lunes, 9 de mayo de 2016

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A MAYO 2016: estancamiento en la eurozona, insuficiencia de la demanda, recesión Rusia y Brasil.

La raquítica recuperación económica europea, el riesgo de una mayor desaceleración, y la ausencia de inflación, ha llevado a la situación de tipos de interés negativos que vivimos, pero que está situando en una situación de extrema vulnerabilidad a la banca española y alemana por la caída de rentabilidad que implica.

GLOBAL:

Desde hace, quizá demasiado tiempo, la economía mundial está creciendo muy lentamente. Esta circunstancia implica, según ha manifestado el Fondo Monetario Internacional (FMI), el riesgo de que se instaure una situación de “trampa de la liquidez a la japonesa”. Es decir, una situación de débil, o incluso crecimiento negativo del PIB, leves caídas de los precios, y tipos de interés próximos a cero.

El FMI ha señalado su temor, en el momento de rebajar sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para este 2016: espera que sea de un  3,2% (el menor nivel desde el año 2009). De la misma forma, para el próximo 2017, ha bajado su estimación en una décima, hasta un 3,5%.

A pesar de la mejoría de la situación económica de China, el FMI ha señalado  que han aumentado los riesgos de permanecer o caer en esa peligrosa situación de estancamiento anteriormente señalada.

Las economías  de Latinoamérica sufrirán de forma acusada, por la recesión económica de Brasil, Argentina, Rusia, y el tremendo caos económico de Venezuela.

Con referencia a la economía española, el Fondo Monetario Internacional rebaja también sus estimaciones para este 2016 al 2,6%, y del 2,3% para el 2017 (cifras que se encuentran por debajo de las anunciadas por el Ejecutivo español).

Este mensaje de la reunión de primavera en Washington del FMI, ha sido de abierta alarma. La región del euro es un claro ejemplo de la fotografía reflejada, ya que la zona, a pesar de los históricos estímulos monetarios, sigue sin reaccionar. Alemania  no acepta la necesidad de políticas de demanda que incentiven la inversión (el FMI ha señalado la conveniencia de acelerar la inversión en infraestructuras), ya que la política monetaria, de confirmarse la posible “trampa de la liquidez”  no es suficiente: “se ha agotado la munición”.
Como ha expresado el FMI: “la política económica global está en un momento crítico; con la expansión monetaria cerca de sus límites, cualquier crisis parcial, aunque pasajera, puede provocar otra convulsión financiera y empujar hacia atrás los escasos avances en la reactivación de la economía desde 2014”.
Por ello, el FMI reclama que prosigan las reformas  y, a la vez, demanda  más estímulos fiscales para el crecimiento. No es suficiente con la actuación de los Bancos Centrales (algo que pese a aparecer reflejado en los libros de texto de teoría Macroeconómica, parece olvidado por algunos).
Postula el FMI la necesidad de políticas fiscales en aquellas economías que tengan margen para hacerlo. Se precisan, sobre todo en la economía europea, más medidas para el empleo de los jóvenes. En definitiva, una política fiscal que incentive el crecimiento económico intensificando la demanda global: “la política monetaria no puede seguir siendo el alfa y omega de la recuperación. De hecho, será mucho más efectiva con apoyo de elementos fiscales y estructurales”.
Con referencia a la economía estadounidense, el FMI ve con buenos ojos, que la Reserva Federal estadounidense (Fed) subiera tímidamente los tipos en diciembre, aunque el Banco Central de Estados Unidos) ha señalado que ese proceso de alzas va a ser bastante lento.
El Fondo Monetario Internacional apoya los excepcionales estímulos monetarios implantados por el Banco Central Europeo. En especial, ha apoyado las tasas negativas nominales del tipo de interés adoptadas por el BCE y por el Banco de Japón.
Durante el pasado mes de marzo, el BCE fijó el tipo para la facilidad de depósito (el dinero que las entidades de crédito depositan en el Banco Central Europeo) en el -0,4%, encareciendo estos depósitos, para conseguir estimular a las entidades para que presten más dinero a las empresas y a las familias (El Banco Central de Japón lo rebajó, nada menos, que al -10% durante el pasado mes de enero.
Frente a los ataques a Mario Draghi, sobre todo alemanes, por la relajación monetaria, el presidente del BCE ha insistido en que “los ahorradores no deben fijarse tan solo en el nivel de los tipos de interés, sino también en las tasas de inflación, que están en niveles mínimos. Lo que importa es lo que uno gana en términos reales, es decir, los intereses menos la inflación”.
CHINA:
Las autoridades de China han sustituido su tasa sobre ventas por el IVA en algunos sectores clave. Se trata de implantar un impuesto neutral para las empresas, como el IVA. Se trata de incentivar a su desacelerada economía, mejorando la eficiencia económica.

Durante estos últimos años  China ha venido reformando su sistema tributario. En esta ocasión se va a aplicar el IVA a la construcción, las finanzas, los servicios de consumo,  y al sector inmobiliario. En estos sectores, las empresas han venido pagando (lo que se va a sustituir) un impuesto sobre su cifra de negocios (un impuesto ineficiente al recaer sobre cada eslabón de la cadena de valor independientemente del valor añadido que aporta).
Desde el año 2012, dentro del progresivo cambio de la economía asiática hacia una economía de mercado, el IVA en el sector servicios se ha venido implantando. La nueva situación afectará a alrededor de 11 millones de empresas que aportan el 80% de los ingresos fiscales de la anterior tasa sobre las ventas. En palabras del viceministro de Finanzas chino, Shi Yaobin, “la reforma ha entrado en una fase crucial y su implementación es más complicada. Son sectores que despiertan mayor preocupación en la sociedad: solamente la construcción emplea a 50 millones de personas"
La realidad, es que la reforma fiscal persigue rebajar la presión para luchar contra la constante desaceleración de la economía de China: Pekín calcula que solamente este año las empresas se ahorrarán alrededor de 500.000 millones de yuanes (unos 67.800 millones de euros), especialmente las pequeñas y medianas. Un estímulo económico para las empresas.
Según Hu Xingdou, economista del Instituto de Tecnología de Pekín, para los próximos años, el Gobierno chino pretende modificar el impuesto sobre la renta e introducir nuevos gravámenes sobre los recursos naturales, los bienes inmobiliarios o la protección del medio ambiente. "Queda mucho camino por recorrer para tener un sistema comparable al de un país moderno. Hay que seguir simplificando y reduciendo los impuestos para que la economía de mercado sea más activa”.

ESTADOS UNIDOS:

La Reserva Federal (Banco Central Estados Unidos, la Fed) no ha variado  los tipos de interés. Pero no ha cerrado la posibilidad de llevar a cabo una tímida subida durante el próximo mes de junio.

La debilidad de la economía global es un riesgo para la estadounidense, lo que unido al proceso electoral en ciernes en el país, deja a la autoridad monetaria poco margen de actuación.

El pasado mes de diciembre se aprobó una ligera subida de los tipos de interés, pero las tasas siguen situadas en mínimos históricos (del 0,25% al 0,50%). Hay que citar también como argumento para la subida gradual, que el diferencial positivo de los tipos de interés estadounidenses respecto al resto del mundo (fundamentalmente a la eurozona), implica una mayor apreciación o fortaleza del dólar y, por tanto, un lastre para las exportaciones de Estados Unidos.  Todos son argumentos a favor de la calma en la llamada “normalización monetaria” de Estados Unidos.
No obstante, la Reserva Federal ha precisado que “continúa vigilando de cerca los indicadores de inflación y el desarrollo económico y financiero global”.
En todo caso, hay algunas voces que señalan que se están aplicando demasiados estímulos monetarios, lo que está incentivando una burbuja financiera.
Pesa mucho, aparte de la incertidumbre de la economía global, el argumento señalado de los diferenciales de los tipos de interés entre Estados Unidos, y los del BCE y de Japón, lo que motivaría una mayor depreciación de sus divisas respecto al dólar, dañando a las ventas exteriores estadounidenses.
Los precios en Estados Unidos siguen bajos (subieron sólo el 0,9 % el pasado mes de marzo), como consecuencia de la caída de los precios del petróleo. Según la Reserva Federal se mantendrán así durante más tiempo, aunque confía que se acerquen, a medio plazo, al objetivo del 2%. “Vivir para ver”: los bancos centrales, en lugar de luchar para contener los precios, están anhelando cierta subida de los precios…

En todo caso, se ha sabido que, durante el primer trimestre de este año, se ha moderado de manera notable el crecimiento de la economía de Estados Unidos: la tasa de crecimiento anual del PIB durante ese periodo supone tan sólo el 0,5% (tres veces menor que en el cuarto trimestre de 2015). La situación justifica aún más la prudencia de la Reserva Federal para no subir los tipos de interés.

Sin bien al inicio de cada año, juegan negativamente la combinación del mal tiempo y el fin de las compras navideñas, la ralentización económica de Estados Unidos puede situar a la primera economía mundial al borde de la recesión (caídas del producto).  Hay que esperar que en este segundo trimestre se produzca el necesario repunte económico.
Para este año 2016, se espera que el PIB de Estados Unidos crezca alrededor del 2,4%. El consumo ha crecido tan sólo un 1,9%, y el dólar fuerte está lastrando las exportaciones (cayeron un 2,6% en el trimestre).
Se están recortando las inversiones en bienes de equipo, a consecuencia del desplome del precio del petróleo. Sin embargo, el sector inmobiliario, propició una mayor actividad, con un aumento del 14,8% de las inversiones en vivienda (la mayor tasa de los últimos cuatro años).
La realidad, es que el ritmo de aumento de las tasas de interés, lo fijará la evolución del empleo en el mercado laboral, que podría ralentizarse en la segunda mitad del año por el deterioro de los resultados empresariales.

LATINOAMERICA:

Ya van dos años de recesión económica (caídas del PIB) de América Latina. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé para este 2016 una caída del  PIB de alrededor  de un 0,5% en Brasil, Venezuela, Argentina y Ecuador. 

La situación china, la caída de los precios del petróleo y de las materias primas han sido el detonante, aunque por si solas no explican la situación.
EL FMI señala que gran parte de la situación se debe a Brasil que se ha precipitado en el vacío, con una clase política muy  afectada por la corrupción, una presidencia al borde del desfallecimiento , está registrando tasas negativas de su producto (nada menos que un – 3,8%): “la actividad económica se ha contraído debido a la escasa confianza de las empresas y los consumidores, el elevado nivel de incertidumbre respecto a la política interna, el debilitamiento de los precios de las exportaciones y la escasa competitividad”.

Sin embargo, para el FMI, el colmo de errores políticos y fragilidades, lo ostenta Venezuela: padece una hiperinflación que alcanzará el 720% a finales de este 2016. Señala que: “las condiciones económicas de Venezuela no dejan de deteriorarse, con distorsiones políticas y desequilibrios fiscales que siguen sin resolverse. Su situación a medio plazo no es sostenible y exige un viraje sustancial. Los efectos sobre la salud y la calidad de vida empiezan a ser importantes”.

El panorama lo completa Argentina con una disminución de su PIB de un 1%, y Ecuador con una caída del 4,5%.

Respecto a Argentina, las medidas adoptadas por Macri, han sido calificadas  por el FMI como “ambiciosa transición” alabando las medidas dirigidas a reactivar la inversión y competitividad, como la reducción del tipo de cambio, y el aumento de las tarifas de servicios públicos: “el cambio de Administración ha venido acompañado de un cambio en la política económica muy importante que permitirá reducir la inflación, contener el déficit público y reinsertar a Argentina en los mercados internacionales. Esto generará un aumento de la inversión y un crecimiento en 2017”.

En relación a México, avanza con normalidad. El FMI espera que crezca un 2,4% este año. Sin embargo, este país tiene 55 millones de pobres, un 20% de ellos en condiciones extremas.

Sin embargo, el FMI contempla a la economía mexicana con cierto optimismo: “los retos de México son ajustar las finanzas públicas a la caída del precio del petróleo y seguir desarrollando las reformas estructurales en energía, telecomunicaciones y educación. Estos cambios más el comportamiento positivo de Estados Unidos permitirán una aceleración y una buena senda de crecimiento sostenido en los próximos cinco años”.
EUROZONA:
La Comisión Europea ha rebajado sus previsiones de crecimiento para la eurozona, al situar el aumento del PIB de la región en un 1,6% para 2016, y de un 1,8% en 2017, con la economía alemana a medio gas, el paro por encima del 10%, y sin inflación… Para muchos, no es un cuadro a la japonesa posible en el horizonte, sino que ya está aquí.
El FMI, el G-20, y el Tesoro de Estados Unidos, hace tiempo que identificaron el problema: una política monetaria muy expansiva, pero sin política fiscal que la acompañe: el BCE lleva tiempo postulando una mayor inversión pública a aquellas economías que pueden permitírselo, en particular, Alemania.
El BCE ha anunciado que en junio comenzará a comprar deuda corporativa (la emitida por empresas), y también la emitida por compañías aseguradoras. De igual forma, Draghi ha anunciado que en esa misma fecha se va a acometer la primera de las nuevas operaciones de refinanciación a muy largo plazo, a cuatro años, a un tipo de interés del 0 %.
El límite de compra máximo de deuda emitida por empresas que no sean bancos, incluidas compañías aseguradoras, que acometerán seis bancos centrales nacionales, entre ellos el Banco de España coordinados por el BCE, será de un 70 % por cada emisor o, incluso, menos en el caso de empresas públicas que serán tratadas como en el programa de compra de deuda pública.
Según el BCE, "en combinación con otras medidas no convencionales, el programa proporcionará una expansión monetaria mayor y ayudará a que las tasas de inflación vuelvan a niveles por debajo, pero cercanos, al 2 % a medio plazo".
Las compras se realizarán en los mercados primario y secundario, es decir emisiones iniciales y títulos de deuda que ya están en el mercado.
El volumen de deuda corporativa denominada en euros y con grado de inversión que existe en el mercado es de unos 1,1 billones de euros, y la mayor parte de ella es de empresas de Francia, Alemania, Italia y España, (en ese orden).
El emisor de la deuda corporativa no podrá ser un vehículo de gestión de activos o un fondo de desinversión y gestión de activos nacionales como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB).
En caso de que la deuda corporativa tenga una rentabilidad negativa, deberá superar la tasa de la facilidad de depósito, que está en el -0,40 %.
El BCE aceptará deuda corporativa de empresas automovilísticas, siempre y cuando la matriz no sea un banco.
Todo ello, hasta alcanzar unas compras de 80.000 millones de euros mensuales, como decidió el consejo de gobierno del BCE durante el pasado mes de marzo.
Según Draghi, el Banco Central Europeo,  llevará a cabo estas compras, como mínimo, hasta marzo de 2017, y más allá de esta fecha en caso de que sea necesario o hasta que el consejo de gobierno vea "un ajuste sostenido en el ritmo de inflación consistente con su objetivo de inflación”.
Las excepcionales y heterodoxas medidas monetarias adoptadas, han dado lugar a la polémica, abanderada por el Gobierno alemán y, sobre todo, por su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que han sido interpretadas por muchos como un ataque a la independencia del BCE.
Pues bien, los institutos económicos más influyentes de Alemania han mostrado su apoyo al presidente del Banco Central Europeo (BCE): “consideramos adecuada la orientación actual de la política monetaria en la eurozona”.
Los economistas más respetados de Alemania (los llamados “sabios alemanes”) consideran que el programa de compra de deuda del BCE es un buen instrumento para estimular la economía, ya que abarata la financiación de los países de la eurozona: "el ahorro por los bajos tipos de interés permite a los Estados invertir en partidas que, con las reglas sobre topes de deuda, no serían posibles de otra forma. Esta situación también beneficia a Alemania de forma considerable".

Además del Instituto para la Investigación Económica alemán,  han apoyado el diagnóstico conjunto el Instituto ifo de Múnich (normalmente alineado con los más ortodoxos), el DIW de Berlín, y el RWI de Renania-Westfalia.

En el plano de las necesarias actuaciones para incrementar la inversión, el denominado “Plan Juncker” (persigue realizar inversiones por un importe de 315.000 millones en tres años), la gran receta de Bruselas contra el estancamiento, el desempleo y la deflación en la UE, ha vivido sus primeros meses de implantación, provocando una gran disparidad de criterios respecto a su funcionamiento: fuentes europeas han señalado que el programa de inversiones ha logrado movilizar ya 82.100 millones de euros gracias a una inversión pública a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI)

Sin embargo un informe de la OCDE ha calificado de "decepcionante" al Plan: se reclama más ambición para poner a Europa en la senda del crecimiento y la productividad. "El BEI tiene que aceptar proyectos de mayor riesgo que en el pasado".

Otros analistas afirman que “es más de lo mismo: proyectos que antes ya financiaba habitualmente el BEI los están incluyendo en el plan Juncker solo para conseguir llegar a la cifra que han marcado por motivos de comunicación. Solo les ponen una etiqueta. La mayoría de proyectos se han enfocado en pequeñas y medianas empresas, energía y transportes. Decían que se iba a dedicar más a innovación, pero cuando se observan en detalle, son proyectos típicos del BEI, como autopistas o instalaciones aeroportuarias".

El Instituto Delors, un centro de estudios con sede en París, ha señalado que  "teniendo en cuenta la presión que existe para alcanzar la cifra de 315.000 millones, existe el riesgo de que el plan sea utilizado para reforzar operaciones ordinarias del BEI".  

Ese temor ya se ha traducido a las cifras sobre el terreno: Reino Unido, Francia e Italia son los países que han puesto en marcha los proyectos de mayor envergadura gracias al plan. España apenas ha firmado propuestas por valor de 615 millones, con los que espera movilizar 2.500 millones de inversión privada y crear 5.500 empleos, cuando Reino Unido, con 1.400 millones de fondos públicos, espera generar 70.000 empleos y Francia, con una cantidad similar, planea lograr 24.000 nuevos puestos de trabajo. "Italia, Reino Unido y Francia tienen mucha experiencia en pedir dinero al BEI frente a otros países más pequeños como Grecia, por lo que el plan puede beneficiar a países más burocráticos".

La participación de China como inversor en el plan es una de las cuestiones que vienen planteándose desde meses atrás, pero, aunque se ha creado un grupo de trabajo al respecto, hasta el momento no se ha concretado su entrada en el fondo. "El principio de la negociación es que China debe adaptarse a las reglas, no habrá tratamiento favorable", según han informado diversas fuentes comunitarias.
Entre los proyectos firmados hasta el momento con empresas españolas están los logrados por Abengoa (investigación biotecnológica, financiado con 50 millones sobre un total de 313), Grifols (100 millones para la investigación de enfermedades cardiovasculares y el alzhéimer), y la red gasista española, que a través de Redexis contará con una financiación de 160 millones de euros en una iniciativa que contará con una inversión total de 326 millones.
ESPAÑA:
La Comisión Europea ha corregido las cifras del programa de estabilidad enviado por España a Bruselas para los próximos años y ha concluido que tampoco cumplirá en 2017 el objetivo de colocar el déficit por debajo del 3%, tal y como se comprometió a hacer con la UE para este año 2016.
Según el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, "en muchos Estados miembros se prevé que el déficit siga cayendo en 2016 y 2017. En la Eurozona, esperamos que sólo Francia (3,4%), España (3,9%) y Grecia (3,1%) sitúen su déficit por encima del 3% este año".
El Ejecutivo comunitario prevé que España sume un 3,9% de déficit este año, tres décimas por encima del cálculo del Gobierno, y que sea del 3,1% en 2017, cuando Madrid espera haberlo rebajado al 2,9%.
Estas expectativas comunitarias contradice la posición defendida por el ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha planteado que “será suficiente un año de prórroga para recolocar las cuentas en las cifras comprometidas con la UE”.
Moscovici ha eludido pronunciarse sobre este pronóstico, pese a las preguntas sobre si es partidario de conceder uno o dos años extra al Gobierno para cumplir los objetivos. "Obviamente hay decisiones que tomar, pero abordaremos ese asunto a su debido tiempo. En todo caso, las previsiones de la Comisión sobre España son acertadas".
Bruselas también ha corregido las previsiones de crecimiento del PIB español, y lo sitúa en un 2,6% en 2016 frente al 2,7% del Gobierno, si bien es más optimista de cara a 2017, para el que pronostica un alza del PIB del 2,5% en lugar del 2,4%.
Bruselas advierte de los riesgos para las cuentas españolas por la "necesidad" de medidas de ajuste adicionales para corregir el desvío en la reducción del déficit en 2015, "sumado" al riesgo de una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento "por la incertidumbre que rodea a la formación de un nuevo Gobierno".
La Comisión Europea considera que el crecimiento de la economía española será "robusto", pese a que "seguirá relajándose", ya que se apoyará en una creación "sostenida" de empleo y en la bajada del desempleo. También ayudará la mejora de las condiciones de financiación y una caída de los precios del petróleo.
Las cifras comunitarias corrigen también los datos de empleo del cuadro macroeconómico presentado por el Ejecutivo español, ya que estima en un 20% el paro en España el próximo año (frente al 19,9% que prevé el Gobierno) y lo sitúa en un 18,1% en 2018 (cuando el Gobierno lo sitúa en un 17,9%).
En sus conclusiones, la Comisión espera que la caída de los precios de la energía mantenga en negativo la inflación a corto plazo, mientras que confía en que el déficit de las administraciones públicas se reduzca, principalmente gracias a la recuperación económica.
En ese sentido, los precios han vuelto a caer con fuerza, situando a la inflación a su nivel más bajo en 14 meses. El IPC se situó en el pasado mes de abril en el -1,1%, como consecuencia de los menores precios de la electricidad y de los viajes organizados.
La bajada de precios se ha acentuado y supone cuatro meses a la baja, tras situarse en diciembre en el 0,0%. Hasta ahora la bajada llegaba sobre todo de la mano del abaratamiento de la gasolina y los alimentos, algo que en este mes no tiene un efecto tan significativo.

Hace ya más de dos años que los precios no terminan de alcanzar cifras positivas, y aunque con algunos débiles rasgos  de crecimiento (el pasado verano marcó dos meses alzas del 0,1%), sigue en niveles muy bajos. El último mes en el que los precios registraron una tasa más habitual hasta entonces para la economía española fue el de agosto de 2013, cuando el IPC se situó en el 1,5%.
En tasa mensual (es decir, comparado el dato de abril con el de marzo), los precios al consumo aumentaron un 0,7%. Sin embargo, esta tasa es inferior a la registrada en el mismo mes de los dos últimos años, cuando alcanzó el 0,9%.
Por su parte, la variación anual del indicador adelantado del IPCA (Incremento de Precios al Consumo Armonizado que permite hacer comparaciones con el resto de países de la Unión Europea) se situó en el –1,2% en abril. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA disminuiría dos décimas respecto al mes anterior.
Las dudas del FMI sobre España están íntimamente relacionadas con las expresadas respecto a la marcha de la economía global, que el FMI ha expresado en el arranque de las reuniones de primavera: España sigue siendo el país que más crece en el club de las grandes economías avanzadas, pero por primera vez desde octubre de 2013, el FMI ha recortado las expectativas económicas de cara a este año.
En el corto plazo, la economía española sigue mostrando buenas credenciales frente a los grandes de la zona euro, Alemania, Francia o Italia, con crecimientos mucho más tímidos en 2016, de entre el 1% y el 1,5%. En la carrera de fondo, sin embargo, la economía española está plagada de incertidumbres: la previsión muestra cómo el avance del PIB se va desinflando hasta 2021. El crecimiento del 3,2% de 2015, pierde ocho décimas este (2,6%), queda en el 2,3% en 2017 y ya baja de la barrera psicológica del 2% después, hasta quedar en el 1,6% en 2021.
Respecto al Paro Registrado, se ha entrado en su buena época del año. Abril se ha saldado con una fuerte creación de empleo, pese a que la Semana Santa cayó plenamente en marzo. En un mes la Seguridad Social ha visto incrementado el número de nuevas afiliaciones en 158.038 nuevos cotizantes. Ha llegado a 17.463.836 afiliados, un 2,68% más en un año.
El número de desempleados que se han inscrito en las Oficinas de Empleo, cayó en 83.599 personas y quedó ligeramente por encima de los cuatro millones.
Los datos de paro y empleo en abril muestran que el mercado laboral español  continúa con su recuperación. A los datos mensuales brutos, se suman otros que prueban que la tendencia iniciada hace un par de años se mantiene. Se ve en las cifras desestacionalizadas, las que se limpian de los efectos que tienen en las contrataciones y los despidos, el impacto de las temporadas turísticas o las campañas agrícolas: el paro registrado cayó en poco más de 8.300 desocupados y la afiliación creció en más de 55.000 cotizantes nuevos.
Aunque la tendencia al alza se mantiene, el ritmo se ha aflojado en sintonía con el crecimiento económico. El mejor termómetro para comprobarlo es la Seguridad Social. Y en ella se ve, desde hace meses que la creación de empleo se ha frenado. 

El aumento del empleo en abril fue prácticamente generalizado. Casi todas las ramas de actividad que cuenta la Seguridad Social ganaron afiliación. Destacó la hostelería, que solo en el régimen general (el que agrupa a la mayor parte de quienes trabajan por cuenta ajena) creció en 58.192 cotizantes nuevos. Le siguieron las actividades administrativas y el régimen agrario.
El tirón de estos sectores también explica el poco empuje de los contratos indefinidos, que en abril se quedaron en el 9,5%. Este porcentaje supone una mejora respecto al mismo mes del año anterior, y también lo es cuando se miden de forma acumulada el peso de todos los contratos suscritos durante los primeros cuatro meses del año. No obstante, este porcentaje es insuficiente para corregir al alto peso que tienen los contratos temporales en el conjunto de la Seguridad Social. Si se tiene en cuenta, el conjunto de afiliados en el instituto previsor, los contratos temporales suponen el 29,8% del total.
En otro orden, la banca que se está jugando hasta 7.600 millones de euros con la devolución de las cláusulas suelo, ha seguido aumentando su cartera de pisos y fincas embargados por impagos. Al terminar 2015, según el Informe de Estabilidad Financiera de mayo publicado por el Banco de España, el sector tenía activos adjudicados o recibidos en pago de deudas procedentes de los negocios en España por 84.000 millones (un 0,95% más).
A pesar de que las entidades venden pisos y promociones aprovechando la recuperación del mercado inmobiliario, no están rebajando su cartera de activos tóxicos. Además, una parte de estos activos se pasan a fallidos cuando se provisionan al 100%, por lo que si se tuviera en cuenta todo lo recibido por las entidades desde 2012, incluyendo esos fallidos, el importe sería mayor. 

Según el Banco de España, lo relevante es que "esta cifra de activos adjudicados se ha mantenido estable desde diciembre de 2012, siempre con valores entre los 75.000 millones de euros y los 84.000 millones". Esto supone que en los cuatro últimos años no han podido librarse de este lastre. Para la banca es una rémora porque consumen recursos, como el capital, y además de generar gastos ya que estas propiedades exigen el pago de impuestos, el cuidado de las viviendas, el pago de gastos de comunidad, la seguridad, etc.  En un momento en el que los ingresos financieros están en caída por los bajos tipos de interés, este problema frena aún más sus rendimientos.
Según el informe citado, de este conglomerado de activos embargados o entregados en pago, "un 37,6% del total es suelo. Su peso en un año ha disminuido el 0,5%". El suelo es el activo menos líquido porque para desprenderse de él es necesario realizar una promoción de viviendas, lo que supone una nueva inversión de dinero. No obstante, la Sareb ha explicado que ya ha empezado a promocionar suelos porque en algunas zonas la recuperación es clara.
Según el informe del Banco de España, "otro 25% son edificios terminados, que han descendido 0,43% en el último año, y un 22,3% son activos adjudicados procedentes de adquisiciones de vivienda (aumento de 0,018% en diciembre de 2015 en comparación con diciembre de 2014). Finalmente, los edificios en construcción suponen, en diciembre de 2015, un 5% del total, habiendo permanecido estable este porcentaje en el último año”.
También el Banco de España, ha señalado que el impulso de la economía española está perdiendo fuerza. En el Boletín Económico del mes de abril se precisa que: “los indicadores de la economía de mercado apuntan a una modesta ralentización, como consecuencia de una menor actividad de las empresas, que han paralizado sus inversiones en un entorno de fuerte incertidumbre”. En otro lado, se encuentran las familias que, prácticamente, han conseguido mantener estable su consumo.
MERCADOS:
Durante el mes de abril, la Bolsa ha vivido un mes bastante tranquilo: comenzó con recortes, pero se fue normalizando la situación con el inestimable apoyo del sector bancario y la reacción alcista del crudo, a pesar de que la cumbre de los países productores terminase sin acuerdo. El Ibex 35 ha cerrado el mejor mes en lo que va de año, con un avance del 3,4%.
El cierre del mes se ha visto animado por tres salidas a Bolsa: Telepizza y Parques Reunidos, que repiten suerte tras haber sido excluidas con anterioridad, y Global Dominium, la filial de Cie Automotive de servicios tecnológicos y soluciones de ingeniería.
Se ha producido el fracaso de la reunión en Doha de varios países productores de petróleo para congelar los volúmenes de producción, y así lograr la subida de precios. La fuerte rivalidad entre Irán y Arabia Saudí, impidió que se lograra un acuerdo.
La cita buscaba mantener los niveles del pasado enero hasta octubre para animar los precios del petróleo. Sin embargo, la exigencia saudí de que Teherán se uniera al plan evitó que prosperara, ya que los iraníes, recién reincorporados al mercado tras una década de sanciones, quieren recuperar su cuota de producción histórica.
El ministro de Energía de Qatar, Mohamed Saleh al Sada, al final de la conferencia señaló que “los fundamentos del mercado están mejorando. Todos necesitamos más tiempo para más reuniones”
Por otra parte, la incertidumbre sobre los precios del crudo petrolero,  junto a la volatilidad de los mercados de valores, ha devuelto el protagonismo al oro como activo de refugio. En el primer trimestre de 2016, el valor del metal precioso repuntó un 16,4%, hasta cotizar a finales de marzo 1.238 dólares la onza. Se trata de la mayor subida trimestral del oro en 30 años, ya que su valor no subía de forma tan repentina desde 1986.
La cotización del oro fue creciendo a lo largo de los tres primeros meses del año, hasta tocar su máximo el 11 de marzo, cuando la onza se intercambiaba por 1.289 dólares. A finales de diciembre del año pasado, la onza valía 1.061 dólares. Treinta días después, su valor ya alcanzaba los 1.118 dólares, y en febrero llegaba hasta los 1.238 dólares, con un repunte del 16,6%. A finales de marzo el precio del oro se consolidó por encima de los 1.200 dólares por onza, y muchos analistas apuntan a que durante todo 2016 su cotización se mantendrá en una horquilla de entre 1.100 y 1.300 dólares.
EMPRESAS:
Según las cifras de las patronales Faconauto, Anfac y Ganvam, las ventas de coches siguen creciendo. Una vez concluido el efecto estacional de la Semana Santa que condicionó de manera notable el mes de marzo pasado, las ventas de automóviles en abril alcanzaron las 100.281 unidades, experimentando un crecimiento del 21,2% respecto del mismo mes del anterior.
En lo que va de año, hasta mayo, el mercado registra un volumen de 385.775 unidades lo que representa un crecimiento del 10,3%, siendo el mejor cuatrimestre desde 2008.


Los fabricantes achacan este buen comportamiento de las ventas por una parte, a causas macroeconómicas, como el descenso progresivo de la tasa de desempleo y la mayor renta disponible de los consumidores. Y, dentro, del sector, al Plan PIVE 8, la mejora de la financiación y el esfuerzo comercial de concesionarios y marcas. Las cifras del primer cuatrimestre apuntan a unas ventas de 1,1 millones de unidades para todo el año.