lunes, 13 de febrero de 2012

LA REFORMA LABORAL, ¿UNA MEDIDA ÚTIL PARA QUIÉN?

Reiteradamente se ha afirmado por la CEOE, pretendidos y sesudos analistas, expertos y coros mediáticos, la necesidad de la reforma laboral que desaforadamente este Gobierno ha acometido.

Estaré equivocado, pero me gustaría hacer algunas reflexiones y aclaraciones al respecto:

Se dice que la causa del fuerte desempleo en España son las rigideces del mercado laboral y no es así. Se olvida que nuestro desempleo tiene un fuerte componente estructural consecuencia de las características diferenciadoras de nuestro modelo económico. Muchas de ellas arrancan del desarrollo tremendamente tardío, respecto a los países de nuestro entorno (años sesenta del siglo pasado), dónde se destruyó, en términos relativos, más empleo del que se creó. Gran parte del excedente fue absorbido por la emigración a Europa.

Posteriormente, el fuerte boom del turismo y, sobre todo de la construcción (ambos sectores intensivos en mano de obra), junto al desarrollo industrial experimentado, permitieron absorber parte del excedente.

La pérdida de tejido industrial en España, (en parte propiciada por la Política Industrial de la hoy Unión Europea y que, a diferencia de la política agrícola, prohíbe toda medida de apoyo e intervencionismo gubernamental), unida a la existencia de Gobiernos que han sido incapaces de buscar un nuevo modelo de desarrollo económico, propiciando tecnologías y sectores de futuro, son factores explicativos.

Por si fuera poco, hay que añadir a todo lo anterior, muchos años de auténtico descuido y falta de atención a la economía real. A nivel general, casi todos, los países desarrollados (curiosamente con la salvedad de Alemania) volcaron todas sus expectativas y esfuerzos en la economía financiera (sobre todo en la especulativa).

Se trata de operaciones que han permitido grandes transferencias de capital con movimientos puramente contables, sin reflejo o impulso sobre el crecimiento real de la producción económica. La especulación no aporta valor añadido económico (producción económica): si lo hacen las sociedades que la gestionan, pero nunca la especulación en sí misma.

Finalmente, no hay que olvidar que la Gran Recesión que sufrimos obedece, entre otras, fundamentalmente a dos causas:

a)El reventón del sistema financiero a consecuencia de los excesos cometidos, y que aún lejos de su resolución en el caso de las entidades de crédito españolas, motiva la no existencia de la financiación precisa.

b)Y una importante insuficiencia de demanda: continua caída del consumo privado e inexistencia de la inversión privada, acrecentados por la excesiva austeridad, y consiguiente contención de esos mismos componentes a nivel del Gasto Público.

Sin negar la necesidad de determinadas reformas en el mercado laboral –muy distantes de las decididas por el Gobierno- las medidas de fuertes rebajas en las indemnizaciones por despido y salarios, van en dirección contraria a los remedios que se precisan para salir de la crisis: generan mayor desconfianza y miedo en los ciudadanos y, por tanto, van a retraer aún más el consumo de las familias.

Pienso que cualquier español estaría dispuesto a sacrificarse si las medidas fueran a eliminar, o al menos paliar el fuerte desempleo y los graves problemas que padecen muchas familias.

Por otro lado, estoy convencido de la necesidad de apoyar al empresario – al auténtico empresario- que asumiendo riesgos y desvelos constituye el principal motor del crecimiento, generación de puestos de trabajo y riqueza en las economías de mercado.

Aunque también existe una parte de ese empresario, o un sector de sus “voceros” que llevan años reclamando una tras otra… las sucesivas reformas en el mercado de trabajo. Quizá esta, aunque se aproxime exageradamente a sus pretensiones, tampoco sea la definitiva para sus exigencias futuras.

Pues bien, la reforma emprendida no supone necesariamente un mayor empleo o demanda de fuerza de trabajo en el mercado. Sólo sirve para quitar a los trabajadores una serie de logros históricos que permitían una mayor estabilidad y sosiego social y económico.

Contablemente, es extremadamente sencillo argumentar caídas en los ingresos o en las ventas, y que decir en las propias expectativas que formule la empresa. Que el mero hecho de argumentar 3 trimestres de esas circunstancias, faculte a las empresas a reducir los salarios que paguen a sus trabajadores, con la amenaza, por si fuera poco, de que lo aceptan o serán despedidos con 20 días de indemnización, es de una gravedad tal, que hasta resulta difícil aún de creer.

La posibilidad de acogerse a un ERE, para un despido colectivo sin autorización previa, deja en las exclusivas manos de una parte –los empresarios- las condiciones de existencia de muchas familias. Se está olvidando, que el mercado de trabajo es asimétrico, entre otras razones, debido a que la mayoría de trabajadores sólo dispone de su fuerza de trabajo para vivir, lo que no ocurre con muchos empresarios.

Que se contrate por un año como máximo, sin derecho de indemnización alguna, va a motivar una rotación en el mercado de trabajo aún mayor a la ya sufrida.

Por último, señalar que no entiendo que haya personas que, teóricamente, tienen una formación y supongo sensibilidad, que acometan estas medidas tan tranquilamente…, e incluso que las defiendan como un logro y mejora para los trabajadores... Concediéndoles la “buena fe”, habría que tacharles de demagogos o, quizá, ignorantes.

Por favor, señores, ¿piensan que los ciudadanos son tontos, o hasta dónde llega su ambición de poder e hipocresía?…

4 comentarios:

  1. Excelente, análisis, Juanjo. A mi juicio, y en todo caso, aun reconociendo la gravedad de la situación y la necesidad de toma de medidas en el ámbito del mercado de trabajo, los dos peores problemas tienen que ver con la muy deficiente estructura productiva española y la situación del sector financiero, que lleva cerca de cinco años sin realizar su función básica que es conceder crédito. Por otra parte, quizás en el largo plazo, los empresarios pierdan el miedo a contratar, pero el problema es que vamos hacia una precarización generalizada del factor trabajo sin que haya un esfuerzo similar en el ámbito de la formación y la innovación. Vamos a un modelo de mano de obra escasamente cualificada y remunerada. Es ley de mercado, pero los mejores se desplazarán hacia otros lugares donde se les remunere y se les forme; y me temo que Merkozy no quiere compartir ese segmento de la fuerza de trabajo con España, más bien al contrario; desea captar fuerza de trabajo especializada que se desplace hacia Centro Europa, buscando mejores sueldos y mejores puestos. Por otra parte, si de esta crisis salen dañados los consensos sociales que se produjeron al llegar la democracia a España, el país se deslizará por una pendiente muy poco prometedora.
    Un fuerte abrazo,
    Nacho Llorente

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    1. Buenas tardes Nacho, muchas gracias por tu comentario con el que coincido plenamente. Mejor que lo has explicado, es imposible.
      Un fuerte abrazo.
      Juan José Pintado

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  2. Esta noche he estado leyendo la reforma laboral y la verdad es que es una mas, sinceramente con los incentivos que se plantean como empresario no me voy a decantar por una nueva contratación. En cualquier caso creo que los propios datos estadísticos nos pueden decir que no es de las cuestiones mas urgentes a abordar, o al menos no con la celeridad que se plantea, no se puede variar el derecho laboral como lo estamos haciendo. Dentro de nuestro mercado laboral existen submercados, como Vizcaya, Alava o especialmente Guipúzcoa, perdón por poner ejemplos tan cercanos a mi, hay otros seguro, pero estos son los que mejor conozco, con tasas de paro muy cercanas a la media europea (aunque es cierto que en los últimos tiempos se están empezando a deteriorar mas, nadie aguanta el tipo en cinco años de crisis), y sino recuerdo mal la ultima vez que leí el estatuto de autonomía el Pais vasco no tenia competencia en materia laboral, vamos quiero decir que la regulación es la misma aquí que en Andalucía o Canarias, y esto pienso que es un signo inequívoco de que se puede hacer mejor con la misma normativa.

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  3. Buenos días Unai, totalmente de acuerdo en lo que planteas... llevas toda la razón.
    Gracias por tu comentario.
    Saludos.
    Juan José Pintado

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