lunes, 11 de abril de 2011

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A ABRIL 2011: pesa la incertidumbre sobre Cajas de Ahorro y algunos bancos. ¿Existirá contagio?

Muchos son los diagnósticos, y los que quedan por hacer, en relación a la crisis financiera que desencadenó la Gran Recesión. Además de las malas prácticas y de los fallos del mercado, la poca eficacia de los supervisores responsables ha sido notoria. Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos muy pocos han pagado por ello, pero sobre todo ni tan siquiera ha existido el reconocimiento, ni la más leve autocrítica de los supervisores bancarios. A este lado, en Europa, la autocrítica ha sido, si cabe, aún menos frecuente.

El Banco de España, por ejemplo, podría haber cercenado el espectacular crecimiento de los créditos a las inmobiliarias, impidiendo que los activos respecto al sector inmobiliario alcanzasen al 50% de los activos totales de las entidades de crédito. En el periodo comprendido entre los años 1999 a 2007 podría haber cortado de raíz a la tremenda burbuja inmobiliaria que se fue “hinchando”.

GLOBAL:

China, acogerá un seminario de máximo nivel sobre el sistema monetario internacional. Se reunirán funcionarios, los bancos centrales y políticos para analizar hacia dónde se está dirigiendo el mercado de divisas.

El anuncio, a mediados del mes de marzo pasado, de una intervención conjunta de los países ricos a favor del yen sorprendió al mercado. Han transcurrido más de 10años desde que no se llevaban a cabo intervenciones coordinadas en el mercado de cambios.

Existe una frase muy dura que dice, que el inversor entra en el mercado "cuando la sangre aún está en el suelo". Una vez más la realidad así lo ha evidenciado: el yen ha registrado su máximo histórico frente al dólar a mediados del mes pasado (apenas una semana después del terremoto). De esta forma, los especuladores anticipaban una importante repatriación de capitales por parte de las empresas japonesas para hacer frente a la reconstrucción y a la fuerte apreciación que se produjo tras el terremoto de Kobe en 1995. Como algún analista ha señalado, "entonces, tras mes y medio de estabilidad inicial, el yen empezó a acelerar su apreciación hasta sumar un 16% en dos meses”.

Frente a esos fuertes movimientos especulativos, el G-7 (grupo de los países ricos) decidió actuar apoyando al Yen. En todo caso, la efectividad de las intervenciones en el mercado de divisas es muy limitada, ya que se mueven diariamente alrededor de 4 billones de dólares (la cantidad de reserves de divisas en manos del G-7 asciende a 9,4 billones, según los últimos datos del Banco de Pagos Internacional).

Muchos analistas ven en la intervención del G-7 un sentido solidario y humanista más que económico, pero no se puede olvidar que si la economía de Japón comenzase a repatriar capitales, debería vender activos que posee denominados en otras divisas, lo que afectaría en gran medida a Estados Unidos (Japón figura como uno de los más importantes inversores de Deuda Pública emitida por el Tesoro estadounidense).

Ahora bien, teóricamente, el Yen será una divisa más débil a medio plazo: sobre todo si la Reserva Federal y el Banco Central Europeo incrementan sus tasas de interés.

ESTADOS UNIDOS:

Al final del pasado ejercicio, los estímulos económicos aplicados cumplieron su finalidad, lo que permitió a la economía estadounidense evitar una recaída. De forma que se cerró 2010 con un aumento de su PIB del 2,9%. Es un buen dato, ya que es la mayor expansión registrada en los últimos cinco años (en 2009 cayó un 2,6%).

Hay que desear que los actuales problemas geopolíticos no deterioren la situación, de forma que en el presente año el PIB estadounidense alcance un aumento del 3,5%.

Lo anterior ha sido posible gracias a la mejora de las exportaciones y del gasto de los consumidores y las empresas.

Sin embargo, no está asegurado este repunte en el 2011 ya que perduran dos asignaturas pendientes para que la economía estadounidense pueda mostrar una sólida recuperación: el mercado de la vivienda y el empleo, por lo que es muy difícil que se pueda retirar en este momento la fuerte expansión monetaria que se sigue aplicando.

En principio, el fin de la expansión monetaria está previsto para el mes de junio próximo, por lo que una subida de los tipos de interés por la Reserva Federal podría seguir el camino que se viene anunciando por el Banco Central Europeo para este mes de Abril.

Ahora bien, está empezando a preocupar la situación fiscal, y el consiguiente gigantesco endeudamiento público estadounidense. La capacidad de endeudamiento del Gobierno federal está al límite. Algunos señalan que si las autoridades no toman una decisión al respecto, no será preciso que las Agencias de Calificación rebajen la calificación crediticia de Estados Unidos para que surja un importantísimo problema.
Durante el año 2000 el endeudamiento público alcanzó casi los 6 billones de dólares, con el presidente George Bush se incremento a 10 billones, y en estos momentos casi supone el 100% del PIB estadounidense.

Estas abultadísimas cifras implican que el Tesoro no tendrá capacidad para pedir prestado, y no estará en condiciones de pagar las facturas pendientes, salvo que adopte fortísimos recortes en el Gasto Público.

De hecho se deberán pagar intereses más altos por la deuda y eso provocará que se agrave más el déficit, que va camino de tocar los 1,6 billones de dólares (10% del PIB). La posible pérdida de confianza de los inversores, que esa situación genera, podría obligar a mayores subidas en las tasas de interés.

El fuerte castigo que están sufriendo las economías periféricas europeas, está mostrando hasta dónde puede llegar ese castigo, cuando el mercado duda de la capacidad fiscal de un país.

El tiempo corre, y eso pone nervioso a Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan Chase. "Si alguien quiere pulsar ese botón, será catastrófico e impredecible; por eso pienso que están locos", dijo el banquero ante la Cámara de Comercio, el principal lobby de los negocios en Washington. Más presión, por tanto, sobre la Casa Blanca y el Congreso. Lo que preocupa a Wall Street es que en Washington, y en particular en la bancada republicana, se vincule la necesidad de elevar el límite de endeudamiento al recorte del gasto público. El ala conservadora, agitada por el movimiento del Tea Party y con la mayoría en la Cámara de Representantes, se siente con fuerza para plantar cara a la oposición demócrata.

El presidente de la Reserva Federal, Bernanke, ha reiterado que se deben hacer los cambios precisos para reducir el déficit presupuestario, pero sin confundir la prioridad de disciplina fiscal a largo plazo, con los retos económicos o problemas a corto plazo, ya que podría peligrar la recuperación económica.
JAPÓN:
El drama del desastre humano y económico del tsunami y posterior crisis nuclear aún no resuelta, ya se ha llevado consigo más del 2% del PIB japonés (según estimaciones de AIR Worldwide y Eqecat, compañías que calculan los riesgos ante este tipo de desastres naturales). Se trata, sin duda, del mayor desafío que afronta Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

Es imposible calcular en estos momentos las pérdidas materiales y económicas de la tercera economía mundial, y existen dudas respecto a cómo el endeudamiento público suplementario, necesario para la reconstrucción, afectará a unas finanzas públicas ya muy deterioradas, cuya deuda ya asciende al 200% del PIB japonés.

UNIÓN EUROPEA:

Hace ya tiempo que Jean-Claude Trichet, adelantó que el BCE iba a subir el tipo de interés de referencia. Así lo ha hecho a comienzos de Abril. Y lo que es peor, se desprende de sus palabras que esta no podría ser la única subida de las tasas a medio plazo, ya que la institución va a estar “muy vigilante" frente a la evolución de los precios.

Muchos analistas han interpretado las palabras del presidente del BCE en el sentido, de que tal vez en junio, y después, lo vuelva a subir. Es decir, en dos ocasiones más durante este año.

No obstante, señaló que “la política monetaria en la eurozona sigue siendo acomodaticia": los tipos se encuentran en niveles excepcionalmente bajos, teniendo en cuenta la evolución reciente de la economía, lo que deja margen para volver a incrementar el precio del dinero en dos o tres meses. Y por si no fuera suficiente ha añadido: "Estamos extremadamente alertas frente a los efectos de segunda ronda (reacción de los salarios y espiral precios-salarios o beneficios-salarios).

De nuevo, a diferencia del Banco de Inglaterra y la Reserva Federal estadounidense, el Banco Central Europeo sigue dando mayor prioridad al control de la inflación que al crecimiento económico.

Por eso, ha sido el primero en abandonar la política monetaria de emergencia, temeroso de que la incipiente recuperación económica y el encarecimiento de las materias primas dispare la inflación.

Sin embargo, el Banco de Inglaterra (a la vez que el BCE incrementaba los tipos de interés) decidió mantener los suyos en el 0,5%. Sin duda para la autoridad monetaria inglesa, priman más las dudas sobre la recuperación -el PIB británico retrocedió de forma inesperada en el cuarto trimestre de 2010-, que el notable repunte de los precios (ya por encima del 4%).

La subida de precios en la zona euro es más contenida (2,6% en marzo), pero la sensibilidad de los consejeros del banco central ante su evolución es mucho mayor. Entre otras cosas, porque su objetivo prioritario es mantener la inflación por debajo del 2%.

Contra ese objetivo del 2% se encuentra el repunte del petróleo (en 120 dólares por barril a principios de abril), compensado en parte por la apreciación del euro (se cambia a 1,43 dólares) y, también la recuperación de los países centrales de la eurozona (Alemania y Francia) que durante la primera mitad de este año han crecido cerca del 3%.

Para España esta subida del tipo de interés oficial es muy negativa. Si definitivamente, se aprobasen dos subidas más hasta final de año (hasta situar los tipos alrededor del 1,75%), el euribor escalaría, al menos, al 3%. Se trataría de una situación tremendamente dura para la capacidad de gasto de las familias españolas en la situación actual.

De nuevo, aparecen las asimetrías en la eurozona: para Alemania una subida de un cuarto de punto quizá sea poco, pero no es oportuno para las economías periféricas de la región.

Respecto a esas divergencias y asimetrías existentes en la eurozona, Trichet ya hace tiempo que indicó que en ocasiones le preguntan cómo puede gestionar el BCE "una zona monetaria única donde está Alemania que crece y España y otros países donde el crecimiento no es halagador". Por lo que recordó que no hace muchos años la situación era la inversa", cuando Alemania se encontraba parada y España registraba un gran crecimiento económico.

Los conflictos en el norte de África, y en particular en Libia, unidos a la imparable demanda energética de los países emergentes han colocado al mercado del crudo petrolífero en un precio muy preocupante. Ya se han alcanzado los 120 dólares por barril de Brent. Según la agencia Fitch, si esa cifra ascendiera a los 150 dólares, Occidente lo pasaría bastante mal. En particular, si el crudo escalase hasta la cifra citada la riqueza de la eurozona caería un 0,7% en 2011.

Por otro lado, según la revista británica The Economist en un artículo titulado “Duro aterrizaje”, la salud de la zona euro depende del suelo español en manos de la banca.
Señala el artículo que el futuro español está "muy vinculado al sector financiero, que en estos momentos intenta captar un capital adicional necesario situado en 15.000 millones de euros para cumplir con los nuevos requisitos del Gobierno".

Y, asegura, que el destino de los bancos españoles "depende de cómo se desarrolle el quebrado mercado inmobiliario". Vinculado a este problema está el suelo, según sostiene el mencionado artículo.
El suelo fue uno de los puntos calientes durante el boom inmobiliario. "Los ayuntamientos permitieron urbanizar parcelas, dieron permisos de obras y recibieron tasas o un porcentaje de estas tierras", indica.

La dimensión de la burbuja, según señala sólo es ahora evidente, al conocer los datos del Banco de España con los detalles de la exposición del sector al ladrillo.
"Casi una cuarta parte de los bancos ha concedido 320.000 millones de euros a promotores inmobiliarios con el respaldo del suelo, según estimaciones del banco Goldman Sachs. El suelo supone casi la mitad de los 70.000 millones de euros de los activos en propiedad de los bancos", explica The Economist.

Añadiendo: “así, estas instituciones españolas tienen una exposición de más de 100.000 millones en tierras vacías, como prestamistas o como titulares".
Se señala que hay cerca de 1,5 millones de casas sin vender, y que su venta, como mínimo se realizará en cinco años. Muchos bancos contabilizan en sus libros el suelo a precios demasiado altos y se resisten a vender con pérdidas".

En este sentido, frente al fracaso de las pruebas de esfuerzo realizadas a los bancos el año pasado, en los próximos meses (entre marzo y junio) se realizaran unas pruebas de resistencia más severas. Serán realizadas por la Autoridad Bancaria Europea (ABE) que acaba de iniciar sus funciones.

La metodología de las pruebas, parte de un escenario peor respecto a la inflación, crecimiento, y deterioro de los mercados, y afectará al 65% de los bancos europeos (al menos al 50% de los de cada Estado).
Las pruebas se centrarán en la medición del core Tier 1 capital (capital principal de nivel 1: capital y reservas), que es más restrictiva que la del capital Tier 1 [o de nivel 2, que integra también las participaciones preferentes] empleadas en las pruebas del año pasado.

Algunas voces se lamentan, al señalar que las pruebas deberían ser obligatorias para todos los bancos de la UE que tengan activos valorados por encima de 40.000 o 50.000 millones de euros, ya que en caso contrario, la mayoría de los bancos alemanes quedarán exentos del examen.

Las pruebas del año pasado, ya fueron muy desiguales: en la Unión Europea se examinó al 50%, mientras que en España se verificó al 95% de las entidades. Para colmo, se aprobó al Bank of Ireland y el Allied Irish Banks, (los dos únicos examinados en Irlanda) que cayeron en picado en los meses siguientes.

Los resultados de las pruebas serán públicos a mediados de junio tras un examen que será llevado a cabo en consulta con las autoridades nacionales y el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, que preside Jean-Claude Trichet, presidente del BCE.

Por otro lado, se ha logrado sentar las bases del Gobierno Económico de la UE ya que se ha alcanzado el acuerdo de los Veintisiete Estados miembros. Además de política monetaria, la Unión empezará a contar con los primeros instrumentos para elaborar una política económica europea común. El Consejo Europeo ha aprobado los instrumentos para esta mayor gobernanza económica que son el Pacto por el Euro Plus, el fondo de rescate (Mecanismo Europeo de Estabilidad, MEDE), las seis propuestas legislativas que refuerzan la vigilancia presupuestaria y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y la realización de pruebas de resistencia más severas a la banca.

El Pacto por el Euro Plus consiste en una serie de compromisos que deben asumir los Estados del euro y otros países de la UE que deseen suscribirlo voluntariamente. Se persigue lograr una mayor competitividad (por medio de la contención salarial), fomentar el empleo (reformas del mercado laboral); asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas (control del gasto en pensiones, sanidad y prestaciones sociales) y reforzar la estabilidad financiera (reforma de la supervisión y nuevas pruebas de resistencia a la banca). A cambio Alemania aceptará un fondo de rescate para los países con dificultades.

El MEDE prevé un fondo de 500.000 millones efectivamente disponibles y del que Alemania es su principal contribuyente con el 27,1%.

La realidad es que “aún no se ha escrito el final de la historia”, la banca irlandesa necesita una inyección adicional de 24.000 millones de euros para mantenerse a flote y garantizar su futuro, que pasará necesariamente por una profunda reestructuración del sistema financiero. El Banco Central de Irlanda emitió ese diagnóstico, una vez realizadas a las principales entidades las nuevas pruebas de solvencia.

La situación irlandesa equivale a una nacionalización virtual del sistema bancario irlandés, en el que el anterior Ejecutivo ya se vio forzado a comprometer hasta 46.000 millones de euros. La factura total, una vez añadidos otros 24.000 millones a lo largo de los dos próximos años para tapar los agujeros de solvencia, ascenderá 70.000 millones, cifra que supone el 45% del PIB irlandés.

Por lo que respecta al otro gran foco de inquietud, Portugal, su situación financiera continuó agravándose, de tal forma que tuvo que solicitar el rescate en una situación límite (los tipos de interés de los bonos portugueses escalaron a, nada menos, que el 10%).

La Comisión Europea comenzará a negociar con Portugal el programa de consolidación fiscal que deberá acompañar al rescate del país. Una vez que se alcance un acuerdo sobre el plan de ajuste entre la Comisión y los partidos políticos portugueses, deberá ser aprobado por los ministros de Economía de la eurozona y de la UE, probablemente en su reunión del 16 de mayo. En ese momento se aprobará también el rescate de 80.000 millones.

Según el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, "la ayuda europea se dará bajo estrictas condiciones negociadas con los principales partidos políticos" del país. Las negociaciones comenzarán "inmediatamente" en colaboración con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, que participará en el programa.
El plan de ajuste deberá ser más estricto que él no aprobado por el Parlamento portugués el 23 de marzo pasado. Según declaró el ministro finlandés de Economía, Hyrki Katainen, "el plan debe ser realmente estricto porque de lo contrario no tiene sentido avalar el crédito de nadie".

Ahora lo que preocupa es el riesgo de contagio, si bien la tónica general entre autoridades públicas y mercados es que este se ha mitigado. El consejero delegado del Fondo Temporal de Rescate de la zona euro (EFSF, según sus siglas en inglés), Klaus Regling, ha asegurado que el paso dado por Portugal ayudará a evitar el contagio a otros países de la eurozona, más concretamente, a España. "Los mercados han reaccionado muy positivamente a la petición de asistencia financiera de Portugal. La visión predominante de los mercados es que el rescate de las tres economías más débiles de la zona euro (Grecia, Irlanda y Portugal) contribuirá a evitar un contagio más allá".

Según Regling, "esto afecta especialmente cuando miras la situación de España, ya que los mercados aprecian la diferenciación entre la deuda portuguesa y la española”. La verdad, es que los diferenciales de los bonos de ambos países (rentabilidad exigida con respecto al bund alemán) han tenido comportamientos o trayectorias contrarias en las últimas semanas.

“Los mercados entienden ahora mucho mejor los fundamentos económicos de los distintos países de la zona del euro, por lo que los riesgos de un contagio son mucho menores que hace unos seis meses. La deuda pública española tiene mercado".

En relación a la economía del Reino Unido, ha crecido este año medio un punto menos de lo esperado, recortándose igualmente las estimaciones para el crecimiento de este año y del siguiente.

La inflación, que está situada en el 4,4%, (superior al objetivo del 2%) continuará por encima hasta el año 2013.

Está por ver el daño político que puedan producir los ajustes en el Reino Unido: las perspectivas de crecimiento recortadas para este año del 2,1% al 1,7% y las del que viene del 2,6% al 2,5%; la inflación instalada previsiblemente entre el 4% y el 5% durante todo 2011 (se augura una subida de tipos pese a la fragilidad del crecimiento); y, finalmente, el paro aumentando.

Por otro lado, Alemania que exige la moderación salarial para Europa, (la ha reclamado como condición para ampliar el fondo de rescate europeo y, en definitiva, al Pacto por el Euro) ha visto como el incremento de sus salarios ha sido del 1,5% (más del doble que en España).

ESPAÑA:

El Gobernador del Banco de España, Fernández Ordoñez, ha declarado que la recuperación de la economía española aún está por llegar -previsiblemente para mediados de 2012- por lo que este año 2011 seguirá siendo un año de ajustes. Se mostró preocupado por el “distanciamiento” del mercado laboral español en relación a los “socios más prósperos de Europa que tienen tasas de paro más bajas, ya que se han ajustado con otros tipos de contratos y de negociación colectiva”.

Por su lado, el Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha declarado que “ninguna reforma laboral da frutos a corto plazo, señalando que España está abocada a vivir lustros de moderación o sensatez salarial”.

Y es que el creciente empeoramiento del mercado laboral ha obligado al Gobierno a elevar, de nuevo, su previsión de paro para 2011, que en lugar del 19,3% anterior, estima que acabará 2011 en el 19,8%. Cinco décimas por encima de la estimación que efectúo en septiembre pasado. Con todo se trata de una previsión muy inferior a las del Banco de España, la Comisión Europea o el promedio de las previsiones de analistas privados que recogen la Fundación de Cajas de Ahorros, que estiman cifras de tasas de paro por encima del 20% a finales de 2011.

No obstante, Elena Salgado continúa argumentando que, aunque moderadamente, al final de este año la tasa de paro será más baja que la actual: "la previsión del Gobierno es que no se va a llegar a los cinco millones de desempleados este año, por lo que tampoco se va alcanzar -esa cifra- durante los siguientes ejercicios ya que la tasa de paro tocará un máximo en este primer trimestre".

Respecto al crecimiento económico, la vicepresidenta Salgado señaló que "a medida que se vayan corrigiendo los desequilibrios, la recuperación va a ir ganando fuerza. " En 2011 la reactivación va a depender del sector exterior en mayor medida" lo que permitirá compensar el menor crecimiento del consumo de las economías domésticas (se estima que cerrará el año con un aumento del 0,9%, la mitad de la anterior estimación).

Sin embargo, el Ejecutivo sigue manteniendo que el Producto Interior Bruto español crecerá un 1,3% durante 2011, frente a la de los organismos internacionales, que estiman un crecimiento entre el 0,7% y el 0,8%. Sin embargo, rebaja la previsión del 2,5% al 2,3% para 2012; y la de 2013, del 2,7% al 2,4%. Para 2014, prevé un crecimiento del 2,6%. Lo que no cambia, son las previsiones de déficit público comprometidos ante Bruselas. De esta manera, el Gobierno mantiene que el desequilibrio presupuestario bajará al 6% en 2011, al 4,4% al año siguiente y volverá al límite del 3% en 2013.

Por otro lado, el FMI es algo más optimista sobre España de lo que era hace unos meses, ya que en su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales" del FMI sitúa el crecimiento del PIB español en el 0,8 % para 2011 y mejora en una décima su previsión para 2012, al pronosticar un crecimiento del 1,6 %.

Además, el FMI sitúa la tasa de desempleo en el 19,4 % este año frente al 19,8 % que prevé el Ejecutivo español.

La realidad es que el mercado de trabajo empeora día tras día, sin dar la más mínima señal de leve mejoría: el Paro Registrado (los desempleados que se inscriben en las Oficinas de Empleo) ha vuelto a aumentar en marzo para alcanzar un nuevo récord de 4,33 millones (un ritmo de 1.110 de nuevas personas desempleadas por día). Pese al pronóstico oficial de que el deterioro laboral está tocando suelo, marzo que tradicionalmente es un mes bueno para el empleo, ha dado nuevos disgustos.

Además, pese a la reforma laboral, se produce una nueva caída de la contratación indefinida. Gana peso la contratación temporal frente a la indefinida. Desde luego, la próxima Encuesta de Población Activa (EPA) podría ser demoledora.

Por otro lado, muy interesantes son las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que muestran la evolución del PIB español por comunidades autónomas:

La industria fue el único sector económico, junto a la agricultura, que creció en 2010. Navarra (1,2% de aumento) y el País Vasco (un 0,8%), que tienen un menor problema del ladrillo y un gasto público mayor, fueron las comunidades que más crecieron en 2010. A ellas se suma Castilla y León, que con un 0,8%.

Según el INE, el PIB español retrocedió ligeramente (no llegó su caída al 0,1%). Pero las diferencias territoriales son muy importantes: en el extremo opuesto a Navarra, País Vasco y Castilla-León, se hallan Andalucía (-0,9%), Castilla-La Mancha (-0,9%) y Canarias (-0,8%). Las tres, además, están entre las que acumulan más desempleo, con tasas superiores al 28% en las economías andaluza y canaria.

Cataluña y Madrid, las dos mayores economías españolas, reflejan muy bien la evolución habida en el Producto Interior Bruto español. Ambos territorios prosiguen estancados. Cataluña pasa a crecer un 0,1%, tras una notable recuperación (en 2009, el año de la Gran Recesión, se apuntó un -4,2%), guiada por las exportaciones. Aragón y Comunidad Valenciana, que también se dejaron más de un 4% en 2009, no lograron dejar atrás los números rojos (-0,5% y -0,6%), pese a tener, como Cataluña, una industria exportadora de peso.

El PIB de Madrid refleja un crecimiento casi inapreciable (0,002%), que no fue suficiente para compensar el aumento de población en 2010 (casi un 1% más que el año anterior). El efecto llamada de la capital en tiempos de crisis (la tasa de paro de la comunidad madrileña, con un 16%, está entre las más bajas) se traduce en esta ocasión en un notable descenso de la renta por habitante, uno de los indicadores económicos más relevantes. El PIB per cápita madrileño cayó un 0,6% frente al aumento del 0,5% en el PIB per cápita español.

El retroceso del PIB per cápita madrileño (29.963 euros por habitante) altera el orden de las regiones con mayor renta por habitante. Madrid cedió la primera posición a País Vasco (31.314 euros) en 2007 y ahora, tras la notable recuperación de Navarra en 2010, deja el segundo puesto a la comunidad foral (29.982 euros). Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha, con cerca de 17.000 euros por habitante, vuelven a ser las autonomías con menor PIB per cápita.

Por lo que respecta al comportamiento de los precios, el IPC adelantado correspondiente al mes de marzo señala que los precios se han mantenido en la tasa del 3,6% (en variación anual). Es decir, no ha habido variación respecto al IPC de febrero, que como consecuencia de la escalada de precios de las materias primas se elevó en ese mes al citado 3,6%.

Por otro lado, según el Barómetro empresarial de la Fundación Ortega- Marañón, el estado de ánimo de los empresarios permanece “bajo cero”. El diagnóstico sobre la economía española que hacen los responsables de compañías con más de 10 trabajadores está en niveles mínimos: los consultados puntúan la situación con un 2,9 en una escala de 0 a 10, una décima por encima de la oleada anterior. La percepción que tienen los empresarios del sector al que se dedican también sigue siendo muy desfavorable (3,4).

Un 86% de los empresarios encuestados asegura que su empresa ha sufrido el impacto de la crisis, cuyos efectos siguen sin ceder. El 51% percibe que este fuerte impacto nocivo no ha cambiado y el 34% cree que incluso ha ido a peor. El sector industrial no se recupera, y la ausencia de crédito continúa pesando sobre todos los sectores de la economía: no varía la gran mayoría de los empresarios que opinan que en estos momentos es más difícil que hace dos años conseguir financiación para su empresa (77%). Y lo que es peor: no creen que la situación vaya a mejorar a corto plazo. Tres de cada cuatro encuestados responde que aún queda tiempo hasta que la economía mundial remonte la marcha; y los que opinan esto mismo para el caso español crecen hasta un aplastante 92%.

El profundo descontento del empresariado se aprecia en el suspenso que dan al Gobierno (el 78% desaprueba la gestión del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero) y a la oposición (el 70% tampoco aprueba al líder del PP, Mariano Rajoy).

MERCADOS:

Durante el pasado marzo se han conjurado todos los elementos contra la Bolsa española: Trichet con sus amenazas de subidas de tipos de interés; las rebajas de calificación de las agencias de ratings; el conflicto libio y el alza de los precios del petróleo; el terremoto de Japón y el último día: la banca irlandesa. Pese a todo, el balance no ha sido muy negativo: cae el 2,5% en marzo, saldándose el último trimestre con un avance del 7,28%.

Respecto al precio del petróleo, definitivamente parece haber abandonado la tónica de estabilidad y volvió a repuntar en los mercados por la incertidumbre sobre el conflicto en Libia y su contagio a otros países productores de petróleo. El barril de crudo tipo brent, el de referencia en Europa, rebasó la cota de los 120 dólares por primera vez desde el 22 de agosto de 2008.

Por su parte, en el Nymex de Nueva York, el barril West Texas alcanzó los 108,78 dólares, con lo que alcanza su precio más alto desde septiembre de 2008.

En relación al Euríbor, el indicador que fija el precio de la mayoría de hipotecas en España, ha superado el 2% en su tasa diaria por primera vez desde marzo de 2009.

Las hipotecas que se revisen con este dato subirán una media de 600 euros al año. Se trata del mayor repunte en las cuotas desde julio de 2008. No obstante, es más que posible que en este mes de abril se produzcan mayores subidas.

Finalmente, la cifra de matriculaciones de automóviles durante el pasado marzo, 88.396 unidades, suponen una caída del 29,1% sobre el mismo mes del año anterior. Se pone de relieve que uno de los principales test del consumo de los particulares sigue sin reaccionar. Se cierra el primer trimestre con unas ventas de 208.151 unidades y un retroceso del 27,3%.

EMPRESAS:

Mercadona cerró el ejercicio 2010 con un beneficio neto de 398 millones de euros, un 47% más que el anterior. Juan Roig, presidente y propietario de la mayor cadena de supermercados de España con 1.310 tiendas, comentó que "lo más coherente" es comparar los resultados de 2010 con los de 2008, una estimación que arroja un aumento del 24% de los beneficios, porque la cadena optó por recortar ganancias en 2009 para bajar sus precios una media del 10% y mantener a sus clientes pese a la crisis.

La facturación de Mercadona creció un 6% en 2010 y alcanzó los 16.485 millones de euros. El margen de beneficios fue del 2,6%. La cadena de supermercados abrió 60 tiendas nuevas y cerró 14. Invirtió 575 millones de euros en sus nuevos locales, en la adaptación de otros ya existentes y en obras de construcción de los bloques logísticos de Villadangos del Páramo (León), Guadix (Granada) y Plaza (Zaragoza).
La cadena emplea a 63.500 trabajadores fijos tras incorporar a otros 1.500 en 2010.

Según Roig, el precio del “carrito menú” (la unidad de compra que requiere una familia) se ha rebajado un 4% en 2010 después de haber caído un 10% el año anterior. Unas rebajas acumuladas que representan un ahorro para las familias españolas de 2.200 millones de euros. "Hemos asumido un 0,2% del PIB", presumió Roig.