miércoles, 7 de diciembre de 2011

SITUACIÓN ECONÓMICA DICIEMBRE 2011: ¿futuro de la eurozona?

Durante la primera etapa de la crisis, las fuertes ayudas gubernamentales dirigidas a estabilizar a los mercados financieros, unidas a otros estímulos, permitieron iniciar cierta recuperación. Sin embargo, el crecimiento del déficit y de la deuda pública socavó el apoyo a nuevos estímulos fiscales.
Los Gobiernos de los países desarrollados, se han decantado del lado de la austeridad fiscal. Sin duda, esta circunstancia, afectará negativamente al crecimiento económico mundial durante este 2011, y el próximo 2012.
En Europa, el excesivo celo en la ortodoxia económica, y la lenta toma de acuerdos que en la práctica, demasiadas veces, tan sólo quedado en su anuncio, podría hacer estallar a la eurozona.

ECONOMÍA GLOBAL:

A primeros de diciembre, los principales bancos centrales a nivel internacional decidieron actuar de forma coordinada para prestar dinero al sistema financiero en la divisa que lo demande. Se trata de intercambios temporales de liquidez entre los bancos centrales a un precio más bajo. El acuerdo, que ya se tomó tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008, estará en vigor hasta el día 1 de febrero de 2013 para aliviar las tensiones en el mercado financiero internacional.
La medida, que evidencia la gravedad de las disfunciones que sufre el sistema financiero, puede ayudar a mitigar las tensiones existentes, y conceder algo más de tiempo a los dirigentes europeos en su búsqueda de soluciones políticas. En realidad, se trata de una medicina de efectos restringidos que de poco servirá si no se toman a corto plazo las medidas precisas en la eurozona.

ESTADOS UNIDOS:

En el pasado mes de noviembre, la tasa de paro estadounidense cayó cuatro décimas, al 8,6%, situándose en el nivel más bajo desde marzo de 2009. Se han creado 120.000 empleos netos en el sector privado.
El foco de la creación de empleo se encuentra en la iniciativa privada, con 140.000 nuevos contratos firmados en el mes, de los que 50.000 empleos netos fueron en el comercio. Sin embrago, en el sector público se han destruido 20.000 empleos.
Teniendo en cuenta el hecho de los empleados que se han visto forzados a trabajar a tiempo parcial, y a las personas que no buscan una ocupación en la coyuntura actual, la tasa de subempleo (aquellos que tienen un trabajo por debajo de sus posibilidades potenciales) en noviembre fue del 15,6% (seis décimas menos que en el mes de octubre).
Por otro lado, los salarios han bajado una décima durante noviembre, lo que unido a la ligera subida de precios habida, ha reducido la capacidad de gasto de las economías domésticas estadounidenses.
El Banco Central de Estados Unidos (la Reserva Federal) estimaba, en sus previsiones de primeros de noviembre, una tasa de paro para este año en torno al 9,2%, y cercana al 8,6% durante 2012 (año electoral en esa economía). Sus previsiones es que se mantenga por encima del 8% hasta 2014. Sin duda, son datos que reflejan una muy débil recuperación económica en la principal economía mundial.
Aunque estos datos parecen reflejar el alejamiento del riesgo de recesión económica en Estados Unidos, la realidad es que a las tasas de crecimiento económico actuales, costará bastante años alcanzar los niveles de empleo necesarios en el mercado de trabajo.
La crisis europea de la deuda soberana, sin duda, puede empeorar la situación en la economía estadounidense si no se resuelve de forma urgente y ordenada. La situación explica las continuas presiones de las autoridades estadounidenses sobre las europeas para que, de una vez por todas, se adopten las necesarias medidas.
Por otro lado, la fiscal general del Estado de Massachusetts, Martha Coakley, cuando se ha cumplido ya un año del estallido del escándalo de los embargos ilegales, ha demandadado a JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo y Ally Financial.
La demanda no es una buena noticia para estos bancos. Sorprendentemente dados los antecedentes, desde hace tiempo están tratando tratan de alcanzar un acuerdo global con los fiscales de los 50 Estados de EE UU para resolver el expediente de los embargos automáticos sin necesidad de pasar por cada uno de sus tribunales. El escándalo, bautizado con el nombre de “robo-signing” es otro más de los posibles abusos de la banca.
La fiscal afirma textualmente en su demanda, “que las prácticas seguidas fueron ilegales y engañosas. Entre ellas está la tramitación de miles de embargos sin cumplir las condiciones exigidas, como consultar al embargado o dar la posibilidad de renegociar la hipoteca.
Martha Coakley ha incluido entre los demandados a Mortgage Electronic Registration System, que es quien permite a los bancos ejecutar los procedimientos de embargo. Está por ver como la denuncia afecta a la negociación global de los bancos con los fiscales anteriormente citada.
La investigación a la banca es una de las causas, junto a la elevada tasa de morosidad, que explica que los plazos para embargar una vivienda se estén alargando en los tribunales de Estados Unidos.

JAPÓN:

La economía japonesa se ha recuperado con rapidez del devastador seísmo que sufrió en el pasado mes de marzo. El PIB (producto interior bruto) avanzó entre julio y septiembre de este año por primera vez desde el terremoto, como consecuencia de la rápida recuperación de la producción industrial y en la mejoría habida en el consumo interno japonés. La tercera economía mundial avanzó un 1,5% respecto al segundo trimestre del año y un 6% en tasa anualizada, según datos preliminares divulgados por el Secretario de Estado de Política Económica, Motohisa Furukawa.
Se trata de la mayor expansión habida, en tasa intertrimestral, desde el primer trimestre del año 2010. Las claves, sin duda, han sido la mejora de las exportaciones (han aumentado por primera vez en los últimos tres trimestres), y la restauración de la cadena de suministros tras el terremoto y posterior tsunami que provocaron la crisis nuclear japonesa.
Igualmente ha jugado a favor, el leve repunte del consumo interno (equivale al 60% del PIB de esa economía). El gasto subió un 1% impulsado por la compra de vehículos, viajes y otras actividades de ocio, tras el frenazo que habían registrado esos capítulos a raíz del episodio nuclear.
No obstante, el Gobierno en boca del Secretario de Estado advirtió de que la recuperación económica de Japón se encuentra afectada por la ralentización mundial, y por la revalorización del Yen que está perjudicando a sus exportaciones. "Debemos estar atentos a los riesgos que persisten", señaló.

UNIÓN EUROPEA:

Según la Oficina Estadística (Eurostat), el PIB de la eurozona creció un 0,2% en el tercer trimestre de este año. La cifra confirma la fuerte desaceleración de la economía europea.
Mientras tanto, continúa el espectáculo en la grave crisis de la eurozona. En el momento de redactar este articulo, la mayoría de opiniones dan un corto plazo (hasta el 9 de diciembre) para arreglar, o por el contrario asistir a la muerte del euro.
En la historia de la vertiginosa y acelerada sucesión de acontecimientos, el pasado lunes 5 de este mes, Merkel y Sarkozy apostaron por un nuevo Tratado aunque no incluyera a todos los Estados actuales. El espectáculo entre besos, sonrisas y gestos de complicidad, del directorio franco-alemán (con el pavoroso silencio de los demás líderes europeos) que manda actualmente a la Unión Europea, informó al mundo desde el palacio del Elíseo de que habían alcanzado un acuerdo para “salvar el euro” y “reforzar y armonizar” la integración fiscal y presupuestaria de Europa.
Sin conocer en este momento los detalles, que París y Berlín enviarán por carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para ser discutidos con los socios europeos en Bruselas el 9 de diciembre, los dos líderes conservadores señalaron que impulsarán “un nuevo tratado europeo” que obligará a los Estados a aprobar en sus textos constitucionales el viejo postulado de la escuela económica clásica o liberal de “la regla de oro” del déficit, y una deuda más severa y que modificaría la forma de Gobierno de la eurozona para llevar los presupuestos nacionales hacia un mayor equilibrio presupuestario.
Francia y Alemania desean que la reforma, que permitiría de forma indirecta al Tribunal de Justicia europeo vigilar y multar a los países que no cumplan los requisitos esté lista para ser ratificada a nivel nacional, nada menos, que en marzo de 2012. Sarkozy informó de que a fin de respetar el calendario electoral francés la eventual aprobación del tratado se hará tras las presidenciales y las legislativas, no antes de julio de 2012.
Aunque París y Berlín no han excluido ampliar el tratado a toda la UE, creen más factible y realista limitarlo a los 17 países de la moneda única: “Preferimos un acuerdo a 27”, señalaron… “pero estamos listos para aprobarlo entre los 17 países del euro dejándolo abierto a todos cuantos quieran unirse”.
Ángela Merkel señaló que las bases del pacto habían sido “consultadas” con el resto de miembros de la UE. Pero en el “reparto de papeles” fue el presidente Sarkozy el encargado de enunciar los seis capítulos que “desean” aprobar las dos potencias del euro.
Su enumeración es la siguiente:
1. Refuerzo de las sanciones para quien no respete el déficit del 3%. Quienes no cumplan las reglas serán “castigados” por el Tribunal de Justicia europeo, salvo que se oponga a ello una mayoría cualificada del 85%.
2. Regla de oro “reforzada y armonizada”. Los Tribunales Constitucionales de cada país deberán vigilar que los presupuestos nacionales se ajusten al tratado.
3. Mensaje a los mercados: el impago de la deuda de Grecia no volverá a suceder jamás.
4. El lanzamiento del Mecanismo de Estabilidad Financiera se adelanta de 2013 a 2012. Las decisiones se tomarán por mayoría calificada del 85%, cuando ahora se toman con el 80%.
5. El consejo de presidentes de Gobierno y jefes de Estado será el gobierno económico de la zona euro. Se reunirá todos los meses mientras dure la crisis, y en su orden del día estarán siempre “la competitividad y el crecimiento”. Se trata de un duro golpe a la Comisión Europea.
6. Confianza en la independencia del Banco Central Europeo, con la abstención de todo comentario sobre su actividad.
Ambos países se mostraron “absolutamente de acuerdo en que los eurobonos no son una solución a la crisis”. “Mutualizar la deuda ahora no tiene sentido”. “Francia y Alemania contribuirían a pagar la deuda de los otros sin poder controlar sus deudas”.
Merkel justificó la opción de un nuevo tratado en dos elementos: “la urgencia de recuperar la confianza en la fiabilidad de la zona euro”, y la “necesidad de hacer modificaciones estructurales y jurídicas sobre la marcha”.
Sin duda, entre las modificaciones, la más novedosa será que la “regla de oro” de cada país podrá ser examinada por el Tribunal de Justicia europeo para verificar que se ajusta al pacto de estabilidad. Sarkozy matizó que el Tribunal de Luxemburgo “no podrá anular ni declarar ilegal un presupuesto nacional, pero sí podrá dar su opinión sobre si la regla de oro incorporada al ordenamiento nacional se ajusta al tratado. Así respetaremos la soberanía nacional y la estabilidad de la moneda”.
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha insinuado que la entidad está dispuesta a asumir un mayor protagonismo para afrontar la crisis en el futuro, si los Gobiernos europeos acuerdan "un nuevo pacto fiscal" que endurezca las reglas que limitan el déficit y la deuda pública.
En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Draghi fue muy explícito al recordar que "el BCE solo puede actuar dentro de los límites del Tratado" y que la compra de bonos soberanos que ha efectuado hasta ahora "no es para subvencionar a Gobiernos", sino "para reparar los canales de transmisión de la política monetaria".
La máxima autoridad monetaria de la UE abogó por un pacto fiscal, que "es el elemento más importante para empezar a restaurar la credibilidad". Y añadió que después "otros elementos pueden seguir", palabras que se interpretaron como la posibilidad de que el BCE intensifique la compra de bonos si los dirigentes europeos acuerdan previamente un nuevo marco fiscal más estricto en la cumbre del 9 de diciembre. De todas formas, Draghi enfatizó “que el programa de compra de bonos es temporal y limitado y no puede ser eterno".
El creciente deterioro (desde principios del 2010) de la zona euro ha puesto de relieve la debilidad de sus bancos. Una muestra de la creciente falta de confianza existente (sin la cual el sistema financiero no puede funcionar), es que los bancos prefieren depositar sus fondos en el BCE a bajísima remuneración que prestarlo a otras entidades con mayores rendimientos pero sin seguridad alguna. Los bancos comerciales de la zona euro han llegado a depositar 304.418 millones en el BCE (la cifra más alta durante este año), mientras que solo pidieron 4.306 millones para operaciones urgentes. El BCE paga por estos depósitos solo el 0,50%, muy debajo del 1,25% del precio oficial. Al mismo tiempo la demanda de liquidez se disparó hasta 265.000 millones de euros, el máximo de los últimos dos años.
Para la articulación del pacto fiscal, Draghi precisó que "no hay que descartar cambios en el Tratado de amplio alcance", pero señaló que "también se pueden concebir procesos más rápidos". Recordó de todas formas que "la acción del banco está permanentemente guiada por el objetivo de la estabilidad de los precios", que implica mantener la inflación cerca pero debajo del 2%. En su opinión, no hay riesgos inflacionistas a la vista lo que abre la posibilidad de que aplique una nueva rebaja del tipo de interés principal hasta el 1% (ya en noviembre lo bajó del 1,5% al 1,25%).
Por su lado, el pleno del Parlamento Europeo (bastante desaparecido en la crisis actual) aprobó una resolución en la que se elogia la "acción decidida y anticipatoria que ha adoptado el BCE a lo largo de la crisis" y se subraya que ante la falta de regulación adecuada se ha "visto obligado a asumir riesgos que no forman parte de sus competencias". Los diputados piden en el texto la creación de un Tesoro Europeo, para aliviar al BCE en su función cuasi fiscal, el establecimiento de un Fondo Monetario Europeo, y el nombramiento de un ministro de Finanzas Europeo, tal como ya había sugerido el anterior presidente del BCE, Jean- Claude Trichet.
Por otra parte, los ministros de Finanzas de los 17 países de la moneda única acordaron recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para reforzar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que debe sostener al euro. El FEEF no resulta suficiente para ese objetivo y su credibilidad está tocada. Nadie se atrevía a evaluar cuál será la capacidad última de fuego del FEEF, que hace un mes los líderes europeos habían fijado en un billón de euros. "Probablemente será menos de un billón de euros", apuntó Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo.
La crisis corre más deprisa que quienes han de atajarla, y los males de la eurozona se agravan por la perspectiva de un FEEF incapacitado para responder a las potenciales exigencias de países en dificultades.
Según Klaus Regling, responsable del FEEF, el objetivo de ese billón simbólico para el Fondo era garantizar un cortafuegos para evitar el contagio que pudieran crear países tensionados como Italia y España, justificando la no fijación de una cifra en el hecho de que "todo es impredecible, las condiciones del mercado cambian sobre la marcha". Esta afirmación revela el fortísimo grado de incertidumbre reinante en la Unión Monetaria.
Hasta Alemania ya ha recibido el primer impacto en su Deuda Pública por la crisis del euro. La baja demanda registrada en una subasta de bonos a diez años motivó que no logrará vender a los inversores los 6.000 millones que se había señalado como objetivo (sólo colocó 3.644 millones). Se trata del mayor porcentaje de bonos no vendido desde 1.995. Su rentabilidad escaló en el mercado secundario hasta el 2,15% (la mayor subida en un día en la era del euro).
En un afán de dar una visión distinta a la que estamos realizando, nos referiremos a las declaraciones de Jacques Attali, viejo consejero económico y político de François Mitterrand, que ha lanzado la siguiente afirmación: “Alemania y Francia organizaron cuatro veces en el último siglo el suicidio de Europa (en 1914, 1919, 1933 y 1936) y la redujeron a escombros. Hoy ha llegado el momento en que Alemania tiene otra vez en su mano el arma del suicidio colectivo del continente más avanzado del mundo. El caos está muy cerca, ya que el euro podría desaparecer antes de Navidad si el eje Berlín-París no deja de pensar en sus elecciones nacionales”.
El viejo político francés propone que el BCE compre deuda soberana sin límite, que se apruebe un nuevo plan en contra del déficit adaptado a la recesión para poder domar la deuda, y enseguida un proyecto federal para la zona euro con un presidente, un Parlamento, eurobonos y un férreo control de las cuentas de cada uno.
Afirma Attali que la deuda pública de Alemania supera el 82% de su PIB (más o menos como la de Francia); los 10 bancos públicos alemanes están cerca de la ruina (más o menos como los franceses); las importaciones energéticas alemanas se apoyan en un 37% en el gas ruso (y siguen aumentando); y su demografía catastrófica (un 44% de su población serán mayores de 65 en 2060) hará difícil pagar sus deudas a largo plazo.
En otro orden, la agencia Standard & Poor's anunció que se plantea rebajar la calificación de prácticamente toda la eurozona. La degradación afectaría incluso al hasta ahora intocable club de la triple A (la máxima nota crediticia) grupo encabezado por Alemania y en el que también están Francia, Holanda, Austria, Finlandia y Luxemburgo. La "previsión negativa" supone que hay un 50% de posibilidades de que se le rebaje la nota en un plazo máximo de 90 días.
S&P, que justifica su decisión por el agravamiento de la crisis y las tensiones en la unión monetaria, menciona cinco factores de preocupación: el endurecimiento de las condiciones de crédito en la eurozona; los mayores riesgos en la deuda soberana de algunos países, incluidos algunos con la triple A; los desacuerdos continuos entre los líderes sobre cómo restablecer la confianza; los elevados niveles de endeudamiento, tanto público como privado; y el creciente peligro de recesión del conjunto de la eurozona en 2012.
Los mercados han venido especulado últimamente con una rebaja de la calificación de Francia, pero pocos esperaban que la máxima calificación de Alemania se pusiese en duda. S&P dice estar preocupado por "el impacto potencial (...) de la profundización de los problemas políticos, financieros y monetarios de la unión económica y monetaria europea".
Tras conocerse la noticia, París y Berlín emitieron un comunicado conjunto en el que afirman "tomar nota" de la amenaza y confirman su "voluntad de tomar las decisiones necesarias para asegurar la estabilidad de la zona euro".

ESPAÑA:

Tras el profundo cambio en el panorama político habido el pasado 20 de noviembre, el nuevo Ejecutivo va a disponer de una sobrada mayoría política en un momento tremendamente difícil y complicado.
Y es que la economía española aparece acosada desde todos los frentes: extremada escasez de crédito, austeridad presupuestaria obligada por los compromisos con la Comisión Europea, un mercado inmobiliario hundido y una desconfianza enfermiza de los mercados hacia la solvencia española que ha llegado a situar a la deuda al borde mismo del impago. Las recetas tradicionales no sirven: los ajustes estatales y autonómicos destruyen empleo, mientras que las políticas de estímulo de la demanda, probablemente correctas para aumentar el consumo y la inversión, no pueden aplicarse porque las restricciones fiscales son prioritarias. El endeudamiento está severamente restringido (salvo la refinanciación) y su coste, en todo caso, resulta prohibitivo; el margen de maniobra presupuestario no existe y tampoco es posible actuar desde la política monetaria, puesto que los tipos de interés (que marca el BCE) ya son reducidos; aunque todavía pueden bajar, su efecto sobre la economía real es escaso. Sin crédito y sin demanda no hay recuperación, y ambas vías están cegadas por la crisis financiera, la contracción fiscal y el desempleo.
La próxima legislatura se inicia en condiciones económicas muy adversas y complejas, mucho más de las que había cuando se inició aquella de 1996 tras la crisis de 1992-93. Aquella crisis fue más suave y mucho más corta. La recuperación se inició a finales de 1993, y durante 1994 y 1995, el PIB creció a tasas del orden del 2,5%, impulsado por las devaluaciones de la peseta, pero también por la recuperación de la demanda interna, incluida la construcción. Con ello empezó a crearse empleo, y la tasa de paro, que llegó a estar en las cotas actuales, aunque partiendo de un nivel inicial bastante superior al del inicio de la crisis actual, empezó a bajar ya en la segunda mitad de 1994.
El déficit fiscal estaba en 1995 en torno al 7% del PIB (en realidad, menos, porque se hizo una limpieza de todo lo pendiente, atribuyendo a ese año gastos de años anteriores) y hubo que reducirlo al 3% en tres años. En el presente año 2011 quedará por encima del 7% y habrá que reducirlo al 3% en dos años.
Con todo ello, lo más difícil surge del hecho de que entonces la economía crecía (ahora puede estar estancada o en recesión), los tipos de interés bajaban, las entidades de crédito no tenían problemas importantes (con alguna excepción significativa) y el sector privado disponía de financiación. Una coyuntura extremadamente diferente de la actual.
La realidad, es que la OCDE prevé que el crecimiento económico en España alcanzará el 0,7% del PIB en 2011 y se reducirá a sólo el 0,3% en 2012, año en el que el desempleo puede subir hasta el 23%, disminuyendo muy lentamente a partir de 2013.
Esa evolución deriva en parte de la reducción del empleo público en todos los niveles de la administración para cumplir los objetivos de déficit público, que la OCDE asume que se tienen que cumplir: un 4,4% del PIB en 2012 y un 3% en 2013.
La OCDE, en su informe semestral de perspectivas, dejó su previsión de aumento del Producto Interior Bruto (PIB) español para 2011 dos décimas por debajo de lo había anticipado en mayo y una menos de lo que espera el Gobierno (0,8%, tras reconocer que era imposible el objetivo del 1,3%).
Detrás de estas cifras se encuentra la constatación de que la economía española se paró en el tercer trimestre, y que la actividad se puede estar reduciendo en el cuarto, en un contexto en que el incremento de la prima de riesgo que se paga por la deuda pública está trasladándose al sector privado con el deterioro resultante en sus condiciones de financiación.
La continuada bajada de los precios de la vivienda está afectando a las cuentas de los bancos, particularmente expuestos al negocio inmobiliario y las perspectivas de exportación de las empresas han empeorado ante la ralentización global, en particular en la zona euro.
Especialmente grave es el deterioro del mercado laboral español, que está suponiendo una amenaza al superávit de la Seguridad Social. El Gobierno en funciones señaló la posibilidad de que el sistema público pueda incurrir en déficit por primera vez desde 1998, pese a que las previsiones le otorgaban un superávit del 0,4% del PIB en 2011.
Y es que la fuerte destrucción de empleo del pasado noviembre (la segunda más abultada en un mes de noviembre desde la crisis), representa la cara más amarga del deterioro laboral experimentado el mes pasado. Y ese volumen de puestos que se siguen eliminando es lo que ha descuadrado las previsiones del sistema. Porque los gastos se ajustan a lo previsto, pero en los ingresos (provenientes principalmente de las cotizaciones de los empleados) se mantiene la incógnita.
No obstante, con los criterios europeos, la Seguridad Social ya incurrió en déficit el año pasado porque la contabilidad nacional obliga a imputar al sistema público las cuentas del desempleo. Y ese déficit que generaron ya no pudo ser neutralizado por el raquítico superávit en el sistema de pensiones. Con los nuevos retrocesos en el empleo, la amenaza de déficit es este año mayor.
Además, todos los indicadores invitan al desánimo. El registro de parados contabilizó 59.536 personas más, el nivel de cobertura del desempleo descendió hasta el nivel más bajo de la crisis (67,7% de los parados con experiencia laboral) y la contratación indefinida ha caído casi una cuarta parte en el último año.
Está claro que la desconfianza capea a sus anchas: el comercio minorista ya encadena 16 meses con caídas en las ventas (lleva acumulada una caída del 7%). Se espera que el aumento de las ventas navideñas logre salvar a duras penas el ejercicio.
En contraste, el sector del lujo en España cerrará 2011 con unas ventas de 4.500 millones de euros (un 25% más que en 2010). Se trata de un fuerte repunte que contrasta con el descenso generalizado del consumo por la crisis.
Para seguir creciendo, el sector reclama al nuevo Gobierno que apoye su promoción en el exterior, ya que si las empresas elevan sus ventas y generan más beneficios podrán crear más puestos de trabajo en el país y ayudar así a reactivar el consumo. "España es exportadora de lujo. Realmente, los grandes consumidores del lujo español son los turistas", según la presidenta ejecutiva de la Asociación Española del Lujo (Luxury Spain), Cristina Martín, quien auguró que en 2012 el sector se mantendrá al alza a pesar de la crisis.
En su opinión, también ayuda el hecho de que, cada vez más, los usuarios ven el lujo como una "inversión", en el sentido de que prefieren comprar un único producto de calidad y duradero antes que tres que sólo duren una temporada.
Explicó que los productos españoles que más tiran del mercado están relacionados con la gastronomía, la belleza, la hostelería y, poco a poco, la moda y los complementos. Para la campaña de Navidad, en la que el sector de la distribución se juega gran parte de su negocio, Martín señaló que será "muy positiva", dado que los turistas "están comprando muchísimo y porque es una época en la que el lujo vende".
Finalmente, señalar que las cuentas autonómicas para 2012 hunden la inversión en obra pública. Las comunidades han preparado unos presupuestos que congelan el gasto social y reducen en torno al 14% el dinero para crear infraestructuras. Con esta agonía de la inversión pública, que supone 1.700 millones de euros menos de negocio, sufre un nuevo retroceso uno de los principales motores de la creación de empleo. Este es el camino emprendido por 10 comunidades -el resto todavía no ha presentado los presupuestos- para el próximo ejercicio en un escenario de gravísima crisis económica.
Muy pocos Gobiernos autónomos se atreven a subir impuestos para mejorar los ingresos. Tan solo Andalucía y Aragón han anunciado un aumento fiscal. Cataluña piensa en otras fórmulas que también repercutirán en el bolsillo de los contribuyentes: desde un aumento, muy por encima de la inflación prevista, del coste del agua, los transportes o las tasas universitarias, hasta el cobro de una cantidad por receta cada vez que los ciudadanos acudan a la sanidad pública.

MERCADOS:

La cesión de soberanía para fijar una política económica común. Los préstamos del FMI a Italia y la posibilidad de un acuerdo europeo, motivó que las Bolsas se dispararan con subidas superiores al 4% y las primas de riesgo de los países con más problemas se relajaron. Estos diferenciales están aún en niveles altísimos, pero a tenor de lo visto, se alejan de los escenarios más catastróficos que hace unos días parecían prácticamente inevitables.
La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, se situó por debajo de los 300 puntos básicos, lo que no ocurría desde el pasado 13 de octubre.
Tras alcanzar el 17 de noviembre su cota más alta desde la creación del euro, 499 puntos básicos, el riesgo país de España comenzó entonces una moderada tendencia bajista que le ha llevado a perder en menos de tres semanas 200 puntos básicos. Otros países del entorno monetario han también estrecharon sus diferenciales con el bono alemán. La prima de riesgo de Italia cayó hasta 390 puntos básicos desde los 461 de la apertura; la de Francia alcanzó los 100 puntos básicos frente a los 114 precedentes, y la de Bélgica se redujo a 224 desde los 252 anteriores.
Lo cierto es que, tras la amenaza de Standard & Poor's de que revisará la nota a los países de la eurozona, los mercados no saben con qué carta quedarse, si con el anterior, o con el acuerdo entre Alemania y Francia para tratar de salvar el euro.
Respecto al mercado inmobiliario, hay que señalar que las grandes inmobiliarias están ya vendiendo pisaos por debajo de su coste. Hasta septiembre han perdido 80 millones de euros en el negocio residencial al no cubrir sus gastos, a lo que hay que añadir que afrontan una deuda de 22.550 millones de euros.

EMPRESAS:

La CEOE ya ha concretado su propuesta de traslado de los días festivos a lunes. Se la ha enviado a los sindicatos. La verdad es que sorprende bastante:
El día de los Reyes Magos se celebraría en lunes, fuera el 6 de enero o no. El Primero de Mayo, la fiesta del Trabajo, se celebraría el primer lunes de mayo. El jueves santo en lunes... Y así en 10 de los 14 festivos que hay en el calendario.
Así que para acabar con esta costumbre, el pasado 25 de noviembre envió a UGT y CC OO un documento de 15 páginas con su propuesta, el plan va acompañado de un anexo de cuatro páginas en el que analiza el contexto europeo para argumentar más su demanda.
La propuesta de CEOE solo deja intactos cuatro días: el 1 de enero, Viernes Santo, el día de la Fiesta Nacional (12 de Octubre) y Navidad. El resto de festivos, fueran de ámbito estatal, autonómico o local se tendrían que celebrar necesariamente en lunes.
Los sindicatos están dispuestos a negociar el cambio: "estamos dispuestos a hablar de todo", pero recuerdan que no basta la negociación tripartita habitual (sindicatos, patronales y Administración), ya que habría que añadir a un cuarto actor: la Iglesia. El concordato firmado en 1979 da voz y voto a la Iglesia católica a la hora de determinar cuándo se celebran los días festivos religiosos.
En fin, sin quitar importancia a la propuesta –es preciso incrementar la productividad- no parece esta una necesidad acuciante dentro de “la que está cayendo”.