miércoles, 6 de marzo de 2013

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL MARZO 2013. El camino no está despejado

Las políticas monetarias aplicadas en la gran mayoría de las principales economías mundiales, han sido de tal importancia y excepcionalidad, que cada vez se encuentran más cercanas a su agotamiento: tasas de interés próximas a cero, e ingentes compras de títulos de deuda pública, no tienen precedentes en la historia económica.


Ahora bien, los bancos centrales que han sido los principales actores en la gestión de la delicada y extraordinaria crisis que padecemos, ¿han agotado su margen de maniobra? o, mejor dicho, ¿no debemos cuestionarnos su actuación y futuro?

GLOBAL:

A nivel mundial ha surgido una interesante discusión entre profesionales y académicos respecto a los objetivos e independencia frente a los Gobiernos, rendición de cuentas, y controles a los que han de someterse los bancos centrales.

En estos momentos, está muy cuestionada su independencia. Como, igualmente lo está la presunción de que sus tareas no son esencialmente políticas. Sus decisiones tienen efectos distributivos y, por lo tanto, no son en absoluto neutrales para la totalidad de administrados.

Es preciso conseguir la legitimación política que le otorguen los ciudadanos en cuyos intereses deberían actuar. Las circunstancias que padecemos obligan a redoblar la guardia frente a las amenazas tecnocráticas que pueden suponer de facto un atentado al funcionamiento democrático real de la sociedad.Las posibles alternativas y decisiones económicas no pueden adoptarse privadamente por una minoritarísima élite que, en base a falsas capacidades, impongasus intereses a la enorme mayoría.

ESTADOS UNIDOS:

La economía de Estados Unidos ha vuelto a asomarse al precipicio ya que no se llegó a ningún acuerdo entre el Gobierno Obama y los republicanos, por lo han comenzado a entrar en vigor los drásticos recortes del presupuesto: el llamado “secuestro del presupuesto” y que supone, nada menos, que 86.000 millones de dólares este ejercicio.

Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, advirtió hace un año en su comparecencia semestral ante las dos cámaras del Congreso, que dada la lenta recuperación de la economía estadounidense, el ajuste inmediato en el gasto “representará un lastre significativo” para la recuperación a corto plazo. En especial, por el efecto adverso que tendrá en el empleo y en las rentas de los hogares. Es más, como es lógico,la recuperación económica más lenta reducirá el ritmo de disminución del déficit público.

Los efectos más inmediatos se notarán en los sectores de salud y defensa: 55.000 millones menos en defensa, un recorte de 11.000 millones de dólares en el programa de gastos médicos Medicare (dirigido a las personas de la tercera edad), 1.900 millones menos para investigación en sanidad y prevención de enfermedades y, por citar las más destacables, 725 millones menos en becas para estudiantes. El Gobierno prevé que desaparecerán 750.000 empleos vinculados a la Administración. La estimación de los recortes a realizar en una década ascenderá a 1,2 billones de dólares (del 8% al 9% del presupuesto federal).

No obstante, Bernanke, defendiendo el programa de estímulos monetarios actuales(está comprando deuda pública y activos hipotecarios por valor de 85.000 millones de dólares al mes)insistió en que esta política monetaria actual seguirá aplicándose todo el tiempo necesario (hasta que haya evidencias de una mejora sostenida en el mercado laboral).

El jefe de la autoridad monetaria no podía decir mucho más, salvo reiterar que los tipos de interés subirán cuando la tasa de paro baje del 6,5% o si la inflación supera el 2,5%. Un escenario que no se dibuja para este año ni hasta, al menos, la segunda mitad de 2014. No es solo porque la decisión no depende de él, sino porque en este momento de incertidumbre tampoco puede permitirse el lujo de provocar una reacción brusca en los mercados financieros.

Bernankecalificó el ritmo de expansión económica de “moderado y desigual”, contemplando una “mejora débil” en el mercado laboral.La evolución del precio de la vivienda en las veinte mayores ciudades de Estados Unidos, mostró una revalorización de un 0,2% en diciembre, o de un 6,8% en comparación ese mismo mes de 2011.

Los tipos de interés se mantienen estancados entre el 0% y el 0,25% desde diciembre de 2008. Ahora bien, los recortes automáticos al presupuesto federal, conocidos como “secuestro”, que señalábamos anteriormente por un total de 85.000 millones de dólares, podrían motivar que el próximo día 27 de marzo, el Gobierno se quedase sin fondos, entrando en bancarrota, y dilatando la larga crisis que azota al mundo.

El presidente Obama ha bajado algo “el catastrofismo”, anunciando que lo que estápor llegar no es “el apocalipsis”. Dañará a individuos en particular y a la economía en general”, pudiendo suponer la destrucción de 750.000 empleos y ocasionando alrededor de un punto de caída del PIB del país.

El conflicto que, ya se arrastra desde hace muchos años,consiste en que los republicanos consideran que el gasto del Gobierno es excesivo,postulando mayores recortes, mientras que los demócratas persiguen una reforma fiscal para aumentar los ingresos del Estado a la que los conservadores se oponen.

JAPÓN:

La economía nipona continúa en recesión, ya que en los meses finales del pasado año 2012 se contrajo un 0,1% respecto al verano, enlazando tres trimestres en retroceso.

La caída anualizada se sitúa en el 0,4%, frente al descenso del 3,8% del trimestre anterior. Sólo el notable arranque en los primeros meses del año pasado, permitió a la economía japonesa alcanzar un crecimiento anual del 1,9% en el conjunto del año 2012.

Aun así, Tokio destacó signos de recuperación apoyada en el consumo interno y confió en la mejora de las exportaciones. La fuerte depreciación del Yen respeto a otras divisas persigue precisamente ese efecto, y ha llevado al G-7 (el grupo de las siete mayores economías más industrializadas) a emitir un comunicado para evitar una guerra de divisas.

El Gobernador del Banco Central de Japón, MasaakiShirakawa, insistió en las medidas adoptadas por la entidad emisora no persiguen modificar el tipo de cambio, sino superar de una vez la deflación (caída persistente de los precios)a corto plazo

EUROZONA:

Para muchos economistas, se están desoyendo las lecciones de la historia económica: se acometen a toda velocidad reformas y recortes con la esperanza de que la economía se recupere por si sola. Sin embargo, por ahora, ocurre todo lo contrario.

No hay lugar para, ni tan siquiera, un paquete de estímulos económicos que pueda contrarrestar los fuertes recortes. La eurozona ha caído en recesión económica desde finales de 2012, y ya llevamos tres trimestres consecutivos, con una disminución del 0,6% PIB desde el pasado mes de octubre almes de diciembre (la mayor desde el año 2009).

Las cuatro grandes economías de la región del euro,Alemania, Francia, Italia y España, se encuentran en recesión según la Oficina de Estadísticas Eurostat. Sin embargo, la caída trimestral solo es un poco menor, del 0,5%, si nos referimos a los Veintisiete socios de la UE. La Comisión solo admite que las cifras están “ligeramente por debajo” de las expectativas. No lo parece a la luz de sus últimas previsiones de otoño: Bruselas esperaba una caída del 0,2% para la zona euro y del 0,1% para Alemania en el trimestre, frente al 0,6% publicado para ambos.

Por otro lado, han surgido riesgos políticos que van a traer nuevos episodios de incertidumbre.Más de la mitad de los Veintisiete de la Unión Europea muestra caídas de su actividad económica.

Frente a los “difusos brotes verdes” (el BCE habla de un “contagio positivo” que no termina de aparecer fuera de los mercados financieros), dos de los tres países rescatados están sumidos en lo que ya puede llamarse con todo rigor una depresión profunda: Portugal se contrae a un ritmo cercano al 2% trimestral, y Grecia registra una caída anual del 6%. Se trata de cifras tremendamente preocupantes.

No obstante, si se ha suavizado el riesgo de ruptura del euro, tras el “espaldarazo verbal” del BCE en otoño pasado. Es preciso que Alemania deje de centrarse en reducir el déficit y genere más inflación y gasto, lo que debemos descartar hasta que se celebren sus próximas elecciones.

El FMI ya publicó en diciembre un informe demoledor en el que aseguraba que los ajustes en Europa son un fracaso porque no tienen en cuenta el verdadero impacto de la austeridad sobre el crecimiento, lo que técnicamente podemos denominarcomo efecto de los multiplicadores fiscales: si toda la eurozona aplica a la vez agresivos recortes, el resultado es una recesión y una trampa de deuda. Es evidente que Alemania y Bruselas no están de acuerdo.

Alemania impone una política de austeridad por encima de cualquier otra consideración, a todos los participantes de la eurozona, sin margen para aumentos en el consumo y en la inversión. De esta forma es imposible el necesario crecimiento a corto y medio plazo.

Es posible que a largo plazo la austeridad y la represión indiscriminada del gasto, den lugar a un crecimiento más sólido. Por el momento, esa situación “a más largo plazo” es una hipótesis que sólo sustenta, lo que en la teoría económica, llamamos “Modelo Clásico”. De ahí que Keynes pronunciase aquella famosa frase “a largo plazo todos muertos”.

En el caso de España, si uno de los aspectos esperanzadores es el aumento de las exportaciones, el frenazo de nuestros socios comunitarios puede anular el incipiente impulso motivado por ellas.

No hay inflación y el volumen de paro se encuentra en niveles récord, lo que amenaza de nuevo con esa temida amenaza de “mal difícilmente solucionable”, que es la deflación (Eurostat anunció que la inflación cerró febrero en el 1,8%, la menor cifra en más de dos años).La sobredosis de ajustes en la periferia, sin el acompañamiento de ningún tipo de estímulo económico en el centro, acerca a las economías del Sur de Europa a una situación dramática.

La cifra de paro en la Eurozona (el 11,9%) supone el máximo nivel alcanzado en la historia del euro. Esconde enormes diferencias, pleno empleo en Alemania y Austria, y tasas cercanas al 30% en Grecia y España. De esta forma, el continente europeo se está agrietando: Norte y Sur, acreedores y deudores, presentan cada vez más divergencias y complican así ver la luz al final del túnel.

El Banco Central Europeo no consigue que los efectos de su política monetaria expansiva, con tasas de interés próximas a cero, repercuta en economías como la de España e Italia, dónde sus empresas han de pagar para financiarse, nada menos que, casi un 10%, y la economía francesa continúa bajo el acecho.

La austeridad extrema, asociada a elevadas tasas de paro y a graves crisis como la incertidumbre asociada a los resultados electorales en Italia, debería hacer temer a las autoridades europeas. Sin embargo, no se vislumbra cambio alguno: se reclama a España que suba el IVA, que bajen aún más los salarios,…pero no se solicita con la misma energía más estímulos a aquellos que pueden permitírselo con Alemania a la cabeza.

Algunos analistas confían en un cambio de la política fiscal después de las elecciones alemanas. De nuevo parece que lo importante es “mantenerse en el sillón” antes que solucionar los problemas.

El incremento de precios en la eurozona se ha situado en el 1,8% (el objetivo es el 2%), pero no se espera a corto plazo una bajada del tipo de interés. La realidad es que, como decíamos,muchos opinan que habría que prepararse para una amenaza que inquieta: la deflación.

En contraste el Banco de Inglaterra ha declarado su disposición a fomentar el crecimiento (sin que abandone su objetivo de mantener los incrementos de precios por debajo del 2%). Esto significa que salvo que, en el hecho improbable, de que la inflación se desbocase, no van a tomar medidas que puedan ir contra el crecimiento económico.

Frente al tradicional dilema entre inflación y desempleo (crecimiento), la postura del Banco de Inglaterra no es una novedad, aunque sí que lo haya expresado públicamente de forma tan explícita.

ESPAÑA:

El Banco de España había estimado, para el cuarto trimestre del año 2012, una caída del PIB del 0,6%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) lo fijó en el 0,7%, y este mismo instituto lo ha revisado posteriormente al 0,8%.

La variación del PIB en el conjunto del año 2012, tras las correcciones a la baja señaladas, se ha situado en un –1,4%, y Bruselas estima que la recesión durará aún tres trimestres más, hasta enlazar nueve, y que el PIB de este año 2013 volverá a bajar de nuevo un 1,4%.

La caída del PIB en el cuarto trimestre del año pasado se apoya básicamente en la disminución del consumo: un descenso que se produce sobre niveles de gasto ya bajos. Además con un nivel de ahorro muy menguado. Lo que significa, sencillamente, quemuchas familias tienen que racionar todo tipo de gastos para poder llegar a final de mes.

El propio INE ha señalado como causa, el que "la remuneración de los asalariados, principal recurso de los hogares, presenta un descenso del 8,5% frente al del 5,5% del trimestre anterior". Durante los últimos cuarenta años en la economía española no había ocurrido un descenso de tal calibre.Estamos analizando el resultado de una reforma laboral muy agresiva con una actividad económica en declive, todo ello unido al aumento espectacular del paro en España (a finales de 2012 se habían perdido más de 800.000 puestos de trabajo a tiempo completo en relación al año 2011).

Como es de esperar, los restantes componentes de la demanda interna o gasto interno también tuvieron un comportamiento ampliamente depresor: el consumo público (sueldos pagados a funcionarios y pagos realizados por las Administraciones al sector privado) bajo un 0,3% solamente durante el verano. La acumulación de ajustes durante el año 2012 (caídas del 4,1%) no tiene precedentes en toda la serie estadística.

Por si fuera poco, en los meses finales del año pasado, la inversión cayó aún más fuertemente (un -3,9%), en especial en bienes de equipo (-5,4%), lo que no presagia nada bueno para nuestro sector industrial.

Las bajadas de salarios en la economía española parece que llevan camino de convertirse en una regla. Según la Contabilidad Nacional, las remuneraciones salariales han caído durante el año 2012 un 8,5% (nunca antes había ocurrido), en contraste con el excedente de empresas que creció un 1,4%. Según la distribución funcional de la renta, las rentas empresariales superaron por primera vez a las salariales en el reparto de la riqueza respecto al PIB.

Y es que sin la opción para España de devaluar su propia moneda, se ha optado claramente por una devaluación interna: a menores salarios y mayor productividad, menores costes laborales unitarios. Competir en precios bajando los salarios, es la estrategia adoptada para tratar de conseguir ventaja internacional.

El Gobierno español tenía como objetivo para 2012 una rebaja de los costes laborales unitarios del 3,5% respecto al año anterior, y ha conseguido el 3,4%. “Hay signos de que en España los salarios se están volviendo más sensibles a la situación económica”, ha declarado la Comisión Europea celebrándolo a su manera, enrevesada y nada sensible.

Durante los años del boom inmobiliario, el PIB español creció a base de incorporar empleo, consiguientemente, con una productividad muy baja. La remuneración por asalariado aumentó en paralelo a la inflación, y aún más el margen empresarial. Como resultado, España perdió productividad respecto a sus socios europeos.

Un cualificado analista señala que: “el espectacular y brutal aumento del paro español corrige desde 2008 la desventaja en productividad por la simple vía de hacer algo menos con muchos menos (menos producción y muncho meno empleo). Durante el año 2012, la triple R (reforma laboral, recesión y recortes) volvió a acelerar la destrucción de empleo.El aumento habido en la productividad del trabajo ya ha compensado el retraso de los años del boom. Ahora bien, se trata de una productividad pasiva. Debemos lograr ganancias activas con organización del trabajo, con más uso de capital”.

La realidad, es que el descenso acumulado de los costes laborales unitarios desde el año 2009, es mayor que el que logró Alemania entre 2003 y 2007-el paradigma de la moderación salarial-, y esa tendencia ha vuelto a acelerarse y confirmarse durante el año pasado.

La fuerte caída de la demanda interna tuvo su efecto en las importaciones de bienes y servicios que han caído fuertemente, habiendo sido compensadas por el aumento obtenido en las exportaciones.

El hecho, es que la balanza de pagos española registró en diciembre pasado el menor déficit por cuenta corriente desde el inicio de la zona euro, en 1999. Según, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz“el comportamiento ha sido excepcionalmente positivo, con una corrección del desequilibrio comercial del 71,6% respecto al año anterior. La tasa de cobertura (porcentaje de lasimportaciones que se paga las exportaciones) está por encima del 93%”.

Sin embargo, para la mayoría, debemos matizar ese optimismo: el incremento de la facturación por exportaciones en diciembre se debe, en gran medida al alza del precio de las mercancías. Sin el efecto de los precios, el avance anual se limita al 0,2%. Pero, sobre todo, porque el drástico recorte en el déficit comercial, es consecuencia en mayor medida del desplome de las importaciones.

Los servicios de estudios privados y los propios del Banco de España relacionan de forma directa el brusco descenso de las importaciones con la falta de demanda de una economía en contracción, lo que arroja alguna duda sobre lo que ocurrirá con el saldo exterior cuando ese consumo se recupere. “No es el único factor, ni el más importante”, según señaló García-Legaz, que ofreció otra explicación, más benevolente: “se está produciendo una sustitución de importaciones por productos hechos en España”. Quizá se trata de una explicación difícil de contrastar.

Por otro lado, las previsiones de la Comisión Europea, son un batacazo para la economía española, ya que han supuesto un jarro de agua fría para las posturas del Gobierno español frente a la crisis. Bruselas mantiene sus vaticinios sobre la evolución del PIB (más pesimistas que los del Ejecutivo español) y empeora los relativos al paro y a las cuentas públicas.

Según las autoridades comunitarias,“el déficit muestra una evolución preocupante a pesar de todos los esfuerzos, yel agujero fiscal no mejora”. Ahora bien, según Bruselas, España necesita más margen, menos apremios para cumplir sus objetivos de déficit porque la recesión es mucho más dura de lo esperado a ambos lados de los Pirineos. Por lo que, tanto Bruselas como Madrid, dan por hecho que España dispondrá de esa flexibilidad. Y que, no obstante, a pesar de ese margen, el Gobierno español no tiene más remedio que preparar nuevos ajustes.

La Comisión Europea estima caídas del PIB para todos los trimestres de este 2013. Serán al menos dos años y medio en recesión: sufriremos una caída del PIB más larga y más sostenida (aunque menos intensa) que en la primera fase de Gran Recesión

La tasa de paro ascenderá al 27% en 2013, todo ello conduce a Bruselas a solicitar al Ejecutivo español, aunque sin concretarlas, nuevas reformas: “quedan por delante varios desafíos que requieren una respuesta política amplia y una estrecha vigilancia”. Es decir, continuar por el camino reformista bajo la exigente tutela de la Comisión.

Esa circunstancia presiona al Gobierno español para que especifique que va a hacer durante el año 2014: algunas de sus principales subidas de impuestos eran, en teoría, temporales, y caducan este 2013; el recargo en el IRPF (que elevaba el tipo máximo del 45% al 52% en 2012 y 2013), el gravamen sobre el ahorro (del 19% al 21% en el mismo periodo) o con buena parte de los topes a las deducciones, que han permitido elevar la recaudación del impuesto de sociedades. Frente a ello, Bruselas deja tres opciones: prorrogar las subidas de impuestos que se anunciaron como temporales; nuevas subidas en el IVA; o profundizar en los recortes, con una nueva reforma de las pensiones más severa.

Por otro lado, según fuentes oficiales la deuda pública española batió récords durante el año 2012. En el primer año del Gobierno de Mariano Rajoy, el volumen de pasivo (según los criterios europeos) se disparó hasta los 882.300 millones de euros. Significa que aumentó en un solo ejercicio en 146.000 millones(400 millones de deuda más cada día).

Nunca en la historia económica de España la deuda de las Administraciones Públicas había aumentado tanto en un solo año. El incremento de 2012 deja pequeño incluso al de 2009, el año más negro de la etapa del presidente Rodríguez Zapatero. En cinco años, la deuda ha aumentado en 500.000 millones y se convierte en uno de los grandes lastres para la recuperación de la economía española.

MERCADOS:

A principios de este mes de marzo, tuvo lugar la recuperación de Wall Street respecto a su situación anterior a la Gran Recesión.Esta situación no ha tenido parangón en los parqués de referencia del Viejo Continente, salvo en el caso del Dax de Fráncfort, que se situó a un paso de volver a marcar los máximos que alcanzó en 2007, antes del estallido de la crisis financiera.

En el caso de la Bolsa española, el selectivo Ibex 35 está prácticamente en la mitad de puntos que marcó,en su récord histórico,hace seis años.Con el mercado todavía disfrutando con lo que serían los últimos coletazos del boom inmobiliario, el Ibex 35 llegó a los 15.945 puntos en noviembre de 2007. Sin embargo, en la actualidad está pugnando por rebasar los 8.500 enteros.

En las otras plazas de referencia del Viejo Continente, la Bolsa de Milán todavía está a un 64% de sus máximos de 2007;es esa la misma distancia que separa al parqué de Londres de sus récords históricos, y en el caso del parisino Cac 40, es del 38%.

Respecto al mercado de la vivienda, hay que señalar que se están empezando a encontrar buenas oportunidades de inversión en este sector. De media, los precios de la vivienda han bajado alrededor de un 30% desde principios de 2008. Sin decir que no vayan a seguir cayendo los precios, quizá en determinados segmentos –viviendas de alta calidad en centros de ciudades- puede que se haya alcanzado cierto suelo en los precios.

EMPRESAS:

El beneficio agregado de las mayores compañías, aquellas incluidas en el Ibex 35, fue el más bajo desde 2002. Si se amplía el análisis al conjunto de los grupos cotizados el balance es aún más devastador: los resultados conjuntos, debido al enorme lastre de Bankia, entran en números rojos por primera vez en la historia.

En concreto, las ganancias de las empresas del Ibex en 2012 fueron de 14.080 millones de euros, un 57,66% menos que en 2007. La facturación de estas compañías mejoró un 6,58%, mientras que el resultado de explotación (partida que recoge la evolución orgánica del negocio) cayó un 31,65%.

Las cuentas retroceden una década, y lo hacen fundamentalmente por dos razones. La primera es la exposición de los bancos al sector inmobiliario y las fuertes provisiones que han tenido que aplicar para cumplir con las dos modificaciones legislativas aprobadas por el Gobierno del PP durante el pasado año. El segundo factor tiene que ver con la gran debilidad del negocio doméstico de las compañías. Si no llega a ser por la aportación de las actividades exteriores el descalabro de las cuentas sería aún mayor. Latinoamérica, EE UU y Asia han actuado de sostén. Otro motivo de la debilidad hay que buscarlo en las dotaciones realizadas por las grandes constructoras para poner al día el valor de sus negocios e inversiones.

En el Ibex 35 hay siete compañías que cerraron el ejercicio 2012 en pérdidas. Destacan los números rojos de ArcelorMittal, ACS, FCC, Sacyr Vallehermoso e IAG.