lunes, 15 de diciembre de 2014

PERSPECTIVAS Y EVOLUCIÓN DEL DÓLAR

Tras una década en la que muchos afirmaban que había dejado de ser una moneda de referencia, el dólar ha vuelto a recuperar una posición primordial en la economía mundial.
La economía estadounidense se está recuperando de la gran crisis iniciada en 2008, y lo está haciendo con un vigor y fortaleza superior a la mostrada por las economías asiáticas y europeas. La recesión terminó oficialmente hace cinco años, se han recuperado nueve millones de empleos, y el PIB creció un 3,9% en el tercer  trimestre de este año, muy por encima de Europa y Japón.
También es cierto que muchos ciudadanos viven en peores condiciones que antes de la crisis y la desigualdad ha aumentado en la economía de Estados Unidos. 
Una vez finalizado el programa de compra masiva de títulos de deuda pública por la Reserva Federal, las expectativas para  el próximo 2015 de un incremento de los tipos de interés acentúa la tendencia de apreciación del dólar en los mercados.
En contraste, los bancos centrales de las economías estancadas han bajado sus tasas de interés oficiales, tratando de cebar el crecimiento, todo ello en un contexto de creciente incertidumbre. Prueba de ello es el Banco Central Europeo que sigue manteniendo los tipos en su mínimo histórico del 0,05%.
Esta situación implica la apreciación del euro y consiguiente depreciación del dólar: muchos analistas esperan 1,20 dólares por euro durante el próximo 2015, e incluso si la eurozona no mejora en 2016, los 1,15 dólares por unidad de euro.
Sin duda, aunque sea malo para las importaciones europeas –van a costar una mayor cantidad de euros-, es una muy buen noticia para las exportaciones de la eurozona y de España en particular.
Ahora bien, hay una circunstancia que no deja de darme “vueltas en la cabeza”, ya que va en contra de la teoría que estudiamos en las universidades:
¿Cómo es posible que una economía con el mayor déficit exterior, y el fortísimo endeudamiento que padece en estos momentos, vea apreciarse su moneda de forma tan singular? Según los manuales de macro se trata de circunstancias a favor de la depreciación de la moneda estadounidense.

Sin duda, la razón se encuentra en las expectativas respecto a su crecimiento y evolución de los tipos de interés, pero también por el enorme tamaño de su economía tanto interna como externamente. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL DICIEMBRE 2014: demasiados nubarrones a la vista.

Aunque débiles, contabilizamos cinco trimestres consecutivos de crecimiento económico español. No obstante, el nivel de nuestro PIB es todavía muy inferior al anterior al de la crisis: en total durante esos cinco trimestres ha aumentado un 1,7%, lo que supone escasamente el 20%  de todo lo perdido desde el tercer trimestre de 2008.
En términos de empleo se han perdido un 19% de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, y sólo se han recuperado algo más del 7%.

GLOBAL:

Durante los años de crecimiento económico previos a la crisis actual, se fueron ampliando de manera considerable las desigualdades en la distribución de la renta. 
En contraste con la reducción de las diferencias de renta entre países pobres y ricos como consecuencia de la intensificación del comercio y de la movilidad internacional de capitales, se ampliaron las diferencias en renta internamente en las economías desarrolladas.
Una causa fue, sin duda, el mayor crecimiento en la remuneración del capital frente a la obtenida por el trabajo, pero también las diferencias en las retribuciones laborales debidas a la diferente cualificación y habilidades tecnológicas con la posible obsolescencia de algunos trabajadores en las economías. También la expansión financiera condujo a multimillonarias retribuciones de directivos de esas empresas.
Las políticas fiscales, con las reducciones de impuestos directos y la fuerte elevación de los indirectos contribuyeron a ampliar las tendencias descritas.
La crisis ha aumentado considerablemente esas diferencias. Al incremento  del paro y consiguiente reducción de las rentas del trabajo, y a la penalización directa de las personas directas e indirectamente dependientes de los servicios públicos, hay que añadir las políticas de austeridad fiscal, que no solamente han intensificado el estancamiento económico, sino que vienen golpeando a las rentas más bajas.
Entre sus efectos, con independencia de la desafección que provoca en amplias capas sociales, hay que señalar su repercusión negativa en la confianza de los agentes, sobre el consumo y la inversión y sobre la solvencia y calidad de los activos bancarios.
Se requiere que las economías vuelvan a crecer a ritmos normales y suficientes para reducir el elevado endeudamiento de las familias y el paro. Todo ello, en particular en la región del euro, con políticas de estímulo a la demanda y con aumentos de la inversión pública. Igualmente, es preciso una reorientación de las políticas fiscales hacia una mejor distribución de la renta a fin de garantizar la propia estabilidad del sistema económico.

EMERGENTES:

Según datos del propio gobierno, la economía de Brasil, la séptima mayor del mundo,  salió de la recesión técnica pero sigue estancada. Su  PIB creció un 0,1% en el tercer trimestre, después de dos períodos consecutivos en los que se contrajo su producción.
Las cifras difundidas por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas refuerzan las previsiones negativas de los analistas económicos, que proyectan una fuerte desaceleración y un crecimiento anual de sólo el 0,2% para 2014. De confirmarse tal pronóstico, la expansión de este año sería la menor desde 2009, cuando su economía sufrió una contracción de 0,3%.
Para el Ejecutivo de Brasil, esta cifra del PIB “muestra que la economía entró en proceso de retomar el crecimiento, aunque con un ritmo aún modesto. La economía brasileña presenta fundamentos macroeconómicos sólidos y tiene todas las condiciones para mostrar en el cuarto trimestre y en 2015 un crecimiento más intenso, y de ampliar las conquistas de la población brasileña, en especial de la población trabajadora”.
El consumo familiar, que en los últimos años fue el principal motor de la economía brasileña unido a la reducción del desempleo, sufrió una contracción del 0,3% respecto al segundo trimestre.
Levy, secretario del Tesoro durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva y nuevo ministro de Hacienda, ha anunciado su empeño en aplicar la mayor ortodoxia monetaria y fiscal, y ha dejado claro que sus esfuerzos se centrarán en sanear las cuentas del Estado.

JAPÓN:

Japón, la tercera economía del mundo, ha entrado en recesión de forma inesperada y añadido más dudas a una ya de por sí débil recuperación mundial. El PIB cayó un 0,5% en el tercer trimestre (lo que equivale a una tasa anualizada de caída del 1,9%), una bajada que se añade al descenso del 1,9% (7,3% anualizado) registrado entre abril y junio. Se trata de la cuarta recesión nipona (al menos dos trimestres de caída consecutivos) desde que comenzó la crisis en 2008.
En contraste con la zona del euro que ha logrado esquivar la recesión, al lograr un leve crecimiento en el tercer trimestre del año tras la caída del segundo, y la economía estadounidense que se ralentizó menos de lo previsto en el tercer trimestre (tasa anualizada del 3,5%, frente al 4,6% del segundo),  en Japón la subida del IVA del pasado mes de abril está pasando una factura más alta de los esperado (en tasa interanual, la economía japonesa desciende un 1,2%).
De esta forma, se han complicado los objetivos del primer ministro del país, Shinzo Abe, que desde que llegó al poder ha puesto en marcha medidas muy contundentes para que el país abandone casi 20 años de estancamiento económico y deflación.
Consecuencia de la subida del IVA, es que el consumo interno, que supone un 60% del PIB del país, creció solamente un 0,4% durante el tercer trimestre mientras, que la inversión de las empresas y del sector inmobiliario bajó un 0,2% y un 6,7% respectivamente.
Consecuencia de la debilidad económica, es que el Banco de Japón acordara a finales de octubre ampliar su programa de estímulos con más dinero en los mercados financieros y mayores compras de deuda pública. Con esta medida, el organismo regulador persigue conseguir una tasa de inflación próxima al 2% a mediados de 2015.

CHINA:

China también padece una paulatina desaceleración económica por lo que el Banco Popular de China (PBOC) ha recortado inesperadamente los tipos de interés de referencia con el objetivo de estimular la segunda economía mundial. Es la primera vez que lleva a cabo una medida similar desde julio de 2012.
En un escueto comunicado en su página web, el organismo regulador concreta la decisión de recortar en 40 puntos básicos el tipo de interés aplicado a los préstamos y en 25 puntos el de los depósitos. Tras la bajada, la tasa a un año se situará en el 5,6% y 2,75%, respectivamente.
La decisión del banco central chino ha llegado tras una racha de indicadores económicos a la baja durante los últimos meses. La producción industrial creció en octubre un 7,7% y las ventas al por menor, termómetro del consumo interno, aumentaron un 11,5%, cifras que rozan mínimos del año 2009. En cuanto a noviembre, el dato preliminar del Índice Gerente de Compras (PMI) de la industria manufacturera tocó su nivel más bajo en medio año. Son datos desalentadores para una economía que creció un 7,3% en el tercer trimestre del año y que, de seguir así, difícilmente cumplirá el objetivo establecido para 2014, situado en el 7,5%.

EUROZONA:

Por muy poco la región del euro ha evitado caer de nuevo en recesión económica durante el tercer trimestre. Lo peor es que parece ir directamente a una situación de largo estancamiento con tendencias deflacionistas, y con unos niveles de paro que se mantienen a unos niveles excepcionalmente elevados.
Según Eurostat,  después del leve aumento del 0,1% en el trimestre anterior, el PIB del conjunto de la eurozona creció el 0,2% en el tercer trimestre.
El crecimiento interanual del PIB en la economía del euro se limita al 0,8%. Lo que supone una muy débil recuperación tras la dura recesión sufrida durante la crisis, que después de casi siete años, se mantiene sin recuperar los niveles de 2008 y se aproxima peligrosamente a acumular una década perdida.
A todo ello, desafortunadamente, debemos unir el fuerte endeudamiento público y privado que seguirá lastrando a la economía europea durante mucho tiempo.
Ha habido reiterados llamamientos a Europa del Fondo Monetario Internacional, del G-20, y de Estados Unidos para que cambie su política económica. Como contestación, Alemania ha anunciado un plan de inversiones que supera por poco el 0,1% del PIB de ese país.
El giro en la política monetaria de Estados Unidos, la desaceleración en China, el desplome de los precios del petróleo y los conflictos geopolíticos son los graves riesgos externos que dificultan la reactivación en Europa. Pero los problemas más importantes son endógenos, ya que no hay inversión ni políticas monetarias o fiscales lo suficientemente expansivas para deshacer a la situación a “lo japonesa” en la que está entrando la Europa del euro.
Alemania creció el 0,1% en el tercer trimestre, Francia el 0,3% y España el 0,5%. El caso más preocupante es el de Italia. El Producto Interior Bruto italiano ha experimentado una contracción del 0,1% en el tercer trimestre, lo que implica la entrada de la economía transalpina en recesión técnica. Chipre, en medio de una crisis oceánica que ha provocado un rescate de la eurozona, sigue en recesión.
Para hacerse una idea de la situación de estancamiento reinante en la eurozona, basta contemplar los países que encabezan las cifras de crecimiento: Grecia, Eslovaquia y España, con alzas, no precisamente “para tirar cohetes” en torno al 0,5% de aumento del PIB interanual.
El contraste con otras áreas económicas es frustrante: Estados Unidos creció el 0,9% en el tercer trimestre, con un incremento anual del PIB del 2,6%, y la eurozona crece el 0,2% trimestral y el 0,9% anual.
Para algunos analistas, estamos siguiendo una clara ruta hacia un aumento de precios de 0%. Durante el mes de noviembre los precios cayeron una décima en el conjunto de la eurozona (hasta el 0,3%), prosiguiendo con su senda descendente en el largo plazo. Si comparamos con el mes de noviembre del año pasado,  la caída es aún más abultada: seis décimas menos, arrastrada por la caída en los precios de la energía (2,5% interanual).
Pese a que el desplome en la cotización del petróleo aparece como la principal causa de este nuevo descenso, no explica por sí solo la totalidad del retroceso. Por componentes, los precios de la energía ahondaron su caída respecto a octubre (un 0,5%, hasta el 2,5%) y, junto con los servicios (que cayeron una décima en términos intermensuales), lastraron el índice general de la eurozona. Los precios de alimentación, alcohol y tabaco se mantuvieron estables, mientras que los productos industriales repuntaron una décima en noviembre
Tenemos a diez de los dieciocho países de la eurozona con los precios en terreno negativo, mientras que el conjunto de las economías del euro reiteradamente se encuentra por debajo del 2%.  
Dentro de la política fiscal europea, amordazada por la ortodoxia germana, aunque bastante tímido, ha habido un primer paso con el plan Juncker que analizaremos más adelante. 
Por otro lado, lejos del tono triunfalista de algunos discursos políticos, las frías estadísticas de empleo han mostrado el mantenimiento de la gravedad del paro europeo. Las cifras definitivas publicadas respecto al pasado mes de octubre, revelan que la tasa de paro se mantuvo en el 11,5%, nivel en el que está estancada desde agosto, y el desempleo juvenil repuntó una décima, hasta el 23,5%.
Según la nueva comisaría de empleo, Marianne Thyssen, “es un enorme problema en la UE. El desempleo a largo plazo sigue creciendo hasta niveles inasumibles en muchos Estados miembros, y en algunos ya representa la mitad del paro total”.
De las economías de mayor peso, el paro creció en Italia (del 12,9% al 13,2%), permaneció estancado en Francia (10,5%) y cayó en España (del 24,1% al 24%) y en Alemania (del 5% al 4,9%).
Por lo que respecta al Plan Juncker, Bruselas ha confirmado que usará 16.000 millones del presupuesto europeo y 5.000 millones del Banco Europeo de Inversiones para cimentar el Fondo Juncker, un plan inversor que confía en conseguir dinero en los mercados y entre el sector privado hasta alcanzar 315.000 millones en infraestructuras energéticas y de transporte, en la agenda digital y a través de pymes.
La propia Comisión Europea cifra el impacto macroeconómico de ese plan entre el 2,5% y el 3,1% del PIB en los tres próximos años, con la creación de 3,3 millones de empleos hasta 2017, si realmente fuese tal como se ha presentado: un miembro del equipo de Juncker declaraba que “el plan tiene los máximos recursos posibles a la vista del consenso político y del legado que deja la crisis. Y puede funcionar si los mercados creen que contribuye a aclarar el horizonte, si los inversores ven claros los proyectos, y siempre que el BCE ponga también de su parte para sortear el riesgo de un estancamiento secular”.
El propio presidente de la Comisión Europea, Juncker, ha señalado que "Europa pasa de página tras años de lucha para la restauración de la credibilidad fiscal y de promoción de reformas. La Navidad ha llegado pronto. Hoy añadimos un tercer punto al círculo virtuoso: un plan de inversión ambicioso a la par que realista. Algunos dirán que no es suficiente, pero yo debo recordar que este es el mayor esfuerzo en la historia reciente de Europa para movilizar el presupuesto comunitario y desencadenar inversión adicional sin cambiar las reglas. Estamos generando esperanza a millones de europeos desilusionados".
La Comisión sacará 16.000 millones del presupuesto europeo, y el Banco Europeo de Inversiones contribuirá con 5.000 millones: esos 21.000 millones de dinero público servirán como palanca para catalizar los 315.000 millones de euros que se pretenden catalizar procedentes del sector privado.
Con eso debería reducirse al mínimo el actual déficit de inversión: unos 270.000 millones de euros por debajo de los niveles previos a la crisis.
Este dinero público se usará como garantía, para emitir deuda en los mercados y para atraer inversión privada: cubrirá las primeras pérdidas en caso de que los proyectos fracasen. “Eso permite tomar mayores riesgos en inversiones estratégicas”, según fuentes comunitarias, que apuntan que altos funcionarios de Bruselas ya se han reunido con los principales fondos europeos (AXA, Allianz, Deutsche Bank y compañía). El dinero realmente nuevo se reduce a 2.000 millones. Y para evitar que las eventuales pérdidas generen un agujero, las instituciones europeas activan una provisión (un colchón de capital para el caso de que haya números rojos) de 8.000 millones hasta 2020.
Según su declaran sus promotores, “el plan sigue una filosofía clara: quiere usar la liquidez disponible y el entorno de tipos bajos. Queremos estimular el apetito inversor de los promotores de este tipo de infraestructuras. Corriendo con las primeras pérdidas se reduce la desconfianza del sector privado, pero sería naíf creer que una respuesta sencilla va a resolver todos los problemas. Europa necesita mucho más: esto es una gota en el océano”.
El plan de inversiones tiene también efectos secundarios fiscales: los Estados miembros se pueden sumar a las garantías; “eso no computará como déficit”, asegura la Comisión.
Por otro lado, por primera vez desde 1969, Alemania tendrá en el próximo 2015 un presupuesto con déficit cero: gastará únicamente lo que ingresa, sin incurrir en nueva deuda. Quiere ser de esta forma un ejemplo para el resto de la eurozona, el estandarte de una teoría que sostiene que, a mayor ajuste del gasto, mayor confianza de inversores y consumidores y, como consecuencia, mayor crecimiento. “Cumplimos lo que prometemos”, exhibía con orgullo el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, al presentar las cuentas del próximo año.
Es evidente que no importa que la economía alemana se contrajera un 0,1% entre abril y junio pasados, y que apenas creciera un 0,1% entre julio y septiembre. La mayoría de los analistas ha revisado a la baja sus previsiones para la primera economía europea y alerta de las consecuencias que ello puede tener para el conjunto de la eurozona. Como toda respuesta, Schäuble ha decidido poner en marcha un plan de inversiones en Alemania de dimensiones más que modestas: 10.000 millones de euros hasta 2018, apenas el 0,3% del PIB repartido en tres ejercicios, “pero sin endeudarnos”, remata.
Lo cierto es que en Alemania hay una rara unanimidad en torno a la política económica. Hay pocas diferencias entre los grandes partidos, como demuestra la enorme coincidencia de la gran coalición de los socialdemócratas del SPD y los cristianodemócratas de la CDU, en el Gobierno.
Alemania defiende el plan de inversiones de Juncker para toda la Unión Europea, aunque apuntan desde la comisión de expertos que el país germano ha creado con Francia para debatir el citado Plan Juncker, que “con un poco de suerte, el plan de inversiones europeo logre avanzar en 2015 y tengamos algo concreto para 2016”.
Para muchos analistas, frente a tanta declaración de intenciones, la economía de la zona euro está a punto de caer por tercera vez en la recesión. Y los precios se asoman peligrosamente a zona de deflación. Es por ello que Mario Draghi ha señalado que “a principios del año próximo”, incluso sin el plácet del Bundesbank, el BCE prepara la compra masiva de bonos.
El presidente del BCE ha señalado que “el BCE no va a consentir que los índices de precios siguen su andadura inexorable hacia territorio negativo”.
Paso a paso, el BCE sigue acercándose al quantitative easing (QE), los programas de compras de activos públicos y privados que han activado Estados Unidos, el Reino Unido, y Japón.
Draghi es consciente que las medidas hasta ahora articuladas no han surtido efecto: “las políticas económicas no funcionan igual con los tipos de interés en el 0%”, por eso ha anunciado  que activará las compras de deuda en la reunión del 22 de enero o, como muy tarde, en marzo.
El BCE está pendiente de la decisión del Tribunal de la UE sobre el anterior programa de compra de bonos, que llegará a mediados de enero. A partir de 2015 se darán a conocer las actas de las reuniones, y Alemania podrá dejar constancia por escrito de sus desavenencias.
La continua aparición de malos datos económicos juega a favor de las nuevas medidas. Las previsiones del propio Eurobanco van de mal en peor. La eurozona crecerá solo el 0,8% este año, y un reducido 1,5% en 2015. La inflación será del 0,5% en el conjunto del año, y del 0,7% en 2015: y esos cálculos parten de un precio del petróleo de 85 dólares por barril, cuando la cotización está ya por debajo de esas cifras.
Con tipos de interés en el 0%, “la munición ya se ha acabado”. Según Draghi, “el consejo del BCE es unánime en su compromiso de usar nuevos instrumentos no convencionales. Eso implicaría alterar a principios del año próximo el tamaño, el ritmo y la composición del balance del Eurobanco”.
La medida anunciada por Draghi tendrá una potencia de medio billón de euros. El BCE tiene un balance de dos billones, y espera elevarlo hasta tres en un plazo de dos años con subastas de liquidez y compras de cédulas y títulos. De esta forma, se espera que el BCE eleve en 500.000 millones de euros el tamaño de su balance. Quedan otros 500.000 millones para el QE (quantitative easing).
Sin duda, todo ello viene como promovido por las estimaciones que respecto a la marcha de los precios se están realizando: el IPC lleva más de un año con incrementos inferiores al 1%.  

ESPAÑA:

En el último informe del Banco de España se señala que la recuperación económica sigue a buen ritmo durante el último tramo de este año. Sus estimaciones no dan una cifra concreta de crecimiento para este trimestre en curso, pero los indicadores analizados, “de acuerdo con la escasa información disponible” de la recta final de 2014, principalmente octubre, señalan la moderación de algunos indicadores y la aceleración de otros. El consumo privado arroja, por ejemplo, síntomas contradictorios: mientras la confianza de los consumidores desciende, la venta de automóviles se acelera. En cambio, la industria, la construcción, y el turismo siguen señalando alguna mejoría.
Funcas (Fundación de Cajas de Ahorro) ha puesto cifras a la ligera ralentización de la economía española, que crecerá un 0,4% del PIB en el cuarto trimestre (una décima menos que entre abril y junio de 2014). Señala la entidad que se trata de un “bache temporal”, ya que espera para el 2015, un mayor impulso económico, como consecuencia de la rebaja fiscal, la mejora de las condiciones financieras, y el abaratamiento del petróleo.
A pesar de ello, señala Funcas, la economía española no está exenta de riesgos que están centrados, básicamente, en la situación económica de la eurozona”, por lo que es imprescindible que la región del euro mejore su situación económica.
De la mismo forma señala como un factor preocupante, “el deterioro de la balanza comercial” por el importante repunte de las importaciones a consecuencia del aumento del consumo y de la inversión en bienes de equipo que, en última instancia, pone de manifiesto las insuficiencias del sector industrial español.
A nivel doméstico, el informe de Funcas desvela “una ligera desaceleración del consumo privado tras el notable aumento del 3% en términos anualizados registrado en el trimestre anterior”.
En relación al empleo, poco a poco, el mercado laboral va consolidando su leve mejoría. Noviembre ha sido un mes bueno. La afiliación a la Seguridad Social creció en 5.232 nuevos cotizantes. Es la primera vez que lo hace en este mes desde que comenzó la crisis y cierra así un año en el que se han afiliado más de 1.000 nuevos cotizantes en la Seguridad Social cada día: 402.209 en un año que elevan la cifra media total hasta los 16,7 millones. También tuvo una nota positiva en el paro registrado, que bajó en 14.688 desempleados y quedó en 4,5 millones, según los datos divulgados por el Ministerio de Empleo.
Sin embargo, los datos siguen mostrando rasgos pronunciados de precariedad. El peso de la temporalidad y del empleo por horas entre los asalariados crece. Del total de contratos registrados en la Seguridad Social, los temporales ya representan el 28,8% (1,3 décimas más que en el mismo mes del año anterior). Y los contratos a tiempo parcial, contando temporales e indefinidos, ya suman el 22,5%, tres décimas porcentuales más que hace 12 meses.
Así se explica que buena parte de esos nuevos 400.000 nuevos afiliados durante los últimos 12 meses no haya implicado necesariamente más trabajo, si no el reparto del que hay. Eso se observa en los últimos datos de contabilidad nacional divulgados, en los que por primera vez en toda la crisis creció el número total de horas trabajadas en el último año (0,8%).
El gasto en protección contra el desempleo está disminuyendo cada mes. En octubre, último con datos disponibles, ascendió a 1.914 millones de euros, 314 millones menos que en el mismo mes del año anterior. En total, en lo que va de año, el Ministerio de Empleo ha usado 20.734 millones, casi un 18% menos de lo gastado en los 10 primeros meses de 2013.
Esta caída del gasto llega de la mano de la tasa de cobertura oficial, que se sitúa en el 57,3%, porcentaje muy alejado de las cifras máximas que se lograron en 2010, cuando se llegó a superar el 80% en algunos meses. No obstante, no todos los beneficiarios de prestaciones y subsidios son desempleados o pueden ser considerados así según los parámetros oficiales de la encuesta de población activa (el mejor termómetro para conocer la evolución del mercado laboral).
De acuerdo con los números del Ministerio de Empleo, hay 2,4 millones de beneficiarios. Pero en este colectivo hay prejubilados y trabajadores a tiempo parcial que, al mismo tiempo, pueden compatibilizar su empleo con el cobro de la prestación en la proporción correspondiente hasta completar la jornada. Además, hay que tener en cuenta que la cifra de parados sobre la que se calcula la tasa de protección oficial es la de inscritos en las oficinas públicas.
Por otro lado, no ha sorprendido que la juventud española está entre las más pesimistas de Europa sobre su futuro laboral, piensa que vivirá peor que sus padres, y más de la mitad planea mudarse a otros países en busca de trabajo. Este es, a grandes rasgos, el diagnóstico que se extrae de la macroencuesta realizada por el Instituto para la Sociedad y las Comunicaciones de Vodafone en seis de los países más importantes de Europa (Reino Unido, Alemania, Italia, Holanda, República Checa y España) con más de 6.000 entrevistas a jóvenes de entre 18 y 30 años.
Los jóvenes españoles, junto con los italianos, son los que menos confianza tienen en su país a la hora de buscar un trabajo. Tres de cada cuatro considera que hay mejores oportunidades laborales en el extranjero (especialmente en Europa) y un 58% planea irse de España en busca de una ocupación. La cifra contrasta con la de Alemania, en el que solo el 21% de los jóvenes elegirían trasladarse al extranjero para trabajar.

MERCADOS:

En el mercado del petróleo, el barril de brent se ha desplomado casi un 30% desde junio debido al efecto combinado de una caída de la demanda en los países industrializados (clima benigno, estancamiento económico, freno en el crecimiento de China) y un exceso de oferta, propiciado por la escalada de la producción en Estados Unidos gracias al fracking u otras extracciones en aguas profundas. Pero el movimiento que ha sacudido a los mercados es la decisión de la OPEP, impulsada por Arabia Saudí y Kuwait, de aceptar una táctica de petróleo barato manteniendo la producción de crudo petrolifero.
Si el barril se mantiene por debajo de los 80 dólares, la inversión en fracking y otras producciones competidoras del petróleo convencional es menos rentable. Se produciría a medio plazo un reajuste del mercado por la vía de corregir el exceso de oferta. Por otra parte, es probable que saudíes y kuwaitíes calculen que la demanda se recuperará en 2015 y no tenga sentido cortar la producción.
El petróleo barato inflige una herida profunda en las rentas petroleras de países como Irán, Venezuela o Rusia, complicándoles su sostenibilidad financiera. Arabia Saudí y Kuwait pueden asfixiar a los productores no amigos, pero también existe un riesgo de que se fracture el cartel debido a estas tensiones.
El euro ha seguido perdiendo posiciones frente al dólar, de forma que la divisa europea ha llegado a depreciarse frente al dólar, a consecuencia de las buenas cifras que se esperan para la economía estadounidense en contraste con las de la eurozona.
La moneda única ha marcado mínimos que no se veían desde el año 2012.  En lo que va de año, se ha depreciado un 11,5% tras llegar a rozar la barrera de los 1,40 unidades del dólar durante el mes de mayo.
En otro orden, respecto a las Bolsas, el editor de Stansberry Research acaba de publicar un artículo en el que se fija en varias señales por las que, según él, “puede afirmarse que las bolsas no son un terreno de paz, ni mucho menos”.
En concreto, Jeff Clark apunta en su artículo que "sin tener en cuenta el periodo alcista del año en el que nos encontramos y que la mayor parte de los principales mercados del mundo cotizan cerca de máximos históricos, una señal roja de peligro está en marcha", alerta el experto.
Se refiere Clark al mercado de bonos basura, los que no tienen grado de inversión, que hace unas semanas cayó. "El mercado de renta variable y el de los bonos basura tienden a moverse en la misma dirección. Por eso ha señalado que los mercados se dirigían hacia una corrección".

EMPRESAS:

La puja por el solar más cotizado de la Castellana de Madrid se esperaba reñida, pero El Corte Inglés sorprendió al mercado presentando una oferta de 136,48 millones de euros, casi el doble que la oferta de 77 millones que quedó en segundo lugar en la subasta organizada por Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias.
El solar, de 13.000 metros cuadrados de superficie, se encuentra junto a los Nuevos Ministerios y colindante con el buque insignia de El Corte Inglés en la capital. Su edificabilidad permite levantar un inmueble de uso comercial de tres plantas y cuatro sótanos. Hasta ahora, el terreno estaba ocupado por 22.000 plazas de aparcamiento propiedad de Adif.
La compañía de los grandes almacenes asegura que esta operación le ayudará a consolidar uno de los mayores grandes almacenes del mundo, ya que unirá el nuevo edificio a los ya existentes en el entorno.

La compra de los terrenos de Nuevos Ministerios es la primera gran operación que cierra El Corte Inglés tras el nombramiento como presidente del grupo de Dimas Gimeno, sobrino de Isidoro Álvarez, tras el fallecimiento de su tío el pasado 14 de septiembre. 

lunes, 1 de diciembre de 2014

JAPÓN: 20 AÑOS DE ESTANCAMIENTO ECONÓMICO. ¿EUROZONA?...


El crecimiento en la región del euro no repunta del 1%, se mantiene el peligro de caídas en los precios y el desempleo es muy elevado. Se trata de una situación que para muchos, con sus propias peculiaridades, recuerda a la de Japón. Vendría muy bien que las autoridades germanas recordasen lo que ocurre cuando se retrasan los estímulos a la demanda.
La economía japonesa, acaba de entrar en recesión técnica por cuarta vez en los últimos seis años. Su producto interior bruto cayó un 1,9% durante el segundo trimestre y un 0,4% en el tercero, una bajada provocada en esta ocasión por la subida del IVA que entró en vigor el pasado abril. De forma que la tercera economía mundial observa como de nuevo la esperanza de abandonar décadas de estancamiento está en peligro.
A mitad de años ochenta la desregulación financiera y el exceso de crédito en Japón dispararon la inversión especulativa en terreno y acciones. Los inversores, animados por las bajas tasas de interés y la facilidad para conseguir créditos, pedían cada vez más préstamos para comprar activos inmobiliarios y financieros que después vendían fácilmente ante la subida exponencial de los precios.
De forma que, una de las mayores burbujas de la historia económica moderna, estalló tras la decisión del Banco de Japón de subir los tipos de interés para luchar contra la inflación. Al desplome de las bolsas y del sector inmobiliario le siguió una crisis bancaria, el cierre del grifo del crédito y una deflación endémica que perdura hasta nuestros días.
El periodo de estancamiento suma, nada menos, que 20 años: según el Banco Mundial, Japón ha crecido un 0,95% de media entre los años 1991 y 2013.
El primer ministro Abe ha pospuesto el nuevo incremento del IVA hasta abril de 2017, y ha convocado elecciones anticipadas para, según explicó, “buscar el apoyo” a las abenomics, su estrategia para reflotar la economía de Japón.
El alza del IVA contradice la receta del primer ministro, que consta de tres pilares: estímulo monetario, aumento del gasto fiscal y reformas estructurales.
El primero lleva más de un año y medio en funcionamiento con el objetivo inicial de lograr una inflación cercana al 2% en 2015, lo que se podría conseguir para 2016. La última inyección incrementó la base monetaria con 80 billones de yenes anuales adicionales (unos 550.000 millones de euros).
El segundo pilar, la política fiscal expansiva, se ha reflejado en el aumento récord del gasto público, que se ha incrementado significativamente durante los dos últimos años, especialmente en seguridad social, defensa, e infraestructuras principalmente relacionadas con la acogida de los Juegos Olímpicos de verano en 2020. Y sobre todo para hacer frente a los cada vez mayores intereses de la deuda pública.
Si menospreciar los anteriores, el mayor problema son las reformas estructurales. Muchas de ellas no han sido puestas en práctica y es difícil prever cuándo se aplicarán: incentivar el acceso a la vida laboral de la mujer con hijos; reaccionar frente a una población cada vez más envejecida, donde el 26% de los habitantes ya superan los 65 años, y liberalización del comercio en contra de los instintos proteccionistas de Japón.