viernes, 24 de abril de 2009

El paro ¡Apabullante! ¿Mayor flexibilidad?

De siempre, se ha concedido mayor credibilidad a las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), ya que se trata de una encuesta científica elaborada de acuerdo a criterios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). El otro dato que, frecuentemente se utiliza, es la cifra mensual de parados registrados en el INEM, a la que, tradicionalmente, se le viene concediendo una menor significatividad.

Acabamos de conocer los resultados de la EPA correspondientes al primer trimestre de 2009. Las cifras no pueden ser peores. Basta comparar en la siguiente tabla:

4º Trimestre 2007:
Activos: 22.404.500; Ocupados: 20.476.900; Parados: 1.927.600; Tasa de paro: 8,60 %

Primer Trimestre 2008:
Activos: 22.576.500; Ocupados: 20.402.300; Parados: 2.174.200; Tasa de paro: 9,63 %

Primer Trimestre 2009:
Activos: 23.101.500; Ocupados: 19.090.800; Parados: 4.010.700; Tasa de paro: 17,36 %

He tomado estas fechas, ya que en el cuarto trimestre de 2007, la economía registraba una buena situación económica –en crecimiento de PIB y empleo- y, la del primer trimestre de 2008 donde se comenzaba a sentir la crisis.

Los datos no pueden ser más significativos de la gravedad de la situación económica española, ya que el empleo y, consiguiente paro, son el mejor indicador de la marcha del país: evolución del PIB (producción obtenida) y de la Renta Nacional. Es más, comparando su evolución temporal, se aprecia la tendencia y, por tanto, se pueden realizar estimaciones respecto a que podemos esperar para el futuro próximo.

Es posible realizar las siguientes reflexiones. ¿Cuál de ellas más grave?

- Se está destruyendo empleo (hay menos puestos de trabajo). Sobre todo en el último año se han perdido, nada menos, que 1.311.500.

- El paro ha crecido a una velocidad vertiginosa: en un año ha aumentado en 1.836.500 personas, hasta superar los cuatro millones.

- La tasa de paro (porcentaje de desempleados respecto a la población activa), en un año casi se ha duplicado.

- Se mantiene el aumento de la población activa (ocupados más parados) habido en los últimos años.

A mi juicio, se desprenden los siguientes hechos:

- La gran flexibilidad con la que está reaccionando el mercado de trabajo. Basta contemplar la variación habida. Debemos estar preparados para el debate, cada vez más próximo, respecto a necesidad de flexibilizar las condiciones de despido. ¡Vamos, exactamente, la reducción de las indemnizaciones por despido! Algunos, que sin duda tienen una privilegiada posición disfrutando de contratos blindados y elevadas compensaciones cuando pierden su ocupación, van a incrementar su campaña argumentando la rigidez del mercado laboral en este aspecto. Se trata de una falacia interesada. La eliminación o reducción de las indemnizaciones, lo único que consigue es, simplemente, abaratar el despido –no es una medida de fomento de empleo-. ¿O es que si no existiesen las indemnizaciones, el paro habría aumentado menos?

- A la vista de la población activa, la crisis no ha hecho más que empezar. Comenzaremos a ver el “suelo” cuando tenga lugar una caída de la misma. Ello, como consecuencia del llamado "efecto desánimo".

- Los parados de la construcción son 743.700 personas (el 18,53 % del total de desempleados). No están cuantificados los desempleos indirectos que genera. Luego, sin quitar importancia al gran peso de este sector en la evolución de crisis, más factores y causas están influyendo.

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