miércoles, 6 de octubre de 2010

SITUACIÓN ECONÓMICA A OCTUBRE 2010. AUMENTAN LOS RIESGOS, EL PARO Y LA INCERTIDUMBRE

Según el gurú Nouriel Roubini, “la crisis tiene algo de huracán: actúa de una manera relativamente previsible, pero puede cambiar de dirección, amainar e incluso resurgir sin apenas avisar”. Por su parte, el Director gerente del FMI, Strauss-Kahn, ha asegurado que “no hemos visto aún los últimos coletazos de ese huracán que azota la economía: no hay victoria sin empleo, y el paro va a seguir ahí mucho tiempo. La idea de que la crisis está ya detrás de nosotros es una completa equivocación. La recuperación es débil, está plagada de incertidumbres; ni siquiera puede hablarse de recuperación genuina si no se crea empleo".

ECONOMÍA GLOBAL:

La Gran Recesión ya se causado la pérdida de, nada menos, 30 millones de empleos durante tres años.
Técnicamente, la recesión ha terminado, pero para los trabajadores la crisis no ha amainado y, lo que es peor, parece que seguirá agravándose durante muchos años.
Algunos analistas señalan que va durar alrededor de siete años el fortísimo desempleo que padecemos a nivel mundial. La economía se enfrenta a un crecimiento anémico durante una larga temporada, lo que unido a que el empleo se recuperará más tarde, hacen esperar que el empleo no vuelva a los niveles de 2007 hasta el año 2017.
El panorama muestra que los ajustes no se han terminado de producir: las empresas no invierten y crean empleo, los bancos mantienen cerrado el grifo de los créditos, y los endeudados consumidores son ahora muy cautelosos en sus compras.
La realidad, es que no existe una auténtica recuperación ni en Estados Unidos ni en la vieja Europa. La ingente emisión de Deuda Pública de muchos países, motivada por los déficits públicos, ha evitado que la Recesión se transformase en depresión, y ha servido para salvar a muchos bancos.
Ahora bien, nos encontramos ante una crisis de “insuficiencia de la demanda”, por lo que mientras no haya demanda pública o privada (consumo) las empresas no se van animar a invertir, por lo que el paro continuará aumentando.
Asistimos a un auténtico“rompecabezas de política económica”: Alemania, que lleva bastantes años con una política de contención salarial, ha podido acumular superávits en su comercio exterior y ahora, en lugar de elevar los sueldos para impulsar a su demanda interna, está abanderando el fundamentalismo de la austeridad económica. Esta circunstancia está ocasionando a los países europeos periféricos –entre ellos España- un ajuste muy doloroso. Muchos analistas abogan por políticas que incentiven el consumo en Alemania.
Las sucesivas jactancias del G-20 no han servido para mucho. En la última reunión apostó fuertemente por la austeridad, y el FMI le apoyó. Pero últimamente el Fondo está matizando su postura: el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, ha declarado que “la política fiscal no ha alcanzado sus límites. Lo necesario en los países desarrollados es una consolidación fiscal creíble a medio plazo; no una soga fiscal a día de hoy. Si los estímulos activan a la economía se van a generar ingresos públicos y el impacto sobre el déficit será bajo. Eso, desde luego, es mucho mejor que no hacer nada”.
Frente a este dilema entre austeridad o crecimiento, hay unanimidad en la necesidad de proseguir con la “barra libre” de liquidez para los bancos. Pero nadie está planteando medidas serias para solucionar el problema del desempleo, según ha declarado Philippe Egger, de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Sin embargo, cuándo existe prácticamente acuerdo respecto a las causas de la crisis que padecemos, el FMI ha declarado que: "tres años después del comienzo de la crisis financiera global se han hecho muchas cosas para reformar el sistema financiero global, pero queda mucho pendiente".
El FMI pide a los reguladores que sean más agresivos para evitar que las grandes entidades financieras vuelvan a pecar y asumir más riesgos de los debidos. El objetivo, reitera el FMI, es evitar en la medida de lo posible que se produzca otra crisis. Y para ello aconseja que haya una mayor coordinación de los reguladores a escala internacional.
El problema, señala el FMI, es que “siguen intactas algunas características del sistema financiero que contribuyeron al desastre, y pide que “los reguladores cuenten con un mandato más claro, así como recursos y autoridad suficientes para supervisar a las compañías y a los mercados financieros”. Propone que los bancos asuman los riesgos excesivos que puedan acometer en el futuro.
Por otro lado, el Consejo de Administración del FMI ha votado en favor de convertir en obligatorios sus Programas de Evaluación del Sector Financiero (en este momento son voluntarios). Entre los países que deberán someterse a esos exámenes del Fondo hay doce europeos (uno de ellos España), todos los que integran el G-7 y también las llamadas economías emergentes (India, Brasil, China y México).
El FMI pretende que las evaluaciones se realicen al menos cada cinco años, si bien cada país podrá someterse con mayor frecuencia a las pruebas voluntariamente.
Los exámenes del FMI girarán sobre tres elementos: a) valoración de las causas, la probabilidad y el impacto de los principales riesgos para la estabilidad financiera del país; b) valoración del marco regulador de la estabilidad financiera en cada país; y c) evaluación de la capacidad de las autoridades para hacer frente y resolver una crisis si los riesgos se llegan a materializar.

ESTADOS UNIDOS:

El recién estrenado presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, realizó su primer diagnostico para Estados Unidos: “tendrá paro para mucho tiempo, y muy alto”.
Por ello, cuando la tasa de paro roza el 10%, el presidente Barack Obama acaba de presentar un plan valorado en 350.000 millones de dólares. Su finalidad es estimular la generación de empleo. Se van a recortar los impuestos a la clase media. El presidente Obama señaló que “lo que no puede permitirse la economía es que se mantenga el guiño fiscal de la era Bush a los que ganan más de 250.000 dólares anuales (196.494 euros), lo que cuesta unos 700.000 millones de dólares a las arcas públicas”. El Gobierno Obama quiere eliminar estas prebendas a final de año.
Igualmente, ha decidido una reducción de impuestos para las familias y para las empresas que inviertan en investigación y promocionen la creación de empleo.
También propone gastar 50.000 millones de dólares (39.300 millones de euros) en el desarrollo y modernización de las infraestructuras.
Las reducciones de impuestos a las empresas con la finalidad de estimular la inversión en nuevas tecnologías, dirigida a lograr una mayor competitividad en los mercados internacionales, podría afectar a casi 1,5 millones de compañías. El Gobierno Obama considera que con esta medida se conseguirá crear puestos de trabajo de alta cualificación.
Obama ha declarado que "durante años nuestra política fiscal ha destinado miles de millones de dólares a estimular a las empresas a crear empleos y obtener beneficios en otros países. Quiero cambiar eso. Propongo una más generosa y permanente extensión de créditos fiscales a las empresas que desarrollen e innoven aquí, en Estados Unidos".
Lamentablemente, este plan que en el pasado fue defendido por los republicanos, es probable que no cuente con el necesario respaldo político de la oposición en el Congreso estadounidense. Los republicanos han criticado frontalmente estas medidas, oponiéndose a la eliminación de las ventajas fiscales de Bush, y proponiendo “la congelación de todos los impuestos durante dos años y la reducción del gasto público hasta los niveles previos del año 2008”.
En contraste con todo lo anterior, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha urgido a la Administración estadounidense a corregir su déficit público, ya que ve insostenible el sostenimiento de la Deuda Pública a corto plazo.
La OCDE espera, para este año y el que viene, un crecimiento del 2,6%. En línea con la Reserva Federal estima que el paro en Estados Unidos se va a mantener por encima del 9% durante un largo periodo de tiempo.
La OCDE apoya la estrategia monetaria seguida por la Reserva Federal y ve con buenos ojos la disposición para activar más estímulos si se revierte la situación de leve repunte económico, aunque afirma que no se ven riesgos de recaída.
Sin embargo, el débil crecimiento económico no será suficiente para aumentar el empleo y corregir el déficit de las cuentas públicas. Obama pretende reducir el desequilibrio fiscal hasta el 3% del PIB en 2015, por lo que la OCDE aplaude dicho objetivo, pero nos bastará con el fin de los estímulos y de las medidas de rescate a los bancos, ni tampoco disminuyendo los gastos en Defensa.
La OCDE postula para la economía estadounidense un aumento de los impuestos (EE UU tiene, según esa organización, uno de los ratios impositivos más bajos). El organismo pide aumentar los impuestos indirectos, básicamente al consumo, implantado algo parecido al IVA europeo.

UNIÓN EUROPEA:

Bruselas ha dado a conocer sus estimaciones revisadas para este 2010: Alemania y Polonia aparecen situadas en un claro repunte, siguiéndoles a cierta distancia Francia, Reino Unido e Italia. Dentro de ese cuadro España aparece como muy rezagada.
La distancia que separa a los avanzados y los rezagados se está ampliando: Alemania crecerá este año un 3,4% (la previsión anterior era el 1,2%), mientras que España tan sólo mejora en una décima respecto a la anterior previsión, y se mantiene en negativo. Siendo posible, incluso, cierta recaída durante el tercer trimestre de este año.
Según la Comisión Europea, el PIB de la eurozona crecerá prácticamente el doble respecto a la anterior estimación (hasta el 1,7%). El PIB total de la Unión Europea crecerá el 1,8%.
Sin embargo, según el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, “la recuperación económica de la UE avanza más deprisa de lo esperado, pero sigue siendo frágil, por lo no hay motivos para cantar victoria”.
Según la Comisión Europea, España evitará caer en una nueva recesión, pero la bordeará. La Comisión ha afirmado que la posible contracción del PIB español de una décima en el trimestre veraniego, se debe a que "el incremento del IVA que entró en vigor el pasado 1 de julio incitó a un adelantamiento de los planes de consumo, lo que parece explicar el deterioro observado en las ventas minoristas durante el tercer trimestre. Si a ese factor se le añade el desplome en las ventas de turismos, afectadas por la desaparición de los incentivos a la compra, la proyección es que el consumo privado caerá en la segunda mitad del año".
El PIB alemán del 4,7% negativo durante 2009, será del 3,4% positivo durante 2010. El resto de economías europeas han conseguido pasar de cifras negativas del PIB a positivas (Holanda un 1,9%, e incluso el PIB de Italia crecerá el 1,1%).
Bruselas añadió que no descarta "nuevas tensiones en los mercados financieros", y además teme que las medidas de ajuste presupuestario que han tenido que llevar a cabo los países "podría tener mayores repercusiones de lo esperado en la demanda interna de los países afectados". En términos, quizá más entendibles, reconoce que se podría “haber pasado de rosca” en el ajuste fiscal impuesto a determinados países.
El comportamiento calificado de notable para la economía germana, no ha impedido que su ministro de Hacienda, Wolgang Schäuble, haya lanzado la advertencia de que "aún no hemos salido de la crisis", aunque sus números reflejen otra perspectiva: aumento de la producción y caída del desempleo, con unos buenos resultados de las empresas alemanas.
Muchos críticos a Schäuble señalan que sus temores son tan sólo excusas para que su Gobierno pueda seguir aferrado al plan de austeridad impuesto por la canciller Angela Merkel, y que puede estar causando graves perjuicios a las economías periféricas de la UE.
Angela Merkel recordaba hace unos meses cómo “los alemanes se sintieron alumnos rezagados en un aula que rebosaba genios de las finanzas. Hasta que la crisis financiera reventó burbujas inmobiliarias y reveló profundas deficiencias en países como España o Irlanda. Y dio a Alemania los réditos de sus años de sequía salarial y de recortes presupuestarios”.
Algunos medios señalan que mientras algunos españoles siguen pagando con apuros los plazos sus Audi y Mercedes fabricados en Alemania, las Pymes alemanas aumentan su producción, contratando a nuevos trabajadores, y la economía real (en particular la clásica y quizá denostada industria que en casi todas las economías perdió peso a favor de los nuevos sectores financieros), la de los fabricantes de maquinarias, piezas, materiales,… está viendo crecer fuertemente sus ventas a los países emergentes (las exportaciones de automóviles crecieron el 41% durante el primer semestre de 2010). BMW, por ejemplo, no encuentra suficientes empleados para contratar, mientras suben los salarios y con ellos, la demanda interna.
Otros analistas destacan los riesgos de Alemania: la renqueante eurozona, hacia donde van el 40% de sus exportaciones (han caído un 1,5% en julio respecto al mes anterior). También, posibles señales de ralentización en la economía china hacia donde se han incrementado mucho sus exportaciones
Pero los pronósticos actuales de algunos institutos económicos ven un crecimiento del 3,5%. Es más del doble de lo que pronosticó el Gobierno. El ministerio presentará nuevas previsiones oficiales en octubre.
El instituto económico alemán de Halle (IWH) espera que el número de parados no supere los 2,9 millones (6,6% de la población activa) el año que viene. Este mes buscaban empleo 3,1 millones de personas, el 7,6%. El aumento del consumo mejorará los ingresos públicos, por lo que se prevé un déficit en las finanzas públicas inferior al 3% en 2011. La disminución del desempleo, unida a la mejora de la confianza, podrían impulsar favorablemente al consumo.
Por su parte, Francia en el próximo 2011 va a aplicar un presupuesto muy austero. De esta forma, se quiere recortar gastos y recortar el déficit público (para este año se estima en una cifra equivalente al 7,7% de su PIB).
El ministro del Presupuesto, François Baroin, ha señalado que Francia proseguirá con la política de contratar solo un funcionario por cada dos que se jubilan, así como eliminar deducciones fiscales.
El Ejecutivo francés espera que el déficit público se situé en 2011 en el 6%, para llegar en el año 2012 al 3%, y en 2013 al 2%.
La eliminación de deducciones fiscales afectará en un 40% a las familias. Entre ellas se encuentra la supresión de las deducciones a la inversión en Fondos de Pensiones.
Sin embargo, la crisis fiscal y el temor a la tiranía de los mercados financieros no cesan. Los problemas no han desaparecido y se ha reavivado con virulencia en algunos países. La austeridad decretada por Alemania a toda Europa ha provocado que los países más atacados (España, Grecia, Irlanda y Portugal) hayan adoptado importantes recortes públicos, pero la crisis sigue ahí.
Continúa golpeando a Atenas, y “atiza” con fuerza a Dublín y Lisboa. Por ahora, ha dejado fuera a Madrid. Por eso, el FMI como comentábamos ha dicho que “puede que la austeridad no sea la solución a todos los males. Incluso puede ser un problema”. Y es que, siendo necesarios los recortes cuando se recibe un ataque como el sufrido por algunos países europeos, dan lugar a graves caídas en la actividad económica.
Los más acérrimos defensores del mercado, afirman que a largo plazo esas recetas terminarán inyectando el necesario optimismo económico. Por lo que los consumidores gastarán más, y las empresas responderán incrementando su inversión y creando empleo. Es decir, sucederá que la economía recupere una senda de crecimiento. Ahora bien, a corto plazo quizá no sea así: el FMI, ha estudiado una base de datos de ajustes fiscales durante 30 años en 15 países, asegurando que los efectos a corto plazo son devastadores, especialmente cuando son varios países a la vez los que aplican la “austeridad a rajatabla”, como ocurre en Europa. En pocas palabras, que la recuperación va a ser muy lenta.
Las primas de riesgo de Dublin y Lisboa (la diferencia entre sus bonos a 10 años y los alemanes: el indicador que señala el temor de los inversores al riesgo de que el país declare la suspensión de pagos) ha trepado por encima del nivel que atenazaba a Grecia en la crisis desatada en el pasado mes de enero.
Aunque Irlanda ha cumplido con sus deberes, “el agujero de sus bancos es espectacular”; el desequilibrio en sus cuentas públicas sobrepasa una cifra equivalente al 30% de su PIB. Por lo que los mercados, en una frase que se ha acuñado: “han olido la sangre”.
El Ejecutivo irlandés estudia un segundo plan de recortes que puede desatar la ira de la ciudadanía, muy castigada ya por la primera dosis de austeridad y con un grado de indignación creciente: todo ese dinero sirve para tapar las vergüenzas de sus bancos.
En Portugal la situación es algo distinta: no había habido un recorte fuerte, pero al final con el riesgo país demasiado alto, han tenido que decretarlo.
Nuestro país, por ahora parece reflejar que los ajustes han permitido que la deuda pública española haya quedado fuera de la embestida de los mercados financieros, aunque, claramente, España continúa en libertad vigilada.
La realidad, es que el tamaño de nuestra economía podría dar lugar a un terremoto global, aparte de la que la percepción de “deberes hechos” se sigue, hasta el momento, manteniendo. En cualquier caso, los intereses que hemos de pagar por colocar nuestros títulos de deuda pública continúan siendo elevados.
Por otro lado, en un reciente informe del BCE se alerta respecto a la situación de los bancos. El problema surge por las “conductas de riesgo” de las entidades motivadas por el aumento de los costes del pasivo bancario (mayores intereses a pagar). Es una consecuencia de la mayor competencia y de las nuevas exigencias internacionales, e incluso también se deriva de la morosidad ocasionada por el aumento del paro.
No obstante, el BCE cree que las nuevas normas internacionales de capital y liquidez dictadas por los reguladores nacionales y mundiales (Basilea III), traerán una mayor estabilidad financiera.
Explica el BCE, que aunque Basilea III no comenzará a aplicarse hasta 2013 (siendo totalmente efectivo en 2019), la banca se anticipará en la búsqueda de capital y liquidez, lo que elevará la competencia. La batalla por el pasivo provocará una disminución de los márgenes bancarios.
El BCE dice que las pruebas de esfuerzo realizadas en verano, han contribuido a reducir la incertidumbre que pesaba sobre las posibles pérdidas de los bancos, pero señala un problema aún sin solucionar: "Se necesitan más esfuerzos para resolver la situación de los bancos más débiles, algunos de los cuales siguen dependiendo de apoyo público".

ESPAÑA:

La Comisión Europea ha manifestado que en España "debe esperarse una caída temporal del PIB en el tercer trimestre, aunque volverá a crecer en el cuarto”. Las autoridades de la UE apoyan los "importantes esfuerzos" del Gobierno español para "intensificar la consolidación fiscal y realizar reformas estructurales serias, incluidas la de las pensiones y la reforma laboral”.
Con respecto al comportamiento de los precios, si bien el FMI estima que España es una de las máximas candidatas, junto a otras como la japonesa, la irlandesa o la estadounidense, a entrar en un proceso de deflación (caída persistente del nivel general de precios), los datos están denegando, hoy por hoy, esa amenaza. Y es que los precios –según el IPC adelantado- durante el pasado septiembre han subido hasta el 2%. (supone dos décimas por encima del habido en agosto, y es la subida más alta desde octubre de 2008).
El aumento, en gran parte, es debido al avance de los precios de lubricantes y combustibles. Algunos analistas consideran que la subida del IVA todavía no se ha trasladado en su totalidad a los precios. Este hecho provocaría una subida mayor a final del año.
El consenso de analistas fijaba para septiembre una subida ligeramente superior (del 2,1%). Según un informe de Barclays Capital “la situación del comercio está retrasando la aplicación de la subida del IVA, ante la mala situación del mercado laboral”.
Por lo que respecta a las cuentas públicas, los pagos que realizó el Estado en los ocho primeros meses del año descendieron un 4,6%, ritmo que casi duplica el registrado hasta julio. Se trata del segundo mes consecutivo en el que la evolución de las cuentas del Estado refleja las medidas de ajuste aplicadas por el Gobierno.
Esas iniciativas, sumadas a una mejora de los ingresos, han contenido fuertemente el déficit, que hasta agosto sumó 34.849 millones de euros (el 3,3% del PIB). La cifra resulta un 42% inferior a la registrada en el mismo periodo de 2009, el peor año de las cuentas públicas.
Pese a que los gastos financieros crecen a buen ritmo (un 10%) por el mayor desembolso en el pago de los intereses de la deuda pública, la disminución de los pagos del Estado se ha producido.
Ha jugado en contra la contención de los gastos de personal (los funcionarios cobran un 5% menos), que se ha resistido a caer. El motivo es que este capítulo aún recoge los incrementos de plantilla pactados en algunos ministerios antes de que la crisis llegara a los Presupuestos.
La disminución del déficit se debe, sobre todo, a la mejora de los ingresos públicos: se ha recaudado un 10% más hasta agosto. Teniendo en cuenta el dinero que se queda el Estado (descontadas las sumas transferidas a los ayuntamientos y comunidades) la mejora es del 33%, ya que a los ayuntamientos se está transfiriendo menos dinero que en el pasado año.
El buen comportamiento del IVA es el motor de la mejoría en las cuentas (su recaudación ha crecido un 66%). Las cifras no reflejan todavía el impacto de la subida de tipos de este impuesto, pues las empresas disponen de un mes de gracia en agosto y pueden retrasar hasta septiembre los pagos de IVA correspondientes a julio. En todo caso, Hacienda ha aventurado que la recaudación por IVA, de momento, no se ha resentido por la subida de tipos habida.
Las medidas de ajuste y austeridad iniciadas a mediados de este año, van a alcanzar su nivel máximo en los Presupuestos para 2011. Salvo los intereses de la deuda y las pensiones, todos los capítulos del Presupuesto sufren importantes disminuciones. El elemento que más favorece el crecimiento económico: la inversión, es la partida que más baja, (un 38%).
El Ejecutivo va a aplicar la contención en partidas que eran su bandera en anteriores presupuestos: Infraestructuras (caída del 30%). Las partidas en I+D, y las dedicadas a la ayuda a la dependencia, son ejemplos de la nueva orientación de estos presupuestos. En general, los diversos ministerios contaran en el próximo año con un 15,6% menos de dinero para gastar.
La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado afirmó que "son unos Presupuestos austeros, que generan cohesión social e impulsan la actividad económica". De los tres calificativos, sin duda, el más cuestionable es el último: el recorte de inversión lastra la capacidad de la economía para recuperarse y pone en duda el avance del 1,3% del PIB previsto para 2011.
Las dudas, precisamente, referidas a la capacidad de crecimiento económico español, son las que han llevado a Moody's a quitar la matrícula de honor que hasta ahora tenía España, respecto a su solvencia para el pago de la deuda.
Según la ministra, el objetivo irrenunciable es alcanzar un 6% de déficit, lo que implica reducir casi a la mitad los desequilibrios registrados en 2009. El objetivo requiere también un impulso suficiente como para que el Estado ingrese un 6% más, como prevén los Presupuestos.
Salgado insistió en que la previsión es conservadora y se mostró convencida de que los recursos públicos mejorarán por las subidas de impuestos -las rentas más altas del IRPF, las Sicav y el IVA, en vigor ya desde julio- y por la reactivación económica.
Solo hay dos capítulos de gasto de obligado crecimiento: los intereses de la deuda pública (la segunda más importante del Presupuesto), y por delante de los gastos de personal (sin contar los empleados públicos de la Seguridad Social y de otros organismos).
España necesita seguir endeudándose para financiar su gasto. La deuda de todas las Administraciones públicas alcanzará este año una cifra récord equivalente al 68,7% del PIB español (700.000 millones de euros).
Las pensiones aumentan, ya que de hecho, a pesar de la congelación decretada por el Gobierno para el 2011, el gasto en prestaciones crecerá un 3,6%. El aumento en el número de beneficiarios y la mejora de la prestación media explican ese crecimiento, superior incluso al presupuestado para 2010 pese a que entonces sí hubo incrementos en esas rentas.
El gasto en desempleo (el capitulo que más ha crecido) se muestra ahora bajo control. Se ha previsto una mínima caída del 1,6%, ya que según la Ministra Salgado los Presupuestos contemplan una caída en la tasa de paro para 2010. A lo que hay que añadir que los desempleados irán agotando la prestación contributiva y, consiguientemente, pasando a cobrar el subsidio por desempleo de menor cuantía.
Un reflejo de la austeridad propiciada practicada por el Gobierno, es la partida de gastos de personal: una tasa de reposición del 10% (solo se sustituye a uno de cada 10 funcionarios jubilados), y la rebaja salarial del 5%. Ambos puntos, motivarán una reducción del 2,7% de los gastos en los Presupuestos.
Lo peor, sin duda es el aumento del paro registrado durante el mes de septiembre. En un mes de estacionalidad poco favorable a la creación de puestos de trabajo, las cifras que han registrado los servicios públicos de empleo han aumentado en 48.102 personas. Según este paro registrado, 4.017.763 personas están desempleadas en España. Por su parte, la última EPA (Encuesta de Población Activa) del INE arroja una cifra de parados que supera los 4,6 millones de personas que no consiguen un empleo.
Es muy preocupante, que el mercado laboral amenaza con ir a peor. El proyecto de reforma financiera, basado con fusiones calientes y frías, se concretará con ajustes de los puestos de trabajo en ese sector. Y la Administración pública vive también su propia recesión, que obligará a reducir aún más el número de contratados.
La previsión más probable para los próximos meses es que el mercado laboral irá a peor y el paro seguirá aumentando. Como era de temer, la tasa de crecimiento del PIB español de los dos primeros trimestres es insuficiente para reducirlo; y ahora se comprueba que tampoco basta para detener su progresión.
No es bueno ser agorero, pero es aún peor, el hecho de que el mercado laboral prosigue en su fuerte tendencia a la temporalidad. Los contratos eventuales crecieron en septiembre por octavo mes consecutivo respecto al año anterior. La temporalidad se constituye como casi la única puerta de de acceso al mercado de trabajo. La reforma laboral acometida trataba de frenarla, y por ahora no parece que haya tenido éxito: del total de contratos formalizados en septiembre, tan solo el 8,8% fueron indefinidos.
En el contexto de debilidad económica que padecemos y desaparecidas las ayudas directas, las ventas de automóviles han caído de forma importante. Gracias a las ayudas del Plan 2000E (2.000 euros por coche) se pudo salvar el primer semestre del año, pero la segunda mitad del año es poco esperanzadora: en septiembre se matricularon en España 56.595 coches, un 27% menos que igual mes de 2009.
Los fabricantes ya no solicitan las ayudas directas (denegadas por Industria): "tenemos que reclamar más que medidas coyunturales, medidas estructurales para conseguir un crecimiento económico que despierte la demanda", según afirmó un directivo de Anfac.

MERCADOS:

Los rumores sobre la solvencia de algunos países periféricos continúan causando problemas en los mercados de valores europeos, en los que los inversores muestran una enorme sensibilidad hacia la cuestión de la deuda y su pago.
Si en Europa preocupan los problemas, reales o aumentados, de algunos de los países miembros de la UE, en Estados Unidos son los indicadores económicos los que desaniman a los inversores, al apuntar a la baja con demasiada frecuencia.
La situación hace recomendable la necesidad de incrementar la prudencia, evitando la tomas de decisiones apresuradas.
Respecto al mercado de divisas, el dólar prosigue en su acelerada depreciación, y se ha intercambiado con el euro a mínimos desde el pasado abril.
De forma que la divisa estadounidense acumula una depreciación del 12% desde que tocó máximos anuales en junio.
Bastantes analistas piensan que la Reserva Federal podría estar forzando esta depreciación del dólar, para reactivar su economía a través del impulso a sus exportaciones. Es por ello que se prevé, a corto plazo, que el euro siga ganando terreno al dólar (esperan que el euro acabe el año por encima de los 1,40 dólares). El Banco Central de Estados Unidos ha advertido sobre la amenaza deflacionista que se cernía sobre su economía, por lo que se ha mostrado dispuesto a utilizar todas las armas a su alcance para combatir ese riesgo.
Con los tipos de interés estadounidenses entre el 0% y el 0,25% desde diciembre de 2008, el margen para bajar el precio del dinero no existe –se ha agotado la munición- por lo que muchos analistas apuestan por un dólar barato.
Se está planteado un nuevo y preocupante problema: lo que se ha llamado “la guerra de las divisas”. El profesor Berkeley Barry, uno de los economistas estudiosos de la Gran Depresión, lleva tiempo alertando contra las depreciaciones competitivas: "Cada día parece más probable que estemos destinados -¿o deberíamos decir condenados?- a repetir la desastrosa historia de los años treinta", decía en un reciente artículo. Entonces, "un país detrás de otro bajó su tipo de cambio en un intento desesperado de salir de la depresión a través de las exportaciones. Pero cada devaluación practicada solo agravaba los problemas de sus socios comerciales, que veían cómo se hacía más profunda su propia depresión".
La situación que vivimos y la incertidumbre sobre la recuperación, está llevando a los inversores al activo refugio que, históricamente, más se ha utilizado: el oro. Las turbulencias que no cesan están llevando al oro a los precios más elevados que se conocen históricamente.
En lo que va de 2010, su cotización ha aumentado un 16,5% y los analistas no descartan que llegue a 1.400 dólares de aquí a final de año. Con este panorama, el nuevo récord es un paso más en su revalorización, que también guarda relación con la cotización del dólar: el oro cotiza en dólares, con lo que reacciona al alza ante cualquier movimiento brusco a la baja en la divisa estadounidense para, de esta forma, corregir la pérdida de valor.

EMPRESAS:

Las empresas chinas se están dejando notar en las inversiones españolas.
De un lado, el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), considerado el banco más grande del mundo, se ha instalado en España
El banco abrirá una oficina de 1.100 metros cuadrados en el Paseo de Recoletos de Madrid. La institución financiera china, cuenta con 386.723 empleados, 16.232 puntos de venta en toda la nación asiática, 162 filiales en el extranjero y ofrece servicios a 3,61 millones de clientes corporativos y a 216 millones clientes privados en todo el mundo.
Se trata de un gigante asiático que ostenta el título de ser el banco de mayor capitalización mundial.
De otro, el gigante petroquímico chino Sinopec mantiene conversaciones con Repsol para convertirse en su gran socio industrial en Brasil. De llegar a buen puerto, las negociaciones darían lugar a la mayor operación corporativa realizada este año por una empresa española y podría tener consecuencias en el mapa energético español del futuro.