Según Christine Lagarde,
directora del FMI, la economía mundial "ya no parece tan peligrosa como
hace seis meses, pero existen nuevos riesgos que evitan que las mejoras en los mercados
se trasladen a la economía real y a la vida de la gente”.
"La crisis ha sido
larga, amarga y dura. La prioridad ahora es aprovechar cualquier respiro
financiero y hacer un buen uso de él. La diferencia entre regiones es más
marcada que nunca. Está surgiendo una economía global a tres velocidades: los
países que lo están haciendo bien, los que están en vías de recuperación y los
que aún tienen un camino que recorrer”.
GLOBAL:
Para el FMI, la
economía mundial se divide en áreas monetarias que han optado por políticas de
relajación monetaria masiva (dólar, libra y yen) y otra que mantiene una ortodoxa
contención por el temor a la inflación (euro). Es decir, hay áreas, como
Estados Unidos que ha volcado todos sus esfuerzos para combatir el desempleo, y
otras como la eurozona, que continúa empeñada en los recortes presupuestarios
para reducir el déficit.
Mientras en una parte
del mundo, se señala que existe un “sobreexceso” de ahorro, Merkel y su
ortodoxo ministro de finanzas, Wolfgrang Saüble, siguen insistiendo “erre que
erre” en que la solución es el ahorro, y en la idea de que el ajuste es la única salida acertada de la
crisis.
La postura germana se
entiende cuando se tiene en cuenta, que por esa vía, el ahorro fluye incesantemente desde los países
en crisis del Sur hacia Alemania, dando lugar a un círculo vicioso que impide
salir del túnel, y que peligrosamente parece favorecer a esa economía.
El FMI, sin proclamas
catastrofistas, ha advertido respecto a que estas políticas de rápidos ajustes
y austeridad extrema pueden prolongar la recesión. La recesión o el simple
estancamiento económico, presentes y futuras si las entidades de crédito no
recuperan la actividad que les da nombre, no mejorarán las expectativas de
credibilidad del pago de la deuda externa, por lo que la crisis financiera
puede convertirse en crónica.
La no concesión de
créditos por los bancos les pasaría factura a través de la deuda privada (en España alrededor de 1,7 billones
de euros, el doble de la pública) entraría en una crisis similar a la de la
deuda pública.
Es preciso el
relanzamiento de la economía europea, para que lo haga de forma decidida la
economía global. De nuevo se sitúa el foco en Alemania que tiene la última
palabra respecto a si las políticas a corto plazo de recorte del déficit y de restricción
presupuestaria son las adecuadas para conseguir el despegue económico entre
2013 y 2014 o si, por el contrario, acabarán por deteriorar un poco más la situación
del sistema financiero (en primer lugar el alemán que es el que se pretende
proteger).
Si el problema es que los
votantes alemanes no van a respaldar políticas expansivas que favorezcan la
inflación, se debería escuchar también a los votantes de Francia, España, Italia,
Irlanda, Grecia y Portugal. En eses caso, quedaría claro que es falso que la
salida de la crisis se conseguirá con austeridad presupuestaria y monetaria. Su
defensa se debe a otros intereses políticos particulares.
Últimamente, se está
utilizando algo más el termino de economía real (no es difícil deducir que a si
a una parte de la economía se le llama real, la otra, la del mundo financiero, tiene algo de
ficticia). En el FMI se está hablando de ambas economías, como si se tratase de
dos mundos paralelos: la tangible -la de empresas y trabajadores- sobre todo en
la eurozona sigue atrapada en problemas, mientras que la menos real parece que
ha mejorado.
Hay rescates reales (Grecia,
Portugal,… o el que solicitó España para salvar a sus bancos) mientras que
otros han sido virtuales, como el que ha suavizado el ataque de la Prima de
Riesgo a determinados países del euro sin necesidad de materializarse. No
obstante, persisten los temores.
El Banco Central
Europeo aprobó en septiembre del año pasado el programa de compra ilimitada de
bonos conocido en el mundo financiero con las siglas en inglés OMT, que ha
rebajado los costes de financiación de los Estados con más problemas (Italia o
España) sin llegar a activarse: “la sola previsión de que el BCE comprará deuda
de cualquier país que pida el rescate desanima a los inversores a vender. Se trata
de un placebo puro”.
Ahora bien, aceptando
ese hecho, según el responsable financiero del FMI, José Viñals, “El OMT ha
tenido una vigencia e impacto mucho mayor y más prolongado de lo que en aquel
momento era previsible”.
Para que el plan se
pusiera en marcha, los Estados debían pedir el rescate y negociar unas
condiciones, por lo que si los posibles inversores pudiesen recelar de que, en
efecto, se produjese finalmente esa compra de bonos, el plan “virtual” fracasaría.
No ha sido así de momento.
El FMI alerta respecto
a que los “efectos placebo” del plan de rescate europeo pueden agotarse si no
van acompañados de reformas.
El saneamiento de los
bancos europeos es una de las urgencias que detecta el Fondo para que la mejoría
de la economía financiera se traslade a la real. El subdirector Robert Sheely
defendió la marcha de la reestructuración bancaria, aunque, como advirtió
Viñals, los bancos también son renuentes a prestar dinero por el entorno
macroeconómico. El sobreendeudamiento de las empresas privadas de los países
periféricos, con las españolas y portuguesas a la cabeza, también es un
problema para la recuperación y el FMI ha pedido que se reduzca un 20%.
En definitiva, la
actual situación de calma es muy frágil, pese a haberse evitado también el
abismo fiscal en EE UU y las mejores perspectivas de Japón por su ambicioso plan
monetario. Si los problemas de la economía productiva no se resuelven, la
tregua finalizará. El FMI mantiene la alerta: “La crisis financiera mundial
podría entrar en una fase más crónica, caracterizada por un deterioro de las
condiciones financieras y por episodios recurrentes de inestabilidad".
ESTADOS UNIDOS:
Es una buena noticia a
medias que, según el último dato del Departamento de Trabajo estadounidense, durante
el mes de abril, la creación de empleo subió ligeramente: se celebraron 165.000
contratos netos, 27.000 más que los 138.000 registrados en marzo. La cifra, en
cualquier caso, está por debajo de los 332.000 empleos que se registraron en
febrero. La tasa de paro, bajó en una décima, al 7,5%, lo que supone su nivel
más bajo desde diciembre de 2008. No obstante, sigue alejada del 6% anterior al
desencadenamiento de la crisis.
La mejora del mercado
laboral está alejada de ser satisfactoria, aunque la cifra supera los 140.000
empleos que se esperaban en Wall Street. La secuencia de debilitamiento en la
creación de empleo coincidiendo con la llegada de la primavera se repite. Anteriormente,
se citaba como origen la incertidumbre derivada de la crisis de la deuda soberana
en Europa, pero en estos momentos se hace más hincapié en el impacto de la
subida de impuestos y en el recorte del gasto público estadounidense debido a
la negociación resultante de la
superación del abismo fiscal. Circunstancias que no animan a las empresas a
contratar.
De forma que este
último dato de empleo de abril, está por
debajo de los 211.000 empleos registrados de media de los últimos tres meses. En
la actualidad, hay 11,7 millones de parados en EE UU. Pero la mejora del
desempleo en los últimos años se atribuye también al hecho de que solo un 63,3%
de los estadounidenses trabajan o buscan activamente empleo, por tanto, no son
considerados parados ya que no son población activa, sino inactiva. Otros
detalles que preocupan son el paro juvenil del 24,1% y 4,4 millones de
desempleados de larga duración (el 37,4% del total de desempleados).
El PIB de la economía
estadounidense debería crecer de forma sostenida por encima del 3% del PIB,
para crear empleo a un ritmo que le permita absorber el crecimiento de la
población y cerca de un 5% para que el paro disminuya notablemente.
El débil crecimiento
económico, unido a un paro elevado, y la inexistencia de inflación, hace prever
que la Reserva Federal seguirá con la expansión monetaria, al menos, hasta el
próximo año 2014.
Estados Unidos creció a
una tasa de crecimiento anual del 2,5% en este primer trimestre. Y los últimos
indicadores relativos a la inversión en construcción, comercio y de balanza
comercial sugieren que en el segundo trimestre podría ser más débil, aunque
seguirá en positivo.
Todo ello, conduce a la
comprensión de que el banco central estadounidense haya manifestado que incluso
podría incrementar los estímulos y expansión monetaria.
CHINA:
La Oficina Nacional de
Estadísticas de China ha publicado las cifras del producto interior bruto (PIB)
de los tres primeros meses de año: ha aumentado un 7,7% interanual (11,89
billones de yuanes, unos 1,47 billones de euros). El aumento se enmarca en una
situación de ralentización e inestabilidad de la producción industrial, la
inversión y las exportaciones.
El aumento del PIB,
aunque se encuentra varias décimas por debajo de lo esperado, implica una leve disminución
de la actividad económica en relación al 7,9% del último trimestre del año
pasado.
La mayoría de los
análisis son optimistas, mostrando que China será un motor de recuperación de
la economía global.
Ha bastado, que sólo la
leve ralentización de la actividad de Pekín, haya supuesto cierta rebaja en la cotización
de las materias primas. El oro y el petróleo fueron de los más perjudicados,
aunque el sector minero sufrió la mayor caída en año y medio. El petróleo Brent
rondó la barrera de los 100 dólares por barril y acumula un retroceso de casi
el 10% en lo que va de año.
Con referencia
particular al precio de la onza de oro, hay que señalar que ha caído a su nivel
más bajo desde marzo de 2011, llegándose a intercambiar por debajo de los 1.400
dólares.
La ralentización china,
la previsión de nuevas ventas masivas por parte de bancos centrales, y un
posible giro de la política monetaria de la Reserva Federal a finales de año
por expectativas de recuperación, han influido en la cotización de las materias
primas. Un informe de Godman Sachs encendió las luces de alarma sobre el
mercado del oro al asegurar que era el momento de vender ya que el metal había
llegado al final de su escalada, un repunte sostenido por su condición de valor
refugio frente a las turbulencias. En estos momentos, pese a la persistencia de
los problemas en Europa, las expectativas de recuperación mundial, con ausencia
de inflación, restan bastante atractivo al oro como valor refugio.
Las autoridades chinas no
se han mostrado preocupadas por la ralentización económica, que la han justificado por el “entorno
complicado y volátil en casa y fuera”, pero han insistido en que el Gobierno
mantiene el compromiso de “avanzar al tiempo que mantiene la estabilidad”.
Sheng Laiyun, portavoz de este organismo, aseguró que la economía global ha
experimentado un “profundo ajuste” y culpó de la apreciación de la moneda china
a las enérgicas políticas monetarias adoptadas por algunos países, lo que
perjudica a sus exportaciones.
El PIB chino creció un
7,8% en 2012, el ritmo más lento de los últimos 13 años. Pekín se ha fijado
como objetivo para 2013 un alza del 7,5%.
Las ventas minoristas,
el principal indicador del consumo, crecieron un 12,4% en el último trimestre,
frente a un 14,8% registrado un año antes. El presidente chino, Xi Jinping, se ha
mostrado confiado en la economía del país, señalando que se encuentra en “buena
forma”. No obstante, reconoció que China no podrá mantener los crecimientos
“ultrarrápidos” del pasado, pero afirmó que “una velocidad de crecimiento
relativamente rápida” será posible.
Ha sido cauto el Gobierno
de China para llevar a cabo políticas de estímulo económico. A finales de 2012,
las autoridades pusieron fin a las bajadas en las tasas de interés. Por el contrario,
se ha intensificado la inversión en construcción, se han decretado medidas
especiales que favorezcan a la exportación, y se han articulado incentivos al
consumo de las familias.
JAPÓN:
La economía nipona incrementó
durante el pasado abril su base monetaria un 23,1% en base interanual, hasta
los 149,6 billones de yenes (cerca de 1,17 billones de euros). Supone marcar su
máximo histórico por segundo mes consecutivo, según ha informado el propio
banco central de Japón (BOJ).
Importantísimo aumento
que tiene lugar una vez que a primeros de abril la autoridad monetaria del país
anunciara un nuevo y contundente programa de estímulo impulsado con el objetivo
de ampliar su base monetaria.
El objetivo es dar fin
a, nada menos, que 15 años de deflación (caída de precios) buscando alcanzar el
2% de inflación de aquí a dos años. Para el aumento de la liquidez el BOJ
duplicará sus compras de deuda pública, e incluso de activos de mayor riesgo.
El banco central de
Japón ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento: el PIB crecerá en
2013 el 2,9 %, seis décimas más que en su anterior estimación, mientras que el
índice de precios de consumo (IPC) se colocará en el 0,7 %, tres décimas más de
lo previsto en enero.
El G-20, grupo de los
principales países desarrollados y emergentes, ha dado su visto bueno a la
fuerte expansión monetaria de la economía nipona: “Son necesarias más medidas para lograr un
crecimiento robusto”, poniendo como ejemplo a “Japón, cuyas acciones políticas
recientes tienen la intención de frenar la deflación y respaldar a la demanda
interna”.
El peligro es que este
tipo de movimientos pueden provocar una guerra de divisas entre países: “la
carrera por rebajar la cotización de la moneda propia sin atender a los
fundamentos que hay detrás, sino con el fin de hacerla más competitiva frente a
otros países”.
Los mercados, han
reaccionado con fuertes caídas en la cotización del yen, que desde que se
anunció la medida se ha depreciado un 6,5% frente al dólar. Este movimiento
favorecerá las exportaciones de Japón.
LATINOAMERICA:
Como viene sucediendo
tras la explosión de la crisis financiera, las economías emergentes seguirá
siendo el motor del crecimiento global durante los próximos dos años. Según el
FMI, con la excepción de Venezuela, la expansión irá por encima de su
crecimiento potencial.
Se espera un
crecimiento del 3,4% del PIB de la zona en 2013, y de un 3,9% en 2014. Para la
mayor economía de la región, Brasil, se
estima una expansión del 3% y 4%, respectivamente durante este y el próximo
año, como consecuencia de su bajada de tipos de interés, y de los incentivos
para la inversión en infraestructuras.
El mayor ritmo de
crecimiento lo vivirá Paraguay, que pasará de caer su PIB durante 2012 un 1,2%,
a crecer el 11% en 2013, para crecer durante 2014 un 4,6%.
La economía Argentina,
prosiguiendo con las cifras del FMI, crecerá esta año un 2,8%, y el 3,5% el
próximo. Sin embargo, Chile, Perú y México sufrirán cierta moderación en su
crecimiento.
El Fondo señala que el
futuro del conjunto de América Latina dependerá de la evolución de Estados
Unidos, China y Europa, por lo que emplaza a las economías de la región a
“aprovechar las condiciones, relativamente favorables, para realizar reformas
estructurales que eleven su productividad y competitividad, a la vez que
reduzcan sus déficits públicos”.
EUROZONA:
Diez meses después de
la última bajada de tipos, el Banco Central Europeo ha bajado las tasas oficiales
de interés al 0,50 %. El BCE se encontró obligado por la debilidad de la economía
europea, que ya acumula seis trimestres en recesión, un paro galopante, y una inflación
bajo mínimos.
Se trata de una medida
que apenas tendrá efectos sobre los bolsillos de la gente y de las empresas.
Dejando para más adelante el auténtico problema: la reactivación del crédito.
La verdad es que Draghi
se ve forzado a contentar a todos: a los alemanes preocupados por la ortodoxia y
los precios, y al otro, una opinión cada vez más creciente que le acusa de
ocuparse solo de las entidades financieras, y de no actuar en línea con los
demás grandes bancos centrales del mundo.
Hasta el mismo presidente
del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, reclamó al BCE “un mayor compromiso”
para acabar con la fragmentación del mercado financiero europeo, que obliga a
las pymes españolas e italianas, por ejemplo, a pagar intereses del 6% por sus
créditos cuando las austriacas y las belgas pagan el 2%, lo que impide que la
política monetaria afecte por igual a
todas las economías de la eurozona.
Ya que los mercados
financieros se encuentran en una relativa tranquilidad, los casi 20 millones de
parados de la eurozona o los cinco trimestres consecutivos de caídas del PIB (habrá
que añadir la este primer trimestre del año) no forman parte de los objetivos
encomendados al BCE (sólo controlar para que los precios no sobrepasen el 2%).
Junto a las rebajas de
tipos, con un efecto mínimo dada su proximidad al 0%, el BCE se comprometió a
continuar con “la barra libre de liquidez para la banca al menos hasta julio de
2014”. Esa, dijo, nunca podrá ser la excusa de la falta de crédito. Para todo
lo demás, la pelota está en el tejado de los Gobiernos.
La rebaja de tipos dio
lugar a declaraciones contrarias en Alemania: anteriormente Merkel la había
desaconsejado afirmando que, si bien un recorte de tipos sería beneficioso para
los socios más afectados por la crisis económica, por el contrario, a Alemania le
vendría mejor unos tipos de interés más altos.
La Asociación de Cajas
de Ahorros germana alertó que “cada rebaja de tipos derrite los depósitos de
los ahorradores justo cuando los ciudadanos más necesidad tienen de guardar
dinero para su jubilación”.
Las alarmantes cifras
de desempleo que recorren Europa impiden dar por concluida la peor fase de la
crisis. La Comisión Europea ha dibujado un panorama que prevé la vuelta al
crecimiento solo en 2014, aunque ni siquiera está claro cómo lograrlo. La
sombría previsión global de paro mantiene el pesimismo, con algunos países (España
a la cabeza) donde incluso empeorará.
Con la amenaza social y
política que representa una bolsa de desempleo cada vez más pesada, el
vicepresidente de la Comisión y responsable Asuntos Económicos, Olli Rehn,
restó énfasis a la rápida corrección del déficit, hasta ahora al frente de las
prioridades, y lanzó un inusual llamamiento a hacer “todo lo que sea necesario”
para aliviar “los insoportables niveles de desempleo” en Europa.
La austeridad extrema comienza
a causar graves problemas a los más grandes (Francia e Italia), también a los
supuestamente virtuosos (Holanda) y por supuesto a los del sur.
Olli Rehn certificó que
España contará con dos años más (hasta 2016) para reducir el déficit al 3% del
PIB. Y también como forma de evaluar la credibilidad que otorga Bruselas a los
vaticinios del Gobierno: la Comisión es aún más pesimista que el Ejecutivo para
este año, y más optimista respecto a 2014. Con una importante salvedad: en el
caso del déficit, los peores augurios se extienden a los dos ejercicios, especialmente
a 2014.
La Comisión Europea
quiere aflojar su presión sobre las cuentas públicas a cambio de aumentar las
reformas. Francia tendrá dos años más de lo previsto (hasta 2015) para reducir
el déficit al 3% del PIB. Bruselas dará más oxígeno a la segunda economía del
euro para propiciar la salida de la recesión en la eurozona.
Sin aludir al fenómeno
económico conocido como “la trampa de liquidez” que viven los países del sur
(situación en la que la política monetaria es ineficaz y se necesitan políticas
de demanda) y a los problemas de financiación de las pymes, Rehn postuló que
sean más cada uno de los Estados y el Banco Europeo de Inversiones (apenas está
contribuyendo a la salida de la crisis) los que articulen medidas para superar
la situación.
Frente a la situación
anterior, la inflación está en mínimos de los tres últimos años. La conclusión
está clara: el BCE persigue un objetivo equivocado. El problema no es la
inflación, sino la ausencia total de perspectivas de crecimiento económico.
Tras la primera Gran
Recesión, Europa se haya en una segunda recesión, con una subida de precios del
1,2% en abril (el menor nivel desde febrero de 2010), por lo que el objetivo del
BCE (como máximo el 2%) está, por ahora, conseguido.
Para la mayoría de los
analistas, los indicadores adelantados señalan que las cosas van a peor: los
índices de confianza y de sentimiento económico de la industria, de los
servicios,... Incluso en Alemania esas cifras apuntan hacia territorio
recesivo. Pero lo más preocupante es una tasa de desempleo que alcanzó un nuevo
récord del 12,1% en marzo, y que además está muy mal repartida: Grecia y España
se desangran con cifras de paro del 27%, mientras Austria y Alemania acarician
el pleno empleo. La peor de las secuelas de la Gran Recesión es esa herida: 26
millones de personas están ya en una especie de ejército de reserva
continental, con casi 20 millones de parados en la eurozona.
Alemania, la única que
podría hacer cambiar la situación y forzar un cambio de política en Europa orientada
a los estímulos al crecimiento, se niega rotundamente. No quiere tan siquiera
estimular su propia demanda. No obstante, tras reunirse con de Guindos en un hotel
de lujo en Loja (Granada), anunciaron un plan conjunto, aún sin concretar, para
ayudar a las pequeñas y medianas empresas españolas.
Según de Guindos, se
trata de abrir “fórmulas de inversión” de capitalistas alemanes para que entren
en el capital de pymes españolas. Sin cuantificarlas, esas inversiones estarían
“esponsorizadas” por el Gobierno alemán y español. Schaüble insistió en que
esta es la manera del Ejecutivo alemán de intentar luchar contra el desempleo
en España, especialmente el juvenil, que preocupa mucho a su país. Ninguno de
los dos dio más detalles, solo que hay dos personas encargadas de diseñarlo y
que esperan tenerlo listo a finales de mayo.
Schaüble apoyó la
política del Gobierno de Rajoy y utilizó la idea que tanto repite el presidente
de que “las reformas llevan su tiempo y tarda en verse sus efectos”. El alemán,
sin embargo, se mostró absolutamente inflexible a la hora de plantear posibles
cambios de fondo de la política. “Las causas de la última crisis son el exceso
de endeudamiento y la liquidez excesiva. Se está allanando el camino para que
el crecimiento sea sostenible”, insistió.
Ahora bien, a la
pregunta a Alemania respecto a su disposición a fomentar un aumento de su
demanda para así mejorar las exportaciones de los países del sur, el “no” fue
tajante: “no compartimos la opinión de que si en Alemania impulsáramos un
crecimiento más fuerte esto disminuiría los problemas de otros. Hay mucho
dinero en circulación, mucho dinero del BCE, y muy poca inversión. Ese es el
problema. No creemos que sea adecuada la idea de pedir a otros países que
arreglen los problemas propios”.
El ministro alemán confió
en que España logre “salir de la crisis gracias, entre otras cosas, a los
enormes esfuerzos por reducir los costes laborales”.
En contraste, el FMI ha
denunciado que Europa no acaba de lograr que la lluvia de liquidez del BCE se
traslade a la economía real, mientras que los bancos se reforman a un paso
enormemente lento. Según el Fondo “Los cientos de miles de millones gastados en
sus bancos no sacan a la economía del atolladero y, a la debilidad de grandes
economías del euro como España e Italia se suman a un incendio pequeño, pero
dañino, como el de Chipre y a los temores sobre Eslovenia”.
El viejo continente
encarna, junto a Japón, el grupo de las economías de la tercera velocidad, con
la diferencia de que el Gobierno ha puesto en marcha un agresivo plan de
estímulos. Lagarde ha sido contundente: “especialmente en la periferia muchos
bancos están aún en un estadio muy preliminar de solución, con poco capital y
demasiados créditos tóxicos”.
El FMI considera que la
senda de la recuperación “seguirá llena de obstáculos en las economías
avanzadas”. A Europa le pone, entre los múltiples deberes, avanzar en la unión
bancaria. Y, además, las políticas expansionistas de los bancos centrales —por
la vía de compras de bonos, los bajos tipos de interés o crédito barato— no
pueden durar eternamente, dados los riesgos que conllevan para la estabilidad
financiera en el futuro. Además, un informe de la institución señala que
medidas excepcionales como la compra de bonos están perdiendo efectividad. Aun
así, en conjunto, el FMI defiende que los estímulos se mantengan hasta que se
ancle la recuperación.
ESPAÑA:
El Gobierno ha vuelto a
rectificar su previsión sobre la evolución de la economía española durante
2013. El ministro de Economía, Luis de Guindos, señaló que la caída del
producto interior bruto (PIB) de este 2013 se situará entre el 1 y el 1,5%, lo
que duplica la previsión oficial del Gobierno conforme a la cual se elaboraron
los Presupuestos Generales del Estado para este año.
Hace un año, el
Gobierno esperaba que el PIB creciese en 2013 y así lo indicó en el programa de
estabilidad remitido a Bruselas. En poco más de dos meses, tuvo que rectificar
y admitir que la recesión se prolongaría a este año, pero solo admitió que la
caída sería del 0,5%. Pese al deterioro sufrido desde entonces, el Gobierno venía
manteniendo su cifra contra viento y marea.
Finalmente, el Gobierno
de Mariano Rajoy no ha tenido más remedio que asumir que se retrasa la salida
de la crisis. Para crecer por encima del 1%, para crear empleo de forma
apreciable habrá que esperar, según el Gobierno de Rajoy, a 2016.
El presidente del
Gobierno se presentó en noviembre de 2011 a las elecciones generales como aquel
que lograría reactivar el empleo, tras haberse perdido tres millones de puestos
de trabajo con Rodriguez Zapatero en el poder, en la legislatura de la Gran
Recesión. Las previsiones presentadas por el Ejecutivo español suponen admitir
que su mandato acabará con 1,3 millones de empleos menos. Que en su
legislatura, la tasa de paro media acabará (el 25,8% en 2015) mucho peor que el
último dato de desempleo del mandato socialista (22,8% en el cuarto trimestre
de 2012).
¿Quiere decir lo
anterior que se haya optado por una política equivocada en España y en la zona
euro? El Gobierno explica que la economía mundial se comportó “peor de lo
previsto”. Ahora bien, se refiere en sus datos sólo a la zona euro. El otro
argumento, ya usado por Rajoy, fue recalcar que los recortes presupuestarios, y
la reforma laboral han evitado un escenario, a su juicio, peor: “los países
bajo un programa de rescate están en una situación mucho peor que la nuestra”.
“Una tasa de paro del
27% es la mayor vulnerabilidad de la economía”, admitió el ministro de Guindos,
en referencia a la última Encuesta de Población Activa, la del primer
trimestre, que eleva el número de parados a 6,2 millones de personas (una tasa
de paro del 27,19%), otro registro dramáticamente histórico y, a mi juicio,
vergonzante.
Pese a la evidencia de
los datos, y oscuridad de las previsiones, prácticamente, no se ha variado el
camino trazado, y que con la duda del largo plazo, tan dañinos efectos ha
tenido a corto plazo.
En el lado financiero,
en el mercado la prima de riesgo se ha alejado de las zonas críticas en las se
encontraba el pasado verano. En el lado de economía real, España tiene más desempleados
que nunca, con una tasa de desempleo del 57% para los jóvenes, y una
destrucción de empleo de 322.300 puestos de trabajo en el último trimestre. Sumados a los 3,5 millones que ya se habían
destruido previamente, la mejora económica, desafortunadamente, queda lejos.
Sin embargo, el paro
registrado (solamente recoge a aquellos desempleados que acuden a registrarse
como demandantes de empleo), y al que todo el mundo concede menos fiabilidad,
durante el mes de abril ha disminuido en 46.000 personas.
Se trata de una buena
noticia, de formas que el mercado laboral ha arrancado el segundo trimestre con
una leve recuperación gracias a la activación de la hostelería. En abril, el
número de parados apuntados a los servicios públicos de empleo bajó en 46.050
personas, lo que supone un recorte del 0,91%. Con este descenso, el segundo
consecutivo tras el mínimo alivio de marzo, el total de desocupados apuntados
al antiguo Inem se sitúa de nuevo por debajo de los 5 millones (4.989.193
personas).
Más importante es el
dato referido al número de afiliados a la Seguridad Social, que también
registró en abril su segundo mes consecutivo al alza. La afiliación del
conjunto del Sistema creció en 51.077 personas (un 0,32%), con lo que la cifra
global de ocupados alcanza los 16.232.352. Más de cuatro de cada cinco de estos
nuevos inscritos se registraron en la hostelería al calor de la puesta en
marcha de la industria turística tras la Semana Santa, que este año cayó en
marzo y que fue incapaz de animar las contrataciones más allá de las regiones
del litoral mediterráneo. También destaca la evolución de los autónomos, con
11.900 altas, lo que supone su mayor alza en cinco años.
En abril, la afiliación
aumentó en Cataluña, Murcia, Navarra, Castilla-León, Extremadura, Cantabria,
Andalucía y sobre todo, en Baleares, con un alza del 7%. El archipiélago aportó
la mitad de los nuevos afiliados. Por su parte, el paro registrado bajó en casi
todas las comunidades, salvo en Canarias, que lleva un calendario turístico
diferenciado, y Valencia.
MERCADOS:
El euríbor a doce meses
ha caído por primera vez en su historia por debajo del 0,5 % (0,493%), después
de que el Banco Central Europeo (BCE) rebajara los tipos de interés en la zona
del euro al mínimo histórico de 0,50%.
El euríbor, cuya
evolución depende de las subidas o bajadas de los tipos de interés en la zona
del euro, tiene aún cierto recorrido potencial a la baja, ya que en condiciones
normales suele estar entre un 0,30 % y un 0,80 % por debajo de la tasa oficial
del dinero.
Por eso, la mayoría de
analistas apunta a que en los próximos meses este indicador, el más utilizado
para el cálculo de hipotecas, evolucionará a la baja.
En abril el euríbor
cerró en un mínimo histórico del 0,528 %, que permitirá a las hipotecas
contratadas hace un año ahorrarse unos 57 euros mensuales o algo más de 680 euros
al año.
Desde 1999, el euríbor,
la referencia más utilizada para el cálculo del interés de las hipotecas, ha
oscilado entre el máximo del 5,393 %, alcanzado en julio de 2008, y el mínimo
de abril.
Por otro lado, en el
mercado de deuda, los inversores mantuvieron su demanda hacia los bonos del
Tesoro. De hecho, el interés exigido a los bonos a 10 años de España, bajó del
4% por primera vez desde octubre de 2010, antes del rescate de Irlanda. Gracias
a este descenso, la prima de riesgo (sobreprecio exigido a la deuda española
frente a la germana) llegó a bajar a 270 puntos básicos. Se trata del mejor
nivel desde agosto de 2011.
Por lo que respecta a
la vivienda, los precios se han mantenido a la baja durante los tres primeros
meses de 2013, aunque el descenso no fue tan acusado como en los trimestres
anteriores, pese al final de la desgravación fiscal generalizada a la compra y
el IVA superreducido.
Según la estadística del
Ministerio de Fomento, el metro cuadrado costaba de media 1.519 euros a cierre
de marzo, un 7,9% menos que en el primer trimestre de 2012 y un 0,8% por debajo
de lo que costaba en diciembre. El ritmo de caída registrado en los tres
últimos meses de 2012 fue de un 9,8% interanual y un 2,2% intertrimestral.
Según la serie
histórica de esta estadística, el precio medio por metro cuadrado, que está en
su nivel más bajo desde 2004, ha descendido un 27,7% desde los niveles máximos
alcanzados en el primer trimestre de 2008, en pleno "boom" del sector
inmobiliario. Con estos datos, el precio medio de la vivienda libre sigue
alejado de los máximos que llegó a alcanzar en los primeros tres meses de 2008,
cuando se situaba en 2.101,4 euros por metro cuadrado.
Con respecto al
trimestre anterior, el precio medio de la vivienda libre se anotó en los
primeros tres meses de 2013 una caída del 0,8%. Por tipo de inmueble, el precio
de la vivienda libre nueva (hasta dos años de antigüedad) se situó en los
1.586,1 euros, el 5,1% menos que un año antes, en tanto que la usada (más de
dos años de antigüedad), fue de 1.503,3 euros por metro cuadrado, el 8,2%
menos. El precio medio de la vivienda protegida en España alcanzó los 1.126,4
euros el metro cuadrado, un 0,3% menos que un año antes.
Por comunidades, las
mayores caídas en tasa interanual se registraron en Canarias (13,6%), Cataluña
(10,4%), Castilla La Mancha (10,3%), Madrid (10,2%), Comunidad Valenciana
(9,9%) y Aragón (9,6%). Los menores descensos se produjeron en Navarra (2,1%),
Ceuta y Melilla (3%) y Asturias (3,3%). En el lado opuesto se situó La Rioja,
con un incremento del 1% y País Vasco, donde el precio de la vivienda libre se
mantuvo sin cambios.
EMPRESAS:
Alfredo Sáenz, hasta
ahora número dos del Banco Santander, tendrá un retiro multimillonario, ya que cobrará
una pensión de 88,17 millones de euros. Además, el banco tiene contratado un
seguro de vida en favor de Sáenz por valor de otros 11,1 millones. La póliza
solo podrá cobrarla en caso de invalidez, o sus herederos en caso de fallecimiento.
En 2012 el Santander
modificó su sistema de previsión para su cúpula directiva. En lugar de un
esquema de prestación definida, el banco puso en marcha un sistema de
aportación definida. El saldo inicial correspondiente a sus cinco consejeros ejecutivos
(Emilio Botín, Alfredo Sáenz, Matías Rodríguez Inciarte, Ana Patricia Botín y
Juan Rodríguez Inciarte) en el nuevo sistema de previsión sumaba 207 millones.
En 2011 el responsable del negocio latinoamericano del grupo, Francisco Luzón,
se prejubiló con una pensión de 63,6 millones.
Las jubilaciones
doradas son comunes entre los miembros de la alta dirección del sector
bancario. El presidente del BBVA, Francisco González, tiene derecho a cobrar
cuando finalice sus labores ejecutivas 79,7 millones. Esta cantidad fue
externalizada a una póliza de seguros cuando González cumplió 65 años. El que
fuera número dos del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, cobró una pensión de
68,7 millones cuando dejó el banco en septiembre de 2009.
Sin dudar de la
necesaria libertad que tiene cualquier empresa privada para fijar su política
de remuneraciones, no parece un buen ejemplo en las circunstancias actuales.
Con independencia de la generación de valor que han de debido de aportar a sus
accionistas, para justificar estos emolumentos.
Por otro lado, en
relación a Bankia, después de recibir 22.464 millones de ayudas de los
contribuyentes y perder 21.200 millones en 2012 (los mayores números rojos de
la historia española), la cuenta de resultados de BFA-Bankia comenzó, aunque
con cifras modestas, a mejorar sus resultados. Hasta marzo el grupo tuvo un
beneficio neto de 213 millones, que se queda en 177 millones tras descontar lo
que corresponde a los socios minoritarios. Solo Bankia, la entidad cotizada,
obtuvo 74 millones, que se convertirían en 191 millones si no se tuviera en
cuenta un crédito que recibió del Estado y que va a devolver a final de mayo.
José Sevilla, número
dos de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, en la presentación de
resultados, señaló respecto a 2012 “como la época del saneamiento y este
ejercicio es el de la reestructuración y la vuelta a la normalidad. El entorno
es complicado y retador porque existen tensiones sobre los tipos de interés y
por la marcha de la economía. No obstante, hemos implantado las políticas de
precios y control de costes y riesgos para cumplir con los compromisos con
Bruselas”. Para 2013 espera un beneficio neto de 800 millones. Los costes han
caído tras clausurar 197 oficinas hasta marzo; en marzo próximo la red tendrá
1.143 menos.
Pero el escándalo de
las preferentes, que ha afectado a 295.000 clientes, lastrará el resultado. A
partir del 21 de mayo empezará el canje por acciones y deuda subordinada.
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