lunes, 17 de mayo de 2021

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A MAYO 2021: conforme avanza la vacunación comienza a vislumbrarse el comienzo del retorno a la ansiada normalidad.

 

El aumento de la vacunación, sobre todo en los países más desarrollados, está motivando que podamos vislumbrar la esperanza del comienzo del retorno a la ansiada normalidad social y económica. En todo caso, una vuelta gradual, dónde debemos mantener todas las precauciones.

GLOBAL:

Estados Unidos y China se han declarado “comprometidos a colaborar” en la lucha contra el cambio climático. Han señalado que “junto con otros países, están comprometidos a colaborar entre sí y con el resto para atajar la crisis climática, para responder con la seriedad y urgencia que requiere, fortaleciendo sus acciones respectivas y cooperando en frentes multilaterales como la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París”.

El presidente Biden ha dado un giro de 180 grados a la política de Trump, que había retirado a su país del Acuerdo de París con el argumento de que perjudicaba a las empresas estadounidenses.

En el comunicado conjunto de ambos países, Washington y Pekín incluyen entre las medidas a tomar a corto plazo el fortalecimiento de las “inversiones y la financiación internacionales”, para apoyar la transición a la energía verde en los países en desarrollo. También prevén la eliminación gradual de la producción y el consumo de hidrofluorocarbonos, gases que se utilizan principalmente en refrigeración, acondicionadores de aire y aerosoles.

CHINA:

La economía china está creciendo con fuerza tras el golpe de la covid. El PIB creció en el primer trimestre del año un 18,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata del mayor salto en un trimestre desde que comenzaron los registros en 1992 y, aunque la abultada cifra se debe a la comparación con el periodo en el que el coronavirus se abatió con más fuerza sobre China, supone una indicación de la fuerza de la recuperación después de que este país haya superado la pandemia de covid. La subida está impulsada por un aumento de la producción industrial y del consumo interno.

En todo caso, el aumento es ligeramente inferior al que esperaban los analistas (hasta un 22% de subida). La abultada cifra de crecimiento declarada se debe a que comparada con el primer trimestre del año pasado (fue tremendamente baja en el peor momento de la pandemia, ya que la economía china se contrajo un 6,8%, es decir, la peor caída en décadas).

El PIB de China cerró el año 2020 con un aumento del 2,3% (una cifra muy baja). No obstante, aunque China fue el primer país donde se detectó el coronavirus, una serie de estrictas medidas (las más duras del mundo a nivel mundial), e iniciativas gubernamentales de apoyo a las empresas permitieron iniciar una recuperación apuntalada por la fortaleza de las exportaciones y un gradual aumento del consumo.

En todo caso, ha habido cierta desaceleración, ya que el crecimiento en el primer trimestre de 2021 fue del 0,6%, muy inferior al 2,4% alcanzado en el cuarto trimestre de 2020 con respecto al tercero. En parte se debió a la producción industrial, que en marzo creció un 14,1% interanual, bastante por debajo del crecimiento del 35,1% registrado en los meses de enero y febrero, y por debajo de las previsiones de los analistas, que anticipaban un aumento del 17,2%. En cambio, las ventas al por menor, debilitadas el año pasado, crecieron en marzo un 34,2% con respecto al mismo mes del año anterior, por encima del 28% que calculaban los expertos y del 33,8% de enero y febrero.

ESTADOS UNIDOS:

Según la Oficina de Análisis Económico (BEA), la economía de Estados Unidos creció a una tasa interanual del 6,4 % en el primer trimestre de 2021. Se trata de una señal de la recuperación económica en marcha tras la aguda crisis provocada por la covid-19. Todo ello, después de la contracción anual del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,5% registrada en 2020.

La evolución del PIB entre enero y marzo fue del 1,6 % respecto al trimestre precedente. Señala el informe del organismo citado que "el aumento en el primer trimestre reflejó la continuada recuperación económica, la reapertura de negocios, y la continuada respuesta del gobierno relacionada con la pandemia". Se señala como medidas positivas: las transferencias directas, la extensión del subsidio de desempleo, las ayudas a pequeñas y medianas empresas, y la exitosa campaña de vacunación

El multimillonario plan de inversión en infraestructuras y en programas de protección social que quiere sacar adelante el presidente Joe Biden puede hacer que la economía crezca a niveles no alcanzados desde hace más de cuarenta años.

A medida que los estadounidenses abandonan el aislamiento al que les condenó una pandemia que se ha cobrado ya más de 570.000 vidas, se han incrementado las compras de bienes, gastan más en servicios como hoteles y restaurantes (el gasto de los hogares creció por primera vez desde hace un año, al avanzar un 1,6% tras haber caído un 2,2% en el cuarto trimestre), y la construcción y la inversión en negocios han aumentado ante las buenas perspectivas de crecimiento futuro (la inversión de las empresas fue del 2,9%, tras haber avanzado un 5,2% en el trimestre anterior).

Las exportaciones del país se contrajeron un 8,5% en comparación con un año antes y las importaciones aumentaron un 4,2%.

La Inversión y el Gasto Público del Gobierno estadounidense se expandió un 1,5% interanual entre enero y marzo.

UNIÓN EUROPEA:

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés en sus actuales niveles históricamente bajos. La autoridad monetaria ha señalado que su política expansiva “se mantendrá hasta que se observe una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hacia un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2%".

Igualmente, la entidad va a continuar con su agresiva política de compra de activos, con una dotación total de 1,85 billones de euros al menos hasta final de marzo de 2022 (a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros al año). Ha señalado que. en todo caso, se mantendrá "hasta que se considere que la fase de crisis del coronavirus haya terminado. Las compras se realizarán con flexibilidad de acuerdo con las condiciones de mercado y con vistas a evitar un endurecimiento de las condiciones de financiación que sea incompatible con el objetivo de contrarrestar el impacto a la baja de la pandemia en la senda de inflación proyectada".  

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado que la economía de la eurozona "podría haberse contraído en el primer trimestre" y, en función de los datos disponibles, parece que ser ha reanudado el crecimiento en el segundo trimestre. 

La realidad es que todo está ligado a la evolución de la pandemia y el proceso de vacunación para paliar los efectos del virus, con lo que los riesgos a corto plazo siguen siendo altos, pero se moderan a medio plazo. Y desde luego, también muy ligada a la evolución de la inflación y a las condiciones financieras.

Todo viene, sin duda, por la situación de la Unión Europea, que volvió a entrar de nuevo en recesión durante el primer trimestre del año. Según la Oficina Estadística Eurostat, las duras medidas de restricción impuestas para frenar la oleada de contagios de invierno arrastraron a las economías de la zona euro a un retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,6% respecto al trimestre anterior.

La caída señalada de PIB, liderada por Alemania, fue del 0,4% para el conjunto de la UE.

La Unión Europea ha perdido fuerza, encadenando dos trimestres de caídas del PIB, frente a Estados Unidos y China, cuyo crecimiento se aceleró durante el arranque del año. El nuevo derrumbe, además, mete más presión a los países para dejar suspendidas las reglas fiscales en 2022.

La economía china apenas tardó unos meses en recuperar el PIB anterior a la pandemia. Estados Unidos casi lo consiguió gracias a la progresiva apertura social y económica y a los estímulos fiscales. En contraste. la Unión Europea volvió a quedarse atrás: las duras restricciones en Alemania y la dureza climática en el sur del continente volvieron a llevar a los socios de la UE a los números rojos y a perder de nuevo terreno respecto a sus principales competidores mundiales.

La economía de la locomotora europea se vió castigada por las medidas de confinamiento, un duro invierno para la construcción y problemas de las cadenas de suministro (Alemania cayó un -1,7%). Pero también retrocedieron otras dos grandes economías: España (-0,5%) e Italia (-0,4%). Y junto a ellas, Portugal (-3,3%), Letonia (-2,6%) o la República Checa (-0,1%). La sorpresa llegó de Francia o Bélgica, que a pesar de las duras medidas aplicadas por sus gobiernos para contener los contagios lograron una expansión del PIB del 0,4% y el 0,6%, respectivamente, en el arranque del año.

Consecuencia de lo apuntado, es que Bruselas estime que la recuperación económica tendrá lugar durante el segundo semestre de este año 2021. Para entonces, el proceso de vacunación debería permitir que los sectores más vinculados al ocio y la cultura vayan recobrando el pulso.

Por otro lado, las empresas europeas también creen que la recuperación está por llegar. Así lo ha señalado el indicador sobre el sentimiento económico publicado por la Comisión Europea para el mes de abril, que indica que la confianza empresarial vuelve a estar de nuevo en los niveles anteriores al estallido de la pandemia. En especial en el sector industrial, que está beneficiándose de la rápida recuperación de China o Estados Unidos. Según Eurostat, además, la inflación volvió a subir y se situó en el 1,6% en el mes de abril.

ESPAÑA:

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y marzo, el PIB de la economía española cayó un 0,5%. La crisis desencadenada por la pandemia ha sido una de las más rápidas y profundas de la historia reciente de España.

Las limitaciones a la movilidad provocaron que, durante el año 2020, el PIB se desplomase un 10,8%, la mayor caída registrada desde principios del siglo XX (sólo durante la Guerra Civil podemos encontrar una caída mayor).

Sin embargo, durante el mes de marzo, la situación ha ido mejorando, y las últimas cifras de confianza publicadas en Europa apuntan ya una recuperación generalizada en los próximos meses conforme se avanza en la vacunación. El Ejecutivo español espera para este 2021 un crecimiento del 6,5%. Todo va a depender de la recuperación que se de en el turismo. Lo que está íntimamente relacionado con los progresos en la vacunación; de la evolución del consumo, y de la velocidad en la ejecución de los fondos europeos.

Durante el primer trimestre, el consumo de los hogares se hundió un 1% trimestral, y la inversión cayó un 2,2% por la construcción. El consumo de las Administraciones compensó un poco estas caídas con un incremento del 0,5% en el trimestre (gasto sanitario y en educación).

Las exportaciones cedieron entre enero y marzo un 0,1%, y las importaciones se desplomaron un 1,3%.

Por sectores, la agricultura perdió un 2%, la industria, un 2,1%, y la construcción se hundió un 4,2% trimestral. Solo aguantaron los servicios, con un repunte del 0,2% impulsado por un crecimiento del 1,4% en la rama de comercio, transporte y hostelería, algo que parece sorprendente dadas las limitaciones a la movilidad y la caída de las exportaciones de turismo, que volvieron a desplomarse un 58%, hasta cotas prácticamente nulas, un 4% del turismo que había antes de la pandemia.

Por otro lado, la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ha mostrado cierta ralentización frente al trimestre anterior y sobre todo arrojó una caída muy significativa en el número de horas trabajadas, probablemente bastante afectadas por las interrupciones provocadas por las restricciones, el temporal o el desabastecimiento industrial. Y así se ve en los datos de PIB conocidos: las horas trabajadas se recortaron un 2% trimestral. Aunque los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron un 1,4%, las jornadas medias se redujeron un 3,4%.

Y por lo que respecta a las cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social, los datos del Paro Registrado en las Oficinas de Empleo, el número de desempleados disminuyó en 39.012 personas durante el mes de abril hasta alcanzar la cifra de 3.910.628 parados, mientras que la afiliación a la Seguridad se incrementó en 134.396 nuevos cotizantes respecto al mes de marzo, y fueron 19.055.298 las personas que estuvieron dadas de alta de media el pasado abril.

Y es que el mercado laboral mejoró durante el pasado abril gracias a la creación de empleo en sectores como la construcción, la agricultura, la pesca y la ganadería. Mientras que en el sector del turismo se ha seguido destruyendo empleo.

La brecha de género entre hombres y mujeres sigue mostrando el abismo existente entre ambos géneros: las mujeres siguen siendo mayoría (2.263.125 y representan el 57,8% de la cartera de desempleados), muy por encima de los hombres (1.647.503, el 42,2%).

Por distribución geográfica, Andalucía (984.497), Cataluña (497.185) y la Comunidad Valenciana (447.650) son los territorios que más parados concentran. Sin embargo, Cataluña es la comunidad que más ha rebajado su cifra con respecto al mes de marzo (-8.715), por delante del País Vasco (-3.039).

Según los datos ofrecidos por la Seguridad Social, 638.238 personas se encontraban acogidas a un ERTE a 29 de abril, lo que supone un descenso con respecto a los registros anteriores (36.621 menos que en el último día del mes de marzo), y que el ministerio ha justificado por “la relajación de las restricciones administrativas para luchar contra la pandemia y al avance de la campaña de vacunación”.

¿A qué se deben las diferencias entre los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre de 2021 (parados en 3,6 millones), y el dato de Paro Registrado que ofrece Trabajo? Se deben a las diferentes metodologías que siguen ambos estudios. Mientras que la EPA es una estadística elaborada a partir de una encuesta y que contabiliza como parado a toda persona que no haya trabajado ni una hora en la semana que es entrevistado y pueda y quiera hacerlo; el paro registrado obtiene los datos a partir de un registro de inscripción de forma voluntaria en el que no se considera como desocupado a aquella persona que busca un empleo de menos 20 horas semanales o tres meses de duración.

Tanto en un caso como en otro, para analizar la cifra total de parados que se desprende de las estadísticas ofrecidas por ambos ministerios, conviene también tener en cuenta que aquellos trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o en reducción de jornada como consecuencia de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) no son contabilizados como parados.

Por otro lado, en relación a la evolución de los precios, según el INE, durante el pasado mes de abril crecieron un 2,2% respecto al mismo mes de 2020, un incremento mayor en nueve décimas que el registrado en marzo (1,3%).  

De forma, que la inflación encadena su cuarta subida anual consecutiva en España, subiendo hasta cifras no vistas durante los últimos años: el Índice de Precios al Consumo (IPC) no alcanzaba cotas tan altas desde octubre de 2018, cuando se situó en el 2,3%. En comparación mensual, la subida se queda en el 1,2%, dos décimas más que en el mes precedente.

La subida del pasado abril tiene su origen en el llamado “efecto comparación o efecto base o escalón” de los precios de la energía.  El encarecimiento de la electricidad y la estabilidad en el precio de los carburantes registrados en ese mes contrastan con la fuerte bajada registrada en el mismo mes del año pasado, cuando las restricciones a la movilidad que impuso el primer estado de alarma provocaron importantes desplomes, cercanos al 20%, en ambos frentes.

Un buen indicador de la evolución de los precios, “la inflación subyacente” (variación de los precios que descuenta los elementos más volátiles: energía y alimentos). Pues bien, este indicador descendió en abril de 2021 en tres décimas, hasta el 0%, más de dos puntos por debajo del índice general y tres décimas por debajo del registro de marzo. Ese resultado refuerza la tesis de que el incremento de precios, aun considerable para el bolsillo del común de los ciudadanos, será algo transitorio.

Lo observado con la evolución de los precios al consumo sigue una verdadera “montaña rusa”. Tras el confinamiento estricto extremo del año pasado, el IPC pasó 10 meses en terreno negativo. Hasta enero, cuando la ola de frío y el temporal Filomena presionaron al alza el coste de la electricidad y devolvieron al índice a cifras positivas.

En todo caso, hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha descartado de plano una escalada abrupta de los precios. La mayoría de los economistas esperan que este incremento de los precios sea coyuntural y apuntan a la citada inflación subyacente, que se encuentra contenida y, sin duda, es el mejor indicador de la situación real.

Respecto a la subida del precio de la luz, se opina por la mayoría que, partiendo de niveles tan elevados, los precios de la luz solo pueden bajar. Aunque las tarifas para los hogares seguirán siendo muy altas. Si no cambia la forma en que se determina el precio de la luz, la única salida que hay para que desciendan los precios es que la demanda caiga y suba el peso de las renovables en el mix.

Sin embargo, el efecto de los carburantes sobre la inflación es temporal: el precio del crudo petrolífero pueda ocasionar que el diésel y la gasolina puedan subir algo más en los próximos meses, pero su recorrido al alza será breve. 

MERCADOS:

El Ibex cerró un buen mes de abril en el que se anotó un alza del 2,7%, arropado por el avance de la campaña de vacunación, la influencia de los estímulos económicos de la Administración Biden, y el mantenimiento de una política monetaria de bajos tipos desde el BCE. La Bolsa española consolidó el nivel de los 8.800 puntos.  

Los malos datos del PIB español, con un retroceso en el primer trimestre del 0,5%, no ayudaron a la recuperación de los precios.

El mercado de valores sigue pendiente a las posibles incidencias en la campaña de vacunación, que marcará, sin duda, las expectativas bursátiles.

El resto de bolsas europeas cerraron de forma desigual, con un aumento del 0,12% en Londres y con caídas del 0,53% en París, del 0,12% en Fráncfort y del 0,56% en Milán.

Por otro lado, según los datos publicados por las patronales de fabricantes, concesionarios y vendedores de vehículos (Anfac, Faconauto y Ganvam), las matriculaciones de turismos y todoterrenos el pasado mes de abril alcanzaron las 78.595. Si se compara con el año pasado, el repunte es espectacular: las ventas se dispararon un 1.787% y ya son dos meses consecutivos de alzas. Aunque esta cifra está distorsionada por las condiciones de este mes de abril durante el año 2020, (las cifras estaban distorsionadas por el confinamiento domiciliario más duro desde el inicio de la pandemia). Así, si se compara con abril de 2019, ajeno a los estragos del coronavirus, el dato está todavía un 34,2% por debajo.

Estos datos muestran, según Anfac, que la mejora del sector se retrasa: “la recuperación, que estimábamos más cerca del segundo semestre, se está retrasando y no vemos, de momento, motivos para un cambio de tendencia. La incertidumbre económica, la lentitud de las vacunaciones y la falta de estímulos a muchos consumidores para la renovación siguen afectando a los volúmenes de venta”.

Por canales, los particulares fueron los que lideraron las compras: matricularon 29.349 vehículos en abril (+3.466%) y ya acumulan 105.491 en lo que va de año, un 6,1% más que en el mismo periodo de 2020. El repunte de las empresas es menor en el último mes, pero mayor en el cuatrimestre: 105.348 coches, un 34,2% más que en ese periodo de hace un año.

Algo similar ocurre con las compañías de alquiler de vehículos: 53.816 automóviles comprados en los cuatro primeros meses de 2020, un 19,7% más.

Durante el pasado mes de abril, casi un tercio de los coches vendidos (30,4%) eran de propulsión alternativa (aquí se incluyen los eléctricos puros, híbridos, de gas natural). La opción más elegida fueron los de gasolina, que coparon el 49,1% de las matriculaciones. El diésel, por su parte, quedó relegado y solo supuso un 20,5% de las ventas.

En el conjunto del cuatrimestre, los vehículos de propulsión alternativa coparon el 29,5% del mercado español. Los más escogidos son los de gasolina (48,3% del total) y los de diésel se quedan a la cola (22,2%) del total de las matriculaciones de turismos.

Por otro lado, por lo que respecta al Euribor, mientras la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) siga sin variaciones, el índice al que se vinculan los tipos de interés de las hipotecas continuará estable en niveles ínfimos. Esta es la previsión para el euríbor, cuya media mensual ha cerrado el mes de abril en -0,483%, apenas 0,4 puntos básicos por encima de la registrada el mes anterior y muy cerca del -0,505% al que cayó en enero, su mínimo histórico.

Un euríbor tan bajo no solo afecta directamente a los tipos de interés variables, sino que empuja también a la baja el coste de las hipotecas fijas, por las que están apostando fuerte tanto las entidades como sus clientes.

El euríbor, en terreno negativo desde hace más de cinco años, resta en lugar de sumar con el diferencial que aplican los bancos a la hora de calcular el tipo de interés de la hipoteca. De esta forma, por un lado, los préstamos hipotecarios variables que se firmaron en febrero a través del comparador bancario iAhorro tuvieron un tipo de interés nominal medio extraordinariamente bajo, del 0,69%.

De forma que, según iAhorro. los hipotecados que tengan ahora la revisión anual de su préstamo verán su cuota reducirse notablemente, por efecto de un descenso del euríbor de 3,7 décimas de punto con respecto a abril del año pasado, cuando su media fue -0,108%: en una hipoteca de 150.000 euros a 30 años con un tipo de interés calculado con el euríbor más un diferencial del 0,99%, la cuota mensual pasará de los 474,31 euros que el usuario pagó en el último año a los actuales 450,76 euros. Lo que se traduce en un ahorro de 282,60 euros a lo largo de los próximos 12 meses.

En un entorno de tipos de interés tan bajos, los bancos ofrecen hipotecas fijas a un coste cada vez más ventajoso, en el intento de asegurarse márgenes de beneficios seguros durante mucho tiempo. La oferta parece haber encontrado una demanda que ya descuenta la subida del euríbor a largo plazo, a tal punto que la proporción de hipotecas fijas que se firmaron en febrero ascendió al 55% y las variables cayeron al 45%, según el INE. Estos datos contrastan con los marcados el mismo mes del año anterior, cuando los préstamos hipotecarios fijos suponían apenas el 37,4% frente al 62,6% de variables.

Finalmente, respecto al mercado de la vivienda, según los datos facilitados por el Consejo General del Notariado, el precio de los inmuebles ahondó su caída en febrero con un ajuste interanual del 5,1% mientras la compraventa de viviendas suavizó su caída hasta el 1,1%. 

En febrero se contabilizaron 44.833 transacciones de viviendas y un precio medio por metro cuadrado de 1.366 euros. La caída registrada en los precios se debió a la de los pisos (-5,1%), ya que el precio de las viviendas unifamiliares se incrementó un 0,9%.

Por su parte, el precio por metro cuadrado de los pisos de precio libre se redujo un 5,4% y, dentro de éstos, aquellos de segunda mano se anotaron una caída del 6,3% hasta los 1.509 euros y los nuevos del 3,6% hasta los 2.120 euros.
Los préstamos hipotecarios para la adquisición de una vivienda aumentaron un 10,3 % interanual en febrero, hasta los 24.623 nuevos préstamos. Su cuantía media experimentó una caída del 3,6 % en términos interanuales, hasta los 137.936 euros.

EMPRESAS:

El Corte Inglés ha señalado que ha llegado a un amplio acuerdo en el primer ERE de su historia. La empresa, que pretende reducir su plantilla en 3.292 trabajadores, ha cubierto con creces sus expectativas: más de 4.000 empleados se han apuntado de forma voluntaria al plan (4.312 según los sindicatos). De esta forma, la propuesta de salida (además de una prima, indemnización de 33 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades) ha convencido a buena parte de la plantilla. Ahora la compañía dispone de un mes para analizar cada caso, hasta el 23 de mayo.

La empresa ha destacado que “el número de empleados que se han sumado a la iniciativa de bajas voluntarias ha superado en más del 20% la cifra inicial de 3.292 personas acordada por la empresa y los sindicatos (CC OO, Fasga, Fetico y UGT). A partir de ahora se inicia un proceso de análisis de solicitudes, tramitación de las bajas voluntarias y ajuste de la plantilla”.

Así, tras el análisis de las solicitudes, la cifra de salidas podría variar respecto de las 3.292 acordadas inicialmente. Dependerá de cómo quede la estructura de la plantilla, ya que la prioridad es garantizar el servicio en todos los departamentos. Por tanto, podría ocurrir que, ante los más de 4.000 interesados, tras la negociación acaben saliendo de la empresa incluso más de los 3.292 previstos tras la negociación o algo menos. El número final no está cerrado todavía.

Fuentes de la empresa destacan la generosidad de la propuesta económica, lo que ha facilitado el proceso de salidas voluntarias. Otro punto a favor, inciden, es la posibilidad de recolocación en otras firmas, ya que el Corte Inglés buscará las mejores condiciones posibles para los empleados que hayan decidido desvincularse de la compañía y por ello ha contratado a dos empresas de prestigio (LHH y ManpowerGroup) para que ayuden a los trabajadores salientes a encontrar un nuevo empleo en función de su perfil e intereses profesionales.

Por la parte de la propuesta económica, El Corte Inglés ofreció 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades (la indemnización que contempla la ley para el caso de despido improcedente), justo lo que reclamaban los sindicatos. Además, abonará una prima de un 5% del salario anual para los trabajadores con una antigüedad en la empresa de entre 5 y 10 años; del 10% del sueldo para los que lleven entre 11 y 15 años, y del 20% del salario para los que tengan más de 15 años de antigüedad en la cadena de centros comerciales.

El Corte Inglés avisará al personal que ha accedido a dejar la empresa con 15 días de antelación, y el proceso se prolongará hasta el 28 de febrero de 2022, según recuerdan los sindicatos en un comunicado que han emitido.

La empresa ha declarado que de las cifras de voluntarios para acogerse al plan están excluidos los empleados con más de 50 años de edad, así como los trabajadores eventuales o que solo trabajen días sueltos, ya que tienen más difícil reinserción en el mercado laboral.

El proceso ha concluido en apenas dos meses desde que se comunicó a los sindicatos dicho plan y se iniciaron las negociaciones pertinentes. Todo el proceso se ha desarrollado en un clima de consenso.

La situación es la respuesta tras el embate del coronavirus, que cerró los centros de la empresa en España durante lo más duro de la pandemia y, sin duda, al impacto de la competencia de firmas como Amazon, Inditex o Mercadona, y al complejo proceso de transformación digital que afronta el gigante comercial.