
Después de que el Consejo Económico y Financiero de la UE impulsara la tasa Tobin a través de la cooperación reforzada (un mecanismo ideado para avanzar en decisiones en las que no existe consenso en los Veintisiete), ahora la Comisión Europea tendrá que presentar su propuesta para que sea aprobada por los Estados miembros. Bruselas ya cuantificó en 2011 los porcentajes del gravamen: 0,1% para la compraventa de acciones y bonos, y 0,01% para los productos derivados. No obstante son los Gobiernos los que tienen la última palabra. Esta tasa no se aplicaría a los pequeños inversores.
Bruselas confía en que el impuesto entre en vigor este año o el próximo, pero algunos observadores recelan de que, efectivamente, vaya aplicarse.
En todo caso, quedan muchos detalles por definir: ¿qué efectos tendrá el que sólo se aplique en una parte de la UE? ¿A qué se van a destinar los fondos recaudados? ¿Irán directamente a Bruselas, como reclama la Comisión, o a cubrir los déficit de los presupuestos nacionales, según desean los Estados miembros?

ESPAÑA:

Según el FMI, 2013 será peor que el año 2012. España seguirá a la cola de la recuperación entre las economías avanzadas (sólo Grecia está peor que España).
Señala el Fondo, que el Producto Interior Bruto (PIB) de España se contraerá este año un 1,5% (en octubre auguraba una caída del 1,4%). Y según ha señalado el Banco de España, el 2012 se ha cerrado con un retroceso del  1,3% (supone el triple de lo esperado por el Gobierno, que insiste en mantener una caída del 0,5%).
La comparación con el resto del mundo no es buena: el PIB español se queda muy lejos del 3,5% que se prevé para la economía internacional en 2013 y del 1,4% proyectado para los países ricos.
Ahora bien hay coincidencia entre los economistas del FMI y del Gobierno, al estimar que el crecimiento en España volverá en el año 2014. Ahora bien, a un ritmo muy leve, que según el FMI será un 0.8% de aumento del PIB.
En un contexto de clara insuficiencia de demanda en la economía española, las familias, en especial las perceptoras de rentas bajas, están sufriendo las peores consecuencias de la crisis. El comportamiento del mercado de trabajo es suficientemente explícito al respecto. España no solo sufre la tasa de paro más elevada de todas las economías desarrolladas, sino que también es una de las que tiene peores perspectivas para el conjunto del año en curso.
El empleo seguirá destruyéndose, y no será fácil que la tasa correspondiente baje del 27%, donde podría situarse en marzo de este año. Ocurre además que la familia media española mantiene un muy elevado nivel de endeudamiento, mayoritariamente amparado en hipotecas sobre viviendas cuyo valor no deja de descender.
Todo ello explica suficientemente el fuerte desplome del consumo privado en España. El último dato conocido de ventas del comercio minorista, el correspondiente a diciembre, es demoledor. Han caído un 10,7% lo que, sin duda, viene a completar el conjunto de señales indicativas de esa muy difícil situación, agravada en los últimos meses del pasado año.
La fuerte caída del consumo privado es la variable que más ha contribuido a esa sustancial disminución del PIB en el último trimestre de 2012.
El importante descenso de la renta disponible de la familia media española, le está obligando a utilizar ahorro del pasado para sufragar el consumo básico. Así se observa en el descenso de la riqueza financiera de las familias, las ventas de activos financieros y el descenso de los depósitos bancarios.
Se ha reducido el endeudamiento familiar, pero se mantiene en cotas muy altas (equivalente al 123% de la renta disponible) y, además, en demasiados hogares ya no trabaja ningún miembro de la unidad familiar.
La fuerte reducción del consumo privado alcanza a la alimentación. En realidad, todas las empresas dependientes del consumo privado hace tiempo que revisan a la baja sus previsiones de ingresos y beneficios. Los bancos incluidos, lo que precisamente no favorece la normalización de la actividad crediticia.
Está desafortunadamente claro que la caída de la inversión, los cierres  empresariales, y los últimos descensos de las exportaciones a los demás países de la UE, motivan que no consigamos acerquemos a corto plazo a ese nivel de crecimiento del PIB (alrededor de un 2%) que se precisa para volver a crear empleo.
Por todo ello, para corregir esta dramática situación no sólo es preciso prolongar los plazos de cumplimiento en la reducción de déficit público español, sino también exigir a los más poderosos la puesta en práctica de políticas de estímulo de sus demandas.
Sin duda, lo más grave en España son los volúmenes de desempleo que se están alcanzando. Según la Encuesta de Población Activa (EPA)  del INE nos quedamos a la puerta de la cifra de 6 millones de personas. Sin duda en el primer trimestre de este 2013 la sobrepasaremos.
Lo que sí rebasamos ya hace unos cuantos trimestres es el máximo histórico de la tasa de paro de la Encuesta de Población Activa (EPA), que mantiene su tendencia al alza y alcanzó el 26% en el último trimestre del año pasado.
Hacer previsiones sobre el comportamiento del empleo a corto plazo, sobre la evolución de la emigración o de la tasa de actividad es bastante difícil, ya que dependerá de la evolución del paro.
Para 2013 se parte de las hipótesis de que la población en edad de trabajar (población con 16 y más años) continúe acelerando ligeramente su ritmo de descenso y que la tasa de actividad se estabilice (número de activos por cada 100 personas en edad de trabajar).
La otra variable es el empleo, que viene determinado por la evolución del PIB y por la productividad aparente del factor trabajo. Las previsiones apuntan a que el PIB siga cayendo hasta el tercer trimestre de 2013 y que la productividad se desacelere, lo que daría lugar a caídas del empleo durante todo el año, aunque a un ritmo decreciente. El resultado de todo ello en términos de paro es que, corregido de estacionalidad, siga aumentando en los dos primeros trimestres del año y se estabilice después a una tasa del 26,7% de la población activa, es decir, algo por encima de los seis millones de personas. Desde luego, un panorama nada alentador.
A estas alturas desde la última reforma laboral, podemos afirmar que ninguna creará empleo en plena recesión, pero teóricamente debería frenar la caída del empleo, produciendo el ajuste por los salarios (este es el argumento que esgrimen sus defensores). Pues bien, casi 12 meses después, no se ha logrado ese objetivo: la tasa de paro ha pasado del 22,8% al 26%. Incluso cuando se compara lo sucedido durante el último año con lo que pasó en 2009, otro año nefasto para el empleo, se observa que el desplome se ha acelerado. Y esto sucede en un mercado laboral dónde no ha dejado de caer el empleo en los últimos cinco años.
La reforma laboral acometida tenía por misión corregir la pérdida de empleos que se produce cuando entramos en una crisis económica. Se facilitó a las empresas bajadas de sueldo unilaterales, traslados o reducciones de jornada. Se pretendía que esa, la llamada flexibilidad interna, fuera la primera opción ante los problemas económicos. Pero en la misma ley se facilitó y abarató el despido. La gran mayoría de analistas señala que “este tipo de reformas deben hacerse en épocas de crecimiento, que es cuando se crea empleo”.
En el lado positivo de estos últimos meses, hay que citar que la Balanza por Cuenta Corriente (el saldo de las operaciones de bienes, servicios y transferencias entre España y el resto del mundo) registró en noviembre un superávit de 1.777,4 millones de euros, el mayor desde 1990, cuando arranca la serie estadística difundida por el Banco de España. Los datos consolidan al sector exterior como el mejor impulsor de la economía española.
El buen comportamiento de la balanza de pagos de noviembre está relacionado con la reducción del déficit comercial (exportaciones de bienes menos importaciones de bienes), que se situó en noviembre en 776,1 millones de euros, uno de los mejores de la serie estadística. Y eso a pesar de que las exportaciones sufrieron en noviembre un frenazo por el agravamiento de la recesión en el corazón de Europa. Este dato revela la gran dependencia española de los países del entorno europeo.
También hay que tener en cuenta que las importaciones siguen a la baja por la continua pérdida de poder adquisitivo de la economía española. Además, este capítulo está afectado por el alto importe de la factura energética con el exterior por el constante aumento del precio de los combustibles (petróleo y gas). “La disminución del déficit comercial se concentró en su componente no energético, cuyo saldo volvió a ser positivo, mientras que el déficit energético siguió ampliándose”, ha señalado el Banco de España en un comunicado.
El superávit de la balanza de servicios, impulsado sobre todo por el sector turístico, sirvió para apuntalar la cifra positiva de la balanza de pagos de España en noviembre. Otro de los capítulos que explican el buen dato de noviembre es el saldo de las transferencias corrientes, que arrojó un saldo de 1.902 millones de euros, el segundo mayor de la estadística del Banco de España.
A pesar de que noviembre fue un buen mes para el sector exterior no compensa el déficit acumulado durante los primeros once meses del año pasado. El déficit por cuenta corriente ascendió hasta los 13.132 millones de euros, un 60% menor que el registrado el año precedente.
La cuenta financiera volvió a arrojar en noviembre datos positivos por tercer mes consecutivo tras despejarse en septiembre las dudas sobre la supervivencia del euro. Durante buena parte del año los inversores extranjeros huyeron de España, pero como hemos comentado anteriormente, desde que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, despejó las dudas sobre la moneda única a final del verano pasado, los inversores internacionales regresaron a la economía española. Esto se tradujo en la entrada neta de 13.177 millones de euros a los mercados y bolsas españolas en noviembre. No obstante, esta vuelta de los inversores aún no compensa la importante fuga neta de capitales durante los primeros once meses de 2012, que asciende a 197.897 millones, cinco veces más que el año pasado, lo que revela las dificultades de financiación de la economía española.
A pesar de ello, se aprecia una ligera mejoría en los últimos meses. Los inversores extranjeros inyectaron en España 20.865 millones de euros en noviembre, sobre todo a través de la compra de acciones y la adquisición de deuda, tanto pública como privada. Frente a esto, sacaron 16.725 millones en préstamos, depósitos y operaciones temporales como cesión de activos.
Otra buena noticia, es que los bancos españoles quieren devolver el dinero de los préstamos del BCE  incluso antes de tiempo, ya que necesitan poner de manifiesto en los mercados su “mala salud de hierro”.
Para los analistas, el hecho de que la banca española que ha sido objeto del rescate europeo y de un zarandeo continuo en los mercados, tenga esa disposición a devolver las deudas, es una excelente señal. Se trata de una muestra de confianza o vuelta a una relativa normalidad.
Aunque también podría interpretarse como un empeño por quedar bien. Los principales bancos españoles se apresuran a mandar mensajes al mercado: Banco Popular (que se ha visto obligado a ampliar capital recientemente) adelantó ayer que devolverá 1.300 millones de los 17.000 que pidió al BCE en las dos subastas. Sabadell y Bankinter han asegurado que reintegrarán cifras similares, y BBVA tiene previsto reembolsar entre enero y febrero una parte sustancial de los 22.000 millones que solicitó.
Una muy buena noticia, es que según las estadísticas del Eurosistema, la apelación de las entidades españolas al auxilio del BCE registró un descenso notable. De diciembre a noviembre, el nivel de deuda de la banca española con el emisor del euro bajó un 8%, para quedarse en 313.109 millones, el nivel más bajo desde mayo pasado.
El sector financiero español necesita aún una porción muy notable del enorme volumen de liquidez  (1,1 billones de euros) con el que el BCE inundó a la banca de los Diecisiete para evitar el colapso financiero. Pero también este trozo de la tarta es ahora menor (pasa del 38,5% al 35,4% del crédito neto), un indicador de que sus necesidades no son tan acuciantes como antes. Y de que  la reestructuración de la banca (menos negocio, menos oficinas, menos empleados) está cogiendo ritmo.
Además, las entidades nacionalizadas recibieron al cierre de 2012 casi 39.500 millones del fondo de rescate europeo, inyección que contabiliza como deuda pública española al estar garantizada su devolución por el fondo estatal de reestructuración bancaria, el FROB. Su traducción en liquidez no es inmediata: lo que reciben son títulos de deuda emitida por el fondo de rescate que le pueden servir como garantía ante el BCE para pedir más crédito.
El préstamo neto del Eurosistema se mantiene en niveles similares al de meses precedentes (884.094 millones).
Las entidades nacionalizadas también traspasaron activos por 37.000 millones al “banco malo” SAREB (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria)  en diciembre (85.000 inmuebles y 270.000 hipotecas).
Las cuatro entidades nacionalizadas (lo que se denomina Grupo 1), Bankia, Catalunya banc, Novagalicia y Banco de Valencia, está negociando recibir comisiones de hasta el 6% por vender y financiar los activos que han traspasado a la SAREB, ya que serán los bancos los que sigan comercializando los activos traspasados.

MERCADOS:

Los inversores en Bolsa esperaban con atención el dato del PIB del cuarto trimestre de Estados Unidos que finalmente sentó muy a las Bolsas. Además los graves escándalos de corrupción política motivaron de nuevo sobresaltos en la Prima de Riesgo española, lo que igualmente afectó a la cotización del Ibex.
Además el euro aceleró la carrera alcista que mantiene con el dólar una vez que se conoció el dato del PIB estadounidense anteriormente citado. Hasta el punto de que, por primera vez en los últimos trece meses, un euro se intercambió por 1,35 dólares.

Pero el cruce entre ambas divisas se amplió más una vez que la Reserva Federal (Fed) confirmase que la actividad económica estadounidense "se había detenido en los últimos meses" y se mostrase dispuesta a continuar su política monetaria expansiva. La intención de la Fed de seguir con su plan de compra de bonos y de mantener los tipos bajos (entre el 0 y 0,25%) llevaron al euro a los 1,3587 dólares, el nivel más alto que no tocaba desde noviembre de 2011.
El euro se ha apreciado más de un 12% desde los mínimos que marcó a mediados de junio. En aquel momento, de auge de la crisis de deuda de los países periféricos, solo se necesitaban 1,2 dólares para comprar un euro. El peligro, según apuntan muchos analistas, es que la fortaleza del euro continúe hasta representar un freno real para la competitividad que han ganado las exportaciones de los países euro en los últimos meses, entre ellos España.
Por otro lado, el precio de la vivienda libre en España terminó 2012 en 1.531 euros por metro cuadrado, un 10% menos que el año anterior, de acuerdo al estudio hecho público por el Ministerio de Fomento. Estas cifras devuelven al sector a los niveles registrados en el segundo trimestre de 2004. Desde los 2.101 euros que llegó a costar el metro cuadrado cuando la burbuja inmobiliaria llegó a su tope, durante el primer trimestre de 2008, la vivienda se ha depreciado un 27,1%.

EMPRESAS:

El Santander en el año 2000 gano 2.258 millones y en el año recién acabado, 2.205 millones. En medio del ciclo, pasó por la exuberancia como tantas entidades en la burbuja inmobiliaria, aunque el Santander sigue en pie para contarlo. El punto álgido de esta borrachera fue junio de 2008, cuando el presidente, Emilio Botín, declaró: “El Santander aspira a ganar más de 10.000 millones en 2008”. La entidad acababa de lograr 9.060 millones, un podio desde el que se veía todo al alcance de la mano.
Pero llegó el hundimiento de Lehman Brothers, tres meses después de aquellas declaraciones, y el capitalismo se puso al borde del precipicio. Desde entonces los resultados del Santander no han dejado de caer. El diagnóstico del presidente del Santander (“la crisis es como la fiebre de los niños, que empieza muy fuerte y luego se baja”), no fue acertado.
Botín ha anunciado que la entidad ganó en 2012 un 59% menos, tras dotar 18.800 millones a provisiones. De ellos, 6.100 millones fueron a cubrir todo el riesgo inmobiliario y los dos reales decretos del Gobierno del PP.
Botín ha augurado: “en 2012 el beneficio ha marcado un punto de inflexión. Este año veremos un fuerte aumento, una vez terminados los saneamientos especiales”. No obstante, en 2013 el Santander aún tendrá que destinar 800 millones al banco malo, el Sareb.
El banco ha anunciado que devolverá 24.000 millones pedidos al BCE y se quedará con 11.000 más por si acaso.