miércoles, 27 de enero de 2010

LA SITUACIÓN DE LA BANCA ESPAÑOLA: ¿UNA BOMBA DE RELOJERIA?…

La cartera de créditos de los bancos y cajas españolas a los promotores pendientes de cobro ha pasado de los 33.500 millones en el 2000 a los 325.000 millones de euros a la fecha actual (160.000 millones corresponde a financiación de suelo), en 2008, casi un 870% más en tan sólo 9 años. Si a esto añadimos los 134.045 millones de euros prestados a los constructores, se llega a la cifra del total de deuda de promotores y constructoras de casi 459.000 millones, y si tenemos en cuenta a la cartera total de créditos se llega a la escalofriante cifra de casi un billón de euros (996.950 millones). Solamente los créditos promotor más los constructores supone casi el 50% del PIB español.
Las cifras son auténticamente escalofriantes. Confieso que para estos volúmenes monetarios me pierdo… Por tomar una referencia con las antiguas pesetas, solamente los créditos a promotores suponen alrededor de 54 billones de pesetas.
Los beneficios conjuntos de bancos y cajas están situados en torno a los 20.000 millones de euros (alrededor del 6% de sólo los préstamos pendientes de cobro de los promotores). Préstamos que, como consecuencia del impago, los bancos y cajas han refinanciado a los promotores (prorrogados los plazos de devolución). En el crédito promotor suele haber un período de carencia de seis meses o un año; si en ese período la inmobiliaria no ha vendido un piso, es evidente que va a incurrir en impago. Esta amortización por causas subjetivas es la que acumula el grueso de las pérdidas potenciales de los bancos.
Quizá el crash inmobiliario en España es peor de lo que se cree, mucho peor que la burbuja subprime: y los bancos españoles están escondiendo sus pérdidas. Por poner las cosas en perspectiva, España tiene en estos momentos tantas casas sin vender como Estados Unidos, a pesar de que EEUU es unas seis veces más grande. A esto hay que añadir que España supone alrededor del 10% del PIB de la Unión Europea, y el 30% de todas las viviendas construidas desde el 2000.
¿Y qué relación guarda esto con las llamadas provisiones que han de dotar los bancos? Por poner un ejemplo: supongamos que un banco o caja pretende dar un beneficio de 100 euros, pero el Banco de España ha descubierto que tiene activos tóxicos –en nuestro caso por ejemplo esta cartera de créditos promotor- por valor de 700; si le obliga a poner todo el crédito de golpe como perdida, le llevará a la quiebra (pérdidas mayores que sus fondos propios o patrimonio neto). Por esta razón, le pide reducir el beneficio de 100 a 10 y le obliga a meter los otros 90 en provisiones para poder ir amortizando estos créditos incobrables.
El año pasado, el Banco de España permitió, que cuando un crédito, concedido por debajo del 80% del valor de tasación, sea moroso por más de dos años, no se deba provisionar el 100% de lo que falta por pagar, como ocurría hasta entonces. Es decir, se entendía que el valor residual del piso era cero, algo exagerado, como ha reconocido el propio supervisor. Con la nueva normativa, se reconoció que, pese a las crisis, la vivienda siempre conserva el 70% de su valor residual (la diferencia entre el precio de compra y las cantidades abonadas al banco) por lo que se reducen las exigencias de provisiones ante los morosos.
Este cambio regulatorio no afectó a lo que se considera crédito dudoso, que tiene un calendario creciente a partir de los tres meses de impago.
Existe total consenso acerca de que el gran problema de la banca está más en los promotores y constructores que en los créditos hipotecarios. La semana pasada, Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) (organización controlada por bancos y cajas) aseguró que los promotores "no pueden pagar" su deuda estructural, lo que "está afectando a la calificación crediticia de las entidades financieras" en un momento en el que "el problema de la liquidez no está solucionado", ya que "el sistema no puede asumir la deuda inmobiliaria". También advirtió de que "las refinanciaciones posteriores estarán comprometidas. Advirtió que no se puede hacer “borrón y cuenta nueva".
Señaló tan cualificado representante que "lamentaba no dar buenas noticias, criticando que "no se están poniendo los mimbres necesarios para solucionar el aturdimiento financiero del sector", y que "se está jugando su viabilidad", cuestión que "pasa por algo más complejo que echarle las culpas al sistema financiero.
Las patronales de bancos y cajas no coinciden con el diagnóstico de González. La Asociación Española de Banca (AEB) comentó: "Esas cifras globales representan un conjunto de riesgos, algunos con morosidad más baja”… La verdad, es que los promotores no están atendiendo al pago de su deuda, ya que no venden los pisos.
El presidente de la AHE manifestó que: "tenemos que solucionar el stock de viviendas" y señaló que una parte "muy importante" de los recursos que se van a destinar a la reestructuración del sistema financiero tendrán que aligerar "la presión del crédito inmobiliario"…
Hoy, el BBVA acaba de publicar sus cuentas para el año pasado, su presidente ha explicado que los beneficios han bajado un 16,1%, por el mayor esfuerzo realizado en provisiones. En relación a las potenciales pérdidas de estos préstamos a promotor (que podrían llevar a una situación de quiebra a las entidades de crédito), se declaró partidario de que el contribuyente no sea el que las tenga que pagar, sino que sean los promotores y los bancos… para ello citó como imprescindible que el precio de los activos (viviendas) se aproxime en el mercado lo más rápidamente posible a su valor real, al señalar que “unos y otros se deberían poner de acuerdo en los precios”…
La realidad es que, en estos momentos, el Ibex en Bolsa está cayendo hacia los 11.000, que cede cerca de un 3% con los bancos como protagonistas del declive del selectivo Ibex. Los decepcionantes resultados de BBVA, las declaraciones de Roubini sobre España (que asegura que nunca ha sido más pesimista sobre el futuro de la Unión Monetaria Europea, y cree que España representa una amenaza latente para la cohesión de la eurozona), y el dato de viviendas de EE UU (contra todo pronóstico las ventas han caído en diciembre), ponen de manifiesto que las cosas están, desafortunadamente, lejos de una pronta solución. Los problemas aún no se han resuelto y los mercados, en particular las Bolsas, vuelven a estar nerviosos,
El sistema financiero español encara un año más difícil que el pasado, con unos importantísimos riesgos. El proceso de fusiones de las cajas es muy complicado y, además, algunas autoridades de la Unión Europea tienen suspicacias respecto a que las cuentas bancarias estén tratando de ocultar una realidad peor.
Esperemos que se consiga salir y no lleguemos a mayores. La realidad que de prorrogarse la situación, sin haberse solucionado los problemas, sólo caben a mi juicio dos posibilidades: o la quiebra, o la nacionalización…
Esperar para ver…

miércoles, 20 de enero de 2010

EL DRAMA DE HAITÍ Y LA CONCIENCIA DE LOS DEMÁS…

Cada vez que se produce una catástrofe con una magnitud tan horrible como la de Haití, siempre me pregunto lo mismo: ¿por qué azotan siempre a los más pobres? el tsunami, el Katrina,… y ahora esto que, incluso dentro de ese desolado país caribeño, a quién ha afectado ha sido a los más pobres.

¿Es que acaso los designios se ceban siempre con los más pobres?

La respuesta es evidente, los efectos de estos inmensos dramas humanos se agudizan en las regiones más pobres y menos desarrolladas, debido a su absoluta carencia de infraestructuras y de los medios que disfrutamos en cualquier otra sociedad desarrollada.

Evidentemente, con mi conclusión no he “descubierto la rueda” y no es esa mi finalidad, sino otro bien distinta.

La solidaridad, afortunadamente, parece abrumadora en estos momentos, pero hasta que punto, todos no somos responsables de esas desgracias. Que las dos terceras partes de la humanidad pasen hambre, cuando el resto vivimos en la opulencia, por mucha crisis económica que tengamos, es una auténtica vergüenza para la conciencia de todos.

Esta tremenda injusticia mundial en el reparto, no ya de la riqueza, sino del derecho a vivir en condiciones dignas, es sobradamente conocida por todos.

¿Y cómo se reacciona frente a ella? Sencillamente, con la indiferencia: existen instituciones mundiales que, si medimos sus logros, no están sirviendo para nada… mantienen unas costosas estructuras burocráticas que en realidad, tan sólo despilfarran recursos que, quizá, vayan a corromper y hacer aún más ricos a algunos…

Con independencia de determinadas ONG y algunos “auténticos santos” misioneros que dan su vida para ayudar a tantas desgraciadas personas, ¿qué hacemos los demás?...

¿Cuántos políticos se preocupan en el mundo por resolver estos acuciantes problemas? ¡Bastaría una parte tan pequeña de los recursos que dilapidamos para resolverlo!…

¿Qué hacemos los sociólogos y los economistas? ¿Tratamos de buscar soluciones para esas sociedades, en lugar de ensalzarnos en discusiones sobre los “graves” problemas que nos afectan en nuestra crisis actual? Esos países padecen una crisis continúa con gravísimos problemas humanos –de los verdad-, de los que rara vez aparece alguna referencia o propuestas en artículos y estudios socioeconómicos. En una palabra, nos preocupamos sólo en mantener lo que poseemos, para que todo siga igual…
¿Y qué hacen los medios de comunicación? Informan abundantemente cuando está ocurriendo la catástrofe, para al poco tiempo pasar a la indiferencia más general… ¿Alguien ha leído algún artículo, o ha escuchado en algún medio de comunicación, algo relativo a lo que se ha hecho y como están en la actualidad otras regiones en las hace tiempo ocurrieron desgracias similares?... ¿Y cuántos artículos de opinión aparecen en los medios denunciando la pobreza extrema de gran parte de la humanidad?...
¿Y qué decir de la Iglesia?, salvo Caritas y alguna otra organización como Manos Unidas que desarrollan una importante labor, ¿desde cuantos púlpitos se denuncia la gravedad de la pobreza y las calamidades y riesgos que sufren tantas y tantas personas en el mundo?... Se preocupan del infierno del más allá, pero no de los muchos que realmente sufren la gran mayoría del resto de la población mundial…
Realmente, sobran comentarios...
Además del horror y de la tristeza que me genera tanta desgracia y dolor de personas humanas que, como tales, deberían tener exactamente los mismos derechos que cualquiera de nosotros, me inunda un tremendo sentimiento de indignación hacia la hipocresía que, una vez más, late debajo de tanto espanto.