lunes, 24 de marzo de 2014

Ayer, hoy y siempre,... gracias, presidente Suárez

Durante estos días, hemos asistido a continuos recuerdos a la personalidad política de Adolfo Suárez: unos con auténticos sentimientos, otros daba la impresión de querer "subirse al carro" del oportunismo. En fin, allá cada cual con su conciencia.

Hoy solo quiero centrarme en una reflexión. Hagamos un poco de memoria. Suárez llega al gobierno en un momento en el que todo son problemas: restos muy arraigados de una recentísima, larga y tremenda dictadura, instituciones tan fundamentales en ese momento como el ejército en contra, el terrorismo azotando de la forma más dura y dramática, un país obsoleto prácticamente en todos los sentidos y fuera de las instituciones europeas.

Todo ello, inmerso en una tremenda crisis económica con unas subidas de precios elevadísimas: superiores al 25%. ¡Eso sí que era inflación!... coexistiendo con el estancamiento económico.

Y pudo, al menos, encarrilar la situación y sentar las bases para el profundo cambio político, social y económico. En apenas cinco años de gobierno. Consiguió crear, en base al dialogo, el consenso preciso de las fuerzas políticas mayoritarias, patronal y sindicatos acometiendo los necesarios cambios económicos que necesitaba nuestro país.

Hoy tenemos crisis económica. Profunda, muy profunda, pero "solo" eso. Y ya dura siete años. Con cambio de gobierno por medio. ¿Y nadie es capaz de encontrar soluciones?

Sería largo, complicado y tal vez ni siquiera posible dar con las razones. Aunque frente a los graves problemas, muy por encima del necesario debate, podríamos señalar demasiados enfrentamientos, engaños,  exabruptos políticos, y un afán desmedido por llegar al poder o mantenerlo.

Sólo voy a apuntar una reflexión: para la mayor parte de los que hoy tienen entre los cuarenta y cincuenta años, su primer recuerdo político es Suárez. Y junto a su nombre la palabra “consenso”.

En contraste, para los jóvenes que hoy rondan los 18 años, y que serán los nuevos votantes, la palabra que irremediablemente unen a "política" es “corrupción”.

¿Qué clase política tenemos que no sabe o no puede ilusionar ni siquiera a los que por su edad son más proclives a ello?


Ayer, hoy y siempre,… gracias, Presidente Suárez.

1 comentario:

  1. La figura de Suárez debería inspirar a una clase política muy empequeñecida por sus miserias. Repasando la vida de Adolfo Suarez, como ha sido inevitable durante estos días, he llegado a la conclusión de que en este país hemos tenido al menos por un periodo de tiempo muy limitado, una clase de verdaderos Hombres de Estado. No perdamos la esperanza, quizás vuelvan.

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