Debemos celebrar los
cambios en variables que afectan de manera especial a la economía española: el desplome del precio
del petróleo, la depreciación del euro, la incipiente afluencia del crédito, y
la reactivación del turismo, han abonado el terreno para una recuperación de nuestra
economía, que tiene su reflejo en la creación de empleo.
Ahora bien, según el
CIS, ocho de cada diez ciudadanos considera que la situación es “igual o peor”
que hace un año. De ahí que haya que ser prudente con los “brotes verdes”, ya
que persisten retos y situaciones de riesgo a superar.
ESTADOS UNIDOS:
Se ha vuelto a ampliar
la diferencia entre el mercado de trabajo en la región del euro y Estados
Unidos, ya que la tasa de desempleo estadounidense bajó durante el pasado
mes de febrero hasta el 5,5% (la cota más baja desde el año 2008), lo que
supone justo la mitad del volumen de desempleo padecido en la región del euro de
más de un 11%. Sin duda, es el reflejo de las políticas presupuestarias y
monetarias tan diferentes que se han aplicado durante la crisis.
En el mejor escenario,
la eurozona estaría, en estos momentos, viviendo la recuperación con retraso
respecto a la primera potencia del mundo, ya que la Reserva Federal
estadounidense comenzó, y con mayor rigor, sus políticas de expansión monetaria
mucho antes que el Banco Central Europeo. Sin embargo, otra peor lectura sería
que la región del euro pueda volver a tropezar, rozando de nuevo una recaída en
la recesión.
Las políticas de
austeridad han ralentizado el crecimiento en contraste con la política
económica estadounidense que ha cosechado el éxito.
El PIB de Estados
Unidos crecerá por encima del 3% (dado el volumen de esa economía se trata de
una cifra muy considerable), mientras que en la eurozona, según la Comisión
Europea, el crecimiento será del 1,3% este año y de un 1,9% el próximo. El
mercado de trabajo estadounidense se encuentra a medio punto de lo que se
considera pleno empleo, afectando a 1,7 millones menos que hace un justo un
año.
En contraste, la
situación de la eurozona es asimétrica: Alemania tiene la tasa de paro más baja
desde su reunificación, en Italia es de un 13,4%, y es España, con una tasa
superior al 23%, la que lidera con Grecia la peor situación de paro.
La buena situación del
mercado laboral estadounidense, podría conducir a la Reserva Federal a elevar las
tasas de interés en el próximo mes de junio.
En Estados Unidos, la
primera etapa de la denominada expansión cuantitativa, QE en inglés o “Quantitative Easing”, de la Reserva
Federal comenzó comprando activos en 2008, de forma que la tercera y última etapa
ha terminado. En contraste, el Banco Central Europeo, aún no ha terminado de
acometer las compras de deuda pública a gran escala.
El Libro Beige publicado
por el Banco Central de Estados Unidos (la Fed), muestra que la actividad
económica ha continuado expandiéndose al comienzo de este 2015, como
consecuencia de la mejoría en el consumo y el bajo precio de la energía.
La expansión monetaria
que está iniciando actualmente el BCE, ha motivado que en este mes de marzo el
interés exigido para su colocación a los bonos públicos a 10 años en España,
haya llegado a bajar hasta el 1,23%. Mejoría que están registrando todos los
bonos europeos. La QE de Mario Draghi ha tenido efectos positivos con su mero
anuncio, antes de hacerse efectiva rebajando las primas de riesgo: los títulos
alemanes (0,39%), franceses (0,68%) e italianos (1,31%), mientras que los griegos
continúan a niveles elevados (9,09%).
También la apreciación
del dólar (depreciación del euro) que tiene un efecto positivo para las
exportaciones europeas, no está afectando, por el momento, a las exportaciones
estadounidenses.
LATINOAMERICA:
La caída del precio del
petróleo supone rápidamente una pérdida de la riqueza petrolera de los países
productores, que se está notando intensamente en las petroleras latinoamericanas,
desde Petrobras a PDVSA. Todas las petroleras nacionales en Argentina,
Venezuela, Colombia o México, están mostrando su incapacidad para dar una
respuesta rápida al hundimiento de los precios del petróleo.
Está comprobado en el
sector petrolero, que las caídas bruscas en el precio del crudo, motivan graves
dificultades en las empresas exclusivamente dedicadas a la extracción,
afectando en menor medida a las que integran en su estructura a las actividades
de refino o comercialización.
Aunque la tendencia
dominante en los próximos meses sea la subida de los precios, la mayoría de
analistas señalan que puede llegar a los 70 dólares a finales de este
ejercicio.
Señalan muchos
estudiosos de la notoria caída de los precios, que las economías latinoamericanas
deberían tener en cuenta que los crudos petrolíferos, son un recurso cuyo
precio puede manipular con facilidad la empresa que lidera el mercado, por lo
que las petroleras, como en el caso de Argentina, no pueden tratar de alterar
los precios que se ven obligados a pagar los consumidores finales del país, ya que de esta forma pueden ocasionar un mal
aún más grave: el hundimiento de las compañías nacionales, arruinando de esa
forma a las posibilidades de generación de riqueza económica del país por esa
vía.
JAPÓN:
Aunque lentamente, la
economía de Japón, ha comenzado a recuperarse, ya que, según datos del Gobierno
de ese país, su PIB aumentó un 0,6 por ciento (en tasa anualizada un 2,2%)
entre octubre y diciembre del año pasado: la economía nipona ha dejado atrás dos
trimestres de caídas consecutivas que llevaron a la tercera economía mundial
a su cuarta recesión en los últimos seis años.
Las exportaciones que
crecieron un 2,7% frente al trimestre anterior, han facilitado el crecimiento
favorecidas por la debilidad del Yen en el mercado de divisas. Igualmente, ha
contribuido la mejoría de las exportaciones, particularmente las del resto de
Asia y de la economía estadounidense. Por
el contrario, el consumo que equivale a alrededor del 60 % del PIB japonés, no
termina de arrancar, ya que sólo aumentó un 0,3%: aún perduran los efectos
negativos de la subida que se llevó a cabo del IVA. También creció la inversión
pública un 0,6%.
La estrategia del
primer ministro Abe para incentivar a la débil demanda interna se basa en un
mayor gasto público, el estímulo monetario y las reformas estructurales. Durante
el mes de enero, se aprobó un presupuesto extraordinario de 13,1 billones de
yenes (unos 96.800 millones de euros), y en pasado octubre, el Banco de
Japón decidió ampliar su histórico plan de estímulo monetario al
ver que la recuperación económica no terminaba de dejarse sentir.
Para la mayoría de
analistas, las medidas comenzarán a notarse a partir del mes de abril, cuando
empiece el nuevo año fiscal en Japón. La confianza empresarial y de los
consumidores ha mejorado desde diciembre de 2014, por lo que se espera que en
este 2015, la tercera economía mundial crezca a una tasa más elevada: la subida
de los salarios, la depreciación del yen y la fuerte caída de los precios del
crudo deberían contribuir a que Japón, por primera vez en muchos años, realmente
pueda iniciar la ansiada recuperación económica.
EUROZONA:
A principios de marzo, por
primera vez en la historia, la rentabilidad que los inversores exigieron a los
bonos a 10 años de Portugal fue menor que la que reclamaron a los de Estados
Unidos (del 1,8% frente al 2,0%).
De forma, que se exigió
más intereses a la primera economía del mundo, con una tasa de paro inferior al
6%, que a un país de la zona euro que tuvo que ser rescatado y tiene más del
doble de desempleo. Pero incluso hubo fenómenos aún más raros: el Tesoro alemán
colocó deuda a cinco años con intereses negativos (los inversores aceptaron no
sólo no lograr rentabilidad alguna, sino pagar por prestar su dinero) e Italia,
que lucha por salir de la recesión, colocó letras a seis meses a un coste cero.
En España, la prima de
riesgo (la diferencia de intereses que un bono a 10 años paga respecto al mismo
tipo de título alemán, que es un valor refugio por excelencia, y que se
considera un barómetro de la solvencia de un país) que hace casi tres años
llegó a superar en mucho los 600 puntos básicos -seis puntos porcentuales-, ahora
está por debajo de los 100.
Cabe preguntarse si la
famosa Prima de Riesgo sigue teniendo el mismo significado –indicador de la
solvencia- cuando la rentabilidad de la deuda está “realmente hundida” por
el plan de estímulos del Banco Central Europeo (BCE) que no tiene
precedentes históricos, salvo en Estados Unidos e Inglaterra. En este contexto,
¿siguen teniendo validez los fundamentales?
El QE de Draghi
consiste en un ritmo de inversión mensual de 60.000 millones de euros en
títulos de deuda, sobre todo pública, hasta al menos septiembre de 2016.
Algunos analistas dudan
respecto a que el BCE vaya a encontrar suficiente papel en el mercado para
cubrir su presupuesto. Es más probable que sean los bancos los que vendan
títulos, frente a inversores finales como las aseguradoras o los fondos, pero
tampoco será rápido.
Un informe de Barclays señala
que “si el BCE tiene que comprar en el conjunto del programa un volumen de
bonos públicos por valor de 850.000 millones de euros (el resto, hasta los 1,1
billones del total del QE, sería de otros activos), tendrá que desplazar una
inversión por valor de más de 500.000 millones. En consecuencia, venderán más
fácilmente los inversores de fuera de la zona euro. Pero los grandes tenedores
de deuda europea son los propios bancos de la unión monetaria y es improbable
que las entidades vendan sus carteras de deuda soberana y presten los recursos
a la economía real inmediatamente hasta que el crédito suba de forma más
notable”.
Por
otro lado, parece ser que la austeridad fiscal a ultranza no se aplica para las
economías grandes o centrales de la Unión Europea, ya que la Comisión Europea
ha concedido dos años más a Francia para que rebaje su déficit público hasta la
cifra equivalente al 3% de su PIB.
A diferencia de otros,
el Ejecutivo francés no ha recortado su gasto y apenas ha puesto reformas
económicas en marcha en un contexto de casi estancamiento. Bruselas ha decidido
no sancionar a la economía gala, por lo que quiere obligarla a acometer un
esfuerzo mayor al que tiene previsto: apenas unos 4.000 millones de euros de
ahorro, en una economía cuyo producto supone alrededor de dos billones de euros
-el doble que España-, aduciendo que un mayor ajuste condenaría a la segunda
economía europea a una larga y dolorosa anemia o debilidad económica.
Ahora bien, lo que no
se ha explicado es por qué la relajación llega justamente cuándo las
obligaciones y reglas afectan a los grandes, y no antes, cuándo las han sufrido
las economías periféricas, como la española.
Por otro lado, el PIB
de los Diecinueve países del euro avanzó un 0,3% en el último trimestre de
2014. Sin embargo, la economía no ha recuperado aún los niveles previos a la
crisis, sigue con tasas de paro en máximos históricos, con tensiones
deflacionistas y con unas tasas de crecimiento muy inferiores a las de EE UU.
Tasas que incluso están en cero o negativas en economías tan importantes como
Francia e Italia y, en lugares tan simbólicos como Grecia.
Alemania es la economía
que, como califican algunos, está viviendo una “crisis estupenda”: durante el
último trimestre de 2014, registró un avance del PIB del 0,7% (el mismo ritmo
que el de la economía española). Con el desempleo alemán en mínimos desde la
reunificación, cobrando por emitir deuda a plazos de hasta cinco años,
liderando como nunca en Europa y, sin embargo, con la misma espada de Damocles
de siempre: Alemania no invierte lo suficiente y sus enormes superávits
comerciales obstaculizan el ajuste en todo el continente europeo.
España, en pleno año
electoral, también ha iniciado la recuperación, pero en el resto de la eurozona
destacan el estancamiento en Italia y el débil avance, anteriormente comentado,
de la economía francesa, que sólo ha crecido un escaso 0,1% en el último
trimestre del año pasado.
En definitiva, las
razones que justifican la mejoría en las expectativas, hay que atribuirlas a la
fuerte bajada de los precios del crudo petrolífero (deja más dinero libre en el
bolsillo de los consumidores); la depreciación del euro que mejora las
perspectivas de los exportadores, y las compras de deuda a gran escala del BCE (más
de un billón de euros en los próximos 18 meses) que deberían desatascar el
crédito bancario.
La realidad, es que ni
tan siquiera convergen las grandes economías de la región del euro: Alemania
crece y España se recupera tras unos importantes recortes, Italia continúa, ya
durante, más de una década y media, en estancamiento, y Francia se encuentra en una
situación delicada. Mientras que Atenas negocia un nuevo rescate, con un nuevo
Ejecutivo que trata de solventar la “crisis humanitaria” y con unos bancos en
serios aprietos por la continua salida de capitales. Grecia ha evidenciado el efecto de contagio que puede
tener si volviesen de nuevo los problemas económicos más serios.
ESPAÑA:
Según el Instituto
Nacional de Estadística (INE), el PIB español registró un avance del 0,7 % durante
el último trimestre de 2014. El aumento
se debe básicamente al consumo de los hogares. Se trata de una variable muy
importante, ya que equivale al 56% de la demanda nacional española.
Para el Instituto
oficial, el PIB creció un 1,4 % en 2014, lo que permitió a la economía española
dejar atrás seis años de recesión casi continua, gracias a un aumento del gasto
de las familias de un 0,9%.
Por primera vez desde
el inicio de la crisis, y gracias a la campaña navideña de diciembre (supuso un
aumento anual del 6,5%), las ventas del comercio del año pasado volvieron a
tasas de crecimiento positivas.
Sin embargo, hay que
señalar que el repunte no se corresponde con una recuperación de la renta
disponible de las familias, que apenas avanzaró durante el año pasado: la
mejora de los ingresos derivada del primer aumento anual del empleo en
siete años apenas compensa la devaluación salarial y el descenso de las
aportaciones públicas a los hogares.
Tal vez la razón haya
que buscarla en los beneficios de una cesta de consumo de bienes y servicios más
barata, ya que el IPC cerró diciembre con una caída del 1%. Quizá, también
como consecuencia de un mejora en las condiciones financieras que
se traduce en un aumento de los préstamos al consumo.
Es de esperar que la
mejoría del consumo se mantenga durante este 2015 como consecuencia de la
rebaja del IRPF, que empieza a aplicarse este año, y una mínima mejora de parte
de los salarios, con la negociación entre sindicatos y patronal, todavía por
cerrar, (tal vez del 0,9%).
Por lo que respecta al
empleo, tras haberse perdido más de tres millones de puestos de trabajo, en febrero
ha tenido la afiliación a la Seguridad Social un crecimiento del 2,8%. Los
datos que ha difundido el Ministerio de Empleo, reflejan el mejor mes de
febrero para la ocupación desde el comienzo de la crisis, pero también reflejan
todo el camino que queda por recuperar: el número de afiliados a la Seguridad
Social creció en 96.910 personas respecto al mes de enero, con lo que la cifra
total de inscritos se ha situado en 16,7 millones de personas. Suponen más de
450.000 ocupados que hace un año, pero aún muy lejos de los 19,3 millones que
se contabilizaban a principios del año 2008.
No obstante, la
contratación indefinida durante el pasado mes, no llegó al 10% de la
contratación total: se registraron más de 1,1 millones de contratos temporales,
y en ellos el aumento de los que se hacen por horas (16% anual) fue todavía
mayor que el de los que se efectúan a jornada completa (13%). Destacan también
la evolución de los contratos de formación, aprendizaje y en prácticas (16.923,
un 27,8% más).
Sin embargo, el aspecto
más negativo es, sin duda, la caída a mínimos de la protección por desempleo.
Según los datos dl Ministerio de Empleo correspondientes a enero, la
tasa de cobertura del sistema cayó al 56,49% en el arranque del año. Hay que
retrotraerse a abril de 2003, en las postrimerías de la crisis que sacudió
España al inicio de aquella década, para encontrar una tasa tan baja.
Las razones de este
desplome se deben, de una parte, a que
la protección a los desempleados lleva cayendo de forma
generalizada desde la reforma del sistema en 2013; y de otra, por el hecho de que los parados de larga
duración están agotando sus derechos a cobrar la prestación ante las
dificultades que sufren para volver a ocuparse.
A finales de enero
había 2.416.786 beneficiarios con derecho a la prestación. Cifra que supone un
descenso respecto al mismo mes del año anterior del 13,8%. En enero de 2014, la
tasa de cobertura, que mide el número de parados que cobran la prestación con
el volumen total de desocupados que han tenido un empleo antes de apuntarse a
las listas del antiguo INEM, era del 61,39%. Frente a los 2,4 millones de
parados con derecho a cobrar el subsidio, en enero había un total de 4,5
millones de parados, de los que 370.779 no tenían empleo anterior.
Para hacer frente al
incremento de los parados de larga duración, Gobierno y sindicatos han puesto
en marcha una nueva prestación para este colectivo, siempre y cuando
tengan cargas familiares. El número total de posibles beneficiarios se sitúa
entre los 400.000 y los 450.000, según los cálculos de CC OO y UGT.
Esto eleva el coste del nuevo programa a una cantidad que oscila entre los
1.000 y los 1.200 millones. Los perceptores cobrarán 426 euros al mes durante
medio año.
En relación al sector
exterior, las importaciones han crecido más de lo que lo han hecho las
exportaciones de mercancías, lo que explica que el déficit comercial se haya
deteriorado durante el año pasado.
En 2014, las compras al
exterior aumentaron un 5,7% respecto a 2013, tras tres años en retroceso. Por
el contrario, las ventas avanzaron al menor ritmo anual en cinco años (un 2,5%),
un incremento que permitió en todo caso elevar el récord exportador a 240.035
millones. Eso supone que las importaciones (264.507 millones) aumentaron más que
las exportaciones por primera vez desde 2006. Se trata de un comportamiento
previsible una vez que se ha ido materializando la recuperación económica.
La realidad, es que la
economía española solo ha logrado cosechar un superávit por cuenta corriente durante
2012 y 2013, tras haber registrado déficit muy abultados (cercanos al 10% del
PIB) en los años previos a la crisis. Ese tradicional desequilibrio de nuestra
economía, significa que existe un gasto mayor que la capacidad de gasto, lo que ha motivado la deuda externa elevada
(160% del PIB) que padecemos.
MERCADOS:
En el mercado de
divisas, el euro ha llegado a cambiarse por 1,107 dólares, algo que no se producía desde
abril de 2003. Muchos analistas consideran que, en el momento que el BCE inunde
el sistema de euros, la moneda acelerará su caída hasta, al menos, igualarse con la divisa de Estados Unidos.
Que ese escenario ocurra
va a depender de la actuación de la Reserva Federal de Estados Unidos en los
próximos meses. Si, como es previsible, rebaja el nivel de sus estímulos a la
primera economía del mundo y, por lo tanto, hay una menor cantidad de dólares, y
sube los tipos de interés, la tendencia actual se mantendrá y la pérdida del 20% que el euro ya
acumula, aumentará.
Desde luego, la
depreciación del euro no se limita al dólar. No en vano, la libra esterlina se
ha apreciado un 10% frente a la divisa europea en los últimos 12 meses. Además,
en enero el Banco Central de Suiza decidió eliminar el tope que en
2011 impuso al franco suizo frente al euro. Como resultado, el euro ha perdido
más de un 11% respecto a la moneda suiza en apenas mes y medio. Pero, además,
la medida tomada por el Swiss National Bank agudizó aún más la guerra de divisas en la que
también están inmersas economías tan fuertes como la de Japón.
En relación al mercado
de la vivienda, durante el pasado mes de enero, se produjo un repunte del 9,6%
en las operaciones de compraventa de viviendas. Durante ese mes, se registraron
33.416 transmisiones, la mayor cifra de los últimos 14 meses, y se consolidó el
crecimiento ininterrumpido desde septiembre, según ha publicado el Instituto
Nacional de Estadística (INE). Pese al destacable alza interanual, la
variación frente a diciembre fue la más baja del último lustro (28,5%).
Por tipo de viviendas
transmitidas en operaciones de compraventa, el 26,9% eran nuevas y el 73,1% de
segunda mano. Tal y como venía sucediendo en los últimos meses, el número de
operaciones sobre viviendas nuevas disminuyó un 37,1% en enero, mientras que la
compra de casas usadas repuntó un 50,8% interanual. El porcentaje de viviendas
libres (88,8%) vendidas en enero también superó al de las protegidas (11,2%).
EMPRESAS:
La Comisión Nacional de
Mercados y la Competencia (CNMC) ha impuesto multas por un importe total de
88,2 millones de euros a nueve empresas y dos asociaciones que operan en el
mercado de aprovisionamiento de leche cruda de vaca en España por haber participado
en "conductas anticompetitivas que infringen la legislación de
competencia".
Esta multa es la cuarta
de mayor cuantía impuesta por Competencia a lo largo de su historia y que
afecta a Danone, la más sancionada con 23,2 millones de euros, Corporación
Alimentaria Peñasanta (21,8 millones de euros), Grupo Lactalis Iberia (11,6
millones de euros), Nestlé España (10,6 millones de euros) Puleva Food (10,2
millones) y Calidad Pascual (8,5 millones de euros), entre otras.
También han sido
sancionadas con una menor cuantía económica las empresas lácteas de Senoble
Ibérica (929.644 euros), Central Lechera Asturiana (698.477 euros), Gremio de
Industrias Lácteas de Cataluña (200.000 euros), Asociación de Empresas Lácteas
de Galicia (100.000 euros) y Central Lechera de Galicia (53.310 euros).
Un completo análisis que pone en evidencia una recuperación económica muy cuestionable....
ResponderEliminarSaludos
Hola Mark, efectivamente, que se mantienen aspectos muy graves: elevada tasa de paro, creciente desigualdad, devaluación salarial, etc...
ResponderEliminarEstimado Juan José,
ResponderEliminar¿Es posible que el QE sea un arma de doble filo?
La confianza depositada en los bancos comerciales aumentando sus reservas para que concedan más créditos, estimulando así la economía, ¿es merecida? Puede transformarse en una contención por parte de los bancos, buscando aumentar la demanda de préstamos. Además creo que hay un alto riesgo de que el BCE compre deuda de mala calidad y al final paguen el pato los ciudadanos..
Respecto a la inflación..es difícil de controlar, tenemos el ejemplo de Japón..
En general me parece una medida con buenas intenciones pero un tanto confusa respecto a resultados. ¿Qué opina?
Un saludo y felicita
Buenos días Javier, efectivamente, pueden existir dudas:
ResponderEliminarDe una lado, esa desbordante liquidez, si no va acompañada de inversiones, puede resultar ineficaz.
De otro, no hay que olvidar el elevadisimo endeudamiento, tanto público como privado, que padecemos...
Respecto a que "paguen el pato" los ciudadanos, siempre es así en cualquier caso.
Gracias por tu amable comentario.
Saludos
Juan José Pintado