El Tesoro Público ha colocado
recientemente deuda pública a tipos de interés negativos. ¿Cómo es posible
esto? ¿Qué es lo que está sucediendo?... se preguntan muchos.
Durante el próximo mes
de octubre, el Tesoro Público español tendrá que devolver -hacer frente al vencimiento-
de títulos (letras del tesoro) por un valor de 725 millones de euros que a
principios de este mes de abril le han prestado los inversores en esos
instrumentos financieros. Este es el desembolso que han tenido que realizar los
que han acudido a comprar esos títulos.
Sin embargo, será menor,
724,98 millones de euros, la cantidad que este organismo público deberá
amortizar o devolver en ese momento. Esto implica que por primera vez en la historia,
la economía española reintegrará una cantidad menor a la que ha recogido o
captado.
La consecuencia es, que
si realizamos las cuentas, resulta que se ha colocado esa deuda a tasas de
interés negativas. Exactamente, a un interés medio del -0,002%, algo que jamás había
sucedido con anterioridad.
Hay que señalar, que la
demanda de estos títulos ha estado muy respaldada por inversores
institucionales que, aparentemente, estarían dispuestos a recibir un interés o
rendimiento negativo en su inversión.
Desde luego, se trata
de una circunstancia a celebrar, puesto que implica un ahorro de costes en el
endeudamiento público. No obstante, se trata de un espejismo financiero: el
mercado de estos valores representativos de deuda está manipulado, ya que el
BCE para no alterar excesivamente los precios en el mercado secundario está estimulando, de forma ordenada, al mercado mediante la compra diaria de cantidades pequeñas
de deuda. Además de la alteración que supone en el comportamiento de los
inversores en el mercado, que estos sepan que Mario Draghi está actuando, y
podría hacerlo aún en mayor medida si lo exige el funcionamiento del mercado.
La banca es la gran
beneficiada de esta situación, ya que aunque hayan estados obligados a comprar
parte de la subasta analizada a rendimientos aparentemente negativos, saben que
el valor de los títulos se apreciará aún más en los próximos meses (el interés
varía en sentido opuesto al de los títulos) y podrán venderse en el mercado con
ganancias.
Además los bancos disponen
de la ventanilla del BCE para vender ese papel cuando les convenga. Tienen la
oportunidad de deshacerse con plusvalías de la deuda que compraron a cambio de
unas rentabilidades nada despreciables.
La institución que
preside Mario Draghi pretende adquirir 1,14 billones en títulos públicos y
privados de países de la zona euro en menos de dos años apenas acaba de
empezar. El supervisor del euro informó de que, en su primer mes de
funcionamiento, se habían adquirido 47.356 millones en bonos públicos (hasta el
3 de abril fueron 52.500), que junto a la compra de títulos privados (cédulas
hipotecarias y deuda empresarial titulizada) había permitido alcanzar el
objetivo mensual de 60.000 millones en marzo.
Es una manipulación clara, porque esa facilidad monetaria nunca llega al pueblo....
ResponderEliminarYa lo dijeron Keynes (meter dinero en las minas) o Friedman (echarlo con helicópteros)...porque no creían en los Bancos !
Saludos
Que bueno Mark.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Saludos