lunes, 10 de diciembre de 2012

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL DICIEMBRE 2012: ineptitud frente al paro


La situación económica se encuentra en una posición muy delicada. No se atisban a corto plazo señales de recuperación, y todos los indicadores apuntan a que el próximo año 2013 será peor que el nos deja.
En contraste, la inoperancia manifiesta de las autoridades políticas es clamorosa. El paro en España, ya desde hace tiempo en cifras alarmantes, no deja de crecer. Siendo el problema número uno para los ciudadanos, todo se porfía  a los efectos, que alegan beneficiosos, de la reforma laboral a largo plazo. Viene a colación aquella célebre frase de Keynes: “a largo plazo todos muertos”.

GLOBAL:

La presidenta de la primera potencia de América Latina, Dilma Rousseff, de viaje oficial en España y tras haber participado en la Cumbre Iberoamericana intervino en el foro Brasil en la senda del crecimiento, para encender todas las alarmas contra la austeridad como única herramienta para Europa. “La experiencia demuestra que cuando la austeridad es exagerada se derrota a sí misma”, señalando que “la retirada de  derechos no puede ser la única respuesta para una crisis de deuda”.
Y es que el discurso económico en Europa se debate entre los que ven las políticas de austeridad como único credo para corregir los desequilibrios fiscales —básicamente los halcones de Berlín— y los que ven imprescindible reducir las dosis de aceite de ricino y combinarlas con más estímulos para reanimar economías de mal en peor, como la española.
Rousseff, vino a denunciar “un falso dilema entre la disciplina presupuestaria y las políticas de dinamización aplicadas de forma articulada. Citó como ejemplo a su país, Brasil, que “controla las cuentas públicas,  pero también invierte en infraestructuras y educación; baja los impuestos, pero lucha contra la pobreza. Queremos un país de clases medias y movilidad social” dijo.
Los recortes no pueden darse en todos los Estados a un tiempo, ya que aquellos con mejores finanzas y capacidad de consumo y gasto,  deben tirar del carro. La estrategia perversa es que todos los países lleven a cabo simultáneamente ajustes, ya que eso sólo conduce a la Recesión.
Sin embargo, quien tendría que ser la locomotora en Europa, Alemania, es por el contrario la mayor defensora de los ajustes como única receta económica para países con problemas de deuda como España y el resto de “apestados y malditos” del sur de Europa.
También existen otros frentes, no de menor importancia, como el papel a cumplir por el Banco Central Europeo: difícilmente los mercados creerán en la estabilidad financiera sin una unión bancaria y un banco central que no funcione como prestamista de último recurso.
Un periodista brasileño preguntó al presidente Rajoy: ¿no teme que, como dice Rousseff, España pueda seguir el camino de América Latina en los ochenta, con dos décadas perdidas por seguir políticas demasiado ortodoxas?”. El presidente, contestó: “Como usted comprenderá no está entre las intenciones del Gobierno que presido estar una serie de años en recesión. Creo que España tendrá crecimiento positivo en 2014. Mi objetivo es el crecimiento económico y la creación de empleo. Creemos que las reformas que hacemos serán buenas en el medio y largo plazo. Estamos haciendo reformas estructurales que no se habían visto nunca”.

ESTADOS UNIDOS:

El Producto Interior Bruto (PIB) creció a una tasa anual del 2.7% entre julio y setiembre, según el Departamento de Comercio, gracias a que la acumulación rápida de inventarios y el aumento de las exportaciones compensaron la debilidad del gasto de los consumidores y la caída en las inversión empresarial.
Este crecimiento, mayor de lo esperado, no es probable que se mantenga, ya que es muy posible que se avecinen recortes del gasto público y aumentos impositivos para comienzos del próximo año.
Lamentablemente, el aumento mayor del 2,0% del PIB estadounidense, difícilmente, puede considerarse una señal de fortaleza de la economía: el efecto positivo de la acumulación de inventarios probablemente se pierda en el cuarto trimestre y termine afectando al crecimiento, como consecuencia de la mencionada combinación de recortes de gastos e incrementos impositivos (podrían restar alrededor de 600.000 millones de dólares de la economía) si el Gobierno no llega a un acuerdo con los republicanos.
La disminución en la contratación federal debido a los recortes presupuestarios automáticos programados para el 1 de enero también reducirán los niveles de empleo a nivel regional, y se espera que el mayor impacto se produzca en las zonas con un gran número de contratistas de productos de la industria armamentística.
El "abismo fiscal" es una combinación de recortes del gasto público y de alza de impuestos que comenzará a regir el primer día del 2013. El "abismo fiscal" podría conducir a la economía estadounidense a una profunda recesión.
Los republicanos han propuesto drásticos recortes del gasto, pero se han mantenido rígidamente opuestos a la intención del presidente Obama de aumentar los impuestos a los más ricos para evitar dicho "abismo fiscal".
Volviendo al último dato de crecimiento conocido, si excluimos  a los inventarios, el PIB estadounidense subió a una tasa revisada del 1.9% en el tercer trimestre, lo que evidencia una débil demanda. Previamente, se había estimado que las ventas finales de bienes y servicios producidos en Estados Unidos habían subido a una tasa del 2.1%.
Por otro lado, no es probable que las exportaciones estadounidenses sigan creciendo, como consecuencia de la desaceleración de la demanda global, especialmente en China y en la endeudada Europa.
Una buena noticia para la economía estadounidense, según los datos publicados por la Agencia Internacional de la Energía, es que el país norteamericano será el primer productor a escala mundial de petróleo hacia 2020, y diez años más tarde será exportador de este combustible.  
El reciente repunte en la producción de petróleo e hidrocarburos no convencionales (como el gas), así como la explotación de reservas de petróleo ligero (hasta ahora considerada demasiado costosa y complicada) están en la base de esta previsión, que llevará a Estados Unidos a adelantar a Arabia Saudí hacia la mitad de la década de 2020.
El avance de EE UU se apoya sobre un amplio abanico de nuevas tecnologías empleadas en la extracción del combustible, como la fracturación hidráulica, una técnica prohibida en Francia al considerarla de riesgo para el medioambiente.
"La evolución energética en EE UU es profunda y sus efectos se dejarán sentir más allá de Norteamérica y del sector", ha recogido la agencia que reúne los principales países consumidores de energía (entre los cuales se encuentran Europa, EE UU y Japón) en su informe anual que detalla las tendencias energéticas en todo el mundo hasta 2035.
Desde comienzos del año, EE UU han extraído alrededor de 6,2 millones de barriles diarios, frente a los 5 millones de 2008, con un aumento del 24%, según datos del departamento de Estado de Energía del país.
El escenario pronosticado por el organismo constituye una vuelta a la situación del pasado. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta mitad del siglo pasado, EE UU se mantuvo como el principal productor mundial de petróleo. El mapa futuro dibujado por la Agencia Internacional de Energía, sin embargo, podría cambiar ante una eventual retirada de la energía nuclear en ciertos países, al rápido crecimiento continuado de la utilización de las tecnologías eólica y solar, y a la propagación global de la producción de gas no convencional. Las perspectivas de los mercados internacionales del petróleo dependen también de la revitalización del sector petrolero en Irak, el mayor contribuyente al crecimiento de la oferta mundial de este combustible. "Sin el aumento de la oferta iraquí —hasta más de ocho millones de barriles diarios en 2035—, los mercados petroleros se enfrentarían a tiempos difíciles", sentencia el informe, "caracterizados por precios de casi 15 dólares por barril superiores al nivel estimado" para dentro de veinte años.
El gas natural es el único combustible fósil para el que la demanda mundial aumenta en todos los escenarios. El futuro del carbón, en cambio, es mucho más incierto. Pese a crecer en la última década más rápidamente que el total de las energías renovables, su destino depende de la implementación de políticas que favorezcan el desarrollo de fuentes de energía bajas en emisiones, del despliegue de tecnologías más eficientes de combustión de carbón y de la captura y almacenamiento de carbono.
Como consecuencia del accidente de la central nuclear de Fukushima, en Japón, en 2011, algunos países han decidido reducir el uso de este tipo de energía, mientras se incrementa la de renovables, con el constante crecimiento de la energía hidráulica y la rápida expansión de la eólica y la solar.
La Agencia Internacional de Energía sostiene que el crecimiento de la producción, junto a la implantación de medidas para reducir el consumo de vehículos, hará que EE UU reduzca de forma progresiva sus importaciones petroleras (actualmente el país importa un 20% de la energía que necesita), hasta convertirse en exportador neto hacia 2030. Este camino se contrapone a la tendencia observada en la mayoría de los países importadores de energía, cada vez más dependientes del exterior.
La independencia energética fue uno de los temas principales de la campaña de las últimas elecciones presidenciales estadounidenses. El republicano Mitt Romney la había prometido para 2020 apostando por las fuentes convencionales (petróleo, gas y carbón), mientras que el ganador de los comicios, Barack Obama, abogaba por las verdes (energía eólica y solar).

UNIÓN EUROPEA:

En el informe económico de otoño de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) se señala que “tras cinco años de crisis, la economía global se está debilitando de nuevo”. El foro que vigila las economías de los 34 países más ricos del planeta advierte de que el riesgo de una mayor contracción e incluso de una recesión global no se puede descartar, dada la recesión europea, los problemas con la brecha fiscal de Estados Unidos y el frenazo sufrido por los países emergentes.
Explica el informe que el clima depresivo se debe a la falta de consenso general para llevar a cabo políticas eficaces. Se llama a la Unión Europea a evitar políticas de ajuste “de corto aliento”, y recomienda limitar los recortes presupuestarios, sin añadir otros.
Para la OCDE “la mayor amenaza” para la economía mundial es la zona euro. Señala además que el aumento del paro puede aumentar el cansancio hacia las reformas y un gran descontento social.
Por otro lado, una de las grandes economías europeas también está amenazada. Se trata de Francia que también está estancada. Como la totalidad de las economías europeas, la francesa está acusando las consecuencias de políticas económicas inadecuadas en el conjunto de la eurozona. La adopción por la totalidad de los miembros de políticas presupuestarias contractivas es la principal responsable de la recesión del conjunto del área monetaria. Y, también como en la mayoría de los casos, se incumplen los objetivos de saneamiento de las finanzas públicas.
Como antes hiciera el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea acaba de poner de manifiesto el deterioro en este año de las posibilidades de crecimiento de la economía francesa. En su reciente informe de previsiones económicas revela que con el estancamiento de su producción y los reducidos beneficios empresariales, las perspectivas de recuperación se desvanecen.
Es probable que la economía francesa registre una contracción de la actividad  durante el segundo semestre. La confianza de las empresas y las familias se debilita, y con ella, sus planes de gasto. El consumo privado, que había actuado como resistencia a una mayor desaceleración, acentúa su debilitamiento y el desempleo repunta. Sus balanzas comercial y por cuenta corriente seguirán aumentando su saldo negativo. Este año la economía no crecerá más del 0,2%, y esas mismas previsiones de la UE son generosas al anticipar un ligero repunte del PIB francés, hasta el 0,4%, en 2013, a pesar de que la tasa de desempleo se estima alcance el 10,7%, desde el 10,2% con que concluirá este año.
Esa paralización, y muy especialmente el declive de la industria francesa, reflejado en su erosionada capacidad competitiva en el exterior, han determinado que el Gobierno de Hollande haya elaborado un plan de competitividad, en cierta medida sugerido por el FMI. En el mismo se incorporan decisiones de política económica poco compatibles con las que incorporaba en el programa con el que ganó las elecciones recientes. Reducirá cargas sociales que pagan las empresas por 20.000 millones de euros, a través de diversas exenciones fiscales; se elevará el IVA, del 19,6% al 20%, y reducirá adicionalmente el gasto público.
No se trata de decisiones que se traduzcan de forma inmediata en señales de recuperación de la actividad económica. Sobre todo si se abordan algunas otras igualmente sugeridas por el FMI, como una reforma en el mercado de trabajo y en el de servicios, con el fin de reducir costes, para fortalecer la capacidad competitiva de las empresas francesas. Se trata, en cierta medida, de mecanismos de compensación a las elevaciones impositivas sobre las rentas altas incorporadas en el presupuesto de 2013.
El resultado a corto plazo no favorecerá el crecimiento en el conjunto de la eurozona. Las políticas de estímulo del crecimiento económico que distinguían al nuevo presidente francés en la escena europea han quedado subordinadas. Una de las economías que en mayor medida puede acusar los efectos del debilitamiento de Francia es precisamente la española, con la que mantiene importantes vínculos comerciales y financieros.
La realidad es que “los cañones apuntan sobre París”, Berlín con la participación estelar del excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder, visiblemente irritado porque Hollande exige sumar al dogma de la austeridad el del crecimiento, y se permite no poner en marcha las reformas que receta el manual neoliberal germanizado. En este movimiento que parece perseguir debilitar a Francia, la puntilla la ha puesto el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que ha encargado al comité de sabios alemanes un informe sobre el estado de salud de la economía francesa y sobre la voluntad reformista de París.
Berlín trata así de meter al presidente Hollande bajo una intensa presión: le obliga a acelerar con reformas, a seguir el dictado de la política económica europea dirigida por Alemania, y le conmina a no discutir el liderazgo de Berlín en Europa.
Según el Instituto Walter Eucken de Friburgo y el comité de sabios que asesora a Merkel. “el mayor problema actual en la eurozona ya no es Grecia, ni siquiera España e Italia. Es Francia, que no ha hecho nada para recuperar competitividad y está yendo incluso en dirección contraria. Francia necesita reformas en el mercado laboral: es el país del euro en el que la gente trabaja menos horas al año”.
Igualmente, el último informe del FMI sugiere que la segunda economía de la zona euro y la quinta del mundo podría ser la siguiente en el dominó de la crisis “si no acomete un completo programa de reformas estructurales”. “La situación podría ser muy seria si la economía francesa no se adapta al ritmo de sus principales socios comerciales, especialmente Italia y España, quienes, después de Alemania, han comprometido profundas reformas de sus mercados laboral y de servicios”.
Goldman Sachs, el banco de inversión más poderoso del mundo califica a Francia con el adjetivo de “incertidumbre”, esperando pequeñísimos avances del PIB francés (cercanos al 0%) hasta 2014. Añadiendo que el ajuste solo ha empezado y es necesario.
Sin embargo, el más duro con Francia ha sido el FMI, señalando que la subida de impuestos decretada por Hollande “ha reducido los incentivos para trabajar e invertir y ha puesto a Francia en una situación de desventaja respecto a sus pares”. Señalando que es urgente realizar “más recortes del gasto público”.
Todos parecen empeñados en dar lecciones de economía a Hollande, que no es precisamente un profano en la materia. De joven estudió en las mejores escuelas de Francia y, como señala un diplomático europeo, “sabe muy bien lo que dice cuando habla de economía”. Además, Hollande llevaba más de un año preparándose para las reformas, tras 10 años de presidencia y Gobiernos conservadores. Su programa electoral contenía “60 compromisos para cambiar a Francia”, y más de dos tercios se refieren a la economía. La medida estrella de la campaña, la que le permitió desbancar a Sarkozy, fue la creación de un impuesto del 75% para las rentas superiores al millón de euros, que tras suscitar ironías y mucha controversia se ha dulcificado en el Parlamento dejando fuera a las rentas del capital y limitando su aplicación a los dos próximos años.
La “guinda” ha sido la decisión de la agencia de calificación Moody`s que decidió rebajar un escalón la preciada “Aaa” de la deuda francesa (la mejor calificación de solvencia posible).
El ministro francés, ha afirmado que la deuda soberana de Francia (más del 90% del PIB) sigue estando “entre las más seguras y con mayor liquidez” de Europa, y añadió que la rebaja de la triple A “anima al Gobierno a poner en marcha con la máxima rapidez las reformas estructurales necesarias”. En realidad, Moody’s ha colocado la nota francesa bajo perspectiva negativa, lo que parece traslucir su desconfianza hacia las reformas emprendidas por el Gabinete socialista.
La nota de la agencia justifica la degradación en tres motivos principales: los “múltiples retos estructurales”, que afectan negativamente a las “perspectivas de crecimiento a largo plazo”, la “pérdida de competitividad sostenida y gradual” del país, y las graves dificultades que pasaría Francia ante “futuros choques en la zona euro (la salida de Grecia).
La agencia Moody`s señala que las previsiones oficiales de crecimiento (0,8% en 2013 y 2% después), son “exageradamente optimistas”. Critica que Francia lleve “décadas” haciendo reformas estructurales “mediocres”, y sugiere que París debe resolver cuanto antes las “rigideces” de su mercado de trabajo. Entre otras presuntas lacras, señala la “importante protección de los contratos fijos”, que hacen los “despidos particularmente difíciles” y funcionan como “freno a la contratación”.
Según los analistas franceses, la rebaja de la nota deja un estrecho margen de error a Hollande y a su equipo. Francia será el principal emisor de deuda pública de Europa en 2013, y las bases para que sea el próximo país en producir “desconfianza” a los especuladores y prestamistas parecen asentarse cada día un poco más. Es decir, para que sufra los próximos ataques a su Prima de Riesgo.
Pese a haber recortado en 30.000 millones el presupuesto general de 2013, la política de austeridad concertada y con estímulos inventada por Hollande sigue sin gustar a “los que mandan” en la economía global.

ESPAÑA:

Noviembre ha resultado, y ya van demasiados en cinco años de crisis, uno de esos meses en los que el mercado laboral da señales muy negativas respecto a su recuperación (a pesar de los disimulados brotes verdes que algunos dan a entender).
La destrucción de empleo se intensificó en noviembre, ya que disminuyó en 205.678 el número de cotizantes en las precarias cuentas de la Seguridad Social. El número de afiliados apenas supera ya los 16,5 millones de personas, el nivel más bajo desde 2003.
La pérdida de puestos de trabajo se asimila a los peores meses de la crisis, amplificada en esta ocasión por la decisión del Gobierno de dejar de cubrir la cotización a la Seguridad Social de las cuidadoras de familiares dependientes, a las que se dio de alta en 2007 en aplicación de la Ley de Dependencia. Según esa disposición, que el Ejecutivo del PP ha dejado sin efecto desde noviembre, Sanidad debía cotizar por las cuidadoras, pero nunca pagó, lo que generó una deuda con la Seguridad Social de algo más de 1.000 millones de euros.
Los recortes presupuestarios se han dejado sentir con especial intensidad en las partidas para aplicar la Ley de Dependencia. Las ayudas a los familiares (un 92% son mujeres) que se hacen cargo del cuidado de los dependientes han caído más de un 15%. Ahora, el Ejecutivo deja de cotizar por ellas, y la escasa cuantía de las ayudas hace casi imposible que asuman el pago a la Seguridad Social. La consecuencia es que el mes pasado hubo 85.233 cuidadoras afiliadas menos.
La realidad, es que más allá del impacto de la decisión del Gobierno, la destrucción de empleo en el conjunto de la economía española no se detiene. Si se excluye el efecto de las bajas de las cuidadoras, en noviembre el retroceso anual de la afiliación habría sido del 3,7%, algo más que en los dos meses precedentes.
El Gobierno incluye ahora a unas 38.000 de esas cuidadoras dadas de baja en la Seguridad Social en las listas del paro registrado, ya que constaban como “demandantes de empleo” en los Servicios de Empleo. En total, el número de parados registrados aumentó en 74.296 personas, hasta alcanzar los 4,9 millones de desempleados, un 11% más que en noviembre de 2011.
Empleo excluye de las listas del paro registrado a personas que atienden cursos de formación, o que tienen una disponibilidad limitada para buscar empleo. Según las estimaciones de la patronal CEOE, eso elevaría la cuenta a los 5,5 millones de desempleados. La EPA (Encuesta de Población Activa del INE) acerca esa cifra a los seis millones de personas. Una cifra realmente grave.
Por otro lado, el informe semestral de los economistas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre España dibuja un panorama desolador, sin más brotes verdes que el ya conocido: las exportaciones.
El análisis del Organismo es un rosario de malos presagios: la recesión se intensificará en 2013,  y el desempleo aumentará hasta el 26,9% en 2013 y solo bajará una décima en 2014, superando de largo por tanto los seis millones de parados. El país pagará además “el peaje del ajuste fiscal, una demanda más débil por parte de sus socios y las difíciles condiciones financieras”. El Gobierno no podrá cumplir sus objetivos de déficit, que solo caerá gradualmente, ya que el PIB disminuirá el 1,4% casi el triple de lo que afirma el Gobierno (-0,5%). Además, la deuda no dejará de aumentar, llegando al 97,6% del PIB en 2014.
La peor parte se la lleva el mercado laboral. Las previsiones de la OCDE apuntan a que el desempleo cerrará 2012 con una tasa de paro del 26,3%, lo que, con la población activa actual, ya supondría superar el listón de los seis millones de parados.
El paro seguirá subiendo el año que viene. Y en 2014 las previsiones del organismo apuntan a una reducción mínima del desempleo, que caería al 26,8% en media anual y al 26,6% al cierre de año.
Según la OCDE podría haber una suave recuperación en 2014, del 0,5% del PIB. Pero existen muchos riesgos: si hay turbulencias en la zona euro subirán los costes de la deuda y de los préstamos bancarios, y eso debilitará el crecimiento de los socios comerciales de España, lo que agravaría la recesión y el déficit. Pero advierte de que tratar de contrarrestar esa situación con nuevos recortes dañaría aún más la actividad a corto plazo y podría llevar a un deterioro en la percepción de España por parte de los mercados financieros.
En el mismo sentido, el Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha señalado que “aún no se perciben mejoras en la actividad y la creación de empleo”.  
En relación al Rescate Bancario, las cuatro entidades rescatadas con 37.000 millones deberán reducir su tamaño un 60%, despedir a miles de empleados y volver al negocio minorista y a sus regiones de origen.
Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y España, han sido las más afectadas por el “burbujón” inmobiliario. Los norteamericanos y los británicos barrieron bajo la alfombra todo lo que pudieron, el huracán se llevó por delante a Irlanda hace dos años, y la crisis, que a cámara lenta se ha convertido en una tremenda bola de nieve, ha acabado zarandeando al sistema financiero español.
A cambio del dinero del rescate (se suma a los recursos públicos españoles ya inyectados), las entidades deberán realizar durísimos planes de reestructuración en los próximos cinco años, miles de despidos, vuelta a la banca minorista, venta de filiales y participadas, prohibición del crédito a promotores, regreso a las regiones de origen. En definitiva, el punto final a muchos sueños de grandeza.
En relación al “misterio” del ajuste de las pensiones, finalmente no se van actualizar de acuerdo al IPC, y por lo tanto pierden poder adquisitivo. Las superiores a 1.000 euros subirán en 2013 un 1% y el resto, un 2%.
En enero pasado, las pensiones subieron un 1%. Pero, según la norma, había que esperar a noviembre para conocer el aumento del los precios y revisar la subida inicial. Frente a la subida del IPC en noviembre de un 2,9%, el Gobierno no pagará la diferencia.
Finalmente, por lo que respecta a la Amnistía Fiscal, su recaudación ha resultado un fracaso.  La amnistía aportará unos 1.200 millones al fisco, menos de la mitad de los 2.500 millones que ya se habían estimado como ingresos en los Presupuestos Generales del Estado.
 Durante seis meses, la amnistía fiscal permitió a los defraudadores regularizar bienes y derechos por los que no habían tributado, siempre que pagaran un 10% de multa sobre los rendimientos no declarados (no sobre los capitales ocultos), un tipo muy inferior al aplicado en la mayoría de impuestos.

El caso, es que las facilidades dadas a los defraudadores no han dado el fruto esperado por el Gobierno. Y ahora Hacienda tiene 1.300 millones de ingresos menos de lo presupuestado para este año, un golpe más a su pretensión de dejar el déficit conjunto de la Administración central y la Seguridad Social en el 4,5% del PIB.
Ransés Pérez Boga, presidente de la organización profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), criticando la medida, señaló que “la alternativa natural, la lucha contra el fraude, obtiene resultados sin menoscabar la confianza de los ciudadanos”. Recordó que la Agencia Tributaria lleva recaudados este año 1.300 millones más de lo previsto (8.600 millones) como consecuencia de la persecución del fraude.
“Se ha demostrado que confiar en los defraudadores es mal negocio”, afirmó. Sobre la recaudación en próximos años por el capital aflorado, el presidente de IHE se mostró escéptico: “Tiene toda la pinta de que será el chocolate del loro, aunque depende de los activos aflorados”. La tributación de los intereses de una cuenta es mucho menor que si, cuando se originó esa renta, hubiese tributado por IRPF o el impuesto de sociedades. Y, en el caso de inmuebles o fondos de inversión, solo habrá una tributación significativa si se enajenan con amplios beneficios en el futuro.

EMPRESAS:

Las empresas afrontan su peor momento desde que comenzó la crisis. Además de la grave recesión a la que se enfrenta la economía española, sufren una tormenta de la deuda pública sin  precedentes en toda la eurozona que les ha cerrado a cal y canto el grifo del crédito. Los datos publicados por el Banco de España son especialmente alarmantes:
Casi el 40% de las compañías no son rentables en este momento, según los datos de la Central de Balances Trimestral del Banco de España correspondientes a los primeros nueve meses del año.
Esto quiere decir, que a la vista de los inversores, como consecuencia de las dificultades de acceder a los mercados financieros, las empresas no están siendo capaces de generar recursos para funcionar en el futuro. Es decir, que con su actividad normal no logran generar beneficios ni para dar dividendos a sus propios accionistas.
Sin embargo, esto no significa que cuatro de cada diez empresas vayan a tener que echar el cerrojo en el corto plazo. Para que se llegue a esta situación las compañías deberán estar en pérdidas operativas durante varios años consecutivos. Para poder salir adelante muchas multinacionales españolas están vendiendo activos con la misión de generar plusvalías.
Por último, quiero desear a los lectores, un año más, unas felices fiestas. En estos tiempos tan duros que nos ha tocado vivir, hay que procurar disfrutar con lo seres queridos todas las ocasiones.
De corazón: ¡muchas felicidades! 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A NOVIEMBRE 2012: la incertidumbre y la ausencia de un rumbo claro se acentúan.


En un momento donde la sociedad de la comunicación nos invade, tanto por su diversidad como por su abundancia, estamos padeciendo uno de los hechos que más cohíbe la actuación de los agentes económicos: la incertidumbre.

La falta de transparencia, y la ausencia de una hoja de ruta que señale claramente la estrategia y objetivos de las autoridades, acrecienta los complejos problemas que padece la economía española.

Tan pronto el rescate es inminente, como se espera dentro de pocos meses, o incluso se niega insistentemente. Se especula acerca de negociaciones entre el Gobierno español, no sabemos si con Alemania, o con las legitimas autoridades de la Unión Europea, cuando realmente ni sabemos si las hay o no.

GLOBAL:

Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía mundial, señalan que en toda la periferia de la zona euro se va a producir una “década perdida”.

Si se cumplen las previsiones del FMI, cinco países de la moneda única, entre ellos España, no recuperarán al menos hasta 2018 el nivel de actividad económica que tenían antes de la crisis.

Esos cinco países son España, Italia, Portugal, Grecia y Eslovenia, pero también han perdido casi una década Irlanda, Chipre y Estonia, lo que da casi un pleno de los países periféricos del euro. Además, uno de ellos, Italia, estará en 2017 aún lejos de recuperar el nivel de producto interior bruto (PIB) real previo a la crisis y otro, Grecia, estará alejadísimo.

Las previsiones del FMI para nuestro país apuntan que se podría alcanzar el nivel previo a la crisis en 2018. Eso sí, en caso de que no empeoren las perspectivas.

Según el Fondo,  el PIB de la economía española volverá a crecer (un 1%) en 2014, mejorando hasta el 1,6% o el 1,7% en los tres años siguientes. Ese débil crecimiento permitirá comenzar a reducir el paro en 2014, pero eso no bastará para que la tasa de desempleo baje del 20% ni siquiera en el año 2017.

¿Hemos perdido una década? En caso de comparar el empleo y la tasa de paro, para alcanzar los niveles previos a la crisis necesitaremos más de 10 años.

Ahora bien, con el elevado grado de incertidumbre existente, es muy atrevido realizar previsiones a uno o dos años, y a más largo plazo es un puro ejercicio de adivinanza.

ESTADOS UNIDOS:

Al cumplirse cinco años del estallido de la Gran Recesión, las perspectivas para Estados Unidos son complejas. El FMI lo resume señalando que “la recuperación continúa templada, con el nivel de empleo por debajo de los existentes previamente a la crisis. El mercado inmobiliario se estabiliza, pero sigue deprimido”, añadiendo, “los riesgos se intensifican por las tensiones de la deuda soberana europea y la incertidumbre fiscal en Estados Unidos”.

Por otro lado, de los 12,3 millones de desempleados, el 40,6% lleva más de seis meses sin trabajo. El paro afecta al 23,7% de los jóvenes.

La situación en Estados Unidos sigue complicada: en el tercer trimestre creció a una tasa anualizada del 2%, está por debajo del crecimiento potencial, anticipando que el crecimiento económico va a seguir siendo modesto.

Hay aspectos también positivos: en primer lugar del lado del consumo (como es sabido el crecimiento económico en la economía estadounidense depende en sus dos terceras partes del gasto de los hogares), ya que ha mejorado la confianza como consecuencia de la caída del precio de la gasolina, del leve incremento del valor de la vivienda, y a la mejora gradual del empleo.

El mercado inmobiliario sigue siendo débil, aunque la actividad en el sector inmobiliario registró un aumento del 14,4% en el trimestre pasado.

CHINA:

Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, la economía china creció un 7,4% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2011, hasta alcanzar 35,35 billones de yuanes (4,3 billones de euros). Se trata del valor más bajo desde el primer trimestre de 2009, cuando subió un 6,6%.

Tanto el Gobierno como la mayoría de analistas creen que la segunda economía del mundo, que ha sufrido de forma intensa en sus empresas exportadoras el impacto de la crisis global, se está estabilizando y volverá a rebotar en los próximos meses.

Según Sheng Laiyun, portavoz del organismo estadístico de China, “a juzgar por las cifras del tercer trimestre, y en particular del mes de septiembre, los signos de que la economía se está estabilizando son más claros. Los principales indicadores muestran que aunque el crecimiento está ralentizado, el ritmo del declive se ha hecho menor”.

Los esfuerzos del Gobierno para enfriar el sector inmobiliario han ayudado a equilibrar los precios, pero han sido culpables de frenar la demanda en sectores como la construcción. Las autoridades han intentado impulsar el crecimiento este año con recortes de tipos y otras medidas.

Las cifras publicadas hoy sitúan en el 7,7% el crecimiento acumulado del PIB hasta septiembre, dos décimas por encima del objetivo para todo 2012. El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó la semana pasada sus previsiones de crecimiento para China este año del 8% al 7,8%, y del 8,5% al 8,2% para 2013, debido al efecto, entre otros, de la crisis de la deuda europea. El PIB chino subió un 9,3% en 2011, y un 10,4% en 2010.

Al mismo tiempo, las autoridades han acelerado la aprobación de proyectos de inversión y han desplegado medidas de apoyo fiscal a los exportadores. El Consejo de Estado ha asegurado que Pekín mantendrá una política fiscal proactiva y una política monetaria prudente este año.

UNIÓN EUROPEA:

El presidente del BCE, Draghi ha señalado la decisión del Banco Central Europeo de apoyar futuros rescates a países en problemas, como el nuestro, con compras de bonos.

Draghi enfatizó que el riesgo es la deflación. El alza del IVA y de otros precios públicos provocan que nuestro país, con el IPC en el 3,4%, sea una excepción. Señaló el presidente del BCE que “el mayor riesgo para la estabilidad de precios es la caída de precios que tiene lugar en algunos países del euro”.

Por otro lado,  los datos provisionales divulgados por la Oficina Nacional de Estadística británica señalan que la economía de Reino Unido ha salido de la recesión al crecer un 1% en el tercer trimestre en comparación con el trimestre anterior. Sin embargo, el crecimiento es cero si se compara con el mismo trimestre de 2011.

La recuperación de la actividad se debe sobre todo a la mejoría de la producción industrial, que creció un 1,1% respecto al segundo trimestre después de haber caído un 0,7% en el anterior trimestre, y al sector servicios, que creció un 1,3%. La construcción, sin embargo, cayó un 2,5% después de haberse contraído a su vez un 3% en los tres meses anteriores.

La oficina subraya que parte de la mejora se debe a que en el tercer trimestre ha habido más días laborables que en el segundo, que estuvo marcado por las festividades con las que los británicos celebraron el 60 aniversario del reinado de Isabel II.

Los Juegos Olímpicos pueden haber tenido también un impacto favorable, aunque hay escasas evidencias que lo confirmen. La venta de entradas ha contribuido al crecimiento con un 0,2%, pero ese dato no refleja realmente una mejoría de la actividad porque aunque en términos estadísticos se han atribuido al tercer trimestre, en realidad la venta de entradas se ha ido realizando a lo largo del año.

La nota explicativa de la oficina estadística admite que no hay “evidencias directas” de que los Juegos sean el factor decisivo en la mejora registrada en ese trimestre en actividades como las agencias de empleo, pero sí ha tenido “cierto impacto” en el sector hotelero o en el de las artes.

Los Juegos, en cambio, han tenido un efecto negativo en la producción de cine y televisión y hay opiniones contradictorias sobre su impacto en las ventas al detalle.

Por otro lado, el Gobierno alemán se ha opuesto a que Grecia se beneficie de una quita a la deuda que tiene contraída con sus acreedores europeos. Según el ministro de Hacienda, el democristiano Wolfgang Schäuble (CDU), las leyes presupuestarias impedirían que un Estado que no devuelve su deuda pueda beneficiarse de más ayudas europeas. El Ministro expresaba de esa forma su escepticismo respecto a las propuestas en ese sentido del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE). 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
La llamada “troika de acreedores” presentó un informe en el que recomendaba el impago de parte de la deuda griega para que Atenas pueda hacer frente a sus objetivos presupuestarios. A diferencia de la quita anterior, la de ahora afectaría a los acreedores públicos y provocaría pérdidas a los socios europeos y, por tanto, al contribuyente. Grecia necesitará dinero en las próximas semanas. Está pendiente de pago un tramo de ayudas europeas de 30.000 millones de euros.

Está claro que a Grecia no le bastará con las ayudas aprobadas hasta ahora. La canciller Angela Merkel, ha dejado claro que no se permitirá la bancarrota desordenada de Grecia, a la que quiere mantener entre los Diecisiete del euro.

Atenas quiere dos años más de ayudas para poner en orden sus presupuestos. El Gobierno de Merkel busca ahora soluciones discretas para conceder esos dos años. Mientras el ministro de Economía, el liberal Philipp Rösler, sugería estos días que "no hay mayoría política" en el Parlamento para aprobar nuevas ayudas, el presidente de la Cámara baja (Bundestag) Norbert Lammert advertía de que cualquier aumento del gasto público para ayudas a Grecia requerirá la aprobación de los diputados alemanes.

Ahora bien, parece que la resistencia a conceder más ayudas a Grecia se ha diluido en las últimas semanas. Quizá Merkel haya querido mostrar su disposición a cambiar de opinión, al visitar  Grecia a principios de octubre. La Oposición socialdemócrata le acusa de estar ocultando a los alemanes el costo económico de la permanencia de Grecia en el euro. En las filas del centro-derecha parlamentario se percibe un viraje hacia las nuevas posiciones de Merkel. Según se ha sugerido en Berlín durante este mes, el nuevo desembolso griego podría pasar por el Bundestag junto al segundo rescate español.

ESPAÑA:

Según la información publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española ha encadenado ya su quinto trimestre consecutivo en recesión. Si bien la lectura de estos datos del INE, tienen resultar algo menos pesimista: el producto interior bruto (PIB) descendió un 0,3% entre julio y septiembre, lo que supone un ligero respiro respecto al trimestre anterior, cuando la caída fue de cuatro décimas.

En comparación anual, la caída es ya del -1,6% (el peor dato desde la Gran Recesión de 2008-2009). Pero al mismo tiempo, la circunstancia de que la caída trimestral haya sido menos aguda de lo previsto, casi garantiza que la predicción del Gobierno para el conjunto de 2012  (una variación del -1,5% respecto al año anterior) se podría cumplir.

Por otro lado,  otras estadísticas nos han deparado malas noticias: la Encuesta de Población Activa (EPA), además de situar la tasa de paro en el 25%, reflejó la mayor destrucción de empleo fijo de la crisis. Y el índice de ventas minoristas dio fe en septiembre de la mayor caída de facturación del sector registrada en la crisis.

Durante los meses de julio y agosto el consumo registró cierta animación por el anticipo de compras para sortear la subida del IVA. De hecho, el Banco de España anticipaba un repunte del 0,1% trimestral en el consumo de las familias.

Desafortunadamente, todo apunta a que la tibia moderación en la caída del PIB, y las señales de una recesión menos intensa, son efímeras. El dato está distorsionado por la reacción del consumo privado (anticipar compras) a la subida del IVA.  En 2010, la última vez que el Gobierno aumentó el IVA (del 16% al 18%), el consumo de los hogares creció un 0,9% en el periodo anterior al recargo fiscal, para bajar un 1,2% en el trimestre posterior. Y el gasto de las familias explica más de la mitad de la demanda interna.

Para algunos analistas,  el final de la recesión llegará el último trimestre de 2013. Según ellos, ahí tocaremos fondo e iniciaremos una recuperación, que será lenta.

Por otro lado, la evolución del crédito ha seguido la misma tendencia que el PIB, pero aún con más fuerza. Según los últimos datos del Banco de España, el volumen de crédito concedido por la banca ha caído un 5,7% en un año hasta agosto, lo que supone “el mayor descenso en 50 años”, como ya ocurrió en el mes anterior. Si se incluyen los establecimientos financieros, el descenso se queda en el 5%.

Pero la estadística oficial ofrece otro dato relevante: el importe de las nuevas operaciones durante el pasado agosto en crédito hipotecario, créditos al consumo y para otros fines, ascendió a 3.760 millones. Se trata del nivel más bajo desde enero de 2003  (momento en el que arrancaron las estadísticas).

Para analizar cómo “se ha cerrado el grifo” de los créditos, es bueno apuntar que el año récord en la concesión de crédito fue 2006, en la recta final de la burbuja. Ese ejercicio la banca concedió 289.857 millones, más del cuádruple de préstamos que en los últimos 12 meses. Esta es una referencia clara de lo que ha sido la inundación y ahora la sequía.

Esta situación se debe a dos factores: la menor demanda y la escasa capacidad de prestar que tienen los bancos españoles. Los mercados siguen cerrados para la mayoría de las entidades y solo los 370.000 millones que reciben del Banco Central Europeo permiten atender a los vencimientos.

Ese hecho es enormemente negativo para la economía, a la vez que para el propio sector (si no presta no hay negocio ni, por tanto, beneficio). Simultáneamente, se está encareciendo el pasivo, ya que se paga hasta el 4% por los depósitos (en agosto frenaron ligeramente el ritmo de caída vivido en los meses anteriores).

Y, para tensar más la situación, las provisiones (dotación por deterioro de valor) suben ya que la morosidad no deja de crecer. La escalada de la morosidad en la banca conquistó otra cumbre en agosto, al situarse en el 10,5% de los créditos del sistema financiero (bancos, cajas de ahorros, cooperativas y establecimientos financieros de crédito). El récord alcanzado en la anterior crisis económica (9,15% en febrero de 1994), superado ya en junio, va quedando cada vez más lejos. El listón del 10% se superó por primera vez en julio, según los datos revisados de ese mes.

La decisión de los bancos de clasificar como créditos dudosos una porción creciente de sus préstamos es una tendencia desde el arranque de esta crisis, muy determinada por el derrumbe inmobiliario: según los datos del Banco de España, un 60% de toda la morosidad empresarial se concentra en actividades relacionadas con el ladrillo. Pero la reclasificación de préstamos en dudosos ha ganado en intensidad desde junio.

Una causa determinante para el incremento de la morosidad es el constante aumento del paro. Pero sobre todo, la crisis del sector inmobiliario y una mayor exigencia en la clasificación de créditos como dudosos. Todo apunta a que el aumento de la morosidad seguirá a buen ritmo en otoño, ya que esos dos factores siguen dominando las decisiones de buena parte de la banca española. Además, el Banco de España ha publicado una circular en la que insta a las entidades a que afloren la morosidad que hayan podido ocultar mediante refinanciaciones de préstamos a empresas con dificultades evidentes para devolver lo prestado.

Del total de 1,7 billones en préstamos, 178.597 millones eran dudosos en agosto, unos 50.000 millones más que hace un año.

La verdad es que la ausencia de datos positivos, nos lleva a una enumeración de problemas en todos los frentes de la economía española.

Como no podía ser de otra manera, los salarios están acorralados, ya que la destrucción de empleo y la recesión obligan a su contención. Sin embargo los precios se han disparado, dejando atrás a los sueldos a marchas forzadas (caídas del salario real).

La consecuencia ha sido que los asalariados han perdido poder adquisitivo como no se había visto desde hace décadas. Según el departamento de Empleo, los salarios pactados en convenios crecieron un 1,3% hasta septiembre; en el mismo mes los precios aumentaron un 3,4%. Hay que remontarse hasta 1985, cuando la inflación rondaba los dos dígitos, para encontrar una brecha semejante entre precios y salarios.

Al principio de 2012, la recaída económica llevó a sindicatos y empresarios a firmar un pacto para congelar los sueldos en 2012 y 2013. UGT y CC OO se comprometieron a llevarlo a las mesas de negociación y plasmarlo en los convenios. A cambio, CEOE y Cepyme asumieron recomendar a sus huestes moderación en el reparto de beneficios para contener los precios. Poco a poco, con el retraso que acompaña siempre a la negociación colectiva en España, eso se está dando. Baste un dato: los convenios nuevos firmados en 2012 apenas registran un incremento salarial del 0,7%.

Por lo que respecta al Déficit Público (lo que parece ser el único objetivo de la política económica), hay que señalar que será en el tramo final del ejercicio donde se concentran buena parte de los pagos y será entonces cuando, si fallan los ingresos, el déficit mostrará su dimensión real. En ese sentido, lo que muestran los datos de ejecución presupuestaria hasta noviembre es que el saldo negativo del Estado es cada vez mayor: supera ya los 71.500 millones, lo que equivale al 6,8% del PIB.

La razón fundamental es la recesión económica: la recaudación de impuestos ha perdido un 16,8% respecto al mismo periodo (enero-noviembre) de 2008. Entre los grandes tributos, el deterioro es mayor en los ingresos por IVA (bajan un 30%) y en los del impuesto de sociedades (un 23% menos) y algo más atenuado en el IRPF (-11%).

Del lado de los gastos destacan el repunte de las transferencias para costear las prestaciones por desempleo y el aumento del pago de intereses de la deuda pública. Las medidas anticrisis también dejan su huella: la deducción de los 400 euros en el IRPF o los aplazamientos del IVA limitan los ingresos; y  los fondos extraordinarios de inversión elevan los gastos.

Lo que no tiene tan claro el Gobierno es si las comunidades autonómicas van a cumplir con su objetivo de déficit este año (1,5% del PIB) o si respetarán lo acordado para 2010, aunque se haya elevado su listón al 2,5%.

Ahora bien, sin duda el aspecto más negativo es la elevada cifra de paro que padecemos. Y es que “uno de cada cuatro trabajadores está en paro”. El dato es muy elocuente. Refleja cuál es el principal problema que padece España. El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer que el desempleo siguió subiendo en verano. Llegó al 25,02%. Un nuevo hito histórico de la crisis, como los 5,778 millones de parados.

El combinado resultante de la recesión, el abaratamiento del despido, y los  recortes ha logrado algo que parecía imposible: agravar la enfermedad que sufre el mercado laboral español. Desde que comenzaron a notarse los primeros síntomas de la recaída en la segunda mitad del año pasado se han destruido 835.900 empleos y el número de parados ha crecido en 799.700 personas.

Por si fuera poco, se aproxima el invierno, la peor época para buscar trabajo. Se ha acabado la temporada alta turística: el buen tiempo ya no protege a las obras ni a las campañas agrícolas; y el resto de sectores ya no tienen que sustituir a los empleados que se van en las vacaciones estivales. En esas condiciones se recrudecerá la destrucción de empleo y el aumento del paro. Dicho de otra forma, más pronto que tarde España marcará otro trágico hito laboral: superará los seis millones de parados.

En contraste, el Gobierno ha resucitado la teoría de  “los brotes verdes”. “Creo de verdad que ahora podemos decir que estamos saliendo de la crisis”. No son las declaraciones con las que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, abrió la semana: “Estamos saliendo de la crisis, ya hay señales esperanzadoras”-, pero se parecen como dos gotas de agua.

Pues bien, la primera frase, la dejó caer hace dos años Elena Salgado, entonces vicepresidenta económica. El Gobierno socialista se esforzaba en ver en la economía española brotes verdes, una metáfora que hizo fortuna. Y que, al poco tiempo quedó marcada por la realidad, contra la que chocó de bruces: la crisis no se fue, sino que se hizo fuerte.

¿Hay ahora brotes verdes? La mayoría de indicadores económicos, y de las interpretaciones de los expertos, responden lo mismo: no. Aun así, el Gobierno del PP ha optado por poner el foco en un puñado de estadísticas para dar otra bienvenida prematura a la recuperación. El empeño del Ejecutivo del PP de dar un vuelco a las expectativas (la psicología colectiva como punto de arranque de la recuperación), amenaza con echar por tierra su credibilidad, el pecado capital que cometió la anterior Administración socialista.

Bruselas no ve brotes verdes: ni un atisbo de metáfora primaveral asomando por ningún lado. Las previsiones económicas de otoño, que la Comisión Europea ha dado a conocer, dibujan un panorama lóbrego para España y hacen añicos las del Gobierno. Los pronósticos son simplemente eso, buenos o malos augurios en función de los indicadores adelantados; está por ver si se cumplen o no. Pero si los vaticinios de Bruselas se acaban plasmando en la realidad, supondrán un serio boquete en la credibilidad del Ejecutivo: la Comisión anticipa caídas del PIB del 1,6% este año y del 1,5% el próximo, y deja la salida del túnel para 2014, con un anémico avance del 0,5%. La previsión del Gobierno (resaltada por la desafortunada proclama de Fátima Báñez  “estamos saliendo de la crisis, ya hay señales esperanzadoras” ) pasan por una caída algo menor del 1,5% para este año y un retroceso del 0,5% para 2013, que los expertos y ahora Bruselas juzgan melancólicamente optimista.

Junto al laberinto de la salida de la crisis, lo verdaderamente preocupante de los datos de Bruselas es el déficit público. El sobreesfuerzo del año pasado sirvió para rebajar el déficit del 9,6% del PIB al 9,4%.

El doloroso tratamiento sin anestesia que combina las subidas de impuestos con los tijeretazos en el capítulo de gastos no funciona: el déficit acabará el año en el 8%, según la Comisión, que rebaja esa cifra al 7% si se excluye el efecto de las recapitalizaciones de los bancos.

Para 2013, el agujero fiscal es del 6%, y del 5,8% hasta 2014: ni siquiera con el año adicional que concedió Bruselas se alcanza el objetivo del 3% del PIB. Eso deja tres posibilidades. La primera es ampliar los plazos para cumplir las metas, algo que viene reclamando el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que en Bruselas va ganando peso a la vista de que hay varios países en una situación parecida. La segunda es pedir a España esfuerzos adicionales; lo normal es que a lo largo de los próximos meses se produzca una combinación de esas dos posibilidades. La última son las sanciones.  

MERCADOS:

Las sucesivas rebajas del euríbor, índice de referencia para la mayoría de las hipotecas, se han convertido en una de las pocas buenas noticias (casi la única) para un importante número de españoles durante los últimos tiempos.

La asfixiante presión en las economías familiares debida a las subidas de impuestos del Gobierno y a los recortes salariales, no se han visto explosivamente acrecentadas por subidas en los intereses de la hipoteca que  se han reducido considerablemente durante el último año.

El euríbor ha fijado su mínimo histórico en el 0,624%. Con este descenso, la tasa mensual se ha situado en el 0,65% por lo que respecto al mismo mes del año pasado, la rebaja ha sido de 1,457 puntos.

Por otro lado, el Plan  PIVE (plan de ayudas puesto en marcha por el Gobierno) no ha conseguido frenar la caída de ventas de automóviles. En octubre, se matricularon 44.873 unidades, lo que supone una caída del 21,7% frente al mismo mes de 2011. No obstante, el plan que contempla una subvención de 2.000 euros por la sustitución de un coche antiguo por otro nuevo, ha logrado frenar el ritmo de deterioro del mercado, ya que de no haber sido por el mismo, el retroceso de las ventas hubiera alcanzado el 30%, según las cuentas de la asociación de vendedores Ganvam.

No obstante, en las malas cifras también ha influido el retraso en la puesta en marcha de las ayudas, ya que aunque el PIVE entró en vigor el 1 de octubre no ha comenzado a funcionar de manera efectiva hasta el pasado 16 de octubre.

Respecto al mercado de la vivienda, la subasta de 1.100 pisos que lanzó la nacionalizada Bankia con descuentos de hasta el 60%, ha sido una de las mayores ofertas lanzadas para acelerar el “drenaje” de los activos inmobiliarios malos en poder de la banca.  

Según el Ministerio de Fomento, los precios de la vivienda registraron en el tercer trimestre de 2012 la mayor bajada desde el pinchazo de la burbuja (un 9,3% interanual). Y es que el mercado del ladrillo se revuelve: el sector financiero acelera la venta de esos activos tóxicos, ya que la reforma financiera les obliga a contabilizar más pérdidas de su cartera de créditos inmobiliarios, con lo que les deja manos libres para vender barato porque ya se han registrado esas caídas de valor en sus cuentas.

Sareb , denominación que se ha buscado para “el banco malo” impulsado por el Gobierno para tomar los activos tóxicos de la banca rescatada en un plazo máximo de 15 años, buscará incrementar las ventas.

Ahora bien el mercado inmobiliario español cuenta con un stock de vivienda nueva lleva de más de 670.000 unidades (último dato al cierre de 2011), pese a que los precios, según Fomento, han bajado un 25% desde su punto más alto (2008) para regresar al nivel de 2004.

¿Ya ha acabado de desinflarse la burbuja inmobiliaria en España? Según analistas del sector “aún queda bastante corrección por hacer (han de bajar más los precios), ya que nos encontramos en recesión y la renta familiar  está bajando. Esta caída continuará, y el banco malo seguramente lo acelerará, porque el descenso ha sido suave hasta ahora”.

La destrucción de empleo, la bajada salarial y la recesión se han comido el efecto de esa rebaja de precios y el esfuerzo de los hogares para poder adquirir una vivienda sigue en un nivel poco saludable. Desde 1995 y hasta 2000, los precios de unas viviendas equivalían a unos cuatro años de renta total disponible media de los hogares, mientras que en junio de 2007 llegó a tocar las 7,6 veces. Hoy sigue en seis.

¿Cuánto pueden bajar aún las viviendas? Los analistas manejan otro indicador para fijar el precio razonable de la vivienda en un país, el número de veces que el precio del alquiler está incorporado en el precio de la vivienda (PER). “Actualmente el PER de la vivienda es 24,3 es decir, necesitamos las rentas de alquiler de 24 años para cubrir el precio de la vivienda”. No está claro cuál sería el PER óptimo, pero el periodo previo a la burbuja (1986-2000) arroja un valor de equilibrio del 19,4, así que “para llegar a este PER de 19-20 es necesario que el precio de la vivienda ajuste un 19% adicional”.

EMPRESAS:

Los tres grandes bancos españoles, Santander, BBVA y Caixabank,  ganaron 3.633 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un desplome del 60,9% respecto a igual periodo de 2011. Las provisiones para sanear los activos ligados al ladrillo cumpliendo las directrices del Gobierno han mermado los resultados de estas tres entidades en más de 14.000 millones.