jueves, 24 de septiembre de 2009

LA TASA TOBIN... REAPARECE

Con ocasión de la Conferencia de París sobre Financiaciones Innovadoras del pasado mes de mayo, ante las acuciantes necesidades del mundo en desarrollo, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner ha publicado, casi de forma simultánea, en diferentes periódicos: EL PAIS, LE MONDE , FINANCIAL TIMES y HANDELSBLATT un articulo donde resucita una vieja idea, propuesta por el Parlamento Europeo en 2000, votada por Francia en 2001 y apoyada por las ONG. Kouchner defiende la idea como totalmente pertinente. Postulando para financiar el desarrollo, la instauración de una aportación voluntaria basada en las transacciones financieras internacionales.

Algunas consideraciones iniciales para situarnos en este tema:
Actualmente, mejor dicho antes de la actual crisis financiera, en el mercado de capitales se movían en un día alrededor de 300 billones de las antiguas pesetas (es mucho más significativo expresado así que en euros). Esta cifra viene a equivaler a 2 veces el PIB español de un año. Es decir, que en lo que dura una mera transmisión informática se mueven en un solo día, prácticamente, el doble del PIB anual de un país desarrollado como el nuestro.

Estos movimientos de capital se producen entre los bancos de todo el mundo, ya que se trata de movimientos de dinero bancario dentro del sistema financiero internacional. Por tanto, no existe ningún movimiento físico. Se trata de meras anotaciones contables, compensadas de un banco a otro (igual que ocurre a nivel nacional o doméstico).

Estos movimientos de capital no tienen ningún tipo de control. Actualmente existe plena libertad de circulación de capitales en todo el mundo. Paralelamente, lo digo por la manida globalización, con la excepción del mercado único de la UE, no existe libertad de circulación de mercancías, servicios y trabajo a nivel mundial. Todo lo contrario subsisten los Aranceles, contingentes y fuerte proteccionismo administrativo o neoproteccionismo a nivel mundial. No existe, ni mucho menos, libre comercio. Sino todo lo contrario. Me temo que con la que está cayendo, algún país se vea tentado a incrementar el llamado neoproteccionismo (trabas burocráticas y administrativas), anteriormente citado.
Por tanto, por centrar este tema. La mal llamada globalización, es tan sólo globalización financiera y punto… De ahí, que sea más correcto hablar de mundialización, ya que como consecuencia de la libertad de circulación de capitales, los efectos de cualquier hecho económico –sobre todo financiero- se transmiten por el mercado financiero internacional a corto plazo (lo que los economistas llamamos mercado de dinero). Ello, sin duda, ligado al tremendo desarrollo de las modernas técnicas de comunicación que nos permite a ciudadanos, empresas, inversores y a cualquier agente, estar conectados en tiempo real con el resto del mundo. En definitiva, todo está más cerca…
El tremendo descontrol sobre estos movimientos de capital dentro del sector de las finanzas, sin duda, ha sido un elemento desestabilizador de la economía real. Este hecho es incuestionable. Sin embargo, los más acérrimos defensores de las propuestas liberales en lo económico, son radicalmente contrarios a una mayor regulación del sistema financiero y, por supuesto, de estos movimientos capital. He oído a más de uno, incluso, achacar a la excesiva regulación existente y a su mal uso, el origen de la gravísima crisis financiera que padecemos.
Pues bien, la tasa Tobin fue sugerida en 1971 por el economista James Tobin (Premio Nobel de Economía en 1981). En su momento, quedó bastante ignorada y fue en Francia en 1998, donde surgió ATTAC como grupo de presión a favor de la introducción de una tasa a las transacciones financieras internacionales, siendo protagonista de ello, el español Ignacio Ramonet a través de Le Monde diplomatique. Este grupo, considerado como inspirador de los movimientos antiglobalización en todo el mundo, es el que ha venido postulando reiteradamente esta tasa.
El propio Tobin ha señalado que se ha malinterpretado su propuesta que, exactamente, consistió en pagar una tasa cada vez que se produjese una operación de cambio entre divisas. La tasa debía ser baja, en torno al 0,1%, para penalizar solamente las operaciones puramente especulativas de ida y vuelta a muy corto plazo entre monedas, y no a las inversiones. Es decir, a los movimientos de capital a muy corto plazo que se ven reflejados en el mercado de divisas.
Pasando a la propuesta anunciada de ministro francés Kouchner, también defendida por Joaquin Almunia, parece que estaría plenamente justificada. Por un lado, se propone tan sólo un tipo reducido e imperceptible del 0,005% (en una transacción de 1.000 euros, tan sólo se recaudarían cinco céntimos).
Dos grandes ventajas cabe señalar:
Primero.- Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) la tasa Tobin permitiría recaudar 720.000 millones de dólares anuales, distribuibles a partes iguales entre los gobiernos recaudadores y los países más pobres. Por su parte, el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) ha afirmado que con el 10% de la suma recaudada sería posible proporcionar atención sanitaria a todos los habitantes del planeta, suprimir las formas graves de malnutrición y proporcionar agua potable a todo el mundo, y que con un 3%, se conseguiría reducir a la mitad la tasa de analfabetismo presente en la población adulta, universalizando asimismo la enseñanza primaria. Estos objetivos son tan importantes que, por si solos, ya justifican la implantación de dicha tasa.
Los liberales afirman que dar dinero los pobres no resolvería el problema: “la pobreza nunca podrá resolverse con transferencias, porque la pobreza no es un problema de distribución sino de falta de producción”. Se trata de una falacia, ya que si no tienen dinero para comer, como lo van a tener para su industrialización.

Segundo.- Podría ser un poderoso instrumento de control sobre los movimientos de capital especulativos (a corto plazo). Lo que tendría las siguientes ventajas:
- Sería un instrumento estabilizador y de control. Contribuyendo a la necesaria regulación financiera que impida nuevas crisis como la que sufrimos. Hay que luchar en todos los frentes contra los desmadres y abusos cometidos por un puñado de ambiciosos desaprensivos que ha llegado a situar al mundo al borde del abismo, y que ha estado a punto de provocar el colapso y quiebra total del sistema financiero y por lo tanto de la economía real.
- Esta tasa guarda una relación directa y estrecha con la eliminación de los paraísos fiscales, ya que permitiría identificar y controlar la cuantía, origen y destino de los capitales (del dinero) que se mueven por el mundo. Para controlar a esos capitales la contribución de esta tasa, llamada Tobin o como queramos bautizarla, sería inestimable.
Ahora bien, hay que ser realista. Esta tasa difícilmente podrá aplicarse si no es con el concurso mundial de las grandes potencias económicas. Además plantea una serie de problemas técnicos, tanto para su recaudación e implantación, como para la distribución de los fondos. Este último aspecto podría ser encomendado a la propia UNCTAD.
En todo caso, bienvenido sea el debate siendo deseable que se materialice y llegue a buen término…

1 comentario:

  1. Apreciado Juan José,

    Casualmente ayer, el Sr Peer, Ministro alemán de Economía, ha reivindicado una tasa del 0,05% similar a la que en mi caso llevo tiempo proponiendo y que el Sr Tobin de otra forma también, propuso hace más de 32 años, justo cuando hice y publicaron aquí en El País las proyecciones que realicé sobre la evolución del PIB para los próximos 50 años de los diferentes países y posiciones en el ranking.

    Señalar que quedan 18 años para que se cumplan mis predicciones y puedo indicar la vigencia de las mismas para los países emergentes que aún están al 40% del PIB de la media de los países de cabeza.

    En cuanto a mi propuesta de tasa, abogo por que sea más dura y coercitiva más próxima al 0,15% que al 0,05% que propone el Sr Peer, pues se debe de dar un claro mensaje a los especuladores de que o se autorregulan y moderan en sus ansias de acumulación, presionando a los mercados y a los profesionales financieros, y modifican sus pautas de comportamiento arriesgando su dinero como cualquier ciudadano sin ventajas o se tomarán medidas más duras y se delimitarán las reglas del juego.

    Pienso que ya ha llegado la hora de cortar tantos abusos y presiones a los profesionales. Las reglas y el juego tienen que ser para todos en igualdad de oportunidades independiente de la cuantía y localización. Esto es lo que pienso y cuanto defiendo honestamente.

    Recibe un fuerte abrazo
    Juan Bernardo Montesinos

    PD: Te he añadido enlace en mi blog
    http://montejb-quisiera.blogspot.com/

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