lunes, 10 de marzo de 2014

Desinflación, caída de la inflación, inflación negativa, deflación... ¡Que galimatías!


Desde hace demasiado tiempo venimos confundiendo a la inflación – un proceso de alza persistente y notable del nivel general de precios- con meras subidas de precios.

No tiene ningún sentido hablar de inflación con aumentos muy moderados del nivel de precios. Y qué decir de la cantidad de términos que hemos inventado: desinflación, caída de la inflación, inflación negativa… ¡algunos de ellos realmente no tienen sentido!... la inflación o existe o no existe, nunca puede ser negativa.

Probablemente este, con perdón, “galimatías de conceptos”, se deba en estos momentos a que existe bastante miedo a utilizar un término muy temido: la deflación. ¡Es de esas cosas que no citándolas se pretende conjurar su aparición!

La deflación es una caída del nivel general de precios, que acompañada de la debilidad o estancamiento económico nos conduce a una situación de especial gravedad: los precios bajan continuamente, se contrae el consumo ya que los individuos esperan que sigan cayendo, y no es fácil abandonar esa situación.
¡Japón ha estado así, y sigue luchando por salir, durante dos décadas!

La realidad es que en la región del euro existen datos inquietantes: España, Grecia y Chipre están registrando caídas de precios, y otros 13 países tienen tasas iguales o inferiores al 1%. Esta circunstancia, unida a la débil reactivación económica, con una demanda muy insuficiente, hace planear la amenaza de la deflación y de una situación a la japonesa.

El Fondo Monetario Internacional FMI -aunque dice no ver señales de deflación- advierte de que con niveles de precios tan bajos se están generando problemas: “el peso de la deuda en el PIB y de los intereses reales que se pagan por ella crecen”. Y hasta el propio Mario Draghi ha reconocido el riesgo.

Desde luego hay demasiados factores que favorecen a la deflación: la caída de rentas brutas por la bajada de salarios, el recorte de la renta disponible por las subidas fiscales, el aumento del IVA, el empobrecimiento de la sociedad por la pérdida del valor de los activos como la vivienda, y las malas perspectivas laborales. Algo así como un conjunto de “tristezas económicas”. Aquellas que motivan que caiga el consumo. Que por mucho que nos digan que se ha iniciado la recuperación, se mantiene tan deprimido como el año pasado.

A todo ello podemos añadir la falta de medidas del BCE para debilitar el euro, ya que un euro fuerte también favorece las caídas de precios.

No debemos olvidar que los precios que pagan los consumidores son los ingresos de las empresas, por lo que siendo completamente indeseable la inflación, el confundir meras subidas en los precios con un proceso de incremento persistente de los mismos, nos ha llevado a olvidar que se necesita cierta alegría en el sistema económico para que este funcione correctamente.

Con tanto recorte y tanta contención, se puede estar asfixiando al paciente provocándole una debilidad de la que no termina de reaccionar. Probablemente, todos seamos conscientes de ello, pero si aquellos que tienen capacidad para decidirlo no toman las medidas necesarias que reanimen al enfermo, la gravedad puede acrecentarse.

¿Estaremos ya en esa situación crítica? ¿o hay que esperar a que reaccionen los que pueden tirar de carro para ayudar a los más castigados? De seguir así, a ellos también les va a afectar aún más. ¿Cuánto tiempo habrá que esperar para que alguien reaccione?

Negarse a reconocer la realidad, no va a motivar que esta se esfume, y menos a tornar a otra diametralmente opuesta.

Me gustaría estar equivocado…

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Buen diagnóstito. La aversión alemana a todo lo que suene a inflación está lastrando la recuperación. España se está japonizando, y en Japón sólo las políticas monetarias expansivas de Abe están retando una situación que es endémica como bien describes. H. Villora

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  3. Buenos días H. Villora, así es... desafortunadamente, está muy claro.
    Gracias por tu comentario.
    Saludos.

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