Solo Estados Unidos
supera a España como país con un mayor volumen de deuda dependiente con
acreedores exteriores. La deuda exterior estadounidense es la más cuantiosa del
mundo, con unos 5,5 billones de dólares al cierre de 2013, mientras que España
le sigue con unos 1,4 billones. Pero hay una diferencia de peso entre el
primero y el segundo: para EE UU, esos créditos exteriores suponen el 34% de su
producto interior bruto (PIB), mientras que para los españoles supone el 103%
de su economía.
GLOBAL:
La directora gerente
del FMI, Christine Lagarde, ha señalado, “está habiendo una recuperación. Todos
la sentimos. Pero el nivel de crecimiento y de empleos no son lo suficientemente
buenos”.
La recuperación de la
última crisis, está siendo “decepcionante”, “quebradiza” y “desequilibrada”. Lagarde
ha hablado de la amenaza persistente de los riesgos. Aunque también dijo que la
economía global se encuentra en un punto de “inflexión”, que debe ser reforzado
con políticas más contundentes para poder superar esta situación “mediocre” que
nubla el futuro.
“Espero hacerles pensar
y que no lloren mucho”, comentó antes de entrar en detalle. El principal temor
es que el crecimiento se quede bloqueado a estos niveles, por debajo del
potencial. Precisó que el Fondo espera “solo un modesto repunte para 2015”.
Una de las
características de la nueva realidad es que las perspectivas difieren mucho de
un país a otro. En el grupo de las economías desarrolladas, el sólido repunte
de EE UU y de Reino Unido difiere del modesto crecimiento que se anticipa para
Japón y la debilidad de la Europa del euro. En los emergentes, China seguirá
tirando pero menos que antes.
Lagarde ha señalado las
diferencias en la gestión de la política monetaria, haciendo énfasis respecto a
que la vuelta a la normalidad en países como Estados Unidos puede tener efectos
en el resto del mundo, en el caso de que el alza de tipos llegue antes y de
forma más rápida de lo previsto.
Como riesgos
adicionales para la recuperación citó también los geopolíticos, en concreto la
escalada de la tensión por el conflicto en Ucrania, las protestas en
Hong Kong, la crisis constante en Oriente Medio y ahora también el brote de
Ébola en el África Occidental, que la directora gerente dijo debe ser afrontado
de manera urgente por su efecto potencial en la economía de la región.
"Podemos eliminar
estos nubarrones, pero el FMI no puede hacerlo solo". Ante esta situación,
Christine Lagarde volvió a pedir a la Reserva Federal de EE UU que
comunique de la mejor forma posible su estrategia de abandono gradual de los
estímulos. Y a los países emergentes, los más expuestos al cambio de política
monetaria en EE UU, les emplaza a adoptar políticas para protegerse
convenientemente.
A la zona euro, le ha
solicitado que adopte políticas fiscales que sean amigas del crecimiento y de
la creación de empleo sin que eso suponga dar un paso atrás en los procesos de
consolidación fiscal. En otras palabras, habla de “flexibilidad” a la hora de
aplicar las medidas fiscales para mantener así el apoyo a la economía durante
todo el tiempo que sea posible.
El FMI concluye
haciendo una nueva defensa de las reformas estructurales para elevar la
productividad y la competitividad del empleo. De los 200 millones de parados
actuales en todo el mundo, 75 millones son jóvenes. También hizo referencia al
estancamiento de los salarios. “Para que crezca el consumo y la inversión,
necesitamos un crecimiento más robusto del empleo y de los sueldos”.
Por otro lado, según el
secretario general de la Organización por la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), Ángel Gurría, el fraude fiscal y la evasión de capitales de
las multinacionales han minado la confianza de los ciudadanos en el sistema y
es responsabilidad de los líderes políticos restablecer el orden.
“La erosión de la confianza que hemos visto
tras la crisis viene de la percepción que tiene la gente que está sufriendo y
que no tiene trabajo, de que no hay igualdad de condiciones”,
aseguró Gurría, que añadió que “esta no es solo una cuestión técnica, es
una cuestión profundamente política”.
Corporaciones del
sector tecnológico como Amazon, Google, Apple, Microsoft, compañías como
Starbucks y otras multinacionales de todos los sectores montan complejos
sistemas de ingeniería fiscal para trasladar sus beneficios a países con un
tratamiento fiscal muy ventajoso. El resultado es que terminan pagando un
porcentaje ridículo de sus ganancias en impuestos.
ESTADOS UNIDOS:
La economía de Estados
Unidos creció en el segundo trimestre a su ritmo más fuerte en dos años y
medio, con todos los sectores contribuyendo al avance. Se trata de una señal
positiva para lo que resta del año.
El Departamento de
Comercio ha elevado su estimación respecto al crecimiento del Producto
Interior Bruto para mostrar que la economía se expandió a un ritmo del 4,6 por
ciento a tasa anual, en línea con lo esperado por los analistas, aunque
superior al 4,2 por ciento que se había estimado anteriormente.
La mejora económica
refleja un crecimiento más acelerado del gasto empresarial y una expansión de
las exportaciones más sólida de lo que se había estimado.
No obstante, el gasto
del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica de
Estados Unidos, no ha sido revisado al alza debido a que desembolsos más
fuertes para el cuidado a la salud han sido contrarrestados por una debilidad
en el gasto en bienes duraderos y en el ocio.
Con el crecimiento de
la demanda doméstica a su ritmo más intenso desde el 2010, la recuperación
económica se muestra como más fuerte, superando el desplome económico
registrado en el primer trimestre debido a un invierno inusualmente severo.
El fuerte crecimiento
del segundo trimestre asegura una base firme para la economía en el tercer
trimestre. Hasta ahora, datos de manufacturas, comercio y vivienda sugieren que
buena parte del impulso del segundo trimestre se prolongó al tercer trimestre.
El crecimiento del PIB
en el segundo trimestre había sido anteriormente estimado a una tasa del 4,2
por ciento. La economía se contrajo a un ritmo de 2,1 por ciento en el primer
trimestre.
Por otro lado, la Reserva
Federal (Fed) de Estados Unidos ha insistido en que mantendrá los tipos de
interés de referencia en torno al 0% por un "tiempo considerable"
después de la finalización de su programa de estímulo monetario.
La presidenta de la Reserva Federal, Janet
Yellen, ha precisado que este periodo es "altamente condicional y
está ligado a la evolución de la economía".
En una rueda de prensa
tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en
inglés), Yellen señaló que las perspectivas económicas apenas han cambiado
desde la última reunión celebrada en julio.
Asimismo, insistió en
que no existe una "interpretación mecánica", al mostrarse abierta a que los tipos de interés puedan
subirse antes de lo anticipado si la mejoría económica lo exige.
"Si los eventos
nos sorprenden y vemos que tenemos que movernos antes o después, creo que
tenemos la flexibilidad para adaptarnos", ha afirmado la presidenta de la
Fed.
Además, la Reserva
Federal ha rebajado en otros 10.000 millones de dólares su programa de compra
de bonos y de valores hipotecarios.
De esta manera,
el volumen de compra mensual de
activos se sitúa en 15.000 millones de dólares.
Esta nueva rebaja
prepara la salida definitiva del programa de inyección de liquidez para la
próxima reunión de la Fed a finales de octubre.
Por otra parte, el
banco central estadounidense ha rebajado nuevamente las perspectivas de crecimiento para 2014 a entre
un 2% y un 2,2%, y para 2015 entre 2,6% y 3%, y ha mejorado ligeramente la tasa de desempleo a
entre un 5,9% y un 6% este año, y entre 5,4% y 5,6% para el
próximo.
No obstante en su
comunicado, la Fed ha insistido en que aún existe "una significativa infrautilización de los recursos
laborales" pese a los recientes progresos en el desempleo,
actualmente situado en una tasa del 6,1% (por cada 100 activos o personas que
se ofrecen en el mercado de trabajo, algo más de seis no lo consiguen).
CHINA:
Parece ser que China ya
no es una economía tan atractiva para invertir. Desde que se abrió al mundo en
2001, el gigante asiático ha sido uno de los principales destinos donde las
empresas extranjeras han establecido sus fábricas, atraídas por unos costes
laborales escandalosamente bajos y en general por unas leyes que han permitido
casi todo lo que no se permitía en los países de origen.
Sin embargo, muchas de
estas ventajas son ya de otra época. Al cierre de 2012, según datos de la
Oficina Nacional de Estadísticas de China, el salario medio anual de la
población urbana fue de 46.769 yuanes (unos 5.870 euros), una cifra que sigue
lejos de los estándares occidentales, pero que se ha doblado prácticamente en
solamente cinco años. Y esto, junto a la ralentización sufrida, hace disminuir
los márgenes empresariales, decisivos a la hora de determinar dónde hay que
producir.
Una encuesta reciente
de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China muestra que, por primera
vez en la historia, los márgenes de beneficio de más de la mitad de las
empresas europeas que operan en China fueron menores que los promedios globales
de sus compañías. Dos tercios de ellas añadieron que se ha vuelto más difícil
hacer negocios en los últimos dos años por la creciente competencia en un
mercado cuyo acceso no es “igual para todos”, explican, en referencia a los
privilegios que aún gozan las empresas estatales.
No es extraño, pues,
que algunos afirmen que se ha acabado la edad de oro de invertir en China. “Las
empresas ya miran a otros países asiáticos, como Indonesia o Malasia, y hasta
algunas vuelven cerca de casa por razones logísticas”, explica el presidente de
la institución, el alemán Jörg Wuttke, y añade que China “sigue estando entre
los tres lugares preferidos para invertir, pero ha perdido su liderazgo
indiscutible de antaño”.
Los datos del
Ministerio de Comercio chino muestran que la inversión financiera directa
global ha caído un 1,8% en lo que va de año, algo que el portavoz del
organismo, Shen Danyang, reconoce que se debe a “la desaparición de las
ventajas del pasado, como los costes bajos”, pero que también atribuye a
“tendencias temporales”, como la débil recuperación de la economía global o las
fluctuaciones de la tasa de cambio de la moneda.
Ante los cambios de
China, los inversores también modifican sus criterios: mientras que antes era
el lugar perfecto para producir, ahora la mayoría del capital foráneo se dirige
al sector servicios, en el que se vislumbra un fuerte crecimiento por la continua
mejoría del poder adquisitivo de los chinos. Paradójicamente, recuerda Wuttke,
“estas áreas son las que aún cuentan con más restricciones para las compañías
extranjeras”.
Ahora bien, lo más
destacable es el enorme cambio habido, respecto al protagonismo que ha
adquirido China como origen de las inversiones: se calcula que el año que viene
el valor de la inversión del gigante asiático al exterior superará, por primera
vez, al capital entrante, algo inédito que pone de relieve la creciente
influencia china como potencia inversora en el mundo.
En 2013, Pekín invirtió
90.200 millones de dólares fuera de sus fronteras, un 16,8% más que en 2012, y
se sitúa ya como el tercer país emisor tras Estados Unidos y Japón. Si bien la
mayoría de las inversiones son en ámbitos como el energético o la construcción
de infraestructuras, empresas de otros sectores como Huawei, Lenovo o ZTE son
cada vez más conocidas en Occidente.
Tradicionalmente, el
patrón de crecimiento de China la ha llevado a invertir en países y regiones
con abundantes recursos naturales (Canadá, Australia) y que no ofrecieran
resistencia cultural o política a su capital (África, Latinoamérica), pero
ahora las grandes empresas chinas salen al exterior buscando ofertas atractivas
en Estados Unidos y Europa.
Por otro lado, el Banco
Central de China ha decidido inyectar 500.000 millones de yuanes (unos 62.800
millones de euros) a las cinco principales entidades financieras del país con
el objetivo de incentivar a la economía.
Varios indicadores
–como la producción industrial y las ventas al por menor— vienen señalando cierta
ralentización de la actividad de la segunda economía mundial (crecen pero no al
ritmo deseado, ya que se estima que la economía china debe crecer por encima
del 7% para mantener el empleo).
Aunque las
exportaciones han crecido, las importaciones acumulan dos meses de caídas
consecutivas, lo que hace temer un enfriamiento de la demanda interna.
Los 500.000 millones de
yuanes se repartirán equitativamente entre los cinco mayores bancos del país a
través del mecanismo Standing Lending Facility (SLF), que permite dar préstamos
de uno a tres meses a las entidades cuando no son capaces de obtener liquidez
suficiente por su cuenta. Se especula que la inyección podría responder
asimismo a la necesidad de cubrir la demanda creciente de efectivo ante la
próxima semana festiva por el Día Nacional de China, que en otros años ha provocado
problemas de liquidez en algunas entidades.
El proceso de
desaceleración que está sufriendo durante estos últimos años, no sólo está provocado
por el debilitamiento de su demanda externa, sino también por la
reestructuración del modelo económico del país. Tras años de crecimiento a
golpe de inversión pública, ahora las autoridades quieren dar un mayor
protagonismo al mercado y esto se ha reflejado en las medidas de estímulo que
se aplican en China, mucho más prudentes que antes.
Desde el enorme plan de
estímulo aprobado para capear los efectos de la crisis financiera
internacional, cada vez que la economía China se ralentiza, Pekín actúa para
compensar la caída pero nunca de forma contundente. En este contexto, el Banco
Central ha evitado medidas de estímulo generalizadas –no ha tocado los tipos de
interés desde 2012— y se ha limitado a controlar los niveles de liquidez
mediante operaciones de mercado abierto y con mecanismos como el SLF (facilidad
de depósito para entidades en problemas).
En definitiva, lo que persiguen las autoridades chinas es impulsar todas las políticas de aumento de
la demanda.
EUROZONA:
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha advertido
sobre la necesidad de que la Eurozona tome medidas excepcionales a corto plazo,
ya que los “fantasmas” de la temida tercera recesión podrían materializarse en
el continente europeo y sumirlo en una gran depresión.
Estos temores aparecen reflejados en el último informe sobre
“Perspectivas”, dónde se rebajan de forma considerable las previsiones de
crecimiento de las tres grandes potencias de la moneda única. No sólo en
Francia e Italia, nuevos ‘enfermos’ comunitarios, sino también en Alemania. Si
en mayo se predijo un aumento del PIB del 1,2% para este año, la nueva
estimación lo rebaja al 0,8%. Y para 2015, lo ha bajado del 1,7% al 1,1%.
El propio Banco Central Europeo ha alertado respecto a que la
recuperación está perdiendo fuelle, por lo que la mayoría de analistas
coinciden en que se debe reanimar la inversión.
La realidad, es que la ausencia de reacción a las excepcionales medidas
adoptadas por el BCE para reducir las amenazas de estancamiento económico y
deflación, conforma uno de los escenarios más adversos en la eurozona. La
demanda de los bancos en la primera convocatoria de las inyecciones de liquidez
(TLTRO), con el fin de que crezca el crédito al sector privado, ha sido
decepcionante. Si las escasas peticiones del pasado día 18 de septiembre
tuvieran continuidad en la ronda de diciembre, el BCE no tendría más remedio
que emplearse a fondo en la compra de titulizaciones y, en última instancia, de
otro tipo de renta fija privada e incluso de deuda pública. Con todo,
convendría no esperar a ese momento y adoptar cuanto antes decisiones de
estímulo fiscal de la demanda.
Mario Draghi ha señalado que la recuperación sigue siendo “débil,
frágil y desigual”, una enfermedad económica que incluye un largo
estancamiento, el paro en máximos y el hastío de los jóvenes en medio del
octavo año de crisis. Ante esos síntomas de depresión, Draghi anunció que
empezará a comprar activos privados a mediados de este mes de octubre, a pesar
de la irritación en Alemania. Esas compras, combinadas con todo el arsenal
de medidas extraordinarias (tipos de interés negativos, barras libres
de liquidez y demás), tienen un solo objetivo: anclar las expectativas de
inflación, con los índices de precios aproximándose peligrosamente al 0%.
El BCE se da “unos meses” para evaluar los resultados. En caso de que los
precios sigan entumeciéndose, está “listo para tomar otras medidas no
convencionales”.
Desde luego al BCE cada vez le queda menos munición y, frente al vacío de
poder en Bruselas, Berlín se niega en redondo a gastar su sacrosanto superávit.
A la eurozona sólo le queda Draghi, con sus compras de activos privados y
esa última bala de las compras de deuda pública, a sabiendas de que eso es
pecado mortal en Alemania.
Estados Unidos, Reino Unido y Japón las han usado generosamente durante
la crisis; entre las grandes economías, solo la eurozona las rehúye, pese a que
sus constantes vitales son peores. El BCE incumple de forma flagrante su
mandato (la inflación está en el 0,3% y bajando, lejos del objetivo del 2%).
Mario Draghi señala la falta de acuerdo político para no activar el
denominado “quantitative easing”. Se trata de una paradoja, ya que
teóricamente el BCE es independiente en sus decisiones.
Los analistas, las grandes entidades financieras y la banca de inversión
ven muy posible las compras de deuda pública en el primer semestre de 2015,
siempre que las cosas sigan igual de mal. Hasta entonces, el mercado mide al
milímetro las palabras del BCE y los potenciales efectos de las compras de
activos privados: Draghi explicó que empezará con las cédulas hipotecarias (y
otros covered bonds) a mediados de octubre, y con las
titulizaciones de créditos a pymes (los llamados ABS) antes de final de año. Esos
dos programas de compras durarán al menos dos años. Junto con las subastas de
liquidez, el BCE espera ampliar su balance en torno a un billón de euros. Pero
no queda claro cómo va a alcanzar esa cifra en dos mercados relativamente
pequeños, y con una banca que ha mostrado escaso apetito por las primeras
subastas de liquidez a tipos ultrabajos.
Por lo que se refiere a
la economía francesa, su crecimiento y situación económica han llevado a las
autoridades galas a reconocer que Francia no cumplirá sus objetivos de
crecimiento y déficit en 2014.
Así, se confirman
las previsiones adelantadas en agosto, cuando el Ejecutivo francés
adelantó que el PIB galo se estancó por segunda vez consecutiva.
El Gobierno de Hollande
estima que la economía francesa cierre el año en torno al 0,5% frente al
objetivo del 1% estimado antes, y tampoco espera en 2015 un dato "muy
superior al 1 %".
El déficit público de
Francia al final de 2014 será "superior al 4%" del producto interior
bruto (PIB), frente a la previsión anterior del 3,8%.
Las exportaciones, que
habían avanzado un 0,6% en el primer trimestre, se ralentizaron con un avance
del 0,1%, mientras que las importaciones disminuyeron cuatro décimas, hasta el
0,4%. En total, el comercio exterior tuvo un impacto negativo de 0,1 puntos en
el PIB del segundo trimestre.
El gasto de consumo de
los particulares sí evolucionó al alza, con un incremento del 0,4 % tras el
descenso anterior del 0,6%, pero la formación bruta de capital fijo (la
inversión) prosiguió su tendencia a la baja, del -0,9% al -1,1%, un elemento
poco halagüeño por lo que significa de anticipación de las empresas de cara al
futuro.
La producción de bienes
se contrajo un 0,1%, tras el avance del 0,2% del trimestre anterior, añadió el
INSEE, según el cual en el conjunto del año Francia acumula un crecimiento del
0,3%.
Por lo respecta a
Italia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja su
previsión de crecimiento para 2014 y considera que la economía italiana
permanecerá en recesión por tercer año consecutivo con una contracción del
Producto Interior Bruto (PIB) del 0,1%.
Según recoge en su
análisis de la economía italiana, el PIB continuará cayendo este año, aunque el
descenso de una décima previsto para 2014 es considerablemente inferior al 2,4%
de 2012 y el 1,9% de 2013.
El FMI ha empeorado de esta
forma su última estimación publicada en la actualización de julio de su informe
'Perspectiva Económica Global', que preveía un crecimiento del 0,3% para este
año. De cara a 2015, el Fondo mantiene sin cambios su previsión del 1,1%.
El informe señala que
la economía italiana está "luchando" por salir de la recesión y
apunta que, tras la contracción registrada en el primer semestre del año, las
resistentes exportaciones y las encuestas de negocios sugieren un incremento
"gradual" de la actividad económica en próximos trimestres.
De hecho, prevé un
repunte del crecimiento en 2015 a medida que se normalicen las condiciones
crediticias y comiencen a sentirse los efectos de las medidas anunciadas por el
Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, agrega que los riesgos siguen
sesgados a la baja, entre ellos las tensiones geopolíticas y la posibilidad de
un estancamiento y una baja inflación.
ESPAÑA:
Comenzando por las
cifras del ministerio de Empleo, el Paro
Registrado aumentó en septiembre en 19.720 personas, ascendiendo a 4.447.650 desempleados registrados. En
afiliación a la Seguridad Social, septiembre registró un aumento en el número
de cotizantes ocupados de 12.182, así que había el mes pasado 16.661.703
afiliados.
Los datos de septiembre
de paro y afiliación se parecen
más a los que se daban antes de la crisis que a los de la recesión: la
subida del paro, en 19.720 personas, es la menor desde 2007 para un septiembre,
y el aumento en el número de afiliados -algo desacostumbrado para este mes- de
12.182 hace que haya que ir hasta 2006 para encontrar un septiembre mejor.
Por comunidades
autónomas el paro ha subido en once,
especialmente en Andalucía (10.665) y Cataluña (4.196), y ha bajado en seis, encabezadas por
Castilla-La Mancha (-10.056) y La Rioja (-1.303). Estas dos últimas comunidades
nos dan la pista de qué sector ha tenido una importancia capital en el
resultado más favorable de este mes: la agricultura, que registra la caída de
paro más notable por sectores: 14.856 desempleados menos. El paro también bajó
en industria (-6.720) y construcción (-11.614), mientras que subió en los
servicios (+41.608) y en el colectivo de personas sin empleo anterior (+11.302)
ambos resultados habituales después de las vacaciones de verano.
Los datos de contratación muestran un repunte de la contratación
indefinida, cercano a un 30% respecto a septiembre del año
pasado. El porcentaje de contratos indefinidos sobre el total es del 8,48%,
mejor que la media del año.
En prestaciones, sigue la caída continuada en el número de
beneficiarios (-12%), sobre todo de las prestaciones de mejor
calidad (-19%), un descenso más rápido que el descenso anual en el número de
parados, lo que evidencia que los desempleados que siguen en esa situación cada
vez están más desprotegidos. La tasa de cobertura, el porcentaje de parados
registrados con prestación o subsidio, cae 6 puntos respecto al año pasado
hasta el 60,45%.
El Banco de España ha
alertado respecto a que durante el tercer trimestre, se detecta un
comportamiento algo menos expansivo de la demanda privada: resalta que el
consumo de las familias ha perdido fuerza. "Los indicadores de opinión de
hogares y comerciantes minoristas se situaron en el promedio de julio y agosto
en un nivel algo inferior al del segundo trimestre".
La inversión también
pierde impulso: "la información disponible relativa a la inversión en
bienes de equipo muestra una cierta moderación de la tendencia fuertemente
expansiva de los últimos trimestres". Entre los indicadores, las ventas de
bienes de equipo de las grandes empresas que publica la Agencia Tributaria se
desaceleraron en julio, hasta una tasa interanual del 5,6% frente al 7,4% en
junio.
Los indicadores más
recientes referidos a la inversión en construcción apuntan igualmente a
"una posible ralentización del crecimiento en el tercer trimestre del año,
tras la favorable evolución en el segundo".
Esta desaceleración de
la economía española en el tercer trimestre se produce después de que el PIB
creciera un 0,6% en tasa intertrimestral durante el segundo trimestre, dos
décimas más que en el trimestre anterior, y un crecimiento del 1,2% en tasa
interanual, muy por encima del 0,5% mostrado en los tres primeros meses.
El ministro de
Economía, Luis de Guindos, ya ha reconocido que el frenazo en la economía
de la zona euro afectará a España, si bien el Gobierno mantiene que
revisará al alza tanto la estimación del PIB de este año, situada en el 1,2%,
como la del próximo, del 1,8%.
Por lo que se refiere a
los Presupuestos Generales para 2015, presentados por el ministro Montoro, generan algunas
dudas entre los analistas. Sobre todo en el capítulo de ingresos, ya que se
estima que algunos ingresos tributarios
como el IVA o el impuesto de sociedades están sobrestimados. Aunque, en líneas
generales, respaldan las cuentas públicas presentadas por Montoro, porque
consideran que también hay cierto margen en algunos gastos como el de los
intereses de la deuda o el de las prestaciones por desempleo.
Para Ángel Laborda, director
de coyuntura de Funcas: "el cuadro macroeconómico —las proyecciones
económicas sobre las que se basa el Gobierno para elaborar los presupuestos— no
presenta grandes problemas. No parece excesivo un crecimiento del PIB del 2%.
Está en línea con las previsiones de los analistas". Y señala que: "en
2015 veremos una mejora de las condiciones financieras que hasta ahora habían
perjudicado la financiación de las pymes. Habrá más crédito. También veremos el
impacto de la reforma fiscal".
Para Analistas Financieros
Internacionales (AFI), los presupuestos de 2015 "son los más creíbles que
hemos tenido en esta legislatura". Aunque alberga algunas dudas sobre el
comportamiento del consumo público y el privado. El Ejecutivo ha pronosticado
que el consumo de las Administraciones Públicas caerá un 1% el próximo año.
"Los presupuestos no contienen una gran reducción de gasto". "Y,
además", añaden, "el próximo año se celebran elecciones y las
comunidades y corporaciones locales podrían elevar sus gastos".
En el capítulo de
buenas noticias, hay que resaltar que el pasado agosto ha marcado un hito para
el turismo al lograr la entrada de 9,1 millones de turistas extranjeros, lo que
supone un incremento del 8,8% respecto al mismo mes del año pasado pero, sobre
todo, implica el récord hasta ahora, según los datos la encuesta
de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur).
El “sol y playa” es para la economía
española el motor más incontestable de la recuperación, pese a que crea puestos
de trabajo de gran temporalidad y que, para disgusto de los hoteleros, los
visitantes utilizan cada vez los apartamentos de alquiler.
El alojamiento en
viviendas alquiladas escaló un 29,7% en agosto, frente al 4% que lo hizo en los
hoteles o el 11,2% en casas propias, de familiares o amigos. Es decir, que cada
vez gana más peso en el mercado el turista que opta por alquilar un
apartamento, independientemente de que lo haga por agencias o vías
tradicionales lo que está preocupando seriamente a sector hotelero.
Esta es una de las
tendencias por las que los empresarios del sector suelen plagar de matices los
buenos datos que arrojan las estadísticas en el último año. “No somos
autocomplacientes porque no hay que mirar cuánta gente entra en un
supermercado, sino el gasto medio por cada carrito de la compra, y las tarifas
no se han recuperado, además de que cada vez más la gente va a apartamento no
reglados”.
Según los últimos datos
de la encuesta Egatur, también del ministerio de Industria, que corresponde a
julio, el gasto medio diario permanece estancado y el gasto medio por
extranjero (983 euros) descendió porque se redujo la estancia media. Aun así,
pese a que la rentabilidad por turista se resiente para muchas empresas, el
global de los ingresos crecerá y mejorará la balanza de pagos de España.
Por otro lado, se ha
publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) un avance de la
revisión de la Contabilidad Nacional que está llevando a cabo para adaptarla al
nuevo Sistema Europeo de Cuentas (SEC-2010), que viene a sustituir al SEC-95. A
su vez, el SEC-2010 es la versión europea del nuevo Sistema de Cuentas
Nacionales 2008 (SCN-2008), adoptado en el seno de las Naciones Unidas para
todo el mundo, que vino a relevar al SCN-1993.
Los cambios
metodológicos del SEC-2010 son numerosos, pudiendo destacarse, por lo que
afecta al cálculo del PIB, la consideración que se da ahora como formación
bruta de capital fijo (FBCF), en vez de consumos intermedios, al gasto en I+D y
a las armas y sistemas de apoyo militar usados de forma continua durante más de
un año. Al ser este gasto FBCF, pasa a integrar el stock de
capital, por lo que aumenta el consumo del mismo (amortización), uno de los
componentes del PIB (la B significa precisamente que estamos contabilizando el
valor del producto en términos brutos, es decir, incluyendo el valor del
capital que vamos consumiendo para producir los bienes finales). También hay
cambios en el ámbito de las administraciones públicas y en las cuentas
financieras, razón por la cual el Banco de España ha revisado al alza la deuda
pública en casi 6.000 millones.
Como consecuencia de
todos estos cambios, el PIB del año base 2010 es ahora un 3,4% superior al
estimado anteriormente (1,080 billones de euros en vez de 1,045). Es decir, ahora somos más ricos, aunque sólo sea a
efectos estadísticos, pues en realidad somos igual de ricos o de pobres que
antes. Simplemente ha cambiado la forma de medir lo mismo.
De estos 3,4 puntos
porcentuales de más PIB, a las modificaciones metodológicas comentadas les
corresponden 1,55 puntos y a las actividades ilegales, 0,87 puntos, algo
similar a lo estimado para otros grandes países de la UE; el resto corre a
cargo de los cambios estadísticos, que derivan fundamentalmente de haber tenido
en cuenta el Censo de 2011, que nos dijo que en España había más residentes
(por tanto, más trabajadores produciendo y más personas consumiendo) que los
estimados hasta entonces.
Pero, tan importante o
más que esta revisión al alza del PIB es que el INE, al revisar los datos de
los años posteriores a 2010 nos dice ahora que la pérdida de renta en los
últimos años ha sido mayor de la estimada anteriormente. No sabemos si esto fue
así también antes de 2010 porque aún no se han publicados los datos. En 2011 el
PIB real cae ahora un 0,6% en vez de aumentar un 0,1% y en 2012 cae un 2,1% en
vez de un 1,6%; en 2013 la caída es la misma, un 1,2%. Es decir, ahora somos
más ricos, pero desde 2010 nos hemos empobrecido más de lo que pensábamos. Esto
es totalmente coherente con lo que muestran los indicadores que manejamos los
analistas.
Una de las
consecuencias de ser “más ricos” es que los gobiernos pueden ahora gastar más
dinero sin incumplir los objetivos de déficit público, ya que éste, como
porcentaje del PIB, disminuye. Estamos hablando de unos 2.000 millones, que a
muchos les van a venir muy bien para cuadrar las cuentas de este año y, sobre
todo, los presupuestos del próximo, que no olvidemos es un año electoral.
En el capítulo de los
precios, España ha registrado de nuevo en septiembre una caída de los precios del
0,2%, con respecto al nivel existente en el año anterior. Nos referimos al IPC
publicado por el INE.
El dato anterior,
llevamos ya tres meses, ha vuelto a elevar los temores a la entrada de España
en deflación (seis meses consecutivos de caídas en los precios).
MERCADOS:
Durante el comienzo de
octubre, la Bolsa bajó hasta un 3,12%. Sin duda, influenciada por el mensaje de
Mario Draghi que dejó la sensación de que no se podía hacer nada más en su
política de apoyo al mercado. Este hecho unido a la amenaza de ralentización de
las economías europeas desanimó a los inversores en el mercado.
En relación al mercado
de trabajo, surgen cada vez más voces
postulando que se acaben las rebajas de
sueldos en España. Los sindicatos lo reclaman desde hace meses; también lo
hizo la OCDE; y ahora lo ha pedido la Organización Internacional del
Trabajo (OIT): “no hay motivos que justifiquen nuevas reducciones en los
ingresos laborales”, apunta en su informe España: crecimiento con empleo.
El organismo
internacional también señala alguna de las consecuencias de la reforma laboral,
como por ejemplo, que ha hecho retroceder entre los asalariados la cobertura de
los convenios. Y, además, reclama reformas e inversión en las políticas activas
y en los Servicios Públicos de Empleo, “el talón de Aquiles de las políticas
del mercado de trabajo en España”.
El documento de la OIT
comienza señalando que las cosas van mejor. Y así lo admitió su director
general, el antiguo sindicalista británico, Guy Ryder: “Las cifras permiten
señalar que la salida de la crisis está cada vez más cerca”. Pero a
continuación apunta las consecuencias de una crisis que ha destruido casi
cuatro millones de puestos de trabajo y da una serie de consejos que, en su
opinión, harían esa salida más rápida y traerían empleo de calidad. Y uno de
esos consejos tiene que ver con los sueldos.
“Los salarios en
términos nominales han disminuido desde 2012, lo que indica una caída incluso
mayor en términos reales, es decir, descontado el efecto de la inflación”. Así
lo señala el informe del órgano dependiente de la ONU, formado por sindicatos,
empresarios y gobiernos. “Nuevos recortes salariales socavarían la demanda
interna por encima de cualquier beneficio que pudiese surgir en términos de
aumento de las exportaciones”, continúa. La OIT no cifra cuánto deberían subir
los salarios. No obstante, sí que ofrece un parámetro al que agarrarse: “Tanto
como permita la productividad”.
En otro orden, la
morosidad del crédito concedido por bancos, cajas, cooperativas y
establecimientos financieros que operan en España volvió a subir en julio al
13,15 % tras caer durante los dos meses anteriores y quedar en el 13,06 % en
junio.
Según los datos
provisionales publicados por el Banco de España, los créditos dudosos acumulados en el sistema financiero español a
finales de julio sumaban 184.520 millones de euros, 1.722 millones menos
que en el mes anterior.
El volumen total de los
créditos concedidos por las entidades financieras a sus clientes también había
caído a cierre de julio hasta los 1,403 billones de euros, desde los 1,422
billones del mes anterior.
De esta forma, el indicador vuelve a subir y se anota nueve
centésimas después de dibujar durante todo el año una trayectoria irregular,
que le llevó a registrar pequeñas caídas en enero, febrero y marzo, después de
que el 1 de enero el Banco de España hiciera efectivo un cambio en la forma de
calcular la mora que ahora incluye en el crédito total el correspondiente a los
Establecimientos Financieros (EFC).
Tras estas caídas, que
habían dejado el ratio en el 13,39 % en marzo después de iniciar el año en el
13,53 %, la morosidad subió ligeramente en abril, hasta el 13,44 %, para caer
de nuevo en mayo al 13,39 % y volver a bajar en junio al 13,06 %.
En los últimos doce
meses, la tasa de mora del sistema
financiero español ha empeorado en casi 1,2 puntos porcentuales, ya que
en julio de 2013 se encontraba en el 11,97 %.
Por finalizar con un
dato positivo, hay que señalar que la confianza del consumidor aumentó 1,6
puntos en septiembre en relación al mes anterior, hasta situarse en 89,3
puntos, gracias a la mejora de las expectativas, según el Índice de Confianza
del Consumidor (ICC) publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas
(CIS).
Con este repunte del
indicador, que se produce tras dos meses de ligeros retrocesos, la confianza
del consumidor recupera la puntuación que tenía en junio y vuelve a situarse en
valores que no se observaban desde el inicio de la crisis, a mediados de 2007.
El avance de la
confianza se debió exclusivamente a un crecimiento de las expectativas de los
consumidores de 3,8 puntos, hasta los 102,2 puntos, con perspectivas positivas
en todos los componentes del indicador: evolución de la economía, evolución del
empleo y situación de los hogares.
Este empuje de las
expectativas compensó la caída experimentada en el indicador de situación
actual, que bajó 0,7 puntos en septiembre, hasta los 76,3 puntos, por la peor
valoración que hacen los consumidores de la situación económica actual y del
empleo.
El ICC recoge
mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los
consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con
el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores
de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es
positiva y por debajo, negativa.
EMPRESAS:
Inditex ganó en la
primera mitad del año casi 930 millones de euros. Es un 2,4% menos que en el
mismo semestre del año anterior. El descenso coincide con un aumento de las
ventas y se explica principalmente dos razones: la fortaleza del euro frente a
otras divisas y la inversión del grupo en la renovación de establecimientos y
la apertura de nuevas tiendas.
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