El
aspecto más destacable de finales del pésimo año 2013, ha sido que
se haya acabado la mayor recesión económica –caídas del PIB-
vivida en la economía española. Ahora bien, el modesto avance del
0,1% no implica que el balance del año que hemos cerrado no haya
sido negativo (la disminución del valor de la producción de bienes
y servicios ha sido mayor del 1%).
Para
2014, las previsiones disponibles señalan que no hay que esperar un
crecimiento mayor al 1% (el FMI, la Comisión Europea y la OCDE
consideran que no será superior al 0,5%).
Por
tanto, desafortunadamente, no será posible en 2014 disminuir
significativamente el mayor desequilibrio de la economía española:
el elevado desempleo que padecemos.
GLOBAL:
Durante
el nuevo año, no será posible el favorable tirón que sobre la
economía mundial han propiciado los países emergentes. No obstante,
ese papel se veré en parte sustituido por la economía de Estados
Unidos, que podrá recoger los resultados de las políticas
fuertemente expansivas, principalmente monetarias que ha llevado a
cabo.
Mucho
más tenue va a ser la aportación de las economías de Japón y
Europa. Si bien la economía nipona, en base a las políticas del
Gobierno de Abe (estímulos fiscales, fuerte expansión monetaria y
reformas estructurales) ha superado el estancamiento con deflación
que ha padecido durante tantos años (el peligro que, para bastantes
analistas, amenaza a la eurozona como resultado de una política
exclusivamente centrada en los recortes fiscales).
Para
muchos la salida de la recesión de la Eurozona es excesivamente
vulnerable y débil: la economía italiana continúa en recesión,
también la francesa ha visto decrecer a su PIB, y la germana ha
reducido su crecimiento.
Las
expectativas de un crecimiento económico español inferior al 1% en
el presente año, como anticipan muchas previsiones, es insuficiente
para mejorar la maltrecha solvencia financiera de empresas y
economías domésticas. Mejoría imprescindible para abandonar el
estancamiento económico.
No
contribuye a esa anhelada mejora, la débil demanda interna
resultante de la disminución de los ingresos corrientes o renta
disponible de las familias españolas en un entorno de desconfianza
económica.
Por
esos motivos, de nuevo una clave puede estar en la demanda externa
–exportaciones- muy dificultada por el superávit exterior alemán,
y por un tipo de cambio del euro en el mercado de divisas que, por su
apreciación, disminuye la competitividad externa de nuestros bienes
y servicios en el panorama internacional.
Frente
a esos retos, la realidad es que las autoridades españolas no
disponen de mucha capacidad de maniobra para afianzar a la demanda.
Salvo luchar para que las instituciones europeas y las economías en
mejor situación, sobre todo la alemana, apliquen medidas expansivas.
ESTADOS
UNIDOS:
Después
de inundar de liquidez a la economía estadounidense, ya durante
cinco años, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido
reducir paulatinamente esos estímulos, disminuyendo la intensidad
con la que venía comprando Deuda Pública en los mercados: va a
bajar a 75.000 millones de dólares (54.435 millones de euros) las
compras. Se trata de un recorte simbólico y modesto, que realmente
poco se va a sentir en la economía real.
La
Fed sigue manteniendo las tasas de interés en el 0% en sus créditos
a los bancos, y ha señalado que va a mantener el programa de compra
de Bonos durante todo el año 2014.
El
Congreso estadounidense ha logrado un acuerdo presupuestario para los
próximos dos años, lo que evita el caos sufrido en el pasado
octubre, cuando las actividades del Gobierno federal cesaron de forma
parcial durante 16 días.
Lógicamente,
todo está vinculado a la evolución de la realidad económica, de
forma que si se mantiene la mejoría económica se podrán retirar
más estímulos. En caso contrario, se elevaran de nuevo las
inyecciones monetarias.
Dado
que, pese a la creación de alrededor de 190.000 empleos mensuales,
el mercado laboral sigue débil, la Reserva Federal no subirá los
tipos de interés mientras que la tasa de paro no baje del 6,5%. ¡Que
contraste con la tasa de paro española de casi el 26%!
Por
otro lado, no se espera un repunte de los precios, ya las
estimaciones para este 2014, muestran un aumento de alrededor del
1,5% para todo el año.
Para
Janet Yellen, la nueva presidenta del Banco Central de Estados Unidos
a partir del 31 de enero, las máximas prioridades serán promover un
mayor empleo, la estabilidad de precios y un sistema financiero
seguro y estable. Añadiendo la propia Yellen la de “servir a todos
los ciudadanos, de forma que cualquier persona tenga la posibilidad
de trabajar duro y prosperar”.
Estas
palabras son reveladoras de sus intenciones: lo que más le preocupa
son los estragos por los que siguen pasando millones de familias
estadounidenses: “hay gente que no es capaz de encontrar un trabajo
y se encuentra muy preocupada por el miedo a no poder pagar las
facturas a final de mes”.
Yellen
tiene una línea de pensamiento que coincide con la de otros
economistas progresistas de la escuela de Yale, distanciándose de la
que profesó Alan Greenspan, partidario de dejar a los mercados hacer
lo que quieran. Ben Bernanke, otro conservador, no tuvo otra opción
que utilizar todo su conocimiento sobre la Gran Depresión para
evitar una hecatombe similar.
Para
la gran mayoría, Yellen no es una ideóloga, sino una observadora.
Su opinión se basa objetivamente en hechos, y gracias a su apertura
al diálogo busca siempre soluciones en su entorno. No obstante, se
afirma que se formó en la escuela de economistas que defiende la
intervención del Gobierno frente a los grandes problemas que afectan
al país, como es el paro de larga duración.
Se
trata del intervencionismo que igualmente defiende el nobel Joseph
Stiglitz, su antiguo profesor en Yale (uno de sus más cercanos
amigos). No analiza los datos de empleo y de paro como fríos números
en tablas estadísticas, sino que trata de entender el coste humano
que hay detrás de esas cifras. Por eso, en su forma de pensar, la
acción de la Fed es necesaria, porque el mercado laboral no es
perfecto, como tampoco el mercado financiero.
Yellen
defiende una filosofía económica radicalmente opuesta a la de la
escuela de Chicago. Es conocida su pregunta planteada en el año
1999: “¿pueden las economías capitalistas operar a pleno empleo
en ausencia de una intervención rutinaria?”. Su respuesta fue “un
no rotundo”, a lo que añadió que “cualquier desviación de ese
objetivo crea un problema social”. Es su manera de decir que
existen recetas de política económica para responder a los grandes
retos económicos existentes. En lugar de dejarlos al arbitrio del
libre funcionamiento de los mercados.
Yellen
sucedió a Stiglitz al frente del consejo de asesores económicos de
la Casa Blanca. Aunque el gran mentor de la presidenta de la Fed fue
el economista James Tobin, uno de los principales seguidores de John
Maynard Keynes. El también galardonado con el Nobel le convenció
para estudiar en Yale, donde conoció a Ted Truman, y fue el que le
despertó el interés por estudiar el impacto social del desempleo.
Aunque
quizás su gran referente sea su marido, George Akerlof, que
compartió el Nobel con Michael Spence y Joseph Stiglitz.
Juntos
forman una de las parejas de economistas más influyentes. Elaboraron
un estudio en el que explicaban cómo los empleados mal remunerados
eran menos productivos. Analizaron cómo el paro de larga duración
supone una importante pérdida de recursos para la economía.
Por
todo ello, no se espera que la nueva presidenta de la Fed vaya a
permanecer inactiva, esperando a que problemas como la desigualdad se
resuelvan solos. No obstante, Yellen es consciente de que los
estímulos económicos no pueden ser infinitos, y que prolongarlos
puede conllevar riesgos.
JAPÓN:
Una
buena noticia es que según reflejan los datos del Ministerio de
Asuntos Internos y Comunicaciones nipón, la tasa de inflación
interanual de Japón, eliminando el impacto de la evolución de los
precios de los alimentos, experimentó el pasado mes de noviembre un
repunte del 1,2%, lo que representa su nivel más elevado desde
noviembre de 2008.
Por
tanto, el incremento de los precios registrado en la tercera mayor
economía mundial supera el ecuador del objetivo marcado por el
Ejecutivo encabezado por Shinzo Abe, que busca alcanzar una tasa de
inflación del 2%. Todo ello para superar los muchos años de débil
deflación que ha venido padeciendo esta economía.
Por
su parte, la inflación subyacente, que excluye el impacto de la
volatilidad de los precios de los alimentos y de la energía,
experimentó un repunte interanual del 0,6% en noviembre, el mayor
incremento registrado desde agosto desde 1998.
EUROZONA:
Respecto
a la necesaria Unión Bancaría, el mecanismo para liquidar bancos se
ha adaptado, “punto por punto”, a los deseos de la mujer que
acaba de recibir la legitimidad para gobernar durante cuatro años
más a la superpoderosa Alemania, Ángela Merkel.
Las
posibles crisis bancarias futuras no se resolverán con un mecanismo
ágil encabezado por la Comisión Europea en la que un gran fondo
europeo tape los agujeros y aleje el fantasma del contagio. Esto es
lo que querían la propia Comisión Europea, el Banco Central
Europeo, el Parlamento, Francia, Italia, …y casi todos.
Pues
bien, las intensas semanas de discusiones entre los ministros
económicos de la Unión Europea, se han saldado con una nueva
victoria del Gobierno alemán, que se negaba rotundamente a dejar
tanto poder en otras manos.
La
estrategia germana ha consistido en “descafeinar” el proyecto
inicial hasta el punto de que algunos analistas afirmaban que lo
finalmente logrado no se puede llamar unión bancaria.
Pese
a las críticas que había vertido en los últimos días, el
presidente del BCE, Mario Draghi, también alabó el acuerdo
alcanzado horas antes. “El BCE acoge con gran satisfacción el
acuerdo. Es un paso importante para completar nuestra unión
bancaria”, dijo.
Para
que lo acordado por los ministros entre en vigor, aún hace falta el
visto bueno del Parlamento Europeo, previsto para antes de las
elecciones del próximo mes de mayo. Y, a tenor de las palabras de su
presidente, esta tarea parece difícil. “Vamos en la mala dirección
si en lugar de optar por un órgano de decisión independiente y
rápido, dejamos que los Estados retengan su poder de decisión”,
dijo el socialdemócrata Martin Schulz, que además de máxima
autoridad de la Eurocámara está en campaña para convertirse en el
próximo presidente de la Comisión.
Por
otro lado, con poco entusiasmo de sus ciudadanos, Letonia, la pequeña
república báltica donde viven 2,1 millones de personas, se
convirtió el día 1 de enero, en el “socio número 18” de la
eurozona. El país, que anunció su intención de ingresar en la
eurozona cuando pasó a ser miembro de la Unión Europea en 2004, se
convierte así el segundo país exsoviético que adopta la moneda
única. El primero fue su vecina Estonia, que lo hizo el pasado 2011.
Según
las últimas encuestas sobre la opinión de los letones, solo un 39%
de la población está a favor del euro y la desaparición del “lat”,
su moneda local. Por el contrario, un 57% rechaza la divisa al temer
que venga acompañada de subidas de precios.
Letonia
sufrió una profunda crisis entre 2008 y 2010 que supuso la
destrucción de un 24% del PIB. A partir de aquel año y con la vista
puesta en alcanzar las condiciones para la integración en el euro,
el Gobierno de centro derecha encabezado por Valdis Dombrovskis
—dimitido tras el trágico derrumbe de un supermercado— ha
llevado a cabo una devaluación interna que, a cambio de los severos
recortes, ha permitido el regreso de Letonia a tasas positivas de
crecimiento.
ESPAÑA:
El
número
de desempleados registrados
en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo (aquellos
que acuden a registrarse como desempleados demandantes de empleo) se
redujo en 107.570 en el mejor mes de diciembre de
la serie histórica, lo
que sitúa la cifra total de parados registrados en 4.701.338
al cierre de 2013.
Este
registro, es sabido, que no tradicionalmente no coincide con los
parados según la encuesta de población activa (EPA) a la que se le
concede una mayor fiabilidad.
En
los últimos 12 meses, el
número de desempleados inscritos
en las oficinas del antiguo INEM ha
disminuido en 147.385 personas,
un 3% menos que en diciembre de 2012 (4.848.723 personas), primer
descenso anual desde el pasado año 2006 y el mayor desde 1999.
Sin
embargo, la Seguridad Social no sólo no ha acumulado más afiliados,
sino que de nuevo ha perdido cotizantes.
La
secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, ha recordado que
"en
los últimos cinco años el paro registrado había aumentado por
término medio en 544.000 personas
con respecto al año anterior " y que para encontrar una cifra
mejor, es necesario remontarse al año 1999, "cuando la economía
crecía a un ritmo superior al 4%".
La
realidad, es que bastantes analistas opinan que esta disminución en
el paro registrado se debe a la
importante disminución de la Población Activa debida, por un lado
al llamado “efecto desánimo” de los parados (empeoran tanto sus
expectativas de encontrarlo que abandonan su proceso de búsqueda), y
en la importante salida tanto de jóvenes al resto del mundo para
conseguir un empleo, como al retorno de los inmigrantes. Estas
circunstancias explican la diferencia de datos entre el paro
registrado y la afiliación de la Seguridad Social.
Hay
que recordar además, que no
todas las personas inscritas en las oficinas públicas
se
contabilizan
dentro del dato de paro registrado. Así, se excluyen algunos
colectivos, como por ejemplo, parados que buscan empleo con
disponibilidad
limitada
(solo teletrabajo, trabajo en el extranjero, etc.), los que cobran
prestación por participar, coyunturalmente, en trabajos
de colaboración social,
los asistentes a cursos de formación
de más de 20 horas
semanales, los que cobren
el subsidio agrario
(PER), los menores
de 25 años que cursen estudios
reglados, o las personas mayores de esa edad que buscan su primer
empleo y están estudiando…
Sin
esas exclusiones,
el total de demandantes de empleo registrado en el servicio público
de empleo era de 5.231.452
personas en diciembre.
Esta
metodología explica en parte las diferencias entre este dato de paro
registrado y el que muestra la Encuesta de Población Activa, la EPA,
anteriormente citada, de la que a finales de este mes de enero,
conoceremos la correspondiente al cuarto trimestre del año pasado.
Sin
duda, lo más grave es que en 2013, se registraron un 20% menos de
contratos indefinidos: del total de 14.792.614
contratos,
(un 3,87% más que en 2012) solo
el 7,67%,
es decir, 1.134.949 contratos,
fueron de carácter indefinido.
Esa cifra es un 20,8% más baja que la de 2012, cuando se firmaron
casi 300.000 contratos indefinidos más.
El
resto
de contratos, 13.657.665,
fueron
temporales,
con un crecimiento del 6,6% (casi 850.000 contratos más) en relación
al ejercicio anterior.
En
comparación con noviembre,
el paro bajó durante diciembre en cuatro sectores: servicios (87.253
desempleados menos), colectivo sin empleo anterior (16.432 parados
menos), Agricultura (8.890 desempleados) e Industria, donde hubo
1.304 parados menos. Por el contrario, el desempleo subió en la
Construcción, con un incremento de 6.309 parados (un 1% más).
Entre
los extranjeros, el paro bajó en 2013 un 9,2%, con 56.322
desempleados menos.
En total, los inmigrantes en paro sumaban al finalizar el año
555.728 desempleados, con un descenso de 12.066 parados (el 2,1%)
respecto al dato de noviembre. Parte de estos datos se explican por
el regreso de los inmigrantes a sus países de origen ante la
situación económica.
Por
otro lado, el paro aumentó en Cantabria, con 607 parados más, un
1,08%, y Aragón, que registró 311 desempleados más, el 0,28%, y
también creció en Ceuta un 3,62% (443 personas).
En
el resto de regiones, y en Melilla, el
paro descendió respecto a 2012, sobre todo en Baleares
(un 4,82%, 4.620 personas menos), y
Andalucía,
que registró una caída del 4,63% (50.182 desempleados).
Ahora
bien, la realidad es que si las previsiones de crecimiento para 2014
se cumplen, en España no se creará mucho empleo. Gran cantidad de
analistas opinan que, además, tendrá lugar en aquellos sectores más
abiertos internacionalmente. Es decir, en aquellas empresas que están
compensando la debilidad de la demanda nacional con mayores ventas al
exterior.
La
gran mayoría de las empresas procurarán mantener las ganancias de
productividad de los últimos años, al menos hasta que perciban que
el repunte en su demanda y pedidos cobre la fuerza suficiente. Esa
búsqueda de la eficiencia ampara la demanda de mayores
cualificaciones de los candidatos, sin que pueda esperarse
compensaciones salariales acordes con las vigentes en los años
anteriores a la crisis. Esos empleos seguirán caracterizados por una
mayor flexibilidad contractual al amparo de la última reforma
laboral. Eso significa mayor número de contratos a tiempo parcial y,
desde luego, mayor temporalidad: mayor precariedad, en definitiva. La
destrucción de puestos de trabajo puede atenuar su crecimiento a
costa de un menor número de horas trabajadas.
Motivado
por el menor poder de negociación de los trabajadores se mantendrán
los salarios relativamente reducidos, también en los nuevos empleos.
Así se acentuará la diferencia salarial entre los ocupados y los
nuevos empleados en las mismas posiciones, dentro incluso de las
mismas empresas. La desigualdad en la distribución de la renta se
acentuará, desde la ya amplia brecha creada desde el inicio de la
crisis.
La
realidad es que la situación se presenta como de acoso a las clases
medias: los sueldos a la baja, los impuestos y precios al alza, y
para colmo, algunos servicios básicos, como educación, carburantes
y energía al alza a pesar de la caída del consumo. De forma que
aunque el Gobierno de Rajoy haya señalado al 2014 como el año de la
recuperación, las economías domésticas no se van a ver aliviadas.
Los
únicos emolumentos que han subido en plena crisis han sido los de
los Consejos de Administración de las empresas del Ibex, frente a la
congelación, ya por segundo año consecutivo, del salario mínimo
interprofesional. Además, con la reforma laboral en la mano, las
empresas podrán imponer mayores rebajas salariales.
Los
que más van a sufrir son, sin duda, los parados, sobre todo los de
larga duración: hay alrededor de 2,2 millones de desempleados que
han agotado su prestación y, como mucho cobran un subsidio
asistencial de 426 euros mensuales.
Para
colmo, aunque los precios se moderen, no bajaran los impuestos, ya
que para evitar esa circunstancia, el Ejecutivo aprobó una “Ley de
Desindexación” que ha desvinculado a los impuestos, tasas y
servicios públicos de la marcha del IPC.
Todo
ello ha motivado que la renta española haya vuelto atrás -a una
situación de hace 14 años-, de forma que el PIB por habitante se ha
quedado en el 96% del existente en la Unión Europea, y la tan
cacareada convergencia en el pasado, ha regresado a niveles del año
1998, de forma que el índice de bienestar familiar se ha alejado aún
más del promedio europeo.
Un
importante dato que, parece que hemos olvidado, es que la morosidad
bancaria ha batido otro récord llegando al 13%, su mayor nivel desde
que el Banco de España recopila estos datos. Como consecuencia, ya
llevamos ocho subidas consecutivas desde el pasado mes de febrero.
Los créditos dudosos que soportaba el conjunto del sistema
financiero español ascendieron en octubre a casi 200.000 millones de
euros.
Finalmente,
ha sorprendido que España haya regresado a una situación de hace
muchos años, y a la que nadie podría haber imaginado su retorno:
los emigrantes españoles están enviando cada vez más dinero al
país. Entre junio y septiembre del año pasado enviaron 1.643
millones de euros. Es más dinero del que se había remitido en un
solo trimestre antes, al menos según la serie que recopila el Banco
de España, que comienza en 1990.
Las
remesas, que antes de la crisis eran un fenómeno vinculado a los
inmigrantes que desde España enviaban parte del salario a sus
países, son de nuevo un carburante para la economía de muchas
familias residentes en España. En el verano de 2008, cuando la
crisis empezaba a asomar, a España llegaban 1.343 millones en
remesas de trabajadores que vivían fuera, un 22% menos que este año.
Y
mientras los envíos de los españoles crecen, los que hacen los
extranjeros que viven en este país hacia el exterior se han ido
contrayendo con la recesión. Entre junio y septiembre sumaron en
total 1.723 millones de euros, un 10% más que en el trimestre
anterior, pero muy por debajo de lo que se mandaba en 2010, cuando se
superaron los 2.000 millones trimestrales. No en vano, la población
extranjera en España ha decrecido en los últimos años.
En
total, en lo que llevamos de año, los trabajadores emigrantes han
inyectado en España 4.661 millones de euros. En todo el año pasado
fueron 5.922 millones, pero dada la evolución de 2013, es posible
que se supere la cifra, ya que el segundo trimestre la comparación
interanual arroja este año un incremento del 7,1% y el tercero, del
3,9%, según el Banco de España.
Las
cifras comunitarias colocan a España como el tercer país de la
Unión Europea que más remesas recibió en 2012, solo por detrás de
Francia e Italia. Y es que la emigración ha crecido en paralelo al
vertiginoso aumento del paro.
Por
último, citar que según el Banco de España la deuda de los hogares
equivale al 80% del PIB español, frente al 65% de la eurozona.
MERCADOS:
Tras
una larga travesía por el desierto (tres años consecutivos de
fuertes caídas en las cotizaciones) el Ibex 35 ha cerrado un gran
año. En la última sesión de 2013, el índice selectivo se sitúo
en 9.916 enteros, muy cerca de sus máximos anuales, y cerró el año
con una revalorización del 21,4%.
El
año bursátil fue de menos a más. Conforme avanzaba 2013, las
inquietudes en torno a la crisis de la zona euro, el bloqueo político
en EE UU y un aterrizaje forzoso en China fueron remitiendo
gradualmente y dejaron su sitio a un cierto optimismo en torno a la
posibilidad de que se consolidara la recuperación económica global.
La paulatina reducción de los riesgos se sumó a un contexto de
tipos de interés muy bajos y a la enorme liquidez que hay en el
mercado cono consecuencia de las políticas expansivas de los
principales bancos centrales.
Otra
noticia positiva, es que en la recta final del año se ha batido un
récord de inversión extranjera en deuda. Ya el pasado mes de
noviembre se cerró con el mayor incremento mensual de activos en
manos fuera de España: el volumen aumentó en casi 21.000 millones
de euros, hasta quedar en 273.172 millones, lo que, en términos
absolutos, supone la mayor cuantía desde 2011, según los últimos
datos recogidos por el Tesoro Público. En la cartera a vencimiento,
el volumen de inversión extranjera en deuda marca un máximo
histórico de 245.646 millones.
Gracias
a este favorable comportamiento, el interés medio efectivo que el
Tesoro Público ha tenido que pagar en las emisiones de 2013 se ha
situado en el 2,45%, medio punto por debajo del año pasado y el
segundo nivel más bajo registrado, solo por encima del 2,15% de
2009. Eso hubiese supuesto un ahorro importante en costes de
financiación para el Estado, de no ser porque el volumen total de
deuda de España ha crecido hasta rozar ya el billón de euros y la
factura total en intereses ha aumentado. El tipo medio de toda la
deuda en circulación ha bajado al 3,73% frente al 3,90% del año
anterior.
Por
lo que respecta al mercado de la vivienda, parece que el precio de la
vivienda va tocando suelo. El Instituto Nacional de Estadística
(INE) aportó un nuevo dato que señala una posible estabilización
del mercado: por primera vez desde 2010, en el tercer trimestre de
este año las viviendas se revalorizaron. La subida fue tímida, del
0,7% respecto al trimestre anterior, y en comparación con el mismo
periodo de 2012 la estadística todavía arroja números rojos. Los
analistas coinciden en pedir todas las cautelas ante ese incremento y
recuerdan que antes de otro despegue el sector deberá encarar una
intensa fase de rodaje.
El
derrumbe de los precios ha ido desinflando el grueso de la burbuja
inmobiliaria. Este ajuste que ha supuesto la práctica paralización
del sector durante cinco años y medio y la desaparición de más de
5.000 inmobiliarias, arrancó cuando el boom
tocó techo, a finales de 2007.
Por
el lado de la oferta, hay un enorme stock
de viviendas, mientras que la demanda es menor y de peor calidad. La
realidad es que el nivel de precios no está aún al alcance de la
gran mayoría de españoles.
En
relación al mercado automovilístico, las matriculaciones de coches
han logrado cerrar en positivo en 2013. En total se han vendido más
de 720.000 unidades, lo que supone una subida del 3,3% con respecto
al año 2012, y el primer alza desde 2010, según los datos de las
patronales del sector.
EMPRESAS:
Ni
el rescate bancario, ni las sucesivas reformas financieras, ni la
recapitalización de los bancos han servido para reanimar el crédito
en España. La banca española ha venido alegando durante toda la
crisis que había un problema de falta de demanda solvente. Pero las
cifras muestran que mientras el crédito de la banca española se ha
hundido, los préstamos del exterior a las empresas españolas han
resistido mucho mejor. De hecho, esos préstamos procedentes del
extranjero superan los niveles que tenían al principio de la crisis
y muestran señales de recuperación en los últimos meses que aún
no se aprecian en el crédito de la banca española.
Uno
de cada tres euros prestados a las empresas españolas procede ya del
extranjero, según los datos más recientes del Banco de España,
correspondientes al mes de octubre pasado. Cuando empezó la crisis,
en el año 2008, los bancos españoles eran protagonistas del 76,2% y
los préstamos del exterior solo suponían el 23,8%. Tras cinco años
y medio, la financiación procedente del exterior se ha disparado y
esos préstamos concedidos desde el extranjero representan un 33,2%,
una cuota récord en toda la serie estadística del Banco de España.
Los
datos sugieren que las empresas han ido buscando cada vez más
financiación en el exterior ante los problemas de buena parte del
sistema financiero español, que ha cerrado el grifo del crédito a
las empresas y ha preferido centrarse en la adquisición de deuda
pública.
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