martes, 11 de mayo de 2010

LA TIRANIA DE LOS MERCADOS FINANCIEROS. ¿UN PELIGRO REAL?

El objetivo fundamental asignado a la actividad económica es la satisfacción de las necesidades humanas. Sin embargo, desde hace bastantes años, ha adquirido demasiada supremacía la economía financiera. Parece como si lo único importante fuese la potenciación de una serie de operaciones de ingeniería financiera, muchas de ellas completamente virtuales y con cierto componente piramidal.
Todo ello ha ido en detrimento y descuido de la economía real: de la que vivimos todos a diario, la de los bienes y servicios que si integran las necesidades humanas.
Ha influido de manera determinante la llamada Globalización. Que no es otra cosa que Globalización Financiera. Basta observar que se mueven diariamente capitales a corto plazo (dinero) equivalentes a tres veces el PIB español de un año. Estos movimientos especulativos se producen (sin ningún movimiento físico, ya que son meras anotaciones contables compensadas entre los bancos) en lo que dura una mera transmisión informática entre los bancos de todo el mundo.
Sobre estos movimientos no existe ningún control, y son la causa de los tremendos problemas que han estado aquejando a la región del euro, y en particular a las economías mediterráneas con mayores problemas económicos.
Suponen un grave peligro para las decisiones soberanas de cada Estado, o incluso de un conjunto de Estados, como se está poniendo de manifiesto en la grave crisis de la eurozona. El riesgo sistémico (contagio y pánico en los sistemas financieros) ha llegado a aparecer de nuevo estos días.
La especulación reinante, que no es otra cosa que la manifestación clara y directa de la globalización financiera, puede acabar hundiendo a la propia democracia, sino formalmente, si de facto en las decisiones económicas más relevantes que ha de adoptar cada Gobierno.
Se da un agravante: todo ese montaje financiero de especulación y avaricia que nos ha conducido a la mayor recesión vivida hasta ahora es el que, en estos momentos, está provocando incrementos en las primas de riesgo y, en consecuencia, en los tipos de interés de la Deuda soberana de cada país. De forma que por esa vía si antes ganaron, ahora continuaran ganando más.
Para más “inri”, hay que recordar que la especulación no genera valor ni riqueza alguna, es una mera transferencia o redistribución de valor de unos a otros. Como todo se trata de un juego de “suma cero”. Es decir, que lo que ganan unos pocos en la situación y problemas que estamos padeciendo, sale del sacrificio y sufrimiento de la gran mayoría de las poblaciones que lo padecen.
El acuerdo del Consejo de la Unión Europea de crear el mecanismo de rescate para asegurar el blindaje y la estabilidad del euro va en la buena línea. Aunque se haya retrasado tanto en su adopción y, sobre todo, haya sido fruto de la improvisación. Sin duda, alguna parte hay que anotarla en el debe de la canciller alemana Ángela Merkel.
No obstante, los problemas no están resueltos. Al día siguiente, la Bolsa está corrigiendo de forma importante hacia abajo, y de nuevo el euro se está depreciando.
Los episodios vividos son una clara evidencia de la urgencia en adoptar verdaderos mecanismos de control a los movimientos financieros que devuelvan el poder a los representantes democráticos de los ciudadanos. En caso contrario, la tiranía de los llamados “mercados”, es decir de los mercados del dinero y capitales en sus diversas formas, pueden anular cualquier decisión que se aparte de lo que ellos juzguen como más conveniente para sus negocios e intereses.
El peligro de la total supremacía de lo financiero sobre la economía real, que algunos venimos temiendo desde hace bastante tiempo, cada día se pone de manifiesto de una forma más dramática. Se trata de un problema muy serio, sobre el que apenas existe debate. Veremos si existe punto de inflexión: me temo que no.

LA COMPLEJIDAD DE LA DE SITUACIÓN ECONÓMICA A MAYO DE 2010

El FMI constata que la recuperación a escala mundial está siendo algo más fuerte de lo previsto, aunque se está produciendo a ritmos muy distintos. Los países emergentes y en desarrollo están registrando un comportamiento mucho mejor que el de las economías avanzadas y, dentro de éstas, Estados Unidos adelanta a Europa y a Japón. En los mensajes del FMI sobre política económica, se nota un cambio importante: la institución, gran impulsora hasta ahora de políticas fiscales expansivas, toma nota de los riesgos que han surgido asociados a los enormes déficit públicos, que "pueden socavar los avances en la estabilidad financiera y ampliar la crisis". Por ello, es partidaria de que se mantengan los estímulos fiscales programados para 2010, pero con la excepción de aquellas economías que ya necesitan comenzar el proceso de consolidación fiscal.

ECONOMÍA GLOBAL:

Según el FMI, el crecimiento mundial avanzará a una velocidad de crucero superior al 4% este año y el próximo, por lo que la institución despide, de esta forma, a la peor crisis desde la II Guerra Mundial.
Sin embargo, apunta un buen número de riesgos al acecho: el principal, el vinculado al incremento de la deuda pública en los países ricos. A corto plazo, el gran temor es que Grecia acabe prendiendo la mecha del contagio de una crisis fiscal, básicamente a los países de la periferia de Europa, con España como víctima potencial. Aunque hay también otros miedos: el margen de maniobra de la política fiscal y la monetaria está casi agotado, y el sector financiero sigue expuesto a los efectos de la explosión de la burbuja inmobiliaria en EE UU y en varios países europeos.
Europa es, tal vez, la gran perdedora de esta recesión. Pese a que la crisis se forjó y tuvo su epicentro en EE UU, la economía norteamericana saldrá más deprisa. La razón según el FMI es que "la inversión y la actividad económica en Europa se basan en el crédito bancario, añadiendo la institución que se encuentra seco”. Además, Europa se enfrenta a ajustes internos importantes como el de Grecia. Aun así, el FMI no ve "riesgos de crisis fiscal importantes para la eurozona, pero Europa enfrenta una digestión complicada, con un crecimiento débil en Francia y Alemania, y problemas fiscales en Portugal y Grecia”. Entre uno y otro grupo, España (déficit elevado, deuda pública baja) e Italia (enorme deuda y exiguo déficit).
Europa ha de "solucionar esos problemas fiscales, lo que conlleva una contracción de la demanda interna, e impulsar el sector exterior para compensar esa caída". Así aparece en el informe de Perspectivas Económicas Mundiales del FMI, un extenso trabajo relativo a la economía mundial en los próximos meses.
España será el único gran país rico que seguirá en recesión este año, con un retroceso del 0,4%, dos décimas mejor que en el anterior informe del Fondo y en línea con las previsiones del Gobierno.
Sin embargo, esos datos tienen otra lectura. España es uno de los pocos países que siguen en rojo en todo el mundo: aquellos en los que la recuperación será anémica en 2010 y en 2011. Según el FMI, el crecimiento en 2011 será de apenas el 0,9%, a todas luces insuficiente para dejar atrás la fuerte crisis del empleo, incluso para despejar las dudas de los inversores por el potencial contagio de la crisis fiscal en el Sur de Europa. Sólo Grecia, Venezuela, Haití, Letonia, Islandia e Irlanda, con problemas profundos y de lo más variado, están peor que España. Portugal y Lituania aparecen también en el furgón de cola, pero en una situación algo mejor que la de España.
La institución prevé un paro del 19,4% en España este año, algo por encima del actual, y del 18,7% para 2011, apenas tres décimas por encima de lo que espera el Gobierno. Considera, además, que España es uno de los tres países con mayor riesgo de deflación, junto a Japón e Irlanda.
La economía española, según el FMI, muestra una acumulación de desequilibrios que acabarán en un ajuste doloroso: alto déficit público; elevado déficit comercial; incapacidad para usar el tipo de cambio para recuperar competitividad; riesgos de contagio de la crisis fiscal griega; un elevado desempleo capaz de hacer mella en la confianza, y problemas sin resolver en el sistema financiero. Según la institución, "la respuesta del Gobierno español para hacer frente a la crisis fue la correcta, pero ahora debe reducir el déficit público: las medidas previstas para 2010 son adecuadas, pero el mayor desafío es contar con un plan fiscal creíble a medio plazo. Eso debe traducirse en un recorte del gasto público no productivo”. El economista jefe del FMI, al presentar el informe, añadió que "hay que conseguir un código fiscal igual para todos los ciudadanos". Sin embargo, no dio más pistas en ese objetivo…

ESTADOS UNIDOS:

El PIB estadounidense ha crecido un 3,2% en tasa anualizada (un 0,8% intertrimestral) en el primer trimestre de este año, gracias al aumento del consumo de las familias.
No obstante, la reactivación del consumo, que ha subido un 3,6%, más del doble que a finales del pasado año y su mejor dato en tres años, invita a pensar que el crecimiento, aunque no sea tan fuerte en términos cuantitativos, está siendo más equilibrado y sólido. En el cuarto trimestre de 2009, el gasto de las familias estadounidenses (equivale al 70% del PIB del país) sólo aumentó un 1,6%.
En cualquier caso, según destacan la mayoría de los analistas, el actual ritmo de crecimiento de la primera potencia mundial sigue siendo insuficiente para recuperar el terreno perdido por la peor recesión que ha sufrido el país desde la Gran Depresión de 1930. Estados Unidos ha tenido una pérdida neta de más de ocho millones de puestos de trabajo, con lo que ha visto repuntar su tasa de paro hasta el 9,7% (el mayor nivel desde principios de los ochenta).
El consumo ha aportado 2,6 puntos al PIB. La tasa de ahorro, entre tanto, bajó del 3,9% al 3,1%. Respecto a la inversión empresarial, subió un 4,1%, ligeramente menos que el 5,3% del cuarto trimestre de 2009. Su contribución al conjunto de la economía fue de 1,7 puntos.
Aún así, el presidente Barack Obama, ha declarado “que aunque EE UU está en mejor situación que hace un año, queda mucho por restaurar. La vivienda sigue siendo su talón de Aquiles. La actividad en la construcción se contrajo 10,8 puntos, por las nevadas y el fin de incentivos públicos a la compra de la primera vivienda. A no ser que los ingresos de las familias y el empleo mejoren de forma destacada, el consumo seguirá siendo débil".
La mayoría de economistas, en todo caso, cree que la recesión quedó atrás a mediados de 2009. La Reserva Federal ha dejado los tipos intactos en la banda del 0% al 0,25%. El análisis del Banco Central estadounidense es cada vez más optimista, pero con el fuerte nivel de paro existente, y un mercado de la vivienda tan débil, ha optado por mantener las tasas de en ese nivel tan bajo, durante más tiempo.
La contracción económica está superada en Estados Unidos, pero tampoco la Oficina Nacional de Estudios Económicos ha querido adelantar acontecimientos certificando, oficialmente, el final de la recesión. Por esta razón, a través de un escueto comunicado, el organismo ha señalado como "prematuro" enterrar el ciclo anterior y poner fecha a una nueva etapa.
El tema transcendental en estos momentos es la reforma del sistema financiero. El presidente Obama ha invitado a los principales responsables de Wall Street a sumarse, por necesidad, por interés y por patriotismo, a la mayor regulación de los mercados financieros que se produce en Estados Unidos en 70 años. El presidente advirtió que las reformas resultan imprescindibles para evitar la repetición de catástrofes como la que hace dos años sacudió al mundo entero.
Obama ha señalado a los principales ejecutivos de los bancos y entidades de crédito, seguros e inversión: "quiero apremiarles a que se sumen a nosotros en lugar de luchar contra nosotros. Estas reformas representarán a la larga, no sólo un beneficio para nuestro país, sino un beneficio para nuestro sector financiero".
Añadiendo que "los únicos que deben tener miedo al control y la transparencia son aquellos cuya conducta no admite el escrutinio. A menos que su modelo de negocio sea estafar a la gente, no hay nada que temer de estas nuevas normas".
Reconociendo la importancia del sector financiero estadounidense, señaló que "el libre mercado no es una carta blanca para hacer lo que a cada uno le dé la gana, como ocurrió muy a menudo en los años que nos llevaron a la crisis. Algunos en Wall Street, se olvidaron de que detrás de cada dólar con el que ellos comercian, hay una familia que intenta comprar una casa, pagar una educación, abrir un negocio o ahorrar para la jubilación".
El presidente admitió que también el sistema político es responsable de los comportamientos de Wall Street, en la medida en que toleró y hasta se aprovechó de su actividad, por lo que urgió al Congreso a aprobar cuanto antes esta reforma como "pilar fundamental" de una nueva economía y de una sociedad más justa y más responsable.
Aunque a los demócratas les falta un voto para asegurarse la victoria, en estos momentos hay en marcha negociaciones que hacen pensar que algunos republicanos están inclinados a respaldar la iniciativa. A diferencia de lo que ocurrió con la reforma sanitaria, la opinión pública americana empuja a favor de esta regulación.
Para ello, la ley que se negocia en el Congreso permitirá al Gobierno, a la Reserva Federal y a las agencias reguladoras intervenir prácticamente en todas las actividades de Wall Street, decidir sobre el tamaño de los bancos e imponer límites a sus movimientos.
Se creará un nuevo órgano para la protección de los consumidores de los productos financieros y un mecanismo -quizá un fondo de 50.000 millones de dólares, unos 36.660 millones de euros, aunque esto es aún motivo de debate- para cubrir con dinero de Wall Street las quiebras del sector.
Los detractores de la iniciativa consideran que se trata de una invasión por parte del Estado que expulsará a los inversores y relegará a los mercados financieros de Estados Unidos a una posición secundaria en el mundo.
"Estas reformas están diseñadas", respondió Obama, "para respetar la actividad legítima, pero prevenir los riesgos desmedidos. Estos cambios tendrán el beneficio añadido de que crean incentivos para que la industria se asegure de que ninguna compañía pueda amenazar con hundir la economía entera".

CHINA:

La economía china sigue “sacando pecho” en la crisis mundial, ya que su PIB ha crecido, nada menos, que un 11,9% en el primer trimestre del año, tras haberlo hecho un 10,7% en el último de 2009. La información ha sido publicada por su Oficina Nacional de Estadísticas. Se trata del mayor ritmo de aumento en casi tres años. Una vez más, los analistas hablan de los riesgos de sobrecalentamiento en China (cuya economía se prevé sobrepase a Japón como segunda del mundo en 2010) pero, sin embargo, su inflación se mantiene en niveles bajos.
La subida de su PIB, en parte, se explica por su comparación con la situación más débil que se vivía en el primer trimestre de 2009, así como por los favorables efectos de los planes de estímulo que el Gobierno ha realizado para hacer frente a la crisis global. La inversión contribuyó 6,9 puntos porcentuales al crecimiento de la economía, y el consumo aportó 6,2 puntos, mientras que las exportaciones netas dedujeron 1,2 puntos, ya que, si bien las ventas en el exterior crecieron, las importaciones subieron a mayor ritmo. Las inversiones urbanas en activos fijos aumentaron un 26,4% en el trimestre.
No obstante, el portavoz del departamento estadístico, Li Xiaochao, ha advertido que "la situación económica actual es todavía extremadamente compleja, y que aún hay muchos problemas por delante en el proceso de recuperación, por lo que el Gobierno mantendrá las políticas de estímulo. Aunque, más flexibles y redireccionadas, según la situación".
El problema sigue siendo el control de los precios, de ahí el debate acerca del momento más adecuado para subir los tipos de interés (fueron recortados en 2008 para luchar contra la crisis). Desde hace tiempo, China persigue lograr el difícil equilibrio entre, por un lado, una economía que crezca sin cesar para dar trabajo a la población y continuar el proceso de desarrollo, y, por otro, evitar que se disparen los precios.
Para enfriar el mercado inmobiliario, Pekín ha anunciado que exigirá una entrada mayor para la compra de vivienda, y estudiará nuevos impuestos sobre la venta de propiedades.
Algunos economistas tienen esperanzas, respecto a que Pekín decida, de una vez, apreciar su moneda -el yuan o renminbi- a la que, reiteradamente, se acusa de permanecer, por voluntad de las autoridades, infravalorada en claro beneficio de sus exportaciones.
De producirse la apreciación de la moneda china, es seguro que fuese extremadamente suave y gradual.

UNIÓN EUROPEA:

Una sensación parecida a la que se experimentó a la de la histórica quiebra de Lehman Brothers, recorre la medula de la eurozona, que embestida por la crisis griega, constituye en realidad una auténtica crisis europea.
La crisis de la eurozona ganó dramatismo con las rebajas de la calificación de solvencia de Standard & Poor's para Grecia y Portugal. A los títulos de Deuda Pública griega los ha metido en el nivel de bono basura, por lo que las ventas masivas de bonos griegos por el miedo de los inversores al impago, la escalada del riesgo país en Grecia y Portugal, evidencian una situación plagada de incertidumbres.
Las resistencias de Alemania a poner en marcha de inmediato la ayuda a Grecia, tratando de retrasar las medidas hasta el 10 de mayo (justo después de las elecciones regionales del 9 de mayo de Renania-Westfalia.
¡En todas partes "cuecen habas"!...lo primero son las elecciones y mantener el sillón, lo demás es secundario…), unida a la lentitud institucional de la zona euro y en menor medida del FMI, ponen de manifiesto el divorcio entre unos mercados en máxima tensión y una respuesta política lenta, y del todo insuficiente para calmarlos. Los inversores tocaron a rebato en una suerte de pánico propiciado por un cóctel de malas noticias.
Esa lentitud en la respuesta política y sobre todo las rebajas en la calificación crediticia de S&P provocaron un incendio en los mercados de deuda, que se propagó a los de divisas -el euro cayó hasta los 1,31 dólares, el valor mínimo en un año- y a las Bolsas europeas. Los parqués de Atenas, Lisboa, Madrid y Dublín se dejaron entre el 4% y el 6%.
Grecia ha sufrido una imparable oleada de pésimas noticias. La deuda a dos años llegó a pagar intereses del 18% y los tipos del bono a 10 años rozaron el 10% (tras la rebaja citada de la nota de S&P hasta BB+, tres escalones de golpe, por debajo del nivel de inversión y al nivel de bono basura). Eso, en pocas palabras, significa que la agencia ve probable una suspensión de pagos en Grecia.
Todo ello, complica aún más la situación: los grandes fondos -de inversión y de pensiones, que mueven miles de millones- suelen tener prohibido invertir en países con el nivel de bono basura, y grandes y pequeños inversores huyen de un país con las cuentas públicas y, sobre todo, la credibilidad muy tocadas por los problemas de los últimos meses. Además, esa rebaja puede castigar aún más la situación del sistema financiero: en las inyecciones de liquidez, imprescindibles para una banca que está sufriendo una rápida fuga de depósitos.
Las noticias empiezan a ser igualmente preocupantes en Portugal, con lo que la crisis de la deuda pública europea entró en una segunda fase, con un riesgo de contagio mucho mayor. S&P bajó también dos escalones la nota de solvencia portuguesa, hasta A- , lo que provocó un fortísimo repunte de los tipos de interés de sus bonos. Los inversores se refugiaron en la deuda alemana (la más segura, a la que se recurre en este tipo de episodios de tensión) y eso provocó problemas adicionales en Irlanda y, en menor medida, en Italia y España.
Por fin, a comienzos de este mes de mayo, los ministros de Finanzas de los 16 países que comparten el euro, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), acordaron activar un programa de rescate financiero de Grecia que aportará a Atenas 110.000 millones de euros en tres años, de los que 80.000 millones procederán de los países de la eurozona. En este primer año de aplicación del plan, Grecia podrá recibir hasta 30.000 millones de sus socios. España contribuirá al conjunto con 9.792 millones, de los que 3.672 serán liberados en 2010. Los desembolsos empezarán a hacer efectivos antes del 19 de mayo, cuando Grecia deberá hacer frente a sus primeras obligaciones de pagos.
Después de casi tres meses de dar largas al plan de ayuda (con la Alemania de Angela Merkel en la vanguardia de la resistencia) ha sido precisamente la urgencia de calendario y la constatación por los ministros, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo de que "el acceso de Grecia a los mercados no es suficiente, y que proporcionarle préstamos garantiza la estabilidad de la zona euro en su conjunto", ha llevado en una reunión de urgencia en Bruselas, a la unánime decisión de poner marcha el mecanismo de apoyo al Gobierno heleno mediante créditos bilaterales que administrará la Comisión europea.
Finalmente, se ha producido un histórico blindaje del euro acordado en la madrugada del lunes 10 de mayo. Se trata, quizá, de la decisión histórica más importante desde la creación del euro. Se ha puesto en marcha un mecanismo de asistencia financiera de la Unión para ayudar a los países de la zona euro con dificultades para pagar su deuda pública, operación contará con una participación activa del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en total permitirá la movilización de unos 720.000 millones de euros entre préstamos y avales. El acuerdo es mucho más complejo que el pactado excepcionalmente para Grecia la semana pasada, por el que se concedió a este país un total del 110.000 millones de euros.
La decisión consta de un mecanismo que permitirá facilitar ayudas por valor de 60.000 millones de euros. Mecanismo que estará sujeto a la coordinación por parte del FMI. Además, los Estados ofrecerán garantías o avales por valor de 440.000 millones, a los que se sumará una participación de 250.000 millones por parte del FMI.
La suma total de recursos disponibles para ayudar a los Estados que sufran problemas en la colocación de Deuda Pública –bien para conseguir su colocación, o a un tipo de interés muy elevado por las primas de riesgo- ascenderá a 720.000 millones de euros.
Por otro lado, España y Portugal se han comprometido a una mayor reducción de sus déficits públicos:,1,5 puntos del PIB entre 2010 y 2011 en el caso de España y de un punto en el caso de Portugal para este año.
Lamentablemente, tras once horas de duras negociaciones, el pacto se alcanzó más de lo necesario, una vez más, por la fuerte oposición de la canciller alemana, Angela Merkel, que pedía la implicación del FMI y, sobre todo, que se pusiera un límite definido en las ayudas en caso de que otros países como Portugal, Irlanda o España precisaran de ellas.
Frente a las especulaciones de que Grecia, hipotéticamente, no devolviera parte de la ayuda que va a recibir, el ministro griego de Finanzas, Yorgos Papaconstantinu, señaló que "hemos demostrado en estos meses que Grecia es capaz de hacer lo que tiene que hacer. El Gobierno hará todo lo que sea necesario para responder de sus obligaciones".

ESPAÑA:

La agencia Standard & Poor's (S&P), una vez rebajada la calidad crediticia de Grecia y Portugal, también la rebajó para España. Las diferencias entre estos países, sin embargo, siguen siendo de calibre grueso: mientras Madrid mantiene una calificación que equivaldría a un notable, Grecia cosechó un tremendo suspenso con su deuda al nivel del bono basura.
La credibilidad de las finanzas españolas bajó un escalón a los ojos de S&P. De AA+ a AA, (el tercer puesto en el podio crediticio) dentro de lo que se considera un grado de calidad alto. Lo más preocupante es que S&P añade la coletilla "con perspectiva negativa", lo que implica que habrá nuevas rebajas en el rating si la situación fiscal se deteriora más de lo previsto por sus analistas.
Las otras dos agencias más importantes, Moody's y Fitch, mantienen su máxima nota para la deuda española. Lo que sería una matrícula de honor. Esta es la nota que las tres agencias otorgan a la gran mayoría de países europeos. Bélgica se sitúa a un nivel similar al español. Después se colocan Irlanda, Italia y Portugal; con Grecia en el furgón de cola.
Fueron muy pocos los minutos que transcurrieron entre el anuncio de S&P y el cierre de la Bolsa de Madrid. Pero suficientes para hundir al Ibex 35, cuando cayó, como una bomba, la rebaja de calificación. "No tomamos medidas en función de los mercados", respondieron los de S&P cuando se les preguntó por qué no esperaron al cierre de Madrid para emitir el comunicado.
Sin embargo, los mercados sorprendieron con la prima de riesgo: cuando frente al hecho de que teóricamente debería haber aumentado por la calificación de S&P, no sólo no aumentó, sino que se redujo en cuatro puntos básicos y se quedó ligeramente por encima del punto porcentual. La explicación a esta paradoja es que los inversores ya daban por hecha la rebaja.
Los responsables de la agencia Standard & Poor's se esforzaron en matizar su diagnóstico sobre España. Afirmando que pese a la rebaja, "España sigue manteniendo una nota excelente", y señalando que la probabilidad de impago atribuida al país "es cero".
Sus analistas no creen tampoco que haya problemas para colocar deuda en los mercados, aunque pronosticaron un nivel de Deuda Pública en circulación, equivalente al 87,5% del PIB español en el año 2013.
Ahora bien, sin duda lo peor del informe de S&P es el exiguo crecimiento atribuido a España para los próximos años. La agencia espera un avance del 0,6% anual entre 2010 y 2013, frente al 1,9% que contempla el Gobierno, y del 0,7% hasta 2016. La agencia lo atribuye en gran medida al elevado endeudamiento del sector privado (178% del PIB) y al mercado laboral "inflexible", dos factores que apenas han cambiado desde los años de auge económico y que entonces convivían con la máxima calificación que daba S&P a España.
Según S&P, "ese endeudamiento del sector privado ha llevado a la economía española a desequilibrios importantes, por lo que es difícil que la demanda interna española genere tanta actividad como para sostener esa deuda".
Las mayores dudas de la agencia se plantean sobre la previsión fiscal del Gobierno. S&P si cree en los objetivos de déficit para este año, pero no en los de los próximos. Los ingresos "pueden ser más bajos de lo que dice el Gobierno y el gasto público, más elevado", argumentó la agencia, que cree que el déficit superará el 5% del PIB en 2013, frente al objetivo oficial del 3%. De hecho, aunque Hacienda acaba de hacer público el primer aumento de ingresos fiscales en dos años, Standard pone el acento en que el gasto ha subido en el primer trimestre, con particular atención al de los funcionarios.
Lo paradójico es que el problema de España no es la deuda pública, sino la deuda privada. La situación fiscal es peligrosa porque el déficit es elevado y la crisis puede ser prolongada, pero las dudas que los mercados añaden a esa incertidumbre, son las generadas por un gigantesco endeudamiento privado (178% del PIB), de bancos, empresas y familias, embalsado durante los años de bonanza. Y que con la rebaja del rating va a ser aún más caro de financiar.
En todo caso, es necesario puntualizar que, si bien el Gobierno ha recibido merecidas críticas por plantear un escenario de crecimiento hasta 2013 demasiado optimista, de todos los organismos públicos y privados que han publicado previsiones sobre la economía española, ninguno ha visto tan negativo el panorama como Standard & Poor's. A su lado, son optimistas hasta las previsiones recientes del FMI que ha vaticinado que el PIB de España no volverá a crecer al 2% (lo necesario para crear empleo) hasta el año 2016.
Viene bien recordar las cifras: el Gobierno español prevé un crecimiento del PIB hasta 2013 a una media anual del 1,9% en términos reales y del 3,4% en términos nominales (esto es, sin ajustar por la subida de precios). Frente a ello, S&P pronostica un 0,6% (real) y un 1,4% (nominal) de media hasta 2013.
S&P ha rebajado casi a la mitad su previsión anterior sin explicar bien por qué, y cuando los analistas públicos y privados están elevando sus estimaciones. Ahora, sus analistas creen que el PIB nominal español no recuperará el nivel de 2008 hasta 2015. Pues bien, ni el FMI, que tenía hasta ahora las peores previsiones a largo plazo para España, se acerca a S&P. Según el Fondo, el PIB nominal recuperará el nivel de 2008 en 2012, tres años antes de lo que dice la agencia. El FMI prevé que el PIB nominal crezca un 2,3% anual hasta 2013 (frente al 1,4% de S&P) y que el real aumente el 1,2% de media anual hasta 2015 (frente al 0,7% que pronostica la agencia hasta 2016).
Si se comparan las previsiones con las de otros servicios de estudios públicos y privados, la conclusión es la misma: nadie lo ve tan negro. En todo caso, no hay que dejar de señalar, que quien se ha desmarcado a la baja de la opinión generalizada es la principal agencia de calificación crediticia. En todo caso, en ese escenario extremo, S&P da al Reino de España una AA (un notable).
Lo más preocupante, es que el desempleo en España ha superado ligeramente el 20% en el primer trimestre del año. En total, hay 4,6 millones de personas sin trabajo.
Los datos, que corresponden a la Encuesta de Población Activa (EPA), confirman que el hundimiento del mercado laboral español no encuentra suelo. Se sigue destruyendo empleo. En el primer trimestre se perdieron 251.700 puestos de trabajo. En dos años largos de crisis ya han desaparecido más de dos millones de empleos y el número de personas ocupadas ha caído hasta los 18.394.200.
Pero el panorama podría ser incluso peor. En 2000 la EPA sufrió un cambio metodológico. Según los parámetros antiguos, el paro alcanzó su nivel más alto en 1993, cuando llegó al 24,5%. De haberse calculado con las reglas actuales, entonces la tasa habría quedado en el 18,2%, apunta el Banco de España. Por lo que no es difícil concluir que el paro actual podría situarse incluso por encima de aquel dato histórico.
Parte de lo sucedido en el primer trimestre, se debe a la población activa (las personas que se ofrecen activamente en el mercado de trabajo). Después de varios trimestres a la baja, a comienzos de 2010 ha aumentado, superando de nuevo de los 23 millones de personas. Según algunos analistas, se debe al efecto “desánimo” (lo que lleva a los desempleados a dejar de buscar empleo), que en este caso, quizá, por ligera mejoría de sus expectativas haya funcionado en sentido inverso.
Para bastantes analistas, en España no llegaremos a los cinco millones de parados, ya que esperan que en los dos próximos trimestres la tendencia se invierta.
Como es tradicional en nuestra economía, el paro y la destrucción de empleo siguen atacando preferentemente a los jóvenes. El paro entre los menores de 25 años ha llegado al 40,9%.
Por comunidades, el paro aumenta en todas en el primer trimestre salvo en el País Vasco, Ceuta y Melilla. La tasa aumenta en más de dos puntos en Baleares, Galicia, Castilla-La Mancha, Asturias y Extremadura. En el archipiélago mediterráneo ha pasado del 19,5% al 22,4%. En cambio, en números absolutos, es la Comunidad de Madrid la región en la que más se ha notado el aumento del desempleo, pues se cuentan 53.900 parados más. Canarias y Andalucía superan ya el 27% de paro.
El análisis por sectores demuestra que el desplome de la construcción continúa. Ha sido el sector que más puestos de trabajo ha destruido. Los casi 140.000 de esta vez se suman a los ya engullidos para sumar un total de 1,1 millones. Nada de lo sucedido en el mercado laboral durante la crisis puede explicarse sin el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Sin embargo, el paro podría estar disminuyendo levemente, ya que durante el pasado mes de abril el Paro Registrado (los que acuden a inscribirse como desempleados demandantes de empleo a las Oficinas de Paro) se redujo en unas 24.000 personas. Con esta caída, el número total de parados inscritos en los servicios públicos de empleo queda en unos 4.142.000.
Tradicionalmente abril es un buen mes para el mercado laboral español. La Semana Santa y el retorno del buen tiempo estimulan las contrataciones en una economía como la española, donde tienen un alto peso específico el turismo y la construcción. De hecho, en los últimos 14 años sólo en los dos últimos, cuando la crisis ha arreciado con fuerza, ha subido el número de parados en el mes de abril.
Por lo que respecta a la evolución de los precios, el índice de precios al consumo armonizado (IPCA, que mide con el mismo criterio la tasa de inflación en los países de la zona euro) subió en abril una décima respecto a marzo, situándose en el 1,6% interanual. Así lo ha avanzado el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato del mes supone el sexto registro positivo interanual.
Uno de los factores del alza de precios, sigue siendo el encarecimiento de los carburantes. El barril hace un año costaba 51,89 dólares; ahora, 85,55 dólares.
Las dificultades de la compleja situación económica española, hacen preciso, una vez más, el acuerdo de las fuerzas políticas mayoritarias. Frente a esta incuestionable necesidad, se han recrudecido con especial virulencia los ataques entre el Gobierno y el principal partido de la oposición.
Frente a la delicada situación, ni los riesgos para España de la situación de Grecia han unido al Gobierno y la oposición. Tan sólo, permítaseme un pequeño comentario: no es posible una irresponsabilidad mayor.

MERCADOS:

La continua resistencia de Alemania al plan de ayuda a Grecia –parece que superadas- han contaminado a todo el sistema financiero europeo.
La Bolsa española iba capeando el temporal con resultados más que razonables, pero los operadores de los mercados financieros querían soluciones rápidas y, ante su ausencia, actuaron en consecuencia. El Ibex 35 perdió en dos sesiones, en “dos jornadas negras”, el 7,06% y puso a prueba a los niveles de soporte de los 10.000 puntos, que finalmente funcionaron.
El mercado español que ya estaba en posiciones vendedoras, más por el temor al contagio con Grecia que por la propia situación del país, se vio sacudido por las rebajas de S&P.
El Ibex 35 llegó a acumular una caída anual del 14,85%. La aparente premura con que se iba a adoptar una decisión sobre Grecia permitió una ligera recuperación, para finalizar el mes de abril con un recorte del 3,49%.
Los mercados de deuda también vivieron momentos de gran tensión, con la rentabilidad del bono español a 10 años en el 4,17% y la del alemán por debajo del 3%. Esa caída del precio de la deuda coincidió con la decisión de Standard & Poor's de rebajar la calificación a España (supone mayores problemas a las entidades financieras en su demanda de fondos). De hecho, el mercado interbancario europeo ya ha acusado las primeras tensiones y el Euríbor ha subido ligeramente durante los últimos días de abril.
El lunes día 10 de mayo, se produjo la mayor euforia vivida por la Bolsa española –aumentó un 14,43% la cotización de los títulos. Sin embargo, al día siguiente se pasó a una exagerada recogida de beneficios por lo que se ha llegado al redactar este articulo a un 5% de pérdidas, situándose la cota por debajo de los 10.000. Se ha perdido más de la tercera parte de lo ganado anteriormente.
En cuanto a la Deuda Pública, los bonos españoles, junto con los títulos de los llamados países periféricos (Grecia, Portugal, Italia e Irlanda), al contrario de las Bolsas mantenían a paso muy lento la mejora de ayer, aunque no en todos los tramos. La prima de riesgo de España, que se mide a partir del diferencial entre la rentabilidad de sus bonos frente a los alemanes, de referencia, no mejoraba –repito a la hora de redactar este post- por culpa del descenso en siete puntos básicos de los tipos de los bund, con lo que corrigen el ajuste que sufrieron ayer.
No ha mejorado la situación de la Deuda emitida con vencimiento a largo plazo.
Por lo que respecta al mercado de divisas, el euro no está consiguiendo mantener las subidas habidas tras el blindaje del euro comentado anteriormente, por lo que está cotizándose por debajo de los 1,27 dólares un euro.
Habrá que ver qué ocurre al final, en este carrusel hacia abajo que estamos sufriendo. ¡No están, ni mucho menos, despejadas las dudas!
En todo caso, dejando a un lado la lamentable actuación de la eurozona, el ambiente ha sido calificado, incluso, como positivo: la economía de Estados Unidos se encuentra en una situación de crecimiento lento, con la posibilidad de que la salida de la crisis esté más cerca.
Los resultados empresariales publicados en Estados Unidos han situado a la Bolsa de Nueva York en máximos anuales, pero los mercados europeos no han podido aprovechar la inercia porque estaban funcionando en "régimen interno" por la problemática del funcionamiento de sus instituciones, ampliamente criticada.
Por lo que respecta al Euribor, el indicador más usado para fijar el precio de las hipotecas en España, ha cerrado el mes de abril en el 1,225%, una centésima por encima de su mínimo histórico al que cayó en marzo (1,215%). Se pone fin, de esta forma, a cuatro meses consecutivos a la baja.
No obstante, sigue cinco décimas por debajo del nivel de hace un año, con lo que volverá a rebajar las cuotas de quienes revisen su hipoteca con el dato de este mes. No obstante, lo hará en menor medida que durante los últimos meses, ya que apenas bajan 40 euros mensuales, o 500 euros al año.
La realidad, es que al Euríbor ya casi no le quedan opciones para seguir bajando. Con los tipos de interés oficiales del BCE en el 1%, el margen es demasiado reducido. Los analistas pronostican que el Banco Central Europeo mantendrá a medio plazo los tipos de interés en el nivel actual, por lo que el Euríbor se mantendrá estable con una ligera tendencia al alza.
Sin embargo es evidente, que los bajos niveles actuales no son sostenibles a medio y largo plazo.
Respecto al mercado de la vivienda, las estadísticas oficiales llevan meses dando el mismo mensaje: el precio de la vivienda sigue cayendo, aunque cada vez lo hace menos.
Los datos publicados por el Ministerio de Vivienda, y los aportados por los registradores de la propiedad, señalan que el metro cuadrado de un piso en el mercado libre cuesta un 4,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, aunque se trata de un porcentaje que queda lejos de las caídas superiores al 8% registradas en 2009, muestra que todavía hay margen para que continúe la cuesta abajo del valor del ladrillo.
Hay que remontarse hasta el último trimestre de 2005 para encontrar precios más asequibles que los actuales.
No obstante, aunque los precios siguen amortiguando su caída, según el Ministerio de la Vivienda, el ajuste no ha terminado.
Realmente, al observar la evolución en términos trimestrales se ahonda en la idea de que el final del ajuste está aún lejos. Porque entre enero y marzo los precios cayeron un 1,4%, más que en los dos trimestres anteriores. Con este ahondamiento, se rompe la tendencia de que las caídas trimestrales fueran cada vez menores.
No comparten esta idea los empresarios del sector, que consideran que la estadística está ahora inflada y que las casas ya se han abaratado desde el inicio de la crisis más del 20%.

EMPRESAS:

En momentos como el que padecemos, dónde es preciso dar ejemplo, no parece adecuado el hecho que se ha conocido en el informe anual del Banco Santander: resulta que su presidente, Emilio Botín, y el consejero delegado, Alfredo Sáenz, "que tenían superada la edad de jubilación, ejercitaron en 2009 la opción para recibir sus correspondientes pensiones devengadas en forma de capital en la fecha de jubilación efectiva".
Ello supone que Botín se asegura una pensión de 24,64 y Sáenz, otra de 85,7 millones de euros, capitales que "se actualizarán al tipo de interés pactado".
En cuanto a sus sueldos, Sáenz percibió 10,2 millones en 2009, un 10,13% más que 2008, mientras que el presidente ganó 3,99 millones, un 26,3% menos, según la entidad. El aumento para Sáenz se debe a que en 2008 no ejercitó el plan de acciones sobre opciones correspondiente al 2005-2007 y el año pasado recibió 837.000 euros del plan. Los seis consejeros ejecutivos del Santander ganaron entre fijo y variable, 28,18 millones, un 12,21% menos. Tras Sáenz, Francisco Luzón y Matías Rodríguez Inciarte son los que más cobraron, con 5,81 millones y 5,33 millones, respectivamente, un 15,1% y del 18,3% menos en cada caso. Ana Patricia Botín, consejera ejecutiva y presidenta de Banesto, ganó 3,64 millones, un 9,3% menos. Juan Rodríguez Inciarte ganó 3,12 millones un 18,5% menos. Los 19 consejeros ganaron 36,06 millones, un 9,6% menos. Para 2010 se han congelado las retribuciones fijas.