miércoles, 17 de octubre de 2018

SITUACIÓN ECONÓMICA ESPAÑOLA Y MUNDIAL A OCTUBRE 2018: guerras comerciales de Trump, precio del petróleo, excesivo endeudamiento y subidas tipo de interés: desaceleración y empeoramiento expectativas




La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha advertido del riesgo que supone que la deuda global haya alcanzado un nuevo récord, ya que se ha situado en 182 billones de dólares (157 billones de euros).

GLOBAL:

Según la directora del FMI, Lagarde, la deuda global (la suma de la pública y de la privada) ha alcanzado un récord histórico de 182 billones de dólares, casi un 60 % por encima de la registrada en 2007". Ha señalado que “después de una década de condiciones financieras relativamente fáciles, los niveles de la deuda han alcanzado nuevos máximos en economías avanzadas, emergentes y en países con ingresos bajos.
Las economías emergentes y en desarrollo están ya sintiendo la presión a la vez que se ajustan a la normalización monetaria en el mundo avanzado.
Este proceso de ajuste podría ser todavía más desafiante si se acelera de manera inesperada, lo que podría causar correcciones de los mercados, fuertes movimientos de los tipos de cambio y un mayor debilitamiento de los flujos de capital”.
De acuerdo a las estimaciones del FMI, las economías emergentes, excluida China, podrían registrar hasta 100.000 millones de dólares de deuda.
Igualmente ha señalado Lagarde que, según las previsiones del FMI, “el actual contexto de políticas proteccionistas desatado por EE.UU. ha empezado a tener efecto en la economía global, cuyo crecimiento se verá ralentizado”. De esta forma, ha advertido que el crecimiento económico será más reducido.

ESTADOS UNIDOS:

Según el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC), "el mercado laboral estadounidense ha seguido fortaleciéndose y la actividad económica ha aumentado a un fuerte ritmo. Las ganancias de empleo han sido importantes, en promedio, en los últimos meses, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja".  
Ello ha conducido a que la Reserva Federal de Estados Unidos haya decidido subir de nuevo los tipos de interés. La decisión, que sitúa el precio del dinero en el nivel más alto desde 2008, se tomó de manera unánime de la Fed.
El banco central estadounidense prosigue así su planeada senda de "gradual" ajuste monetario, y dejó la puerta abierta a una cuarta subida del precio del dinero en su reunión final del año en diciembre.
Según Jerome Powel, presidente de la Fed, "este es un buen momento de la economía estadounidense", anunciando que a partir del próximo año comparecerá ante los periodistas tras cada encuentro, y no cada dos, como era habitual hasta ahora.
Agregó, asimismo, que las recientes presiones alcistas sobre los precios muestran un carácter transitorio, al asegurar que se espera que se estabilice en torno a la meta anual del 2 %, y rechazó la preocupación de sobrecalentamiento de la economía en un contexto de prácticamente pleno empleo.
En sus nuevas proyecciones macroeconómicas, la Fed mejoró las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos al 3,1 % para este año, frente al 2,8 % calculado en junio.
Powell apuntó gran parte de la responsabilidad de este auge al "impulso" dado por el enorme recorte de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores, lanzado por el presidente Trump.
Por su parte, la tasa paro seguirá en niveles cercanos al pleno empleo, con un 3,7% estimado para finales de este año, una décima por encima de lo anticipado en junio, y un 3,5 % para 2019.
Como es sabido, el Banco Central de Estados Unidos, la Fed, persigue un doble objetivo: la consecución del pleno empleo y la estabilidad de precios.
De nuevo, Jerome Powel, evitó pronunciarse sobre los posibles efectos del muy agresivo proteccionismo comercial impulsado por el presidente estadounidense, pese a los múltiples documentos de la Reserva Federal que manifiestan una gran preocupación del sector empresarial.
No obstante, Powel señaló: "me preocupa dónde nos lleven estas disputas comerciales. Si llevan a un mayor proteccionismo eso va a ser negativo para la economía de Estados Unidos y los trabajadores y familias, así como para otras economías. Me preocupa dónde nos lleven estas disputas comerciales.  Creo que si hubiera un descenso de los aranceles en todo el mundo se obtendrían beneficios”.
Los mercados financieros recibieron, sin embargo, con cierto recelo la subida y las posteriores explicaciones de Powell.
El Dow Jones, el principal indicador de Wall Street, cerró con un descenso de 0,40 %, tras haber estado gran parte de la jornada en terreno positivo.
En lo que resta de año, hay previstas dos nuevas reuniones de política monetaria de la Fed (a comienzos de noviembre y mediados de diciembre). En este último encuentro del año se espera la cuarta y última subida de tipos de interés de este año 2018.
Por otro lado, el presidente Trump ha llegado a declarar que no le importaría declarar la guerra comercial total a China y someter a fuertes aranceles a todos los bienes que importa del gigante asiático. Se trata de mantener o incrementar las medidas adoptadas en lo que va de año: los aranceles al acero y al aluminio, que también se impusieron a otros socios comerciales, y los que se aplicaron a bienes por valor de 50.000 millones de dólares en julio.
China cumplió con su promesa de responder a los aranceles con la misma moneda. Trump aumentó sus amenazas, y ordenó que se elaboraran una lista de productos chinos por valor de 200.000 millones que serían objeto de un nuevo arancel.
China calificó entonces la idea de “irracional y completamente inaceptable”, por lo que no caben dudas de que Pekín responderá con otro ataque comercial, aunque la verdad, es que tiene menos capacidad de maniobra que Trump: el año pasado, los Estados Unidos importaron productos chinos por valor de 505.000 millones de dólares, mientras que China solo recibió exportaciones estadounidenses por valor de 129.000 millones.
Las elecciones legislativas de noviembre, donde los republicanos se juegan conservar su mayoría en las dos cámaras del Congreso, están a la vuelta de la esquina y la guerra comercial iniciada por el presidente de EE.UU. no se ve con buenos ojos en sectores amplios del empresariado. Varias asociaciones patronales que se oponen a los aranceles están convirtiendo la guerra comercial en un asunto de campaña. En su opinión, las tensiones comerciales afectan a los avances económicos conseguidos por Trump con la reforma fiscal y su eliminación de regulaciones.
La nueva ronda de barreras comerciales (incluye productos de consumo de todo tipo) tendría además un impacto más visible en los precios que paga el consumidor medio estadounidense (hasta ahora los aranceles se habían centrado más en bienes de equipo industriales), y con la llegada de las compras masivas por las festividades (Halloween, Acción de Gracias, Navidades) podría desatar una respuesta negativa del electorado. Además, es muy probable que la represalia china a los nuevos aranceles afecte a exportaciones agrícolas estadounidenses, un sector normalmente alineado con los republicanos.
Por otro lado, Canadá y Estados Unidos han alcanzado un nuevo acuerdo comercial trilateral junto con México después de meses de negociación que sustituirá al Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), dando paso al nuevo para el siglo XXI, denominado USMCA, por las siglas en inglés de Estados Unidos-México-Canadá.

Según opina el presidente Donald Trump, el acuerdo es un “privilegio” para México, Canadá o cualquier país del mundo comerciar con Estados Unidos, a la vez que ha considerado que todos ellos quieren atacar la hucha del cerdito que supone la economía de la nación norteamericana. "Es un privilegio para China, es un privilegio para la Unión Europea, es un privilegio para Japón comerciar con nosotros, venir aquí y atacar la hucha del cerdito". En fin, que tenemos que estarle muy agradecidos a Trump.

UNIÓN EUROPEA:

Por parte de Italia está teniendo lugar, quizá, el desafío más grave que ha conocido la moneda única desde su creación. Todo ello como consecuencia del pulso del gobierno de coalición entre populistas y demagogos a las reglas que rigen la gobernanza del euro.
En el último Eurogrupo los ministros de Economía pusieron contra las cuerdas al representante italiano, el tecnócrata Giovanni Tria, que a su vez tuvo que reconocer que está siendo superado por las presiones de los dos polos de la heterodoxa coalición de gobierno de la tercera economía de la zona euro. Por ahora no se han visto ni fisuras ni alianzas defensivas entre países del norte o del sur, sino que la situación se dirige hacia la confrontación directa entre Italia y el resto de economías de la Unión Europea.
Según uno de los participantes en la reunión del Eurogrupo, no fue el presidente Mario Centeno quien tomó la excepcional decisión de abordar el tema italiano cuando no figuraba en el orden del día, sino que fueron los ministros de Francia, Bruno Le Maire, y Holanda, Wopke Hoekstra, quienes quisieron aprovechar el momento para lanzar una señal clara de advertencia a Roma y le pidieron a Tria que explicase cuáles eran las intenciones de su gobierno para el presupuesto de 2019.
Italia no puede esperar apoyos de un supuesto sindicato del sur. Y en cuanto a los del norte, hay todavía menos posibilidades de que sean comprensivos con Italia. El ministro austriaco de Finanzas, Hartwig Löger, reconoció al final de la reunión del Ecofin, que “hay una discusión entre los países” sobre el presupuesto italiano en la que han constatado que “el Eurogrupo es una unión monetaria. Estamos juntos y si hay reglas se deben cumplir. Y si no se cumplen, la Comisión Europea debe actuar con sanciones económicas”.
La ministra española Nadia Calviño solo pudo celebrar que “los inversores sigan creyendo en España” pero también tuvo que admitir que “esta inestabilidad no beneficia a nadie y menos a Italia”.
Tampoco parece que en Roma estén esperando el apoyo de nadie. El responsable del Movimiento 5 Estrellas, el actual ministro de Desarrollo Económico, Luigi di Maio, respondió a las palabras del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en las que llegó a comparar a la Italia de hoy con la Grecia que tuvo que ser rescatada tan dramáticamente: “no quisiera que después de haber tenido que vencer una crisis en Grecia nos encontremos con lo mismo en Italia. Una crisis ha sido suficiente. Algunos están esperando que demos marcha atrás. Pero nosotros no retrocedemos ni un milímetro”,
Por su lado, el representante de los nacional populistas de la Liga, Matteo Salvini, aún fue más allá y acusó a Juncker (Presidente de la Comisión de la Unión Europea) de hacer estas declaraciones para provocar a los mercados. En palabras de Salvini, “las palabras y amenazas de Juncker y otros burócratas europeos siguen azuzando la prima de riesgo, ¿tal vez con el objetivo de atacar al Gobierno y la economía italianos? Nosotros estamos listos para reclamar los daños a los que quieren el mal de Italia”.
Según las reglas de la zona euro, los países han de enviar a Bruselas una descripción genérica de sus cuentas antes de que estas sean aprobadas por los parlamentos nacionales, puesto que quiere por un lado verificar que se cumplen los preceptos del pacto de Estabilidad sobre control del déficit público, pero por otro no quiere tener que corregir un presupuesto que ya haya sido aprobado por el Parlamento, porque eso provocaría un conflicto de legitimidad.
Italia es un país altamente endeudado y el Gobierno de coalición ha previsto un déficit del 2,4% del PIB para los próximos tres años, muy por encima de lo pactado en abril con la Comisión Europea, cuando el anterior Gobierno del Partido Demócrata había fijado objetivos de déficit de 0,8% en 2019 y 2020, y del 0,2%, en 2021
Consecuencia de ello, es que la prima de riesgo italiana ha subido cerca de 70 puntos básicos. Llegando a cerrar en 301 enteros por encima del bono alemán a 10 años, lo que supone volver a niveles del 2014, en plena tormenta financiera. Es una situación de riesgo, ya que Italia podría sufrir una crisis de deuda difícil de manejar.
La realidad, es que Italia ha sido el único que la ha alimentado. Al margen del Pacto de Estabilidad (fija el déficit máximo en el 3%), la Unión Europea viene advirtiendo del déficit estructural de Italia y de la imperiosa necesidad de rebajar su deuda pública, que lleva años instalada por encima del 130%.
Mientras tanto, el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, que tuvo que defender ante sus socios unas cuentas en las que no cree, ha argumentado que el déficit se verá compensado por un mayor crecimiento económico. Pero pese a que el balance presenta un aumento considerable del gasto, no se perciben las inversiones que pueden estimular la economía.
Puede dar idea de la situación, las declaraciones del vicepresidente italiano Matteo Salvini que ha dicho que sólo habla “con personas serias”, en referencia a unas declaraciones del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en las que comparaba un riesgo para Italia similar al que vivió Grecia. Mientras, el otro vicepresidente, Luigi Di Maio, mantuvo que nadie les frenaría “con amenazas”.
Con estas declaraciones, el Gobierno italiano quiere dar a entender que la Unión Europea está agitando el “complot” desde los mercados, presionando para que Italia modifique su presupuesto.

ESPAÑA:

El buen comportamiento de la economía hace imprescindible una evolución positiva del consumo, que representa más de la mitad del PIB nacional. El fuerte tirón de la demanda interna durante los últimos años ha sido uno de los principales motores que ha impulsado la recuperación, por lo que su pérdida de dinamismo durante los últimos trimestres es en gran medida responsable de la actual desaceleración económica.
Así, el gasto en consumo final de los hogares ha pasado de crecer un 0,7% en el primer trimestre del año a hacerlo únicamente un 0,2% en el segundo. Una caída que marca una tendencia cuya primera causa, según apunta Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, es “la desaparición de la demanda embalsada, sobre todo de bienes caros y duraderos” (como automóviles o electrodomésticos), cuya compra los españoles pospusieron durante la crisis hasta que mejoraron las expectativas.
A ese agotamiento se ha venido a sumar la fuerte subida del precio del petróleo, que asciende ahora a casi 80 dólares por barril de Brent frente a los 25 dólares que marcaba a principios de 2016. Éste es el principal factor detrás de la fuerte subida de los precios, que desde el pasado mes de mayo se sitúa en tasas interanuales por encima del 2%.
La subida de los precios en la economía española, está teniendo lugar en el mismo momento en el que las familias con miembros en el mercado de trabajo apenas disponen de más recursos para destinar al consumo.
Todo ello da lugar a que la tasa de ahorro se encuentra bajo mínimos (ha bajado ocho puntos desde el máximo, hasta situarse en el 5,7%), mientras que el estancamiento de los salarios hace que los trabajadores apenas dispongan de más ingresos para gastar.
La predisposición al consumo de los españoles tampoco ha mejorado en los últimos meses, como refleja la caída en cinco puntos del Índice de Confianza del Consumidor entre junio y agosto. Esto se debe, entre otros, a los “nubarrones” en el entorno internacional y la subida de impuestos anunciada por el nuevo Gobierno, que afectará al conjunto de los ciudadanos en el caso del diésel.
Además, las señales de desaceleración pueden aumentar la preocupación de estos consumidores, que reaccionarían gastando menos y ahorrando más.
Todos estos factores han impactado especialmente en el comercio minorista, que desde mayo a julio ha encadenado tres caídas consecutivas en su tasa de crecimiento anual. Mientras las ventas en las grandes superficies, que crecen a un ritmo inferior al de otros años (subía un 0,2% hasta junio frente al 1,7% de 2017). En este contexto, destacan especialmente los malos datos de Cataluña, que el pasado julio registró la mayor caída (-2,5%) de las autonomías en el Índice de Comercio Minorista.
Uno de los más afectados es el textil, cuya facturación acumulada en el año hasta julio había caído un 3,6%, según los datos de Acotex. El presidente de esta asociación, Eduardo Zamácola, achaca parte de esta caída “al cambio en los hábitos de consumo” que han provocado las nuevas plataformas digitales, lo que ha hecho que los resultados de la última campaña de rebajas de verano no hayan sido los esperados.
La ralentización también está impactando en la alimentación. Asís González de Castejón, responsable de estudios de distribución de Nielsen, explica que “el volumen de ventas acumulado en el año del sector ha caído un 0,9%”. Esto se debe en gran medida al fuerte aumento en el precio de los productos vendidos (del 3,9%), en lo que influye la mayor preferencia de los consumidores por los productos premium o envasados. Además, el sector está acusando el efecto en la hostelería y la restauración del estancamiento en la llegada de turistas extranjeros.
La desaceleración también “se está empezando a notar” en el sector de los electrodomésticos, afirma José Manuel Fernández, coordinador de la mesa de comercio de Madrid Foro Empresarial y presidente de Acema. Los cálculos de la asociación es que las ventas hasta agosto han aumentado un 1,4% frente al 3% acumulado en 2017. No obstante, en este sector el impacto de la ralentización es más limitado gracias al vínculo que mantiene con la construcción, una de las áreas que más tira ahora de la economía tras haberse incorporado con cierto retraso a la recuperación.
Dentro del consumo, el sector que por ahora menos está notando la ralentización es la automoción, pues la venta de vehículos ha aumentado un 14,6% en los ocho primeros meses del año. No obstante, este incremento es en gran medida un espejismo, pues como puntualizan desde Anfac, se debe “al cambio en la normativa de emisiones de CO2” anunciada por el Gobierno con el aumento del impuesto al diésel. Es por ello que se espera que, en 2019, cuando entre en vigor la subida, se empiece a producir “la desaceleración en el sector”.
De forma que, salvo sorpresa con una reactivación en la creación del empleo o una fuerte subida en los salarios, la perspectiva a medio plazo es que el crecimiento sea inferior al de los últimos años.
Y es que la crisis no solo azotó al empleo, también erosionó los salarios. Y siguen sin despuntar ahora, pese a que España anda ya por su quinto año de crecimiento económico ininterrumpido. Las últimas estadísticas publicadas recientemente por el INE, con datos relativos al año 2017, confirman la atonía en la que siguen instalados los sueldos en España. En los cuatro años completos de crecimiento económico, el salario medio solo ha subido un 0,88%, mientras que el PIB ha ganado casi un 13%.
Tras seis años de crisis y cuatro de recuperación, el último decenio ha sido una etapa perdida para el avance salarial en España. Teniendo en cuenta lo que se ha encarecido la vida, hoy por hoy el sueldo medio en España es ligeramente menor que hace diez años: desde el 1 de enero de 2008 al 31 de diciembre de 2017, el salario bruto medio creció un 12,65%, pero los precios han subido un 13%. Por tanto, han caído los salarios reales.
Además, los analistas advierten que una cosa es el sueldo medio (según estadísticas) y otra la realidad que aflora cuando se escudriña el panorama salarial: hay una diferencia enorme entre un grupo minoritario de sueldos altos y muy altos, y la abundancia de salarios medios-bajos, bajos o muy bajos, que fueron especialmente zarandeados por la crisis.
El economista Jorge Bielsa, profesor de Macroeconomía en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza, insiste en que “la evolución real de los salarios ha sido más cruda que la que se dibuja simplemente con el sueldo medio”. Sostiene que, “aunque el cálculo estadístico de la media indica que los salarios han subido en términos nominales, en realidad los sueldos más abundantes, los medios-bajos, han caído de forma significativa”. Y esto, advierte, no solo es un problema desde el punto de vista social, sino también un riesgo para cimentar un crecimiento económico saludable y sostenible.
El propio Banco de España ha alertado sobre esto en un reciente informe titulado “Desigualdad de la renta, el consumo y la riqueza en España”, en el que subraya el “significativo aumento de la desigualdad salarial que se ha producido desde que arrancó la crisis”.
Según los últimos datos del INE, el sueldo medio en España ronda los 22.800 euros al año, lo que supone una nómina neta de menos de 1.400 euros por catorce pagas. Eso sí, al empresario le supone un coste total de más de 30.000 euros anuales.
La diferencia entre el coste para la empresa y lo que percibe el trabajador se la lleva esa importante porción que el Estado impone para sí en forma de IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social. Baste otro ejemplo: un trabajador mileurista le cuesta al empresario unos 22.000 euros al año; al asalariado le quedan netos unos mil euros al mes en catorce pagas, pero a la empresa le supone, de enero a diciembre, un desembolso mensual de algo más de 1.800 euros.
Aunque el sueldo promedio ronda los 22.800 euros brutos anuales, las diferencias son muy considerables según el sector de actividad en el que se trabaje, el tamaño de la empresa en la que uno esté contratado, y el lugar de España en el que se desempeña el empleo. Por sectores, el que tiene los sueldos más bajos es el de servicios, con una media de 22.018 euros brutos anuales. Además, también es el sector en el que menos han subido los salarios desde que comenzó la recuperación económica, poco más de un 3% entre 2014 y 2017. En la construcción el sueldo medio es de poco más de 22.100 euros; y en el sector industrial el promedio ronda los 27.400 euros brutos. Eso sí, también depende de si la empresa es más o menos grande. Según los informes del INE, a más tamaño, mejores sueldos. Así, el salario medio en las empresas de menos de 50 trabajadores no llega a los 19.000 euros brutos anuales, mientras que en las de entre 50 y 200 trabajadores roza los 24.500 euros, y en las de más de 200 empleados alcanza los 28.300 euros brutos.
Tampoco todas las regiones tienen los mismos sueldos. La distancia llega a rozar hasta el 50% de unas regiones a otras: Extremadura es la que registra el sueldo medio más bajo, 18.500 euros brutos; Madrid, la que tiene el salario promedio más alto, 27.200 euros brutos anuales.
Frente a esta situación, patronal y sindicatos se han puesto de acuerdo para impulsar la subida salarial en España. Así lo recoge el último “Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva” (AENC), firmado por CEOE, Cepyme, UGT y CCOO. El tira y afloja de la negociación acabó alumbrando una cifra de consenso: fomentar en las empresas revisiones salariales del 2% anual como mínimo, y tender a un 1% adicional condicionado a objetivos tales como la productividad o los beneficios empresariales. Además, en el mismo acuerdo se aceptó como umbral salarial mínimo los 14.000 euros brutos anuales.
Ahora toca trasladar esa letra a la realidad de los sueldos. Analistas como el anteriormente citado, Jorge Bielsa, animan a que se haga con decisión: “Ha llegado el momento para incrementar los salarios; apostar por ello en este momento no es nada revolucionario, lo está diciendo hasta el FMI”.
En un momento de desaceleración económica, la debilidad parlamentaria del Ejecutivo complica la aprobación de reformas que reviertan la situación. El Banco de España ha sido el último organismo en empeorar sus previsiones de actividad, empleo y déficit público para España. La institución ha revisado a la baja el crecimiento para los próximos años al 2,6% en 2018, el 2,2% en 2019 y el 2% en 2020, una, dos y una décima menos respectivamente frente a sus anteriores augurios de junio. En términos intertrimestrales, el Banco de España cree que entre julio y septiembre el PIB repuntará un 0,6%, mismo porcentaje que en el periodo anterior.
Este mayor pesimismo en cuanto a la evolución de la economía española se debe, principalmente, al menor tirón de los mercados exteriores y a los mayores precios del petróleo. El impacto del sector exterior se plasma en que las exportaciones es el indicador que sufre un mayor deterioro: la institución señala que crecerá un 2,6% este año (dos puntos menos).
La contribución de la demanda exterior, así, se revisa tres décimas a la baja hasta el -0,1% este año. Es decir, restará fuelle al PIB. La recuperación de competidores turísticos como Turquía también ha restado visitantes este año, aunque el gasto se mantiene, lo que, según el Banco de España, deja ver el buen comportamiento del turismo de gama más alta frente al de menor coste.
Con una actividad y exportaciones menores, habrá menor empleo y más paro. La afiliación crecerá un 2,4% este año, pero perderá ritmo el que viene al 1,9% y al 1,7% en 2020 (dos décimas menos que en junio en ambos casos).
En cuanto a la tasa de paro, se mantiene la previsión del Banco de España de acabar el año en el 14,6% pese a que se revisa al alza en dos y cinco décimas en 2019 y 2020, al 13,2% y al 11,9% respectivamente. Al empeoramiento de la actividad, en este punto también se suma que la institución prevé un mayor aumento de la población activa.
El Banco de España advierte que la menor velocidad del empleo se verá compensada, en parte, por el aumento de las nóminas de jubilados y funcionarios y el incremento salarial que se prevé en el sector privado. Sin embargo, ello no será suficiente para evitar que el consumo de las familias vaya reduciéndose. El consumo crecerá este año un 2,2%, un 1,6% el que viene y un 1,5% en 2010 (dos décimas menos que hace unos meses en los tres casos).
Ante este horizonte, el Banco de España, alertando de la fragmentación parlamentaria, postula por aprobar reformas en políticas activas de empleo, reducir la tasa de abandono escolar, mejorar la capacidad de gestión de los directivos de empresas o reducir la distancia entre las pymes y las grandes empresas.
La realidad, es que la situación contribuirá a que el déficit se reduzca a menor ritmo en los próximos años: hasta 2020 no bajará del 3,1% en el que acabó en 2017 al 2,2%, objetivo de 2018 que el Ejecutivo ya ha anunciado que incumplirá para prever un 2,7%. El Banco de España empeora sus estimaciones en este sentido y cree que en 2018 acabará en el 2,8% (una décima más de lo que pensaba en el pasado junio), en 2019 lo hará en el 2,5% y en 2020, al 2,2% (en estos últimos casos dos décimas más que antes). La deuda no bajará del 95% hasta 2020 y, según la institución, acabará el ejercicio en el 98,1% del PIB.
Respecto a una posible prorroga de los presupuestos, algún analista señala que el sector público seguirá funcionando y las comunidades autónomas tienen aprobados sus presupuestos.
En cuanto al efecto de las subidas de impuestos, el Banco de España llama a que se tenga en cuenta el impacto sobre la actividad de estas medidas, por el posible efecto sobre la economía.
Un importante riesgo es que procede de Cataluña. Según el Banco de España.  preocupa un hipotético repunte de la incertidumbre, política, económica y financiera en esa comunidad que podrían tener impacto en el resto de España.
Según ha publicado el INE (Instituto Nacional de Estadística) la economía española acabó 2017 con un Producto Interior Bruto de 1.166.319 millones de euros. Significa que creció un 3% con respecto al año anterior. Es una décima menos de lo estimado previamente, cuando se cerró el año con un dato provisional del 3,1%. En cambio, en 2015 se ha estimado que el alza fue dos décimas superior a los anunciado antes, hasta el 3,6%. Y en 2016 se revisa también a la baja una décima, al 3,2%.
Por otro lado, por lo que respecta al empleo, sumando las cifras de todos los sectores, la afiliación media a la Seguridad Social se sitúa en 18.862.713 ocupados, tras aumentar en 22.899 afiliados medios en el último mes.
El Régimen General registró un ascenso de 20.135 (0,13%), hasta alcanzar 15.539.604 ocupados. En septiembre, la afiliación creció en términos absolutos principalmente en Educación (53.308), Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares (20.689), Industria Manufacturera (13.840), y Actividades Profesionales Científicas y Técnicas (7.313). Disminuyó especialmente en Hostelería (-39.227), Comercio (-31.963) y Actividades Sanitarias y Servicios Sociales (-14.038).
En cuanto a las cifras de desempleo, por sectores económicos de procedencia de los trabajadores, el paro registrado se redujo en Agricultura y Pesca en 8.437 (-5,68%), en Construcción 7.427 (-2,66%), y en Industria en 2.415 (-0,86%). Por el contrario, ha aumentado en Servicios en 28.945 personas (1,32%) y en el colectivo sin empleo anterior en 9.775 (3,51%).
Por lo que respecta a otro motor del mayor crecimiento económico español, el turismo, según la encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) publicada por el INE, el pasado mes de agosto visitaron España 10,2 millones de turistas extranjeros. Se trata del segundo mejor mes de agosto de la historia para el sector turístico español, pero la cifra es un 1,9% menor que la registrada en agosto del año pasado. Así, el mes más fuerte del verano en España cierra sin récord de visitantes por primera vez desde el mes de agosto de 2011, cuando las llegadas, que se desinflaron en plena crisis, aún no habían superado las cifras de antes de la recesión. El gasto, en cambio, aumenta un 1,8%, hasta 11.539 euros.
Desde 2011, gracias a la recuperación en la zona euro, los precios contenidos de España y la inestabilidad política de otros competidores, año tras año se han ido sucediendo máximos históricos, pero hasta este verano de 2018: siendo buenas cifras de entrada, no han sido tan buenas debido a la recuperación de destinos mediterráneos competidores, como Turquía, Túnez, Egipto o Grecia, más baratos, y por la ola de calor que afectó a Europa central a comienzo del pasado verano que dejó en casa a muchos veraneantes. Entre ambas cosas han terminado por frenar la llegada de turistas a España.
Se compensa con el aumento del gasto, que crece un 1,8% en agosto, aunque en estas cifras entran los gastos del viaje que se quedan en el país de origen. Crece el gasto medio por turista, un 3,7%, hasta 1.131 euros, y el gasto medio diario por persona (un 10,7%, hasta 139 euros). En lo que va de año, el montante total del gasto turístico asciende a 62.230 millones, un 2,8% más que en el mismo periodo del año pasado. La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, ha destacado en una nota ese aumento del gasto frente al número de turistas: "Nos enfocamos hacia un modelo turístico de calidad más que de cantidad y por ello el gasto debe ser el indicador con el que midamos la fortaleza de nuestro sector”, ha afirmado.
Los datos de agosto constatan lo que el sector ya venía avisando desde hace tiempo: la recuperación de países mediterráneos que han prestado turistas a España por sus problemas internos tenía que restar público a las playas españolas. Así ha sido este verano, un periodo en el que, además, una inusual racha de altas temperaturas en junio y julio mantuvo a muchos europeos en sus países más tiempo de lo habitual. Así, tanto julio como agosto han terminado con descensos de la cifra de turistas llegados a España.
Si agregamos las cifras de junio, julio y agosto, este año han llegado 28,7 millones de turistas, un 2% menos, igualmente, el primer verano sin récord desde 2011. Y en el acumulado del año, ya este año han visitado España menos extranjeros que el año pasado: 57,29 millones frente a 57,34, un 0,08% menos, lo que hace augurar que el año cerrará también por debajo de las cifras del año pasado, 81,78 millones de turistas.
El descenso de agosto se nota sobre todo entre los mercados más importantes para el turismo español. Reino Unido, origen de más de uno de cada cinco de los turistas extranjeros que vienen a España, ha enviado este mes de agosto 2,2 millones, un 3,7% menos, mientras que han venido 1,3 millones de alemanes, un 5,8% menos. De hecho, se nota en general un descenso de los turistas europeos: han venido menos belgas, holandeses, suizos, nórdicos, italianos e irlandeses. En el lado contrario, han venido más franceses, portugueses, rusos y de EE UU.
La emergencia de otros destinos de sol y playa se nota especialmente al escrutar los resultados por comunidades. En agosto cayó el número de extranjeros que visitaron varios de los destinos playeros españoles por excelencia. Así, Baleares (que se nutre básicamente de británicos y alemanes) registró un descenso del 2%, hasta 2,3 millones, y Cataluña y Canarias, un 5%, hasta 2,4 y 1,1 millones, respectivamente. Las tres ya acumulan descensos en lo que va de año. Aunque ligeramente, Andalucía y Comunidad Valenciana sí ganaron turistas en agosto. Madrid también registra un fuerte descenso en agosto: un 5,7%, hasta 0,5 millones, aunque en el acumulado del año aún está por encima del año pasado.
Pese a la pujanza sin control de los apartamentos turísticos que denuncia el sector turístico, los hoteles son, además del tipo de alojamiento preferido por los turistas extranjeros (elegido por 6,3 de los 10,2 millones), el único de los que distingue la encuesta, junto con el residual "resto de alojamiento de no mercado", que crece. También arroja cifras positivas en lo que va de año: 36,1 millones, un 1,7% más.
La caída de la estancia media que se aprecia en los datos de coyuntura hotelera queda patente también en Frontur. Aumenta un 9% el número de excursionistas, los que no pernoctan; los que se quedan una noche se estancan; descienden los que se quedan entre 2 y 3 (un 6,6%) y los de estancias más largas (de 8 a 15 o más de 15). Sólo aumentan los que pernoctan de 4 a 7 noches (un 4,4%).

MERCADOS:

Según los datos publicados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), la Bolsa española ha negociado 48.277 millones de euros en septiembre, lo que supone un 33 % más que en el mes precedente y prácticamente lo mismo que en el mismo mes de 2012.
Los datos publicados ponen de manifiesto que, en los nueve primeros meses del año, el volumen de efectivo negociado en la bolsa alcanzó los 484.413 millones de euros, el 8,4 % menos que en el mismo periodo de 2012.
La bolsa española ha comenzado el mes de octubre a la baja y su principal indicador, el IBEX 35, ha perdido a principios de este mes un 0,10 %.
En el arranque de mes, la Bolsa española ha perdido el nivel de 9.200 puntos por la bajada de las plazas internacionales y de la mayoría de los grandes valores.
Mientras la prima de riesgo española bajaba de 258 a 252 puntos básicos, el índice de referencia del mercado nacional, el IBEX 35, perdió 42,30 puntos, el 0,48 por ciento, hasta 9.186,10 puntos. Las ganancias anuales caen hasta el 12,47 por ciento.
De los grandes valores bajaron Repsol, el 1,05 por ciento; Iberdrola, el 0,95 por ciento; Banco Santander, el 0,89 por ciento, y Telefónica, el 0,3 por ciento. Inditex, el 0,18 por ciento, y BBVA, el 0,01 por ciento.
A comienzos de octubre, el aumento de la prima de riesgo y la caída de la mayoría de los bancos afectaron a la bolsa española, que ha perdido el 0,47 por ciento y se ha acercado al nivel de 9.200 puntos, según expertos consultados y datos del mercado.
A principios de mes, la prima de riesgo española subió de 251 a 258 puntos básicos, el índice de referencia del mercado nacional, el IBEX 35, cedió 44 puntos, el 0,47 por ciento, hasta 9.228,40 puntos. Las ganancias anuales descienden al 12,99 por ciento.
El empeoramiento de la prima de riesgo por la situación política italiana anulaba el crecimiento del 0,4 por ciento del PIB de Francia en el segundo trimestre, el alza del precio de la vivienda en el Reino Unido y el acuerdo en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la destrucción de las armas químicas sirias.
La subasta de deuda en Italia, que se resolvió con un aumento de la rentabilidad pagada y con escasa demanda, llevó a provocar un nuevo repunte de la prima de riesgo española hasta 260 puntos básicos y una caída de la cotización de los bancos, y que la bolsa española descendiera de los 9.200 puntos.
Por otro lado, ha habido un cambio de tendencia en el mercado hipotecario: la actual política monetaria del BCE de bajos tipos de interés hizo que el Euribor, de referencia para la mayoría de hipotecas en España, cayese en 2016 a tasas negativas, lo que ha supuesto una rebaja generalizada en los créditos para vivienda hasta mínimos históricos.
Ahora, ante el endurecimiento de esa política, el índice de referencia vuelve a subir. El Euribor cerró septiembre en el -0,166%, provocando el primer encarecimiento de las cuotas de los préstamos desde 2014.
Aunque sigue en tasas negativas, el índice encadena ya seis meses al alza y terminó septiembre con una media mensual superior a la de hace justo un año (-0,168%). Esto implica que, por primera vez en más de cuatro años, aquellos hipotecados a los que ahora les toque revisar su cuota la verán encarecida en unos pocos céntimos.
Para un crédito medio de 120.000 euros a 20 años con un diferencial de Euribor más un 1%, la cuota mensual sufrirá una subida de apenas 6 céntimos de euros, lo que supondrá 0,72 euros más al año. Esta subida, aunque tímida ahora, marca un punto de inflexión y el inicio de una tendencia al alza mes a mes ante las perspectivas de unos tipos más altos.

EMPRESAS:

El Ayuntamiento de Madrid ha concedido ayudas por un importe de casi 800.000 euros a un total de 1.277 taxis, de los que 1.273 son ecológicos y cuatro son eléctricos.
Según informa el Consistorio, estas subvenciones se enmarcan en “Taxifree 2018”, ayudas previstas en el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, que contribuye a conseguir una movilidad sostenible del transporte público que mejore la calidad del aire de la ciudad.
La convocatoria estaba dirigida a turismos nuevos adquiridos desde el día 30 de junio de 2017 hasta la fecha de finalización del plazo de presentación de solicitudes, es decir, el 25 de julio de 2018.
Durante el proceso de convocatoria se han presentado 1.313. La convocatoria se divide en un primer tramo, que otorga 3.000 euros por vehículo para turismos con etiqueta 'CERO emisiones' y turismos Eurotaxi con etiqueta 'ECO' no propulsados por combustible diésel. Un segundo tramo ofrece una reducción del 5% del importe del vehículo, IVA excluido, hasta un máximo de 1.200 euros y está dirigido a turismos con etiqueta Eco no propulsados por diésel.
Como requisito para acceder a esta subvención, el vehículo sustituido no podía tener una antigüedad superior a 10 años, contados a partir de la fecha de primera matriculación, en la fecha que finalice el plazo de presentación de la solicitud.
La sustitución de los vehículos autotaxi de más antigüedad, mayoritariamente movidos por combustible diésel, por otros de bajas emisiones se ha acelerado desde la modificación de la Ordenanza Municipal del Taxi del pasado otoño, realizada también en cumplimiento del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, que hizo obligatoria desde el pasado 1 de enero la renovación de vehículos más contaminantes por otros con etiquetas 'CERO emisiones' o 'ECO' con la única excepción de los Eurotaxis. Solo en el primer semestre de 2018 el número de autotaxis en servicio movidos por gasóleo y con elevado nivel de emisiones contaminantes se redujo en más de 700 unidades.

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