lunes, 10 de diciembre de 2012

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL DICIEMBRE 2012: ineptitud frente al paro


La situación económica se encuentra en una posición muy delicada. No se atisban a corto plazo señales de recuperación, y todos los indicadores apuntan a que el próximo año 2013 será peor que el nos deja.
En contraste, la inoperancia manifiesta de las autoridades políticas es clamorosa. El paro en España, ya desde hace tiempo en cifras alarmantes, no deja de crecer. Siendo el problema número uno para los ciudadanos, todo se porfía  a los efectos, que alegan beneficiosos, de la reforma laboral a largo plazo. Viene a colación aquella célebre frase de Keynes: “a largo plazo todos muertos”.

GLOBAL:

La presidenta de la primera potencia de América Latina, Dilma Rousseff, de viaje oficial en España y tras haber participado en la Cumbre Iberoamericana intervino en el foro Brasil en la senda del crecimiento, para encender todas las alarmas contra la austeridad como única herramienta para Europa. “La experiencia demuestra que cuando la austeridad es exagerada se derrota a sí misma”, señalando que “la retirada de  derechos no puede ser la única respuesta para una crisis de deuda”.
Y es que el discurso económico en Europa se debate entre los que ven las políticas de austeridad como único credo para corregir los desequilibrios fiscales —básicamente los halcones de Berlín— y los que ven imprescindible reducir las dosis de aceite de ricino y combinarlas con más estímulos para reanimar economías de mal en peor, como la española.
Rousseff, vino a denunciar “un falso dilema entre la disciplina presupuestaria y las políticas de dinamización aplicadas de forma articulada. Citó como ejemplo a su país, Brasil, que “controla las cuentas públicas,  pero también invierte en infraestructuras y educación; baja los impuestos, pero lucha contra la pobreza. Queremos un país de clases medias y movilidad social” dijo.
Los recortes no pueden darse en todos los Estados a un tiempo, ya que aquellos con mejores finanzas y capacidad de consumo y gasto,  deben tirar del carro. La estrategia perversa es que todos los países lleven a cabo simultáneamente ajustes, ya que eso sólo conduce a la Recesión.
Sin embargo, quien tendría que ser la locomotora en Europa, Alemania, es por el contrario la mayor defensora de los ajustes como única receta económica para países con problemas de deuda como España y el resto de “apestados y malditos” del sur de Europa.
También existen otros frentes, no de menor importancia, como el papel a cumplir por el Banco Central Europeo: difícilmente los mercados creerán en la estabilidad financiera sin una unión bancaria y un banco central que no funcione como prestamista de último recurso.
Un periodista brasileño preguntó al presidente Rajoy: ¿no teme que, como dice Rousseff, España pueda seguir el camino de América Latina en los ochenta, con dos décadas perdidas por seguir políticas demasiado ortodoxas?”. El presidente, contestó: “Como usted comprenderá no está entre las intenciones del Gobierno que presido estar una serie de años en recesión. Creo que España tendrá crecimiento positivo en 2014. Mi objetivo es el crecimiento económico y la creación de empleo. Creemos que las reformas que hacemos serán buenas en el medio y largo plazo. Estamos haciendo reformas estructurales que no se habían visto nunca”.

ESTADOS UNIDOS:

El Producto Interior Bruto (PIB) creció a una tasa anual del 2.7% entre julio y setiembre, según el Departamento de Comercio, gracias a que la acumulación rápida de inventarios y el aumento de las exportaciones compensaron la debilidad del gasto de los consumidores y la caída en las inversión empresarial.
Este crecimiento, mayor de lo esperado, no es probable que se mantenga, ya que es muy posible que se avecinen recortes del gasto público y aumentos impositivos para comienzos del próximo año.
Lamentablemente, el aumento mayor del 2,0% del PIB estadounidense, difícilmente, puede considerarse una señal de fortaleza de la economía: el efecto positivo de la acumulación de inventarios probablemente se pierda en el cuarto trimestre y termine afectando al crecimiento, como consecuencia de la mencionada combinación de recortes de gastos e incrementos impositivos (podrían restar alrededor de 600.000 millones de dólares de la economía) si el Gobierno no llega a un acuerdo con los republicanos.
La disminución en la contratación federal debido a los recortes presupuestarios automáticos programados para el 1 de enero también reducirán los niveles de empleo a nivel regional, y se espera que el mayor impacto se produzca en las zonas con un gran número de contratistas de productos de la industria armamentística.
El "abismo fiscal" es una combinación de recortes del gasto público y de alza de impuestos que comenzará a regir el primer día del 2013. El "abismo fiscal" podría conducir a la economía estadounidense a una profunda recesión.
Los republicanos han propuesto drásticos recortes del gasto, pero se han mantenido rígidamente opuestos a la intención del presidente Obama de aumentar los impuestos a los más ricos para evitar dicho "abismo fiscal".
Volviendo al último dato de crecimiento conocido, si excluimos  a los inventarios, el PIB estadounidense subió a una tasa revisada del 1.9% en el tercer trimestre, lo que evidencia una débil demanda. Previamente, se había estimado que las ventas finales de bienes y servicios producidos en Estados Unidos habían subido a una tasa del 2.1%.
Por otro lado, no es probable que las exportaciones estadounidenses sigan creciendo, como consecuencia de la desaceleración de la demanda global, especialmente en China y en la endeudada Europa.
Una buena noticia para la economía estadounidense, según los datos publicados por la Agencia Internacional de la Energía, es que el país norteamericano será el primer productor a escala mundial de petróleo hacia 2020, y diez años más tarde será exportador de este combustible.  
El reciente repunte en la producción de petróleo e hidrocarburos no convencionales (como el gas), así como la explotación de reservas de petróleo ligero (hasta ahora considerada demasiado costosa y complicada) están en la base de esta previsión, que llevará a Estados Unidos a adelantar a Arabia Saudí hacia la mitad de la década de 2020.
El avance de EE UU se apoya sobre un amplio abanico de nuevas tecnologías empleadas en la extracción del combustible, como la fracturación hidráulica, una técnica prohibida en Francia al considerarla de riesgo para el medioambiente.
"La evolución energética en EE UU es profunda y sus efectos se dejarán sentir más allá de Norteamérica y del sector", ha recogido la agencia que reúne los principales países consumidores de energía (entre los cuales se encuentran Europa, EE UU y Japón) en su informe anual que detalla las tendencias energéticas en todo el mundo hasta 2035.
Desde comienzos del año, EE UU han extraído alrededor de 6,2 millones de barriles diarios, frente a los 5 millones de 2008, con un aumento del 24%, según datos del departamento de Estado de Energía del país.
El escenario pronosticado por el organismo constituye una vuelta a la situación del pasado. Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta mitad del siglo pasado, EE UU se mantuvo como el principal productor mundial de petróleo. El mapa futuro dibujado por la Agencia Internacional de Energía, sin embargo, podría cambiar ante una eventual retirada de la energía nuclear en ciertos países, al rápido crecimiento continuado de la utilización de las tecnologías eólica y solar, y a la propagación global de la producción de gas no convencional. Las perspectivas de los mercados internacionales del petróleo dependen también de la revitalización del sector petrolero en Irak, el mayor contribuyente al crecimiento de la oferta mundial de este combustible. "Sin el aumento de la oferta iraquí —hasta más de ocho millones de barriles diarios en 2035—, los mercados petroleros se enfrentarían a tiempos difíciles", sentencia el informe, "caracterizados por precios de casi 15 dólares por barril superiores al nivel estimado" para dentro de veinte años.
El gas natural es el único combustible fósil para el que la demanda mundial aumenta en todos los escenarios. El futuro del carbón, en cambio, es mucho más incierto. Pese a crecer en la última década más rápidamente que el total de las energías renovables, su destino depende de la implementación de políticas que favorezcan el desarrollo de fuentes de energía bajas en emisiones, del despliegue de tecnologías más eficientes de combustión de carbón y de la captura y almacenamiento de carbono.
Como consecuencia del accidente de la central nuclear de Fukushima, en Japón, en 2011, algunos países han decidido reducir el uso de este tipo de energía, mientras se incrementa la de renovables, con el constante crecimiento de la energía hidráulica y la rápida expansión de la eólica y la solar.
La Agencia Internacional de Energía sostiene que el crecimiento de la producción, junto a la implantación de medidas para reducir el consumo de vehículos, hará que EE UU reduzca de forma progresiva sus importaciones petroleras (actualmente el país importa un 20% de la energía que necesita), hasta convertirse en exportador neto hacia 2030. Este camino se contrapone a la tendencia observada en la mayoría de los países importadores de energía, cada vez más dependientes del exterior.
La independencia energética fue uno de los temas principales de la campaña de las últimas elecciones presidenciales estadounidenses. El republicano Mitt Romney la había prometido para 2020 apostando por las fuentes convencionales (petróleo, gas y carbón), mientras que el ganador de los comicios, Barack Obama, abogaba por las verdes (energía eólica y solar).

UNIÓN EUROPEA:

En el informe económico de otoño de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) se señala que “tras cinco años de crisis, la economía global se está debilitando de nuevo”. El foro que vigila las economías de los 34 países más ricos del planeta advierte de que el riesgo de una mayor contracción e incluso de una recesión global no se puede descartar, dada la recesión europea, los problemas con la brecha fiscal de Estados Unidos y el frenazo sufrido por los países emergentes.
Explica el informe que el clima depresivo se debe a la falta de consenso general para llevar a cabo políticas eficaces. Se llama a la Unión Europea a evitar políticas de ajuste “de corto aliento”, y recomienda limitar los recortes presupuestarios, sin añadir otros.
Para la OCDE “la mayor amenaza” para la economía mundial es la zona euro. Señala además que el aumento del paro puede aumentar el cansancio hacia las reformas y un gran descontento social.
Por otro lado, una de las grandes economías europeas también está amenazada. Se trata de Francia que también está estancada. Como la totalidad de las economías europeas, la francesa está acusando las consecuencias de políticas económicas inadecuadas en el conjunto de la eurozona. La adopción por la totalidad de los miembros de políticas presupuestarias contractivas es la principal responsable de la recesión del conjunto del área monetaria. Y, también como en la mayoría de los casos, se incumplen los objetivos de saneamiento de las finanzas públicas.
Como antes hiciera el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea acaba de poner de manifiesto el deterioro en este año de las posibilidades de crecimiento de la economía francesa. En su reciente informe de previsiones económicas revela que con el estancamiento de su producción y los reducidos beneficios empresariales, las perspectivas de recuperación se desvanecen.
Es probable que la economía francesa registre una contracción de la actividad  durante el segundo semestre. La confianza de las empresas y las familias se debilita, y con ella, sus planes de gasto. El consumo privado, que había actuado como resistencia a una mayor desaceleración, acentúa su debilitamiento y el desempleo repunta. Sus balanzas comercial y por cuenta corriente seguirán aumentando su saldo negativo. Este año la economía no crecerá más del 0,2%, y esas mismas previsiones de la UE son generosas al anticipar un ligero repunte del PIB francés, hasta el 0,4%, en 2013, a pesar de que la tasa de desempleo se estima alcance el 10,7%, desde el 10,2% con que concluirá este año.
Esa paralización, y muy especialmente el declive de la industria francesa, reflejado en su erosionada capacidad competitiva en el exterior, han determinado que el Gobierno de Hollande haya elaborado un plan de competitividad, en cierta medida sugerido por el FMI. En el mismo se incorporan decisiones de política económica poco compatibles con las que incorporaba en el programa con el que ganó las elecciones recientes. Reducirá cargas sociales que pagan las empresas por 20.000 millones de euros, a través de diversas exenciones fiscales; se elevará el IVA, del 19,6% al 20%, y reducirá adicionalmente el gasto público.
No se trata de decisiones que se traduzcan de forma inmediata en señales de recuperación de la actividad económica. Sobre todo si se abordan algunas otras igualmente sugeridas por el FMI, como una reforma en el mercado de trabajo y en el de servicios, con el fin de reducir costes, para fortalecer la capacidad competitiva de las empresas francesas. Se trata, en cierta medida, de mecanismos de compensación a las elevaciones impositivas sobre las rentas altas incorporadas en el presupuesto de 2013.
El resultado a corto plazo no favorecerá el crecimiento en el conjunto de la eurozona. Las políticas de estímulo del crecimiento económico que distinguían al nuevo presidente francés en la escena europea han quedado subordinadas. Una de las economías que en mayor medida puede acusar los efectos del debilitamiento de Francia es precisamente la española, con la que mantiene importantes vínculos comerciales y financieros.
La realidad es que “los cañones apuntan sobre París”, Berlín con la participación estelar del excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder, visiblemente irritado porque Hollande exige sumar al dogma de la austeridad el del crecimiento, y se permite no poner en marcha las reformas que receta el manual neoliberal germanizado. En este movimiento que parece perseguir debilitar a Francia, la puntilla la ha puesto el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que ha encargado al comité de sabios alemanes un informe sobre el estado de salud de la economía francesa y sobre la voluntad reformista de París.
Berlín trata así de meter al presidente Hollande bajo una intensa presión: le obliga a acelerar con reformas, a seguir el dictado de la política económica europea dirigida por Alemania, y le conmina a no discutir el liderazgo de Berlín en Europa.
Según el Instituto Walter Eucken de Friburgo y el comité de sabios que asesora a Merkel. “el mayor problema actual en la eurozona ya no es Grecia, ni siquiera España e Italia. Es Francia, que no ha hecho nada para recuperar competitividad y está yendo incluso en dirección contraria. Francia necesita reformas en el mercado laboral: es el país del euro en el que la gente trabaja menos horas al año”.
Igualmente, el último informe del FMI sugiere que la segunda economía de la zona euro y la quinta del mundo podría ser la siguiente en el dominó de la crisis “si no acomete un completo programa de reformas estructurales”. “La situación podría ser muy seria si la economía francesa no se adapta al ritmo de sus principales socios comerciales, especialmente Italia y España, quienes, después de Alemania, han comprometido profundas reformas de sus mercados laboral y de servicios”.
Goldman Sachs, el banco de inversión más poderoso del mundo califica a Francia con el adjetivo de “incertidumbre”, esperando pequeñísimos avances del PIB francés (cercanos al 0%) hasta 2014. Añadiendo que el ajuste solo ha empezado y es necesario.
Sin embargo, el más duro con Francia ha sido el FMI, señalando que la subida de impuestos decretada por Hollande “ha reducido los incentivos para trabajar e invertir y ha puesto a Francia en una situación de desventaja respecto a sus pares”. Señalando que es urgente realizar “más recortes del gasto público”.
Todos parecen empeñados en dar lecciones de economía a Hollande, que no es precisamente un profano en la materia. De joven estudió en las mejores escuelas de Francia y, como señala un diplomático europeo, “sabe muy bien lo que dice cuando habla de economía”. Además, Hollande llevaba más de un año preparándose para las reformas, tras 10 años de presidencia y Gobiernos conservadores. Su programa electoral contenía “60 compromisos para cambiar a Francia”, y más de dos tercios se refieren a la economía. La medida estrella de la campaña, la que le permitió desbancar a Sarkozy, fue la creación de un impuesto del 75% para las rentas superiores al millón de euros, que tras suscitar ironías y mucha controversia se ha dulcificado en el Parlamento dejando fuera a las rentas del capital y limitando su aplicación a los dos próximos años.
La “guinda” ha sido la decisión de la agencia de calificación Moody`s que decidió rebajar un escalón la preciada “Aaa” de la deuda francesa (la mejor calificación de solvencia posible).
El ministro francés, ha afirmado que la deuda soberana de Francia (más del 90% del PIB) sigue estando “entre las más seguras y con mayor liquidez” de Europa, y añadió que la rebaja de la triple A “anima al Gobierno a poner en marcha con la máxima rapidez las reformas estructurales necesarias”. En realidad, Moody’s ha colocado la nota francesa bajo perspectiva negativa, lo que parece traslucir su desconfianza hacia las reformas emprendidas por el Gabinete socialista.
La nota de la agencia justifica la degradación en tres motivos principales: los “múltiples retos estructurales”, que afectan negativamente a las “perspectivas de crecimiento a largo plazo”, la “pérdida de competitividad sostenida y gradual” del país, y las graves dificultades que pasaría Francia ante “futuros choques en la zona euro (la salida de Grecia).
La agencia Moody`s señala que las previsiones oficiales de crecimiento (0,8% en 2013 y 2% después), son “exageradamente optimistas”. Critica que Francia lleve “décadas” haciendo reformas estructurales “mediocres”, y sugiere que París debe resolver cuanto antes las “rigideces” de su mercado de trabajo. Entre otras presuntas lacras, señala la “importante protección de los contratos fijos”, que hacen los “despidos particularmente difíciles” y funcionan como “freno a la contratación”.
Según los analistas franceses, la rebaja de la nota deja un estrecho margen de error a Hollande y a su equipo. Francia será el principal emisor de deuda pública de Europa en 2013, y las bases para que sea el próximo país en producir “desconfianza” a los especuladores y prestamistas parecen asentarse cada día un poco más. Es decir, para que sufra los próximos ataques a su Prima de Riesgo.
Pese a haber recortado en 30.000 millones el presupuesto general de 2013, la política de austeridad concertada y con estímulos inventada por Hollande sigue sin gustar a “los que mandan” en la economía global.

ESPAÑA:

Noviembre ha resultado, y ya van demasiados en cinco años de crisis, uno de esos meses en los que el mercado laboral da señales muy negativas respecto a su recuperación (a pesar de los disimulados brotes verdes que algunos dan a entender).
La destrucción de empleo se intensificó en noviembre, ya que disminuyó en 205.678 el número de cotizantes en las precarias cuentas de la Seguridad Social. El número de afiliados apenas supera ya los 16,5 millones de personas, el nivel más bajo desde 2003.
La pérdida de puestos de trabajo se asimila a los peores meses de la crisis, amplificada en esta ocasión por la decisión del Gobierno de dejar de cubrir la cotización a la Seguridad Social de las cuidadoras de familiares dependientes, a las que se dio de alta en 2007 en aplicación de la Ley de Dependencia. Según esa disposición, que el Ejecutivo del PP ha dejado sin efecto desde noviembre, Sanidad debía cotizar por las cuidadoras, pero nunca pagó, lo que generó una deuda con la Seguridad Social de algo más de 1.000 millones de euros.
Los recortes presupuestarios se han dejado sentir con especial intensidad en las partidas para aplicar la Ley de Dependencia. Las ayudas a los familiares (un 92% son mujeres) que se hacen cargo del cuidado de los dependientes han caído más de un 15%. Ahora, el Ejecutivo deja de cotizar por ellas, y la escasa cuantía de las ayudas hace casi imposible que asuman el pago a la Seguridad Social. La consecuencia es que el mes pasado hubo 85.233 cuidadoras afiliadas menos.
La realidad, es que más allá del impacto de la decisión del Gobierno, la destrucción de empleo en el conjunto de la economía española no se detiene. Si se excluye el efecto de las bajas de las cuidadoras, en noviembre el retroceso anual de la afiliación habría sido del 3,7%, algo más que en los dos meses precedentes.
El Gobierno incluye ahora a unas 38.000 de esas cuidadoras dadas de baja en la Seguridad Social en las listas del paro registrado, ya que constaban como “demandantes de empleo” en los Servicios de Empleo. En total, el número de parados registrados aumentó en 74.296 personas, hasta alcanzar los 4,9 millones de desempleados, un 11% más que en noviembre de 2011.
Empleo excluye de las listas del paro registrado a personas que atienden cursos de formación, o que tienen una disponibilidad limitada para buscar empleo. Según las estimaciones de la patronal CEOE, eso elevaría la cuenta a los 5,5 millones de desempleados. La EPA (Encuesta de Población Activa del INE) acerca esa cifra a los seis millones de personas. Una cifra realmente grave.
Por otro lado, el informe semestral de los economistas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre España dibuja un panorama desolador, sin más brotes verdes que el ya conocido: las exportaciones.
El análisis del Organismo es un rosario de malos presagios: la recesión se intensificará en 2013,  y el desempleo aumentará hasta el 26,9% en 2013 y solo bajará una décima en 2014, superando de largo por tanto los seis millones de parados. El país pagará además “el peaje del ajuste fiscal, una demanda más débil por parte de sus socios y las difíciles condiciones financieras”. El Gobierno no podrá cumplir sus objetivos de déficit, que solo caerá gradualmente, ya que el PIB disminuirá el 1,4% casi el triple de lo que afirma el Gobierno (-0,5%). Además, la deuda no dejará de aumentar, llegando al 97,6% del PIB en 2014.
La peor parte se la lleva el mercado laboral. Las previsiones de la OCDE apuntan a que el desempleo cerrará 2012 con una tasa de paro del 26,3%, lo que, con la población activa actual, ya supondría superar el listón de los seis millones de parados.
El paro seguirá subiendo el año que viene. Y en 2014 las previsiones del organismo apuntan a una reducción mínima del desempleo, que caería al 26,8% en media anual y al 26,6% al cierre de año.
Según la OCDE podría haber una suave recuperación en 2014, del 0,5% del PIB. Pero existen muchos riesgos: si hay turbulencias en la zona euro subirán los costes de la deuda y de los préstamos bancarios, y eso debilitará el crecimiento de los socios comerciales de España, lo que agravaría la recesión y el déficit. Pero advierte de que tratar de contrarrestar esa situación con nuevos recortes dañaría aún más la actividad a corto plazo y podría llevar a un deterioro en la percepción de España por parte de los mercados financieros.
En el mismo sentido, el Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha señalado que “aún no se perciben mejoras en la actividad y la creación de empleo”.  
En relación al Rescate Bancario, las cuatro entidades rescatadas con 37.000 millones deberán reducir su tamaño un 60%, despedir a miles de empleados y volver al negocio minorista y a sus regiones de origen.
Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y España, han sido las más afectadas por el “burbujón” inmobiliario. Los norteamericanos y los británicos barrieron bajo la alfombra todo lo que pudieron, el huracán se llevó por delante a Irlanda hace dos años, y la crisis, que a cámara lenta se ha convertido en una tremenda bola de nieve, ha acabado zarandeando al sistema financiero español.
A cambio del dinero del rescate (se suma a los recursos públicos españoles ya inyectados), las entidades deberán realizar durísimos planes de reestructuración en los próximos cinco años, miles de despidos, vuelta a la banca minorista, venta de filiales y participadas, prohibición del crédito a promotores, regreso a las regiones de origen. En definitiva, el punto final a muchos sueños de grandeza.
En relación al “misterio” del ajuste de las pensiones, finalmente no se van actualizar de acuerdo al IPC, y por lo tanto pierden poder adquisitivo. Las superiores a 1.000 euros subirán en 2013 un 1% y el resto, un 2%.
En enero pasado, las pensiones subieron un 1%. Pero, según la norma, había que esperar a noviembre para conocer el aumento del los precios y revisar la subida inicial. Frente a la subida del IPC en noviembre de un 2,9%, el Gobierno no pagará la diferencia.
Finalmente, por lo que respecta a la Amnistía Fiscal, su recaudación ha resultado un fracaso.  La amnistía aportará unos 1.200 millones al fisco, menos de la mitad de los 2.500 millones que ya se habían estimado como ingresos en los Presupuestos Generales del Estado.
 Durante seis meses, la amnistía fiscal permitió a los defraudadores regularizar bienes y derechos por los que no habían tributado, siempre que pagaran un 10% de multa sobre los rendimientos no declarados (no sobre los capitales ocultos), un tipo muy inferior al aplicado en la mayoría de impuestos.

El caso, es que las facilidades dadas a los defraudadores no han dado el fruto esperado por el Gobierno. Y ahora Hacienda tiene 1.300 millones de ingresos menos de lo presupuestado para este año, un golpe más a su pretensión de dejar el déficit conjunto de la Administración central y la Seguridad Social en el 4,5% del PIB.
Ransés Pérez Boga, presidente de la organización profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), criticando la medida, señaló que “la alternativa natural, la lucha contra el fraude, obtiene resultados sin menoscabar la confianza de los ciudadanos”. Recordó que la Agencia Tributaria lleva recaudados este año 1.300 millones más de lo previsto (8.600 millones) como consecuencia de la persecución del fraude.
“Se ha demostrado que confiar en los defraudadores es mal negocio”, afirmó. Sobre la recaudación en próximos años por el capital aflorado, el presidente de IHE se mostró escéptico: “Tiene toda la pinta de que será el chocolate del loro, aunque depende de los activos aflorados”. La tributación de los intereses de una cuenta es mucho menor que si, cuando se originó esa renta, hubiese tributado por IRPF o el impuesto de sociedades. Y, en el caso de inmuebles o fondos de inversión, solo habrá una tributación significativa si se enajenan con amplios beneficios en el futuro.

EMPRESAS:

Las empresas afrontan su peor momento desde que comenzó la crisis. Además de la grave recesión a la que se enfrenta la economía española, sufren una tormenta de la deuda pública sin  precedentes en toda la eurozona que les ha cerrado a cal y canto el grifo del crédito. Los datos publicados por el Banco de España son especialmente alarmantes:
Casi el 40% de las compañías no son rentables en este momento, según los datos de la Central de Balances Trimestral del Banco de España correspondientes a los primeros nueve meses del año.
Esto quiere decir, que a la vista de los inversores, como consecuencia de las dificultades de acceder a los mercados financieros, las empresas no están siendo capaces de generar recursos para funcionar en el futuro. Es decir, que con su actividad normal no logran generar beneficios ni para dar dividendos a sus propios accionistas.
Sin embargo, esto no significa que cuatro de cada diez empresas vayan a tener que echar el cerrojo en el corto plazo. Para que se llegue a esta situación las compañías deberán estar en pérdidas operativas durante varios años consecutivos. Para poder salir adelante muchas multinacionales españolas están vendiendo activos con la misión de generar plusvalías.
Por último, quiero desear a los lectores, un año más, unas felices fiestas. En estos tiempos tan duros que nos ha tocado vivir, hay que procurar disfrutar con lo seres queridos todas las ocasiones.
De corazón: ¡muchas felicidades!