martes, 7 de marzo de 2017

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A MARZO 2017: incertidumbre global. ¿Que va a pasar en Europa? ¿Qué va a hacer Trump? ...

Se mantienen los riesgos en el horizonte de este año: Trump y el Brexit del Reino Unido; la incertidumbre política en una serie de Estados de la Unión Europea que celebran elecciones; la propuesta de Le Pen en Francia de que siga al Brexit Inglés; y la tragedia económica griega que continua sin solución.

JAPÓN:

El PIB de la tercera mayor economía del mundo, la de Japón, creció un 0,2% entre octubre y diciembre de 2016 en comparación con los tres meses anteriores. Una circunstancia que no se vivía en esa economía, nada menos, que desde septiembre de 2013.
Aunque la efectividad de sus medidas de estímulo fiscal y monetario ha ido disminuyendo, la economía nipona se benefició el año pasado de un yen débil y de la incipiente recuperación de la demanda global.
Según el Gobierno de Japón, la economía ha crecido durante el pasado año  a un ritmo anual del 1%, algo menos del 1,2% registrado en 2015.
Han sido el aumento de las exportaciones (un  2,6% respecto al trimestre anterior) y de la inversión empresarial (un 0,9%) los motores a los que se debe el crecimiento económico logrado.
Las exportaciones mejoraron por el incremento de la demanda del mercado  estadounidense y chino, así como también es consecuencia de la  debilidad del Yen, que se ha beneficiado de la apreciación del dólar desde que Trump ganó las elecciones. 
Ahora bien, también se han encarecido las importaciones, lo que ha perjudicado a los consumidores. Esta circunstancia, unida a una subida mínima de los salarios, ha dado lugar a una pérdida de capacidad adquisitiva de muchas familias. Esta y no otra, es la causa del estancamiento del consumo (equivale al 60% del PIB japonés).
Para este 2017, la mayoría de analistas esperan aumentos en el gasto público para mantener el aumento del producto nipón. Aunque todo va a depender del mantenimiento de las exportaciones del país.
El papel del presidente Trump va a ser decisivo: si aprueba planes de estímulo en Estados Unidos, la economía de Japón podría beneficiarse de una mayor demanda de sus productos.  Pero si se materializan las amenazas  proteccionistas de la nueva administración estadounidense (en campaña Trump acusó al país asiático de robar empleos y de manipular su moneda) y se imponen restricciones al comercio, Tokio será una de las economías más afectadas

ESTADOS UNIDOS:

Hay un elemento que parece vislumbrarse como “un tirón” de la demanda en Estados Unidos. Un aspecto que no es en absoluto innovador, y que históricamente ha sido empleado por la administración republicana: y es que de nuevo suenan “tambores militares”.
A la voz de “tenemos que empezar a ganar guerras”, Trump ha pedido a su administración la preparación de un presupuesto con un aumento de 54.000 millones de dólares (9,3%) en los gastos de defensa. Esta subida record habrá de ser compensada con un plan de recortes general, muy duro con el capítulo  de ayudas exteriores. Eso sí, tratando de evitar disminuir los dos aspectos de gasto políticamente más sensibles: pensiones y asistencia sanitaria.
Según el nuevo presidente, “antes decíamos que Estados Unidos jamás perdía una guerra, ahora no ganamos ninguna. Es inaceptable”. Quiere fortalecer la primacía militar, dando un salto en defensa que no se veía desde 2008, al final de la era Bush, con el conflicto de Irak y Afganistán. 
Trump ha despreciado públicamente el tratado de limitación de armas nucleares con Rusia y ha anunciado su deseo de ampliar el arsenal atómico: “soy el primero que querría ver al mundo sin armas, pero no podemos quedarnos por detrás de ningún país, aunque sea amigo. Nosotros tenemos que estar a la cabeza de la manada”.
La economía estadounidense se expandió a un ritmo moderado desde inicios de enero hasta mediados de febrero, pese a que las empresas se mostraron menos optimistas en medio de la incertidumbre sobre las políticas de Trump.
Por otro lado, en la Reserva Federal (Banco Central de Estados Unidos), se está produciendo el encuentro entre los partidarios de las medidas de laxitud monetaria y, por el contrario, los más drásticos de frenar aún más los estímulos monetarios en esa economía. La presidenta, Janet Yellen, ha señalado de alguna forma esa circunstancia, al afirmar que el alza de los tipos de interés sería “apropiada” en la próxima reunión del 14 y el 15 de marzo si los datos económicos evolucionan en la dirección esperada.
De esta forma, la presidenta Yellen considera que los fundamentales de la economía están en línea con los objetivos buscados, lo que justificaría un nuevo incremento de los tipos de interés estadounidenses (el tercero en este ciclo). “En la reunión de marzo, el comité de la Fed evaluará si el empleo y la inflación siguen evolucionando en línea con nuestras expectativas, en cuyo caso probablemente sería apropiado un mayor ajuste de los tipos”.

EUROZONA:

La Comisión Europea ha adelantado que el PIB de la región del euro crecerá, este año y el que viene,  casi el 2%. Pero el ambiente económico está plagado de incertidumbre: la designación de Trump como presidente de Estados Unidos, el Brexit del Reino Unido. Y por si fuera poco, en palabras de la propia Comisión, “si gana Le Pen y su idea de sacar a Francia del euro y la UE, sería el fin del proyecto europeo”.
De forma que la previsión de las autoridades de la Unión Europea para este  2017, son un “catálogo de riesgos”.
Además, hay que citar un peligro latente –no desaparecido- que es la vulnerabilidad existente en algunos sistemas bancarios, una posible elevación de las primas de riesgo, y la temida, ya durante años, caída fuerte del crecimiento en la economía china.
La Comisión hace hincapié en su informe, que el Presidente Trump amenaza con “romper radicalmente” con las formas de hacer política de las últimas décadas. Bruselas afirma que los primeros perjudicados por esa política económica estadounidense  serán los países emergentes (aún más si se materializan sus amenazas proteccionistas).
Otro peligro en la región del euro, es una posible alza de las tasas de interés. En la actualidad hay cuatro billones de euros en bonos con intereses negativos. Si se elevasen los tipos, Grecia, Portugal, Italia y España volverían a sufrir serias dificultades.
Con respecto a Francia, el riesgo se encuentra en el posible triunfo de la extrema derecha en ese país: “Marine Le Pen tiene un proyecto muy específico, la salida del euro y de Europa. La salida de Francia de la Unión sería simplemente el fin del proyecto europeo”.
Por lo que se refiere a la economía italiana: Bruselas espera un débil aumento de su PIB durante 2017 y 2018, y viene reclamando al Ejecutivo de Italia, medidas de ajuste y recortes por el riesgo de aumento de su déficit público, incrementando su volumen de Deuda Pública que ya se encuentra en una cifra superior al equivalente del 130% de su PIB. A todo ello, hay que añadir los riesgos en su sector bancario.
Y completa el panorama Grecia: la Comisión espera que este año la economía helena crezca en torno al 3%, pero las discusiones entre el Eurogrupo, el Gobierno griego, y el FMI pueden romper el tercer rescate.
Se piden para Grecia más reformas laborales –pendientes siempre en cualquier economía- y. como no, también mayores recortes en las pensiones. En fin una serie de recetas muy innovadoras…

ESPAÑA:

La realidad, es que la economía española, en el contexto actual de incertidumbres globales sigue a buen ritmo. La Comisión Europea prevé para nuestro país crecimientos ligeramente por encima del 2% en 2017 y 2018. Apunta en su informe que “sorprende al alza, aunque detecta ya signos de desaceleración”.
Sin embargo el Ejecutivo de Bruselas es menos optimista por el lado del ajuste fiscal, ya que prevé un déficit del 3,5% del PIB este año (cuatro décimas por encima del objetivo, y dos décimas más que hace tres meses). Si su análisis es correcto, habría que acometer un nuevo ajuste extra de 4.300 millones de euros.
Aunque las “previsiones de invierno” de la Comisión está plagadas de referencias a la incertidumbre global, España ya no es el principal riesgo de Europa: tras los fuertes ajustes y el rescate bancario, la economía crece ahora con fuerza, creando empleo, exportando, y superando a la media de crecimiento del resto de socios europeos.
Ahora bien, sin duda, el mayor riesgo es el fuerte endeudamiento y una frágil situación fiscal que podría desencadenar problemas importantes si los riesgos globales acaban generando inestabilidad, y una nueva subida en las primas de riesgo.
Ahora bien, si bien los efectos beneficiosos de los bajos precios del petróleo, los recortes de impuestos y la mejora de las condiciones financieras gracias al Banco Central Europeo eran importantes impulso, estos efectos han empezado a disminuir. Por lo que, según las previsiones,  el PIB español “seguirá siendo fuerte, pero tiende a desacelerarse”.
Según la Comisión europea, la tasa de paro bajará al 17,7% este 2017, y cerrará 2018 en el 16%. Sin embargo, señala el informe, que “el crecimiento salarial y las bajas ganancias de productividad provocarán que los costes laborales sean similares a la media europea”.
Lo peor, quizá, es que el déficit público de 2017 puede ser preocupante: si se confirmasen las expectativas de Bruselas, el déficit finalizará cuatro décimas por encima del objetivo (3,1% del PIB). Por lo que la Comisión ya ha avisado al Gobierno español que debe “estar listo para tomar medidas adicionales si incumple las metas”: un ajuste extra de casi 4.300 millones (subidas de impuestos o bien recortes del gasto público).
Obviamente, la Comisión Europea no alude a la situación en minoría del Ejecutivo español para aprobar los Presupuestos Públicos.
Port otro lado, según el indicador adelantado del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantuvo en el 3% en tasa interanual durante el pasado mes de febrero, después de dispararse en enero y marcar el registro más alto desde octubre de 2012 por el alza de los precios de la energía eléctrica.
El precio de la electricidad en España se abarató más de un 19% durante la primera quincena del mes de febrero con respecto al mismo periodo de enero, lo que representa una rebaja de casi el 7% en el recibo de la luz.
Por su parte,  los precios de consumo registraron en febrero una tasa negativa del -0,3% respecto al mes de enero pasado.
En cuanto a la variación anual del IPC Armonizado (mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro) el indicador adelantado subió el 3% en febrero respecto al mismo mes de 2016, de manera que se mantuvo la tasa alcanzada en enero. En tasa mensual, este indicador armonizado se situó en el -0,3%
Por otro lado, un dato muy positivo de la economía española durante el año 2016, es que la Balanza por Cuenta Corriente (mercancías, servicios, rentas y transferencias corrientes con el exterior) registró un superávit de 22.306 millones al final del ejercicio.
La cifra publicada por el Banco de España, es un nuevo récord histórico, y supone un incremento del 51,4% respecto al ejercicio anterior. Equivale a alrededor del 2% del PIB español.
En pocas palabras, España está “gastando menos de lo que dispone” ya que obtiene más recursos de los que necesita en sus relaciones comerciales y financieras con el mundo.
Las causas hay que buscarlas en el incremento de la competitividad externa por la depreciación del euro (abaratamiento de las exportaciones); la contención salarial o devaluación interna; el auge del turismo, y la caída de los precios del petróleo (de gran peso en nuestras importaciones).
La cifra de la Balanza por Cuenta Corriente viene determinada por el mayor superávit de bienes y servicios (un 23,2% más que en 2015, hasta 32.328 millones) y un menor déficit de la balanza de rentas (balanza de rentas primaria: rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones; y la balanza secundaria: transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 10.023 millones, inferior al desfase de 11.503 millones de 2015 (descenso del 12,8%).
El saldo agregado de las cuentas corriente y de las transferencias internacionales de capital (determina la capacidad o, por el contrario, la necesidad de financiación de la economía) ascendió a 26.857 millones de euros en 2016, por encima de los 21.733 millones de euros de 2015.
En contraste con lo anterior, el Informe España 2017 de la Comisión Europea señala que “el legado de la crisis no se ha superado totalmente y persisten desafíos significativos": Bruselas alerta a España de “los altos niveles de desigualdad, pobreza y exclusión social, entre los más elevados de la UE". Igualmente alerta de los problemas de un mercado de trabajo que, a pesar de las reformas, padece una de las tasas de temporalidad más altas de Unión Europea.
El 13,1% de los trabajadores españoles están en riesgo de pobreza. Según el Informe, "la desigualdad entre el 20% más rico y el 20% más pobre es una de las más elevadas de la Unión y sigue al alza". El índice de Gini (mide la desigualdad en la distribución personal de la renta) se encuentra "entre los más altos de la UE".  
El Informe España 2017 subraya que, pese a la mejoría económica, ha habido “una caída mínima de las tasas de pobreza y exclusión social". El riesgo de pobreza está muy por encima de las cifras medias europeas, incluso entre quienes tienen empleo.
Las razones que, según el Informe de la Comisión Europea” explican estos graves hechos son: unos beneficios sociales "limitados" en relación a otros países; la "falta de coordinación" entre los servicios de empleo y sociales; un apoyo a las familias relativamente bajo respecto a los estándares europeos y, sobre todo, una tasa de temporalidad en el empleo que es la segunda peor de Europa y que no ha conseguido reducir la reforma laboral:  "los altos índices de contratos temporales (el 27%, solo por encima de Grecia) tienen consecuencias sociales negativas, y socavan el alza de la productividad y tienen implicaciones fiscales negativas, en especial sobre la Seguridad Social” (lleva cinco años con cifras “en rojo”).
A juicio de Bruselas, uno de cada ocho trabajadores está en riesgo de pobreza. El 28% de los ciudadanos está en riesgo de exclusión social; un tercio de los niños entran en esa categoría. Uno de cada cuatro contratos firmados en 2016 tuvo una duración inferior a siete días. Hay un "alto riesgo" de que el desempleo de larga duración se enquiste, y el paro juvenil sigue por encima del 40%. Ni la garantía juvenil, ni la tarifa plana a los autónomos, ni el resto de planes anunciados por el Gobierno español (como el programa Prepara, que combate el paro de larga duración) han tenido un impacto significativo. Se trata de una paradoja: Bruselas aplaude la reforma laboral, pero a la vez critica duramente sus efectos.
El extenso informe de 72 páginas, también se refiere a la corrupción: “a pesar del aumento de las investigaciones no se han puesto en marcha estrategias preventivas". Los cambios legislativos de 2015, además, "limitan temporalmente las investigaciones y podrían provocar impunidad en los casos más complejos de corrupción”.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional realiza un  examen cada cinco años a los sectores financieros considerados sistémicos, es decir, inestables.   Pues bien, una delegación del FMI realizará este examen a la banca española durante este mes de marzo. La  prueba supone un examen en profundidad del sector financiero español al completo (incluyendo, sobre todo, a su supervisor).
Las autoridades españolas se preparan para recibir otra vez a los expertos del Financial Sector Assesment Program o Programa de Evaluación del Sector Financiero. Según el jefe de esta misión, Udaibir Das, director adjunto del departamento de mercados de capital del FMI, "la evaluación de 2017 tendrá lugar en un contexto muy diferente a 2012, cuando España abordó una decisiva y ambiciosa reforma financiera. Tomaremos nota del progreso conseguido. Es más, comprobaremos como se está ajustando el sector financiero a un contexto de cambios muy rápidos y revisaremos las conexiones transfronterizas de los bancos y los flujos financieros en general", Y añade: "El último examen del FMI publicado recientemente ya indicaba que el sistema financiero ha ganado fortaleza y que está cerca de dejar atrás la mayor parte del legado de la crisis". "No obstante, los bancos han progresado a diferentes velocidades y, al igual que ocurre en otros sistemas bancarios, se enfrentan a nuevos retos como por ejemplo la baja rentabilidad", señala.
A diferencia de las evaluaciones realizadas por el Banco Central Europeo, esta misión no sólo analiza los bancos. Va más allá y toma el conjunto del sistema financiero incluyendo el marco institucional, los organismos reguladores y supervisores, los seguros y fondos de pensiones o los riesgos de contagio.
La realidad, es que pese a la mejora, la situación de la banca no está exenta de dificultades. Todavía queda el legado de activos improductivos de la crisis que lastran sus resultados; la baja rentabilidad del sector por los bajos tipos de interés; unas estructuras muy grandes en un entorno de alta competencia procedente de las nuevas tecnologías y la mayor carga regulatoria con más requisitos de capital. En ese contexto, el diagnóstico generalizado se resume en que las entidades tienen que ajustarse aún más y ganar eficiencia; fusionarse para adquirir tamaño; aplicar nuevas tecnologías; diversificar fuentes de ingresos y cobrar más comisiones por servicios.
Por último, en España se encuentra además la peculiaridad del banco malo Sareb, que no está logrando deshacerse de los activos al ritmo que tenía previsto, con los riesgos que ello implica para las cuentas públicas.

MERCADOS:

A finales del pasado febrero,  nuestro principal indicador el Ibex, se mantuvo entre un soporte en 9.300 y una resistencia en 9.600 a la espera de acontecimientos.
Los principales índices bursátiles de uno y otro lado del Atlántico comenzaron este mes de marzo con recortes que no llegaron a profundizar y no tardaron en desarrollar un acompasado movimiento al alza, bajo la tutela de Wall Street cuyo índice bursátil más popular, el Dow Jones, ha encadenado 12 sesiones consecutiva al alza estableciendo otros tantos récords históricos.
Las bolsas de París y Madrid han subido con cierta desgana… y ambos mercados han detenido la escalada a la altura de los máximos del mes anterior; en 4.925 y 9.600 puntos, respectivamente.
Los bancos se han detenido durante febrero y han iniciado un suave planeo que no parece peligroso, traspasando el protagonismo a los “chicharros” bursátiles, que están haciendo su agosto.
Se llama “chicharros” a aquellos valores que su nivel de capitalización es bastante bajo y tienen un riesgo muy elevado. Sufren grandes oscilaciones en su cotización por lo que son objeto de especulación. Son muy fáciles de manipular, pudiendo ser víctimas de rumores.
Por otro lado, en relación al mercado de divisas, el euro está demasiado débil frente al dólar estadounidense. Paradójicamente, según han declarado tanto Alemania como Estados Unidos, la situación perjudica a ambas economías. Ahora bien, la economía americana va por delante en el ciclo, y tiene tipos de interés más elevados, por lo que es muy difícil que revierta la situación., sino más bien todo lo contrario.
Las posibles subidas de los tipos en la economía estadounidense, pueden incluso provocar que se alcance cierta paridad en ambas monedas.

EMPRESAS:

El pasado 2016, ha sido el año de la recuperación de los beneficios para las principales empresas del Ibex 35. Después de un 2015 marcado por una pronunciada caída del 25% originada por los fuertes retrocesos experimentados en el sector energético, en plena espiral bajista de los precios del petróleo, y unas empresas industriales, especialmente las siderúrgicas, sometidas a la crisis del acero en un mercado inundado por la producción china.
Durante el año pasado, las firmas que integran el principal selectivo español ganaron, en conjunto 32.970 millones, un 48,9% más que durante el ejercicio anterior (22.252 millones). De este modo, las principales firmas españolas regresan a los niveles de 2014, cuando las sociedades lograron su mayor repunte en la última década al cosechar una subida del 41,4% hasta los 32.000 millones.
Precisamente, han sido las empresas más debilitadas el año pasado las que en 2016 han permitido, al recuperar su pulso, impulsar las ganancias. Es el caso, sobre todo, de Arcelormittal (el gigante siderúrgico europeo-indio, que tuvo en la española Aceralia, dueña de los míticos altos hornos del norte de la Península, una de sus sociedades fundacionales), que pasó de registrar unas pérdidas superiores a los 7.000 millones de euros a ganar 1.669 millones. El propio presidente ejecutivo de la multinacional, Lakshmi N. Mittal, reconoció que, al margen de las decisiones estratégicas adoptadas para reducir el endeudamiento y canalizar las inversiones, el avance se debe en buena medida a las medidas aprobadas para hacer frente a las prácticas comerciales desleales de determinados países.
De hecho, la Comisión Europea determinó imponer definitivamente aranceles «antidumping» a la importación de determinados productos de acero originarios de China, después de haber detectado que algunas empresas del país asiático comercializan sus productos con valores inferiores entre un 120% y el 127% a los precios reales de mercado. Esta situación también ha impulsado la cuenta de resultados de Acerinox, que ha cerrado el año con un balance positivo de 80